Manual_1

Page 1


ÍNDICE1
 
 PRESENTACIÓN
 
 ¿QUÉ
ESTAMOS
OFRECIENDO?
 
 INTRODUCCIÓN:

 Teoría
del
conflicto
social
 
 CAPÍTULO
1:

 El
conflicto.
Conceptos
y
tipologías.

Pag.
3

Pag.
3

Pag.
3

Pag.
8

CAPÍTULO
2:

 Evolución
y
tipos
de
conflicto.

Pag.
18

Pag.
22

Pag.
31

Pag.
32

CAPÍTULO
3:
 Modos
de
abordaje
del
conflicto
(Poder,
 Derecho,
Intereses
y
Necesidades).
 EPÍLOGO
 
 BIBLIOGRAFÍA

1

1
Fuentes
de
este
Manual:
PrevCon
“Manual
Transformación
democrática
“Presidencia
del
Consejo
de
Ministros
de
Perú.
Lima

2011
y
Fundación
Cambio
Democrático
—FCD—.
Manual
conflicto
y
desarrollo.

Fundación
Cambio
Democrático
—FCD—
Bs
As
 2009

2


Presentación
de
la
Fundación
Cambio
Democrático
 Le
ofrecemos
una
breve
historia
y
evolución
de
la
Fundación
Cambio
Democrático
en
 un
cuadernillo

que
adjuntamos
y
que
deseamos
motive
e
incite
a
la
lectura
de
los
 manuales.
 ¿QUÉ
ESTAMOS
OFRECIENDO?
 Este
 es
 el
 primer
 volumen
 de
 una
 colección
 de
 cuatro
 manuales
 que
 la
 Fundación
 Cambio
Democrático
—FCD—
ha
elaborado
con
la
finalidad
de
ofrecer
el
desarrollo
de
 aquellos
 temas
 que
 hacen
 a
 la
 comprensión
 de
 sus
 fundamentos,
 valores
 y
 postura
 frente
a
la
transformación
de
conflictos.
 A
través
de
los
años
de
trabajo,
la
FCD2
ha
ido
cambiando
su
concepción
y
visión
sobre
 la
resolución
de
conflictos.

 Como
bien
se
sabe,
hablar
de
transformación
de
conflictos
sociales
implica
hablar
de
 varios
temas,
imbricados
en
una
red
conceptual
que
nos
permite
identificar,
analizar,
 diseñar,
 conducir
 procesos
 y
 evaluar
 aquellas
 situaciones
 que
 se
 presenten
 o
 sean
 vividas
como
conflictivas
para
un
grupo,
una
comunidad
o
una
sociedad.
 Es
 por
 ello
 que
 la
 FCD
 ha
 elaborado
 estos
 cuatro
 manuales
 que
 contienen
 los
 siguientes
 grandes
 tópicos
 temáticos
 que
 reflejan
 su
 pensamiento
 y
 sus
 formas
 de
 abordar
la
conflictividad
social:
 
 Parte
1:
EL
PRIMER
TELESCOPIO
‐
una
aproximación
a
la
temática
 -

2

Teoría
del
conflicto
social
 El
conflicto.
Conceptos
y
tipologías
 Evolución
y
tipos
de
conflicto
 Modos
de
abordaje
del
conflicto
(Poder,
Derecho,
Intereses
y
Necesidades)

Ver Cuadernillo de presentación de la FCD

3


Parte
 2:
 UN
 SEGUNDO
 TELESCOPIO—Resolver
 ‐
 transformar:
 procesos
 y
 roles—
 -

El
marco
de
la
Transformación
de
conflicto.
Resolver‐transformar
 El
poder
y
la
interdependencia.
Causas
y
niveles
de
cambio
individual‐ relacional‐cultural‐estructural
 Ciclo
del
conflicto
y
Roles
de
Tercer
Lado
para
su
transformación
 (prevención,
resolución,
contención).
Plataformas
para
la
transformación
 La
incidencia

Parte
3:
EL
MICRÓFONO
Y
LA
LUPA—
Herramientas
generales

Comunicación
 Observación
estratégica

Parte
4:
LA
BRUJULA
—Procesos
colaborativos—Diálogo—Herramientas—
 -

Procesos
colaborativos
—conceptos
y
principios
—
diferencias
entre
 mediación
y
facilitación—
 Etapa
1
de
los
procesos
colaborativos:
evaluación
inicial
de
la
situación
 Etapa
2
de
los
procesos
colaborativos:
Diseño
del
Proceso
–
estrategias
y
 plan
 Etapa
3
de
los
procesos
colaborativos:
Conducción
del
proceso
 Monitoreo
de
los
resultados
alcanzados

Esperamos
 que
 todo
 lo
 que
 aquí
 brindamos
 sea
 de
 utilidad
 y
 sirvan
 para
 seguir
 incrementando
 este
 paradigma
 de
 la
 transformación
 de
 conflictos
 en
 pos
 de
 sociedades
más
democráticas,
más
libres,
más
humanizadas,
más
sustentables
y
en
paz.
 Comenzaremos
con
una
introducción
que
contiene
los
fundamentos
de
la
Teoría
de
 Conflictos.

4


INTRODUCCIÓN:
Teoría
del
Conflicto
 
 El
campo
del
trabajo
analítico
y
práctico
con
conflictos
en
general
y
conflictos
sociales
 en
 particular
 es
 relativamente
 joven
 aunque
 se
 reconoce
 deudor
 de
 distintas
 raíces
 epistemológicas.
 A
 lo
 largo
 de
 su
 historia,
 ha
 cosechado
 una
 variedad
 de
 aportes
 teóricos
y
conceptualizaciones
que
todavía
no
forman
un
cuerpo
teórico
unificado,

y
 es
probable
que
nunca
lleguen
a
hacerlo
porque
en
el
debate
que
existe
en
su
seno,
 coexisten
perspectivas
muy
distintas
sobre
la
vida
en
sociedad.
Desde
las
teorizaciones
 sobre
 el
 conflicto,
 su
 definición,
 causas
 y
 dinámicas,
 hasta
 la
 identificación
 de
 estrategias
para
operar
sobre
el
mismo
han
ofrecido
una
variedad
de
significados
a
los
 diferentes
 términos.
 Este
 desarrollo
 teórico
 diverso
 continúa
 y
 es
 posible
 ver
 como
 cada
cultura,
y
dentro
de
ella
cada
institución
que
se
especializa
en
estas
artes
aporta
 una
nueva
categorización,
tipología
o
conjunto
de
términos
preferidos
para
definir
el
 campo
social
en
el
que
trabaja
con
la
conflictividad.

 En
 algunos
 casos
 las
 divergencias
 entre
 unos
 y
 otros
 serán
 meras
 cuestiones
 semánticas
o
terminológicas,
pero
en
otros
casos
serán
diferencias
sustanciales
en
el
 modo
 de
 concebir
 los
 hechos
 sociales
 constitutivos
 de
 la
 conformación,
 evolución
 y
 tratamiento
de
los
conflictos
sociales.3

 La
 búsqueda
 de
 la
 elaboración
 de
 un
 marco
 conceptual
 sobre
 conflictos
 sociales
 se
 encuentra
 con
 la
 dificultad
 en
 el
 profundo
 e
 histórico
 debate
 político
 en
 torno
 al
 concepto
 de
 conflicto,
 sus
 aspectos
 positivos
 y
 negativos
 así
 como
 respecto
 a
 su
 gestión
 adecuada.
 Este
 debate
 gira
 en
 torno
 a
 ¿Cómo
 organizar
 el
 poder
 social?
 ¿Concentrar
 o
 descentralizar
 el
 proceso
 de
 toma
 de
 decisiones?,
 y
 tantas
 otras
 cuestiones
que
conducen
a
la
reflexión,
al
intercambio
de
ideas
y
opiniones
y
a
definir
 un
contexto
teórico
coherente
con
los
principios
y
valores
que
se
sustentan.

3 Así, uuna visión social construccionista concibe al conflicto como un producto de la creación de significado social, una visión marxista del conflicto concibe a éste a partir del concepto del materialismo histórico y la lucha de clases, que pone a la estructura económica y el control de los medios de producción como los determinantes primarios del conflicto social.

5


Las
respuestas
son
contradictorias
en
la
función
de
su
origen
ideológico.
Los

modelos
 políticos
conservadores,
recomiendan
concentrar
el
poder
y
fortalecer,
especialmente,
 la
autoridad
del
Ejecutivo,
a
la
vez
que
se
subordinan
los
derechos
a
las
concepciones
 doctrinarias
 (ideológicas,
 religiosas)
 del
 bien
 común.
 Aquellos
 modelos
 políticos
 progresistas,
por
el
contrario,
procuran
robustecer
a
la
autoridad
ciudadana,
a
la
vez
 que
se
condicionaba
el
 respeto
por
los
derechos
a
los
 reclamos
y
necesidades
de
las
 mayorías
(Gargarella

2008).

