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El mercado de los grupos móviles en 2021

2019 (48 unidades), a un 23,81% en 2020 (63 unidades) y a un 12,5% en 2021(72 unidades).

En el año 2007 salieron al mercado 417 unidades, para pasar en 2008 a 199 equipos vendidos, lo que significa un cambio de tendencia y una caída del 52,27%. El año 2009 fue prácticamente igual de crítico, con un decrecimiento hasta las 94 unidades (47 de trituración y 47 de clasificación), lo que supone un descenso del 52,77%, un valor similar a la caída de 2008. En 2010 se vuelve a marcar un mínimo desde que se comenzó con el intercambio de datos de grupos móviles: 54 unidades, 25 de trituración y 29 de clasificación, lo que supuso otra caída del 42,55% respecto al año anterior. Los datos del año 2011 marcan otro mínimo con una tendencia descendente muy acusada: 35 unidades, 10 de trituración y 25 de clasificación son las ventas que indican otra caída del 35,18% con respecto al año 2010. El año 2012 se caracterizó por las pocas unidades vendidas y por el todavía mayor descenso en el porcentaje de las ventas. Fueron 11 unidades, todas de clasificación, lo que supuso una caída de un 68,57% con respecto al ejercicio 2011. Pero si bajo parecía el mercado en 2012, el siguiente ejercicio, el 2013, marcó el mínimo. En dicho año se entregaron nuevas o de primer alquiler en el mercado solo 6 unidades (1 de trituración y 5 de clasificación), lo que supuso otra caída, en esta ocasión, de más del 45%.

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Si se hace un acumulado desde el año 2007, en el que se vendieron 417 unidades, el descenso fue de más del 98,56%, encontrándose el mercado de las ventas en el 2013 en el 1,43% de lo que fue su momento más álgido.

Sin embargo, en 2014 la tendencia cambió. Se comercializaron 13 equipos (5 de trituración y 8 de clasificación), lo que son 7 más que en 2013 y 2 más que en 2012. Aunque no fue un despegue muy fuerte, esto supuso un incremento de más del 216%,

En 2021, habiendose superado la pandemia, se ralentiza la venta de grupos móviles por el gran problema mundial que hay de falta de componentes, problemas con los fletes e incremento de los precios de las materias primas, lo que llevó a que aumentara el precio de los grupos móviles y que a los tiempos de entrega se sumaran varios meses sobre los ya habituales. 72 grupos móviles supone el 17,26% de los equipos que se vendieron en 2007. Es decir, queda todavía un gran crecimiento para llegar a un mercado de 200 unidades, que sería lo normal en un país como España por su extensión, población y necesidad de obras

lo que viene a confirmar el punto de inflexión. En 2015 mejoró el sector un 7,7%, lo que marcó una ligera tendencia positiva, pero en líneas generales se trataba de un mercado muy plano con poco crecimiento. En 2016, el incremento fue de un 42,85%, es decir, de seis unidades más con respecto al año 2015, un valor que continuaba siendo ridículo en lo que a número de máquinas se refiere, aunque mejoraba porcentualmente año tras año, muy alejado todavía de los montantes que imperaban hasta el año 2007.

2017 fue algo muy parecido a 2016. Se produjo un incrementado del porcentaje de las ventas hasta el 80%, pero el número de unidades nuevas o de primer alquiler puestas en el mercado solo fue de 36 equipos. 2018 continuó con la misma tendencia. Es decir, un incremento ligero, que no alcanzó el 17%, seis unidades más vendidas que en 2017 y unas cifras totales de 42 equipos, 20 de trituración y 22 de clasificación. Este montante significó el 10,07% de los equipos totales que se vendieron en 2007.

En 2019, el crecimiento descendió hasta un 14,3%. Se pasó de las 42 unidades de 2018 a las 48 de 2019, de las cuales 18 fueron de trituración y 30 de clasificación.

En 2020, pese a que el resto de líneas de maquinaria había caído por la pandemia, los equipos de trituración y clasificación crecieron un 23,81% con respecto al ejercicio anterior. De los 63 equipos entregados, 25 correspondieron a unidades de trituración y 38 a clasificación.

En 2021, habiendose superado la pandemia, se ralentiza la venta de grupos móviles por el gran problema mundial que hay de falta de componentes, problemas con los fletes e incremento de los precios de las materias primas, lo que llevó a que aumentara el precio de los grupos móviles y que a los tiempos de entrega se sumaran varios meses sobre los ya habituales. 72 grupos móviles supone el 17,26% de los equipos que se vendieron en 2007. Es decir, queda todavía un gran crecimiento para llegar a un mercado de 200 unidades, que sería lo normal en un país como España por su extensión, población y necesidad de obras.

EL MERCADO DE LOS GRUPOS MÓVILES

Intentar hablar de las tendencias de un mercado con pendiente ligeramente ascendente desde hace ya varios años, como la que tiene España, es complicado. Se trata de un sector que no termina de despegar y, por lo tanto, las ventas son muy erráticas con escasas tenden-

cias marcadas. La calidad de los diferentes equipos, el servicio de las casas comerciales o el vínculo con el comercial de una determinada empresa ha pasado a un segundo plano, siendo el precio de los equipos el factor que determina las ventas en la mayoría de los casos. Esto hace que aquellas empresas que tengan equipos en stock, capacidad financiera y puedan ofrecer un buen precio serán los que sin duda se están llevando las operaciones. Además, hoy en día también están teniendo mucho éxito aquellas empresas que ofrecen alquiler de equipos con opción a compra, una alternativa que para muchos productores es una opción muy interesante.

