Conocemos Tegueste 5º Primaria Curso 2012-13
PERSONAJES IMPORTANTES DE TEGUESTE
DOÑA Mª DEL CARMEN FERNÁNDEZ MELIÁN
Doña María del Carmen Fernández Melián nació en Tegueste en 1926. Sus padres eran agricultores y se llamaban Teodoro Fernández y Agustina Melián. Recuerda que con ocho años le llevaba el almuerzo a su padre a La Hacienda, cerca del Monte, y a Las Peñuelas. Y que iba a buscar agua a la fuente con una lata de aceite vacía. Tuvo cinco hermanos, cuatro varones y una chica. Vivían en la Calle de la Audiencia y cuando cumplió 9 años, se mudaron para las Toscas (Tegueste). Estudió en la Escuela Nacional de niñas de Tegueste y más tarde en el Instituto Cabrera Pinto, donde hizo el Magisterio. Sus profesoras fueron Doña Clara y Doña Ana. En la escuela, le gustaba escribir, leer, calcular… todo menos memorizar. Por esa razón, no quiso ir al Instituto, ni hacer carreras.
Pero, a los 15 años, Doña Ana la animó, e ingresó con esta edad en el Instituto, en el que permaneció siete años. Nunca suspendió, y eso que tenía que colaborar en las tareas de la casa e iba y venía caminando a La Laguna.
Como sus padres no tenían dinero, daba clases particulares en su tiempo libre a sus compañeros/as, incluso a los que tenían más edad que ella. Cobraba 5 pesetas por clase, y así, ganaba algo de dinero.
En un baile por las fiestas, que era la única diversión que tenía, conoció al que es su marido, se llama Víctor del Castillo González. Después de hacer el bachillerato, se casó. El Magisterio lo estudió libre, ya casada. Estudió tanto que los tres cursos los hizo en dos. En esta época iba a clase en guagua. Eligió la carrera de maestra porque era la más fácil para ella, a la que podía acceder económicamente. Después hizo las oposiciones. Estuvo trabajando 34 años.
Empezó a trabajar como maestra titulada en el año 1956. Todos los días mandaba a sus alumnos y alumnas a leer, a hacer redacciones, les preguntaba la lección… Impartía todas las asignaturas y a todas las edades. Estuvo dando clase en varios colegios, ya casada fue destinada a La Palma (Fuencaliente), luego fue a El Hierro (Isora). Los traslados se hacían en barco y hasta la escuela en burro. Su siguiente destino pudo haber sido en la Península (Burgos). Para evitar ese traslado consiguió poner en marcha, con el apoyo del cura de la época José García Rodríguez, una Escuela Parroquial en la planta baja de su casa.
La Escuela Parroquial le posibilitó no desplazarse a Burgos.
En esa época, aprovechando las instalaciones, daba clases particulares para adultos hasta por la noche. Muchos teguesteros aprendieron a leer y escribir gracias a esas clases.
Más tarde impartió clases, junto con otras maestras, en unas escuelas prefabricadas, aquí ya cumplió funciones de directora. Por esa época estaba de alcalde don Teófilo Pérez. Durante su mandato se compró el solar donde luego se construyó el centro que lleva este nombre. Página 2
En 1978 se inauguró el colegio Teófilo Pérez, siendo alcalde don Erasmo Suárez Rodríguez y ella la directora. En los últimos años dio clase de Lengua e Inglés en la segunda etapa (6º, 7º y 8º) lo que ahora sería 6º, 1º de la ESO y 2º de la ESO. Le gustaba su oficio. Se jubiló a los 65 años, tras 34 años de servicios. Pudo hacerlo en enero, pero ella esperó hasta final del curso. Le gustaba más dar clase a los niños/as que a los adultos, pero los adultos se portaban bien.
Doña María piensa que lo más que ha cambiado, desde que empezó a dar clase hasta ahora, es la mentalidad de los niños/as. Ahora los centros tienen más medios, según ella, pero hay menos disciplina, han mejorado los conocimientos y los profesores están más preparados.
Fue madre, ama de casa, esposa y maestra y “sobrevivió” luchando mucho. Lavaba la ropa por la noche (no habían lavadoras, ni agua corriente) y hacía la comida y otras tareas por la mañana, antes de irse a trabajar. No tenía a nadie que le ayudara. Tiene tres hijas y un hijo. Se llaman: Marcela, Aida, Luisa y Domingo. Las tres se dedican a la enseñanza como ella. También tiene seis nietos y dos bisnietos.
Los valores que les ha transmitido a sus hijos son: respetarse, llevarse bien con todos/as, respetar a los mayores, ser trabajadores, estudiar mucho, tener una carrera para defenderse en la vida y sobre todo, ser buenas personas. Está orgullosa de sus hijos. Ahora, durante un día cualquiera, hace la comida, la compra, cuida a su marido, va al Club, borda, hace punto de cruz…
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Conoció a Francisca Santos Melián. De ella nos dice que era muy cariñosa, muy buena compañera, muy generosa… con muy buenas cualidades. También conoció a Melchor Núñez. Era educado y bueno, nos comenta. A Teófilo Pérez lo califica como buena persona, un hombre respetable, bien educado y servicial.
Doña María sigue dando sabios consejos a los niños y niñas con los que se reúne: trabajar, estudiar para conseguir tener una carrera y un oficio bueno, para que poder defenderse y nadie los maneje; que se esfuercen para tener formación y poder obtener un trabajo, un medio de vida.
Cuando en el barrio de El Gomero se construyó un nuevo colegio se decidió ponerle su nombre, en reconocimiento a su labor docente. Ella se siente muy agradecida porque a un colegio le hayan puesto su nombre. Muchas personas reconocen su labor. Como ejemplo, transcribimos parte del artículo Mi maestra doña María que una alumna suya, que es periodista, escribió dedicado a ella. (………………………) Aquella base me ha valido hasta hoy y estoy convencida de que de no ser por todo lo que aprendí, probablemente hoy escribiría peor. Aquellas rentas me llevaron, con los años, a interesarme por el uso correcto del lenguaje, a valorar los buenos textos y a tratar de escribir adecuadamente, aunque todos sabemos que la perfección no existe. Aquellas clases son hoy una base sólida que sigo construyendo porque, desde luego, todos los días aprendo algo y nuestra lengua, además, cambia con el tiempo. Lo que no deberían cambiar, desde mi punto de vista, son los métodos que funcionan y aquel, sin duda, fue un éxito. Así debió entenderlo mi maestra. Así que hoy, a pesar de todos los años que han pasado, me gustaría decirle abiertamente algo que seguro que nunca le dije: “Gracias, doña María”. Naima Tavarishka Fuente: Blog Siempreenmedio www.siempreenmedio.info Biografía elaborada por Laura González Ramos, Lucas Dorta López y Oriol Herrera Rodríguez, con la colaboración de su tutora.