Revista el grial nº 00

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IN MEMORIAM DE JACQUES DE MOLAY Hace 700 Jacques de Molay fue asesinado, quemado, por decir la verdad y no porque fuera Templario o porque fuera Maestre de la Orden. El aceptó las acusaciones, una vez torturado, y en palabras jur ídicas confesó el pecado por el cual era acusado por sus torturadores. Finalizado el proceso de interrogatorio y confesi ón se desdijo, renunci ó y denuncio que era mentira, una farsa; las fuerzas oscuras, Monarqu ía y Papado, no le perdonaron que dijera la verdad y por ello se convert ía en relapso y por ello debía ser quemado. Si Jacques de Molay hubiese mantenido silencio, como otros tantos, habría fallecido en un monasterio y la Orden del Temple con él pero tuvo la valentía de decir la verdad y al denunciar la injusticia se convirti ó e profeta porque un profeta es el que anuncia y denuncia la realidad y por ello fue asesinado. Porque dijo la verdad, porque no se rindió ante el poder, ni se humill ó ante las fuerzas oscuras, fue quemado y por ello ha pasado a la Historia como lo fue en su tiempo Jesús, o Gandhi o Martín Luther King. Y al entrar en la Historia porque en la Historia solo entra los hechos del espíritu la Orden del Temple pervive. MANIFIESTO IN MEMORIAM DE JACQUES DE MOLAY ASAMBLEA INTERNACIONAL TEMPLARIA (A.I.T.) HERMANDAD DE DAMAS Y CABALLEROS DEL TEMPLE. Sobre un torreón del Castillo de Caravaca de la Cruz, con la entra ñable Caravaca y su bella comarca bajo nuestros pies nosotros Herederos Temple reunidos manifestamos: 1º.- Que las Organizaciones neo Templarias reunidas en este castillo rechazan el asesinato de estado cometido contra Jacques de Molay, último maestre de la Orden del Templo de Jerusalén. 2º.- Que los templarios reunidos y convocados en el castillo de Caravaca recha6an las imputaciones contra la Orden del Temple. 3º.- Nosotros reunidos en el Castillo de Caravaca defendemos un cristianismo ecuménico, laico y constructor de una camino espiritual templario que nos lleve a Dios. Damos fe los presentes del manifiesto en memoria de Jacques de Molay. Así es, así será y así debe ser. En Caravaca punto de unión entre el cielo y la tierra a 30 de marzo de

2014, año 875 del calendario templario. Juan Antonio Cabezos

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“Eneas ”, Prior.


↑ Lectura del manifiesto 7


“Templarismo en el siglo XXI ” por Juan Antonio Cabezos Martínez

Desde hace aproximadamente cuarenta años se está produciendo en la cultura occidental un nuevo fenómenos que lo conocemos con el nombre de Templarismo que es de carácter global porque no solo es un fenómeno europeo sino americano y asiático. El Templarismo lo podemos definir “como una reacción de la sociedad europea ante un fenómeno novedoso como es la globalización que consiste en la profusión de asociaciones neo templarias”. Este aumento de asociaciones neo templarias se explica por cuatro hechos:

1 º.- Globalizaci ón. Históricamente ha habido globalizaciones como el Imperio Romano o la unificación de Asia Central por Gengis Khan, dichas globalizaciones estimularon el comercio y la cultura, pero la globalización actual es diferente porque es planetaria a diferencia de las anteriores globalizaciones porque es corte puramente mercantilista. La globalización actual comenzó en la década de los años 50 del siglo pasado cuando las empresas americanas, ante el temor de ser nacionalizadas por el ascenso al poder de la socialdemocracia en Europa, deslocalizó parcialmente el proceso de producción para asegurarse la presencia y el control de los mercados. Tomando como ejemplo a la empresa Ford tenemos que un modelo el Mondeo es diseñado en Alemania donde se produce los motores, mientras que el chasis es fabricado en Inglaterra y es en España donde se monta. De modo que si el gobierno de la señora Merckel quisiera nacionalizar la Ford en Alemania tendría motores pero no chasis ni montaje; si fuera el gobierno ingles señor Cameron tendría el chasis pero ni motores ni montaje y si fuera el gobierno presidido por el señor Rajoy tendríamos instalaciones para montar pero sin motores ni 8


chasis. Este temor ante las nacionalizaciones hizo que las grandes empresas americanas se transformaran en empresas multinacionales y esto produjo un cambio en la concepción de la economía porque a partir de ese momento las empresas multinacionales conciben la economía a nivel planetario, ya no se planifica para un país sino para un planeta, por lo tanto cuanto más empresas multinacionales haya hay más globalización. Tenemos el caso español cuando a fines de los años 50 pervivía la doctrina y el dogma económica de la autarquía que definían las bases ideológicas del modelo económico de entonces, pero a partir de la liberación económica de los años sesenta y transcurridos cincuenta años desde el cambio ideológico económica en España existen actualmente 8 multinacionales.

2.- El segundo hecho para explicar el Templarismo es el hundimiento de las religiones tradicionales. Todas las religiones tienen problemas con la globalización, el avance de la ciencia (cada cinco años se duplican los conocimientos, esto significa que un alumno que empieza a estudiar la carrera de veterinaria al finalizar la misma tendría que volver a estudiarla de nuevo porque estarían anticuados los conocimientos adquiridos) y el desarrollo tecnológico. Todas las religiones tiene su particular reacción ante la post modernidad y es el fundamentalismo por ello la crisis y hundimiento del catolicismo, del budismo, de judaísmo, hinduismo e islam por citar las más conocidas. El fundamentalismo o interpretación literal de los textos sagrados es la reacción ante la globalización. Pero ¿por que hay fundamentalismo? Porque en la practica, el contenido, y el lenguaje empleado por las religiones no dan respuesta a las necesidades de la sociedad actual. Si tomamos como ejemplo el catolicismo y lo hacemos porque podemos 9


contrastar lo que decimos con la realidad tenemos lo sucedido cuando por parte del Papado se intenta una adecuación de las doctrinas acorde con los tiempos. Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II cuyo objetivo de adaptar la institución eclesiástica al mundo moderno dando protagonismo a la comunidad eclesial frente al sacerdocio, el eje es la comunidad y no el sacerdote. La reacción ante este intento renovador fue, que en los cónclaves cardenalicios siguientes se eligieran como papa a cardenales intelectuales, filósofos y sobre todo teólogos. los Papas fundamentalistas que no han logrado que las iglesias se vacíen sino que , sin quererlo, lo han estimulado, y que la trasmisión religiosa se pierda ya que hasta este momento era realizado por las mujeres, en el entorno familiar. El resultado es un clero envejecido y unas Iglesias vacías. Y este mismo fenómeno sucede con el cristianismo protestante. La respuesta de los creyentes ante la quiebra de la religiones tradicionales es la nueva espiritualidad, y en este marco hay que insertar el neotemplarismo porque propone una nueva espiritualidad a los creyentes pero poco practicantes de las religiones tradicionales.

3.- El tercer fen ómeno viene del siglo XVIII y se llama secularizaci ón. Es el siglo intelectuales. creyentes no activos y por

en que las religiones tradicionales perdieron a los La secularización en el plano religioso significa que los son sujetos pasivos y por tanto obedientes sino sujetos tanto plantean problemas de la vida a las religiones.

Y este hecho es fundamental porque si nos consideramos sujetos pasivos entonces somos súbditos y en la actualidad estamos rodeados de muchos que tienen un alma de súbditos, pero si decimos que nos consideramos sujetos activos entonces somos ciudadanos y este hecho ha modificado nuestra manera de concebir el mundo y nuestra realidad porque ¿es viable una democracia cuyo componentes se consideren súbditos?. ¿sería posible los casos de corrupción si en la actual modelo democrático español sus componentes se considerasen ciudadanos y no súbditos? En el ámbito templario tendríamos que la secularización es el abandono en las tareas directivas de la nobleza por la plebe o gente pertenecientes a las clases medias, trabajadoras que viven de su trabajo pero sin titulo de nobleza.

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Es decir utilizando la terminología medieval

“ el tercer estado”.

4.-El cuarto y último fen ómeno tiene que ver con la p sicolog ía de masas y es el Mito Templario. Hay un hecho evidente y es que el Temple forma parte de la memoria colectiva y si el Temple ha alcanzado dicha categoría es, en parte, por su final trágico. La tragedia o el final no feliz de la historia es consustancial al mito. Pondremos dos ejemplos: En nuestra civilización grecolatina tenemos el mito de Cesar. De general victorioso en las Galias, de general victorioso frente a Pompeyo, a dictador de Roma. Y Cesar alcanzó la categoría de mito cuando fue asesinado por un grupo de senador es en el que participaba su hijo Brutus y con una frase casi lapidaria

Y tu Brutus, hijo mio, ¿También me has traicionado?. El segundo ejemplo son los amores trágicos y aquí pondremos tres ejemplos uno histórico y dos literarios. En el histórico tenemos al lugarteniente de Cesar, Marco Antonio,y a la que fue mujer y madre de un hijo de Cesar, Cleopatra. Cleopatra que entra en la historia envuelta en una alfombra, con un vestido transparente y con 16 años sedujo a Cesar y gracias al apoyo de su marido fue convertida en faraona de Egipto. Asesinado Cesar Marco Antonio fue seducido y tanto Marco Antonio como Cleopatra entra en el mito cuando el lugarteniente de Cesar fue asesinado y la última faraona se suicidó después de la derrota en Actium ante las naves de Octavio, hijo adoptivo de Cesar que asesinó al hijo genético de Cesar y Cleopatra, Cesarión. Sin ese fin trágico los amores entre Marco Antonio y Cleopatra habrían sido uno más de los que han habido y habrá en la Historia como los amores Carlos III, rey de España, y Amalia de Sajonia, o como los amores Fernando VI, también rey de España y Dolores de Braganza. En el mundo literario tenemos la Celestina donde el matrimonio por 11


conveniencia es sustituido por el matrimonio por amor. Y el amor más famoso el de Romeo y Julieta, producto de una imaginación y creación fecunda como fue la Shakespeare que junto a Cervantes son los dos grandes genios de la literatura europeo y universal. En todos ambos casos, tanto Calixto como Melibea como Romeo y Julieta su amor puro, por amar puramente, sufren la muerte. Pues algo parecido sucedió con el temple por ser honesto sufrieron la muerte y es el final trágico lo que elevó a categoría de leyenda y mito lo que era una orden militar, religiosa y económica, es decir que elevo a categoría de mito a la única multinacional de la Edad Media.

De no haber existido un Felipe el Hermoso, un Clemente V que obtuvo el papado con tácticas de dudosa honestidad, un Nogaret con ganas de adquirir más poder, el destino de los templarios habría sido como el resto de las órdenes militares: morir lánguidamente a través de la Historia. Es posible, como apuntan algunos, que se habrían reconvertidos en la guardia personal del Papa, con las funciones que realizan la guardia suiza, pero no lo sabemos porque la historia no fue por este camino. El final trágico, la maldición de Molay que en la hoguera invitó al Rey de Francia, al Papa y al jefe de policía, destructores del Temple a comparecer antes de un año ante el tribunal de Dios ( y dicha maldición se cumplió bien por obra divina o por obra de algún templario), hizo que Molay y el Temple entrasen en el mito, en la memoria colectiva y por tanto en la historia viva de los ciudadanos y con ello en la inmortalidad. 12


Entramos en la segunda parte de la conferencia y es estudiar el Templarismo, las asociaciones y órdenes templarias en la actualidad. Observando a través de las páginas web que disponen la mayor parte de ellas, concluimos en que casi todas coinciden en rememorar el recuerdo histórico de la original Orden del Temple, aportar un nuevo modelo caballeresco y el estudio de la Edad Media. Quitando los extremos en las que algunas se declaran herederos y continuadores de la Orden del Temple o continuadores del auténtico esoterismo templario, también se concluyen en que se casi todas son un movimiento cristiano, no precisamente católico, que tratan de mantener y ejercitar valores tradicionales fundamentados en la solidaridad y ayuda al necesitado. Algunos autores han puesto de manifiesto que el Vaticano hizo un estudio de las órdenes templarios y el resultado fue un censo de cuatrocientas en la actualidad. Esta cifra está desfasada, hace un año la Hermandad Sobe-rana de Damas y Caballeros del Temple llevó a cabo una campaña en defensa por la libertad religiosa, campaña que fue apoyada por la A.I.T a la cual en este acto público le expreso el agradecimiento de toda la Hermandad : gracias por vuestra ayuda y colaboración desinteresada. El comunicado y la documentación de la campaña que distribuimos a las organizaciones templarias fue superior a las 1.200. Es decir entre el comienzo de estas jornadas y el final en alguna parte del mundo se habrá constituido una orden templaria. Procede a que hagamos una clasificación de las mismas, la que yo propongo tres categorías. a.- Organizaciones transformadas. Pertenecen a esta categoría aquellas Ordenes que fueron constituidas a nivel nacional una vez que fue destruido Temple, tendríamos en Portugal la Orden de Cristo, en la corona de Aragón la orden de Montesa entre otros ejemplos. Estas Órdenes fueron creadas para acoger a los caballeros templarios y que, con el tiempo, fueron perdiendo del espíritu y sentimiento templario hasta desaparecer .

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b.- La orden mayor u órdenes mayores . Entramos en el tema del Ius Honorum. Es un concepto romano porque el Ius Honorum es el derecho del romano a optar a cargo público. En la ciudad de Roma los ciudadanos tenían los derechos de la ciudad ( que eran derechos civiles como poder casarse, hacer testamento, etc.) y los derechos políticos que eran Ius sufragii, es decir el derecho a votar, y el Ius Honorum , que era el derecho a optar a cargo publico. Entramos en otro ámbito ¿Cuando una organización en Orden?.

se convierte

Aplicamos los criterios tradiciones así una organización se convierte en orden de caballería cuando es reconocida por el Rey o por el Papa. Se trata, pues, de ver que tipo de organización es reconocida bien por el Rey bien por el Papa y de nuevo entramos en la leyenda. En 1705 Felipe de Orlean presentó los nuevos Estatutos de la Orden del Temple ante la nobleza francesa. Es la primera constitución de una asociación templaria ya que la auténtica no existía pues fue suspendida por un Papa; sin embargo para convertirse en Orden le faltaba el reconocimiento por el rey o por el papa; la vía papal hay que desecharla puesto que la época de las órdenes caballería había finalizado pero no así Napoleón que vio en la caballería la posibilidad de atraerse a su

causa a los nobles de los países conquistados, por lo tanto Napoleón Bonaparte los reconoció como Orden de Caballería, 14


siendo el Maestre Fabre Palaprat. Aquí aparece otro elemento que todavía no es histórico pero que viene de la leyenda y es la carta de Larmenius. Según esta carta hubo un temple secreto y dicha carta ha sido firmada por todos los grandes maestres que vivían en la clandestinidad. Fabre Palaprat firmó dicho carta por lo tanto se convirtió en el primer Maestre que es heredero del Temple, por la carta de transmisión Larmenius, y por otro en el primer Maestre cuya orden es reconocida por un emperador, como fue el caso de Napoleón. Posteriormente otro Napoleón confirmó dicho reconocimiento. ¿Que ha sido y que es la actualidad la OSMTH? Pues es una orden dividida en tres grandes ramas así tenemos la smtho, somth y la osmtj. La pregunta es aplicando los criterios tradicionales a las tres ramas , es decir reconocimiento por un rey o papa ¿son órdenes ? Entramos en otro campo y es la quiebra de los criterios tradicionales. Los criterios tradicionales fueron validos en el pasado cuando los reyes y papa necesitaban órdenes de caballería para defender las fronteras y por ello era relativamente sencillo obtener bien la autorización real bien la aprobación papal. Pero la sociedad ha cambiado bien por la modernidad producto de la Ilustración bien por la Revolución Industrial transformando la fuente de ingresos de la agricultura a la industria y los servicios. Por ello nuestra realidad es bien distinta porque las fronteras no se la confiamos a las órdenes militares sino a la policía o la guardia civil, por ello es necesario plantear criterios alternativos para que una organización pueda ser considerada orden y esto nos lleva a las asociaciones con vocación de orden u órdenes menores. c.- asociaciones con vocaci ón de orden u orden menor. Estas asociaciones son aquellas que no han sido reconocidas ni por Rey ni por el Papa pero se convierten en ordenes y por tanto con capacidad para investir, cuando cumplen al menos uno de los dos requisitos modernos:

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1.- La continuidad histórica de al menos 20 años y tres priores. 2.- El reconocimiento por nueve órdenes. El requisito de continuidad histórica requiere un duración activa de 20 años, tiempo suficiente para saber si una asociación es operativa. Los 20 años hay que entenderlos como operativos median-te la realización de actos de carácter publico; por otro lado la existencia de tres priores indica un relevo en la dirección de la asociación. Indica que hay vida interna y que dicha asociación pertenece al pueblo templario y no a un señor particular. Por el criterio de reconocimiento formal de nueve órdenes significa que hay un reconocimiento del sentido templario y por ello legitimidad o Ius Honorum. Y aquí el papel de la A.I.T que organizando congresos, creando armoniosamente espacios de encuentro entre organizaciones templarias es fundamental para la aplicación de este criterio. Lógicamente nueve organizaciones se reconocerán entre si como órdenes, constituirán el grupo de los nueve que a su vez, mediante un protocolo, reconocerán a otras la categoría de orden mayor y transmitirán la legitimidad o Ius Honorum.

4. Tendencias. En la actualidad tendencias:

podemos

agrupar

al

Templarismo

en

cuatro

a.- Organizaciones filo católicas: Son organizaciones de defensa del catolicismo desde el Temple pretenden en convertirse en laicos templarios que participan en la vida de la Iglesia como cualquier otra orden ejemplo los franciscanos. b.- Organizaciones filo cristianas: son organizaciones ecuménicas bajo el principio que el Temple no hace distinción entre católicos, protestantes u ortodoxos. En este sentido estas organizaciones defiende el cristianismo pero sin adscripción a ninguna forma organizada de cristianismo como el catolicismo.

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c.Organizaciones filo esotéricas cuyo objetivo es la transformación espiritual de sus miembros y que responden a la nueva realidad espiritual. d.- Por último resaltar la existencia de una Iglesia Templaria. Y un texto base como es el levitikon.

5. Hermandad Soberana de Damas y Caballeros del Temple Ante esta situación la estructura de la Hermandad es doble por un lado tenemos la organización de caballerías cuyo objetivo es la formación del caballeros, la vela de armas e investidura. Por otro lado el camino esotérico, por medio de los círculos internos que entraran en funcionamiento en 2014 cuyo objetivos son la formación espiritual, la transformación interna y la iniciación. Y llegamos al final de esta conferencia con las siguientes conclusiones: 1 º.- Que el Templarismo es un fenómeno si no global del todo casi del todo. 2 º.- Que responde a las nuevas necesidades espirituales producto de la globalización, la secularización y la quiebra de las religiones tradicionales. 3 º.- Que existen cientos de asociaciones templarias con vocación bien de orden de caballería, bien de ong, bien de conocimientos esotérico. Y por último ¿a donde camino el movimiento templario? No lo se porque si lo único que sabemos es que la historia parece que se repite pero al final la solución histórica es diferente a las anteriores soluciones históricas pero si me gustaría que en el coraz ón de los actuales y futuros caballeros templarios hubiese deseo de cambio de esta sociedad hacia una sociedad solidaria, sin hambre ni justicias, que en el corazón de los caballeros templarios hubiese un deseo sincero de búsqueda de conocimientos y que estuviesen al lado de los bienaventurados de que son bienaventurados porque padecen hambre y sed de justicia.