El alquiler puro está siendo en los últimos años otra opción para muchos clientes, pues cuentan con un equipo durante el tiempo de realización de la obra y lo devuelven sin tener que preocuparse de un inmovilizado hasta la siguiente obra. Al cabo de los meses, los distribuidores reciben devueltos los equipos, que se ponen a la venta como unidades de segunda mano o vuelven a ser alquiladas. Teniendo en cuenta la situación actual de mercado, donde hay importantes obras en marcha, hace que el alquiler de equipos siga creciendo cada vez con más fuerza, siendo varios los importadores de grupos móviles los que tienen equipos actualmente en alquiler. No hay que olvidar que el alquiler es muchas veces el canal de venta de un grupo móvil. El cliente quiere unos meses de alquiler iniciales con opción a compra para comprobar que la maquinaria seleccionada es la indicada para los trabajos que desarrolla, cerrándose, por lo tanto, la adquisición al cabo de unos meses.

También es cierto que la mentalidad de muchas empresas está cambiando, como ocurrió hace ya unos años en el resto de Europa, y el alquiler de la maquinaria comienza a ser algo mucho más frecuente, imputándose como un gasto a la obra y olvidándose de inversiones iniciales, amortizaciones, mantenimientos y venta final del equipo.

En los tiempos de crisis o de ventas exiguas, como los actuales, la comercialización de unidades de segunda mano es lo que sigue funcionando relativamente bien. Las gangas encontradas en eventos, como las subastas de Ritchie Bros., permiten la salida al mercado de grupos seminuevos con precios inferiores al 50% y 60%. También sale al mercado en estos eventos mucha chatarra. Hay muchos distribuidores que compran unidades de segunda mano fuera de España (Inglaterra es un gran mercado de maquinaria de trituración y clasificación de segunda mano) para venderlas en el mercado nacional, siendo este un segmento que crece anualmente.

En España, en el 2021, al igual que ocurrió de 2012 a 2020, se ha caracterizado por ser un año donde gran parte de la venta de equipos móviles se ha centrado en la maquinaria de segunda mano, pese a que año tras año crecen las ventas de unidades nuevas. La comercialización de equipos usados subió de forma interesante en los años de crisis y de ligera recuperación, teniendo cabida en el mercado tanto las unidades seminuevas como los equipos con muchas horas y no en tan buen estado.

El alquiler puro está siendo en los últimos años otra opción para muchos clientes, pues cuentan con un equipo durante el tiempo de realización de la obra y lo devuelven sin tener que preocuparse de un inmovilizado hasta la siguiente obra. Al cabo de los meses, los distribuidores reciben devueltos los equipos, que se ponen a la venta como unidades de segunda mano o vuelven a ser alquiladas. Teniendo en cuenta la situación actual de mercado, donde hay importantes obras en marcha, hace que el alquiler de equipos siga creciendo cada vez con más fuerza, siendo varios los importadores de grupos móviles los que tienen equipos actualmente en alquiler

GRUPOS MÓVILES POR NATURALEZA

En cuanto a la naturaleza de los grupos móviles, en 2021 siguen domi-

En el estudio de los años anteriores se decía que en los últimos ejercicios se apreciaba en España, en lo que a la red de distribución se refiere, una atomización de las empresas comercializadoras. Hace unos años eran pocas las empresas que importaban y vendían los grupos móviles en España

nando las unidades vendidas sobre cadenas. En esta ocasión, todos los equipos de los 72 comercializados ha sido sobre cadenas, por lo que el 100% es sobre cadenas, igual que en 2020 y 2019, frente al 97,6% de 2018, 100% de 2017, 95% de 2016, el 100% de 2015 y 2014, menos del 91% de 2013, algo más del 63% en 2012 y el 65% del año 2011. Se trata de equipos de trituración y clasificación automarchantes, es decir, montados sobre cadenas y que cuentan con un motor que genera una traslación propia. Los equipos sobre patines y skids no tuvieron cabida en España en los ejercicios del 2014 al 2021, frente al 9% de 2013, el 36% de 2012 y el 35% de año 2011, siendo equipos utilizados fundamentalmente en el sector del reciclaje y/o en labores de trituración y clasificación en espacios reducidos o confinados.

En el estudio de los años anteriores se decía que en los últimos ejercicios se apreciaba en España, en lo que a la red de distribución se refiere, una atomización de las empresas comercializadoras. Hace unos años eran pocas las empresas que importaban y vendían los grupos móviles en España. Sin embargo, en los últimos años muchas empresas matrices buscan que las ventas sean realizadas por distribuidores zonales independientes. Es decir, les interesan empresas de menor tamaño que abarquen menos extensión de zona geográfica y que, por lo tanto, tengan más controlado el territorio que conocen. De esta forma, se interpreta que se llega mucho mejor al cliente final y se pierden menos operaciones. En cualquier caso, esta opción, que hasta antes de la crisis era la más utilizada, se sigue resintiendo mucho con la situación económica actual, pues los pequeños distribuidores regionales o zonales son los que más sufrieron la crisis y los que siguen soportando la lenta recuperación que tiene lugar desde el año 2013. Además, son tan pocas las unidades que se venden en España que este modelo de pequeños distribuidores zonales es difícilmente sostenible en la actualidad.

Pese a esta tendencia cada vez más fuerte, la mayoría de las ventas en España de los equipos móviles todavía en este 2021, se han realizado por importadores nacionales que cuentan con la distribución de sus correspondientes marcas para todo el territorio nacional.

LAS VENTAS POR SECTORES

Los grupos móviles sobre cadenas se comercializan en tres sectores fundamentalmente: explotaciones mineras, reciclaje y contratistas. Este año 2021 las 72 unidades que se han vendido han tenido un reparto relativamente parejo en los sectores de minería y reciclado, mientras que se ha ralentizado fuertemente el de contratistas. Concretamente, han sido 33 en el sector de las explotaciones mineras, 29 en el de reciclaje y 10 en el sector de los contratistas.

