
4 minute read
Bauma y los márgenes de la maquinaria
Aquellos que se han paseado por la última edición del salón muniqués de Bauma habrán visto que había bastantes espacios vacíos tanto en la zona exterior con en los pabellones. Algo totalmente impensable, salvando la edición del volcán, en una feria que ha contado con lista de espera en prácticamente todas las ediciones pasadas. Cierto es que los últimos retazos de la pandemia, que todavía genera miedos a determinados grupos sociales a la hora de reunirse en espacios cerrados, y los visitantes chinos, que siguen recluidos en su país, han marcado determinadas ausencias que han afectado directamente tanto al número de visitantes como de expositores.
Si además se añade el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, también puede haber influido de una forma directa en lo que a visitas y metros cuadrados de exposición se refiere, pero ¿realmente ha afectado tanto como para que haya habido un descenso en el número de visitantes de cerca de un 30% y un número todavía sin identificar de expositores ausentes?
Advertisement
Analizando todas las variables, es complicado dar una respuesta a esta pregunta. Por un lado, se encuentra la sobresaturación de eventos que tienen lugar en el mundo. Los encuentros de las diferentes y múltiples asociaciones nacionales, regionales y locales, entre los que se encuentran las diferentes asambleas, congresos, premios, encuentros, etc.; los eventos similares de algunos grupos editoriales; los de los importadores de maquinaria; las jornadas de puertas abiertas de los distribuidores de todas las marcas; los congresos técnicos de los colegios profesionales y los actos de las universidades son solo una parte donde las empresas tienen que afinar su puntería para estar presentes de la forma más rentable con sus presupuestos de marketing cada año más exiguos.
Por otro lado, no hay que olvidar que el margen que había hace unos cuantos años por cada máquina vendida era amplísimo. De ahí que las acciones de marketing que se llevaban a cabo eran realmente impresionantes, algo que hoy en día es impensable. De hecho, actualmente se venden equipos con un margen simplemente de varios miles de euros, lo que hace de las inversiones en las grandes ferias de muestras algo difícilmente afrontable.
Es por ello que muchos grandes fabricantes de maquinaria se hayan
replanteado su presencia en estas ferias masivas y estén destinando sus inversiones a eventos más pequeños, singulares, nacionales y con una mayor cercanía al cliente final.
Eventos tan largos como Bauma, con una semana completa de exposición, se vuelve un verdadero tormento para los expositores, sin hablar de los precios de los hoteles y la restauración. Para el visitante recorrer más de 600.000 metros cuadrados de zona expositiva también se vuelve una locura, que muchas veces se plantea sin realmente compensa.
El problema de estas grandes ferias parte de que hoy en día los múltiples y variados canales de comunicación existentes hacen que el cliente final se encuentre informado al minuto de cada movimiento que hace su proveedor de maquinaria. Por lo tanto, las ferias de muestras no son ya el punto de encuentro donde el fabricante mostraba los prototipos y reunía a sus clientes para adelantarles noticias; son simplemente un lugar de exposición donde ver las máquinas físicamente. Otro aspecto importante, más allá de que el cliente final busca encuentros más reducidos en el tiempo, máximo entre 3 y 4 días, es la necesidad de contar con eventos técnicos paralelos, algo que gusta mucho y que asocia la maquinaria a proyectos y desarrollos. Así, los congresos donde se atraen a los técnicos de las empresas, asociado a una zona expositiva, están teniendo mucho más tirón entre las empresas
patrocinadoras y expositoras que, por ejemplo, una Bauma de una semana.
Esta situación, que va a hacer replantearse a los recintos feriales cómo organizar ferias, buscando un atractivo nuevo tanto a expositores como a visitantes, es cuestión de tiempo. Cuanto menos masivas sean las ferias, menos largas y más específicas, posiblemente el éxito será mayor. Parece que éstas son las claves que marcan los comentarios habidos en muchos stands de Bauma, no queriendo esto decir que un evento como Bauma tenga, ni mucho menos, los días contados, máxime cuando este organizador de ferias se encuentra a la vanguardia en todo tipo de aspectos relacionados con el mundo ferial.
Ferias de otros países, como es el caso de Hillhead en Inglaterra, SIM en Francia o Smopyc en España, al tratarse de eventos más reducidos y enfocados a clientes nacionales, también les afecta esta situación pero de una forma mucho más reducida, no teniendo en ningún caso que replantearse inmediatamente su gestión en función de cómo viene el futuro.