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6 º.- Bibliograf ía Weatherford, Jack (2006) [2004]. Genghis Khan y el nacimiento del mundo moderno. Barcelona: Crítica S.L./Círculo de Lectores S.A. pag. 56 http://es.wikipedia.org/wiki/Marco_Junio_Bruto Disertaciones históricas de orden y caballería de los Templarios . Pedro Rodríguez Campomanes. Disertación VIII. pag. 209 Manual de derecho Romano. Alfredo Di Pietro y Angel Enrique Lapieza Elli. pag. 44-46

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“Aproximaci ón al origen del templo. El primer templario ” por José Mª Fernández Nuñez

1 º Causas Tras la conquista de Jerusalén, el descontento está muy generalizado, muchos de los combatientes vieron desesperados como sus sueños se esfumaban, como se convertían en polvo del camino que con una suave brisa desparecía del lugar. Se hallaban por las calles de Jerusal én carecían de todo, absolutamente de todo, algunos habían perdido el patronazgo, se percataron de que su necesidad siempre iba ligada a la contribución de la preeminencia personal de un determinado caudillo… luego volvían a ser olvidados, eran instrumentos necesarios para momentos críticos, pasando luego al olvido. Allá donde les prometieron quizás un cambio social dentro de la nueva colectividad, solo vieron una continuación del lugar de procedencia. Otros señores distintos, segundones allí y titulares aquí, ejercen algunos, una tiranía sin precedentes, sin que nadie vele por ellos, recreándose la misma situación social de procedencia, sus sueños se esfumaron. Se repite el caso de los turcomanos que llevó a la inestabilidad de la zona. Observan como la cruz del pecho que los hermanaba a todos en tiempos no tan lejanos, en muchas ocasiones no se tenía en cuenta. Veían como los familiares y los amigos de los amigos iban ocupando puestos de relevancia en el naciente estado. Eran decenas los caballeros que deambulaban por doquier por las estrechas y sinuosas calles de la ciudad, presa fácil para formar grupos de bagaudas[1] que, aunque no fuera este su origen, sí fue en muchos casos su destino. Al principio enemigos de sus rivales, luego se coaligan para obtener mayor capacidad combativa hasta lograr la amalgama que unía a estas gentes de distinto credo, raza, naturaleza y posición. La desprotección en los descampados, les hizo ser m ás audaces y agre-sivos llegando a atacar hasta caravanas reales de uno y otro bando. Estos, los descolgados de cualquier lugar, avezados en la lucha, no tenían donde regresar, así qué era allí donde debían obtener su fortuna, y el paradigma les ofrecía: coge lo que puedas, cuando tengas ocasión 19


y defiéndelo como sepas. Cuando no quedaba nada de que apropiarse vuelven la cara hacia las caravanas y después hacia aquello que vinieron a defender y proteger... los peregrinos. Uno de los motivos de las Cruzadas fue precisamente la protecci ón de los peregrinos que iban a Tierra Santa, donde desde su desembarco en Jaffa, hasta la ciudad de Jerusalén, eran objetos de todo tipo de atropellos, que iban desde el simple robo a la muerte, pasando por la violación o el secuestro, en el más estricto sentido de la palabra, lo que les obligó a incorporarse a las caravanas que les ofrec ían una mayor protección no exponiéndose al viaje y sus reales peligros ellos solos. Estas noticias que no paraban de llegar a tierras cristianas originarias de los cruzados liberadores de la santa ciudad, no acababan de agradar a los que habían predicado la Cruzada, y as í debieron hacérselo saber a Balduino y su corte, que no cesaban desde los tiempos del Advocatus de solicitar a Occidente más soldados para sostener el incipiente reino, y la protección a los Santos Lugares. De todos es sabido que las caravanas la constituían preferente-mente mercaderes, que transportaban sus mercaderías de un punto a otro de las regiones de Oriente Medio. Algunas procedentes de lejanas tierras, como las de la seda o las especias, tan importantes para el con-sumo y el comercio de esa geografía. En estas caravanas también se agolpaban los viajeros que debían cruzar determinados territorios, unos más y otros menos, pero siempre con el fantasma del asalto, en ocasiones con ellos viajaban sus familias y toda su riqueza. Habían vendido sus pertenencias en el lugar de origen y se trasladaban a otro con esperanzas de mejorar, estos, eran bocados muy apetitosos para los asaltantes que disponían de informadores en los lugares estratégicos del paso del convoy. La caravana en sí era un conjunto variopinto de gentes sin coherencia social o hacendística que ante el peligro constante de estos grupos de bagaudas donde tan pronto encontraban nativos, como cristianos, griegos, armenios, etc., formaban verdaderos pequeños ejércitos tan jerarquizados en su estructura, como 20


anárquicos en el combate, incapaces de resistir el empuje de una fuerza organizada, se veían fuertes para enfrentarse a la guardia o escolta, que en principio no eran más que gentes de la soldadesca que por los periodos de paz se habían quedado sin oficio, gentes que previamente era contratadas por los responsables de la caravana. Generalmente su número iba, en función a la importancia de la misma. Se defend ían al igual que los agresores atacaban, sin orden ni concierto, de ah í que la importancia del número sucumbiera ante la calidad de los encuadrados en unidades militares. Es aquí donde nuestros caballeros prestarían apoyo y protección en caso de ataque, esto no significa que fueran ellos solos los que arremetieran contra un número imposible de vencer, hubiera sido un suicido sin rentabilidad para nadie, hubieran sucumbido en el primer intento. No se trataba solo de enfrentarse a los asaltantes y vencerlos, sino de dar protección a la caravana o peregrinos (generalmente sumados a ella) en evitación de otro ataque que por estrategia hubiera podido producirse, además, debían reagruparla y conducirla a lugar seguro, en tanto que el resto de caballeros sostenía con las armas el empuje de los facinerosos, eso era un trabajo de titanes, imposible de ejecutar si no se cuenta con los medios y efectivos apropiados.

2 º.- Cu ándo puntos.

se

cre ó,

aspecto

causal,

primeros

contra-

Una vez conquistada Jerusalén, lo más urgente fue dotar a los nuevos territorios de una estructura similar a la de su procedencia, con instituciones que canalizasen las necesidades de la nueva sociedad, en definitiva crear el reino, pero el síndrome de la desavenencia y la falsa protección a sus nuevas propiedades, les llevaría a ser más débiles, característica endémica que les acompañaría siempre. El detonante de acabar con esta situación que les conducía a una debacle total, surgió en uno de esos ata-ques que por su crudeza tuvo gran trascendencia. El ataque y aprisionamiento de un grupo de setecientos peregrinos desarmados, que viajaban de Jerusalén al río Jordán, durante la Semana Santa de 1119 [2]. Fueron hechos prisioneros por los sarracenos,[3] muchos asesinados y los más vendidos como esclavos. Al mismo tiempo que se conjugaba otro no 21


menos importante y más impactante en la vieja Europa el caos por la ingobernabilidad del territorio protagonizado por los príncipes cristianos, lo que facilitó la victoria a los turcos ortóquidas [4] en la batalla de Sarmeda o Ager Sanguinis, el 28 de junio de 1119. Es entonces cuando el rey Balduino II[5] y el Patriarca de Jerusalén Garmond de Picquigny[6] promueven la necesaria y urgentísima convocatoria de un Sínodo Áulico en la ciudad de Nablus, en Samaria[7]. Fue una asamblea de prelados y nobles del reino de Jerusalén que se llevó a cabo el 16 de enero de 1120, en él se establecieron las primeras leyes escritas del reino. En este Sínodo se puso de manifiesto el peligro de la desmembración en pequeños estados de la tierra conquistada. Las rivalidades afloraron en fechas muy tempranas, casos de Edesa y Antioquia, de continuar así todo podría irse al traste. Ven la necesidad de crear oficialmente una policía de caminos, que diese protección a los peregrinos y al mismo tiempo a las caravanas, tan necesarias para la subsistencia de los territorios conquistados, acallando al mismo tiempo las críticas voces que se levantaban en sus lugares de origen de donde todavía dependían y que no aceptaban no se hubiera solucionado ya, uno de los motivos de la Cruzada, lo que provocaba recelo a la hora de enviar huestes en su apoyo. En la Edad Media, la noción de polic ía fue definida como " el buen orden de la sociedad civil presidida por la autoridad estatal, quedando el buen orden moral y religioso a cargo de la autoridad eclesiástica"[8] Nablus fue especialmente importante tanto para la recuperación y asentamiento definitivo del prestigio y autoridad eclesiástica, como el enraizamiento de sus súbditos e instituciones, evitando verse afectados moral o sentimentalmente por los nativos. En definitiva trataba de evitar que se produjera una orientalización de los cruzados que podr ía conducir a la desaparición del nuevo reino. En este sínodo se debatió viva No buscandmente, la militarizaci ón de todos los cristianos incluidos los clérigos, la carencia de efectivos se hizo patente, las pérdidas de recursos humanos eran numerosas y no había donde reponerlas, así que las normas eclesiásticas tendr ían que aceptar la movilización impuesta a los religiosos para la propia supervivencia de los estados latinos. Esto fue una gran preocupación para los Estados cruzados. En la legislación eclesiástica, a los religiosos por lo general se les prohibía participar en las guerras, pero para los cruzados fueron necesarios todos los recursos huma-nos disponibles. S ólo un año antes, Antioquia había sido defendida por el patriarca Arnulfo Malecorne de Chocques, después de la batalla Ager Sanguinis (Campo de Sangre), un desastre que pone en entre-dicho la eficacia y la solidaridad de los recién llegados. 22


Se aprobó el canon 20 sentenciando que, un miembro del clero no debe ser declarado culpable si toma las armas en defensa propia, pero no puede tomar las armas por cualquier otra razón, ni puede actuar como un caballero. Aunque fuera justa y lícita la guerra contra los infieles que había ocupado Tierra Santa, el derecho canónico prohibía absolutamente a los religiosos, bajo pena de excomunión, matar a otro hombre con las armas, siquiera fuera un musulmán y en legítima defensa. No obstante, la decisión ya estaba tomada, a partir de ahora participarían en la defensa de las plazas como unos milites más. Entre otros temas se aprobó la creación de la congregaci ón can óniga, Militia Christi Hierosolimitana, que tenían por objeto garantizar el viaje de los peregrinos que acudían desde Occidente, después de la conquista de Jerusalén. Ya llevaban probablemente algunos a ños “ejerciendo” cuando ocurrió el desastre de Pascua de 1119. Tras la aprobación y ante la falta de una infraestructura sólida, permanente y particular que diera soporte a la nueva Hermandad, las autoridades del reino dispusieron lo necesario para paliar el defecto. Tanto por los antecedentes familiares de sus componentes y su estrecha relación con la élite conquistadora, dueña de cargos, títulos y tierras como veremos más adelante, como el hecho de que Hugo de Payens fuese pariente del Conde de Champaña y probablemente pariente lejano del mismo Balduino, hizo que el rey les concediera un lugar donde reposar sus huesos tras una intensa jornada, reconociéndoles unos derechos y privilegios. Entre esos derechos figuraba el alojamiento en el mism ísimo palacio del rey, hecho este además de inusual fue definitorio de la posición social de la nueva Militia. Lo que hoy se conoce como la mezquita de Al-Aqsa (la lejana) que los cruzados llamaban el Templo del Señor, construida dentro de los muros del Templo de Salom ón, concretamente en su ala sur. Esta donación se completaba con otra cedida por los canónigos (no la Orden ecuestre) del santo Sepulcro, exenta a modo de patio de unas 15 Ha., aproximadamente de superficie que rodeaba el palacio, donde podían entrenar sus armas y estar prestos al combate. Los caballeros, les cederían las caballerizas y las zonas anejas como cuartel militar. Esta donación se completaba con una zona cedida por los can ónigos (no la Orden Ecuestre) del Santo Sepulcro, exenta, a modo de patio de unas 15 Ha., aproximadamente de superficie que rodeaba el palacio, donde podían entrenar sus armas y estar prestos para el combate. Los caballeros le cedieron las caballerizas y las zonas anejas a las mismas como cuartel militar. Todo esto iba encaminado a ceder a posteriori todo el conjunto a la nueva Hermandad, pues el rey no tardó en trasladar su sede a la Torre de David, levantada junto a la puerta de Jaffa que ten ía en su poder 23


por conquista Raimundo de Saint-Gilles, IV Conde de Tolosa, el cual le había solicitado la entrega para sede del reino y del rey. Todas las instalaciones pasaron, a manos de la nueva Milicia, que de esta manera adquirieron no sólo su cuartel general, sino su nombre. Se les otorgó la primera regla de san Agustín (conocida como la latina al proceder del reino latino de Palestina) por su íntima relación con los canónigos del Santo Sepulcro y por ser la única que contemplaba la beligerancia como defensa propia de la fe. No hab ía otras en el reino, además, en las otras no se acababa de aceptar aquella nueva situación de frailes guerreros. De hecho los templarios como ya se empezaban a conocer tras su reconocimiento y juramento de los votos temporales, aun no eran frailes, más tarde en el concilio de Troyes y de mano del papa, se confirmaría su estado. Su comportamiento en esos nueve años y los apoyos del patriarca y el rey Balduino, ser ían determinantes para ser aceptados por la Curia Romana. Las diferencias entre las dos formaciones son varias, no solo en su carisma, sino también en su vestimenta. Estos (los recién creados) usaban un manto pardo en señal de humildad, con la cruz escarlata de doble palo, indicando con ello una pretendida dependencia de la iglesia de Jerusalén. Mientras que los miembros del santo Sepulcro usaban manto para unos blanco, para otros azul, en tanto que yo creo que fue secular y la cruz de Jerusalén o de Sta. Elena, potenzada acostada de cuatro crucetas de planta griega, delimitadas por los brazos de la potenzada, que simbolizaban las cinco llagas de Cristo que les fue concedida por Urbano II a los cruzados. Esta tiene sus antecedentes en la que la madre de Constantino el Magno, les había concedido a los seglares del Sto. Sepulcro en el año 313. Paul Piers nos dice “La creación de la milicia templaria ten ía como uno de sus objetivos además de la entrega de sus vidas a Dios (viviendo perpetuamente como canónigos regulares, sin posesiones bajo los votos de castidad y obediencia) proteger los caminos y las rutas hacia Jerusalén contra los ataques de ladrones y de brigadas para salvaguardar especial-mente a los peregrinos”[9]. Bajo las tendencias reformadoras del Pontificado de Nicolás II, muchos sacerdotes buscaron en la ascesis[10] una mayor perfección realizándose fundaciones de canónigos regulares, de conformidad con el decreto del Sínodo de Letrán, en 1059, fue aprobado por los canónigos que deseen practicar una vida apostólica. De ahí el título de "Can ónigos Regulares de San Agustín". Los templarios son los primeros que aúnan las figuras del fraile y el guerrero. Para algunos autores, es en esta fecha cuando se funda la Orden de los Pauperes Solomonia Commilitones Christi Templique [11]. El concepto 24


pauperes, por un lado está relacionado con lo expuesto en la cr ónica de Ernoul, donde dice que estos caballeros se auto-inculpaban por llevar una vida cómoda y licenciosa, en lugar de estar defendiendo la fe y a los peregrinos en aquellas, todavía tierras inseguras, haciendo relaci ón a la pobreza del espíritu que no evita esa situación. Se trata m ás de una autocrítica que de una carencia de capitales propiamente dicha. Otro concepto estaría más justificado con la pobreza y miseria que provoca el pecado que con la realidad financiera misma. ¿Que recibieron limosnas? tal vez sí, pero su condición y posición dice que no las necesitaban como se verá más adelante. Para otros autores la creación parte desde el 1118, los más la llevan al concilio de Troyes, pero no será hasta el 1139 en la bula Omne Datum Optimum cuando se oficialice definitivamente la Orden, en tiempos del Papa Inocencio II. Para Guillermo de Tiro la ubica también erróneamente en esta fecha (1129) cuando habla del motivo de su caída nos dice “...desdeñaron al Patriarca de Jerusalem por quien su Orden fue fundada y de quien recibieron sus primeros beneficios y a quien se le negó la obediencia que sus precursores rindieron...” habla de Troyes en lugar de Roma, porque fue en Roma donde se promulgó la bula de 1139, Omne Datum Optimum donde fueron sustraídos de la obediencia al patriarca por voluntad el Papa, no de los templarios. No fue el patriarca quien los creó. Su nacimiento es laico y no qui intra Ecclesiam. Los errores de Guillermo son continuos, de ahí que sea una fuente de escasa fiabilidad. Ralph de Caen cronista principal de la Primera Cruzada, no nombra a las milicias cristianas de Jerusalén, en su obra sobre las campa ñas normandas de Cilicia que transcurre entre los años 1096 y 1105 ni sobre las Hazañas de Tancredo, entre 1097 y 1108, lo que nos puede marcar un punto de partida. Simón monje de Saint-Bertín de Artois muy cercano a la localidad de Saint-Omer, contradice con sus escritos a Guillermo de Tiro (no es el único) en relación al modo y fecha de fundación. Este más pr óximo en el tiempo (1135/37) y más acertado en sus exposiciones que Guillermo, dice que los primeros templarios fueron cruzados que hab ían decidido permanecer en Tierra Santa en lugar de retornar a sus hogares. “Por consejo de los Príncipes del ejército de Dios tomaron los votos del Templo del Señor acatando siempre la siguiente regla: renunciar ían al mundo, 25


abandonarían todos los bienes personales, se entregar ían a una vida de castidad y llevarían una vida en comunidad, vistiendo un sencillo hábito y utilizando las armas solamente en defensa de los ataques de los paganos (cuarto voto)” [12]. Simón lo escribe a los 15 años después de Nablus, alejando la influencia del patriarcado sobre su fundación y posterior dependencia, como sostiene el de Tiro. El monje anglonormando Orderico Vitalis sobre el 1125 escrib ía que Fulco V de Anjou milites ad terminum del templo, los consideraba más unos caballeros piadosos que unos frailes, no habla de la fecha de creaci ón pero sí asegura que en 1120 ya estaba activada. Para Ricardo de Poitou monje de la Gran abadía de Cluny, escribe sobre el 1153 a la muerte de Bernardo, haciéndolo coincidir con la muerte del abad Hugo de Cluny, y en el año en que Luis VI sube al trono de Francia. Éste data la creación de la Orden, (aun en su fase de Hermandad) en el 1099. Para Walter Map, clérigo secular, usaban una vestimenta austera desde sus propios inicios, antes incluso de su reconocimiento en Nablus. Habla de caballeros peregrinos que invirtieron todo lo que tenían para la adquisición del equipo de guerra para la defensa de la fe (otra vez el cuarto voto) ofrece datos muy relevantes puestos en boca de Ernoul y Bernado tesoreros de la abadía de Corbie en Francia, dice que los hermanos llevaban todavía (antes de 1139) el distintivo de su origen, sobre sus ropajes una cruz con dos brazos de color escarlata y el signo del Santo Sepulcro. El cronista abunda aún más, dice que el Hospital le concedió un patrón llamado Bauçant (pío)[13]. Como dice Helen Nicholson, aunque es una crónica tardía (1187) y en eso estamos de acuerdo, esta goza de cierta credibilidad, puesto que fueron peregrinos sus fundadores. Que se creó por la propia iniciativa de los caballeros. Que se percibieron de la necesidad de esa fuerza policial en defensa de los peregrinos. Que les fue cedido el palacio en el templo de Salomón, y que obtuvo el reconocimiento del rey y la iglesia en Nablus. Además, ahonda en la estrecha relación que al principio existió entre el temple y los hospitalarios como adelantó Mexias, de los cuales recibieron el estandarte que les acompañaría en todas sus batallas.

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Para Francisco P. Mellado cuando habla de la Orden de San Juan del Hospital a la que califica de gloriosa, dice que “en tiempos de Raimundo Dupuy, la Orden (del Hospital) alcanz ó gran gloria. Esta gloria recibió un nuevo esplendor con la fundación de una nueva Orden Militar; la de los Templarios, que acababa de elevarse al lado de la Orden de los Hospitalarios, y que amenazando en un principio eclipsarla por su valor y poderío, la realzó por el contrario, gracias a la ambición y avaricia que desde el principio dio pruebas ”[14]. Raimundo Dupuy, segundo Maestre del Hospital, ejerce desde 1120 al 1160. Al fallecimiento de Gerardo de Tom, se hace cargo de la Orden de San Juan de Jerusalén proponiendo que la Orden debía desempeñar acciones bélicas en defensa de la cristiandad[15]. Estableció las reglas por las que sin abandonar el primitivo papel de guardianes y protectores de los peregrinos, pasan a constituir una “Militia Christi” a imitación de la Orden del Templo, nacida por aquellos años y con la que a pesar de luchar por la misma causa, nunca se llevaron bien[16]. Se entiende oficialmente como el año de fundación de una Orden, aquel en que reciben la aprobación por el Papa de Roma, (concilio de Troyes) o este les asigna unas reglas. Naturalmente, primero hay que solicitarlo, (el rey y el patriarca de Jerusalén a la sede romana) para lo cual ha de haber previamente un conjunto de personas dispuestas y dotadas de medios, que demuestren su buena disposición habiendo jurado los votos temporales (Hugo y sus comilitones). De esta forma suele llevar a confusión la diferencia de fechas entre el momento en el que un grupo de caballeros se organiza, presta juramento y entra en lucha, hasta aquél en el que queda confirmada oficialmente su existencia como orden militar.