El sector de las explotaciones mineras, donde se incluyen las canteras, graveras y las propias explotaciones de mineral, se ha incrementado con respecto al año anterior, alcanzando las 33 unidades. Las canteras y graveras, con la caída del sector de la construcción, se encontraban muchas al ralentí, con una producción reducida en muchos casos al 20% y

30% o en una situación realmente difícil, cuando no paradas y muchas incluso cerradas y desmanteladas. Sin embargo, el repunte que está teniendo lugar desde 2015 ha llevado a que muchas explotaciones mineras de áridos estén suministrando material como consecuencia de la demanda de algunas grandes ciudades y zonas costeras. Por lo tanto, sigue el crecimiento de los equipos móviles en las explotaciones, mientras que en aquellas que ya contaban con unidades móviles se ha adquirido más consumible por el incremento en la producción que han realizado en este ejercicio.

El sector del reciclaje, con 29 unidades vendidas, está de moda, como consecuencia de la economía circular. Esta subida se debe a que el repunte de la construcción en las grandes urbes ha arrastrado al sector de las demoliciones y se han comercializado grupos móviles tanto para trabajos in situ en los propios derribos como para la valorización de los residuos de construcción y demolición en las plantas de tratamiento. En este sector, la proliferación con la crisis de los vertederos ilegales, la admisión en los vertederos actualmente operativos de material sin valorizar, los vertidos ilegales en cunetas y descampados, y la competencia desleal influyen de forma directa en las ventas de grupos móviles. Sin embargo, pese a todo esto y aunque no ha tenido el tirón que tuvo hasta el año 2007, sí se han montado algunas plantas de valorización nuevas y se han adquirido algunas unidades para trabajos de valorización en las propias obras, una tendencia mundial que permite la obtención de áridos reciclados reutilizables en paralelo a la propia demolición. No hay que olvidar que muchas canteras han entrado desde hace algún tiempo en el sector del reciclaje, utilizando muchas de ellas el material no valorizable procedente de los RCD para la restauración ambiental de su pasivo minero. Es decir, muchos canteros se han convertido también en gestores autorizados de RCD, comercializando árido natural y reciclado, y utilizando en la restauración ambiental el material inerte que no puede ser valorizado.

Esto quiere decir que muchas de las unidades móviles reportadas como minería, pueden tener una función puramente de reciclaje en dichas explotaciones de áridos, siendo muy difícil evaluar si trabajan en labores mineras, de reciclaje o en labores compartidas. Por lo tanto, aunque se reportan en minería, estas máquinas pueden estar trabajando únicamente en labores de reciclaje de RCD.

Por último, el sector de los contratistas, que ha pasado de las 14 unidades en 2019 a las 9 en 2020 y a las 10 en 2021. La rehabilitación de vías y carreteras, la propia construcción de carreteras, la reducción del material obtenido en trabajos de tunelización, etc., son solo algunos ejemplos donde se venden unidades móviles en este sector de los contratistas. La tipología de los equipos que compra este colectivo es siempre de tamaño medio, tanto de trituración como de clasificación, siendo los de trituración los que más se ajustan a sus necesidades iniciales, contando la mayoría de ellos con la criba en cabeza y el transportador de retorno para la retrituración del material de rechazo de la criba. En 2013 se vendieron únicamente dos unidades en el sector de los contratistas, pasando a cero unidades en 2014, 6 en el 2015, 4 en 2016, 13 en 2017, 14 en 2018, 14 en 2019, 9 en 2020 y 10 en 2021, unas cifras bastante bajas debido a la falta de ejecución de grandes proyectos y de contratos de mantenimiento como consecuencia de las reducidas partidas presupuestarias de los últimos años.

GRUPOS MÓVILES DE TRITURACIÓN EN 2021

Los equipos móviles de trituración soportaron peor la caída de mercado que sus hermanos de clasificación durante la última crisis. De hecho, en 2012 no se vendió ninguna unidad de trituración en ninguno de los tres sectores (minería, reciclaje y contratistas), mientras que en 2013 solo una unidad en el sector de los contratistas. En 2011, de los 10 equipos de trituración vendidos, se pasó a 0 en 2012 y a uno en 2013, lo que supuso una caída del 100% respecto a 2012, y del 90% con respecto a 2013, unos valores por encima de la media de caída general de las ventas que tuvieron lugar en el sector de los grupos móviles. Comparativamente con la caída sufrida en 2009, 2010 y 2011, se puede decir que hay

No hay que olvidar que muchas canteras han entrado desde hace algún tiempo en el sector del reciclaje, utilizando muchas de ellas el material no valorizable procedente de los RCD para la restauración ambiental de su pasivo minero. Es decir, muchos canteros se han convertido también en gestores autorizados de RCD, comercializando árido natural y reciclado, y utilizando en la restauración ambiental el material inerte que no puede ser valorizado

una diferencia que empieza a ser significativa: 55,66% en 2009, 42,55% en 2010, 40% en 2011 y 100% en 2012, lo que significa que hasta el año 2011 la pendiente negativa indicaba que la caída de las ventas se había amortiguado ligeramente. Aspecto este que queda totalmente desmontado con la caída total de las ventas de equipos de trituración en 2012. En 2013, las ventas se incrementaron un 100% con respecto al año anterior, que había sido 0, pero este valor fue circunstancial, pues el cómputo total de equipos seguía indicando una pérdida en las ventas de grupos móviles.

En 2014 la tendencia general en la venta de equipos móviles de trituración cambió, pasando a venderse 5 unidades a lo largo de todo el año. Esto siginificó un incremento del 500% respecto a la unidad que se vendió en 2013. Curiosamente, todos los equipos comercializados fueron con molino impactor, siendo las unidades vendidas en explotaciones mineras de tamaño mediano-pequeño (entre 5 y 40 toneladas de peso) y las unidades comercializadas en el sector del reciclaje más pequeñas (entre 5 y 30 t).

