Encuesta envud
Octubre de 2011
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México invertebrado Leonardo Curzio
©iStockphoto.com/Kirsty Pargeter
La premisa es tan clara como sugerente: el desafío principal de la clase dirigente del país es entender el estado de ánimo de la sociedad con el fin de transformarlo en un sentido positivo. Para ello, los datos duros que arroja la envud* son vitales. A partir del análisis de estos datos, nuestro autor identifica una serie de rasgos de nuestra personalidad colectiva que merecen atención. La envud nos ofrece un mapa extraordinariamente preciso de aquello que une y aquello que divide a los mexicanos. Nos da, por consiguiente, un ultrasonido del alma nacional (ver Gráfica 1). Como todo estudio de esta naturaleza, puede leerse con ánimos diferentes. Por supuesto habrá quien encuentre en estos datos elementos para alimentar el desaliento, para documentar el pesimismo; pero también habrá quien analizará las gráficas y las estadísticas con el ánimo pausado y distante con el que un médico ausculta a un enfermo y ofrecerá diagnósticos certeros. Habrá otros que se zambullirán en los porcentajes y en los guarismos, como si de una búsqueda interior se tratara, con un afán de enten-
dernos mejor y no solamente valorar las tendencias con distante alteridad. Todo esto se puede hacer con la Encuesta, todos los enfoques son válidos. Desde mi perspectiva, las cifras y los gráficos que conforman este importante trabajo demoscópico pueden orientar a los líderes de este país a entender mejor nuestros temores y nuestras aspiraciones —en una palabra, nuestro estado de ánimo— y tratar de modificarlo en un sentido constructivo y de progreso. Tenemos un país pletórico de esperanzas de tener un futuro mejor y una población que asume valores cada vez más parecidos a los de otras sociedades occidentales, pero en términos generales es un país que no siente que sigue el camino correcto. Las cifras no dejan lugar a dudas:
63% de los encuestados considera que el país transita por un camino equivocado y solamente 35% considera que avanzamos por el camino correcto (ver Gráfica 2). Un país orgulloso pero extraviado Es desconcertante que una nación tan profundamente orgullosa de sí misma pueda sentir esta mayoritaria sensación de extravío, y vale la pena preguntarse: ¿sentimos vergüenza de nuestros orígenes? ¿Nos resulta despreciable nuestro patrimonio cultural? ¿Tenemos un desacuerdo fundamental sobre nuestra historia? ¿No queremos ser una democracia liberal? ¿No queremos ser un país con estructura federal? ¿No queremos ser una economía
L e o n a r d o C u r z i o es maestro en Sociología Política por la Universidad de Provenza y doctor en Historia por la Universidad de Valencia. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, es autor de ocho libros. Su trabajo ha aparecido bajo los sellos de Oxford University Press, las universidades de Valencia, Pittsburgh y California, Siglo xxi, fce y Plaza y Valdés, entre otros. Actualmente forma parte del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la unam.