Léelos todos y luego ¡A votaaaar!
EL PERRO Y SU AMO
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abía una vez un señor llamado Luis, era humilde y dedicado al trabajo del campo. Su único compañero era su perro Tobi que lo acompañaba durante todo el día, su único y mejor amigo.
Después de una larga jornada de trabajo, cuando regresaban a casa felices y contentos, todo cambio, fueron atacados por un grupo de perros callejeros, y Tobi por defender a su amo, fue herido gravemente. Al verlo tan mal herido su amo decidió llevarlo al veterinario, donde después de unos días de cuidados se recuperó y volvió a casa. Las cosas cambiaron para Tobi porque empezó a tener mucho miedo cuando salía de la casa, solo acompañaba a Luis hasta la mitad del camino y se regresaba, pero cuando él regresaba de trabajar lo estaba esperando en el mismo lugar, y al verlo empezaba a mover su cola de lado a lado, a saltar y ladrar de alegría. Así pasaron muchos días, semanas y meses, y Tobi esperaba a su amo en el mismo lugar, pero un día su amo no regresó. Pasaron varias horas, y fue tal el desespero del perro que a pesar del miedo que sentía, salió corriendo al lugar de trabajo de Luis y no lo encontró. Pasó toda la noche aullando y ladrando sin parar. En casa de Luis, su familia presintió que algo malo le había pasado, salieron en su búsqueda y descubrieron que Luis se había caído y se golpeó muy fuerte en la cabeza, y había quedado muerto en el lugar. Desde ese día Tobi regresaba todas las noches al lugar donde encontraron a su amo muerto y aullaba toda la noche. Paso el tiempo y Tobi envejeció, pero continuaba llorando a su amo, hasta que un día unos vecinos del lugar lo encontraron muerto en el mismo lugar donde había muerto su amo. POR: DANIEL ANDRADE GRANJA CLEI V I.E. RURAL DEL SUR
LA SEÑORA Y EL ZOMBIE
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ace muchos años en una pequeña ciudad había una casa muy tenebrosa, donde vivía una mujer sola que se encargaba de los oficios y el cuidado de la casa. Una noche escuchó un ruido muy extraño, pero ella no le dio mucha importancia. A la media noche nuevamente se escuchó un ruido y vio pasar una sombra muy tenebrosa. Fue tanto el susto que ella salió corriendo de su habitación, el pasillo estaba muy oscuro y de repente se encontró de frente con la misma sombra, que en realidad era un zombie que la atacó convirtiéndola en otro zombie. Los dos salieron de la casa y se dirigieron hacia el centro de la ciudad y empezaron a asustar a todos los habitantes con el propósito de contagiarlos. Fueron pocos los que lograron salvarse, y buscaron ayuda en otras ciudades para conseguir la cura y evitar que llegaran a las ciudades más cercanas. Las autoridades lograron encerrar a los zombies en bodegas durante muchos días hasta que entre ellos se empezaron a comer. Cuando llegó la cura a este lugar, fue enviada en helicópteros y desde el techo de las bodegas dejaban caer a chorro la cura logrando efecto en los pocos que quedaron vivos. Fueron pocos los sobrevivientes, y pasó mucho tiempo en que esta ciudad volviera a ser la misma. La casa fue quemada para evitar más contagio, pero a pesar de todas las investigaciones, nunca se supo el origen de ese zombie. Cuentan algunos de los habitantes que en las noches se escuchan ruidos extraños cerca al lugar donde quedaba la casa, pero nadie se atreve a pasar por allí. MARIANA ALEJANDRA APARACIO Y SU HIJO JEAN SEBASTIAN RODRIGUEZ CLEI V I.E. RURAL DEL SUR
LA VIDA DE UN PADRE Y UN HIJO Esta es la historia de Luis y David. Luis era un padre trabajador, humilde y estricto con David, su hijo. Luis era un hombre que venía de una vida dura, había quedó huérfano de papá a sus ocho años de edad, y por las necesidades en su hogar, salió a trabajar a su corta edad para ayudarle a su querida madre y a sus hermanos. Empezó a trabajar en una finca como obrero agricultor pasando por un aprendizaje muy largo el cual le sirvió para su vida. Luis, que había sido una persona cariñosa y suave con los demás, terminó convirtiéndose en alguien duro debido al trato que le daban en donde trabajaba. Al transcurrir el tiempo conoció a Ana, una mujer muy hermosa y cariñosa con Luis. A esta pareja, que era muy feliz, con el correr del tiempo llegó a sus vidas David, su hijo, un niño sonriente y feliz. David fue creciendo entre una familia agradable y amorosa. Luis, al cumplir David sus cinco años, empezó a exigirle al máximo. Le dio muchas responsabilidades, sacándolo a trabajar a sus cultivos entre las demás personas, enseñándole que la vida no era fácil. A pesar de que Luis era muy duro con David, le enseñaba y le daba lecciones de vida para que las aplicara en su futuro. Al transcurrir el tiempo la vida le jugó una mala pasada a Luis, y tuvo que retirarse de su hogar, dejando abandonados a David y a Ana por un tiempo, debido a sus problemas con la justicia. David, cuando tenía diez años, empezó a trabajar independientemente para colaborarle a su madre Ana y sus hermanos pequeños. Empezó a trabajar haciendo ladrillo, el cual era un trabajo muy pesado para él, ya que al mismo tiempo tenía que trabajar y estudiar. Pasados dos años, se volvió a reunirse con su padre, reconstruyendo la hermosa familia que eran antes. Luis hablaba con David contándole como les había ido en esos dos años que estuvieron lejos y separados. Entre lágrimas y risas, Luis dice a David que nuca más se volverían a separar y que siempre estarían unidos, lastimosamente este deseo no se hizo realidad. Las cosas empezaban a mostrar un nuevo comienzo para Luis; David y su familia alejados de problemas y tristezas, recogiendo mucha felicidad. Pasados tres meses, la vida vuelve
y golpea a esta familia, pues a Luis se lo llevan preso nuevamente por su problema de hace dos años. Dejando del todo su hogar, David, el cual queda un poco triste, recuerda un dicho que le había enseñado su padre: “La vida ilusiones de momento y desilusiones de un largo rato”. Tras el encarcelamiento de Luis, David tiene que volver a trabajar. Comienza a trabajar en una finca, separándose de su hogar durante un año, recordando lo que le había enseñado su padre Luis. Luis que había sido condenado a unos cuantos años de cárcel, llama a David a darle la mala noticia, y le da un último consejo a David como despedida, diciéndole: “Sonríe a pesar de las dificultades que se pongan en tu camino”. David quedó en una gran depresión y no volvió a ser el mismo de antes, el niño sonriente y feliz. Transcurrido un año, su madre Ana decide cambiarse de ciudad y él se va con ella. Al llegar a esta ciudad en la cual ya habían vivido, pasado unos días David empieza a estudiar, sintiéndose solo y vacío, y se encuentra con amistades de la infancia, algunas de las cuales lamentablemente se habían vuelto drogadictas. David empieza a relacionarse con ellas siguiendo los mismos pasos de sus amigos, descuidando sus estudios. David se volvió grosero y rebelde con Ana. Al pasar un año David se va a trabajar a un restaurante, lo que le permitió ir dejando poco a poco las drogas, hasta dejarlas totalmente. Un año más tarde, el dueño de aquel restaurante decide venderlo y tras la venta de este restaurante, David sale de allí y empieza a conocer el mundo de los caballos. Retoma sus estudios y empieza a trabajar en un criadero de caballos encontrándose con su gran pasión. Algunos se preguntarán que paso con Luis, hoy en día se encuentra pagando su condena recordando a David y a su familia. David, el cual no olvida a su padre, hoy en día es un adolescente que con la corta edad que tiene ha conocido mucho de la vida, guardando la esperanza de algún día volver a sonreír y ser feliz al lado de su padre Luis y el mundo de los caballos. Y colorín colorado este cuento aquí ha llegado. POR: OMAR ELIAN CASTRO JIMENEZ IE. ANTONIO JOSÉ SANDOVAL
