Masoneria y sociedad 17jul 15

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A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:. MASONERIA Y SOCIEDAD. V:.M:. RR:.Y QQ:.HH:. Permítanme iniciar la lectura trayendo a colación la frase de nuestro ilustre poeta y escritor peruano Cesar Vallejo, y dice: “¡Ah! Desgraciadamente, hombre humanos, hay, hermanos, muchísimo que hacer”. Empiezo mencionando a Vallejo, por la sencilla razón que venimos siendo testigos de la práctica habitual de antivalores éticos y morales entre los individuos y las estructuras organizacionales de nuestras sociedades, comprometiendo seriamente a sus autoridades, generadoras por su inacción o accionar errático de un espiral de violencia con la consiguiente inseguridad social y que es resaltado a diario por la prensa mundial. En muchos casos los hombres simulan ser lo que en realidad no son y las sociedades y sus organizaciones se sumergen en una decadente moral de la que se hace necesario rescatarlas. La práctica social nos demuestra, hoy más que nunca, que si la demanda de bienes y servicios es creciente en las sociedades de un mundo globalizado, también lo es, la efervescente demanda de seres humanos ética y moralmente superiores a los que estos duros tiempos de crisis de valores nos propone. Debo señalar, que para que una sociedad funcione como conglomerado armónico se requiere del establecimiento y respeto de un marco normativo, aceptado y acatado por todos sus miembros, de manera general, sin privilegios ni excepciones. Veremos de seguro que esto causará molestias individuales, debiendo entenderse como el costo de oportunidad personal, para lograr el bienestar social deseado colectivamente. Definitivamente Las leyes, normas y reglamentos, limitante de las acciones de quienes viven en sociedad y que al momento de irrespetar tales linderos se promueve el desorden y el caos. Si bien nadie puede asegurar con absoluta solvencia no haber roto una norma, aunque sea alguna vez en la vida, quebrantar el orden constantemente es el inicio


del desorden colectivo. Por eso, en sociedades avanzadas, por poner un ejemplo, los semáforos, los paraderos de buses, las vías de circulación, así como las leyes que regulan el tránsito, se respetan. Cualquier racional con matices de excusa, no tiene peso más allá de la ley. De igual manera, debemos tener presente que las necesidades humanas son iguales para todos los hombres, en mayor o menor grado, tanto en lo material como en lo espiritual y ello nos significa que la convivencia pacífica y eficaz entre los hombres, las naciones, las sociedades y sus instituciones, han de estar sustentadas en los universales e inmutables parámetros del deber y el derecho, como garantía absoluta de todas las libertades, justicia y equidad, en cualquier esfera de la vida y cualquiera sea la forma de organización en que se habite. Nuestro país no es ajeno a todo lo mencionado, hecho que se corrobora con los permanentes conflictos sociales que dejan en claro la poca aceptación que tienen por sus autoridades, quienes se debaten entre la corrupción y la inacción, desencadenando un clima social de confrontación, desconfianza y rebeldía, que, como es de prever, han desembocado en diversos pronunciamientos, acompañadas de multitudinarias formas de expresión, no siempre legales por decir lo menos. Pues bien, ante esta realidad, la Masonería no puede permanecer indiferente, indolente con este flagelo social que degrada al hombre y corrompe las sociedades, al margen de ser parte integrante e integrada donde justamente operan estas lacras. De otro lado, nuestra Augusta Orden, tiene en sí una robusta reserva social protegidos por su estructura donde se conservan estos valores éticos y morales que no pueden extinguirse y para ello, creo particularmente, deberá perfeccionar su sistema de Pedagogía Masónica Social para que mediante el ejemplo de todos y cada uno de sus miembros, poder actuar con eficacia y eficiencia en el seno familiar, laboral y social, contribuyendo a revertir este degradante comportamiento que se manifiesta de manera significativa en la sociedad; si esto es así, debo entender que “tenemos mucho por hacer” por lo tanto quedaran de lado todo aquello que nos signifique resentimientos, desinterés, desgano y que a la larga provoquen distanciamientos entre nuestros HH:.. Mayor brillo recobran nuestras respuestas cuando el V:.M:. nos


pregunta de donde venis? Y respondemos “De una Logia perfecta en la cual se levantan templos a la virtud, se ahonda pozos sin fondo a los vicios, y nos enseñan a vencer las pasiones y guardar silencio”. Gran responsabilidad la que se nos presenta en el aspecto social y podemos comprometernos al cambio, sin necesidad de inmiscuirse en forma alguna en la política profana, trabajando en sociedad mediante la conducta cotidiana ejemplarizante de todos y cada uno de sus miembros, en su seno familiar, laboral y social. HE CUMPLIDO V:.M:. BIBLIOGRAFIA:

 “Compendio de Instrucciones, para miembros de la Fraternidad”. P:.V:.M:. Eduardo Mendoza Silva. GLP. 2014.  “Simposio Internacional Masonería e Integración en la sociedad actual”. Supremo Consejo Grado – 33. República de Cuba. R∴ E∴ A∴ y∴ A Jovellar No. 164.  “El Orden Social tiende al caos”. Mundo y Motor. Prensa libre. www.mundoymotor.com TRAZADO LEIDO EL 17 de Julio del 2015, en la B:.R:.L:.S:.Integración N°152. POR EL Q:.H:.RAUL CUADROS SILVA. M:.M:.


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