En 2015, se incrementó el mercado un 40%, lo que supuso que se pasó de las 5 unidades de 2014 a 7. En lo que a tipo de maquinaria de conminución se refiere, se comercializaron 3 unidades con machacadora de mandíbulas y 4 con molino impactor. En lo concerniente al tamaño, las machacadoras de mandíbulas, excepto una pequeña de menos de 10 t, el resto fue de magnitud grande, mientras que los equipos con molino impactor dos fueron de dimensión media y otros dos de gran tamaño.

En 2016, el mercado de los grupos móviles de trituración volvió a descender a 6 unidades, lo que supuso una caída del 14,3%. No se comercializó ninguna unidad con machacadora de mandíbulas, 4 con molino impactor y dos con triturador de cono. Los impactores fueron de tamaño muy dispar, habiéndose comercializado dos unidades entre 51 y 70 t de peso. Todos los impactores fueron sobre cadenas y para el sector del reciclaje, menos una unidad que fue en explotaciones mineras. Los grupos móviles con triturador de cono fueron dos, con tamaños por encima de las 30 toneladas, para los sectores de explotaciones mineras y reciclaje.

En 2017 el sector de trituración dio la vuelta a la tendencia. En esta ocasión se vendieron muchísimas más unidades de trituración que de clasificación. En concreto fueron 23 equipos, de los cuales 6 montaban machacadora de mandíbulas, con pesos muy repartidos, aunque imperaba el tamaño entre 41 y 50 toneladas de peso, habiéndose repartido equitativamente entre los sectores de minería, contratista y reciclaje. Las unidades con molino impactor en este ejercicio se llevaron las de ganar. 16 unidades repartidas entre todos los tamaños se comercializaron en toda España, habiendo destacado en los sectores de reciclaje y contratistas fundamentalmente.

Por último, los trituradores de cono se vieron representados únicamente por 1 unidad y fue en el segmento de 31 a 40 toneladas de peso.

En 2018 la tendencia volvió a cambiar, con una caída del 13% se pasó de las 23 unidades de 2017 a los 20 equipos de 2018. Se comercializaron 6 equipos con machacadora de mandíbulas, 12 con molino impactor y dos con triturador de cono, estando el tamaño muy repartido entre las 10 y 70 toneladas, y destacando las ventas al sector de los contratistas, seguido del reciclaje y las explotaciones mineras.

El 2019 fue un año que confirma la línea descendente de las unidades de trituración, con un 10% de caída. Una bajada de 2 unidades con respecto al 2018 que reafirmó la tendencia negativa desde el año 2017. Se vendieron 6 equipos con machacadora de mandíbulas, 11 con molino impactor y uno solo con triturador de cono, siendo 8 de estos equipos para el sector de la minería, 5 para el de los contratistas y 5 para el reciclaje.

En 2020, el porcentaje de equipos de trituración pasó del 37,5% del año 2019 al 39,7%, incrementándose las ventas de 18 unidades del ejercicio anterior a las 25 nuevas que se entregaron en 2020. Aunque la tendencia de las ventas en los equipos de trituración era descendente desde el año 2017, en 2020 se vendieron 25 unidades, lo que marcó el máximo histórico desde el desastre del año 2012, con ninguna unidad vendida.

Con respecto al equipo de conminución que montaron, 14 fueron con machacadora de mandíbulas y 11 con molino impactor, no habiéndose comercializado ese año ningún equipo con triturador de cono. De los 25 equipos entregados, 12 fueron en el sector de las explotaciones mineras, 11 en el reciclaje y solo 2 para el mercado de los contratistas.

El año 2021 ha vuelta a marcar un máximo histórico de grupos móviles de trituración desde el ejercicio 2012 que no se vendió ninguna unidad. El porcentaje de los equipos de conminución respecto al total de grupos móviles vendidos ha sido de un 38,9%, con 44 unidades vendidas, siendo el incremento con respecto al ejercicio anterior de un 12%.

En relación con el tipo de equipo que montan, 18 unidades son con machacadora de mandibulas, el 64,3%; 9 con molino impactor, el 32,1%; y 1 unidad con triturador de cono, lo que supone el 3,57%. Respecto al sector en el que se han comercializado, 13 equipos se han vendido en el sector de las explotaciones mineras, 12 equipos en reciclaje y 3 en el de contratistas, lo que supone el 46,2%, el 42,8% y el 10,7% respectivamente.

En lo referente al tipo de ventas, ahora que el mercado se consolida con un crecimiento moderado y constante, genera una atomización de las operaciones, repartiéndose entre 8 fabricantes diferentes, aunque, cada vez está más igualado el porcentaje de las ventas, sobre todo desde que el auge del alquiler está permitiendo a empresas más pequeñas ofrecer este servicio.

El año 2021 ha vuelta a marcar un máximo histórico de grupos móviles de trituración desde el ejercicio 2012 que no se vendió ninguna unidad. El porcentaje de los equipos de conminución respecto al total de grupos móviles vendidos ha sido de un 38,9%, con 44 unidades vendidas, siendo el incremento con respecto al ejercicio anterior de un 12%

GRUPOS MÓVILES DE CLASIFICACIÓN EN 2021

El apartado de grupos de clasificación tuvo una caída en 2013 inferior a la del ejercicio anterior y por encima de la media total. Concretamente, descendió el 53,1% respecto a las ventas del año 2012, que como puede observarse es un valor menos bajo que el 68,57% de caída total de grupos móviles en 2012 y más bajo que el 45,45% de 2013. En el año 2012 la caída fue del 13,8%, muy inferior al 35,18% de media que cayó el sector de los grupos móviles en 2011, mientras que en 2013 fue del 53,1%. Estos datos indican que, como venía pasando en los ejercicios anteriores, la división de clasificación soportó mejor la crisis, quedando confirmado en los años 2012 y 2013, en los que se vendieron 0 y 1 equipo de trituración respectivamente.