Estos
debates
se
han
reflejado
en

la
historia
política
de
 América
Latina,
en
particular,
durante
el
proceso
de
construcción
del
Estado.
En
este
 sentido,
durante
los
distintos
capítulos
de
esta
historia,
defensores
de
la
concentración
 del
poder
y
aquellos
promotores
de
su
descentralización
intercambiaron
argumentos
y
 protagonizaron
 conflictos
 por
 la
 distribución
 del
 poder
 social.
 Estos
 conflictos
 ocasionalmente
 han
 dado
 lugar
 al
 diálogo
 y
 la
 concertación
 y
 con
 estos
 a
 un
 mayor
 entendimiento
mutuo.
En
esos
momentos
de
la
historia,
se
lograron
consensos
básicos
 que
 posibilitaron,
 las
 siempre
 inestables,
 bases
 identitarias
 y
 normativas
 de
 nuestras
 sociedades.
 En
 otros
 momentos,
 la
 polarización
 ha
 sido
 tristemente
 grande
 y
 con
 el
 afloramiento
irremediable
de

las
diferencias,
la
conflictividad
se
tornaba
violenta
y
por
 ende
destructora
con
respecto
al
funcionamiento
del
sistema
político.


 El
 problema
 irresuelto
 de
 la
 falta
 de
 una
 teoría
 unificada
 sobre
 los
 conflictos
 refleja
 una
 situación
 babélica,
 de
 multiplicación
 de
 nombres
 y
 acepciones
 que
 cruzan
 significantes
y
significados
sobre
la
naturaleza,
causas
y
evolución
del
conflicto
social.
 Esta
 ausencia
 de
 un
 lenguaje
 compartido,
 como
 sostiene
 Frank
 Dukes
 (1996) 4 
no
 solamente
 genera
 dificultades
 ente
 practicantes
 y
 académicos
 vinculados
 al
 campo,
 peor
 aún,
 deja
 a
 los
 actores
 protagónicos
 de
 la
 conflictividad
 social
 sin
 capacidad
 de
 entender
 las
 razones
 del
 conflicto,
 dificultando
 de
 esta
 manera,
 su
 abordaje
 transformador.
 Esta
 discusión
 es
 relevante
 ya
 que
 la
 manera
 en
 la
 que
 los
 actores
 perciben
el
conflicto
condiciona
la
forma
en
que
participaran
en
él.

Como
el
mapa
no
 es
el
territorio,
las
situaciones
que
surgen
alrededor
de
un
conflicto,
no
son
el
conflicto

4

Dukes, Frank. Integration in Environmental Conflict. Conflict Resolution Quarterly. Volume 19. Fall 2001.

6


en
sí,
sino
las
respuestas
y
actitudes
que
tenemos
ante
él.
Es
por
eso
que
comprender
 la
naturaleza
del
conflicto
es
el
primer
paso
hacia
un
cambio
constructivo.
 
 El
 propósito
 es
 facilitar
 un
 conjunto
 analítico
 de
 instrumentos
 para
 comprender
mejor
la
conflictividad

existente
en
torno
a
la
distribución
 del
 poder
 en
 la
 sociedad
 y
 contribuir
 a
 políticas
 que
 permitan
 el
 establecimiento
 de
 marcos
 y
 procesos
 institucionales
 conducentes
 a
 su
 abordaje
 transformador
 de
 cara
 a
 la
 consolidación
 de
 un
 orden
 constitucional
democrático.
 
 La
efectividad
y
el
impacto
de
dichas
políticas
públicas
depende
de
conseguir
“acciones
 coordinadas”
 
 entre
 aquellos
 que
 participaran
 de
 su
 formulación
 e
 implementación.
 Este
marco
entonces
puede
facilitar
esta
coordinación
de
acciones
entre
actores
con
 responsabilidad
 pública
 pero
 ubicada
 en
 lugares
 distintos.
 Pasamos
 ahora
 a
 tratar
 todo
lo
relacionado
con
CONFLICTO.

7


CAPÍTULO
1:
El
conflicto
 La
palabra
conflicto
es
un
término
flexible,
ambiguo,
dinámico.
Puede
comprender
en
 su
significado
diferentes
cosas
según
las
personas
y
el
contexto
que
refieran
a
él.

 El
 conflicto
 con
 el
 otro
 es
 parte
 de
 la
 “condición
 humana”.
 Está
 presente
 en
 toda
 la
 vida
social
y
en
las
relaciones
entre
comunidades,
pueblos
y
Estados.
Usualmente
se
le
 otorga
 connotaciones
 negativas
 y
 se
 lo
 define
 con
 un
 valor
 opuesto
 a
 armonía,
 acuerdo
o
hasta
paz.
Hay
múltiples
definiciones
de
lo
que
es
un
conflicto
y
la
forma
en

 que
 se
 lo
 caracteriza,
 condicionadas
 en
 gran
 medida,
 por
 la
 forma
 en
 que
 este
 será
 abordado.

 Si
al
conflicto
se
lo
concibe
como
una
competencia
donde
solo
puede
prevalecer
uno,
 las
estrategias
de
las
partes
tenderán
a
fortalecerse,
debilitando
al
otro.

 Para
poder
transformar
el
conflicto
es
necesario
cambiar
la
mirada
que
tenemos
 sobre
él.
 Genéricamente,
 se
 refiere
 a
 cualquier
 controversia
 organizada,
 un
 diferendo
 o
 desacuerdo
 de
 proporciones
 relativamente
 importantes,
 que
 a
 menudo
 abarca
 múltiples
 disputas.
 Disputas
 en
 torno
 a
 valores
 y
 a
 reclamos
 de
 acceso
 a
 condición,
 poder
 y
 recursos
 escasos;
 lucha,
 muchas
 veces
 se
 manifiesta
 en
 una
 situación
 donde
 los
objetivos
de
los
adversarios
consisten
en
neutralizar,
herir
o
eliminar
a
sus
rivales

 (Coser.
The
Functions
of
Social
Conflict.
Free
Press,
New
York,
1956).

Otras
veces,
en
base
a
identificar
 el
conflicto
con
la
violencia
o
crispación
que
existente
entre
sus
integrantes,

no
es
de
 extrañar
que
muchos
identifiquen
al
conflicto
como
una
fuerza
destructiva
que
debe
 ser
evitada,
contenida
o
eliminada.

 Desde
una
perspectiva
constructivista,
conflicto
significa
“una
divergencia
de
intereses
 percibida
 o
 la
 creencia
 de
 que
 las
 actuales
 aspiraciones
 de
 las
 partes
 no
 pueden
 lograrse
 simultáneamente”.
(Pruitt,
Dean
y
Jeff
Rubin,
Jeff.
Social
Conflict:
Escalation,
Stalemate,
 and
Settlement.
2ed.,
McGraw
Hill,
New
York,
1994).

8


Un
conflicto
surge
cuando
dos
o
más
actores,
en
una
relación
de
interdependencia,
no
 están
 de
 acuerdo
 sobre
 la
 distribución
 de
 recursos
 materiales
 o
 simbólicos
 y
 actúan
 basándose
 en
 estas
 incompatibilidades
 percibidas
 (Lederach
 1996). 5 
Desde
 esta
 perspectiva,
el
conflicto
posee
tres
componentes
distintivos:

1. Relación
 de
 interdependencia
 entre
 las
 partes.
 Es
 decir,
 ninguna
 parte
 tiene
 suficientes
recursos
como
para
alcanzar
sus
objetivos
de
forma
unilateral.
 2. Percepción
 de
 incompatibilidad
 de
 los
 objetivos
 de
 los
 actores
 involucrados,
 donde
se
hace
énfasis
en
la

subjetividad
de
las
partes.6
 3. Comportamiento
 agresivo
 aunque
 no
 necesariamente
 violento
 entre
 los
 actores
involucrados.
 El
conflicto
implica
la
construcción
de
significados
sobre
hechos
o
eventos
y
la
acción
 en
función
de
esa
construcción
que
realizan
actores
interdependientes:
es
decir
para
 que
exista
un
conflicto
social
estaremos
frente
a
un
asunto,
que
generará
percepción,
 actitud
 ante
 esa
 percepción
 y
 comportamiento
 entre
 personas
 o
 grupos
 que
 están
 relacionados
entre
si.
 En
 esta
 misma
 línea,
 Galtung
 (1998) 7 
propone
 entender
 el
 conflicto
 desde
 tres
 perspectivas
concurrentes:
la
contradicción
de
objetivos
existente
entre
las
partes,
la
 actitud
con
la
que
estas
perciben
la
contradicción
y
el
comportamiento
con
el
que
las
 partes

interactúan.

5

Lederach, Juan Pablo. Preparing for Peace. Conflict Transformation Across Cultures. Syracuse University Press, New York.

1996.

6 En sintonía con los desarrollos vinculados a la teoría de la narratividad y de la modalidad del pensamiento narrativo de Jerome Brunner(1997), la realidad se construye a través de narrativas. Desde esta perspectiva los conflictos a través de los cuales las personas experimentan los asuntos humanos toman la forma de las narraciones que usamos para contar cosas sobre ellos.

7

Galtung, Johan. Conflict Transformation by Peaceful Means (The Transcend Method). UN, 2000.