COMO LA PRIMERA VEZ En un pueblo algo pequeño vivía una familia que era muy feliz. Se conformaba por dos hermanas y los padres. Ellos eran muy felices juntos, pues eran una familia unida y disfrutaban los domingos en familia. Las niñas eran polos opuestos, aunque las dos eran muy juiciosas en el colegio, y se caracterizaban por su bondad y unión. Siempre eran las mejores en lo que hacían, eso las convertía en el orgullo del pueblo y de sus padres. Conforme pasaban los años todo iba cambiando, sus padres no eran los mismos de hace unos años, ya no eran la misma familia, los conflictos, los golpes y el irrespeto eran del día a día. Las cosas iban tan mal, que sus padres tomaron la decisión de separarse e irse cada uno por su lado, cada uno con una niña. Mariana, la menor, se fue con su madre, y Carla, la mayor, se fue con su padre. La despedida fue dura y larga… Las lágrimas llenaban los ojos de estas pequeñas que sin saber cómo o por
qué, esto les sucedía. En aquella época, la separación no era algo común, ni vivir con un padre soltero, ni una madre soltera, y más aún tener que separarse de su única e inseparable hermana. Años después, Mariana y su madre ya radicadas en España, tenían una vida llena de lujo y las mejores cosas que la vida le podía dar, pues su madre se casó con el hombre más rico de allí, dándoles todo lo que ellas podían pedir, olvidándose por completo de su hermana y su padre. Jamás llamaron y nunca se preguntaron: ¿Qué será de ellos? o ¿Estarán bien? Siguieron su vida de lujos, de carros, universidades caras, la mejor ropa… el sueño de cualquier adolescente. Al cabo de algunos meses, la madre y el padrastro se fueron a un viaje en automóvil, en donde sufrieron un fuerte accidente y allí murieron, de inmediato llamaron a Mariana del hospital: - ¡Aló! - ¿Mariana? - Sí, con ella. - Te hablamos del hospital, tu madre sufrió un accidente, un conductor ebrio estrello el auto en el que iban,
dejando sin vida a tu madre y su acompañante. (- Silencio…)
Mariana colgó el teléfono y corrió al hospital. Al llegar, el doctor le dio la terrible noticia, su madre había muerto en el momento del choqué. Mariana, con el corazón destrozado, organizó el funeral de su madre y padrastro. Pasaron los días, y ella decidió buscar a su hermana y padre, aquella familia que un día había dejado atrás y que había olvidado por elegir la buena vida. En ese momento pensó en todo lo que había pasado años atrás y lo feliz que era. Prefería tener su familia unida, que una vida llena de lujos vacíos.
Decidió volver a Colombia, a aquel pueblo donde todos la miraban con ojos de decepción, y ella no entendía por qué. Ya habían pasado muchos años, regresó a la casa donde creció y recordó todo. Lloraba desconsolada, pues su casa estaba en ruinas y nadie habitaba allí. Comenzó a preguntar por todos lados, a los que recordaba: amigos, vecinos, y allí se encontró con su vieja maestra, quien comenzó a contarle la historia de su padre y su hermana: “Aún recuerdo cuando te fuiste con tu madre, desde ese día nada volvió a ser igual, ni en el pueblo, ni en la escuela, ni tu padre y hermana, pues a los pocos meces que se fueron, tu padre enfermó de depresión, y al año murió dejando a Carla completamente sola, sin nadie que la ayudara. La guerrilla la reclutó y la llevó a sus filas. Estando allí, quedó embarazada. Me envía cartas cada vez que puede contando sus experiencias, la última fue ésta, te leeré un pedazo: “… Querida profe Rosita, hoy me siento más triste que nunca, pues me arrebataron lo único que tenía, mi hijo. Estar aquí es muy difícil, lo único que anhelo es salir, buscar a mi madre y mi hermana, y
recuperar todos los momentos que perdimos…”
Mariana rompió en llanto, pues aún no sabía cómo decir que su madre había fallecido meses atrás y que ahora estaban completamente solas, y que solo se tenían la una a la otra. Ella decidió comenzar a reconstruir su casa, dejándola tal cual la recordaba, para cuando volviera a reencontrarse con su querida hermana.
Más adelante Mariana emprende la búsqueda de su hermana. Por todo lado pegó fotos de ella. Pasaron dos largos años y Mariana nada que recibía noticias de su hermana. Nadie sabía de ella, hasta que un día la profesora avisó a Mariana que un grupo de guerrilleros se estaban desmovilizando y que de pronto allí estaría su hermana. Al encontrarla, con un nudo en la garganta, Mariana abraza a su hermana, pidiéndole perdón por todo el dolor causado y por no buscarla
antes, pues creyó que tenía todo al tener lujos. Pero que ahora todo sería diferente, y le contó la trágica muerte de su madre y llena de lágrimas en sus ojos, dijo: “Vamos a luchar y saldremos adelante de esto, todo será como la primera vez” Finalmente, Mariana le mostró a Carla su nuevo hogar, su casa como nueva. Se dieron un abrazo como nunca antes se lo habían dado, de esos abrazos que te quitan el dolor y las tristezas. Meses después, ya recuperadas, estudiaron diferentes carreras, viviendo en la casa de su familia, volviendo a ser un orgullo y un ejemplo de superación para todos los del pueblo. Carla estudió derecho y Mariana medicina. Volvieron a recuperar sus vidas, al ser luchadoras y fuertes, recordando a sus padres y superándose en su memoria.
POR: PAULA VARGAS CLEI V IE. ANTONIO JOSE SANDOVAL G
PORTALES AL INFIERNO Mi nombre es Camilo, tengo 19 años, soy de la ciudad de Singapur. Hoy en el instituto me han dejado un trabajo particular sobre un reportaje, del cual hay que hacer una completa investigación periodística, sobre el tema que uno escoja; Me he decidido enfocar en un tema peculiar: ¿Qué hay más allá de la muerte?, después de todo, la curiosidad y la falta de amor paternal; que me fue arrebatado en un extraño acontecimiento sucedido a mis padres, me ha dado el impulso necesario para comenzar con esta investigación, que como lo exige, debo comenzar primero con los instrumentos necesarios para el desarrollo del tema, financiándola con la herencia de mis padres. Para el desarrollo de la investigación he decidido comprar cámaras digitales, grabadoras de voz digital, mi propia libreta, linterna electrónica, pilas de repuesto, medidores para detectar los campos electromagnéticos, en fin. Mientras pensaba en cómo hacer mi investigación, me recosté sobre mi cama, algo frustrado y sin aliento solo recordando esos cálidos abrazos que me daban mis padres, tanto, que quería saber si ellos estaban orgullosos de mí y si tendrían un mensaje para mí. Al final me quedé dormido por el agotamiento, ya eran las 3 de la mañana mientras cerraba mis ojos, dos grandes sombras blancas se veían algo borrosas diciendo; ¡Cuidado, no lo hagas! el reportaje no será lo que esperas. Al cerrar los ojos mi mente reaccionó de golpe, me levanté mirando hacia todas las direcciones buscando qué era lo que había visto y escuchado. Al ver el reloj, lo hice lo más rápido posible, me dispuse a averiguar más sobre los contactos con los espíritus y qué métodos de invocación hay que aprender para contactarlos. Poco a poco fui indagando sobre estos temas encontrándome con una tienda, que no era muy lejos de mi apartamento llamada La tierra de la Wicca. Este nombre llamo mi atención, decidí visitar la tienda en búsqueda de libros, objetos encantados, etc. Decidido tomé mis cosas: mi dinero, una
mochila, unas gafas de sol (algo que nunca hago) y una gorra, debía pasar desapercibido. No quería que nadie supiera a donde iría, con algo de ropa vieja: una sudadera color gris, unos tenis negros y un buzo blanco, me arriesgue a salir. Ya estando a mitad de camino se veía un letrero negro con letras rojas y unos símbolos extraños, mientras me iba acercando a la tienda, veía una puerta de un color rojo carmesí que resaltaba a la vista. Empuje la puerta con algo de temor por encontrar que estaría ahí. sin pensarlo dos veces entré, fui recorriendo una escalera que parecía infinita, al llegar al final de las escaleras, vi unos anaqueles oscuros y una luz roja intensa que apenas dejaba ver el lugar en si, con voz algo temblorosa pregunté ¿Disculpé, hay alguien aquí? Al decir esto, unos pasos se fueron acercando a mí, poco a poco. Una extraña sombra negra se posó detrás del mostrador, con una voz fémina y algo sensual contestó, - hijo qué se te ofrece por este lugar, acá puedes encontrar lo que tú quieras, hasta a mi si lo deseas -. Al oír esto me quedé perplejo, con algo de incertidumbre, vi como esa sombra se quitaba esa túnica dejando a la vista una mujer hermosa con unos labios rojos muy preciosos, su sonrisa era encantadora, y al mirarla fijamente ella me dijo: ¡Hay despierta¡, Ya se para que viniste y tengo lo que necesitas para que lo hagas posible.