Si se comparan estos datos con los obtenidos en los ejercicios 2008,

2009, 2010, 2011 y 2012, se aprecia que los equipos de clasificación contaron con una pendiente descendente hasta el año 2012. Pasaron de una caída del 49,46% de 2009, a una del 38,3% en 2010, a una del 13,8% en 2011, para incrementarse de nuevo al 44% en 2012 y seguir en el 53,1% de caída en 2013.

En el año 2014 parece que comenzó el repunte. Después de seis años seguidos de descensos en las ventas, se comercializaron 8 equipos. No fueron muchos pero sí marcan un cambio de tendencia con respecto a los años anteriores. El mercado de equipos móviles de clasificación pasó de 5 unidades en 2013 a 8 en 2014, lo que supuso un incremento del 160%.

En 2015, la división de clasificación volvió a caer; se pasó de las 8 unidades de 2014 a las 7 de 2015, lo que supuso una caída del 12,5% y, aunque no es un porcentaje muy elevado, sí que confirma que estos equipos no terminaban de salir de la crisis, manteniéndose en un mercado muy plano desde el punto de inflexión alcanzado en 2013 con 5 unidades.

En 2016, el despegue parece que se produce, aunque no con muchas unidades, alcanzando los 14 equipos entregados, lo que confirma un incremento del 100% con respecto al año anterior.

2017 reafirma que los equipos de clasificación no terminan de arrancar. Se comercializaron una unidad menos que en 2016, es decir, 13 equipos, lo que demuestra que en el mercado había una sobresaturación de grupos móviles de clasificación, y que cuando comenzó la recuperación las empresas invirtieron en equipos de trituración.

Sin embargo, en 2018 la tendencia cambió drásticamente. El incremento en las ventas llegó a ser de un 69,2%, pasando de las 13 unidades de 2017 a las 22 de 2018, superando en esa ocasión, por dos unidades, a los equipos de trituración, una tendencia, la de mayores ventas en equipos de clasificación que de trituración, que ha sido la tónica general durante los años de desaceleración.

En 2019 el incremento evolucionó de manera positiva con 30 unidades comercializadas. Un 36,4% de subida marcó un valor importante que indicaba el buen momento que tuvieron los equipos de clasificación en ese ejercicio.

2020 fue el año de consolidación de las ventas de grupos de clasificación, pasando de 30 unidades de 2019 a 38 de 2020, lo que supuso un incremento del 26,6%. Como en edicio-

nes anteriores, no se vendió ningún trómel, y el resto fueron 22 equipos de preclasificación y 16 equipos de clasificación, repartidos en 28 grupos móviles para el sector de las explotaciones mineras, 9 para el de contratistas y 26 para el de reciclaje.

En el año 2021 el ascenso de las ventas de equipos de trituración sigue consolidándose con unas ventas de 44 unidades, lo que supone un incremento del 15,8% con respecto al ejercicio anterior.

De los equipos de clasificación vendidos en 2021, 25 han sido precribadores, el 56,8%, y el restante 43,2%, es decir, 19 unidades, han sido cribas. De ellas, 20 se han comercializado en el sector de las explotaciones mineras, 7 en el de los contratistas y 17 en el sector del reciclaje.

Analizando los equipos de clasificación vendidos en los últimos años, se puede apreciar un descenso muy importante de las ventas de los trómeles de clasificación hasta su total desaparición. De hecho, en el ejercicio 2017, al igual que ocurrió de 2010 a 2015, no se vendió ninguno, siendo el año 2016 el único ejercicio más reciente en el que se comercializaron dos unidades, una sobre ruedas y otra sobre cadenas, en el sector del reciclaje. A partir de dicho ejercicio, no se han vuelto a vender trómeles en el sector del reciclaje de RCD.

En el año 2013, los equipos de clasificación entregados (5 unidades) fueron todos de precribado, no habiéndose generado ese año ninguna venta de equipos de cribado. En 2014, de las 8 unidades, 6 fueron precribadores y dos cribas, mientras que en 2015 continuó siendo superior la venta de los precribadores, con 4 equipos, frente a los 3 equipos de cribado. En 2016, al incrementarse el número de unidades vendidas, también varió mucho la tipología, habiéndose entregado 7 precribadores, 5 cribas y dos trómeles. En 2017, de los 13 equipos de clasificación comercializados, se apreció una tendencia muy fuerte hacia los equipos primarios, más robustos y polivalentes: 11 precribadores y solo 2 cribas. En 2018, aunque esta diferencia se igualó algo más, siguió siendo todavía muy elevada: 15 precribadores frente a 7 cribas. 2019 confirmaba todavía más esta tendencia, con 20 equipos de preclasificación y 10 de clasificación. 2020 sirvió para igualar estos datos, con 22 unidades de preclasificación y 16 equipos de clasificación. Y en2021 sigue siendo superior las ventas de los preclasificadores con 25 unidades frente a los 19 grupos convencionales de cribado.

