No son gigantes, son pucheros Julio Embid - Firma invitada-
22/10/2013 - 20:22h
La semana pasada las Cortes de Castilla-La Mancha enviaron al Congreso de los Diputados la Reforma Cospedal para cambiar el Estatuto de Autonomía y poder reducir el número de diputados de la Cámara Autonómica de 49 a 25. Esta es la tercera reforma que se hace desde la creación de la Comunidad Autónoma castellanomanchega en 1983 (Ver Tabla 1). La primera reforma la efectuó el Presidente socialista J.M. Barreda en 2007 para añadir un diputado a Guadalajara y a Toledo. Entonces los populares criticaron la medida porque consideraban que intentaba favorecer a los socialistas, especialmente en Guadalajara, provincia tradicionalmente afín a los conservadores e incluso acusaron al propio Barreda de ser como el fallecido presidente Hugo Chávez. En 2012 María Dolores de Cospedal inició otra reforma para ampliar el número de diputados a 53, pero no llegó a ponerse en práctica. La actual reforma reduce a la mitad el número de diputados con el supuesto objetivo de ahorrar costes, aunque los diputados castellano-manchegos no cobran sueldo desde enero de 2013.
Tabla 1. Número de diputados autonómicos por provincia según las distintas reformas electorales Albacete Ciudad Real Cuenca Guadalajara Toledo TOTAL
1983 10 11 8 7 11 47
2007 10 11 8 8 12 49
2012 10 12 9 9 13 53
Durante siete legislaturas consecutivas los socialistas, con mayoría absoluta, gobernaron la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (de 1983 a 2004 José Bono, de 2004 a 2011 José María Barreda). Con el sistema electoral anterior, los terceros partidos tenían francamente difícil entrar en la cámara regional, y salvo en 1987 el CDS, y en 1991 y 1995 Izquierda Unida, el resto de legislaturas han sido de un bipartidismo estricto. En la figura 1. vemos la evolución en el número de diputados de los distintos partidos y también cómo quedarían el PP y el PSOE si se les hubiera aplicado la Reforma Cospedal (RC) de reducción a 25 diputados.
2013 5 6 4 4 6 25
Figura 1. Número de diputados por partido político en las Cortes de Castilla-La Mancha
Fuente: Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha Como vemos en esta figura, a pesar de la Reforma Cospedal, la fuerza política más votada seguiría ganando las elecciones, pero los terceros partidos desaparecerían. En distritos electorales con pocos diputados la barrera electoral efectiva, esto es el porcentaje que se necesita para sacar un diputado, aumenta considerablemente. Hasta aquí lo que ha pasado. Ahora vamos a hablar de lo que puede pasar y como lo que vale para uno, vale para el otro, vamos a obviar las siglas de los principales partidos, ya que en principio ambos se pueden beneficiar. Imaginemos que en Castilla-La Mancha hay dos partidos solamente, como hay ahora, con posibilidades de competir por la presidencia: el Partido del Vino (PV) y el Partido del Queso (PQ). Por término medio, entre 1983 y 2011, los dos principales partidos obtienen el 91% de los votos. Si tomásemos ese dato de 91% como suma de PV+PQ=91%, podríamos calcular cual es la barrera real que necesitan las distintas formaciones para desempatar en aquellas circunscripciones (provincias) donde se escogerá un número par de diputados: 6 en Ciudad Real y Toledo y 4 para Cuenca y Guadalajara. Si PV+PQ=91% en una provincia de 4 diputados con la Ley D’Hondt, el 2º partido en número de votos, el Partido del Vino, puede sacar al menos un 36.4% y sabe que tiene asegurados los 2-2, aunque el Partido del Queso saque un 54%. Pueden perder de 17 puntos, y sacar el mismo número de diputados, dos para cada uno. Si seguimos pensando que PV+PQ=91%, en una provincia de 6 diputados con la Ley D’Hondt, a ese mismo PV, le vale con un 39%, para asegurarse los 3 diputados aunque el Partido del Queso gane allí con un 51% de los votos, porque de nuevo, tres diputados para cada uno. Puede perder por diez puntos y seguir empatando a tres diputados.
Al final llegamos al caso de la única provincia con número impar de diputados: Albacete. Si la Teoría de la Navaja de Ockham dice que en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta, la Teoría de la Navaja de Albacete dice que: si afirmamos que en un distrito cualquiera con 5 diputados a repartir, los dos primeros partidos sacan un 91% de los votos, el que gana obtendría tres diputados, el que queda segundo dos (salvo que saque menos del 30% que en ese caso sería un diputado y el ganador cuatro), y el tercero con menos del 9% de los votos, nada de nada. Leyendo toda la serie histórica aplicando la RC (ver Tabla 2) en todas las elecciones desde 1983 hasta 2011, en Guadalajara y Cuenca obtendrían siempre 2-2, por tanto serían unas circunscripciones no competitivas. Tabla 2. Resultados por circunscripción en las elecciones autonómicas aplicando la Reforma Cospedal (RC)
Finalmente, en diferido, en forma efectivamente de simulación, llegamos al Escenario Hipotético del Pucherazo de Vino: “La candidata del Partido del Vino (PV), aplicando la Reforma Cospedal, podría tranquilamente perder contra el candidato del Partido del Queso (PQ) por diecisiete puntos en Cuenca y Guadalajara, perder por diez puntos en Ciudad Real y en Toledo, que ganando por la mínima en Albacete, tendría una cómoda mayoría de 13 a 12 diputados en las Cortes de Castilla-La Mancha y gobernar la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha desde el Palacio de Fuensalida de Toledo como si fuera la mismísima Gobernadora de la Ínsula Barataria.” Don Quijote le dijo a Sancho Panza una vez: -No es un hombre más que otro, si no hace más que otro. Por desgracia para la democracia castellano-manchega aquí sí que lo han hecho.
Julio Embid es politólogo y Subdirector del Laboratorio de Fundación Alternativas (@julioembid) http://www.eldiario.es/piedrasdepapel/gigantes-pucheros_6_188691151.html