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Frutas E. Sánchez: decidida apuesta por la digitalización
La compañía madrileña vive una importante reestructuración interna con una fuerte inversión en digitalización de datos que le permitirán, si cabe, ser más competitiva en el futuro
Fruit Today magazine habló con su directora financiera y de relaciones externas, Esther Sánchez, sobre éste y otros temas de actualidad.
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¿Cuáles son las prioridades de la firma, una vez que a nivel de instalaciones se ha conseguido ser lo más eficaz y operativo posible?
Tras las grandes inversiones que acabaron en 2020, de momento, hemos cerrado este capítulo. Hoy nos centramos en una reestructuración de nuestras herramientas digitales. Creemos que la estrategia comercial de las empresas pasa más por un detallado análisis de datos que por esperar a que venga un cliente. Hay que conocer a través de los datos donde están las debilidades y las oportunidades de cada uno. Este es nuestro gran reto.
¿Cómo valora el año actual desde el punto de vista de la comercialización?
Debido a los problemas internacionales, desde hace varios años vivimos una sensación de susto permanente y esto nos aboca a una revisión de costes continuada, pero el balance de este último año se salda de manera positiva. Es cierto que los volúmenes comercializados han sido menores por el aumento de los precios, pero ha sido una constante general. En Frutas E. Sánchez nos han funcionado muy bien nuestros productos clásicos como la manzana, el kiwi y la pera y la importación.
Además de grandes importadores, ustedes conocen muy de cerca lo que es la producción
Sí, efectivamente. Contamos con producción propia en Aragón y esto nos permite ver el negocio desde otro prisma. Lo más destacable de la campaña pasada fue la subida de costes, en la que los fertilizantes, los abonos, las facturas de luz, se pusieron por las nubes. Afortunadamente, de manera progresiva los costes se han ido repercutiendo, aunque ha sido muy poco a poco.
En productos, ¿cuáles han sido las novedades más destacadas?
En Mercabarna hemos abierto una línea de negocio que ya teníamos en Madrid desde hace unos diez años. Se trata del negocio de frutos secos, dátiles, especias, salsas y zumos. Ha tenido muy buena acogida, al igual que ya sucedió en Mercamadrid.
En otra de las empresas del grupo, en Kiwi World, sumamos ya unas 60 referencias de producto exótico, que van desde la fruta de la pasión, al caviar cítrico, la mano de buda, pasando por el mango, el lichi, etc.
Y respecto a la tendencia actual en la que la marca blanca va ganando adeptos, ¿cuál ha sido el comportamiento de ‘Qué rica’?
Al igual que sucedió en la crisis de 2008, es la tendencia que se respira en estos momentos, pero en concreto, no lo hemos notado en nuestra propia marca. Creo que es debido a este ajuste tan preciso entre calidad y precio. Incluso puedo decirle que hemos ganado adeptos en otras categorías como la piña o el aguacate.
Algunas empresas del mercado se quejan de la fuerte presión burocrática a la que está sometida últimamente el sector. ¿Qué opina?
Es una queja que se formula con toda la razón. Es excesiva desde todos los puntos de vista, pero lo más curioso es que no conocemos la utilidad práctica de ello. La burocracia es cada día mayor y los gastos laborales que nos ocasiona los tenemos que repercutir en nuestro producto. El nivel de viabilidad de las empresas se vuelve más complicado cada día.