El caso de los precribadores es bastante interesante, pues ha habido años que han sido los únicos equipos de clasificación que se han vendido. Se trata de unos robustos grupos de cribado para clasificaciones primarias en el sector de las explotaciones mineras y contratistas, y para todo tipo de cribado en el sector de los RCD. En 2010, los precribadores vendidos alcanzaron solo el 45% mientras que las cribas convencionales el 55%, lo que demuestra la importante evolución que han tenido estos equipos, pasando del 45% al 80%, en 2011, del 80% al 90,9% en 2012 y al 100% en 2013. A partir de este año comienza a descender, al 75% en 2014 y al 57,1% en 2015, mientras que en 2016 descendió al 50%, en 2017 pasó a ser del 84,6% y en 2018 bajó al 68%. En 2019 los precribadores supusieron el 66,6% de las ventas de equipos de clasificación, mientras que en 2020 fue de casi el 58% de las entregas que tuvieron lugar en España. En 2021 ha bajado ligeramente hasta el 56,8%, pero consolida la supremacía de estos equipos. Los precribadores han ganado cuota de mercado desde hace casi 12 años que se lanzó el primer modelo. Desde entonces, estos equipos, sobre cadenas únicamente, han irrumpido en los tres sectores de una forma muy contundente, siendo el sector del reciclaje el que más partido ha sacado a estas unidades hasta el año 2015. De hecho, en 2014, de los seis precribadores comercializados, cuatro eran para el sector del reciclaje, valor que se mantuvo en 2015 con 4 de los 7 equipos de clasificación vendidos. En 2016 el tema cambió de forma importante en los precribadores: 3 unidades para explotaciones mineras, 3 para contratistas y 1 para reciclaje. En 2017 estuvo bastante repartido e igualado, quedando en último lugar el reciclaje, habiéndose comercializado 5 unidades para las explotaciones mineras, 5 para el sector de los contratistas y 3 para el sector del reciclaje. En 2018 la mitad de los equipos de clasificación (11 unidades) se destinaron al sector de las explotaciones mineras, mientras que el resto se dividió de una forma muy similar entre contratistas

Como viene siendo habitual en los últimos ejercicios, las ventas de los equipos de clasificación han estado también muy atomizadas en este 2021. Concretamente, las ventas se han realizado por 8 casas comerciales que han vendido las 44 unidades

y reciclaje, aunque contratistas, con 6 unidades, por encima de reciclaje, con 5 equipos. En 2019, 12 equipos fueron para el sector minero, 9 unidades, para el de contratistas y otras 9 para el sector del reciclaje. En 2020, de los 22 precribadores entregados, 12 fueron para el sector del reciclaje, 7 para explotaciones mineras y 3 para contratistas. En 2021, el sector en el que se vendieron más precribadores fue el del reciclaje, con 11 unidades, seguido de las explotaciones mineras, con 9 equipos, y los contratistas, únicamente con 5 grupos móviles comercializados.

Como viene siendo habitual en los últimos ejercicios, las ventas de los equipos de clasificación han estado también muy atomizadas en este 2021. Concretamente, las ventas se han realizado por 8 casas comerciales que han vendido las 44 unidades.

VENTAS POR TIPO DE CLIENTE

Los datos obtenidos en este estudio y la tendencia de mercado observada durante todo el ejercicio 2021 han permitido la elaboración de un apartado enfocado a las ventas por el tipo de cliente. Así, de los 72 equipos móviles comercializados en España en 2021 se puede decir que las ventas se han repartido de una forma bastante homogénea en lo que a explotaciones mineras y reciclaje se refiere. El 45,8% (33 unidades) ha sido en el sector de las instalaciones mineras, mientras que un 40,2% (29 unidades) en el de reciclaje y el restante 14%, con 10 unidades, ha sido para el sector de los contratistas.

En el apartado de trituración, 18 unidades han sido con machacadora de mandíbulas, 9 con molino impactor y solo 1 con triturador de cono. Las machacadoras de mandíbulas se han repartido 6 para el sector de las explotaciones mineras, 3 para el de los contratistas y 9 para reciclaje; los equipos con molino impactor se han dividido en 6 unidades para explotaciones mineras, 3 para reciclaje y ninguna para el sector de los contratistas. Por último, la unidad que se ha comercializado con triturador de cono ha sido en el sector minero. En el sector del cribado, 25 equipos han sido precribas, 19 cribas y ningún trómel. De las precribas, 9 han ido a explotaciones mineras (36%), 5 a contratistas (20%) y 11 a reciclaje (44%). En el apartado de las cribas, 11 unidades en el sector de la minería (57,9%), 2 al sector de los contratistas (10,5%) y 6 para reciclaje (31,6%).

La situación de mercado hasta el 2013, tras seis años consecutivos de caídas muy fuertes, daba lugar a pensar que todavía no se había tocado fondo. Sin embargo, el incremento de más del 116% en 2014, de un 7,7% en 2015, de un 42,85% en 2016, de un 80% en 2017, de un 16,7% en 2018, de un 14,3% en 2019, de un 31,25% en 2020 y de un 14,3% en 2021 parece indicar que las cosas han cambiado definitivamente. Estos porcentajes parecen elevados, pero cuantitativamente no se han vendido más que 72 máquinas en 2021 comparativamente con las 6 del 2013, las 13 de 2014, las 14 de 2015, las 20 de 2016, las 36 de 2017, las 42 de 2018, las 48 de 2019 y las 63 de 2020. Estos datos permiten pensar que la consolidación de la tendencia positiva es definitiva, habiendo sido el periodo 2013-2014 el punto de inflexión. Esperemos que así sea, y que las ventas continúen su tendencia ascendente y que podamos en los próximos años seguir pensando en positivo, teniendo como meta siempre las 417 unidades que se vendieron en el 2007.

Estos datos permiten pensar que la consolidación de la tendencia positiva es definitiva, habiendo sido el periodo 20132014 el punto de inflexión. Esperemos que así sea, y que las ventas continúen su tendencia ascendente y que podamos en los próximos años seguir pensando en positivo, teniendo como meta siempre las 417 unidades que se vendieron en el 2007

CÓMO ELEGIR LAS SUPERFICIES DE CRIBADO PARA MEJORAR LA PRODUCCIÓN Y RESOLVER PROBLEMAS

Con los programas de infraestructura propuestos para compensar los impactos económicos del Covid-19, los áridos podrían ver un aumento de su demanda. Esta progresión puede suponer un aumento de los beneficios para las operaciones de procesamiento de minerales. Sin embargo, para maximizar la eficiencia y aprovechar esta oportunidad es necesario contar con el equipo adecuado. Es fundamental que las operaciones evalúen su flujo de procesos y la selección de equipos de forma rutinaria para asegurarse de que están utilizando las mejores herramientas para el trabajo. La selección de cribado, por ejemplo, es un factor que a menudo se pasa por alto y que puede tener un impacto significativo en la eficiencia general.