Algo confundido me acerqué a ella lentamente, pensando en que sería lo que me daría. Ella comenzó a caminar en algunos anaqueles, sacando cosas algo extrañas para mí. Al llegar de nuevo al mostrador, mirándome fijamente, me dijo: -Esto es lo que necesitas para invocar los espíritus que tu desees -. La miré fijamente, abriendo la boca y los ojos, con una cara de asombro me quedé sin palabras, sólo pude decir - ¿cuánto es por todo esto? -. Ella con una pequeña sonrisa me dijo: - Con lo que traes es más que suficiente -. No tuve ojos para verla más a la cara, sentía como un extraño frío pasaba por mi nuca, le pasé mi dinero, ella me sonrió y me vio fijamente como si fuera su presa. Al ver esto, cogí los objetos que tenía sobre el mostrador, los coloqué lo más rápido posible en mi mochila, le agradecí por su atención y al ir acercándome a la escalera giré mi cabeza para mirar una vez más, pero ella ya no estaba. La habitación estaba aún más oscura, no le di importancia y salí lo más pronto
posible. Cuando llegué a casa comencé a estudiar los extraños objetos que tenía en mi mochila, poco a poco fui sacando de esta unas velas color negro, un libro oscuro (algo viejo y maltratado) llamado ´Nεκρονομικόv´, no le tomé importancia al nombre del libro, solo a la nota que estaba puesta en el respaldo de éste, que decía: “Sigue las siguientes páginas y hazlo al pie de la letra”. Al leer esto mi curiosidad fue más grande y abrí el libro presuroso. En cierta parte encontré unas extrañas pinturas, unas letras y un lenguaje, que no podía entender, pero más abajo el lenguaje se hizo comprensible para mí, debía ir reportando todo este suceso que me había acontecido y mostrar en mi informe los extraños objetos. Ya terminado el reportaje, vi como una extraña tabla sobresalía de mi mochila, me acerqué lo más rápido posible intentando ver que era. Al sacar la misteriosa tabla me di cuenta que en la parte superior decía ouija, al indagar y meditar más sobre la tabla, vi como un color blanco estaba al fondo de la mochila, al sacarla encontré tizas, algo extrañas con símbolos rojos grabados en ellas. Solo podía pensar donde debía hacer el ritual, donde nadie se enterase. Cogí todas mis cosas y me dispuse a irme al cementerio de Singapur. Aunque sabía que los guardias no me dejarían entrar, decidido salté la cerca más lejana sin que nadie lo notara, entré lo más rápido posible al cementerio, viendo cómo esas lapidas malgastadas tenían un siniestro aspecto. Susurré bajo, hace ya tiempo que no visitaba este lugar. Un silencio algo alarmante y un frio espantoso tomó posesión del lugar, al sentir esto, mis piernas comenzaron a temblar inexplicablemente, comencé a caminar un poco más rápido intentando hallar el pabellón donde yacían mis padres enterrados. Al llegar, abrí el libro, viendo que me pedía que sacara las tizas y que hiciera una estrella inversa alrededor de un circulo. Sin pensarlo, así lo hice. El siguiente paso era más sencillo, consistía en colocar una vela en cada punto de la estrella, seguido de algo extraño colocar la tabla ouija en medio de la estrella y hacer el conjuro para convocar a mis padres. Pero aún me faltaba hacer algo, colocar las cámaras de video que grabaran y probaran lo que sucedería. Después de arreglar todo el equipo, encendí cada vela recitando las
palabras del libro, y después me posé sobre la mitad del circulo con un cuchillo que tenía en mi mano e hice un sacrificio de sangre. Las palabras algo extrañas para mí, las recité sin pensarlo: “veni ad meam, vel princeps in ínferos venit mihi occurrit mihi voluit, ut eos, qui amorem redire ben ad meam vel principis ex inferis venit mihi occurrit mihi dese”. Al pasar un tiempo, unas voces se escucharon cerca de mi repitiendo lo que había dicho, mi cuerpo comenzó a temblar al ver como las extrañas figuras negras se acercaban, poco después cada una de estas sombras se posaron al frente mío, recitando esta misma oración. Poco a poco cada una de estas sombras se quitó una túnica negra dejando al descubierto a seis hermosas mujeres, al ver esto reconocí una de ellas, la miré detenidamente y era la chica de la tienda. Mi mente algo confusa pensaba en lo que estaba pasando, pero me desmallé, lo único que vi antes de cerrar los ojos fue cómo las velas comenzaron a emitir un gran fuego, un calor intenso que rondo el círculo. Desperté y vi como las chicas están tumbadas en el suelo, como hasta hace poco me encontraba. Fui a mirar cómo estaban, pero al verlas muy detenidamente veo que realmente tenían la apariencia de ancianas. Viendo todo eso mi cuerpo tembló de horror, “no puede ser posible” me repetía. Por fin, mi mente regresó a mi cuerpo, viendo como dos figuras siniestras me rodeaban. Mis ojos cristalizados comenzaron a llorar a ver a mis padres ante mí, aunque mi mente sabía que esto no podía ser posible, sentí como un aura oscura los rondaba a ellos. Me quedé mirando sus ojos detenidamente, intentando ver si eran ellos en verdad, pero para mi sorpresa sus ojos eran muy oscuros, sus cuerpos emitían un frio penetrante. De repente, se oyó una voz de una mujer la cual reconocí, vi a los seres una vez más y al ver como uno de ellos brillaba con una luz celestial, al ver como mi madre gritó diciendo: corre de aquí, corre de aquí y escapa, lo único que pude hacer fue caminar hacia ella, llorar y decirle que la amaba. Cuando volví a mirarla ya no era ella, un ser les estaba controlando a los dos. Esa cosa me sujetó fuertemente, me alzó y me lanzó de nuevo hacia el círculo. Sin pensarlo, las ancianas tomaron mi cuerpo para que no pudiera huir. De pronto, miré como esas ancianas comenzaron a reír y gritar haciendo que las velas se encendieran una vez más con gran poder. Una de ellas se me acercó y
me susurró al oído que esto sería lo que las volvería una vez más jóvenes y bellas. Pero ella, antes de comenzar, me dijo: “Hay que hacer un sacrificio humano”, y comenzó a reír lo más fuerte que pudo. Mis ojos cristalizados botaban pequeñas lágrimas, mi cabeza comenzó a recordar que esto era lo que había escuchado el día que mis padres murieron. Grité con gran voz diciendo: “Ustedes son brujas, ustedes mataron a mis padres, por su culpa he estado sólo toda mi vida”. Ellas rieron y disfrutaron cada palabra que decía, sólo afirmando lo que me temía: “Tranquilo, no te preocupes. Ahora por fin estarás con ellos para siempre en la eternidad. Agradécenos”. Rieron nuevamente. Sacando un gran cuchillo me quitaron el brazo, grité de dolor, pero nadie me oía. Después fue una pierna, seguí gritando pidiendo auxilio, pero nadie podía oírme. Me digné a morir, y con el último suspiro las maldije y después pensé: “Por fin estaremos juntos una vez más”. Solté mi última lágrima y ellas cortaron mi cabeza triunfante. Se bañaron en la sangre que salió de mi cuerpo, haciéndose jóvenes. Pero eso no es todo, yo aún las observo de vez en cuando, viendo como buscan a sus víctimas, rondándolas como si fueran sus presas, sin poder decirles nada, ni ayudarles, pues me han cosido la boca. Por lo tanto, les quiero advertir: “Ten mucho cuidado con las Wiccas, tú puedes ser su siguiente presa. Después de todo, ellas necesitan tu sangre para estar jóvenes por siempre. Sin importar quien seas ellas siempre están esperando su momento”.