9


Ver
Nota
al
pie

8

Comportamiento:
 Por
 lo
 general
 hay
 una
 estrecha
 vinculación
 entre
 la
 actitud
 que
 tienen
 los
 actores
 que
 poseen
 los
 intereses
 o
 valores
 en
 contradicción
 y
 el
 comportamiento
 que
 estos
 desarrollan
 para
 resolver
 la
 situación.
 Los
 comportamientos
 pueden
 ser
 de
 confrontación
 violenta
 o
 no
 violenta
 así
 como
 de
 diálogo
 y
 cooperación.
 La
 confrontación
 violenta,
 supone
 una
 clara
 diferenciación
 entre
“ellos”
y

“nosotros”,
los
canales
de
comunicación
entre
las
partes
se
cortan
y
se
 comienzan
a
movilizar
acciones
mediáticas,
legales
o
directas
de
agresión
que
buscan
 modificar
las

conductas
o
posiciones
de
la
otra
parte.

La
confrontación
puede
adquirir
 términos
violentos,
en
principio
de
forma
asilada
o
esporádica.
Luego
dicha
violencia
 comienza
 a
 ser
 coordinada
 y
 cada
 parte
 responsabiliza
 al
 “otro
 lado”
 de
 generar
 las
 condiciones
de
la
misma.
 Contradicciones:
 cuando
 los
 objetivos
 se
 perciben
 como
 incompatibles
 se
 evidencia
 una
 contradicción,
 entonces
 nace
 un
 “asunto”
 y
 se
 construyen
 creencias.
 Esta
 contradicción
 surgida
 de
 la
 interdependencia
 puede
 expresarse
 en
 fenómenos
 de
 injusticia
estructural,
tales
como,
por
ejemplo:
la
concentración
de
tierras
y
el
éxodo
 rural;
 la
 operación
 contaminante
 de
 una
 industria
 o
 la
 aplicación
 de
 una
 ley
 de
 promoción
 económica
 regional
 que
 desconoce
 a
 las
 sociedades
 locales
 que
 son
 promocionadas.
 8

Gabriel Guerdeggueron Adaptación de Galtung

10


Percepción/actitudes:
cómo
los
actores
desde
sus
marcos
de
interpretación
distinguen
 la
contradicción
de
intereses
u
objetivos.
Si
esta
contradicción,
no
es
percibida

como
 anómala,
 deja
 latente
 el
 conflicto
 y
 conlleva
 una
 actitud
 de
 pasividad
 y
 un
 comportamiento
adaptativo
a
la
situación
por
aquellos
perjudicados
por
la
misma.
Si
 por
el
contrario,
alguno
de
los
actores
percibe
la
situación
como
injusta
e
identifican
a
 otras
 partes
 como
 las
 responsables
 de
 la
 misma,
 comenzará
 a
 construir
 un
 discurso
 que
 eleve
 la
 conciencia
 de
 esta
 situación
 y
 enmarque
 conductas
 que
 produzcan
 un
 cambio
frente
a
la
contradicción.
 Si
 bien
 el
 conflicto
 ocurre
 cuando
 dos
 o
 más
 partes
 relacionadas
 (ya
 sea
 individuos,
 grupos,
comunidades
o
estados‐nación)
se
encuentran
divididas
por
causa
de
intereses
 u
objetivos
percibidos
como
incompatibles
o
como
resultado
de
la
competencia
por
el
 control
de
recursos
escasos.
(Avruch,
Kevin.
Conflict
resolution,
Encyclopedia
of
Cultural
Anthropology,
 Vol.1
Henry
Holt,
New
York,
1996)
este
surge
a
causa
de
cierta
inestabilidad
en
el
status
quo
y

percepción
de
injusticia
en
actores
afectados.
Así,
el
conflicto
adquiere
características
 más
 complejas,
 donde
 se
 presenta
 como
 
 fenómeno
 social
 directamente
 relacionado
 con
procesos
de
cambio
social.
Al
implicar
intrínsecamente
manifestaciones
de
cambio,
 los
 conflictos
 son
 dinámicos
 y
 tienen
 una
 energía
 que
 puede
 manifestarse
 en
 consecuencias
negativas
o
positivas.
La
forma
que
adquiera
esa
energía
dependerá
de
 las
decisiones
que
los
actores
puedan
tomar
en
su
curso.

 Es
 por
 esto
 que
 el
 conflicto
 en
 sí
 mismo
 es
 algo
 que
 contiene
 aspectos
 positivos
 y
 negativos
a
la
vez.

Es
positivo
ya
que
señala
vitalidad
en
un
grupo
o
una
comunidad,
 asimismo
da
cuenta
de
injusticias
y
desequilibrios.
Permite
identificar
la
necesidad
de
 cambios
y
orientar
su
dirección.

Sin
embargo,
el
conflicto
también
es
negativo
ya
que
 trae
consigo
la
semilla
de
la
violencia,
la
intolerancia
y
el
autoritarismo.

 Las
 diferencias
 y
 similitudes
 entre
 los
 actores
 a
 la
 hora
 de
 entender
 y
 evaluar
 al
 conflicto
 y
 
 sus
 causas
 es
 fundamental
 para
 explicar
 como
 este
 
 evolucionara

11


(dinámica).
 También
 es
 fundamental
 para
 
 promover
 
 un
 abordaje
 tendiente
 al
 fortalecimiento
de
los
procesos
democráticos.9
 El
conflicto
social
 El
conflicto
social,

en
la
medida
en
que
supone
la
tensión
entre
actores
que
establecen
 una
relación
social
entre
si,
es
demasiado
abarcativo
y
puede
incluir
una
gran
cantidad
 de
 situaciones
 sociales
 que
 van
 desde
 un
 nivel
 interpersonal
 (por
 ejemplo:
 vecinos
 disputando
 por
 una
 medianera
 hasta
 conflictos
 binacionales
 que
 involucran
 actores
 armados).
Es
por
esto
que
a
fin
de
delimitar
esta
definición,
la
propuesta
es
hablar
de
 conflictos
 sociales
 de
 interés
 público
 entendiéndolos
 como
 un
 subtipo
 de
 conflicto
 público.

 El
 conflicto
 público
 es
 una
 categoría
 más
 amplia
 que
 incluye
 disputas
 político
 institucional
 intra
 e
 inter
 burocrática,
 entre
 poderes
 públicos
 
 cuyos
 protagonistas
 centrales
 son
 aquellos
 que
 forman
 parte
 del
 marco
 institucional
 del
 Estado.
 Su
 escenario
 de
 acción
 es
 la
 arena
 política.
 
 Se
 dirime
 a
 través
 de
 distintos
 mecanismos
 político
institucionales
incluyendo
vías
administrativa,
judicial,
mediática
etc.
El
Estado
 tiene
 un
 rol
 central
 y
 la
 disputa
 se
 centra
 en
 
 el
 
 proceso
 de
 toma
 de
 decisiones

 respecto
 al
 destino
 de
 recursos
 compartidos/públicos
 
 en
 temáticas
 que
 involucran
 intereses
colectivos
o
difusos

 Un
conflicto
público

puede
ser
caracterizado
como
de
índole
social,
 no
 sólo
cuando
 involucra
al
Estado
o
a
un
proceso
de
decisión
pública,
sino
también
cuando
incorpora
 como
protagonista
distintivo
a
actores
de
la
sociedad
civil.
En
este
sentido
el
conflicto
 social
posee
las
siguientes
características
específicas:
 •

El
rol
del
Estado
es
protagónico
de
distintas
maneras:

9

Las situaciones que surgen alrededor de un conflicto, no son el conflicto en sí, sino las respuestas y actitudes que los actores tienen sobre el. Es por eso que comprender la naturaleza del conflicto es el primer paso hacia una transformación positiva. Para comprenderlo, es necesario saber que el conflicto es un proceso co-construido por las partes que tienen lugar en él y que las actitudes frente al conflicto surgen de nuestras creencias, supuestos y experiencias de vida. El conflicto no solo se construye por “lo que sucede” sino por el significado que los seres humanos atribuimos a “eso que sucede”. Y estos significados están basados en nuestra cultura, y en la base de experiencia y conocimiento que tenemos acumulado.

12


1)
 Cuando
 el
 Estado
 es
 participe
 directo
 
 del
 conflicto
 (por
 acción
 u
 omisión);

 2)
 cuando
 el
 Estado
 asume
 un
 rol
 de
 tercería
 en
 un
 conflicto
 de
 privados
 donde
existe
un
interés
colectivo
en
juego;

 3)
cuando
el
conflicto
se
manifiesta
en
el
espacio
público.


 •

Se
 conforman
 en
 torno
 a
 una
 compleja
 red
 de
 intereses
 que
 se
 traduce
 en
 la
 presencia
de
diversos
grupos,
organizaciones
o
individuos
representando
esos
 intereses
con
relaciones
asimétricas
de
poder
(Carpenter
y
Kennedy,
1998)10.

Existe
 disparidad
 entre
 las
 formas
 organizativas
 (y
 por
 ende
 estructuras
 jerárquicas
y
procesos
de
toma
de
decisiones)
entre
esos
grupos.

Su
 emergente
 suele
 estar
 
 vinculado
 a
 un
 evento
 puntual
 o
 disputa
 (episodio),como
 por
 ejemplo
 movilización
 social
 en
 contra
 de
 una
 política
 gubernamental
de
características
especificas,
pero
este
suele
descansar
en
un
 complejo
 entramado
 de
 causas
 estructurales
 (epicentro)
 que
 encuentran
 en
 dicha
disputa,
una
vía
para
manifestarse.