Lars Bräunling, director de tecnología de productos de Major

Aunque es relativamente barato en comparación con el resto del equipo de una cantera o mina, podría decirse que las superficies de cribado tienen tanto impacto en la productividad y la calidad del material como la criba vibrante. Y es importante que las operaciones den a los medios de cribado tanta consideración de compra como a la propia criba.

Por este motivo, hay una serie de factores que deberían influir en la elección de las superficies de cribado. Ciertamente, el coste es una consideración, pero no debe reducirse al precio de compra frente a la vida útil. Un análisis de costes completo debe incluir el coste de la mano de obra para los cambios y la limpieza, la pérdida de producción durante el tiempo de inactividad, el rendimiento de las superficies (toneladas producidas, por ejemplo) y factores indirectos como el alivio del equipo de trituración. Pensar solo en términos de valor en euros puede ser una miopía y acabar costando más a largo plazo. También hay que tener en cuenta el entorno operativo, incluidas las características del material y los problemas de cribado recurrentes. A partir de ahí, hay que estudiar los distintos tipos de superficies de cribado para averiguar cuál es la más adecuado y aprender a instalarla y mantenerla correctamente para garantizar el éxito a largo plazo.

OBSERVAR LA APLICACIÓN

La selección de las superficies de cribado adecuadas para una aplicación implica en primer lugar el examen de la instalación de cribado y de los problemas que la rodean. Se debe empezar por echar un vistazo al material que se está procesando para hacerse una idea de lo que la superficies debe soportar. Hay que tener en cuenta la altura de caída, el tamaño del material, la abrasividad, el peso y el volumen. Naturalmente, cuanto más impacto tenga el material sobre la superficies de cribado, mayor será su durabilidad, al menos en el punto de impacto. Además, los materiales abrasivos, como el granito, requieren medios de cribado resistentes, como el poliuretano o las mallas de alta vibración. Asimismo, los tamaños superiores de 10 pulgadas o más exigen una criba más duradera, incluyendo opciones como las mallas de doble alambre, la chapa perforada o el caucho.

Es importante también examinar la longevidad del material de la malla de cribado. ¿Se está desgastando mucho más rápido de lo esperado? Habría que fijarse en la zona de la malla que más se desgasta, ya que podría indicar la necesidad de un material más resistente. Es necesario detectar el desgaste observando el diámetro del alambre y si los alambres están desarrollando una parte superior plana, especialmente en las zonas de mayor desgaste como el extremo de alimentación y el área central del paño. Es importante buscar aberturas redondeadas si se utilizan materiales sintéticos como el caucho o el poliuretano.

Además de la propia malla instalada, la pila de superficies de cribado desechadas puede ser una buena zona para buscar información sobre los problemas de cribado. Se debería tomar nota de cosas como los alambres rotos, las zonas de desgaste, las clavijas o el cegamiento para localizar los problemas en las mallas. Cualquiera de ellos puede provocar la contaminación del material y el tiempo de inactividad, lo que los convierte en una causa importante de problemas. Asimismo, las marcas negras en la parte inferior del poliuretano o los brillos en la parte inferior de los alambres pueden indicar un mal ajuste de

Es importante también examinar la longevidad del material de la malla de cribado. ¿Se está desgastando mucho más rápido de lo esperado? Habría que fijarse en la zona de la malla que más se desgasta, ya que podría indicar la necesidad de un material más resistente. Es necesario detectar el desgaste observando el diámetro del alambre y si los alambres están desarrollando una parte superior plana, especialmente en las zonas de mayor desgaste como el extremo de alimentación y el área central del paño. Es importante buscar aberturas redondeadas si se utilizan materiales sintéticos como el caucho o el poliuretano

las superficies de cribado y pueden señalar la necesidad de formación adicional del personal.

CÓMO ENCONTRAR MEJORES MEDIOS DE CRIBADO

Dependiendo de la operación, una hora de inactividad puede costar cientos de euros en pérdida de producción. Esto hace que la elección de un medio de cribado que maximice el tiempo de actividad y la eficiencia sea aún más importante.

La chapa de acero perforada y los paneles de goma pesados son, casi por definición, las opciones más duraderas. El caucho puede ser eficaz para el cribado de material con un tamaño superior a 12 pulgadas o para aberturas de más de 4 pulgadas, pero tiende a ser más susceptible a las clavijas. La chapa perforada es una opción aceptable para aplicaciones que requieren un medio de cribado duradero con mucha superficie abierta, pero suele ser más ruidosa y pesada, lo que puede causar problemas. Ambas suelen tener menos superficie abierta que las alternativas de alambre.

La tela metálica ha sido la opción tradicional durante mucho tiempo por una razón. Es relativamente barata y eficaz. Pero hay varias opciones avanzadas que ofrecen más durabilidad, rendimiento y versatilidad. Y la compra de un diseño de malla de alambre tradicional basado únicamente en el precio puede acabar costando más en términos de vida útil y cambios más frecuentes.

Los medios modulares sintéticos, como el poliuretano o el caucho, suelen ser conocidos por su larga vida útil y su capacidad para reducir los niveles de ruido, pero no están exentos de dificultades. Este tipo de material suele tener menos superficie abierta que las mallas de alambre, lo que reduce el rendimiento. Esto, a su vez, también reduce la capacidad de los paños inferiores porque el material tarda más en bajar. Además, las empresas que utilizan materiales sintéticos deben vigilar de cerca las aberturas de los paneles, ya que tienden a desgastarse redondeándose, por lo que es necesario comprobar regularmente que los paneles siguen teniendo el tamaño correcto y no dejan pasar material fuera de su especificación.