3 º.- Jurisprudencia, en que se basan gislativo a la creaci ón

para

dar

corpus

le-

Si en 1120 el patriarca los recibe como monjes según Guillermo de Tiro, hasta 1129 que se constituye oficial-mente. En esos nueve años se rigieron por la regla facilitada por el patriarca que llevaron a Francia y en la que el Concilio, solo aportaría su grano de arena, pero ello no le confiere que abandonara la regla Agustina primigenia a favor de la de Cister, como pretende algún autor que otro [17]. Bernardo, no transformó la regla ni la sustituyó por la de su Orden, era un miembro 27


más de ese Concilio, sus sugerencias podían o no, ser aceptadas, como las del resto, de hecho fue convocado como escriba en un principio, no como consejero o miembro ejecutivo. Por otra parte, las fuentes recogen que todas las órdenes incluida la del Santo Sepulcro en su fase heroica, adoptaron las reglas del Temple y en sus constituciones queda bien claro que son agustinas. Por otra parte ¿con que objeto?, ¿sobre qué bases? Y bajo qué argumentos iba a cambiar estas, precisamente por las del Cister. Por sugerencias de Bernardo, y a petici ón del Concilio, el cisterciense Jean Michel, se hace cargo de la redacción como as í lo hace constar, Existe una traducción de la regla primitiva, basada en una edici ón de 1886 de Henri Curzon, la Regle du Temple como manual militar, donde la paleografa Judith Upton-Ward, advierte una posible existencia de otra anterior, aunque en justicia hay que decir que este documento ha sufrido tantas intervenciones que, no sabemos si la hace del original o es copia, de una copia que a su vez fue copiada. “No debe olvidarse que la Orden había existido durante varios años y hab ía desarrollado sus propias tradiciones y costumbres antes de la aparici ón de Hugues de Payens en el Concilio de Troyes. Por tanto hasta cierto punto la regla primitiva esta basada en prácticas ya existentes (Judiht Upton-Ward, pag 11)”[18]. En ninguna parte habla de la redacción de una nueva regla, sino de la aprobación y conformidad de lo que aportan desde su fundación como congregación, que no Orden (otro error), pues de haberse constituido como Orden, adem ás de ilegal, ¿que objeto tenía repetir el proceso? El único que tiene poder de elevar a Orden es el papa en un concilio, no el Patriarca. En su transcripción solo se “retoca” poniendo el resultado de ello por escrito. Los cambios son de índole militar, respecto de la vida de los frailes, que no monásticos. Les conceden el manto blanco para todos sus miembros que luego Esteban La Ferté corregiría. En definitiva los templarios llevan la regla de san Agustín o Latina a Troyes que es modificada pero sin perder sustancialmente su espíritu, dando origen a lo que se conoce como regla Primitiva, se de-vuelve al patriarca que la vuelve a retocar. En 1140 aparece una traducción francesa que se conoce como regla Francesa, en el mismo término que las anteriores. Como se puede ver los distintos avatares corresponden a la adaptación de la regla Agustina a sus distintas secuencias. A este monje se le ha atribuido un gran protagonismo respecto del templo. Su publicidad y su apoyo, fueron factores importantes, para quien desea que su congregación sea admitida como Orden en el seno 28


de la iglesia católica, y el hacerlo por la puerta grande es importante. La Laude Novae Militiae, ofrece una extensa información de c ómo debe ser un caballero de Cristo, que para nada se parece a un monje tradicional, es una copia literal de las regla Agustina, al mismo tiempo que un respaldo a las medidas tomadas en el S ínodo de Nablus, respecto de los clérigos y su responsabilidad en la defensa con las armas de los territorios conquistados. Hay autores que se inclinan por la modificación, la renovación total e incluso por la confección de la primera regla [19], en el Concilio de Troyes adoptándose la cisterciense del reformador Bernardo e incluso llegan a aventurar cosas y casos que nunca sucedieron, como la creación de una regla en el 1131. No podían ser Cister porque hubieran sido contemplativos, contrario a lo activo. Sto. Tomas refleja bien esta dicotomía en su obra Suma Teológica. Bernardo en su laude lo deja bien claro “…, ya que no me era lícito con la lanza, emplease la pluma, asegurándoos que os será de no poca ayuda, si a los que no puedo con las armas, os ayudo con las letras” Este es un reconocimiento t ácito de la imposibilidad de armar a los monjes de su Orden, pues su labor conforme a su regla estaba orientada a la oraci ón y al trabajo, no eran milites. Los templarios fueron agustinos, desde sus inicios hasta su total desaparición. Las adaptaciones posteriores camuflaron en lo general los principios reglados, suele suceder con aquellas instituciones que perviven en el tiempo, pero su esencia, su ra íz Agustina, no se modificó un ápice en el transcurso de su trayectoria. Todas las Órdenes de Tierra Santa estaban bajo las reglas de san Agustín, no hubo ninguna del Cister o Benedictina. Tampoco fueron monjes. El monje normalmente monasterio, en el que se dedica tradicionalmente a labores internas; mientras que, un fraile se diferencia que su ministerio y apostolado lo lleva a trabajar por fuera del convento o ermita.

no sale de su la oración y las de un monje en el Reino de Dios

El monje se identifica con su monasterio mientras que los frailes suelen ser cambiados de lugar según los superiores lo necesiten (si dese áis estar a este lado del mar seréis llevado al otro, proceso de admisi ón). Los templarios Son más frailes que monjes. Para entender la diferencia basta analizar la etimología. Monje viene de una raíz griega que significa singular o aislado: “monos”. Fraile en cambio, viene del latín “frater ” “hermano”. Los monjes eran los primeros devotos cristianos que se aislaban para alejarse del mundo y sus pecados. En ocasiones, pasaban su vida sobre una columna, como los “estilitas”. Otras veces, en la copa de un árbol, como los “dendritas”. Y en muchos casos, simplemente se iban al 29


desierto y vivían en cuevas, como los “eremitas”. Precisamente, un conjunto de eremitas, es decir de “monoi”, en el sentido griego viviendo en las cuevas de la ladera de una colina en el desierto, formaban un “monasterio”, es decir, una residencia de “monoi” o monjes. Luego, los monasterios surgen en lugares distintos al desierto, pero siempre reflejan la idea de cristianos devotos que pretenden aislarse del mundo. Los frailes, los “fratelli”, en italiano, son en cambio otra cosa bien distinta. Más bien todo lo contrario. Son predicadores que act úan en equipo para evangelizar y para recaudar fondos (órdenes mendicantes). Por eso justamente se llaman “hermanos”, lo que sugiere una idea de pluralidad, no de singularidad, como en el caso de los monjes. Y el lugar donde se congregaban los frailes era justamente el “conventum ”, que es palabra que proviene de un verbo latino que significa “reunirse” (convenire). Convento pone el énfasis en la agrupación de gente, mientras que monasterio lo pone en su deseo de aislamiento. Efectivamente se trataba de una nueva modalidad conventual muy distante de la oficial, hasta la fecha no practicada y no admitida, que hacía rechinar los dientes de los más ortodoxos. La vanguardia de la nueva visión postular encabezada por Bernardo de Claraval estaba más dispuesta, no solo a reconocer, sino a potenciar este tipo de soldados de Cristo, que lucharían hasta la muerte en defensa de la pureza de la Fe. Bernardo sabía perfectamente que su postura dejaba arañazos sobre la piel de aquellos que contemplaban las ense ñanzas del Maestro con más dulzura, no era propio de clérigos blandir espada y as í se debate en la regalía 20 del Sínodo de Nablus, pero tambi én sab ía que ante la imparable pujanza de la nueva ortodoxia surgida del Libro, no era bastante la palabra. La oralidad y los buenos usos no iban a parar a los guerreros de los distintos estados musulmanes sedientos de venganza, se requería algo más y ese algo, eran precisamente las nuevas constituciones convento-militares que se ofrecían como censoriis fidei. La iglesia cristiana fue pasando paulatinamente del pacifismo establecido por su fundador y los mártires de las primeras épocas, a la belicosidad de la guerra santa elaborada por san Agustín de Hipona en su Civitatis Dei, por lo que después de casi 600 años de transición se dio soporte a la Guerra Santa, quedando atrás la Paz de Dios. Esta especie de nueva cristianización creó a la vez un nuevo concepto, el de la demonización del adversario que justificaba sobradamente la lucha sin cuartel contra él, pasando a ser el 30


objetivo principal de la iglesia beligerante.El concepto de guerra santa puede rastrearse en el cristianismo tras la concepción o doctrina de la guerra justa, que es continuada por otros autores a lo largo de la Edad Me-dia, como Tomás de Aquino (Suma Teológica, II-II Qu. 40.)[20] A propósito de la frase del Evangelio de Lucas «y dijo e l amo al siervo: Sal a los caminos y a los cercados, y obliga a entrar, para que se llene mi casa» (Lucas, 14, 23). Agustín comenta (en la Réplica a Gaudencio): ¿Por qué no se puede forzar a nadie a la verdad? El Catecismo de la Iglesia Cat ólica considera como todo ciudadano y todo gobernante está obligado a empeñarse en evitar las guerras. Sin embargo, mientras exista el riesgo de guerra y falte una autoridad internacional competente y provista de la fuerza correspondiente, una vez agotados todos los medios de acuerdo pacífico, no se podrá negar a los gobiernos el derecho a la legítima defensa[21]. Este mismo derecho fue reconocido recientemente por el Papa Juan Pablo II[22], en una encíclica donde justificaba la muerte del adversario en caso de conflagración y que no debía ser tenido por pecado, la defensa justa de su vida o sus bienes. El propio fundador de la regla, San Agustín de Hipona condena la violencia y el conflicto armado como excusa para mantener la paz o para la conversión de almas, pero al mismo tiempo reflexiona y reconoce que la violencia debe combatirse con la violencia, allá donde se haya agotado la palabra y persista la perniciosa acci ón de la primera. Bernardo de Claraval diría de este párrafo en el que se apoyaría para reforzar su discurso, “ese es el tipo de guerras en la que se desenvolvía la Orden del Templo, el bien, el mal arranque requiere, cuando matan a un infiel no hay homicidio sino malicidio [23]”, justificando y sancionando así definitivamente esa situación que no acabó de ser aceptada en lo particular por muchos clérigos. Isaac de Étoile filósofo y teólogo cisterciense, que fue abad del monasterio de Étoile cerca de Poitiers, en 1147 redactó un serm ón a sus feligreses en el que decía “ha surgido un nuevo monstruo, cierta caballería cuya orden emana del quinto Evangelio [24] pues ha sido establecida para obligar a los infieles a convertirse en la fe cristiana por medio de lanzas, porras y espadas y puede despojar libremente a los no cristianos de sus pertenencias y matarlos, además, religiosamente, pero si uno de ellos cae en semejantes actos de pillaje, es calificado de mártir en Cristo” [25]. No los condena directamente, pero sí muestra un rechazo absoluto al uso de las armas para sustituir la prédica. Para Walter Map canónigo de San Pablo, en Lincoln y, en 1196, 31


archidiácono de Oxford. La única obra que sobrevive de este autor es De Nugis Curialium (Nimiedades de los cortesanos) en sus páginas 59/67 escribió unas consideraciones en 1187, aludiendo a Pedro y la enseñanza recibida por el Maestro. Hace una crítica sobre el uso de las armas, ponía en entredicho la vocación de los templarios. Dec ía que Cristo y su mensaje obligada a la prédica en lugar de la espada. El cristianismo había ganado más conversos y tierras con la primera que con el empleo de la violencia y que estos solo se movían por su afán a la guerra, en lugar de buscar el alma y el espíritu de Cristo. Por otra parte estaban los defensores de la militarización de la Orden, abogaban que el uso de las armas eran tan antigua como la presencia de Cristo en la Tierra, lo retrotraían hasta la guerra de Constantino el Grande contra Majencio y el suceso del Puente Milvio, siempre hab ía habido una espada dispuesta a defender a los cristianos y su religi ón, sin la cual no hubiera sido posible su mantenimiento. Turoldo el autor de la Canción de Roldan, enmarcada en la batalla de Roncesvalles, en el año 778 cuando cruzaban el puerto de Cisa, pone en voz del obispo Turpin que muere luchando con sus compa ñeros, “haces bien compañero descuartizando a los aganeros, enemigos de la cruz, un caballero tiene que ser feroz y fuerte en la batalla, de lo contrario no vale nada y más le valdría se hiciera monje de una de esas iglesias y se dedicara rezar todo el día por nuestros pecados”[26]. Para aquellos que criticaban la aprensión del botín, Hugo Peccatore, decía que era necesario para mantener a los soldados de Cristo, y que se ganaba por derecho propio, no se luchaba por él, éste era una consecuencia que permitía la continuidad de la defensa de la fe. Se tiene el convencimiento que Dios necesita más espadas que plegarias, en definitiva valoraban más la vida religiosa activa que la contemplativa. Todas estas opiniones sin ser todas, muestran cuán dif ícil y largo fue el proceso de la nueva Militia, su asentamiento definitivo no lleg ó a realizarse nunca, pues unos por miedos, otros por envidias y los ya menos teóricos, se constituyeron en oponentes que facilitaban el rechazo fraternal de aquellos que habían jurado dar la vida por Cristo, defendiendo a sus fieles y su mensaje. Además, esta novedad venía a chocar con toda la tradición más ortodoxa de la Iglesia que repugnando el derramamiento de sangre declaraba irregular y suspenso de cualquier oficio clerical, no s ólo a cualquier clérigo que, aun en defensa propia, hubiera provocado heridas o muerte de otro ser humano, sino que, incluso cualquier lugar sagrado donde se hubiera derramado sangre humana, quedaba profanado y 32


debía ser purificado antes de poder celebrar los oficios divinos.

El corpus legislativo por el que se rigen los monjes del templo sufri ó a lo largo de su existencia unas adaptaciones lógicas al momento. No obstante, se canalizaron desde dos puntos distintos y complementarios a la vez: por un lado las bulas y por otro los capítulos generales. 1º Sínodo Áulico de Nablus donde se crea la congregación canóniga, o fraternidad de la Milithia Christi Ierosolimitana, el 16 de enero de 1120, donde se juran los votos, más un cuarto de defensores de la fe, se les otorga una regla, una uniformidad, una estancia y un carisma. 2º Concilio de Troyes el 13 de enero de 1129, con el principal objeto de crear oficialmente a la Orden del Temple. Juramento de votos solemnes, se confecciona la regla primitiva basada en la anterior, a partir de ahora son frailes de pleno derecho. 3º La bula Omne Datum Optimum el papa Inocencio II el 29 de marzo de 1139 con el objeto de oficializar la creaci ón de la Orden del Templo. En ella, además de reconocer la regla de la Orden, se concedía a sus miembros el botín conquistado a los sarracenos en Tierra Santa y se les liberaba del pago de los diezmos a los obispados correspondientes, no teniendo que responder de sus actos ante nadie salvo ante el Papa. El nombre de esta bula corresponde a las tres primeras palabras del capítulo 1, versículo 17 de la Epístola de Santiago: Omne datum optimum et omne donum perfectum de sursum est, descendens a Patre luminum, apud quem non est transmutatio nec vicissitudinis obumbratio. (Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombras de variación). Junto con las bulas Milites Templi y Militia Dei, constituye la base jur ídica de la Orden. 4º La bula Milites Templi (Soldados del Templo) fue promulgada por el papa Celestino II en 1144 con el objeto de incrementar los privilegios de la Orden de los Templarios. En ella se ordenaba al clero la protección de los caballeros de la Orden y a los fieles a contribuir con su causa, para lo cual permitió, una vez al a ño, la realización de una colación. Esta medida que debió gustar poco a los seculares, aumentó la ya de por sí, antipatía hacia la Orden. 5º La bula Militia Dei (Soldados de Dios), fue promulgada por el papa Eugenio III en 1145 con el objeto de consolidar los privilegios de la Orden apuntalando la independencia de la misma respecto 33


al clero secular. En ella se le reconoce a la Orden el derecho a recaudar tributos, a enterrar a sus muertos en sus propios cementerios y a poseer sus propias iglesias. Son muchas las quejas de los obispos y así lo denunciaron al ver como se les escapaba la clientela hacia las iglesias templarias, con la consiguiente p érdida de pagos y donaciones y ellos no eran obedecidos por los que consideraban sus inferiores.

3º La Regla 1º Nablus, la Regla canóniga de san Agustín, o Regla Latina que nunca abandonará la Orden. 2º Concilio de Troyes, el clérigo Jean Michel por cesión de Bernardo de Fontaine, ahora ya conocido como de Claraval, transcribe la regla latina a la que incorporan algunos engordes de determinados artículos, relativos a la milicia y a los servicios religiosos, se conoce como la Regla Primitiva. Naturalmente se pone por escrito la Regla Latina que aportaron los frailes en un documento que debía firmar el representante del Papa y los miembros del Concilio, ello puede llevar a la errática creencia que les fue otorgada in situ, lo que demuestra un desconocimiento de la praxis eclesial e incluso institucional a cualquier nivel. Ayer como hoy nada es legalizado sin estatutos, reglas que definan los objetivos del grupo o asociación, de ello todos somos sabedores. Los que sostienen esa involución yerran, aun en el supuesto de la no existencia documental y tuviésemos que trabajar sobre la prehistoria fundacional, aun con ello, deberíamos al menos suponer que nada se crea sin que exista una norma, pues es el nomos como decían los griegos los que dan la estabilidad y la razón de ser. 3º Esteban de La Ferté, también conocido como de Chartres, Fue el Patriarca de Jerusalén desde 1128 hasta su muerte en 1130. Después de las modificaciones de Troyes recibe la regla a la que añadirá 24 artículos y revisará aproximadamente una docena. Habría que preguntarse qué le llevó a este Patriarca a contravenir los acuerdos que se habían adoptado en un ente superior, solo me lleva a una conclusión que estos no se ajustaban a la Regla Latina y de ahí su ulterior modificación y adaptación, los “engordes” y tal vez alguno ex novo, contravenían los principios reglados por lo que fueron fundados lo que impediría a los frailes el total desarrollo de los votos contraídos. Es el que reserva la capa 34


blanca para los caballeros y la parda para los sargentos. Introduce a los clérigos en la Orden y regula a los ad terminum, entre otras disposiciones. 4º bula Omne Datum Optimum de 1139 se proh íbe taxativamente modificar la regla sin el consentimiento del capítulo general. 5º Hubo una traducción al francés en 1140 donde se retoca intencionadamente algunos artículos, pero nunca abandonaron ni modificaron la regla latina, se crea lo que se dio en llamar la regla francesa. En ella se suprime todo lo referente al noviciado. Se modifica el artículo 57 en el sentido contrario al original, referente a los caballeros excomulgados, ahora se les dirá que se acerquen a ellos e intenten atraerlos al servicio de Dios. Muchos de los templarios vendrían desde esa orilla. 6º La verdadera reforma no vendría hasta el 1163 a través de los Retraits que con sus 675 artículos se adhieren a la regla dándoles una estructura interna respecto de las elecciones magistrales, capítulos, jerarquía, ingresos, etc. Pero aun así la Regla Latina pervive en la estructura de la Orden, no llega abolirse nunca. 7º En torno a 1230/40 los estatutos jerárquicos y ceremonias 8º En torno a 1257 /67 las consideraciones dedicadas a la disciplina, faltas y penas, conocidos como los Égards No hay otras, ni nada más, se trata de algo tan natural como la adaptación a la actualidad de una institución, algo tan normal entonces como ahora. Bien, matizando lo anterior, veremos que lo que se crea en Nablus no es la Orden sino una congregación de canónigos regulares procedente de una Hermandad. Juran los tres votos monacales temporales de pobreza, obediencia y castidad, obligarse a cumplirlos es profesar y el que lo hace deja de ser novicio para convertirse en profeso [27]. Se adopta la regla Agustina de los canónigos[28] del Santo Sepulcro, concedida por el Patriarca hasta su total aprobación por el Papa y se les adjudica la guerra sin cuartel contra el infiel, como cuarto voto jurado por los templarios. Ello les otorga en todo caso el mismo tratamiento que a los anteriores, puesto que sus Reglas Latinas son a imagen y semejanza de los canónigos de quienes la tomaron, tal y como se repite en todos los documentos antiguos. No cabe la discriminación entre una regla y 35


otra, otorgada por la misma autoridad que la concedió a los caballeros incrustados en la Orden de Godofredo. No obstante, se diferenciaron de ellos por su carisma[29] que en este caso fue la misión de la protección de los peregrinos, definitorio de toda su existencia, así cuando se pierde Tierra Santa se cuestiona su continuación. No son comunidades monásticas tradicionales, la meta de estos no es la vida contemplativa[30], ni son mendicantes[31], ni abandonan el mundo para practicar una vida al margen de él. Su objetivo es la defensa de la fe. Tampoco son clérigos regulares, ya que al contrario de éstos, los canónigos regulares están vinculados a un lugar (la nueva Orden a Jerusalén) y a una comunidad determinada, rezan la liturgia de las horas en comunidad. Mediante diversas reformas, adquieren una identidad diferenciada, con un carisma propio siguiendo la Regla de San Agustín. Los canónigos seculares, por el contrario, pertenecen a una comunidad de sacerdotes vinculada a una iglesia, pero no han hecho voto de vivir en comunidad. Realmente este no es un dato a pasar por alto. La admisi ón a las órdenes religiosas no solo es regulada por la Iglesia Católica y la Regla de vida religiosa, sino que también cada comunidad tiene sus propias normas (canónigos del Santo Sepulcro, regla agustiniana). Generalmente luego de un largo periodo que abarca el aspirantado, postulantado y noviciado, se toman los votos temporales o simples que son renovados cada cierto tiempo, mientras el candidato prueba su vocaci ón. Este caso es el de los templarios hasta Troyes. Si el candidato desea ser admitido permanentemente en la orden se requiere una profesión pública de los Consejos Evangélicos de pobreza, castidad y obediencia confirmado por el voto solemne o perpetuo. Uno de los efectos de este voto es que el miembro ya no es libre para casarse. Hugo y los demás pudieron estar casados antes de Troyes cuando se sanciona su conventual estado y más tarde, en caso de abandonar la Orden, deberá pedir un Indulto Pontificio. Los beneficios de la profesión perpetua son de carácter espiritual.[32] La conversationem morum (la conversión de costumbres) solo la llevaban a cabo los benedictinos y los cartujos. no pudo ser realizada hasta la sanción de Troyes por lo tanto no eran frailes, ni hombres de vida consagrada, sus votos son temporales hasta el Concilio de 13 de enero de 1129 en el que el Papa Honorio II a través de su representante Mateo de Albano los recibe como congregación canóniga [33] y los eleva a Orden Conventual.

