LA HISTORIA. PRIMERA EXPOSICION TEMPORAL. ABRIL 2015
los inicios
La historia del Museo Cicame o la partida de nacimiento del MACCO La primera exposición temporal del MACCO quiere ser un echar raíces. Mirar al pasado, a los orígenes. Solo la comprensión del pasado nos ayuda a caminar seguros hacia el futuro. Raíces. Y antenas. La historia del MACCO es heroica. Sus héroes no han sido de capas ni espadas. Pero han tenido una constancia de romper piedras. La partida de nacimiento del MACCO es producto de varias luchas contra la corriente. Como si de surcar el río Napo a remo se tratara esta aventura cultural en la Amazonía Ecuatoriana. La aventura se remonta a los primeros años de presencia de la misión capuchina en Aguarico, allá, por mediados de los años cincuenta. La misión se instala en 1954 y desde ahí se muestra inquieta por acercarse al pasado de los habitantes amazónicos. Desde ese momento, los vestigios que se encontraban en las casas de los runas, se volvían pedazos del inmenso rompecabezas de la historia amazónica.
Los misioneros, asombrados por lo que encontraban, -según les contaba la gente, no solo eran pedazos de barro sino que estaban llenos de espíritus- iban guardando como si fueran tesoros, aquellos trozos de cerámica en los que a veces aparecían pinturas rojas y negras. Alguna vez una olla. Alguna vez una piedra que habrá sido una preciada hacha. Alguna vez un sello o una pintadera. En 1975, en Llunchi Isla, se creaba CICAME, Centro de Investigaciones Culturales de la Amazonía Ecuatoriana. Se encargaba de trabajar la gramática kichwa; Angel González era el encargado de la imprenta y del mimeógrafo; Juan Santos Ortiz de Villalba era el encargado del museo y de la investigación antropológica y José Miguel Goldáraz se encargaba de la organización y formación de los indígenas. Este cuarteto ha dejado un legado de varios libros sobre las culturas amazónicas como parte del catálogo CICAME.
El primer Hallazgo Rolf Blomberg fotografió una de las primeras piezas halladas en el río Napo. Abajo: construcción de Pompeya en la misión capuchina.
memorias
Cronología del Museo Cicame, para no perder la memoria Durante años las piezas iban acumulándose en el Centro CICAME de Pompeya, una casa de paja, similar a las de los indígenas del entorno. La Misión habilitó una sala de exposición dentro del primer local construido como Centro CICAME, en la isla de Pompeya; En la década siguiente, la muestra se exhibió en un antiguo edificio escolar preparado para el efecto. Se componía de dos grandes salas destinadas a las dos colecciones de arqueología y etnografía. Nuevos hallazgos de piezas, una mayor afluencia de visitantes aprovechando los nuevos accesos creados por compañías petroleras, además de la necesidad de resguardar las piezas de los robos ocasionales, motivaron otra considerable remodelación del edificio a comienzos de los años 90, exhibiendo las piezas bajo urnas protectoras y con una más adecuada y didáctica.
UN LUGAR DE FORMACION Cicame nació con la idea de rescatar las culturas amazónicas.
exposición
1999, rostros de luna en quito En el año 1.999, CICAME, con la contribución substancial de José Antonio Hernández, Agregado cultural de la Embajada de España, el patrocinio de la Agencia Española de Cooperación Internacional y el Museo Artes, organizó en Quito la Exposición ROSTROS DE LUNA: a lo largo de cinco meses, por el Museo antes citado, pasaron miles de visitantes. Fue la ocasión de mostrar en la Capital el gran tesoro de sus selvas orientales. Sin duda, una de las claves del enorme éxito que alcanzó la muestra, con varios miles de visitantes, consistió en la capacidad de convocatoria que ella tuvo a varios niveles: Ante todo, la presencia de las mejores piezas Napo existentes en las principales colecciones (institucionales o privadas) de Ecuador. La colaboración de empresas privadas, empeñadas en un mecenazgo cultural (tales como Editorial Santillana, OXY, Banco Internacional, entre otras), instituciones públicas como el Municipio quiteño, el Banco Central ecuatoriano, universidades. Fue inaugurada por el Presidente de la República y Su Majestad, la Reina Sofía, de España.
memorias
2001, Casa renovada para las piezas viajeras Para la nueva instalación del Museo, el Vicariato de Aguarico, volvió a realizar un gran esfuerzo económico en la mejora del local que ahora se convirtió en una espaciosa sala dedicada en exclusiva a la muestra arqueológica; se construyeron bodegas para piezas recientes, o como salas de trabajo; se pintó todo el edificio; se construyeron soportes y urnas nuevas de gran tamaño y peso, no sólo para una mejor exhibición sino también procurando una cierta protección frente a posibles robos de piezas. Durante el mes de agosto/2001, bajo la dirección de Iván Cruz, del Museo Artes, la colección con algunos aportes significativos donados para su exhibición en Quito volvió a ocupar el Museo, junto al río de los creadores de esa cerámica. En esa nueva muestra se contó con el apoyo de la AECI y Embajada española; de Luce De Perón e Iván Cruz del Museo Artes; y la colaboración de OXY y Ediciones Santillana, en la edición del catálogo.