POR: BRANDON MATEO REAL BERNAL CLEI 5 I.E. NORMAL SANTIAGO DE TUNJA
EL TESORO DE RUFO
Rufo era el perro más curioso del pueblo. Si había hecho un hueco grande, ahí iba a meter el hocico. Si a alguien se le caía algo del bolsillo, era el primero en ir a olfatear, y si se encontraba una ventana abierta, siempre hacia lo posible por colgarse de ella. Esa última afición fue precisamente la que le llevo a vivir esta extraordinaria aventura. Un día, ya al atardecer, Rufo estaba entretenido mordisqueando un hueso. Se lo había dado el carnicero que era muy generoso y siempre guardaba las sobras para él. Como Rufo no tenía dueño, lo agradecía mucho porque había días en los que era muy complicado encontrar algo que comer. Mientras se entretenía con el hueso, llegó hasta su nariz un aroma delicioso. Al momento, levantó el hocico y trató de descubrir de qué se trataba. Como no pudo, decidió ir a investigar. Antes, escondió bien su hueso en una esquina del parque, justo en la zona de los álamos que decoraban el paseo principal. A medida que se acercaba al olor, este se sentía de forma más clara. Al final, caminando y caminando, Rufo llegó hasta un edificio en ruinas. La fachada estaba desconchada y las ventanas y puertas rotas. La pared estaba llena de musgo y enredaderas. Como Rufo era un perro muy curioso, lo primero que se le pasó por la cabeza fue entrar a fisgonear. Dio un par de vueltas al edificio hasta encontrar un hueco no demasiado alto. Al final, encontró una ventana que no estaba muy rota y que, por lo tanto, no parecía muy peligrosa. En el primer salto Rugo falló y cayó de bruces contra el suelo. Al segundo intento el perro cogió mucho impulso y, de un
brinco, logró colarse en aquella casa abandonada, por cierto, muy fea y temerosa. Una vez adentro, Rufo puso todos sus sentidos en alerta para descubrir la procedencia de aquel aroma misterioso. Recorrió todas las habitaciones de la casa. De norte a sur y de este a oeste. Pasada media hora, Rufo se dio cuenta de que tenía hambre y de que su hueso le esperaba enterrado en el parque. Así que se dispuso a dar media vuelta, e irse a comer. Cuando estaba ya casi en la salida, sintió el olor de forma mucho más intensa. De un salto, Rufo fue hacía atrás, y al llegar a una de las habitaciones, se paró de golpe. Ante sus ojos, había una sala repleta de huesos, chuletas, jamón york y golosinas de perro. Montañas y montañas de toda su comida favorita, la que le daba el carnicero y otras personas del pueblo. Todo aquello apareció de la nada, porque esa casa estaba abandonada desde hacía años y parecía que era un sueño en la vida perruna.
Como Rufo sabía que casi siempre comía gracias a la generosidad de los demás, no se guardó el secreto de la comida para él solo, y avisó a otros perros del pueblo abandonados de la zona para compartirlo con ellos. Durante mucho tiempo, todos disfrutaron de aquel tesoro que por mucho tiempo había estado guardados. POR: LUZ MARINA MORENO PARADA CLEI IV 46 AÑOS I.E. NORMAL SANTIAGO DE TUNJA
E
EL SAUCE LLORÓN
sta es la historia de Rodolfo, el sauce llorón; pero ¡esperen! no lo llaman así porque se la pase llorando; es porque cuando llueve, las gotas caen por sus ramas como cristalinas gotas diamantinas. Rodolfo es frondoso, elegante, generoso, luchador, soñador y con hermosos visos de colores. Vive en una vereda, rodeado de grandes bosques, por donde corre un hermoso rio, y una que otra casita habitada por gente muy buena, alegre que le da serenata cada día con sus risas. Es aquí donde aparece Martin, un niño encantador, como de unos ocho años, de cabello mono como hilos de oro, ojos azules como el cielo y unos cachetes rosados. ¡Jajajajajajaja! Si, eran tan rosados que uno diría que se los maquilló con remolacha. Martin, que era tan curioso y amaba tanto el verde del campo, notó de inmediato a Rodolfo, pero quien no, si solo mirarlo producía calma, calma de la buena; y desde ese momento se convirtió en su lugar favorito. Allí corría todos los días, después de la escuela. Y como Rodolfo contaba con una gran raíz, cómoda, acogedora, pues Martin se sentaba en ellas a leer, a hacer tareas y claro, a hablarle a Rodolfo de todo, sin darse cuenta de que él lo escuchaba y moría por responderle. Así pasó el tiempo, entre juegos y largas charlas. El sauce se sentía muy feliz de contar con Martin, pues creció a su lado y a él le contaba sus
alegrías y sus tristezas. Rodolfo lo abrigaba y en sus ramas lo mecía, sin que Martin lo notara eran felices, mucho. Ya habían pasado cuatro años, Martin tenía doce y Rodolfo…. Bueno, no recuerdo cuantos. El caso es que un día llegó a la vereda un grupo de gente extraña, con corbata y de traje, ofreciendo hasta el cielo por los terrenos. A Martin por algún motivo no le gustó esta gente...y tenía razón, pues no sé cómo, pero convencieron a todos de vender, menos a sus abuelos, pero ellos solitos no podían hacer mucho. En los días siguientes empezaron a llegar máquinas, y con ellos el desastre. Le amputaron la vida a la tierra, tiraron el bosque, ese bosque verde y fresco, y Martin no sabía qué hacer, sufría mucho, y por primera vez conocía el dolor. Cuando Martin vio tanta violencia, se aferró con todas sus fuerzas a Rodolfo, que por primera vez le hacía honor a su nombre, pues ese día, lloró y por sus heridas corría la sabia como lágrimas de dolor; nadie pudo separar a Martín, pues lo abrazaba con tanta fuerza que tuvieron que parar. Así Martín evitó que acabaran con Rodolfo. Martín en medio de su inocencia miró al cielo y con los ojitos llenos de lágrimas preguntó: “¿Papá Dios, por qué permites esto?, son tuyos también, dime qué puedo hacer”, y se le ocurrió hablar con los maestros y con toda la gente con la que se cruzaba. Al comienzo nadie le puso mucho cuidado, pero él insistía e insistía hasta volver locos a todos, y apareció Fulgencio, el alcalde. Él,