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4 º ¿Qui én la cre ço? Se conoce la protohistoria de la Hermandad, época que transcurre desde el Sínodo de Nablus hasta el Concilio de Troyes, donde se crea definitivamente la Orden, pero…¿y antes? Antes de ese periodo el que va desde el 1104 al 1120… ¿qué ocurre en ese periodo? Esa prehistoria es la época oscura de estos caballeros ¿Cómo consiguen sostenerse?, como veremos tenían más que suficientes apoyos, poderosos apoyos con los que no contó ninguna otra formación de este tipo, ni siquiera la decana de San Juan de Hospital, para arrancar con un éxito casi asegurado. Tenían poder económico, tenían huestes, ten ían cobertura jurídica, más tarde vendrán las donaciones que milagrosa-mente se multiplican al ser aceptados en Troyes, su logística y marketing funcionó de mil maravillas. Su procedencia miembros de la realeza y de las distintas casas principales de la tierra de los francos, burgundios, normandos, etc., hizo el resto, amén de la vinculaci ón directa con las altas esferas de la iglesia católica, tal vez como dice Mellado sobre su ambición primigenia no tenía medida, tal vez no fue todo tan bucólico y romántico como ha pasado a los anales de la protohistoria. Es de natural comprensión que anteriormente a esa fecha ya hubiese existido una formación “en prueba” desde años anteriores, ¿cuántos? se ignoran, pero la lógica se impone y hay que ceder en honor a la hipótesis más cercana basada en los documentos de archivos consultados. Si son acertadas mis conjeturas (y no hay pruebas fehacientes para pensar que no puedan ser) podríamos estar hablando, no de nueve años desde su constitución hasta Nablus Si contamos el 1104 como año de la idea de su creación, hasta el 1114 que ya est á constituida y que se pone en práctica con la llegada de los Hugos, en ese año, hasta el 1120, cuando se reconoce oficialmente en Nablus. Habría recorrido un periodo de 16 años, que comprender ía desde el noviciado el reconocimiento temporal hasta la creación de la Hermandad o Congregación en el mentado Sínodo. Se puede estratificar en seis periodos distintos: 1º Fase ideológica y embrionaria a partir de 1104 hasta el 1107, en el que se percibe la necesidad de la creación de una fuerza policial. Gestiones de captación que dejan a Godofredo de SaintOmer encargado de realizarla. 2º Periodo de formación de la Milithia Christi, con incorporación a la misma de caballeros familiares de los conquistadores que 37


toman Palestina como la nueva tierra prometida, allí los don nadie pueden llegar a ser alguien, forzando aquella estratificación social[34]. Al fin y al cabo la iglesia había servido en no pocas ocasiones como ascenso social. 3º Fase de activación con la presencia de los Hugos del 1114 al 1120, donde la relación entre ellos sería sin reglas, hábitos, votos monacales, sin dependencias de las autoridades militares o eclesiásticas, sujetos solo por el juramento particular y personal de cada uno de sus miembros. Aquí se puede aplicar lo de Guillermo de Tiro “los caballeros usaron la ropa secular. Utilizaron la ropa tal como la gente…” 4 º Fase de fundación, sínodo de Nablus de la congregación canóniga o hermandad, con nombre, reglas, estancias, votos monacales, uniformidad, disciplinas, etc. 5º fase de aceptación por la iglesia en Troyes. La creación de la Orden. 6º Consolidación definitiva de la Orden en 1139 por bula Omne Datum Optimum Hugo de Champagne, conde de Troyes, en su peregrinaje a Tierra Santa, se hizo acompañar de su familiar y vasallo Hugo de Payens, ambos hombres píos y devotos, (Payens ya había sido monje en la Abadía de Molesmes) lo realiza después del día 2 de abril de 1104, pues hay una carta de esa fecha por la que dona una propiedad a la Abadía de Molesmes en nombre de su hermano “fraters meus Odon, Constantiam regis Francorum filiam necnon et comitissam Adelaidem uxorem fratis mei Comitis Stephani nepotes…”y está suscrito por “ Teotbaldus puer filius Stephani Comitis nepos huius Comitis Hugonis” …”[35]. Respecto del de Payens, Leroy Thierri [36], es uno de los biógrafos más aceptados por la comunidad científica, nos dice que. Es muy probable que Hugo II de Payns realizara su primer viaje a Tierra Santa junto al Conde de Champaña en 1104-1107. La idea ya estaba preconcebida, era servir a Cristo en su Sepulcro, la genuflexión tan deseada por todos los cruzados y peregrinos, era el máximo exponente y la meta de todo cristiano. Los participantes en las Cruzadas lo habían efectuado al día siguiente de la conquista de la ciudad, lo que pone en evidencia su NO intervención en la primera cruzada, como alguno aventura, de lo contrario ese gesto ya lo hubiera realizado, máxime siendo un principal. Durante su estancia en Jerusalén, habían sido testigos de la situación de los peregrinos que la Cruzada no había solucionado, al contemplar cómo éstos eran víctimas 38


de toda clase de robos, vejaciones, heridas y muertes durante sus desplazamientos a los Santos Lugares que les infligían, los musulmanes y los invasores descontentos que no hallaron acomodo tras la conquista. Era por tanto, necesario crear una fuerza policial que hiciera frente a los agresores y protegiera a sus víctimas. Posiblemente fuera en ese periodo en el que se maceró la idea de crear esa policía tan ineludible, donde se asentaba uno de los pilares de la Cruzada. La intenci ón no era solo la de implicarse, sino ir más allá, involucrarse en ese objetivo primordial que suponía la seguridad de los peregrinos. Para lograr su objetivo recaba el apoyo de los principales del reino, familiares algunos, otros conocidos, la mayo-ría compañeros de armas que se movían en un reino sin estructuras administrativas y sin un corpus legislativo que canalizara los derechos y obligaciones de sus súbditos. Esto no llegaría hasta el concilio de Nablus. Acontecimientos inesperados hace que en el año 1107 vuelva a Francia para poner orden en sus estados, con la promesa de integrase en la hermandad a su regreso. "Hugo de Campanie, Theobaldi comitis filius" fundó la abadía de NotreDame de Cheminon por la carta de fecha 1110 [37]. Hugo de Payens regresa con su señor y para ayudar a consolidar las pretensiones políticas de éste, casó en segundas nupcias con Isabel de Chappes entre 1107 y 1111(otros autores la denominan Catherin de Saint Clair)[38], Se sabe a ciencia cierta que Hugo de Champagne, junto a su fiel vasallo y familiar el de Payens, cuando decide partir hacia Jerusalén[39] entre los años 1113 y 1114 ya estaba constituida la Militia Christi Hierosolymitani. El obispo Ivo de Chartres [40], le avisa seriamente para que no se una a las Militias Evang élicas o a una Militia Christi que se están dando en Palestina, su estado de hombre casado[41] le impide tal realización, las obligaciones contraídas con el sagrado vinculo del matrimonio, invalida su ingreso en ninguna de esas agrupaciones. Para esas fechas ya existía un grupo muy pr óximo a él, esa Militia Christi que desde sus inicios posiblemente fund ó y que sus múltiples compromisos le impidieron encabezarla, cediendo el honor a partir de esta fecha a su vasallo y familiar el de Payens. El conde de nuevo vuelve a sus posesiones a principios de 1115, esta vez solo, requerido por su esposa que demandaba su presencia para el 39


gobierno de sus estados o posiblemente puesta en alerta por Ivo de Chartres, que preveía una desobediencia del conde con el consiguiente abandono de sus obligaciones, y tal vez no anduviera del todo descaminado este avispado cura; que por cierto murió el 23 de diciembre de 1115. Se sabe que obedeció y regresó de nuevo a su casa hay una carta en la que el Papa Calixto II le envi ó para dar la bienvenida al Arzobispo de Mainz a su llegada en el s ínodo de Reims en octubre 1119[42]. Durante esta estancia que sería la última, Hugo repudia a su mujer, deshereda a su hijo Eudes I al decir que no era suyo, debido a su supuesta impotencia. La Crónica del monje Alberic de Trois-Fontaines, nombra a " Odonem ... de Canlita " como hijo de" Hugo Campania "y la [segunda] esposa, pero especifica que" dictum est un phisicis Comiti Hugoni ... no habebat possibilitatem generandi "y por lo tanto concluye que Eudes no podría haber sido su hijo[43]. Mantiene contactos con el Abad de la Orden del Cister, Esteban Harding, a quién le dona una tierra donde San Bernardo (quién hab ía entrado en la orden tres años antes), funda la abadía de Claraval. El lugar cedido es conocido como Clairveaux la donación es con todos los señoríos, montes, prados, aguas leñas etc., para que construyera su monasterio. Después de poner en orden sus posesiones, regresa a Palestina. La Crónica de Alberic de Trois-Fontaines dice que "Hugo Campanie" se convirtió en un caballero templario en 1125 y fue sucedido por " eius Theobaldus nepos" 1125[44] Al correr del tiempo y ante la prolongada y justificada ausencia con el (posible) beneplácito del conde, Payens asume la máxima magistratura que le correspondería a su Señor. No solo sustituye al conde en las relaciones con los nuevos señores de Jerusalén, sino que, recluta a otros caballeros, implicando a muchos de ellos, entre los que se cuenta a Fulco V conde de Anjou, (posteriormente Fulco I rey de Jerusalén) e involucrando a unos pocos entre ellos a su tío Andrè de Montbard. Empero no será hasta después del Sínodo o Consejo Áulico de Nablus, concretamente en 1125[45] cuando el conde ingresa en los Pobres Conmilitones de Cristo, con la consiguiente contrariedad de Bernardo de Clairveaux, como le comunica en una carta [46] lamentando la “pérdida” que le priva de su compañía. Hugo que tanto hab ía dispuesto por hacer realidad esta hermandad, no llegar ía nunca a ver un reconocimiento oficial por la Santa Sede, en plena crisis por las Querellas de las Investiduras; su temprana muerte[47] le arrebató aquello que tanto anhelaba. Se le tiene al conde por uno de los nueve caballeros fundadores de la Orden, no obstante, se comprueba que documentalmente no es as í, aunque tácitamente se acepte como el verdadero causante de su 40


origen. Pese a ello, no se descarta su protagonismo como fundador o de fundador ideológico, aunque esto no invalida lo anotado anteriormente sobre su implicación desde los inicios, al que atribuyo la idea de la creación y posterior desarrollo de Payens, involucr ándose posteriormente cuando está libre de ataduras terrenales. De haber quedado el conde en Jerusalén hubiera sido este el primer maestre. Su incorporaci ón a la todavía Congregación Canóniga, en 1125, y su posterior muerte en 1126 le priva de esa magistratura. El sostenimiento a buen seguro financiado desde Francia por Hugo (Fulco sostuvo a dos caballeros desde sus dominios en el condado de Anjou después de finalizar su periodo de Ad terminum) adem ás de las prebendas que recibiera de estos principales que no ser ían tantas limosnas como dicen las fuentes clásicas sin ópticas [48] de Balduino II recibirían el alojamiento, del Patriarca Garmond de Picquigny, pariente no muy lejano de Godofredo de Saint-Omer, el apoyo espiritual y del resto el logístico. Así que la fecha de creación del embrión templario estar ía en torno a los 1107/1113, si damos crédito a la constancia que tenemos del consejo de Ivo de Chartres, avisando al conde de que no ingrese en las militas Christi de Jerusalén, cuando inicia su segundo viaje con la intenci ón de quedarse y hacerse cargo de la dirección del grupo. De 1114 hasta 1120 es la fase de reclutamiento. En 1120 se legaliza la Hermandad y en 1129 se crea la Orden, por la Santa Sede.

5 º.- Biograf ías Distintos e influyentes fueron los apoyos de la Milicia en su etapa embrionaria, sus responsables iniciales no formaban parte de aquella amalgama de caballeros desorientados que pululaban por las calles de la ciudad. Estos pertenecían a la élite conquistadora por lo que su influencia y poder estaban asegurados

Hugo de Payens Godofredo de saint-Omer Godofredo Bisol Payen de Montdidier André de Montbard, (tío de Hugo de Payens) Archembaud de Saint Amand o Aignant Hugo Rigaud Gondemar Rolando, Hugo de Payens que ha pasado a la historia como el fundador del 41


Orden probablemente los Payns era una rama segundona derivada de los condes Troyes y emparentada por matrimonio con los Montbard, la familia de la madre de Bernardo de Claraval, pues resultaba usual en esta época que las familias de un mismo rango a un lado y otro de la frontera que separaba Champagne de Bourgogne enlazasen matrimonialmente.[49] En los diferentes documentos que le conciernen la ortografía de su nombre es Hugues de Paenz, Hugo de Paencis y Hugues de Payns o de Payens. Guillermo de Tiro le llama "Hues de Paiens delez Troies". [50] Godofredo de Sant Omer, su hermano Hugo de St. Omer (c. 1100-1106) fue Senescal del reino[51] y príncipe de Galilea[52], en un periodo crucial en el sostenimiento logístico del embrión de los Caballeros de la Ciudad Santa, al participar como fundador su hermano. El cargo de senescal en Jerusalén nunca alcanzó la prominencia de sus homólogos europeos, pero era importante. No obstante, durante las coronaciones el senescal sostendría el cetro real y supervisaba la fiesta de coronación. Garmond de Picquigny el todopoderoso Patriarca de Jerusalén, tío carnal de Godofreo de Saint-Omer, convocante junto con Balduino II del concilio de Nablus donde se da carta de naturaleza al grupo aun innominado (según algunas fuentes, Caballeros de la Ciudad Santa) pasando a ser conocidos como los “Pauperes Commilitones Christi Templique Solomonici, o Santa Milicia Jerosolimitana del Templo de Salomón" por su lugar de residencia. Este patriarca era hijo o hermano de Arnoul de Picquigny (dependiendo de la fuente)[53]. Pagan, Payen, Paganus, payen de Montdidier, otro apoyo importante para la futura Orden, aun innominada e indefinida, desempe ñó el cargo de Canciller del reino (1115-1128) [54]. El Canciller formuló obras y cartas, gestionado el servicio diplomático del reino. Los Cancilleres tendían a ser clérigos que a menudo se convirtieron en obispos o arzobispos, a veces, mientras que mantiene la cancillería. Es otro de los componentes del que solo se tiene identificaci ón de su procedencia posiblemente vasallo o familia de Hugo de Payens. Payen es apellido Se sabe que los Payen tienen o tuvieron radicaci ón, entre otros lugares, en Inglaterra, Escocia, Gales o Irlanda. La bibliograf ía que recoge la historia y el escudo del apellido Payen: …descendientes de Tibault payen Conde de Gisors, cuyo hijo, Hugh Payen dio por carta alrededor de 1200, el original de la que ahora existe en los archivos departamentales de San Lo, Normandía seis trimestres de trigo alquiler, derivado de sus tierras en Nueva Jersey, al abad de Sain Mary, cerca de Cherbourg. Desde este Payen Hugh quién era valvasor [55] del rey de Inglaterra y jurat de su corte real apenas una generación de la familia ha existido sin tener un representante en la banca local. En el periodo de la gran rebelión. Abrahám y Spephen Payn vel [56] Payne siendo 42


fervientes realistas, emigraron a Devon co. y fundaron familias todavía existente en Inglaterra. Tréboles ar. habrá de efectuar resbaló sa. cresta-una cabeza woman´s couped debajo de los hombros, AZ concedidos aparecido ar. cara ppr. cabello o, en ella, la cabeza una corona antigua de los últimos... lema placido es, Payn soportes dos Ángeles ppr. * Armorial Général de Johan Baptiste Rietstap. Contiene blasones (escudos), orígenes de apellidos y nobleza león en plata rampante armado sobre campo de azur. * El dibujo del escudo o escudos correspondientes al apellido Payen, así como su origen se encuentra también en el Gran Diccionario Gráfico de Blasones. André de Montbard o Montebarro (5 de noviembre c. 1097 -. 17 de octubre 1156) Hijo de Bernardo señor de Montebarro y de Humberga. Entró en la Orden en 1129 y se fue a Palestina, donde rápidamente se elevó a la categoría de senescal, el diputado y el segundo al mando de

Maestre. Fue el quinto Maestre de los Caballeros Templarios y también uno de los fundadores de la Orden. La familia vino de Montbard Hochadel en Borgoña. André era un tío de San Bernardo de Claraval, al ser un medio hermano de la madre de Bernardo, Aleth de Montbard [57]. Según el registro de defunciones de la parroquia de Bonlieu, su muerte se produjo el 17 de octubre de 1156. 43


Godofredo Bisol al parecer uno de los fundadores primeros, no se tiene noticias de él o posiblemente su identificación patronímica no sea la correcta. Hay un condando de Bisol en Francia posiblemente relacionado con éste fundador. Otros aunque posteriores pero con presencia e influencia en la zona desde la primera cruzada también pudieron ayudar y servir de soporte a estos primeros fundadores, al fin y al cabo todos parientes todos deudores. Algunos como Eudes de Saint-Amand (o Odo u Od ón) Vizconde en 1160. Mayordomo en (1164-1167). [58] Fue el octavo Maestre de la Orden del Temple, entre 1171 y 1179. Uno de los deberes del vizconde era capturar a los delincuentes y la administración de la justicia en el tribunal de primera instancia de la clase burguesa. Al igual que el oficio de mayordomo, estas oficinas no han sobrevivido el paso a Acre. [59] Y así seguiríamos con casi todos sus componentes. El oscuro y nefasto Gerardo de Ridefort (c. 1179) mariscal del reino (muerto 01 de octubre 1189) fue Maestre de la Orden del Temple desde finales de 1184 hasta su muerte en 1189[60]. Si contamos el primer conde Hugo de Champagne, y al conde de Anjou, Fulco V y otros caballeros que estuvieron apoyando económicamente al embrión de los Caballeros de la Ciudad Santa; veremos que esa pobreza hay que ponerla al menos en tela de juicio, no se entiende que, aun a pesar de que estos personajes se incorporan a la hermandad (aun no era Orden) antes de Troyes, e incluso algunos como Ad terminum, caso de Fulco V, que lo fue entre los a ños 1120 y 1127, (en 1129 se convertirá en rey de Jerusalén con el nombre de Fulco I[61]) del que se conoce, sostuvo económicamente a dos caballeros templarios ¿cómo pudieron sostenerse ellos y su siervos sin hacer uso de sus recursos? La logística y la hueste para hacer frente a los asaltantes conllevaba un gasto, tropa, caballos, armas, guarnicioneros, herradores, forrajeros, siervos, físicos, etc., sin estas premisas no hubieran de ning ún modo podido, ni tan siquiera haberse planteado el combate, con aquellos grupos aguerridos, bien armados y en mayor número que ellos, alcanzando al mismo tiempo justa fama. Estos dos personajes ten ían poder y estado suficiente para mantener no solo a una, sino a dos Órdenes y mucho más en sus inicios.

6 º.- Conclusi ón Este y no otro fue el inicio de lo que sería la revoluci ón mon ástica m ás importante de todos los tiempos por su carácter inicialmente policial que no militar. No fue una policía al uso, no fue una polic ía heredera de aquella de la “politia” romana derivada de la “politeia ” griega; 44


definiciones indirectas de una labor importante que más tarde en el siglo XVIII recogerían los siempre legalistas franceses, definiéndola como se conoce en la actualidad “policía”. Esta nueva policía se mov ía en el extrarradio, fuera de la ciudad, allá donde el brazo del orden y las leyes, si las había, no alcanzaba, asegurando las normas de convivencia que debían ser también respetadas. No solo por la raz ón primigenia a de su presencia allí, sino también como caudal necesario para el manteniendo de ese balón social que constituye la ciudad. En cada país existe una policía al tipo. Francia con su Gendarmer ía, Italia, con sus Carabineri, Portugal la Guardia Nacional Republicana, España con su benemérita Guardia Civil, funciones ancestrales con denominaciones modernas, cuya raíz se pierde en la noche de los tiempos pero que fue el origen de aquellos caballeros testigos de los desmanes provocados por la inseguridad a extramuros de la ciudad. Una seguridad necesaria, tanto que había provocado la movilizaci ón de miles de hombres y recursos que llevaron a la conquista de un territorio sagrado para las tres religiones del Árbol de Jessé. La omisión de este deber podría acarrear problemas serios de estabilidad y prosperidad. As í lo debieron percibir quienes desde una posición social cómoda y preeminente lo abandonan todo para entregarse a una lucha muchas veces desigual, desagra-decida, peligrosa y erradicada. Tuvieron que abandonar mucho para llegar a sus metas. Estos caballeros, deciden formar grupo independiente dentro del obligado sometimiento a estas células sociales que se van creando en su entorno, como algo necesario para un contingente extraño a aquella tierra, aquellas gentes y aquellas costumbres. Dada esta secular doctrina y práctica de la Iglesia frente a cualquier derramamiento de sangre por parte de clérigos y religiosos nada tiene de particular que Bernardo participando de este mismo esp íritu, meditara una y otra vez su decisión antes de tomar postura p ública en favor de la forma de vida de la nueva Orden del Temple, como él mismo nos lo indica en su carta De Laude Novae Militiae dirigi éndose a Hugo de Payns “Una, dos y tres veces, si no me equivoco, me pediste, mi queridísimo Hugo, que os escribiese a ti y a tus conmilitones una misiva que os alentase y que contra la hostil tiranía… Aunque Bernardo justifica muy educadamente su no repuesta a las reiteradas peticiones de Hugo de Payns para que expresase públicamente su aprobación de la nueva Orden. Este retraso puede ocultar más bien las dudas que en un primer momento lo embargaban y la necesidad de una mayor clarificación. Estas circunstancias les llevó a estos pobres caballeros a protagonizar de alguna forma la dualidad (siempre constante en la Orden) de frailes y 45


guerreros que serían emulados muy pronto por otras como la de San Juan (en tiempos de Raimundo de Puy) y los propios caballeros del Sepulcro, pero para eso harían falta todavía al menos 3 a ños. Los templarios siempre punta de lanza en el orden social de Tierra Santa, en el transcurrir del tiempo dejaron de contemplar (al contrario que sus hermanos de otras Órdenes) a los musulmanes como enemigos a batir, veían con buen acierto que el Libro Uno, era para las tres grandes ramas la base de la que partía todo al mismo tiempo que todo remit ía. No vieron nunca con buenos ojos la llegada a los Santos Lugares de mesnadas en las distintas cruzadas que solo buscaban poder y riquezas desestabilizando la zona continuamente, gentes que no oyeron a sus hermanos que llevaban algunos, residiendo y conviviendo desde la Primera Cruzada con las gentes nativas, colaboradores necesarios para el equilibrio constante de la zona y que estos recién llegados en las distintas etapas siempre ponían en peligro. La pérdida definitiva de Tierra Santa para la causa cristiana tuvo más que ver con la ayuda negativa de estas cruzadas que por la relación interna de los establecidos.