Antes
de
continuar
con
la
evolución
de
un
conflicto
recordemos
algunas
clasificaciones.
 Tipologías
¿Cuál
es
la
utilidad
de
las
tipologías?

 Un
 tipo
 ideal
es
 un
 instrumento
 conceptual,
 usado
 en
 ciencias
 sociales
 
 para
 aprehender
 los
 rasgos
 esenciales
 de
 ciertos
 fenómenos
 sociales.
 Por
 la
 naturaleza
 polimorfa
 y
 multicausal
 de
 los
 conflictos
 sociales,
 cualquier
 intento
 de
 construcción
 tipológica
 esta
 condenado
 a
 ser
 controversial
 o
 al
 menos
 discutible.
 
 Los
 conflictos

 empiezan
de
una
forma

y
terminan
de
otra.

De
cualquier
manera,
una
tipología
deriva
 de
 la
 priorización
 de
 ciertas
 dimensiones
 o
 variables
 que
 permiten
 construir
 el
 concepto
y
que
estarán
establecidos
por
un
marco
teórico
ideológico
particular.
Esto
 es
un
elemento
cierto
para
tanto
el
análisis
como
para
el
diseño
de
una
intervención.

 El
propósito
de
una
tipología

10

Carpenter, Susan. Managing Public Disputes. Jossey-Bass Publishers. San Francisco, 1988.

13


El
diseño
y
desarrollo
de
una
tipología
esta
siempre
en
función
del
propósito
con

que

 se
la
aborda,
y
si
el
propósito
no
es
claro,
la
tipología
tampoco
lo
será.

Si
el
propósito
 es
académico,
la
tipología
estará
orientada
a
generar
capacidad
descriptiva
explicativa,
 si
el
propósito
es
político
o
de
transformación
social,
su
orientación
será
servir
como
 marco
conceptual
para
generar
respuestas
adecuadas
a
los
desafíos
presentados
por
el
 contexto
social.

 Una
 tipología
 se
 pueden
 construir
 tomando
 en
 encuentra
 diversas
 dimensiones
 o
 variables.
 Se
 puede
 tomar
 las
 causas
 del
 conflicto
 social,
 del
 objeto
 de
 la
 disputa,
 el
 tipo
 y
 cantidad
 de
 actores
 involucrados
 o
 por
 la
 legalidad
 o
 ilegalidad
 
 del
 comportamiento
de
aquellos.



 
 Tipos
de
conflictos
 Diversos
autores
han
propuesto
tipologías
de
conflictos,
por
tanto
existe
una
variedad
 amplia
en
muchos
casos
dispersa.

 Existen
 clasificaciones
 de
 tipo
 único.
 A
 continuación
 un
 cuadro
 que
 las
 sintetiza
 formulado
por
Josep
Redorta
(2004)11
 AUTOR

CRITERIO
DE
CLASIFICACIÓN

TIPO
DE
CONFLICTO

OBSERVACIONES

Woodhouse

Relaciones
de
Poder

Simétricos

La
 simetría
 equivale
 a

Asimétricos

igualdad
en
el
poder

Funcional

Es
 funcional
 si
 potencia

Disfuncional

la

creatividad

Verticales

Se
 refiere
 al
 conflicto

Horizontales

entre
 iguales
 o
 en

Abebrese

Lederach

Funcionalidad

Relaciones
de
poder

innovación

y

la

jerarquía
 Galtung

Deutsch

11

Nivel
de
visibilidad

Agresividad

Latente

El
 conflicto
 latente
 deja

Manifiesto

de
serlo
al
manifestarse

Constructivo

Fuerte

Destructivo

ausencia
de
agresividad

aparición

Redorta, J. Como analizar conflictos. La tipología de conflictos como herramientas de mediación. Barcelona, Paidós, 2004.

14

o


Burton

Hobbes

Coser

Violencia

Interés

Emocionalidad

Violentos

Ausencia
o
presencia
de

No
violentos

violencia

Apetito

Es

Aversión

repulsión

Real

Es
 irreal
 si
 existen

Irreal

muchas

la

atracción

y

emociones

implicadas

También
existen
tipologías
complejas
o
multidimensionales,
como
la
de
Deutch
que
los
 clasifica
en
función
de
su
nivel
de
realidad
y
manifestación.

 Algunas
 clasificaciones
 que
 estimamos
 útiles
 pueden
 ser
 la
 de
 Wright
 (1990)12
que
 distingue
los
conflictos
en
físicos
o
territoriales,
políticos,
ideológicos
y
legales.

 Como
 se
 ha
 mencionado
 anteriormente
 el
 conflicto
 social
 articula
 o
 condensa
 una
 conflictividad
publica
policromática
en
la
que
interactúan

una
diversidad
de
factores
 causales
 
 y
 dinamizadores
 de
 la
 misma;
 políticos,
 sociales,
 culturales
 y
 
 ambientales.
 Por
 esto,
 
 el
 conflicto
 social
 nunca
 se
 podrá
 explicar
 bien
 si
 su
 descripción
 se
 circunscribe
a

la
disputa
episódica.
Una
protesta
gremial
reprimida
por
las
fuerzas
de
 seguridad
 puede
 tener
 distintos
 causas
 y
 factores
 que
 la
 hacen
 posible.
 ¿Cuál
 es
 el
 contexto
político
y
elementos
específicos
que
explican
la
cobertura
mediática
de
una

 movilización
 de
 un
 grupo
 
 social
 reclamando
 la
 suspensión
 de
 la
 resolución
 de
 un
 ministro?
 
 Todas
 estas
 cuestiones,
 una
 vez
 más
 nos
 contraponen
 los
 episodios
 conflictivos
de
los
epicentros
de
conflictividad
que
los
explican.

 En
todo
conflicto
social
siempre
existe
un
episodio
de
disputa
que
opone
a
los
actores
 involucrados
 y
 que
 se
 convierte
 en
 el
 principal
 clivaje
 o
 línea
 de
 ruptura
 y
 reagrupamiento,
 y
 un
 epicentro
 en
 donde
 se
 encuentran
 la
 “agenda
 de
 fondo”
 así
 como

los
datos
de
contexto
en
donde
los
hábitos
grupales
culturales,
las
asimetrías
e

 interdependencia
 y
 las
 historias
 permiten
 profundizar
 la
 comprensión
 del
 conflicto
 y
 12

Wright, Q. “The nature of conflict” en Burton, J. y Dukes, F. (comp). Readings in Management and Resolution. Nueva York, Saint Martin’s Press, 1990.

15


desde
 donde
 las
 intervenciones
 pueden
 aspirar
 a
 promover
 posibilidades
 reales
 de
 transformación.
 Por
 lo
 general,
 los
 actores
 analizan
 los
 conflictos
 en
 base
 a
 los
 episodios
y
no
a
los
epicentros,
esto
es,

singularizándolos
en
función
de
aquello
que
se
 transforma
en
el
objeto
central
de
disputa.
Ese
objeto
central
de
la
disputa
puede
ser
 simbólico
o
tangible,
puede
estar
en
un
cargo,
en
una
norma
como
puede
estar
en
una
 cuenca
o
en
una
especie.
 Es
aquí
donde
una
característica
relevante

a
tomar
en
cuenta
cuando
se
evalúa
cuál
 debe
 ser
 la
 mejor
 tipología
 de
 conflictos
 para
 el
 diseño
 de
 una
 política
 de
 estado
 orientada
 a
 generar
 condiciones
 de
 gobernabilidad
 democrática
 a
 través
 de
 la
 prevención
 de
 la
 manifestación
 destructiva
 de
 los
 conflictos
 sociales.
 
 Que
 tipología
 sería
más
útil
para

establecer
sistemas
de
alerta
temprana
para
que
aquellos
actores
y
 procesos
involucrados
y,
en
particular,
aquellos
que
tienen
responsabilidades
públicas
 directas
sobre
ellas

tomen

decisiones
que
impacten
positivamente
en
la
evolución
del
 conflicto,
 llevándolo
 a
 una
 situación
 de
 más
 justicia
 y
 paz
 entre
 los
 actores
 involucrados.


 Criterios
para
la
construcción
de
clasificaciones
y
tipologías
sobre
conflictos

 Escala
territorial

 Este
primer
criterio
clasificador
de
distintos
tipos
de
conflicto
da
cuenta
de
la
escala
de
 despliegue
del
disputas
o
de
intervención.
Cuando
se
da
cuenta
del
nivel
local,
regional
 o
nacional,
se
hace
referencia
a
conflictos
que
se
clasifican
en
base
a
su
área
territorial
 de
reproducción.
Cuando
se
habla
de
conflictos
comunales
o
regionales,
o
bien
se
hace
 la
 diferencia
 de
 un
 conflicto
 nacionalizado
 con
 un
 conflicto
 que
 no
 lo
 es,
 se
 están
 haciendo
jugar
criterios
de
escala
para
clasificar
el
conflicto
social.
 Intensidad
 Se
 puede
 construir
 una
 tipología
 en
 base
 al
 nivel
 de
 polarización
 existente,
 hacia
 la
 presencia
 o
 no
 de
 hechos
 de
 violencia
 o
 predominancia
 de
 actividades
 ilegales.
 Muchas
veces,
este
criterio
de
clasificación
permite
identificar
el
tipo
de
respuesta
de
 corto
 plazo
 que
 debería
 darse
 desde
 el
 Estado
 para
 prevenir
 la
 intensificación
 de
 la

16


escalada.