al ver tanto alboroto decidió ir a dar un vistazo, al encontrar tanto desastre, se le arrugó el corazón, le dolió como si el amputado fuera él y entendió el dolor que sentía Martín. Ahí comenzó la lucha, la lucha por recuperar todo lo perdido. Se movilizó el pueblo por completo, y ¿qué creen?, sacaron la empresa y con ella las máquinas, todo; Martín, feliz, pero con lágrimas en sus ojos, corrió, corrió y corrió al lado de Rodolfo “el sauce llorón” que ahora contaba tan sólo con unas pequeñas, pero muy fuertes ramas verdes. Rodolfo se llenó de ganas, de muchas ganas, pues él era un luchador, dispuesto a vivir, a crecer y volver a abrazar a Martín con sus ramas, y ¡lo hizo! Con los cuidados de Martín y de otros niños que antes no lo habían visto, Rodolfo se levantó, se llenó de color y de fuerza y se convirtió en el lugar favorito de todo el que pasaba por allí. Desde ese día, Martín se propuso educar a su comunidad sobre la importancia de nuestros bosques y ríos, pues no sólo son nuestro oxígeno, sino el hogar de muchas especies. A Martín lo inspiró el empeño de Rodolfo, que a pesar de sus heridas nunca quiso morir, al contrario, se aferró a su tierra, esa tierra negra que le daba vida. Y así pues Rodolfo y Martín estuvieron juntos por siempre. FIN. REFLEXIÓN Si un sauce dio la pelea para dotarnos de oxígeno, de sombra y de un cómodo sillón de descanso; ¿será que nosotros no podemos luchar como Martín y Rodolfo por todos los sauces, y todos los bosques que aún quedan? Si te duele tu planeta cuídalo. Si te duele la madre tierra aférrate a ella como Rodolfo “el sauce llorón”. POR: VIRGINIA PÁEZ TORRES CLEI 3 42 años I.E. NORMAL SANTIAGO DE TUNJA
LA VENGANZA
E
socia 1543 d.c.
Entre los oscuros y bastos bosques de Lerwik, (lugar de escocia) se encuentra ubicado un reino. Un castillo se impone sobre las afiladas rocas negras, es una fortaleza impenetrable, que cobija un pueblo, un pueblo de humildes campesinos. En el interior del castillo vive el rey Javert, un hombre bondadoso, justo con los pobres y solidario con su pueblo. Junto a él su reina Hellen, una hermosa mujer de cabellos blancos y largos, casi hasta su cintura; ojos negros grandes y una mirada muy penetrante, silenciosa. Proviene de un linaje de reyes, una mujer de sangre noble. También habita el castillo su hijo y heredero al trono, el príncipe Angus. Un joven fuerte, de corazón humilde y enamorado. Junto a la familia real vive el también consejero y hermano del rey Montgomery, un hombre de menor edad, frustrado por su deseo de querer ser rey, en su interior nace la semilla del odio, que día a día va creciendo como una enfermedad que ha ido adquiriendo. El rey Javert planea un banquete en el cual estará invitado todo su pueblo, una fiesta inimaginable donde presentará a su pueblo la prometida de su hijo, la futura reina de Lerwik. Cosa con lo cual no está de acuerdo Montgomery ya que esa mujer llamada Vika es hija de Tavis el armero del pueblo. Son una familia que según él no reúne las cualidades para emparejar al príncipe por no ser de sangre noble. Vika ha robado el corazón del joven príncipe, se ha enamorado como no creyó jamás, ella no desea el trono solo desea estar junto
al joven que ama para toda su vida. Montgomery ha presentado a su hermano y rey Javert sus molestias con el joven príncipe por esa decisión de casarse con una mujer campesina. Mas sin embargo esto a Javert no le molesta en absoluto, el solo quiere ver la felicidad de su hijo y la prosperidad de su reino. Llegado el día del festín el pueblo se ha reunido en el jardín del castillo, hay muchas mesas y sillas, comida en exceso y vino por barriles. Hoy es un día para ser feliz. La gente baila, canta, bebe, come y celebra el anuncio del rey; quien presenta a esta humilde mujer como futura esposa del príncipe y futura reina de Lerwik. La guardia del pueblo está tranquila y confiada, solo unos pocos cuidan los prisioneros en los calabozos del castillo, donde se encuentra Tory un asesino implacable de muy alto riesgo que fue capturado junto a sus nueve guerreros del mal, por la guardia del rey en un intento de asesinato en su contra. Montgomery planea, junto a un puñado de soldados insubordinados, liberar al a Tory y sus asesinos, para llevar a cabo su plan siniestro esa misma noche y tomar el control del reino. Tomar la corona. Montgomery logra llegar a los calabozos y matando a los guardias libera a Tory, y a su gente que ya han jurado lealtad a lo que sería su próximo reino. Los asesinos se camuflan como guardias del reino y se dirigen a los aposentos del rey que ya ebrio por el vino que ha tomado no tardará mucho en subir a descansar. En el jardín del castillo ya casi cesa la celebración y la gente se ha ido marchando a sus hogares, solo en una mesa está el príncipe Angus junto a Vika planeando lo que sería su boda. Están muy felices, solo como dos jóvenes enamorados lo pueden comprender. La gente ha marchado al fin y las puertas del castillo cierran. El rey decide junto a su reina ir a sus aposentos a descansar, pero cuando llegan allí se encuentran con Montgomery que los mira fijamente sentado desde la cama de su hermano. El rey sonríe y le dice -hermano mío. ¿Qué haces aquí?, dime si necesitas algo, pide lo que sea que se te será concedido, hoy me siento muy bondadoso-.