7 º Cronistas Sin ser todos ni con mucho, sí son los habituales más alguno de nuevo cuño, hay que refrescar las fuentes para que de la diversidad surja con fuerza una aproximación más real de la protohistoria de una Orden que incomprensiblemente ha dado tanto que hablar a lo largo de la historia. Si nos atenemos a las fuentes tradicionales consultadas hasta el momento debemos analizar a Guillermo de Tiro y Jacobo de Vitry, veamos que nos dicen:

Guillermo de Tiro está considerado como historiador per sé de las Cruzadas, nace en torno al 1130 y muere en 1185, por lo que escribe en el inicio de la Orden no ha sido testigo, como nativo del lugar no simpatizaba con las Ordenes siempre nutridas de gentes que desconocían la idiosincrasia y la problemática de aquellos reinos. Ha tenido que bucear en los escritos que supuestamente dejaron aquellos que se relacionaron con la Orden, esta protohistoria por lo tanto hay que tratarla con la prudencia y metodología que el caso requiere. Su obra Historia Rerum in Partibus Transmarinis Gestarum, se basa fundamentalmente en los escritos que los capellanes que acompañaban a los grandes señores[62] escribieron sus hazañas, unos cronistas al uso más o menos o como hoy se diría corresponsales de guerra, con 46


toda la carga que ello conlleva, me refiero a que cada cual arrima más o menos el ascua a su sardina, además de los propios cronistas reales. De ahí que habla de la fundación a partir del sínodo de Nablus y no profundiza en sus raíces, da la sensación que lo no le presta la suficiente atención y estudio. Aquello que supuso una revolución sin parangón en el mundo religioso, no aporta claridad de sus or ígenes. Una Orden como la templaria que ya en los tiempos de su apostolado era un ente poderoso, amén de sus múltiples méritos en defensa del reino superando ya el carácter policial primigenio, para convertirse en toda una fuerza de choque militar de considerable respeto. Resulta cuando menos sorprendente tal actitud, pero ello no invalida el car ácter de su obra, fuente imprescindible para entender la primera Cruzada. Sus noticias parten del Sínodo de Nablus con algún error de fechas pues lo sitúa en 1118 en lugar del 1120, sí que enriquece su situación a partir de entonces y hasta Troyes, es como si la Orden de los Pobres Comilitones hubiera surgido de la bruma. Como si hubiese sido de implantaci ón urgente y sin antecedentes. De todos es sabido la exagerada tranquilidad con lo que la iglesia de hoy, como al de ayer, se toma los asuntos. A pesar de las influencias, que las había, su asentamiento y posterior reconocimiento fue extremadamente lento transcurriendo un tiempo entre 9 y 19 años. Nos dice que ciertos hombres nobles (no da número) hombres de caballería de fila…prometieron vivir en perpetuidad como canónigos regulares (santo Sepulcro) bajo los votos tradicionales, nos da los nombres de sus líderes Hugos de Payns y Godofredo de Saint-Omer. Nos dice que es a partir de este Concilio cuando el rey les otorga como vivienda el ala sur de su palacio cerca del templo del Señor. Los canónigos del templo (Sepulcristas) les cedieron con ciertas condiciones un cuadrado (caballerizas) cercano al palacio que los canónigos poseían, siendo usado como campo de entrenamiento. Es a partir de este momento cuando se oficializan las limosnas, unas por un tiempo limitado, otras a perpetuidad, con ellas debían vestirse y alimentarse los caballeros, este autor nos dice que vestían ropas del siglo y que no será hasta Troyes cuando les sea concedido el hábito blanco[63]. Su deber primitivo fue impuesto por Garmond de Picquigny, en combinación con otros obispos, proteger los caminos y especialmente a los peregrinos. 47


Este es el comunicado de Guillermo sobre los inicios del Temple, es soso y carente de datos interés en relación a los orígenes. Se perfila la escasa simpatía hacia la Orden, nos dice que hasta Troyes carec ían de hábito o distintivo personal, vestían como las gentes del siglo. No nos habla de su estado laico aunque practicasen la vida seudo-monacal. No nos habla de los méritos obtenidos en su trabajo policial; m éritos que fueron tenidos en cuenta a la hora de su presentación en el S ínodo y aceptación por la comunidad, otorgándoseles casa, regla, log ística, medios de vida y misión. No nos habla de su forma de vida, no nos habla de cuantos era realmente. No nos habla de su denominaci ón primera, la del Templo se oficializará en Nablus [64]. No nos habla de nada interesante salvo de la noticia de su formalización sinodal de la Orden, que ya en su tiempo era la más poderosa de toda la cristiandad, cuña imprescindible en aquel Jerusalén de su cuna, este Guillermo era un pollo[65]. Se contradice con otros autores cuando dice que fue a partir de Troyes cuando crecieron los templarios de forma impetuosa, esta noticia no está a falta de verdad pero ya desde sus inicios los fundadores contaban con tropa suficiente para su misi ón y apoyos financieros que le permitían una logística, si no c ómoda, s í suficiente, es otro indicativo de la poca interés que Guillermo ten ía por esta Orden en concreto y por el resto en general, las consideraba aves rapaces siempre dispuestas a pelarse por los despojos de sus víctimas. Adjudica la falta de uniformidad en su vestimenta hasta Troyes, cuando no es así, les reconoce una regla a partir de Troyes cuando realmente ya tenía una la latina, en 1139 en la bula Omnen datum optimum se prohíbe la reforma de la regla salvo por el Maestre y el aval del capítulo conventual. En 1140 se traduce la regla latina al francés y es aquí donde sufre transformaciones para algunos errores de traducción. Hasta 1163 hasta la promulgación de los retraits que constatan de 675 artículos en torno a los cuales se reglamentó la vida de los templarios, sumándose a la Regla. Por el contrario Jacobo de Vitry, (1170/1240) historiador, obispo de Acre (1226/1228) si nos ofrece más información sobre el número de caballeros, sus nombres y lo que es más importante su carisma, inusual hasta entonces que era la defensa de los peregrinos, nos cuenta asimismo ese acontecimiento en su “Historia orientalis seu hierosolymitana” con algunos añadidos no recogidos por Guillermo, como el compromiso de defender a los peregrinos de los asaltantes, a las caravanas de los bagaudas y los pozos de agua tan necesarias en los trayectos, este sería el carisma de la Hermandad. Estos caballeros se juntaron bajo el voto primigenio del cumplimiento de su misión original que no era otra que asegurar los caminos para los cristianos cuando visitaban Tierra Santa, no obstante al igual que Guillermo sus datos parten desde Nablus, anteriormente hay un silencio que obliga a teorizar en base a 48


datos concluyentes, solo interesó la hermandad a partir del reconocimiento, antes eran ignorados por completo ello debió ser porque no fueron los únicos que se dedicaron a poner su espada al servicio de la defensa de los débiles, solo que estos tuvieron mayor fortuna por sus “anclajes” sociales como hemos visto anteriormente. Lo que parece ser cierto es que al principio fueron nueve caballeros entregados al servicio de Dios y con expresa renuncia a su vida anterior en todos y cada uno de sus ámbitos.

8 º.- Referencias [1]El vocablo puede tener un doble origen, bien una raíz latina que significa «ladrón», bien una de origen céltico que significa «guerrero ». Aunque en su época se tendió a atribuir a este movimiento una mera finalidad de bandidaje, algunos autores reconocieron su carácter de revolución social. [2]Se dirigían desde Jerusalén a las riberas del río Jordán. Fueron asaltados y asesinados muchos de ellos, y el resto apresados y vendidos como esclavos, hecho que causó profunda impresión entre todos los latinos del reino de Jerusalén. [3] Read. Piers Paul. Os templarios. Ríos de Janeiro. Ed. Imago 2001. Pag. 102 [4] Los ortóquidas, una tribu pequeña turca asociada a los selyúcidas. [5]Balduino de Bourcq o Balduino II de Jerusalén fue uno de los l íderes de la Primera Cruzada que llegó a ser Conde de Edesa y después el segundo monarca y el segundo en usar el título de rey de Jerusalén. Era primo de los anteriores reyes, Godofredo y Balduino I de Bouillón. [6]En 1120 convocó el Concilio de Nablus junto al Rey Balduino II de Bourcq, rey de Jerusalén. Era tío carnal de Godofredo y Hugo de Saint-Omer. [7] No fue un concilio de la iglesia en todos los aspectos, pero no era del todo una reunión de la corte real, de acuerdo con Hans Mayer, dado el car ácter religioso de muchos de sus cánones, puede ser considerado tanto un Parlamento que un S ínodo eclesiástico. El acuerdo entre el patriarca y el rey fue similar al l del Concordato de Worms dos años después. [8] Durand, Julio César. Sobre los conceptos de “policía”, “poder de polic ía ” y “actividad de policía” (PDF). Comentario al dictamen de la Procuraci ón del Tesoro de la Nación del 13 de julio de 2004. Revista de Derecho Administrativo (REDA), N ° 51, Lexis Nexis. Consultado el 22 de junio de 2011 [9] Read. Piers Paul. Os templarios. Río de Janeiro. Ed. Imago 2001. Pag. 102 [10] se le denomina a la doctrina filosófica y religiosa que busca purificar el esp íritu por medio de la negación de los placeres materiales o abstinencia [11]Mayer, Hans Eberhard (octubre de 1982). Concordato de Naplusa . Revista de Historia Eclesiástica 33 (4): 531-543. [12] Helen Nicholson. Los Templarios. Ed. Crítica. Barcelona, enero 2010, Pág.41 [13] Helen Nicholson. Los Templarios. Ed. Crítica. Barcelona, enero 2010, Pág.48/49 [14] Francisco de P. Mellado. Enciclopedia moderna diccionario universal de la literatura, ciencias, artes, agricultura, industria y comercio. Ed. Madrid, calle de Sta. Teresa nº 8 y en Paris, Rue de Provence nº 12, año 1833. Tomo 26 pág. 824. [15] Historia de Malta y el Gozo. Frederic Lacroix. Ed. Imprenta Guardia Nacional. 1840. Barcelona. Pág. 65 [16] http://osj-cs.es/index.php/historia/8-orden-concepto-hospital [17]Demurger, Alain ( 2005) Les Templiers, une chevalerie chrétienne au Moyen Âge [18]http://www.osmtj.org/pdf/La%20Regla%20Primitiva%20de%20los%20Templarios.pdf ha sufrido varias intervenciones lo que pone en duda la originalidad de su

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transcripción. [19] No solo es gratuita esta afirmación sino que contradice a cronistas contemporáneos, donde anuncian, no solo el carácter canónigo sino tambi én la regla adoptada, la Agustina, amén de la imposibilidad de constituirse en Orden o congregación como reconocen sin la preceptiva regla, por lo que no deben tenerse en consideración esas afirmaciones que generalmente son producto de una falta de investigación exhaustiva sobre el tema. [20] Citas textuales de Tomás de Aquino, alguna refiriéndose a Agust ín de Hipona, y de otros autores en una página católica tradicionalista. [21]Encíclica Gaudium et spes 79, 4. [22] Sabiendo que la violencia genera violencia, el Papa busca que todos, especialmente los líderes del mundo: Presidentes, mandatarios, primeros ministros, representantes de diferentes organizaciones y agrupaciones digan NO A LA GUERRA, ¡NO! hasta que se agoten todos los medios diplomáticos y pac íficos, atendiendo los llamados a la paz, a la caridad, a la solidaridad, a la cooperaci ón internacional. http://encuentra.com/sin-categoria/juan_pablo_ii_y_la_guerra13352/ [23] De la loa a la nueva Milicia. De los soldados del Temple. Bernardo de Claraval, obras de san Bernardo. BAC Madrid 1947 pag. 1427/1464 Cap. III. Es un termino que introduce su autor para justificar la muerte de un infiel en la batalla cuando no hay otros medios para impedir el mal que comete. [24] Se refiere a la valoración positiva de un hecho condenado por la iglesia y no aceptado por los clérigos. [25] Helen Nicholson. Los Templarios. Ed. Crítica. Barcelona, enero 2010, Pág.58/59 [26] Manuscrito 39 del monasterio de san Millán de la Cogolla [27] Hay dos clases de profesión de votos, la simple o temporal (ad terminum) y una profesión solemne o perpetua (la monacal) [28] Su origen está en los capítulos catedralicios, llamados as í por el “canon ” o regla por el que Santa Elena había organizado la subsistencia y deberes de aquellos religiosos. los canónigos formaron comunidades viviendo juntos. Mayoritariamente, siguieron la Regla de San Agustín. Fueron el origen de algunas órdenes monásticas, que imitaron su manera de vivir. [29] Existen multitud de carismas o formas de vida religiosa dentro del catolicismo [30] Regla de San Benito que se centró en el trabajo y oración dentro del monasterio, generalmente a las comunidades que siguen esta se les llama de vida contemplativa [31] formado por frailes o monjas, tienen participación activa en el apostolado y viven de las limosnas. [32] Dom Columba Marmion, Christ the Ideal of the Monk, ch. VI. [33] Las Congregaciones Religiosas sólo hacen votos simples en vez de solemnes por lo que, estrictamente, no son Órdenes Religiosas. Sin embargo, su forma de vida y apostolado no se diferencian en mucho. Las congregaciones se rigen por unas normas o estatutos que reciben el nombre de constituciones. Las constituciones son establecidas por el fundador de cada congregaci ón y con el pasar de los a ños se pueden reformar. Cada congregación tiene una actividad espec ífica que responde a su propio carisma. [34]La idea estaba fijada ideológicamente por el agustinismo pol ítico (Civitate Dei -426-), fue reformulada y perfilada a lo largo de la Edad Media, sucesivamente por autores como Isidoro de Sevilla (630), la escuela de Auxerre (Haimo ón de Auxerre -865en la abadía borgoñona en la que trabajaban Erico de Auxerre y su disc ípulo Remigio de Auxerre, que seguían la tradición de Escolto Eri úgena), Boecio (892), Wulfstan de York (1010), Gerardo de Cambrai (1024) o Adalberón de Laon; y utilizada en textos legislativos como la llamada Compilación de Huesca de los Fueros de Aragón (Jaime I), y el Código de las Siete Partidas de Alfonso X el sabio, 1265. [35] Laurent, J. (ed.) (1911) Cartulaires de l'abbaye de Molesme, Tome II (Paris), 19, p. 26. [36] Leroy, Thierry P.F. Hugues de Payns La naissance des Templiers. The BookEdition, Paris, 2011

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[37] Cheminon Notre-Dame 1110, p. 42. [38] Este linaje está directamente emparentado con los descendientes de Dagoberto último rey Merovingio y los pone en relación con la dinast ía jesu ística o cr ística, protegida por el Priorato de Sion, del que dicen el temple constituy ó su brazo armado. [39] Foundation for Medieval Genealogy. Medieval lands. Central France, Comtes de Blois, de Charles Cawley y otro [40] San Ivo de Chartres, nacido hacia 1040 y muerto alrededor del a ño 1116, es un santo francés. Ivo de Chartres es uno de los personajes clave del conflicto que enfrentó al papado y al Sacro Imperio, la Querella de las Investiduras. Sostuvo que las investiduras no eran un sacramento, por lo que podían ser otorgadas por un laico. [41]migne, Patrología Latina, vol. 162, col. 251. [42]Orderic Vitalis, Vol. VI, Book XII, p. 253. [43] Les Seigneurs de Montagu I ES.III 660 [44]Chronica Albrici Monachi Trium Fontium 1125, MGH SS XXIII, p. 826. [45] Barber, Malcolm, «The origins of the order of Temple », en Studia Monastica, 12 (1970), pp. 219-240. [46]“Sin embargo, me veo obligado a admitir que me cuesta decidirme a ser privado, por una orden secreta de Dios, de su amable presencia, y nunca se ve con quien quería pasar mi vida derecho, si hubiera sido posible.” [47] Muere el 14 de junio de 1126 [48] Jacobo de Vitry y Guillermo de Tiro [49]Barber, Malcolm, «The origins of the order of Temple », en Studia Monastica, 12 (1970), pp. 219-240. [50]Juan Pablo Benito, articulo en facebook [51]http://en.wikipedia.org/wiki/Officers_of_the_Kingdom_of_Jerusalem [52] http://es.wikipedia.org/wiki/Hugo_de_Saint_Omer [53]Malcolm Barber, The New Knighthood: A History of the Order of the Temple. Cambridge University Press, 1994. Sean Martin, The Knights Templar: The History & Myths of the Legendary Military Order, 2005. [54]http://en.wikipedia.org/wiki/Officers_of_the_Kingdom_of_Jerusalem [55] (Del b. lat. vasvasor; éste de vassus vassorum, vasallo de vasallos, y vassus, del cimbro gwas, mozo, servidor.) m. Hidalgo infanzón. [56] The General Armory of England, Scotland, Ireland and Wales, de Sir Bernard Burke, Rey de Armas. [57] Read Piers Paul, Los templarios (1999), p. 101 [58]http://en.wikipedia.org/wiki/Officers_of_the_Kingdom_of_Jerusalem [59]http://en.wikipedia.org/wiki/Eudes_of_St._Amand [60]http://en.wikipedia.org/wiki/Gerard_of_Ridefort [61]Vide genealogía. [62]Alberto de Aix, Raymundo de Aguillers (capellán de Raimundo de Tolosa), Fulcher de Chartres, capellán y cronista de Balduino de Boulogne en 1097, posteriormente de Esteban de Blois. [63]“los caballeros usaron la ropa secular. Utilizaron la ropa tal como la gente … y se les asignó un hábito blanco (Troyes)” [64]Art. 57 de la Regla. Lo que significa que esta compa ñía armada de caballeros puede matar a los enemigos de la cruz sin pecar. Por esta raz ón juzgamos que deb éis ser llamados Caballeros del Temple. [65] Se llamaban Pollos a los nacidos en Jerusalén después de la libertad de la ciudad. Historia de Jerusalén M. de Poujoulat, traducido por Eugenio de Ochoa. Pag 533

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“La conquista de Sevilla ” Por Sebastián Carbajosa Castilla

1 º.- Cantabria, un encuentro casual A pesar de ser sevillano de adopción y natural de Huelva, ciudad limítrofe, nuestra historia comienza lejos de Sevilla, con un viaje (como no) y también con una anécdota: Aún de ruta en pro de enclaves Templarios, aquel día el equipo de “Non nobis, Domine”, mi esposa Soledad y yo, estaba de descanso: era lunes y estaban cerrados los monumentos nacionales, por lo que habiendo fijado nuestro centro de operaciones en Medina de Pomar, al norte de Burgos, decidimos irnos a la playa; la más cercana era Laredo, en Cantabria, a poco menos de 100 km. de allí y ya que disfrutaríamos de un bonito paisaje nos llevamos las cámaras. Efectivamente pasamos una despreocupada mañana en la hermosa villa cántabra hasta que tras el almuerzo, al tomar el café, repar é en el azucarillo… - ¡Señorita! –Llamé a la camarera. - ¿Le pasa algo al café, “Chiqui”? –Me preguntó mi mujer. - No, espera. ¡Señorita, por favor! - Dígame, caballero. –Por fin atendía mi impaciencia repentina la sorprendida camarera. - Perdone, ¿éste es el escudo de la villa de Laredo? - Creo que sí, pero le voy a preguntar a la dueña… un momento. -Se fue y cuando regresó respondió afirmativamente. - Y dígame, ¿en el pueblo hay una iglesia del siglo XII o XIII? –Volví a preguntar. - Eso sí lo sé, del siglo XIII, en el casco antiguo, arriba del pueblo. -Contestó. 52


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¿Y qué advocación tiene? ¿Disculpe? No, discúlpeme a mí, que a quién está dedicada. –Aclaré. ¡Ah! A Santa María. -Contestó, a lo que pedí la cuenta. ¿Qué pasa “Chiqui”, qué prisa te ha entrado? – me preguntó Sole. Creo que hay una iglesia Templaria en la villa, ¡vamos!

Le enseñé el azucarillo mientras subíamos a visitar la iglesia y a ún quedamos más sorprendidos cuándo mi esposa reconoció nada menos que ¡la sevillana Torre del Oro, en el escudo de una ciudad cántabra! La cosa prometía.

Efectivamente del siglo XIII, resultó ser la iglesia de Santa María de la Asunción, aunque con añadidos del siglo XVI y XVIII, y tuvimos suerte, tras una ceremonia de culto que se estaba celebrando, el sacristán atendió a nuestras preguntas. Cuándo le interrogamos sobre su posible procedencia Templaria nos comentó que, aunque no hab ía documentos al respecto, siempre se había sospachado: Un único caballero en un capitel quedaba como testigo mudo de esa supuesta procedencia, pero la prueba más evidente era la existencia de una iglesia Templaria a pocos kms. de Laredo, la iglesia de Santa Marina de Udalla.