La
intensidad
del
conflicto
variará
si
se
adoptan
estrategias
de
prevención,
 resolución
o
contención.
 Modo
de
abordaje
predominante
 Este
criterio
clasifica
los
conflictos
en
base
al
modo
predominante
de
abordaje
que
del
 mismo
tienen
los
actores
involucrados.

Si
bien

el
conflicto

nunca
se
dirime
en
base
 un
 modo
 exclusivo
 de
 relación
 entre
 los
 actores,
 sí
 hay
 una
 estrategia
 o
 modo
 que
 predomina:
 el
 poder
 de
 la
 fuerza,
 
 la
 utilización
 de
 procesos
 normativos
 sujetos
 a
 derecho
o
el
dialogo
explorando
necesidades
intereses
subyacentes.


 Causas

 Se
puede
construir
una
tipología
de
conflictos
en
función
de
sus
causas.
Dependiendo
 de
 la
 teoría
 de
 cambio,
 las
 causas
 pueden
 variar.
 En
 América
 Latina
 se
 pueden
 identificar
como
causas
de
los
conflictos,
la
falta
de
vigencia
de
los
derechos
humanos
 en
 un
 territorio,
 la
 
 existencia
 de
 redes
 criminales
 que
 sostienen
 acciones
 que
 provocan
 disturbios
 sociales,
 la
 falta
 de
 determinación
 en
 derechos
 de
 propiedad
 o
 soberanía,
 la
 aparición
 de
 una
 catástrofe
 u
 otras
 y
 lo
 que
 permite
 clasificar
 los
 conflictos
 con
 esta
 base.
 Este
 tipo
 de
 análisis
 induce
 a
 identificar
 cuáles
 son
 las
 políticas
estratégicas
direccionadas
estratégicamente
a
remover
dichas
causas,
a
partir
 de
intervenciones
estratégicas.
 Objeto
 Finalmente,
 también
 la
 tipología
 puede
 construirse
 en
 base
 a
 las
 características
 del
 objeto
de
disputa.
Este
es
el
criterio
que
los
distintos
actores
usan
habitualmente
para
 ubicarse.
Su
agrupamiento
se
define
por
la
“agenda”
del
conflicto.

A
modo
de
ejemplo,
 los
conflictos
en
torno
al
acceso
al
agua
se
diferencian
de
aquellos
que
giran
en
torno
a
 la
 distribución
 de
 la
 renta
 minera
 o
 a
 la
 contaminación
 de
 una
 ribera.
 
 Este
 tipo
 de
 criterios
 de
 clasificación
 tiene
 la
 ventaja
 de
 permitir
 a
 muchos
 actores
 compartir
 la
 descripción

 Legalidad

17


El
 criterio
 de
 legalidad
 distingue
 entre
 aquellos
 conflictos
 sociales
 centrados
 en
 prácticas
 tipificadas
 como
 delitos
 por
 parte
 del
 Estado
 de
 aquellos
 que
 se
 desenvuelven
 predominantemente
 en
 un
 marco
 de
 legalidad.
 Muchas
 veces
 este
 criterio
 es
 adoptado
 en
 relación
 con
 aquel
 que
 clasifica
 conflictos
 en
 base
 a
 la
 intensidad
del
mismo.

 Cada
una
de
estos
criterios
así
como
muchos
otros,
son
útiles
para
distintos
fines.
Un
 sistema
 de
 información
 sobre
 conflictividad
 social
 debería
 tener
 la
 capacidad
 de
 utilizarlos
de
forma
complementaria,
siendo
útiles
para
fines
específicos.



 Ahora
si
pasamos
a
la
evolución
de
un
conflicto.

18


CAPÍTULO
2:
Evolución
de
la
conflictividad
 El
 análisis
 de
 la
 evolución
 de
 la
 conflictividad
 combina
 la
 evaluación
 de
 la
 intensidad
 que
posee
el
conflicto
a
lo
largo
de

un
proceso
temporal.
Así,
identifica
los
principales
 hitos
 o
 puntos
 de
 inflexión
 en
 la
 evolución
 del
 conflicto
 analizando
 cuales
 son
 los
 factores
dinámicos
que
lo
hacen
escalar
o
desescalar.

Para
 poder
 identificar,
 analizar,
abordar
 utilizando
 las
 mejores
 herramientas,
 un
 conflicto,
deberíamos
ubicarnos
frente
a
él
sabiendo
a
qué
nivel
pertenece.

 En
general
podemos
identificar
cuatro
niveles,
a
saber:
 
 Nivel
1:
Conflicto
latente
o
problema
social
 Nivel
2:
Disputa
o
Controversia
Pública
 Nivel
3:
Crisis
 Nivel
4:
Violencia
 
 Veamos
cada
uno.
 Nivel
1:


Conflicto
Latente
o
Problema
social


“Cuando
el
conflicto
por
estar
latente,
 todavía
es
un
problema
social”.
 19


Existe
 una
 situación
 de
 frustración
 o
 insatisfacción
 de
 necesidades
 o
 intereses
 de
 un
 grupo
social,
una
contradicción
de
intereses
o
valores
con
otros
grupos
o
el
riesgo
de
 daño
colectivo
provocado
por

acción
u
omisión
por
parte
del
Estado.
Sin
embargo
esta
 no
ha
sido
traducida
en
acción
confrontativa


por
ninguno
de
los
actores
involucrados.
 El
 conflicto
 está
 latente
 ya
 que
 existen
 factores
 
 estructurales
 o
 contextuales
 
 que
 provoca
dicha

contradicción
de
intereses

aunque
sin
embargo
esta
no
se
visibiliza
de
 forma
alguna

en
el
espacio
público.
 


 Nivel
2:
Disputa
o
Controversia
Pública
“Cuando
la
manifestación
del
conflicto
social
 se
produce”
 Los
actores
sociales
generan
acciones
públicas
de
promoción
y
rechazo
de
una
decisión
 /
 omisión
 de
 parte
 del
 Estado
 y
 confrontan
 a
 través
 de
 procesos
 públicos
 (institucionales
o
espontáneos)
en
función
de
sus
posiciones
contradictorias.
 La
contradicción
o
riesgo
percibido
por
parte
de
un
grupo
de
actores
respecto
de
una
 situación
 dada
 
 lleva
 a
 que
 se
 manifiesten
señales
explícitas
de
 malestar.
 Estos
 reivindican
en
el
espacio
público,
sus
intereses
amparándose
en
los
derechos
que
los
 resguardan.
 Identifican
 responsables
 de
 su
 malestar
 en
 terceros
 involucrados,
 usualmente
 invocando
 la
 rectificación
 de
 la
 situación
 por
 parte
 del
 Estado.
 Se
 producen
 debates
 en
 torno
 a
 la
 cuestión
 en
 el
espacio
 público
 con
 un
 rol
 de
 gran
 relevancia
por
parte
de
los

medios
de
comunicación.
El
antagonismo
entre
las
partes
 es
visible
y
se
conforman
coaliciones
en
torno
a
los
clivajes
que
dividen
las
posiciones.
 Las
 controversias
 pueden
 sostenerse
 en
 el
 tiempo
 o
ser
 coyunturales.
 Usualmente
 giran
en
torno
a
un
tema
central
pero
se
desarrollan
en
el
marco
de
una
conflictividad
 contextual
que
involucra
otros
temas
colaterales.

 



 Factores
dinamizadores
de
la
escalada

hacia
la
crisis
o
violencia:

 1) Polarización:
Cuando
a
partir
del
análisis
de
las
posiciones
y
estrategias
de
de
 los
actores
involucrados,
predominan
posiciones
rígidas,
narrativas
excluyentes
 y
comportamientos
hostiles.

20


2) Relaciones
 asimétricas:
 Cuando
 un
 lado
 (coalición)
 posee
 una
 efectividad
 considerablemente
mayor
que
el
otro
en
la
incidencia
sobre
decisiones
públicas.
 Esto
 genera
 o
 incentiva
 a
 el
 sector
 débil
 a
 tomar
 acciones
 drásticas
 con
 el
 propósito
de
“hacerse
escuchar”
por
parte
del
decisor
o
inclinar
la
relación
de
 poder
a
su
favor.
 
 Nivel
3:
Crisis
 La
 crisis

 ocurre
 cuando
 la
 conflictividad
 se
 desborda
 de
 los
 canales
 institucionales
 previstos
 normativamente

 para
 su
 tratamiento
 (constitución
 nacional,
 legislación
 vigente).
Estas
son
generadas
usualmente
por
una
acción
manifiesta
sustantiva
de
un
 actor
 involucrado
que
 polariza
 y
dispara
 una
 aceleración
 de
 hechos
orientada
 o
 conseguir
un
 resultado
 favorable.
Un
 disparador
 de
 la
 decisión
 que
 provoca
 la
 crisis
 puede
ser
la
ocurrencia
de
un
daño
contextual
que
convierta
el
riesgo
identificado
en
 niveles
anteriores
en
perjuicio
concreto
colectivo
(una
comunidad)
o
individual
(a
una
 persona)
 capaz
 de
 provocar
 una
 movilización
 de
 las
 coaliciones
 en
 pugna.
 La
 crisis
 suele
 presentar
 una
 situación
 de
 equilibrio
 dinámico
 de
 fuerzas
 que
 incentiva
 a
 los
 actores
a
avanzar
en
una
salida
negociada.