Montgomery sonríe y le dice -que bueno hermano-, y dándole un abrazo le susurra al oído -Justamente quería pedirte algo-. -Quiero tu reino. ¿Crees que sea posible? Javert no comprende lo que pasa. Mira a su reina, luego a su hermano y le dice no te entiendo-. Es en ese momento cuando sale Tory de las cortinas donde se hallaba escondido, el rey mira y antes de gritar a sus guardias mira a su reina y ve que los asesinos de Tory ya le tienen una espada en su cuello, dirige la mirada a Montgomery exigiendo una respuesta a sus acciones, pero este no le puede sostener la mirada, pues sabe que es su hermano mayor, y con la mirada al piso le dice, -hermano mío ya concluiste tu reino, es hora de tener lo que debió ser mío por derecho-. Saca la espada y la clava en su pecho, lo mira a sus ojos con dolor, el rey en su lecho de muerte le pide a los dioses que perdonen a su hermano Montgomery, que protejan a su familia y le pide no hacerles daño. Montgomery con dolor lo jura mientras el cuerpo sin vida de su hermano cae sobre el frio suelo del castillo. La oscuridad ha llegado al reino de Lerwik, Montgomery da la orden a Tory de asesinar a Vika y golpear a Angus hasta dejarlo inconsciente, pide a sus asesinos y guardias insubordinados que se apoderen del castillo matando a los guardias que no juren lealtad a él, la reina clama por su hijo Angus, pero Montgomery le dice que no lo matara siempre y cuando ella acceda a ser su mujer y su reina, ella lo acepta. Tory entra al cuarto de Angus y asesina a Vika atravesándola con su espada. Mientras tanto Angus despierta, toma su espada y corre hacia el cuerpo y ve con profundo dolor como Vika muere. Lleno de odio se abalanza sobre Tory y con un movimiento de su espada lo decapita, pero antes de poder reaccionar a los guardias de Tory es sometido, amarrado y llevado a una tierra muy lejos de su reino donde fue vendido como esclavo. Al día siguiente se da a conocer la tragedia al pueblo diciendo que el rey ha muerto por manos de su hijo Angus, que se ha vuelto loco y el futuro rey queriendo
evitar que matara a Vika no lo logro y mato a los dos huyendo lejos del reino. Noticia que fue confirmada por la reina Hellen obligada por proteger la vida de su hijo. Los meses pasan y Montgomery se ha coronado como rey, con una salvaje administración, explotando los campesinos, cobrándoles tributo por todo, llevándolos casi a la quiebra. Solo Tavis en medio de su dolor por perder a su hija Vika e incrédulo de la historia de su nuevo rey Montgomery ha escuchado a los mercantes que le visitan para comprar sus armas de un extraño parecido entre un joven esclavo de unas tierras lejanas con el príncipe fugitivo que asesino al rey, Tavis ha preguntado a los mercantes como llegar y se ha embarcado en un viaje de muchos días en su caballo para buscar ese joven que se parecía a Angus y ver por su propia cuenta si era verdad lo que se rumoraba. Tras muchos días de viaje ya casi sin comida y cansado llega a una nueva tierra donde había esclavos, se dirige a una casa donde pide descansar. Allí es atendido por una familia adinerada española que le pregunta el porqué del motivo de su viaje, y el casi llorando por el dolor que le causa el recuerdo les cuenta todo lo que pasa en el reino de Lerwik. La familia al escuchar las palabras del armero decide llamar a sus esclavos y ponerlos enfrente de aquel forastero que enseguida reconoció al príncipe Angus. Angus lo mira y salta a abrazarlo, pero el armero saca su espada y la pone en su cuello diciéndole que le cuente lo sucedido, Angus le cuenta lo sucedido, la familia española decide liberar a Angus ya que ellos solo saben que lo compraron a un forastero. Les dan un caballo y comida para su viaje de regreso que tardaría más días que los gastados para llegar a esa tierra, puesto que era una colina. El joven Angus con muchas ganas de venganza le pide al armero su ayuda para asesinar a Montgomery, sabe que tiene de su lado muchos soldados aliados en el castillo. Tavis que es más experto le dice que lo ayudara, pero tendrán que camuflarse muy bien para no ser reconocido en Lerwik, mientras elabora armas y un plan para asesinar a Montgomery. Ya de vuelta en Lerwik, Angus entra camuflado al pueblo donde permanece en la casa del armero, desde allí busca comunicarse con sus viejos amigos de
infancia logrando conseguir que uno de ellos venga a verle. Montgomery sigue reinando al lado de Hellen que no sabe nada de su hijo en meses y empieza a insistir en noticias de su hijo, ella también piensa en matarle. Hellen en las noches camina por la oscuridad del pueblo escuchando los ecos de un viejo ritual escondido entre las piedras, vagan las almas por ese lugar a la luz de las antorchas, esperando ser vistas, Hellen espera verle allí nuevamente y recordar cuando era feliz. Montgomery desde su aposento mira la noche como cae la niebla, y un temor oculto se apodera de él, sabe que en la muralla del castillo vaga un alma en pena por la traición que le llego a morir. Angus planea con su amigo Barrow un guardia del castillo, tomarlo y asesinar a su tío, quiere venganza y quiere restablecer el orden de su pueblo y retomar los caminos de su padre. Esa noche sale disfrazado a caminar por las murallas, ya casi las tres de la mañana, oye una voz fuerte, al mirar vio el espectro de su padre al que su hermano asesino, pidiendo a gritos la venganza que le hará lavar su honor. Angus cae de rodillas y siente tristeza y odio. Bajo la pena esconde la vergüenza que el luto de su padre clama en él. La nueva noche ha llegado Angus ya está preparado para irrumpir en el castillo, las armas que le proporciono Tavis le han llenado de valor, y su sentimiento de venganza le da la fuerza de mil soldados, su amigo Barrow desde adentro ya armo sus guardias y esperan la señal. Montgomery entra en los aposentos donde asesino un día a su hermano y se acuesta al lado de su reina Hellen que llena de odio solo piensa en matarlo, pero impotente por proteger a su hijo del que no sabe nada no logra nada. Angus recibe la señal y entra al castillo armado de una espada y va asesinando a los guardias de su tío, mientras tanto su amigo Barrow desde adentro a neutralizado a casi todos, solo falta Montgomery, Angus corre a los aposentos donde ahora esta su tío y entra con notable furia, mientras su tío intenta correr pero es en vano, Angus lanza la espada que atraviesa su pierna, cayendo al suelo. Montgomery grita a sus guardias que le auxilien pero es en vano, ya todos están muertos.
Angus se acerca y retira la espada de su pierna, la lleva a su boca, y probando su sangre le dice a su tío: es tan dulce la venganza cuando llega a su final, porque atrapar esta locura es la ira alimentar. Mirando al cielo dice, padre tú me esperaste hasta el final para vengarme por ti, mientras lanza con fuerza su espada y decapita a su tío. Cae al suelo desgarrado en llanto mientras su madre no puede creer lo que están viendo sus ojos, y corre a abrazar a su hijo. Al amanecer Angus reúne a su pueblo y muestra la cabeza de su tío incrustada en su espada y les dice lo siguiente: -Pueblo de Lerwik, jamás seremos sometidos nuevamente por leyes injustas, jamás se atropellará de nuevo a la gente con tributos, Montgomery ha muerto y con él la maldad de Lerwik. Él asesino a mi padre el rey Javert, asesino a mi prometida Vika y me vendió a los españoles como esclavo, pero hoy está muerto y la maldad jamás retornara en mi reino. Aquí estaré para ustedes hermanos míos-. POR: FABIAN CAMILO ROSALES MEDINA CLEI V I. E.GUSTAVO ROJAS PINILLA
ROSTROS Érase una mujer que se miraba todos los días al espejo esperando encontrarse más hermosa, pero el reflejo le devolvía el atroz paso del tiempo, que suele recrudecerse con el correr de los inviernos. Convocó un día al señor de las tinieblas e hizo un pacto: “Tu eterna belleza y juventud a cambio de las almas de tus hijos” y el señor de las tinieblas se lo concedió, pero tendría que tener un hijo cada año hasta que su conciencia dijera basta. La mujer tuvo 666 hijos durante 666 años, y a cada uno de ellos los amo y los perdió, y los siguió amando y los siguió perdiendo; hasta que asqueada de sí misma y en un arranque de furia, rompió la superficie oscura del espejo y con uno de sus fragmentos se arrancó la piel del rostro, aún radiante y jovial.
