Me he dado cuenta, creo que igual que todos, que las princesas tenían que esperar a que las salvara un príncipe, igual que antes también las mujeres siempre esperaban a que los hombres las sacaran a bailar, pero ahora nosotras se lo podemos pedir. Que en casi todos los cuentos tradicionales son la mujeres la que más trabajan. Que los derechos de la mujer también influyen en los cuentos. Que en casi todos los cuentos tradicionales las mujeres son las protagonistas y los hombres son los que las salvan. Que en casi todos los cuentos tradicionales al personaje femenino lo valoran como más débil e indefenso que el masculino. Que nadie es mejor que nadie, y que las mujeres no necesitan siempre la ayuda de un "príncipe azul". Que los chicos no son mejores que las chicas y que las chicas no son mejores que los chicos. Que todos tenemos los mismos derechos. Y que en los cuentos los que rescatan a las chicas son los chicos y las chicas podrían salvar a chicos también. Y creo que algunos chicos no deberían ser tan machistas.
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Que incluso las mujeres destacan más a los hombres que a ellas mismas. Que también los cuentos influyen en las mujeres. Aprendí la importancia de contar con personas que siempre están dispuestas a enseñar a otras, que dedican su tiempo a la lectura y que es bonito valorar la influencia de los cuentos en los niños que es para toda la vida. También hay Cenicientos, Bellos durmientes, Sirenitos, etc. Las Chicas también pueden ser Hulk si quieren. Todos somos iguales, según sean nuestras metas. Al analizar los cuentos tradicionales (Cenicienta, Blancanieves, La Bella y la Bestia, La Sirenita...) entendí que las protagonistas son siempre mujeres (en este caso, princesas) y tienen que esperar a que un hombre (príncipe) las rescate. Luego se aplica igual en la vida diaria y al hacer eso, las mujeres aparecen como personas que no pueden hacer nada solas, que tienen que esperar a que un hombre tome la iniciativa. Aprendí que todas y todos somos importantes en un grupo al hacer la red que hicimos, que si alguien la suelta, sea hombre o mujer, se desmorona todo el trabajo.
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Me encantó el taller, porque en vez de escoger un cuento podríamos hacer uno para contarlo. Me gustó mucho el taller porque analizamos cuentos tradicionales y algunos nuevos. Lo que más me gusto fue el ejercicio de relajación. También fue divertido hacer el cuento. Me gustó mucho el taller y creo que podríamos contarles esos cuentos a los niños pequeños añadiéndole siempre los dos géneros así podemos colaborar con la igualdad. Por ejemplo, en vez de La Cenicienta, el Príncipe Ceniciento. Lo que más me gustó fue el ejercicio de relajación. Me encantó porque los cuentos son como un sueño. Me encantó el taller porque nos explica la igualdad de género mientras hacemos cuentos. ¡¡Me encantó!! El taller me encantó, aprendimos mucho. Estuvo muy bien y fue muy divertido. Lo que más me gustó fue la red que hicimos y el ejercicio de relajación, en resumen, el taller me encantó. El taller me gustó mucho, sobre todo cuando inventamos nuestro propio cuento. Me gustó todo, lo más fue lo del hilo porque nos conocimos mejor con los de sexto y el ejercicio de relajación ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡meeeeeeeeeeeeeeeeeennnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn nnnnnnnnnnccccccccccccccccccccccccccccccccaaaaaaaaaaaaan nnnnnnnntttttttttó!!!!!!!!!!!!!!!!!! Para mí el taller fue muy chulo, me gustó mucho hacer el cuento, fue muy divertido.
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Me encantó el taller. Me gustó mucho hacer la red, el ejercicio de relajación y el inventarnos un cuento en el que la mujer no dependiera del hombre. Me gustó bastante. Me pareció muy buena idea cambiar el género en los cuentos, pues los hombres y las mujeres , tenemos los mismos derechos y deberes. Fue algo diferente y divertido. A mí me ha gustado mucho el taller. Lo más divertido fue hacer el cuento de la Bella durmiente en mi grupo. Lo que más me gustó fue el cuento de Ceniciento. Me alegró que Inés fuera la chica que más participó. Me gustó porque participamos todos y todas lo que más me gustó del taller fue la tela araña. El taller fue muy divertido, lo que más me gustó fue cuando tuvimos que inventar un cuento nosotros mismos, fue chulo.
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