2008, El proceso de restauración En el 2008, mediante un convenio con la Agencia Española de Cooperación Internacional, se trasladaron las piezas de Pompeya a Quito para su restauración total. Pese a que en Pompeya y Rocafuerte se guardaban con todo celo y cuidado, y se habían salvado de romperse en las casas kichwas, la humedad y los hongos, propios del clima amazónico, estaban afectando a algunas de las piezas. Las vitrinas de Pompeya fueron afectadas por los hongos y un velo opacaba los vidrios. Ante esta situación se decidió invertir en el proceso de restauración. El maestro Julio Burgos, que fuera trabajador del Banco Central, limpió cada una de las urnas en un minucioso trabajo y restauró algunas que tenían rajaduras o que se encontraron rotas y que nunca fueron intervenidas. A esa tarea se sumaron piezas y fragmentos que estaban en una vieja caja arrumada en la antigua biblioteca del Municipio de Orellana. Burgos, de pedazo en pedazo, logró salvar y recomponer cerca de 40 piezas que se integrarían luego a la colección MACCO.
pompeya
2009-2014, Museo Etnográfico y su recorrido Mantener el museo de Pompeya fue uno de los objetivos en esta nueva fase, mientras las tareas de restauración continuaban en Quito. Por eso, la Fundación Labaka participó en una convocatoria de la Fundación Repsol y consiguió financiar la transformación de lo que había sido un museo arqueológico, en un museo etnográfico. Con un nuevo concepto museográfico apoyado en quienes habían diseñado el Museo del Alabado, en Quito, se trabajó en la remodelación y rediseño del Museo Cicame de Pompeya. El Museo Etnográfico planteó un recorrido por las culturas kichwa, waorani, siona, secoya y cofán, habitantes del nororiente amazónico a través de mostrar sus utensilios y herramientas. La casa y los insumos de los hogares indígenas, los instrumentos para la caza y la pesca, incluidas
antiguas trampas para cazar animales; las armas de guerra y las poderosas lanzas de los waorani y de los grupos indígenas que aún habitan ocultos; los instrumentos mágicos usados por el shamán y, al final del recorrido, las amenazas y los peligros de la selva de hoy, hacen parte del actual CICAME.
POMPEYA HOY La muestra ha sido visitada, como parte del proyecto “Promoción y defensa de la cultura local” (Fundación Repsol) por cerca de 10 mil estudiantes de las zonas urbanas y rurales de Orellana.
antesala
2012-2014, el macco previo, un laboratorio Las piezas de la colección Cicame están listas para exponerse. Los trabajos de construcción del MACCO no terminan. La Fundación Labaka asume otro reto y se propone exponer algunas de las piezas que están ya listas y así ensayar varios aspectos de lo que será el MACCO definitivo. Para ello, se arrienda un local en el edificio Azriel, en el malecón de Coca. Y se programa una serie de exposiciones y de actividades culturales y pedagógicas: se visitan centros educativos, se coloca al MACCO en la agenda de actividades educativas de escuelas y colegios, se organizan visitas guiadas, dos casas abiertas con la participación numerosa de estudiantes, se visita comunidades y se las invita a participar de Rostros de Luna. Los ensayos museográficos son claves: se prueba materiales, carteles, vitrinas, vidrios, soportes. Toda esa experiencia servirá para el montaje del MACCO definitivo. Se preparan tres muestras didácticas: La selva indígena, El Poblamiento de América y Mapas y Territorios. Para ello, se firma un primer convenio con el GADMFO y se hecha a andar la experiencia. Se prepara, por supuesto, también al personal, a los guías que atienden a los visitantes, a los promotores que organizan actividades escolares y a la sociedad de Orellana, que está cada día más ávida de conocimientos sobre la historia local y la riqueza cultural amazónica. Además, con el apoyo de los gobiernos de Navarra y Pamplona, en España, se dictan talleres de cerámica a mujeres de la zona, en el afán de trabajar la recuperación de las tradiciones y saberes ancestrales.
EN EL AULA El MACCO previo se centró en el trabajo en el aula. Estudiantes de Coca y de las comunidades indígenas participaron de las actividades propuestas.
los protagonistas
algunos nombres en esta historia, para ser agradecidos... Los Hermanos Menores Capuchinos y al Vicariato Apostólico de Aguarico que han velado y recuperado el patrimonio amazónico y lo han guardado celosamente, preocupados por conocer las culturas indígenas: • Obispos Alejandro Labaka y Jesús Esteban Sádaba • Camilo de Torrano • Juan Santos Ortiz • Ángel González • José Miguel Goldáraz • José Luis Palacios • Juan Carlos Andueza • Miguel Ángel Cabodevilla
Miguel Angel Cabodevilla, impulsor de todo este proceso a quien el MACCO le debe su partida de nacimiento y la concreción del proyecto cultural. Iván Cruz Cevallos, quien ha estado desde 1999, participando tanto en el montaje de Rostros de Luna en la Galería Artes en Quito, como en los sucesivos montajes en Pompeya, en el Macco Previo y en el MACCO definitivo.
MC&M Taller Arquitectura, Rubén Moreira, Pablo Moreira, Natalia Corral, que han estado desde la última remodelación del Museo de Pompeya y han participado en las exposiciones del MACCO previo.
A Zona Digital y Alejandro Alvear que han acompañado el proceso desde el MACCO previo y los montajes de las distintas exposiciones Rostros de Luna.
José Miguel, Camilo, Juan Santos, Angelito.
CICAME: A la izquierda, José Luis Palacios. A la derecha, Juan Santos y Ángel González.
A la Fundación Alejandro Labaka y su equipo de promotores que, desde el 2009, llevaron a cargo el proceso hasta la culminación del MACCO, en el 2015. A la Fundación Repsol del Ecuador que apoyó la adecuación del Museo Cicame de Pompeya y en los previos del MACCO y en la colaboración para con la biblioteca y otros insumos que son parte de él.
9 de Octubre y Espejo, Puerto Francisco de Orellana