Érase una vez ... una viejecita muy católica que, finalmente muere, y cuando llega al Cielo la estabá esperando nada menos que San Pedro, quien le dice que como había sido tan buena persona en vida, el Señor le concedía la gracia de elegir el lugar del Cielo donde pasar la eternidad. La señora se sorprende pero, prudente, le pide recorrer primero el Cielo antes de elegir su lugar. Un ángel la acompaña y le va explicando todo lo que ve. Van por muchos sitios donde, de una manera u otra, las almas se notan felices. La historia incluye los modos de ser felices según cada grupo cristiano, judío y musulmán, de manera que la historia es larga. Pero llegan a un lugar donde hay un grupito de almas llorando a lágrima viva... La mujer queda muy sorprendida y le pregunta al ángel, ¿cómo es posible que, estando en presencia de Dios, puedan estar tan acongojados? - ¡¡¡Ah...!!!, le responde el ángel, ésos son del Opus Dei. La señora sigue sin comprender y el ángel agrega... - ¡¡¡Es que creían que eran los únicos que podían llegar al Cielo...!!!