 Por
 el
 aumento
 de
 incertidumbre
 con
 los
 consecuentes
 costos
 
 vinculados
 a
 la
 búsqueda
 de
 seguridad
 unilateral
 por
 parte
 de
 los
 actores,
 el
 reclamo
 por
 parte
 de
 terceros,
para
que
las
partes
se
avengan
a
procesos
negociados,
se
hace
más
intensa.
 Si
 bien
 la
 polarización
 provoca
 mayor
 dificultad
 hacia
 adentro
 de
 las
 coaliciones
 generadas,
 distintas
 voces
 que
 funcionan
 como
 terceros
 internos
 y
 externos
 suelen
 promover
 procesos
 institucionales
 que
 reencaucen
 el
 conflicto
 ejerciendo
 roles
 de
 tercer
lado
como
árbitros
o
reguladores.
 
Nivel
4


Violencia

 Las
 crisis
 pueden
 provocar
 inmediatamente
 o
 después
 de
 un
 tiempo,
 si
 no
 se
 contienen
 sus
 factores
 de
 escalada,
 una
 situación
 de
 violencia
 directa.
 Esta
 situación
 presenta
usualmente
la
combinación
de
contextos
de
enfrentamiento
físico
entre
los
 grupos
en
litigio
y/o
represión
estatal
sostenida.
Por
lo
general,
existe
una
suspensión
 de
hecho
o
de
derecho
de
las
garantías
constitucionales
y
suelen
lesionarse
de
forma
 21


sistemática
 
 los
 derechos
 humanos
 en
 aras
 de
 la
 búsqueda
 del
 restablecimiento
 del
 orden
y
la
paz
social.


 Llegado
 a
 este
 punto,
 cabe
 preguntarse:
 ¿Cuáles
 son
 las
 estrategias
 para
 abordar
 un
 conflicto?
En
el
siguiente
capítulo
encontraremos
algunas
de
ellas.

22


CAPÍTULO
3:
Estrategias
de
abordaje
del
Conflicto

 Existen
al
menos
tres
diferentes
enfoques
o
modos
para
abordar
un
conflicto:
 1. tratar
de
reconciliar
los
intereses
en
conflicto
de
cada
una
de
las
partes
a
través
 del
diálogo
(intereses
y
necesidades)

 2. llevar
 el
 asunto
 a
 un
 tercero
 que
 determine
 los
 derechos
 de
 cada
 
 una
 de
 las
 partes
(derecho)

 3. definir
 el
 resultado
 
 sobre
 la
 base
 del
 ejercicio
 más
 o
 menos
 regulado
 de
 la
 fuerza
(poder)
(
Ury
Brett
y
Goldberg
2000)
.13
 
 Modos
de
resolver
el
conflicto

Basado
en
W.
Ury
y
R.
Shonholtz‐
Mc.Cormack
 
 Estos
 tres
 enfoques
 o
 modos
 de
 abordaje,
 en
 la
 realidad
 suelen
 estar
 mezclados,
 aunque
un
proceso
nunca
deja
de
tener
un
modo
predominante
o
hegemónico
de
las
 reglas
del
juego
utilizadas.

 Esta
es
una
tipología
ideal
que
como
fue
planteado
más
arriba,
siempre
se
cruzan
sus
 componentes.
La
conflictividad
de
los
procesos
sociopolíticos
es
múltiple
y
por
tanto
es
 importante
aceptar
el
hecho
que
todos
estos
modos
se
activan
y
desactivan
de
forma
 13

Extractado de Ury, Brett y Goldberg, “Getting disputes resolved”, Jossey-Bass Publishers, London, 1989, pag. 19.

23


interdependiente
 y
 compleja.
 Esto
 da
 cuenta
 a
 su
 vez
 de
 la
 complejidad
 que
 implica
 buscar
ejercer
una
intencionalidad
transformadora
desde
una
perspectiva
sistémica.
Es
 muy
difícil
comprender
la
conflictividad
social,
en
particular
en
la
actualidad,
ergo,
los
 desafíos
de
la
búsqueda
de
transformarla
de
forma
democrática
también
se
presentan
 tan
dificultosos
como
urgentes.
Incluso
si
el
enfoque
de
la
reconciliación
de
intereses
 es
 generalmente
 preferible,
 los
 enfoques
 de
 derechos
 y
 poder
 tienen
 un
 rol
 importante
que
cumplir,
teniendo
como
premisa
que
son
alternativas
sólo
en
caso
que
 el
diálogo
por
sí
no
sea
posible
o

no
tenga
éxito.

 Veamos
brevemente,
cada
uno:
 Los
Intereses
y
Necesidades
 De
la
confrontación
a
la
negociación:
Los
actores
involucraos
participan
en
procesos
y

 espacios
institucionales
o
ad
hoc
de
diálogo
y
búsqueda
de
consenso
para
resolver
los
 problemas
 vinculados
 a
 los
 causales
 del
 conflicto.
 Estos
 espacios
 pueden
 ser
 meramente
de
diálogo
a
partir
del
intercambio
de
perspectivas
e
información
o
bien,
 donde
 se
 toman
 decisiones
 y
 por
 tanto
 se
 producen
 dinámicas
 de
 negociación
 para
 abordar
 conflictos
 puntuales.
 El
 dialogo
 se
 distingue
 de
 la
 negociación
 ya
 que
 el
 primero,
 refiere
 a
 un
 proceso
 conversacional
 que
 busca
 construir
 confianza,
 intercambiar
 impresiones
 sobre
 la
 problemática
 que
 enfrenta
 a
 las
 partes
 y
 generar
 condiciones
para
avanzar
en
la
solución
negociada
de
la
disputa.


 Con
 negociación
 
 se
 entiende
 
 un
 proceso
 conversacional
 
 toma
 de
 decisiones
 en
 donde
 las
 partes
 
 intentan
 encontrar
 vías
 para
 resolver
 sus
 problemas
 comunes
 y
 satisfacer
 sus
 necesidades,
 intereses
 y
 objetivos
 a
 través
 de
 la
 construcción
 de
 consenso.
Los
procesos
de
negociación
pueden
ser
más
o
menos
adversariales
aunque
 su
 denominador
 común
 es
 
 el
 hecho
 de
 que
 se
 utiliza
 la
 comunicación
 directa
 para
 llevarlos
a
cabo.
Ejemplos
de
esta
modalidad
de
abordaje
de
conflictos
pueden
ser:
el
 dialogo
democrático,
la
concertación
política,
los
talleres
de
resolución
de
problemas
 sociales,
 la
 planificación
 participativa,
 
 los
 procesos
 de
 deliberación
 pública
 o
 
 el
 diálogo
social.
 El
Derecho

24


El
 derecho
 introduce
 la
 consideración
 de
 la
 justicia
 a
 la
 hora
 de
 resolver
 el
 conflicto
 social
y
pone
sobre
la
mesa
el
enfoque
de
un
proceso
objetivo
que
permite
juzgar
las
 acciones
de
los
hombres
en
base
a
un
marco
normativo
axiológico.


 
Confrontación
 basada
 en
 el
 derecho:
Los
actores
involucrados
abordan
este
tipo
de


 confrontación
cuando
se
puede
dar
a
partir
de
actuaciones
administrativas,
judiciales
o
 políticas.
Se
puede
hacer
a
través
de
reglas
y
procesos
estructurados
como
un
proceso
 judicial,
electoral,
legislativo
o
administrativo
que
busca

dirimir
la

contraposición
de
 los
 argumentos
 y
 derechos
 esgrimidos
 por
 cada
 parte
 sobre
 la
 base
 de
 criterios
 objetivos
 establecidos
 por
 la
 ley
 o
 la
 tradición.
 La
 conducción
 del
 proceso
 está
 en
 manos
 de
 un
 tercero
 que
 arbitra
 entre
 las
 partes
 definiendo
 quién
 tiene
 la
 ley
 o
 el
 criterio
objetivo
de
su
lado.


 El
Poder


 Desde
 la
 perspectiva
 del
 sistema
 político,
 los
 procesos
 por
 los
 cuales
 se
 abordan
 los
 conflictos
pueden
estar
basados
u
orientados
por
la
lógica
del
poder.

 Poder
 significara
 aquí
 
 “la
 capacidad
 de
 hacer
 que
 otros
 hagan
 algo
 a
 pesar
 de
 sus
 intereses”14.
 A
 decir
 de
 Max
 Weber15
podemos
 dar
 ejemplo
 tales
 como:
 uso
 de
 la
 fuerza
política,
policíaca,
social
o
militar
(clausura
de
movilizaciones
callejeras,
cierres
 o
bloqueos
de
calles,
escaladas
mediáticas,
la
violencia
pública,
el
bloqueo
económico,
 la
huelga
o
la
guerra.