2 º.- Ram ón de Bonifaz También le preguntamos acerca del escudo de la villa, del que ya algo nos habíamos documentado previamente en lo que aguardábamos a que acabase el oficio, gracias a distintas representaciones y explicaciones del mismo expuestas en el exterior del templo -posteriormente tuve la ocasión de hacerlo con más profundidad-, esto fue lo que resultó de nuestra investigación:

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El escudo de la villa de Laredo representa el río Guadalquivir y la sevillana Torre del Oro, flanqueada por tres navíos, de los cuales el situado en el centro luce en su vela una cruz roja de estética “pat é” y debajo de ésta la cadena que la unía con la otra orilla y que fue quebrada (de hecho, un fragmento de dicha cadena se guarda en la misma iglesia de Santa María de la Asunción), antes de acometer el puente de barcas. Dicho escudo está bordeado por la leyenda “ARMAS DE LA LEAL Y NOBLE VILLA DE LAREDO ” y sobre el mismo la corona española. Al parecer sustituyó al anterior a principios del siglo XVI y anterior

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anterior a principios del siglo XVI y no es una excepción, los escudos heráldicos de los puertos cántabros de Santander, Santoña, Comillas y San Vicente de la Barquera incorporan motivos similares, pero ¿por qué? La respuesta es, evidente-mente, Ramón de Bonifaz. Este marino de origen cántabro parece ser, ya que su apellido ubica su procedencia en Camargo, a pesar que la “Crónica General” de Alfonso X “el Sabio” nos dice que era burgalés, recibió de Fernando III el encargo de reunir una armada para coordinarse con el ejército en la toma de Sevilla, a principios de 1247, utilizando para ello las nombradas villas c ántabras, además de la de Castro Urdiales. Una vez reunida su flota, ésta se vio reforzada con más barcos en Galicia, llegando a ser de trece navíos más otras cinco galeras construidas en los astilleros de las citadas ciudades santanderinas, marchando en dirección sur, a nuestra empresa, El 3 de mayo, del año de nuestro señor, de 1248, Ramón de Bonifaz, reforzó con hierro las proas de las dos naves más gruesas de la armada que hab ía reunido (más que probablemente con la ayuda del Temple) y capitaneando él mismo la segunda, la Carce ña , construida en los astilleros de Santander, tras quebrar las cadenas de la Torre del Oro, embistió al puente de barcas que unía las murallas de la sitiada ciudad de Isbiliya con la alcazaba situada en el arrabal de Triana (hoy desaparecida), y que una vez conquistada por los cristianos habría de ser advocada a San Jorge. Tras ser debilitado por la embestida de la primera y roto por la segunda, la ciudad quedó aislada completamente, precipitando la rendición de la misma con la capitulación del emir Axataf el 23 de noviembre de ese mismo año ante el Rey Santo; hecho que le valdría a nuestro capitán ser nombrado Primer Almirante del Reino de Castilla y Le ón en 1950. Ramón de Bonifaz fallecería más tarde, en 1256, en la ciudad de Burgos. Se le inmortaliza, también en la capital hispalense, en la estatua ecuestre de Fernando III, concretamente en la base de ésta y a su diestra. Pero qué significa el detalle de la cruz, comprobamos que s ólo aparece en el escudo de Laredo, aunque, al parecer fue aquí, precisamente, donde Bonifaz fijó su centro de operaciones, a tenor de que algunos insisten en sus orígenes laredanos, ¿podrían nuestros Pobres Caballeros haber tenido algo que ver con la armada de Bonifaz? La escasez, casi ausencia de documentos de la época relativos a la empresa de Don Ramón (y obviamente más al Temple), nos obligan a conjeturar: probablemente sí, ya que los Templarios -muy comprometidos en la Reconquista , entendiendo ésta como lucha contra el musulmán55


poseían además una gran flota, de la que bien podrían haber prestado algunos barcos a la Armada Real. Pensemos que dieciocho navíos era una flota inmensa en la época y bastante difícil de reunir. La implicación, además, del puerto de Castro Urdiales , enclave que autores como Juan García Atienza o Jesús Ávila Granados, identifican como Templario y que tiene ruinas documentadas como tales, tal es el caso del Castillo de Allendelagua , así parecen verificarlo: De hecho, la primera nave que embistió el puente de barcas, la Rosa de Castro , provenía de este puerto. Ahora bien, la presencia de la cruz en el escudo (recordemos del siglo XVI), bien podría querer explicar esto, que podría estar aún documentado por entonces, o bien obedecer a la moda de dibujar cruces rojas en las velas conmemorando el entonces reciente descubrimiento de América, de finales del siglo XV, que aún teniendo una relación clara con el Temple, obedece a otra historia bien distinta a la que hoy les contamos. Sea como fuere, y siguiendo la moda de borrar a los Templarios de la Historia, en versiones m ás modernas del escudo acabó por borrarse la cruz roja de la vela del barco central.

3 º.- Santa Marina de Udalla Para terminar aquella intensa jornada que resultó ser ese lunes, nos desplazamos a la población de Udalla, en el municipio cántabro de Ampuero, a visitar la iglesia de Santa Marina, a todas luces Templaria, para contemplar una iglesia única, del siglo XIII, gótica ya, aunque con algunos de-talles románicos. Única por su constitución formada por dos naves paralelas rodeadas de contrafuertes, con techo s de bóveda de crucería y ábside partido en dos; para encontrar algo parecido hay que buscar en la iglesia mozárabe se San Millán de la Cogolla o en algún templo al sur de Francia. Sus orígenes Templarios quedan de manifiesto por las cruces y flores de lys ubicadas en los canecillos, entre cabezas huma-nas y de animales sobre todo; tambi én observamos cruces pata-das en alguna clave de bóveda que pudimos otografiar entre las nervaduras del propio pórtico de entrada al templo. Al contrario que en Castro Urdiales, tales orígenes no están documentados, aunque la hipótesis Templaria 56


f es perfectamente admitida entre los historiadores, más all á de la tradición. Una vez comentado el viaje que volvió nuestra atención hacia Sevilla, regresemos a nuestra ciudad: les relataremos los hechos y les presentaremos más personajes.

3 º.- Elegido por la Historia. Nacido en 1199, se discute si en Peleas de Arriba (Zamora) o Bolaños de Calatrava (Ciudad Real), Fernando III es coronado rey de Castilla en 1217 y de León en 1230, con la abdicación de su madre Berenguela, con lo que se unifican, definitivamente, ambos reinos. Desde su coronación como rey castellano, Fernando, hereda un reino fronterizo con una serie de taifas musulmanas, menguadas tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212), donde una combinación de ejércitos de Navarra, Aragón y Castilla, mandados éstos últimos por su propio abuelo pater-no Alfonso VIII, derrotaron a las fuerzas del emir 57


Muhammad An-Nassir. Tales territorios corresponde-rían a las extensiones actuales de Andalucía, Murcia y parte del Levante español aproximadamente. Ya en 1225, aprovechando las disputas entre dichos reinos de taifa, a la muerte del emir sevillano Abu Yacub Yusuf, el rey castellano se lanza a la conquista de Andujar, Martos y Baeza y tras ser elegido rey de León, toma Cazorla en 1231, Córdoba en 1236 y Murcia se rinde, siendo ocupada pacíficamente por su hijo Alfonso en 1243, los últimos reductos de resistencia en Murcia, como Cartagena, caen en 1244, figurando entre el contingente el Maestro Mayor de Santiago, Pelay Pérez Correa, del que hablaremos posteriormente. Jaén, tras años de ataques, no sería conquistada hasta 1246.

Pero Sevilla, era harina de otro costal, allí el emirato almohade de Abu Yacub Yusuf (quien por cierto había sido el artífice del puente de barcas que conectaba Sevilla con Triana y el Aljarafe en 1171), se había visto continuado en su hijo Abu Yusuf Al-Mansur, el cual construye la fortaleza del alto o castillo del mirador, llamada Azn Al-Xaraf, en un enclave cercano, en la orilla occidental del río Oued Al-Quevir, entre los años 1196 y 1197, este enclave ya habría sido ocupado por los almorávides un siglo antes, en tiempos del rey Al-Mutammid, quien a

menudo fijaba allí su residencia. Muerto Al-Mansur comienza la decadencia del emirato almohade, no obstante, los emires almohades se 58


suceden hasta el último: Abu Al-Ola, el cual, aliado del rey castellano, pagaba puntualmente a Castilla sus tributos, lo cual hacía inviable la conquista del reino. Fue a su muerte en 1232, tras una revuelta, que la ciudad expulsa a los almohades y cae en manos del rebelde Muhammad Yusuf Abu Uñd, entrando en una gran decadencia, hasta que finalmente pasa a ser gobernada por Abu Al-Hassan, más conocido como Axataf: El rey tenía la excusa perfecta y una vez conquistadas Córdoba y Jaén, marcha sobre Sevilla, pero su conquista no será empresa fácil…

4 º.- Preludios de un largo asedio En torno al verano de 1247, las tropas reales han tomado Carmona, Setefilla, Lora, Cantillana… toda la ribera norte del Guadalquivir, han llegado al vado de las cañas y han tomado la alcazaba de Alcalá del Río, aproximándose a su objetivo; en tanto que la armada de Bonifaz ha vencido a los benimerines en Sanlúcar de Barrameda y ha llegado a Qwaura, la actual Coria del Río. Entre las huestes del rey castellano-leonés se encuentran prácticamente todas las órdenes militares, nacionales y supranacionales: Santiago, Calatrava y Alcántara (ésta última en menor medida), incluso la portuguesa Avis, junto al Hospital y, como no, al Temple. Los Templarios, aunque no muy numerosos, ya que no lo eran en sí y además solían concentrar sus efectivos en Tierra Santa, venían de la recién conquistada Murcia, al mando del príncipe heredero Don Alfonso. Se da el dato curioso que, proviniendo de la recién creada encomienda de Caravaca de la Cruz, llegan a Sevilla luciendo sobre el hombro izquierdo de sus mantos la Cruz Patriarcal, a semejanza de la de Caravaca en lugar de la Paté, más habitual.

Fernando III se encuentra ante una ciudad bien defendida: fuertemente amurallada, con un castillo con barbacana, defensas fluviales poderosas como la terrible Torre del Oro y la Alcazaba de Gabir, que luego habría de llamarse Castillo de San Jorge y apoyado por la fortaleza cercana

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de Azn Al-Xaraf, la Alcazaba del Mirador, ante todo era preciso tomarla y esto habría de ser labor de la Orden de Uclés o Santiago y su Maestro Mayor:

5 º.- Pelay P érez Correa Tan controvertido como bravo, Paio Peres Correia, tal era su nombre, había nacido en Monte de Fralães, en el Concelho de Barcelos en 1205 y era por tanto portugués. Hizo carrera en la Orden de Santiago y ser Comendador de Alcácer do Sal, la mayor encomienda de la orden en tierras lusas, muchos fueron sus logros en tierras alentejanas, lle-gando a conquistar Ayamonte en el sur y Mérida en tierras extremeñas, lo que le valió primero el ascenso a comendador de Uclés, la casa central de la orden y posteriormente la sucesión en el maestrazgo a Rodrigo Íñiguez en 1242. En la frontera extremeña se hizo con posesiones en el sur de las actuales provincias de Badajoz y el norte de Huelva de las poblaciones denominadas “de León”: Segura, Fuentes, Calera y Arroyomolinos. 60


Altanero de carácter, llegó a decir que él conquistaría Sevilla por su cuenta si el rey fracasaba, en tanto que cuando el monarca le pidió ayuda para su empresa alegó preferir ir a luchar a Constantinopla, por lo que hizo falta convencerle para la gesta; aunque, hay que recordar que colaboró activamente con el infante Don Alfonso en la conquista de Murcia. Una vez llegados a las proximidades de Sevilla en el verano de 1247, toma el castillo de Azn Al-Xaraf (del que hoy sólo quedan sus murallas), apoyado desde el río por la flota de Bonifaz (tras la conquista de Sevilla, a pesar de haber sido tomado por la Orden de Uclés, fue cedido al Hospital, pasando a denominarse San Juan de Aznalfarache) y elimina toda resistencia en la orilla occidental. Fracasa, no obstante, junto a los infantes Sancho y Fadrique en el cerco al castillo fluvial de Triana, a pesar del uso de maquinaria pesada. El castillo, del que hoy nada queda, pues tras ser usado por la Inquisición fue transformado en el actual mercado de Triana, no habría de caer hasta la destrucción del puente de barcas, una vez m ás con la colaboración de Bonifaz.

Una vez conquistada la frontera occidental del río, estable-ce el campamento santiaguista en el Tamarguillo, desplazándose él mismo con parte de su hueste, por orden real, a sus citadas poblaciones al sur de Badajoz a fin de eliminar resistencias y asegurar suministros a los sitiadores por la Vía de la Plata, es en ese contexto, en torno a septiembre de 1248, que se produce la batalla de Tentud ía y el supuesto hecho milagroso: Ocurría en el sitio al Castillo de Montemolín, al parecer se libraba una fuerte batalla entre Santiaguistas y almohades que poco a poco se decantaba por el bando cristiano pero, viendo el maestre que la noche se echaba encima, dificultando la victoria, se echó rodilla en tierra emulando tiempos bíblicos y exclamó: “Santa Mar ía det én tu d ía ”, a lo que la Señora se apareció en los cielos, concediendo a Pelay Correa su deseo y con ello 61


la victoria. Sea como fuere, con la caída de Montemolín cayó el último apoyo norteño sevillano, la ciudad estaba a merced de las mesnadas reales, aunque para aquellas fechas, quedaba poco ya. Correa mandó construir un santuario en el monte más alto de la región, bajo la advocación de Santa Mar ía de Tud ía o de Tentud ía , siendo además citada en las “Cantigas” de Alfonso X, el “Sabio”, futuro rey a la muerte de Don Fernando. Pelay estaría de vuelta en Sevilla, sin embargo, para hacer ondear el pendón de Santiago una vez caída la ciudad. En el actual Convento de Tentudía, reposan desde 1510 los restos mortales de Pelay Pérez Correa, tras ser mandados trasladar allí desde Talavera de la Reina por Fernando el Católico, junto a los restos de otros maestres de Uclés, a pesar de que otras versiones nos dicen que fueron trasladados a Tavira, tal vez por esa absurda competencia con el país vecino, como vimos en entregas anteriores de “ Non nobis, Domine”, tal era el caso de la lápida de Vasco de Gama y Olivenza.

6 º.- El sitio Todo se prepara para un largo asedio que durará desde agosto de 1247 al 23 de noviembre de 1248, festividad de San Clemente. Hasta siete campamentos despliega Fernando III en torno a la ciudad de Sevilla, estando los principales en la dehesa de Tablada, donde se construye un puerto provisional para la flota, y en los jardines de la Buhaira; en este último, frente a la entrada de la Puerta de la Carne donde se hallaba la sinagoga que hoy es la parroquia de Santa María la Blanca, se establece tanto el campamento Templario como el Sanjuanista. 62


Había que asegurar, también, que la ciudad no recibiese ayuda de reinos colindantes, por lo que las diversas órdenes militares, como se ha explicado en el caso de Santiago, toman distintas poblaciones de la sierra norte, ocupándose los Templarios de las poblaciones onubenses limítrofes con el reino de Niebla. El sitio sobre la ciudad es relativamente silencioso: al contrario que con la alcazaba fluvial, no se empleó maquinaria bélica, ya que el monarca era consciente del valor, tanto arquitectónico como cultural, que tenían las edificaciones de la ciudad; de hecho, nos narra la tradición que los musulmanes fueron a derribar el minarete de la mezquita principal antes de su rendición, la conocida Giralda , amenazando el rey en cortar tantas cabezas moriscas como ladrillos faltasen en la misma. No obstante las incursiones de los sitiados para eliminar a los sitiadores eran numerosas y los combates debieron ser encarnizados. El campamento de la Buhaira era uno de los más atacados y en una de las celadas caen varios caballeros y un sinnúmero de peones, encontrando la muerte el infante Alfonso de Molina, ligado a la corte leonesa y simpatizante de nuestra orden, al parecer. Más adelante, en el fragor de la lucha, habría de fallecer también el maestre Templario, Martim Martins , decimocuarto maestre portugués y octavo que lo era de los tres reinos: Portugal, Castilla y León (ya explicaremos por qué), siendo 63


además el más joven que había accedido al cargo con sólo 25 a ños, éste fue sucedido por Gomes Ramires , quien entraría en la ciudad con el monarca castellano-leonés.

Es posiblemente por eso (aunque una vez más nos movemos en el ámbito de las conjeturas) dado que fue el hijo del rey, una vez le sucedió con el nombre de Alfonso X, el que reparte y nombra las distintas collaciones de la ciudad, que el lugar donde se estableció el campamento Templario recibe el nombre de arrabal de San Bernardo , santo fundador de la Orden, y casi podríamos presumir que all í se levantara alguna ermita o humilladero en las proximidades de la iglesia actual, advocada al santo y que es del siglo XVIII. Hasta nuestros días, cualquiera que sea el caso, llegan los ecos de esas gestas en los propios rótulos de las calles del barrio: “Campamento”, “Santo Rey”, “Tentudía”, “Valme” (en honor a la advocación que le da a Nuestra Señora el monarca), “Cofia” por cierta leyenda asociada al maestre de la Orden del Hospital de Jerusalén…

7 º.- Garc í P érez de Vargas Poco sabemos de este antiguas crónicas y de que prácticamente lo toledano y favorito del

maestre Sanjuanista a pesar de aparecer en ser incluso mencionado por Cervantes, tal es así que conocemos de este caballero de origen rey es de manos de la leyenda y tradición.

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La más conocida de ellas es la de la cofia, nombrada de la citada calle del barrio de San Bernardo: Al parecer se encontraba nuestro paladín, acompañado por otro caballero, en la dehesa de Tablada, cuando fueron rodeados por siete caballeros musulmanes; el caballero que lo acompañaba sintió miedo y lo abandonó, pero Garcí pidió las armas a su escudero, se las colocó y atravesó el cerco. Los musulmanes al reconocerlo ni le tocaron, entonces, Pérez de Vargas cayó en la cuenta de que al ceñirse el yelmo había perdido la cofia que siempre usaba porque era calvo, por lo que volvió a atravesar el cerco de vuelta para recogerla. Y dicen que el rey, que contemplaba la escena desde el cerro de Azn Al-Xaraf preguntó después al maestre quién fue el caballero que lo había abandona-do, pero Garcí nunca lo delató. Su vinculación a la Orden Hospitalaria parece quedar patente con otra leyenda: Hallándose con sus caballeros frente a la puerta de la calle Guadalquivir, derribada en el siglo XIX, bajo una lluvia de flechas, golpeó el portón con la espada exclamando “De San Juan te has de llamar ”, nombre que recibió la puerta hasta su derribo.

Hoy en día se inmortaliza a este aguerrido caballero en el lado izquierdo de la base de la estatua ecuestre del Rey Santo, en la Plaza Nueva de la ciudad, aunque su imagen, obviamente es una recreación fantástica.

8 º.- El final. Ya lo hemos relatado antes, el sitio no resultó del todo eficaz hasta la destrucción, por parte de Bonifaz del puente de barcas que unía Sevilla con Triana y por tanto con el Aljarafe, ya que por ahí era abastecida la ciudad, no sólo de víveres, sino de tropas de refuerzo. El puente había sido reforzado y cayó el 3 de mayo de 1248, como hemos relatado, tras derrotar previamente Don Ramón a la pequeña flota que defendía la ciudad, incluida una brulote, armada con fuego griego, y romper las 65


cadenas de la Torre del Oro, venciendo sus defensas; después caería el Castillo de Gabir. Hay que añadir que, tras la toma de la ciudad, el puente fue reconstruido, permaneciendo así hasta el siglo XIX que fue sustituido por el actual Puente de Isabel II que une Sevilla con Triana en el mismo lugar donde se hallaba el anterior. La ciudad capitular ía, como sabemos, el 23 de noviembre de ese mismo a ño, estableci éndose un plazo de un mes para el abandono de la misma por parte de sus pobladores musulmanes, hasta el 22 de diciembre en que Don Fernando entra victorioso en la ciudad.

Poco habría de durarle, sin embargo, la alegría a nuestro rey, que el 30 de mayo de 1252 fallece en el Alcázar de hidropesía, esto es hinchado de edemas; imposible hoy en día saber si a causa de una insuficiencia hepática o más bien renal o cardiaca. Fue sucedido en el trono por su hijo el infante Alfonso, quien habría de reinar como Alfonso X y ser conocido, por su gusto por ciencias y letras y ser creador de la Escuela de Traductores de Toledo , como “el Sabio”, éste será el encargado de terminar el reparto de tierras entre los distintos participantes en la conquista de la ciudad.

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El cuerpo incorrupto de su padre se conserva en la Capilla Real de la Santa Catedral, a los pies de la Virgen de los Reyes, conservados en una urna de plata. Muchas son las leyendas en torno a Fernando III que acabó siendo canonizado en el siglo XVII por el papa Clemente X, merced a un milagro, legendario precisamente, que pasamos a relatar.

9 º.- Sta. Mar ía, diversas advocaciones Corría el año de 1248 y hallándose el rey con sus tropas en el Cerro de Cuartos, en la cercanía de la dehesa de Tablada, consciente de la dificultad de su empresa y del abatimiento de sus tropas, invocó a la Virgen con estas palabras, según recoge el historiador Santiguista del siglo XVII Ortiz de Zúñiga: “V áleme, Se ñora, que si te dignas hacerlo, en este lugar te labrar é una capilla, en la que en tus pies depositar é como ofrenda, el pend ón que a los enemigos de Castilla y Le ón y de nuestra Santa Fe conquiste! ”, añade la leyenda que entonces mandó a Pelay Correa (precisamente) que clavase su espada en el suelo, de la que brot ó un manantial, la Fuente del Rey , que sirvió para calmar la sed de sus tropas. Una vez conquistada la ciudad el rey cumplió su promesa y construyó una ermita bajo la advocación de Santa Mar ía de Valme , en recuerdo de la súplica y que permaneció allí hasta el siglo XIX, en que una epidemia obligó a trasladarla a la parroquia de Santa María Magdalena, de la cercana población de Dos Hermanas, donde 67


permanece, siendo además patrona de la localidad. En el proceso de canonización de Don Fernando también se barajó la posibilidad de incluir el milagro de la aparición de Nuestra Se ñora de Tentud ía de la que hemos hablado. La Virgen de los Reyes es una talla gótica de cuerpo entero y a tamaño real que fue donada al Rey Santo por su primo, el rey Luís IX de Francia, en conme-moración a la toma de Sevilla y al protagonismo que Nuestra Señora tuvo en la misma. La talla, aunque totalmente articulada, se conserva sentada y guarda los restos de nuestro monarca castellano leonés en la Capilla Real de la Santa Catedral. Sobre ella podemos leer en latín “PER ME REGES REGNANT ”, o lo que vendría a ser lo mismo: “Por mí los reyes reinan” o “Los reyes reinan gracias a mí”, en clara referencia a la toma del reino de Sevilla. Finalmente, de las muchas advocaciones marianas de la capital hispalense, no nos gustaría despedirnos sin hablar de la desaparecida Virgen de Atocha , ésta virgen negra, que anduvo situada en un arquillo en pleno compás Templario, como no (compás del que ahora hablaremos) desapareció tras ser trasladada al Sagrario por motivo de obras que trajeron consigo el derribo de dicho arco -traslado por cierto envuelto en polémicas- y nunca más se volvió a saber de ella; más allá de las conjeturas esta vez, aún sin poder dar más datos, la imagen hoy en día debe hallarse en manos privadas, resultado, más que probable, del expolio de arte religioso al que ha sido sometido nuestro patrimonio.