POR: LEIDY MAYORGA I.E GUSTAVO ROJAS PINILLA CLEI IV
LA BUENA SOMBRA DE UN VOLCÁN Hace ya mucho tiempo, en el año 67, en un mes de verano, una familia humilde que vivía en el campo les sonrió un hermoso día. Les hablo de Juan Carrasco y su esposa María, quienes tenían un hijo llamado Felipe, quien por su nobleza era el alma del hogar. Tenían un ranchito viejo, en el alto de la montaña, pero no era cualquier montaña, era un volcán que dormía. Como todos los días, Juan y su esposa María antes de salir el sol, al escuchar el canto del gallo, empezaban su rutina; ella alistando a Felipe para ir a estudiar y echando leña al fuego haciendo agua de panela, y él alistando herramientas para salir a trabajar, enjalma su caballo negro para llevar a Felipe a 30 minutos bajando la cordillera donde quedaba su escuela. Siendo las diez de la mañana, Felipe estaba estudiando, Juan surcando la tierra y María en el rancho lavando, cuando de repente se escuchó un estruendo perturbarte y un movimiento incesante que se sintió desde la montaña. Era aquel volcán que dormía, dejaba salir una nube escalofriante compuesta de todo el valle, también brotaban enormes fuerza dejaba huella sobre la montaña.
de sus entrañas ceniza que cubría piedras que con
María, quien se encontraba en el rancho, preocupada por los suyos se encerró en y dejó caer su llanto, pidiendo a Dios para su familia que estaba en
muy asustada, y su humilde casa un refugio peligro.
De la misma manera, Juan hacia la escuelita en busca de No le importaba el peligro corría, su hijo era la prioridad en el momento. En su mente solo
corrió su hijo. que
estaba protegerlo y saber que estaría bien. El peligro no cesaba, la montaña más rugía y en su punto más alto, la lava se veía; Juan llegó hasta su hijo y mirando al cielo clamo un grito que hasta el valle se escuchó: ¡Dios mío, cuida de María! Al instante algo paso, como si el cielo hubiese escuchado su clamor, el suelo se detuvo, la lava se secó al instante y se sentó aquella nube, cubriéndolos de ceniza y permitiendo al sol brillar nuevamente. Asustados y con lágrimas en sus ojos y la voz temblorosa, llegaron a su rancho Juan y Felipe en busca de María. Preocupados por todo lo sucedido, no era fácil para esta familia, observar que de aquel rancho en el que habían vivido toda la vida solo quedaban ruinas. Pero fue tal la sorpresa que su hijo Felipe seco sus lágrimas y dejo escapar una sonrisa al llegar al lugar donde quedaba su rancho y encontrar a su madre viva, ella los recibió con unas hermosas rocas dora das que cayeron en su rancho por la fuerza de la montaña. Finalmente se abrazaron y sonreían, dieron gracias a Dios y a la montaña porque todo había vuelto a la calma; las rocas doradas que María tenía entre sus manos eran preciosas piedras de oro que los cubría de fortuna; entonces, Juan y su esposa decidieron comprar el cerro y una finca en el valle para así poder admirar, y todos los días agradecer a la montaña por la fortuna que le había dado. Fue así como Juan y su familia vivieron tranquilos y desde el valle cuidan el cerro que un día de un mes de verano los bendijo. Hoy cuentan la historia a sus nietos, que allá en aquel alto de la montaña que desde el valle se admira, en tiempo de verano se vuelve a escuchar el rugir de la montaña dejando escapar una pequeña nube para adornar el paisaje.
ANA LUCY SANTA CRUZ Clei IV I.E Silvino Rodríguez
ORAR O LLORAR Madrid- España, octubre 13 de 1666 En una noche lluviosa, un grupo de religiosos satánicos en medio de la nada en el interior de una iglesia abandonada realizaban rituales de iniciación, invocando espíritus, bebiendo sangre y sacrificando animales en tributo al demonio. Todos pierden la vida tras fallarles la fe y los traiciona una de sus invocaciones. Por venganza y por querer regresar a la vida, se apoderó de la iglesia y pasó siglos esperando a que gente ingenua despierte su ira, para así poder regresar a la vida y vengarse de los que lo condenaron. Eso contaba la leyenda. Un día gris acompañado de lluvia, un grupo de actividad paranormal investigan los hechos ocurridos tiempo atrás para definir una serie de sucesos extraños e inexplicables, donde la gente afirma que se trata de algún ser paranormal que quiere decirles algo, pero tienen miedo de saber que es. Al llegar a la iglesia se encontraron con una energía negativa, una presencia poderosa los acechaba; en medio de la investigación decidieron hacer un recorrido individual por toda la iglesia, en ese preciso momento, desapareció la primera integrante y nadie se da cuenta de lo ocurrido hasta después de una hora. Era aterrador, se escuchaban gritos y pisadas fuertes en el campanario de la iglesia, subieron, pero no encontraron nada. Entonces, emprenden una búsqueda por todos y cada uno de los rincones para encontrarla, y para saber quién es el ente maligno que los acechaba. Luego de un tiempo alguien
dijo “Esto es extraño, porque no se llevó a alguno de nosotros siendo hombres”. Luego otro de los integrantes dice “Yo creo que este espíritu es hombre, un hombre perverso que quiere el cuerpo de una mujer para regresar a la vida”. Todos estuvieron de acuerdo con él. Más preocupados por saber dónde estaba su compañera se dispusieron a invocar al fantasma para poderlo detener y salvar a su amiga. Con una ouija en la mano y con gran temor comenzaron el juego escalofriante. En medio del rito se encontraron con una visión individual de donde estaba ella y el posible espíritu. Fueron a buscarlos, pero no los encontraron; en ese momento sucedió algo extraño, desapareció el segundo integrante, quien poco tiempo después fue encontrado hecho pedazos en el campanario de la iglesia Se fueron sin buscar a su compañera. Se despidieron de toda su investigación y de su única integrante. Tiempo después regresaron a la misma iglesia donde perdieron a su amiga para vengar su muerte, descubrieron que lo que los estaba siguiendo era un ente conocido por todos como La Bestia Legendaria; que vengaría el día en que Dios lo condenó a ser el desterrado rey de la nada; el demonio. No se supo que pasó en ese momento, pero no los volvieron a ver ni a saber de ellos. Desaparecieron. Lo único que se sabe, es que con frecuencia quien se acerca a la iglesia escucha una voz de ultra tumba que dice: “Que quien se atreva a entrar a mi reino de la soledad, será destruido con mis propias manos y nadie sabrá de ustedes hasta el juicio final”.
ALEXANDER MARTÍNEZ Clei VI I.E Silvino Rodríguez
EL CARPINTERO Y SU AMOR POR LOS MUEBLES Hace tiempo vivió un carpintero llamado Carlos; él trabajaba haciendo todo tipo de muebles, el cliente solo le describía y el hacía como quería exactamente, al comienzo nadie le tenía confianza porque no creían que una persona con discapacidad pudiera elaborar tan hermosos muebles, pues Don Carlos era ciego. El trataba de elaborar lo mejor, y Dios le daba la inspiración. El oraba antes de iniciar sus actividades. por eso todo lo que realizaba era maravilloso. Aunque no podía ver con los ojos, veía las cosas con el amor de Dios. Con el tiempo, Don Carlos, tuvo tanto trabajo que formo una microempresa y dio más trabajo a más personas con alguna discapacidad y les enseño que la discapacidad está en la mente de cada ser humano; pues Dios nos mandó al mundo para ayudar, para dar ejemplo. Todos somos útiles en cualquier área, solo es tener amor y gusto por lo que se hace y nunca dejar a Dios a un lado. Siempre habrá obstáculos, pero el tiempo de Dios es perfecto y el brinda soluciones a cualquier problema. Al final Don Carlos murió, dejando la enseñanza de realizar los mejores muebles con la mejor calidad y siempre con amor al trabajo y a Dios.