 Desde
 una
 perspectiva
 estatal
 esto
 es
 muy
 importante,
 ya
 que
 el
 Estado
 detenta
 la
 exclusividad
 en
 el
 uso
 legitimo
 de
 la
 violencia.
Esto
quiere
decir
que
el
ejercicio
del
 poder
puede
o
no;
ser
legítimo,
legal,
democrático
o
transformador.
La
historia
política
 de
 América
 Latina
 se
 destaca
 por
 los
 usos
 ilegítimos,
 ilegales,
 anti
 democráticos
 y
 autoritarios
 del
 poder.
 La
 legitimidad
 del
 poder
 descansa
 en
 el
 contrato
 social
 que
 regula
 el
 conflicto
 social.
 Allí
 donde
 surge
 el
 derecho
 como
 otro
 macro
 modo
 de
 abordar
los
conflictos.

14

El Poder según Weber “es la posibilidad de que una persona o un número de personas realicen su propia voluntad, en una acción comunal, incluso contra la resistencia de otros que participan en la acción”(Economía y Sociedad pp16) 15 El Político y el Científico de Max Weber

25


Confrontación
 basada
 en
 el
 poder:
 Los
 
 actores
 involucrados
 reclaman,
 de
 forma
 imperativa

a
sus
contrapartes,
atender
sus
demandas
o
satisfacer
sus
necesidades
a
 través
 de
 vías
 de
 hecho.
 Así
 desarrollan
 estrategias
 coercitivas
 basadas
 en
 acción
 directa
 como
 bloqueos
 de
 carreteras,
 desobediencia
 civil,
 manifestaciones
 callejeras,
 amenazas
 directas,
 represión
 policial
 o
 parapolicial,
 violencia
 política.
 
 Este
 tipo
 de
 modo
 de
 abordaje
 del
 conflicto
 puede
 ser
 más
 o
 menos
 sujeto
 a
 derecho,
 dependiendo
del
nivel
de
polarización
y
violencia
reinante.
 Otras
modalidades

 Evitación:
 Los
 actores
 involucrados,
 a
 pesar
 de
 poseer
 intereses
 encontrados,
 encapsulan
 el
 conflicto
 y
 
 no
 realizan
 actividades
 ni
 expresan
 
 declaraciones
 públicas
 respecto
a
los
problemas
emergentes,

como
tampoco
responde
a
los
reclamos
de
sus
 contrapartes
o
participan
en
espacios
avocados
para
abordar
problemas
asociados
al
 conflicto.
 Un
actor
puede
implementar
estrategias
diferenciales
dependiendo
de
la
relación
con
 sus
contrapartes.
Mientras
que
en
relación
a
cierto
grupo,
la
estrategia
de
abordaje
del
 conflicto
 puede
 basarse
 en
 el
 diálogo,
 con
 otro
 grupo
 de
 actores
 el
 abordaje
 será
 confrontativo
 o
 evitativo.
 Un
 actor
 puede
 tener
 una
 estrategia
 oscilante
 entre
 la
 confrontación
y
el
diálogo,
en
particular
cuando
se
atraviesan
ciclos
de
conflictividad
 manifiesta.

 Para
poder
evaluar
la
mayor
o
menor
eficacia
de
los
procedimientos
para
abordar
un
 conflicto,
se
puede
orientar
en
base
4
criterios
de
selección:

  costos
de
la
transacción,

  satisfacción
con
el
resultado,

  efectos
en
la
relación
y
  recurrencia
del
conflicto.
 La
 idea
 es
 que
 muchas
 veces,
 cuando
 elegimos
 un
 procedimiento
 sin
 análisis
 de
 las
 consecuencias,
no
logramos
resolver
el
conflicto
sino
que
lo
escalamos
o
lo
volvemos
 recurrente.
Por
ejemplo,
una
persona
indignada
con
su
vecino
puede
decidir
sin
más
 trámite,
recurrir
a
vías
de
hecho
(violencia)
o
a
enviar
una
carta
documento.
 26


No
 siempre
 ese
 procedimiento
 será
 el
 más
 eficaz,
 porque
 la
 escalada
 del
 conflicto
 terminará
por
generar
más
costos
para
su
abordaje,
dañará
la
relación
involucrada,
y
la
 insatisfacción
con
el
resultado
podrá
significar
que
el
contrincante
tome
otra
medida
 (por
ejemplo,
que
contra‐ataque,
inicie
nuevas
denuncias,
etc.)
 Lo
que
la
figura
siguiente
plantea
es
que
no
todos
los
conflictos
se
resuelven
tomando
 en
 cuenta
 un
 método
 determinado.
 Idealmente,
 los
 conflictos
 que
 se
 resuelven
 teniendo
en
cuenta
los
intereses
de
las
partes
involucradas,
tienden
a
ser
mucho
más
 efectivos
 y
 duraderos
 que
 aquellos
 que
 son
 consecuencia
 de
 una
 solución
 impuesta
 por
un
tercero
Sin
embargo,
muchos
sistemas
promueven
la
utilización
preferencial
de
 mecanismos
de
abordaje
basados
en
el
poder,
o
inclusive
en
los
derechos,
aún
cuando
 estos
procesos
requieren
necesariamente
de
instalar
dinámicas
de
confrontación.
 En
 función
 de
 la
 dinámica
 que
 promueven,
 podrían
 clasificarse
 los
 métodos
 del
 siguiente
modo:
 
 SISTEMAS NO ADVERSARIALES

mediación

SISTEMAS ADVERSARIALES

juicio

negociación

arbitraje

procesos colaborativos

En
 los
 sistemas
 adversariales,
 el
 protagonismo
 lo
 tiene
 el
 juez
 o
 el
 árbitro,
 quien
 decidirá
en
base
a
las
pruebas
que
presentan
las
partes,
quién
tiene
razón.
 Las
 partes
 tratarán
 entonces,
 necesariamente
 y
 por
 todos
los
 medios
 disponibles,
 de
 demostrar
que
ellos
tienen
la
verdad
y
que
el
otro
se
equivoca.
En
estos
procesos,
las
 partes
están
obligadas
a
mirar
hacia
atrás,
en
la
historia,
para
buscar
elementos
que
le
 sirvan
a
su
causa
y
no
pueden
reconocerse
culpas
recíprocas.
 Más
allá
de
las
instancias
de
apelación
o
queja,
la
balanza
se
inclinará
hacia
un
lado
o
 hacia
otro
y
el
resultado
dejará
ganadores
y
perdedores.
 27


En
los
sistemas
no
adversariales,
el
protagonismo
lo
tienen
ambos
polos
de
conflicto,
 son
ellos
quienes
decidirán
sobre
cómo
resolverlo,
aún
en
el
caso
de
que
convoquen
a
 un
 tercero
 mediador
 o
 facilitador
 para
 asistirlos
 en
 el
 proceso
 de
 negociación.
 Pero
 este
tercero
mediador,
no
tiene
poder
para
tomar
las
decisiones
por
ellos.
 Los
acuerdos
logrados
mediante
procesos
basados
en
intereses,
como
la
mediación
y
 la
 negociación
 colaborativas,
 al
 ser
 co‐construidos
 por
 las
 partes,
 tienden
 a
 ser
 más
 perdurables
 en
 el
 tiempo,
 ya
 que
 todos
 se
 sienten
 responsables
 de
 su
 cumplimiento
 por
haber
sido
protagonistas
de
la
decisión
acordada.
 Un
buen
acuerdo
no
tiene
ganadores
ni
perdedores,
sino
que
todos
ganan,
habiendo
 pasado
por
un
proceso
de
reflexión
y
estando
convencidos
de
que
se
satisfacen
sus
 intereses
 prioritarios.
 Por
lo
tanto,
los
modelos
piramidales
dan
cuenta
de
“sistemas
 frustrantes”,
 donde
 la
 mayor
 cantidad
 de
 situaciones
 se
 dirime
 por
 medio
 de
 procedimientos
basados
en
el
poder
y
la
coacción.
En
cambio
los
“sistemas
efectivos”,
 donde
la
mayor
cantidad
de
conflictos
se
dirime
mediante
procedimientos
basados
en
 los
intereses
afectados,
dejan
sensaciones
de
transformación
de
la
situación
inicial
y
de
 dilución
del
problema

 Ciclo
de
vida
de
un
conflicto
 John
 Paul
 Lederach,
 profesor
 y
 activista
 de
 la
 paz
 propone
 un
 análisis
 de
 la
 vida
 del
 conflicto
 y
 los
 posibles
 roles
 que
 podemos
 desplegar
 en
 cada
 etapa,
 basado
 en
 el
 trabajo
 del
 conciliador
 cuáquero
 Adam
 Curle
 en
 su
 libro
 Making
 Peace
 (1971).
 Curle
 propone
 una
 matriz
 para
 visualizar
 el
 camino
 desde
 las
 relaciones
 no
 pacificas
 hasta
 aquellas
pacíficas
tomando
en
cuenta
los
niveles
de
poder
y
los
niveles
de
conciencia
 de
que
hay
intereses
y
necesidades
en
conflicto.
(Ver
siguiente
figura).
 La
 siguiente
 matriz
 es
 útil
 para
 ubicar
 dónde
 estamos
 en
 un
 conflicto
 dado
 y
 para
 sugerir
las
actividades
potenciales
que
podríamos
realizar
en
un
tiempo
dado.
Hay
por
 lo
 menos
 tres
 funciones
 claves
 en
 ese
 camino
 hacia
 el
 cambio,
 que
 son:
 la
 educación/concientización,
 la
 defensa
 (o
 promoción)
 y
 la
 negociación
 (que
 puede
 incluir
mediación,
es
decir
la
participación
de
un
tercero
que
asista
de
forma
imparcial
 al
proceso
de
negociación).
 28