10 º.- El reparto Fue llevado a cabo, como dijimos, por Alfonso X, entre todos los participantes en la toma de Sevilla, incluidas todas y cada una de 68


las órdenes militares y fue concluido en 1253. Sería largo de relatar en nuestro trabajo, ya extenso, por lo que nos referiremos a las principales órdenes mencionadas: -

Santiago, recibe terrenos situados en torno al actual Convento de las Mercedarias.

-

San Juan, recibe un compás entre la calle Torneo y la calle Guadalquivir, en torno a la derribada Puerta de San Juan, la población extramuros de San Juan de Aznalfarache y la Alcazaba en el Alto ya fueron cedidas por Fernando III en febrero de 1248.

-

El Temple recibe extramuros la población de Fregenal de la Sierra (que habría de incorporarse más tarde a la baylía de Jerez de los Caballeros), fincas en el Campo de Tejada y la Alquería de Rastiñana, en la actual Escacena, provincia de Huelva. Intramuros se le otorga un compás en la llamada Collación de Santa María y que se extendería desde las calles García de Vinuesa a Tetuán y desde el Arenal hasta la Plaza de San Francisco, estando su convento principal y su sede por tanto en la calle Pajería, actual calle Zaragoza, la extensión correspondiente a la actual Plaza Nueva y ayuntamiento serían utilizados como huerta.

Ante todo aclarar que un compás es una zona de jurisdicci ón propia, dentro de la población, y libre además de ciertas cargas impositivas, hay que recordar que algunas órdenes, como el mismo Temple, estaban sólo bajo el mandato propio y del Vaticano. De todas maneras, en el siglo XIII, huyendo de la visión céntrica que hoy tenemos de la zona, estaríamos hablando de una abadía cisterciense, situada en una zona 69


despoblada de la ciudad, si bien próxima al Alcázar y a la Mezquita Mayor y limitada por la muralla y la Puerta del Arenal. Existía, también, intramuros una laguna situada en la ubicación de la actual Plaza de Molviedro y Calle Castelar que limitaba dicho compás en la zona limítrofe al río. Todavía hoy, en nuestros días permanece parte del convento de los Pobres Caballeros gracias a una inquilina de excepción, nada menos que Teresa de Cepeda y Ahumada, ya que compró provisionalmente el solar, lo cual tuvo como contrapartida la mala prensa que la santa dio a la ciudad, debido a que los terrenos, cercanos a la zona portuaria como estaban, eran propios de lupanares y casas de lenocinio, además de hallarse sucios por estar poco o nada pavimentados. De ésta época nos llegan voces en la denominación de las calles que se hacen eco de la antigua abadía cisterciense: “Encomienda”, “Mesón de los Caballeros”, “Atocha”, “Compás de la laguna”…

Actualmente las calles por las que transcurría el compás Templario son: Gamazo, Zaragoza, Padre Marchena, Quirós, Doña Guiomar, García de Vinuesa, Carlos Cañal, Plaza de Molviedro, Castelar, Mesón de los Caballeros, José de Velilla, Alvareda, Plaza Nueva, Tetuán, Harinas y Joaquín Guichot.

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11 º.- Templarios en Sevilla,

extra ños en Castilla

Como ya recoge mi amigo y compañero Juan Antonio Romero Gómez en su obra “Los Templarios en el Reino de Sevilla”, Alfonso X fue posiblemente el más pro-Templario de los monarcas castellanos y leoneses. Ya desde que era príncipe fue imprescindible la ayuda prestada por la Orden en la conquista de Murcia y tras la toma de Sevilla su relación con los Templarios llegaba incluso a la amistad personal con muchos de ellos, tal vez hubo más escondido tras las brumas de la Historia, esa maldita Historia que a menudo nos hace tan difícil el seguimiento de su pista. Tal es así, que existen distintos documentos, recogidos en la citada obra, donde los freires firman como testigos del rey en distintas concesiones y privilegios. Y es que los Templarios estaban en la Corte, estaban en la Corte en Toledo, donde tenían sede en el Castillo de San Servando y casa en la calle de la Soledad y estaban en la Corte en Sevilla, donde a menudo acompañaban al rey en el Alcázar, según se puede observar en el libro de Alfonso X “Libro de ajedrez dados y tablas”, donde en una de las ilustraciones vemos jugando con otro Templario al propio XVI maestre portugués y décimo de los tres reinos, Paio Gomes , quién había sucedido a Gomes Ramires a su muerte en 1251.

Prueba de esta devoción a la Orden por parte del monarca, m ás allá de las fuentes consultadas, la obtuve personalmente en la Iglesia de Santa Ana , en el sevillano barrio de Triana, al otro lado del río y extramuros, por tanto. Allí observé o quise observar la única huella en piedra del paso de nuestros freires por Sevilla, dejen que les explique:

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Al parecer, estando el rey en Sevilla enfermó gravemente de uno de sus ojos, bien pudo ser de glaucoma agudo, el terrible “dolor del clavo ” pues una vez más según Diego Ortiz de Zúñiga: “Sufría de fuerte dolor y a punto estuvo de perderlo”, los médicos no encontraban remedio, por lo que se encomendó a Santa Ana y dicen que curó milagrosamente. En gratitud por su curación, Alfonso edificó este templo en 1276, en Triana, entre las calles Pureza, Bernardo Guerra y Pelay Correa. Lo

primero que llama la atención es su estructura almenada que hace pensar que se concibió como una capelli militia o estructura fortificada a la manera en que los Templarios edificaban muchas de sus iglesias. Su construcción interior, en tanto que gótica, también tiene elementos mudéjares, que se dejan ver claramente en el empleo del ladrillo con generosidad. Dentro de la decoración interior, por no alargarnos, junto a u Retablo Mayor donde se representa a la Santa Abuela con la Virgen y el Niño, se recuerda también a las patronas de la ciudad y se hace referencia a Nuestra Señora del Rocío, culto que comenzó nuestro Rey Sabio, pero la sorpresa se halla a ambos lados del pórtico principal o del Evangelio, que esta formado por siete pares de columnillas con capiteles rematados por motivos vegetales y sus correspondientes arquivoltas, sobre el que vemos el escudo de Castilla y 72


León; así como en el interior, alrededor de todo el templo: ¡La iglesia est á repleta de cruces patadas! Finalmente, una antigua placa, entre el pórtico y la cruz situada a su izquierda conmemora la curación milagrosa del rey que motivó la construcción del templo.

No obstante la devoción profesada a nuestra Orden por el Rey Sabio, que podríamos hacer extensible a su padre Don Fernando (prueba de ello es que le hubiera hecho concesiones tras conquistar Córdoba, incluso sin participar en la toma de esta ciudad), los Templarios no gozaron de muchas simpatías ni en el reino castellano ni en el leon és por diversas razones, entre las que se encuentran el mayor apoyo a órdenes locales como Santiago, Alcántara o Calatrava, como no –de hecho, el abandono por parte de nuestros freires de la plaza de Calatrava que motivó la fundación de dicha orden fue un acontecimiento difícil de perdonar por los castellanos-. El que la Milicia Templaria estuviera siempre corta de efectivos y concentrada fundamentalmente en Palestina y el mayor apoyo prestado al vecino reino de Portugal tampoco contribuían mucho a que se viera con buenos ojos al Temple en estas tierras, especialmente cuando el quinto maestre portugu és, Lopo Fernandes , contraviniendo la norma de la Orden que impide el 73


enfrentamiento entre cristianos, participa en el cerco a Ciudad Rodrigo contra el rey de León Alfonso IX, lo que trajo consigo la supresión de los maestres castellanos y leoneses hasta que en 1210, en vísperas de las Navas de Tolosa, se engloba el cargo de los tres reinos: Portugal, Castilla y León, en el séptimo maestre portugués (y primero de los tres) Gomes Ramires . Tales precedentes, unidos al secretismo de la Orden y a pesar de la admiración profesada a ésta por Alfonso X, motivaron que éste les colocara un espía, de entre sus más fieles servidores, el cual, llegó a decir al rey que prefería la muerte antes que confesar lo que hab ía presenciado en su periplo Templario, tal era el miedo que le produc ía delatar los movimientos del Temple. La razón, posiblemente, era una vez más los roces con el reino de Portugal; en aquel momento por motivo del Algarve, en manos castellanas. En esa ocasión, no obstante, tal vez por la amistad que unía al rey castellano con el maestre Paio Gomes , tal vez por el estricto cumplimiento de la norma Templaria por parte del mismo o por ambas cosas, el maestre prefirió dimitir antes que enfrentarse a su amigo, resolviéndose la situación con su sucesor, el decimoséptimo maestre portugués Martim Nunes , de una forma pacífica: el Algarve sería para Portugal a cambio del apoyo Templario a Don Alfonso en sus campañas andaluzas.

Alfonso X “el Sabio”, muy apreciado en nuestra ciudad por ser, junto a Fernando III y Pedro I, uno de los tres reyes más sevillanos, es reconocido hoy por haberle donado a la plaza la leyenda “NO8DO ” de las armas menores de su escudo (en oro sobre campo carmesí). Existen varias interpretaciones sobre su significado, aunque, una vez más, nos movemos en el campo de la ficción: Según la interpretaci ón cl ásica, se leería “NO-madeja-DO”, queriendo referirse el monarca castellano leonés a la fidelidad que la villa mantuvo en la lucha por la sucesi ón que le enfrentó a su hijo, el infante Don Sancho: “Sevilla no me ha dejado ”. Estudios más recientes, como los realizados por el autor local Emilio Carrillo Benito en su libro “El NO8DO de Sevilla: Significado y origen”, lo quieren relacionar, al igual que ocurre en ciudades como Londres, con las iniciales de “Nomine Domine”, siendo la madeja emblema del esotérico nudo gordiano . Modestamente y para terminar, me pregunto, después de haber visto el “8 ” s ímbolo del infinito (y de la reiteración, por tanto) en más de un enclave Templario 74


(recordemos por ejemplo la iglesia de São João Baptista en Tomar), si el monarca no nos querría haber transmitido su vinculaci ón al Temple escondiendo tras el emblema las tres primeras palabras del Salmo 115: “Non nobis, Domine”.

12 º.- Bibliograf ía Libros

- “Los Templarios en el Reino de Sevilla ”, Juan Antonio Romero Gómez, 2º edición corregida y ampliada, editorial Vitela, 2011. - “El Legado Templario”, Juan G. Atienza, Ed. Swing, 2007. - “Calera de León y su Monasterio de Tentudía”, Manuel Blanco Megías, autoeditado e impreso en Imprenta Castro, Zafra, Badajoz, 1992. - “Noticias relativas a la Historia de Sevilla, que no constan en sus Anales, recogidas de diversos impresos y manuscritos ”, Justino de Matute y Gaviria, 1828, Ed. Renacimiento, edición de 1982. - “El NO8DO de Sevilla: Significado y Origen ”, Emilio Carrillo Benito, R.D. Editores, 2005. Audiovisuales - “Historia de Sevilla, Vol. 4, Del Rey Santo al Rey Justiciero ”, Diario ABC, Dep. legal SE-4747-06, 2006. En la red - www.wikipedia.org - www.degelo.com/sevilla/sev16.htm - www.sanjuandeaznalfarache.net/historia1.htm

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“Los Templarios en la I Reconquista de Almer ía ” Por Fuensanta Santos de la Rubia

Cuando se me sugirió interesante.

el tema de

esta conferencia me pare-ció

Duele profundamente lo poco que , por uno u otro motivo se ha investigado sobre nuestra historia; y fue entonces, cuando al encontrar documentación; realmente me pareció de lo mas fascinante, enriquecedor y, un reto personal. en primer lugar porque desde las distintas fuentes salvo datos concretos…… parecía estar investigando tres historias distintas, una la de Caffaro, otra la de Alfonso VII El Emperador y otra la de Ramòn Berenguer IV; las tres apasionantes pero distintas; y, en donde en los tres anales consultados, los templarios apenas tenían protagonismo; además solo conservaron la plaza diez años ¿diez años?¿los monjes soldados que entre sus obligaciones estaba la de morir ante el enemigo antes de rendirse? ¿ recién fundada la orden y abandonan una plaza?. No, aquí algo no se contaba , ocultaba o se omitía.

se

Eso es lo que me ha llevado a un recorrido por Cartularios, Diplomatarios, Crònicas y Poemas medievales, y este es el resultado.

1 º.- Fundaci ón de la Orden del Temple: En 1118 los nueve caballeros crean la Orden y se instalan junto al palacio de Balduino II en las ruinas del Templo de Salomón. En 1127 Hugo de Payens y cinco de sus caballeros, financiados por Balduino II, y con una carta del Rey a Bernardo de Claraval, vuelven a Europa para recabar apoyos y 76


solicitar la fundación oficial de la Orden y aprobación de su Regla de Vida, al año siguiente ya los Templarios recibían donaciones en Espa ña y Portugal y, se convoca por el Papa con el apoyo de San Bernardo el Concilio de Troyes. En 1129 despuès del Concilio, Hugo de Payns, nombra a Payen de Montdidier Maestre Provincial de parte de Francia y Flandes y a Hugo de Rigaud Maestre de los territorios del Languedoc , la Provenza y los reinos hispanos. Es preciso encuadrar de la Reconquista de Almeria los el contexto histórico.

Protagonistas y

Los protagonistas de la Conquista de Almeria fueron: Alfonso VII el Emperador, Ramòn Berenguer IV Los Templarios las Flotas de Gènova y Pisa. No hay duda de que, La I Reconquista de Almeria , fue parte del sueño de Alfonso VI I, de unificar todos los territorios bajo su Imperio, y reconquistar las tierras ocupadas por los Sarracenos; hijo del Conde Raimundo de Borgoña y de Doña Urraca, hija de Alfonso VI de Castilla la casò con solo doce años con el Conde Borgoñes, en 1107 queda viuda , y casa de nuevo con Alfonso I El Batallador, rey de Navarra y Aragón. La boda de Urraca y Alfonso el Batallador debía dar estabilidad a los dos reinos ya que, Alfonso I era soltero y no tenia descendencia, si el matrimonio no hubiese sido un completo fracaso plagado de intrigas por ambas partes. De hecho, Alfonso VII fui coronado rey de Galicia en el año 1111 gracias a su madre y la oposici ón de su padrastro. En 1135, es coronado Emperador, como monarca de toda Hispania y pretendiendo que los demás reinos y señoríos le debían reconocer como soberano; se confederò y recibió vasallaje de parte de Don Garcia Ramirez , Rey de Navarra.

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Se casó con la hermana de Ramon Berenguer IV, llamada Berenguela, con esta boda frenaba los afanes expansionistas del Batallador.

2 º.- Pero existen antecedentes del Temple en Espa ña: Alfonso I el Batallador fue sin duda el primer impulsor de las órdenes militares similares a las Cruzadas en Espa ña, hacia el a ño 1122, organiza la Cofradia de Belchite , militar y religiosa a la imagen de la recién configurada en Jerusalem.

En el año 1124, Alfonso I crea otra orden en Monreal del Campo la Orden de Monreal, que, poco a poco absorvió a la Cofradía de Belchite. Estaban integradas por soldados voluntarios y monjes y, hasta el año 1126 fue su cofrade Mayor Galindo Sanchez y a partir de 1128 Lope Sánchez. Así se crea la Militia Caesa-raugustana, confirmada por Alfonso VII en el Documento de Montearagòn, conservado en el Archivo Histórico Nacional, y en el que se le asigna a la Militia el Castro de Belchite, que luego seria donada al Temple. Alfonso I El Batallador, no tenia hijos, e hizo un polémico testamento en el año 1131 en el que dejaba por herederos a las tres òrdenes militares existentes en su época: 78


Los Hospitalarios de Jerusalen, al Santo Sepulcro y a los Caballeros del Temple, tras su muerte en 1134 se produce una crisis a causa de dicho testamento que, quedó sin efecto y repartiéndose el reino entre Aragòn que proclamò Rey a Don Ramiro el Monje y los territorios navarros a Don Garcia Ramirez. Ramon Berenguer IV heredó el Condado de Barcelona tras la muerte de su padre, y casó con Petronila,

la hija de Ramiro II de Aragòn cuando èsta solo tenia un año, aunque la boda realmente tuvo lugar en 1150, si le aportò este com-promiso, el poder sobre Aragòn y el título de Principe; también ingresó al igual que su padre en el Temple, aunque “miles ad terminum”, caballeros que no tomaban los votos en su totalidad, teniendo una categoría inferior a los Caballeros Templarios y servían por un tiempo limitado. Lo que sí demostró Ramón Berenguer fue ser un hábil negociador, se propuso mediar en el conflicto testamentario de El Batallador e instaurar el Temple en España, median-te cartas enviadas a Jerusalen, solicitando de Roberto de Craon, Gran Maestre, el envío de diez freires para organizar y dirigir a los soldados, en ella manifiesta su voluntad de ingresar para servir al Temple y, establecer la Orden en Hispania para combatir a los Sarracenos, en esta carta les otorga la ciudad de Daroca para tal fin con todos sus señoríos así como los castillos de Ola y Belchite ,terrenos en Zaragoza y una casa en Barcelona que ya les había entregado por medio de Arnau de Bedos. En 1133, Ramòn Berenguer con la aprobación de sus barones dona a la Orden del Temple el Castillo de Barberà de la Conca , en las manos de Hug Rigald y Arnau de Bedos, frateres templarios que le ayudan en la lucha contra los infieles. 79


Arnau de Bedos, también aportó al Temple, donado por su padre, Ramon Arnau de Bedos diversas propiedades, (un mas situada en Sant Sadurni de Planeses llamado Montalt, otro denominado el Mas Costa y un alodio en Bus y el mas de Riba Rabiosa, en Sant Julia de Vilatorta y Figuereles.) Ramón Folc, hijo de los vizcondes de Cardona también ingresó Orden del Temple en dicho año 1133.

en la

Mas tarde, reúne el Conde de Barcelona y Príncipe de Aragón, en Septiembre de 1143 a los Nobles y Obispos de Barcelona y Arag ón a los Templarios Hugues Rigault, uno de los fundadores de la Orden y Maestre de Languedoc, y Pere de Rovira , primer Maestre de la Corona de Aragón y Provenza, y cinco monjes, Ot ón de San Odmerio, Hugo de Bezánis, Pedro de Arzacho, Berenguer de Ceriñola y Arnaldo de Forciá, que acompañaban a los Maestres Templarios; y firman el documento llamado La Concordia de Girona,

por la cual èl compensa la renuncia a la herencia de Alfonso I El Batallador a cambio de diversas donaciones al Temple, como el Castillo de Monzón, el Castillo de Mongay, Chalamera y Barbera con todas sus posesiones, Remolins y Corbins, entre otros privilegios y rentas; entre los firmantes de este documento del lado de Ram ón 80


Berenguer, se halla un jovencísimo Arnau de Torroja, que seria tarde Gran Maestre del Temple de Jerusalén.

mas

Ramòn Berenguer IV, implicaba así a los Templarios en las campa ñas de defensa y reconquista de los territorios ocupados; el asentamiento en las encomiendas eran parte de este objetivo, además de las razones económicas de desarrollo y gobierno de dichos territorios; a cambio los Templarios de España ayudaban en las campañas comandadas tanto por Berenguer IV como las de Alfonso VII, aunque la implantación en los reinos del Emperador fuè mas lenta y mas tardía. Al respecto es de resaltar que Ermengol VI Conde de Urgel, dona al Temple el Castillo de Barberà de la Conca,por medio de Ramón Berenguer, además de un hombre por cada uno de sus castillos y Villas, este noble catalán y los templarios de sus territorios participaron con las tropas de Alfonso VII en la batalla de la Conquista de Almeria en el año 1147, como estipulaban las negociaciones de la donación reflejadas en los Pergamins del Arxiu Contal III. Posteriormente , en 1135, Garcia Ramirez, monarca de Navarra, hacìa donación al Temple de la villa de Novillas, cuya Iglesia había sido donada al Temple por el Obispo de Zaragoza 11 años antes. El Temple en la península estaba organizado en dos estructuras, la provincia de Provenza Cataluña Aragón y la Provincia de Portugal que, mas tarde se dividiría en Por- tugal y la provincia de Castilla León. En Las provincias a la cabeza está el Maestre provincial, representante del Gran Maestre de Jerusalem, y desde éstas se estructuran las Bahilias, donde se regentan las propiedades y derechos en las diversas comarcas y por debajo de estas las pequeñas encomiendas ambas regentadas por el Comendador Mayor, el Comendador o Preceptor.