FIN POR: MILENA VÉLEZ CLEI V INSTITUCIÓN EDUCATIVA SIMÓN BOLÍVAR
FILEMÓN Y EL HADA Era tiempos difíciles para Filemón, sobrevivir era su reto. En su humilde hogar no había alimentos. Sus hijos, Betty y Ramón, e Hilda su esposa, debían ir y venir, cuidando los animales. Filemón confiado en sus esfuerzos y su fe en que los arboles dieran frutos y sus animales se reprodujeran con rapidez, no imaginaba que un día cualquiera una fuerte tornamenta acabaría con su cosecha, arrasando todo lo que tanto trabajo le costó. Y que por si fuera poco después de la tormenta, un fuerte verano acabaría con sus animales, quedando en la ruina. Filemón, en su tristeza por perderlo todo, lloro amargamente en silencio, no sabía cómo iba a alimentar a su familia. Los días se le hacían largos y eternos, tanto que pensó pedir ayuda. Su dolor era compartido con su esposa y sus hijos, pues ellos estaban dispuestos a salir adelante y remediar esa tristeza. Hilda, sin tener nada que comer, opto por mandar a sus hijos a recolectar leña, quienes regresaron con comida, y lo primero que hicieron fue saciar el hambre de su padre. Extrañados, sus padres preguntaron de donde y quien les había dado comida. Satisfechos comieron quedando dormidos hasta el día siguiente. Al despertar siguieron preguntando Filemón e Hilda sobre la procedencia de la comida. Betty y Ramón contaron a sus padres que en su regreso lo habían
encontrado al lado del camino. Tal es el asombro de Filemón que decide ir con ellos al bosque, pensando que era una trampa para hacerle daño a sus hijos. Caminaron largas horas, pero no encontraron comida. Filemón prohibió a sus hijos volver al bosque solos, él decía “nada cae del cielo”. Filemón se llenó de fuerza y nuevamente empiezo a trabajar, aun sabiendo que la cosecha llegaría en un largo tiempo y que su familia aguantaría hambre. Pero, así como un día lo perdió todo, un gran día sin pensarlo y con ayuda de un hada llamada Campanita, y a pesar de que Filemón no creía que existiera hadas, la cosecha dio muchos frutos. Campanita prometió ayudarlo con la condición de que Filemón creyera en el hada, que eran muy pocas las que existían por la poca fe de los humanos.
Filemón acordó por siempre ayuda mutua con el hada, entendiendo que a veces es bueno dejarse ayudar y creer en la fantasía.
FIN POR: ANDREA LIZETH FARÍAS FAJARDO CLEI IV INSTITUCIÓN EDUCATIVA SIMÓN BOLÍVAR
EL DÍA QUE TODO CAMBIÓ Érase una vez una familia que vivía en Mocoa (Putumayo), esta familia estaba conformada por el padre Pedro González, la madre Andrea Martínez y sus dos hijos Jorge y Liliana, una noche después de un día normal todos descansaban, lo que no sabían era que esa noche iba a cambiar por completo sus vidas. Toda la noche hubo una gran tormenta, la cual era tan fuerte y poderosa que se le vino encima a la casa de la familia González Martínez, pues la lluvia era tan fuerte que hizo que los ríos que rodeaban la localidad crecieran, se unieran y arrastraran tierra, lodo, piedras, árboles y todo lo que había a su paso, creando una gran avalancha, que se llevó a más de medio pueblo. Al día siguiente los sobrevivientes (aquellos a los que no les ocurrió nada), pudieron observar la furia de la naturaleza; para unos era ella misma pidiendo lo que era de ella, para otros castigos divinos, y muchas familias, además de la familia González Martínez habían desaparecido. El señor presidente tras esta tragedia decidió ir y hablar con los damnificados, además los habitantes de Mocoa, pidieron ayuda a los demás colombianos, aparte de alimento, ropa y medicamentos, que se orara por ellos, ya que la situación que estaban atravesando era muy difícil y dolorosa, pues muchos perdieron a sus seres queridos, padres, madres, esposos, hijos, amigos... La cruz roja, la policía, la defensa civil, los militares fueron a ayudar y rescatar heridos de entre los escombros, y salvar a aquellos que estaban perdidos; al primero que encontraron fue a Pedro, en su rostro se veía la tristeza, se encontraba desorientado y desconsolado, pensaba que era imposible encontrar a su familia y recordaba la discusión que habían tenido la noche anterior, sobre una tontería, por la que no le había
dado las buenas noches a su esposa y a sus hijos; veía cómo las horas iban transcurriendo lentamente y buscaba entre todas las personas llenas de lodo y de lágrimas a su familia, mientras se iba incrementando la cantidad de muertos encontrados; desde años atrás se venía diciendo y advirtiendo que en esa zona no se construyera, pues podía ocurrir una tragedia, que debían operar de manera rápida para que no sucediera, pero los gobernantes hicieron caso omiso y no actuaron a tiempo. Ellos dicen que la naturaleza no perdona, Jorge González Martínez, un niño de 14 años tras ver que su madre Andrea Martínez, casi es arrastrada por la avalancha, la toma del brazo y no la suelta, él le salvó la vida a su madre, y los dos en un refugio esperan por su padre y su hermana; al ver ésta noticia por televisión, Pedro corrió de refugio en refugio, de hospital, en hospital, hasta que por fin pudo reunirse con su esposa y su hijo; lo primero que hizo al verlos, fue besarlos y pedirles perdón por todos los malos momentos vividos; entre lágrimas y risas por fin descansa un poco el corazón de una de las familias de Mocoa. Aunque se reúnen los tres, su felicidad no es completa, porque aún falta encontrar a su hija y hermana, para Pedro, el saber que ya encontró a parte de sus seres amados, le devuelve la tranquilidad, ya que se tienen los unos a los otros. Al trascurrir el día siguen avisando por noticias casos de personas que lograron salvar, casos como el de una mujer de avanzada edad, llamada Julia, y que ella lo único que hacía era preguntar por su perro, pues era lo único que tenía; pues antes de que la rescataran su perro ya la había encontrado y desesperado le ladraba a la gente para que lo siguieran y así pudieran rescatar a su dueña; los rescatistas al ver que el perro les ladraba y se movía en una dirección, decidieron seguirlo y la encontraron. Los días siguientes continuaron con la búsqueda demás sobrevivientes, Andrea Martínez se la pasaba pegada a las noticias para saber si en algún momento, anunciaban algo relacionado con su pequeña hija Liliana,
mientras Pedro, su esposo y su hijo Jorge se unieron al voluntariado rescatista, con la esperanza de encontrar más personas con vida, y entre ellas a su querida Liliana. Siguiendo el recorrido de la avalancha varios cuerpos fueron arrastrados hasta donde desemboca el río, de ahí fueron sacados para darle su santa sepultura. También podríamos hablar de los niños menores de 7 años sobrevivientes a esta tragedia, inocentes, no saben lo que ha ocurrido y no entienden por qué sus padres y familiares ya no están con ellos, a aquellos que no los ha reconocido ningún familiar, el único futuro que les espera es que el ICBF se los lleve y les dé una casa hogar. Hoy en día, Pedro, Andrea y Jorge, siguen preguntando por Liliana, ya que no la han encontrado y que algún día esperan volver a ver con ansias. Muchos dicen que aquello que vivieron fue un apocalipsis, ya que no solo perdieron sus seres queridos, sino también todas sus cosas materiales. Personalmente estuve muy triste ya que me puse en los zapatos de ellos y además, si a mí me dolía sin haberlo vivido, que sería a ellos que lo vivieron en carne propia; finalmente este cuento lo quiero dedicar a aquellas víctimas de la avalancha de Mocoa, aquellos guerreros que tratan de luchar para seguir adelante, aquellos niños que inocentes de todo, tienen que seguir su vida sin sus padres o sin parte de su familia, también en la memoria de aquellos que no sobrevivieron, que su vida finalizo ahí por alguna u otra razón. Fin. Por: LUIS ANTONIO FRANCO CALIXTO CLEI IV 1 INSTITUTO TÉCNICO GONZALO SUÁREZ RENDÓN TUNJA