Los
campos
emergen
en
la
medida
en
que
seguimos
un
sendero
típico
del
conflicto.
De
 acuerdo
con
Curle,
la
educación
o
concientización
es
necesaria
cuando
el
conflicto
está
 oculto
y
la
gente
no
está
consciente
de
los
desequilibrios
y
las
injusticias.
Está
dirigida
a
 borrar
 la
 ignorancia
 y
 elevar
 la
 conciencia
 sobre
 la
 naturaleza
 de
 las
 relaciones
 desiguales
 y
 la
 necesidad
 de
 
 atender
 y
 restaurar
 la
 equidad,
 tal
 como
 es
 vista,
 por
 supuesto,
por
aquellos
experimentando
las
injusticias.
 La
 conciencia
 creciente
 de
 los
 asuntos,
 las
 necesidades
 y
 los
 intereses
 conducen
 a
 exigir
el
cambio
de
la
situación.
Estas
demandas
rara
vez
son
atendidas
de
inmediato
y,
 lo
 más
 probable
 es
 que
 no
 sean
 ni
 oídas
 ni
 tomadas
 en
 serio
 por
 aquellos
 que
 se
 benefician
 de
 la
 situación,
 que
 prefieren
 mantener
 las
 cosas
 como
 están.
 Este
 es
 el
 espacio
para
la
incidencia
y
el
activismo
en
la
defensa
de
los
derechos.
Aquí
se
buscará
 promover
un
equilibrio
de
poder,
esto
es,
un
reconocimiento
de
la
dependencia
mutua
 al
 aumentar
 la
 voz
 de
 los
 menos
 poderosos
 y
 la
 legitimación
 de
 sus
 preocupaciones.

29


Esto
 ocurre
 a
 través
 de
 algún
 tipo
 de
 confrontación
 que
 implica
 escoger
 entre
 mecanismos
violentos
o
no
violentos
o
una
combinación
de
ambos.
 De
 ser
 exitosa,
 la
 confrontación
 aumentará
 la
 conciencia
 de
 interdependencia
 y
 el
 equilibrio
 de
 poder.
 La
 negociación
 resulta
 posible
 surgiendo
 así
 el
 papel
 de
 la
 mediación.
 Esencialmente,
 la
 negociación
 significa
 que
 las
 personas
 y/o
 los
 grupos
 involucrados
reconocen
que
no
pueden
simplemente
imponer
su
voluntad
o
eliminar
 al
otro,
sino
que
necesitan
trabajar
con
los
demás
para
conseguir
sus
metas.
 Las
 negociaciones
 y
 mediaciones
 exitosas
 conducen
 a
 una
 reestructuración
 de
 la
 relación
y
tratan
preocupaciones
sustantivas.
Este
resultado
es
lo
que
Curle
llama
un
 aumento
 de
 justicia
 o
 relaciones
 más
 pacíficas.
 Obviamente,
 en
 cualquier
 punto,
 el
 sendero
 del
 conflicto
 puede
 saltar
 o
 incluso
 circular
 entre
 varios
 de
 los
 cuadrantes
 durante
diferentes
períodos
de
tiempo.

 Dos
conclusiones
emergen
de
este
esquema:
 • Primero,
 el
 esquema
 sugiere
 que
 la
 educación,
 promoción
 y
 mediación
 comparten
 la
 meta
 del
 cambio
 y
 la
 reestructuración
 de
 relaciones
 violentas,
 conflictivas,
beligerantes.
Comparten
la
visión
de
justicia,
y
de
cambio
sustantivo

y
 procedimental.
 Cuando
 la
 justicia
 deja
 de
 ser
 la
 meta,
 cualquier
 papel,
 actividad
o
estrategia
particular
deben
ser
cuestionados.

 • Segundo,
 señalamos
 que
 esas
 actividades
 de
 paz
 se
 superponen,
 complementan
 y,
 
 lo
 que
 es
 más
 importante,
 se
 apoyan
 mutuamente
 y
 son
 interdependientes
la
una
de
la
otra.
La
negociación
pasa
a
ser
posible
cuando
 se
 legitiman
 y
 articulan
 las
 necesidades
 y
 los
 intereses
 de
 todos
 aquellos
 involucrados
y
afectados
por
el
conflicto.
Este
proceso
se
da
más
a
menudo
a
 través
de
la
confrontación
y
la
promoción
que
surgen
de
la
concienciación
de
 los
intereses
y
las
necesidades

básicas
 Vale
la
pena
resaltar
dónde
difieren
esos
papeles.

 La
promoción,
por
ejemplo,
escoge
estar
con
un
lado
a
fin
de
lograr
la
justicia.

 La
mediación
elige
estar
conectada
con
todos
los
lados
para
lograr
la
justicia.

 30


La
promoción
no
violenta,
dadas
las
circunstancias,
busca
la
confrontación
al
moverse
 para
producir
y
aumentar
la
expresión
abierta
del
conflicto,
al
tiempo
que
se
procura
 reducir
la
violencia
(incidencia
colaborativa).

A
través
del
conflicto
propone
moverse
 del
 silencio
 y
 de
 la
 complacencia
 a
 la
 conciencia
 y
 el
 cambio.
 La
 mediación,
 que
 se
 construye
sobre
la
base
de
una
conciencia
aguda
del
conflicto,
se
mueve
para
producir
 y
aumentar
la
comprensión
mutua
mientras
se
reduce
el
antagonismo.
 En
 todo
 lo
 dicho
 subyace
 un
 supuesto,
 y
 es
 que
 el
 CONFLICTO
 no
 se
 ELIMINA
 ni
 se
 CONTROLA
sino
que
se
TRANSFORMA,
esto
hace
referencia
a
su
naturaleza
dinámica
y
 dialéctica.
Se
utiliza
el
concepto
de
transformación
para
enfatizar
que
los
conflictos
son
 vistos
 como
 procesos
 vitales
 en
 el
 desarrollo
 de
 las
 sociedades,
 con
 potencial
 destructivo
o
productivo.
En
ese
sentido,
el
concepto
se
convierte
en
un
esfuerzo
para
 el
logro
de
procesos
y
resultados
constructivos
y
mutuamente
beneficiosos.

31


EPÍLOGO
 Hasta
aquí,
además
de
haber
abordado
temas
tales
como:
conceptos
sobre
conflicto,
 conflicto
 social,
 resolución
 y
 transformación
 de
 conflictos;
 clasificación
 de
 conflictos;
 evolución
de
la
conflictivilidad;
estrategias
de
abordaje
del
conflicto;
 ciclo
de
vida
de
 un
 conflicto;
 ciclo
 de
 vida
 de
 un
 conflicto
 pero,
 antes
 de
 despedirnos
 y
 proponerles
 pasar
 al
 Manual
 siguientes
 “UN
 SEGUNDO
 TELESCOPIO—Resolver
 ‐
 transformar:
 procesos
y
roles—
queremos
dejarle
nuestra
síntesis,
apretada
pero
síntesis
sobre
los
 conceptos
trabajados.
 Transformar
 el
 conflicto
 en
 una
 oportunidad
 para
 el
 desarrollo
 democrático
 supone
 concentrarse
no
solo
en
la
lucha
visible,
sino
en
las
causas
relacionales,
institucionales,
 estructurales
 y
 culturales
 que
 contraponen
 a
 los
 actores.
 El
 concepto
 de
 transformación
democrática
de
conflictos,
por
lo
tanto,
da
cuenta
de
la
potencialidad
 que
es
inherente
al
conflicto
para
ser
transformado
en
oportunidad
para
el
desarrollo
 democrático.
 El
 punto
 es
 poder
 apreciar
 sus
 contribuciones
 positivas
 para
 la
 democracia
–al
señalar
una
problemática
social
no
atendida
e
introducir
un
sentido
de
 urgencia
 pública
 para
 atenderla,
 o
 alerta
 temprana
 para
 crisis
 inminentes–
 y
 sus
 efectos
 negativos
 –crisis,
 violencia,
 fragmentación
 del
 tejido
 social–
 que
 deben
 ser
 contenidos
y
prevenidos.

 En
ese
sentido,
el
enfoque
de
la
transformación
democrática
es
capaz
de
aprovechar
y
 reforzar
a
las
primeras,
del
mismo
modo
que
puede
evitar,
mitigar
o,
en
el
peor
de
los
 casos,
 contener
 las
 segundas,
 en
 el
 marco
 de
 la
 aplicación
 y
 vigencia
 del
 Estado
 de
 Derecho
y
de
la
normatividad
de
la
vida
democrática.
 Muchas
gracias
FCD

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