¿Qué es el Masón? Cada masón lleva en su corazón un altar a la virtud, en su cerebro un ideal científico para predicar el bien y practicar el amor a sus semejantes, para lo cual aprobado firmemente en las dos columnas de la ciencia y la virtud, desenmascara al hipócrita, abate el ambicioso y enseña al ignorante. Se es masón cuando se admite en la Orden previa ceremonia de iniciación, prueba física e intelectual y juramentos de honor que señalan los rituales. Portando con mano segura y firme los estandartes de la libertad, la igualdad y la fraternidad y combatiendo con la espada desnuda, contra los enemigos tradicionales del progreso humano, representados por la cruz de la ignorancia, el altaje de la hipocresía y la suástica de la ambición. Del masón se requiere que practique la caridad y que limpio de atavismos, practique fraternidad universal, luche por la libertad social y combata por la libertad de conciencia, enseñando el camino de la verdad y logrando la redención social. Los masones se consideran como hermanos y se dan mutuamente ese tratamiento. Se ayudan los unos a los otros en el lugar donde se encuentren, cualquiera que sea la nacionalidad que posean y la clase social a que pertenezcan, iluminando con la antorcha de verdad la sinuosa senda obstruida por obstáculos difíciles que se presentan ante nosotros y que es la vida misma del individuo con respecto a la sociedad y de la sociedad con respecto a sus individuos. El masón lucha contra los que cierran las puertas al progreso, que han claudicado en sus ideales por convenirle a sus intereses y que han mentido con aplomo al ingresar a nuestra augusta institución. El masón regular es aquel que tiene derecho y obligaciones y que continúa en nuestra sociedad masónica, porque está convencido de la grandeza de la misma y que seguro de sí mismo y de los demás asociados, sostiene y proclama los ideales masónicos, con inalterable voluntad.