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3 º.- ¿C ómo se gesta

la Cruzada de Almeria?

A finales del siglo IX, la ciudad mas importante de la Babia de Almeria era Pechina, una torre vigia en la Alcazaba vigilaba y controlaba la actividad de toda la zona. La flota califal llevó a cabo campañas contra Cataluña, el Midi francés e Ifriquiya, el puerto mas importante de Túnez en el año 945. En el 955 Abd al-Rahman III rodea la ciudad con una muralla de piedra, levantando la Alcazaba sobre las ruinas de una fortaleza anterior; construye la Mezquita Mayor y una calle que la atravesaba de Oeste a Este, la calle Real de la Almedina. Durante los siglos X, y principios del XI, tiene lugar el periodo de mayor crecimiento; la Taifa de Almeria se extendía desde la zona de Valencia hasta confines de la Mancha. Los habitantes de Pechina se fueron trasladando paulatinamente a la nueva ciudad de Almeria,en donde empiezan a florecer las artes, la poesía , la literatura, se intensifica el comercio marítimo, sobre todo la industria de los mármoles de Macael, el hierro, la forja, y la alfarería, el comercio de las telas de lujo, sedas, y brocados de oro y plata. Al-Idrisi, ( cartógrafo, geógrafo y viajero hispanomusulmán 1100, 1165 ) relataba que en Almeria existían unos 800 telares y talleres de tejidos ricos y a su puerto llegaban embarcaciones de Alejandr ía y Siria, Almería era todo un emporio comercial e industrial, aunque también mercado de esclavos y guarida de piratas , la Isla de Alboran fue refugio de Alborani, pirata que asolaba los puertos del Mediterràneo.

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Toda esta riqueza , que rivalizaba con los puertos de Pisa, Génova y Barcelona, el asedio de los piratas a las armadas cristianas ,y la propagación de la fè fueron la excusa o motivo que hizo que el Papa Eugenio III, presionara a la flota de Pisa y Génova, y fuerzas europeas a iniciar una cruzada contra los puertos españoles en manos árabes, Menorca, Almeria y Tortosa, Bendiciendo la empresa con la bula “Divinam Dispensatione” que garantizaba a los participantes las indulgencias reservadas a los Cruzados de Tierra Santa. Tan importante fue la Cruzada española que, en la Catedral de Génova , se ordenó pocos años después y dirigidos por Caffaro, la pintura de unos frescos relatando precisamente la toma de Tortosa, Menorca y Almeria, y existe también un epígrafe conmemorativo en la Porta Soprana de Sant` Andrea. Para Alfonso VII, la motivación que le impulsó a emprender la conquista de Almeria era bastante diferente a la de Genoveses y Pisanos, para el Emperador la expansión territorial y la ambición de poco a poco ir recuperando todos los territorios de Al Andalus en manos musulmanas, para su su motivo mas importante.

Imperio era

Almeria era para Alfonso VII la Perla que adornar ía su Cetro Imperial, como deja entrever el “Tratado de Tudillen”, firmado en 1151 entre el Monarca y el Conde Ramón Berenguer IV, en el cual se repartían las tierras de Navarra, y se atribuìa el derecho a la reconquista en exclusiva del resto de los territorios en poder de manos sarracenas, y a cambio le concedía al Conde de Barcelona las tierras de Valencia, Lorca, Murcia hasta el Castillo de Lorca y ”no mas a partir de allí”.

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4 º.- ¿Qui én Almeria?

promueve

realmente

la

conquista

de

Era corriente en esos tiempos la petición de ayuda de los monarcas españoles a fuerzas extranjeras a cambio de parte del botín obtenido. Con respecto a la campaña de Almeria existe un documento fechado a primeros del año 1146 donde el Comù de Gènova se ofrece a enviar sus ejércitos en ayuda de Ramón Berenguer IV para la conquista de Tortosa, Baleares y, de Iberia Almeria, a cambio de un tercio de lo conseguido. En el mismo año Ramón Berenguer IV, les contesta aceptando el trato y,señalando que el Emperador estaba de acuerdo con lo propuesto por el Cónsul de Génova, estableciendo que, prime-ro seria la Campa ña del Emperador y a continuación Tortosa y los territorios insulares; lo que cuestiona la versión de la iniciativa del Papa pues, a tenor de los documentos se deduce que Ramòn Berenguer IV y Fernando VII ya habían parlamentado sobre la conquista dado que ambos contaban con la ayuda de los Templarios ya instalados en España, no olvidemos con el fin de combatir a los sarracenos, según toda la documentación existente………….. y del papel de “contratados” de la Armada Genovesa. Juan Lopez Martín en su libro “La Iglesia de Almeria y sus Obispos”, afirma : “ los Genoveses se presentan como llamados por la Santa Sede en la empresa contra los sarracenos de Almeria movidos por la exhortación del Papa Eugenio III, el cual accedió a la petici ón de Alfonso VII y preocupado por la cristiandad en Hispania escribió a los de Gènova persuadiéndoles para la Cruzada Internacional de Almeria” Según Caffaro, el Cònsul y cronista genovés de la contienda, y otros que se nutren de sus Anales, los promotores fueron los genoveses llamados por el Papa, lo que está fuera de duda es la intervención de Eugenio III; la cuestión es preguntarnos que fue lo que movió al Pontífice a tomar la decisión de impulsar la Cruzada espa ñola, en primer lugar hay que tener en cuenta todas las fuerzas, políticas, de tropas, humanas , materiales y económicas que tuvieron que movilizarse para el éxito de la Campaña de Almeria, y todas las conversaciones previas con el resto de los Nobles españoles e incluso con Portugal, necesariamente hay que convenir que esto no se consigue en tres meses y menos con los medios de comunicación existentes en la época. 84


Caffaro no refleja en su obra el acuerdo los genoveses:

que pactaron

Alfonso VII y

El Emperador habría de pagar a la flota Genovesa 20.000 morabetines de oro por las máquinas de guerra que tenían que traer al cerco, los genoveses dirigi-rían sus naves encabe-zando y detrás las del Conde de Barcelona , ya que la flota catalana no estaba plenamente preparada para la guerra, lo que está reflejado en el documento citado por Mª Teresa Ferrer y Mallol, en su obra “La Corona Catalano-aragonesa y Casti-lla, siglos XII al XIV. Don Gerònimo Zurita cronista de la Corona de Aragòn le atribuye directamente la iniciativa a Alfonso VII, haciendo referencia a la reunión que tuvo con el Príncipe de Aragón y todos los nobles de los territorios cristianos en San Sebastián para tratar de la Cruzada Almeriense, a principio del año 1146. La Crónica de Alfonso Emperador dice que, el 23 de Mayo de 1147 Alfonso VII terminaba de recibir a todas sus mesnadas en Toledo para iniciar la contienda de Almeria—El Obispo Arnaldo exclama :

No en vano —le decía el obispo a la soberana— se van a reunir los caudillos hispanos y francos, por mar y por tierra para guerrear contra los moros. Lo que contradice la presunta sorpresa que se llevó el Emperador en Baeza ante la visita de los de Gnova, esta visita se produjo porque Alfonso se estaba retrasando en la fecha prevista. En la Conquista de Almeria, se encontraron, olvidando de mo- rencillas y luchas terri-, perfectamente descritos tanto en la Chronica Adefonsi Imperatoris como en el Poema de Almeria atribuidos al Obispo Arnaldo, todos los Prelados de Toledo y León que marchaban exhortando a las tropas, animándolos con la promesa del botín del triunfo y con la absolución de todos los pecados, y los Nobles de los distintos territorios aliados, Navarra, Galicia, Asturias, Portugal, ect.

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También venían otros Caballeros Templarios procedentes de la Cruzada Francois Jouffroy, Rodolph Trench y Guillem Hek, mencionados por Santiesteban en su Historia de la Alcazaba de Almeria. Con Ramón Berenguer IV Conde de Barcelona y Príncipe de Arag ón, llamado El Santo, vinieron a la contienda almeriense, además de Caballeros Templarios y de la Orden de San Juan de los Hospitalarios, lo mas granado de la nobleza aragonesa y catalana. Con los aliados de Gènova, vinieron los cónsules Ansaldo de Auria, Balduino, Felipe de Lamberto, Oberto de la Torre, Ingo de Volta y Ansaldo Pizo, los Caballeros Otton de Bonvillano, Guillermo Pella y Vasallo, y el cónsul Caffaro, que escribió la crónica “De Captione de Almeria et Tortuose” La flota Pisana estaba constituida por el Conde Ugo Visconti Cornolo, y su Teniente Bonocorsso de Settino. Guillermo VI, señor de Montpelier también contribuyó con parte de su flota a la Gesta Almeriense.

5 º.- La Contienda de Almeria La flota de los Genoveses y Pisanos la componían 63 galeras, más 163 naves. Al llegar al Cabo de Gata, el cónsul Balduino que dirigía la expe-dición se adelantó con 15 galeras y los barcos de la flota de Ramón Berenguer IV, que desembarcaron en la Bahia desde entonces llamada “de los Genoveses” y empezaron a guerrear con los musulmanes que, según dice Caffaro murieron a miles, mientras aguardaban la llegada del Emperador.

86


La flota catalano-genovesa en la Bahia y las tropas alfonsinas, llegaron hasta las murallas de Almeria, Alfonso VII instala su campamento junto a las murallas, que fueron asaltadas por doce puntos distintos, tras una fuerte resistencia 10.000 habitantes pudieron huir hacia Murcia y otros 20.000 se refugiaron en la Alcazaba muchos de estos fueron masacra-dos, Alfonso VII destruyó la mayoría de las industrias de la ciudad, y no quiso negociar paz alguna, el 17 de Octubre de 1147 tras tres meses de asedio caía la ciudad. Almeria fue saqueada y devastada, los soldados se repartieron gran parte del botín, los nobles se llevaron la mejor parte; se cuenta que los Genoveses no quisieron llevarse con ellos mas que una fuente de cristal precioso verde, unos dicen que de esmeralda , pero es de cristal egipcio donde, según la tradición, Jesús sirvió el cordero en la última Cena, el Sacro Catino objeto de gran veneración hoy en Gènova. Pero lo cierto es que también arrasaron con parte de los famosos telares de Almeria, y, según Clairo de Fabio, profesor de la Universidad de Génova, la iglesia de San Jorge de esa ciudad, tuvo hasta 1537 las puertas de bronce de la mezquita de Almería. Alfonso VII se llevó parte de la Gran Mezquita que fue a parar al Monasterio de las Huelgas de Burgos y ricos tejidos que los que se confeccionó la famosa casulla de San Juan de Ortega. El Conde Ramòn Berenguer partió para Barcelona con las espectaculares puertas de la Puerta Pechina forrada de cuero de buey y tachonada con clavos de bronce, unos dicen que fue a parar a la Capilla Vieja de la Universidad Antigua de 87


Barcelona , hoy

desaparecida y otros

la colocan en las ciudad la Puerta

murallas

de

la

de Santa Eulalia, en la famosa y desaparecida Portaferrisa. Los famosos telares de Almeria fueron desmontados y repartidos entre los y ó Berenguer IV, muchos artesanos fueron capturados y utilizados como esclavos , hombres , mujeres y niños. Alfonso VII dejó al mando de la fortaleza del Cerro de San Cristobal a los caballeros templarios Francois Jouffroy, Rodolph Trench y Guillem Hek, como teniente de Almeria a Ponce de Cabrera, y de la parte Genovesa Otton de Bonvillano junto con mil soldados. Los Genoveses se marcharon a los dos años escasos, en 1151, y Ponce de Cabrera y sus tropas se fueron antes porque en el año 1150 tom ó parte con Fernando VII en el asalto a Córdoba, sin éxito y al a ño siguiente ponen sitio en Jaén. Y los Templarios se quedaron al mando de Almeria, construyeron las cuatro torres de planta semicircular defensivas en el fuerte de San Cristobal, en el Cerro de mismo nombre donde persisten otras tres torres musulmanas todas junto a los restos de la muralla del barrio de la musalla que desde el otero desciende a través del Barranco de la Hoya hasta la ciudad. Pero perdieron la plaza diez años mas tarde, en 1157, ante los ataques de los almohades , ‘Abd al Mu’min que había ocupado Granada envió a su hijo el príncipe Sid Abu Sa‘id ‘Utmán, ordenándole seguidamente que se apoderase de Almería. Y, aunque los templarios pidieron la ayuda del Emperador ante la imposibilidad de recibir el auxilio de Fernando VII que , con sus tropas vino a socorrerlos pero tuvo que retirarse dejándolos a su suerte, moriría apenas tras-pasado el paso 88


de Despeñaperros. Los Templarios Francois Jouffroy, Rodolph Trench y Guillem Hek, murieron a manos de los musulmanes cubriendo la retirada del resto de sus hermanos de la Orden.

la ayuda Barcelona territorios Orden de libro II.

A los Templarios y Hospitalarios de la Orden de San Juan, que vinieron con Ramón Berenguer, por recibida en esta batalla, el Príncipe de Aragón y Conde de les concedió algunas Villas y Castillos en Aragòn con sus , como lo refleja Narcis Felix de la Peña, Caballero de la Santiago, en su libro Anales de Cataluña y ep ìlogo Breve,

6 º.- Conclusiones: La Cruzada de Almeria partió del deseo de Alfonso VII el Emperador de reconquista de los territorios ocupados por los musulmanes, y, utilizó mediante el Obispo Arnaldo y todas sus dotes diplomáticas y de poder para conseguir el apoyo de todos los aliados en la Gesta y la bendición papal. Los templarios asentados en Aragòn y Cataluña participaron con Ramòn Berenguer IV , tanto en la defensa de las fronteras, como en la reconquista de los territorios ocupados por los musulmanes, iban junto a las tropas del príncipe de Aragón y Conde de Barcelona y sus barones como así lo atestiguan las numerosas donaciones que fueron recibiendo tras las contiendas , de las que existen suficientes datos en los diferentes cartularios y diplomatarios, tanto por parte del Conde catalán como de los numerosos nobles y señores de su territorio, unos adheridos al temple de forma parcial, otros como cofrades y muchos por tener familiares entre las filas templarias, por lo que se puede decir que, la mayoría de los templarios participantes en la toma de Almeria vinieron al lado de Ramón Berenguer IV en la Cruzada del Emperador. Acompañando a Fernando VII Temple, la falta de nombres en debe a que, igual los Anales de propio cónsul protagonista de la

también participaron caballeros del las diferentes crónicas, claramente se los Genoveses escrita por Caffaro el participación italiana, que, por cierto 89


no menciona a la flota de Pisa en su relato, como el Cantar de Almeria, una loa a la grandeza del monarca leones, ten ían un fin propagandístico para atribuirse la gloria, mas que un relato meramente descriptivo de la Cruzada. Por otra parte , es de resaltar que, destacando a los Maestres provinciales o territoriales, cuando un caballero entraba en la orden, dejaba de ser protagonista para pasar a ser un caballero templario sujeto a los votos de pobreza y anonimato. Los documentos respecto a estos que se conservan son los de las escrituras de las dotes que las grandes familias aportaban al Temple cuando uno de ellos ingresaba en la Orden. Al contrario que en Tierra Santa, las batallas contra los infieles no partían de los Templarios, si no era por defensa ante los ataques, en España las iniciativas de las batallas eran de parte de los diferentes soberanos de los territorios en su afán de conquista. Almeria después de ser conquistada se queda prácticamente con los templarios que quedaron al mando y los caballeros que estaban bajo sus órdenes, ya que los italianos y los castellanos, marcharon con sus fuerzas al poco tiempo. Tras una conquista, siempre ha habido una repoblaci ón; Almeria quedaba, asolada, sin la mayoría de sus industrias operativas , sin el comercio por mar que la había hecho prosperar y ser una ciudad rica, con sus habitantes diezmados y , en una situación bastante precaria, No hay documentos que acrediten que en los diez años que fuè gobernada por el Temple, estos recibieran mas ayuda ni de hombres ni de medios por parte de Alfonso VII, empeñado en seguir reconquistando territorios de Al Andalus, mas que en hacerlos fuertes y consolidarlos; ni del señor de la Plaza que, en teoría era Ponce de Cabrera, en conclusión los Templarios quedaban en un medio hostil y sin recursos para ganarse la confianza y el respeto de los masacrados y expoliados habitantes de la ciudad; sin medios para reflotar su desarrollo, suficiente motivo para comprender que la perdieran , aunque la defendieron con su sangre.

7 º.- Bibliograf ía

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1/ Carta de Ramón Berenguer. Documentación La fundación de Monreal y la Militia Christi; e Historia de los victoriosissimos antiguos Condes de Barcelona escrita por Francesc Diago 2/ Concordia de Girona 3/AHN. Secc. Òrdenes Militares carpeta 663/2. 4/ España y Gènova, obras, artistas y coleccionistas. Piero Bocardo. 5/MANRIQUE, A., Cisterciensium seu verius Eclesiasticorum Annalium a condito Cisnero, T. II pág. 56. 6/3. Cf. els dos documents del tractat de Gènova amb Alfons VII de Castella del mateix any 1146 a I Líbri Iurium delia Repubblica di Gènova, 1/6, Ministero per i Beni e le attivit à culturali, 2000, doc. 932 i 933, p. 3-7. 7/Agustin Ubieto Arteta, en su trabajo cofrades aragoneses y navarros del Temple , citando el códice 691 del Cartulario del Temple del AHN. 8/ Historia de Almeria. Cap.17 Conquista de Almeria

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92


93


Biografía de los autores

:

Juan Ant. Cabezos Martínez Catedrático de Instituto, 35 años de experiencia. Licenciado en Geografía e Historia

por la Universidad de La Laguna

Licenciado en Derecho por la Universidad de Murcia Master en urbanismo y planificación del territorio por la UCAM. (Murcia). Master en Teología por la Universidad de Murcia. Fundador de la revista de pensamiento " Intelectuales". Presidente de la Asociación de Geógrafos e Historiadores de Enseñanzas Medias de la Región de Murcia. Director de I, II y III Congreso sobre la Identidad de Murcia. Colaborador del portal educativo Contraclave. Acadèmico de Honor de la Brasil”

“Academia Municipalìstica do letras de

José María Fernández Núñez FORMACI ÓN ACAD ÉMICA Diploma Cruz Roja sobre asistencia humanitaria a prisioneros de guerra, expedido en Madrid el 1 de mayo de 1991. Titulo Licenciatura en Historia , expedido en Zaragoza el 7 de julio del 2000. Otros títulos y diplomas académicos de menor importancia 94


Historiador e Investigador

del mundo prerromano

Conferenciante EXPERIENCIA PROFESIONAL Autor de varios libros de historia, en algunos de ellos se incluyen ciertos aspectos de la Orden del Templo en la Corona de Aragón.

Títulos; Misticismo en el Maestrazgo. Vistabella a un pas del Çel. Vistabella Histórica. Los héroes sin nombre, los cofrades del Santo Sepulcro en los Sitios de Zaragoza, dos tomos, XXIV premio de la Asociación Cultural los Sitios de Zaragoza del 2009. Historia novelada Amanece el pasado, ambientada en la Orden del Temple.

Colaborador

con

los

equipos

de

Policía

Judicial

(Guardia

Civil)

Transcripción paleográfica del título de ciudad concedido por Alfonso V el Magnánimo a la ciudad de Borja. Datación e identificación de elementos recuperados de expolios en yacimientos arqueológicos. Autor de varios libros de historia, en algunos de ellos se incluyen ciertos aspectos de la Orden del Templo en la Corona de Aragón.

Sebastián Carbajosa Castilla. Diplomado en Enfermería, estudios de Antropología.

Redactor de la revista digital "MISTERIOS y Fenómenos Insólitos", 95


creada y dirigida por nuestro fráter Fernando García Rodríguez, donde me he especializado en artículos sobre profecías y Templarios, de los freires a través de una sección creada en la revista, llamada "Non nobis, Domine", he dado un par de conferencias sobre los artículos allí publicados y he sido galardonado por una de ellas en Isla Cristina, por la SEIP,

a finales del pasado año, también he colaborado en varios

programas de radio, hace algunos años en "Voces del Misterio " y en un par de ocasiones pàra "Caleidoscopi" en Torre de l'Aire. También tengo, como sabes, un par de blogs donde recojo mis publicaciones..

Fuensanta Santos de la Rubia San Baudilio de Llobregat,

Barcelona

Miembro de la Orden Soberana de Damas y Caballeros del Temple. Coordinadora

de Andalucía de la Asamblea Internacional Templaria.

Investigadora autodidacta sobre la implantación del Temple en Andalucía y la simbología de los Pobres Caballeros de Cristo. Trabajos: Sobre El Llibre de Caballería de Ramòn Llull, El Cuadrado Mágico del Temple, La Simbología

Conferencia: Acadèmica

de la Espada.

Los Templarios en la I Reconquista de Almer ía. de Honor de la

“Academia Municipalìstica do letras de Brasil”

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CONTRAPORTADA "La

Revista

trimestral,

Grial

editada

Hermandad Caballeros

El

y

será

difundida

Soberana del

una

de

revista por

la

Damas

y

Temple OSMTJ-ESPAÑA,

y, según los eventos se editaran números Especiales..............Este Especial

de

la

primer

Revista

El

Grial

número se

ha

dedicado íntegramente a la publicación de una

parte

impartieron

de

las

Conferencias

durante

las

que

Jornadas

se del

Temple en Andalucía, obviamente , el resto de las Conferencias se publicaran en el II Numero Especial, seguramente si Dios lo quiere ya entrado el año 2015, a primeros de Febrero. Síguenos en

HERMANDAD SOBERANA DE DAMAS Y CABALLEROS DEL TEMPLE

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