Tanto los medios de cribado sintéticos como las mallas tradicionales son muy rígidos y dependen de la criba vibrante para hacer la mayor parte del trabajo pesado. El movimiento estático de las cribas limita la vibración a 800 o 900 ciclos por minuto. En la mayoría de los casos, esto no impide que las superficies de cribado alcancen una producción y un rendimiento adecuados, pero tampoco permite utilizar plenamente el equipo de cribado. Y a menudo da lugar a problemas como el cegamiento y el pegado. Las mallas de alta vibración ofrecen un compromiso de vida útil entre el alambre metálico y los productos sintéticos, y a menudo proporcionan las mayores ventajas de rendimiento. Estas superficies de cribado se caracterizan por ser alambres de alta resistencia unidos por tiras de poliuretano o de goma para sujetar los alambres individuales. Los alambres vibran independientemente unos de otros (dentro de las especificaciones del tamaño de la abertura) para amplificar el proceso de cribado y aumentar el rendimiento hasta en un 40%. Además, las vibraciones evitan o reducen significativamente los problemas de adherencia, cegamiento y obstrucción, mejorando la calidad del producto y reduciendo los posibles tiempos de inactividad.

Sin embargo, no todos los medios de cribado de alta vibración son iguales. La mayoría de los fabricantes no adaptan los medios específicamente a cada aplicación para garantizar un rendimiento y una resistencia al desgaste óptimos.

Tanto los medios de cribado sintéticos como las mallas tradicionales son muy rígidos y dependen de la criba vibrante para hacer la mayor parte del trabajo pesado. El movimiento estático de las cribas limita la vibración a 800 o 900 ciclos por minuto. En la mayoría de los casos, esto no impide que las superficies de cribado alcancen una producción y un rendimiento adecuados, pero tampoco permite utilizar plenamente el equipo de cribado. Y a menudo da lugar a problemas como el cegamiento y el pegado

Cuando se adaptan correctamente a una aplicación, las superficies de cribado de alta vibración pueden amplificar el trabajo de la criba vibrante con vibraciones de 6.000 a 10.000 ciclos por minuto, hasta 13 veces más que las opciones con mallas o materiales sintéticos tradicionales. A menudo, los medios de cribado pueden modificarse con alambres más gruesos o dobles y con poliuretano adicional para aumentar aún más su durabilidad.

Existen diferentes opciones económicas para todas las superficies de cribado, pero los responsables de las operaciones deben dudar antes de elegirlas. El precio más bajo suele ir acompañado de una reducción del rendimiento y de la vida útil como resultado de la mala calidad del material, el tejido y el proceso de enganche de las mallas o, igualmente, de una fabricación y un material deficientes. El coste inicial será menor, pero la pérdida de producción y las frecuentes sustituciones de cribas se acumulan rápidamente.

El mejor material de cribado para el trabajo no servirá de mucho a largo plazo si no se instala y mantiene correctamente. Se ha de comenzar con una instalación adecuada y luego hacer un seguimiento para garantizar una vida útil lo más larga posible

EL MATERIAL ADECUADO NO ES SUFICIENTE

El mejor material de cribado para el trabajo no servirá de mucho a largo plazo si no se instala y mantiene correctamente. Se ha de comenzar con una instalación adecuada y luego hacer un seguimiento para garantizar una vida útil lo más larga posible. Los fabricantes suelen ofrecer manuales de instalación, que deben seguirse al pie de la letra. Aunque los detalles dependen del tipo de material, hay algunos consejos generales que se aplican a la mayoría.

Se debe inspeccionar el estado de todos los componentes que entran en contacto con la superficie cribante y sustituirlos, si es necesario. Se ha de asegurar que la superficie cribante tiene el tamaño y la orientación correctos antes de la instalación y limpiar el material acumulado para que quede bien ajustado. Asimismo, hay que asegurar que todas las barras de soporte tocan la pantalla y que la tensión coincide con las recomendaciones del fabricante. Una tensión demasiado floja no producirá un rendimiento óptimo y puede provocar una rotura prematura y un aumento potencial de los problemas de cegamiento.

El mantenimiento preventivo también es clave. Se han de comprobar las superficies de cribado al menos una vez a la semana para asegurarse de que la tensión sigue siendo la adecuada y de que no hay ningún signo de desgaste inusual. Hay que observar igualmente los componentes circundantes en busca de posibles problemas, como corrosión o grietas. Los sistemas de análisis de vibraciones pueden ser una forma útil no solo de supervisar y ajustar la salud de la criba vibrante, sino también de detectar inconsistencias que darían lugar a problemas. Esto podría incluir un desequilibrio o una vibración excesiva, que puede provocar un fallo de la criba o un desgaste acelerado de los componentes. Algunos de los sistemas actuales ni siquiera requieren que la operación apague la criba para la prueba.

Los seminarios de mantenimiento e instalación de superficies de cribado con información proporcionada por un OEM de confianza pueden ser otra forma excelente de aprender a mantener eficazmente el rendimiento de las cribas. Los fabricantes suelen ofrecer este servicio mediante visitas a las instalaciones o a través de un distribuidor cercano.

SOLO LO MEJOR ES SUFICIENTE

El hecho de que una criba vibrante sea una inversión mucho mayor que una superficie de cribado no significa que las consideraciones de compra no deban ser iguales. Ambos componentes tienen un impacto significativo en la calidad del material y la eficiencia operativa.

La selección del mejor material de la superficie de cribado implica una visión global. Aunque no es necesario, una operación puede agilizar el proceso de decisión con recomendaciones respaldadas por la experiencia de un OEM o distribuidor de superficies de cribado. Con una infraestructura en aumento, la posibilidad de reducir los problemas de cribado, aumentar el tiempo de actividad y aumentar los beneficios que pasan por la criba hace que todo el proceso merezca la pena.

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