PRIMER ENCUENTRO BINACIONAL DE PUEBLOS INDÍGENAS AWAJUN, WAMPIS Y NACIONALIDAD SHUAR DE PERÚ Y ECUADOR.
Reunidos en la sede de la organización ODECOFROC, ubicada en la Comunidad Mamayaque, Distrito Cenepa, Provincia Condorcanqui, Región Amazonas, el día 26 de mayo de 2010, las organizaciones indígenas representativas de los pueblos Awajun y Wampis de Perú, Organización de Desarrollo de las Comunidades Nativas Fronterizas del Cenepa (ODECOFROC), Consejo Aguaruna Huambisa (CAH), Federación de las Comunidades Awajun de Santiago (FECAS), Consejo Indígena Amazónico del Perú (CIAP), Organización para el Desarrollo de las Comunidades Indígenas de Numpatkaim y Alto Comaina (ODECINAC), Organización para el Desarrollo de las Comunidades de Alto Comaina (ODECOAC), Federación de Mujeres Aguarunas del Alto Marañón (FEMAAM), Organización Regional de Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte del Perú (ORPIAN-P) y Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP); y las organizaciones indígenas representativas de la Nacionalidad Shuar de Ecuador, Federación Interprovincial de Centro Shuar (FICSH), Nacionalidad Shuar del Ecuador (NASHE), Federación Provincial de la Nacionalidad Shuar de Zamora-Chinchipe (FEPNASH-ZCH), Asociación TAYUNTS Provincia Zamora-Chinchipe; líderes, lideresas, Apus y Comunidades Nativas presentes, declaramos lo siguiente: Muchos pueblos han perdido sus culturas y sus territorios. Los gobernantes han creado sus propias leyes y su propio desarrollo. Nos han dividido con fronteras internacionales y guerras sucesivas. Nosotros, Pueblos Awajun y Wampis de Perú y Nacionalidad Shuar de Ecuador, suscribimos esta declaración conjunta, para hacer presente a las sociedades nacionales y a las instancias internacionales que somos Pueblos Originarios del Ecuador y Perú “sin fronteras entre nosotros”. Somos la misma familia y no estamos divididos, mantenemos vivas nuestras culturas y seguimos habitando nuestros mismos territorios tradicionales. Nosotros, tanto en Perú como en Ecuador, venimos sufriendo las agresiones de nuestros respectivos Gobiernos que, favoreciendo a empresas transnacionales para actividades extractivas de los recursos naturales, pretenden despojarnos de nuestros territorios y dejarnos sin futuro.
Para ello, coincidentemente, los Gobiernos dictaron medidas legislativas inconsultas, que atentaban y continúan atentando contra nuestros derechos fundamentales reconocidos, y provocaron nuestra protesta en cada uno de los contextos nacionales, costando la vida de nuestros hermanos; trágicas pérdidas que no deseamos que se repitan bajo ninguna circunstancia. En este sentido, rechazamos rotundamente, en el marco de cada uno de nuestros países, la realización de actividades mineras y petroleras en nuestros territorios, que no aportan ningún beneficio a nuestros pueblos, y que por el contrario, contaminan el agua que utilizamos y destruyen definitiva e irreversiblemente los elementos fundamentales para nuestra vida, atropellando todos nuestros derechos como pueblos y como personas humanas. Como está sucediendo actualmente en la Cordillera del Cóndor con las Mineras, Afrodita en caso de Perú y Gold Marca, King Ross Aureliam y Ecuacorrientes en caso de Ecuador, y sobre las cuales, por las razones indicadas, demandamos a los Gobiernos que concreten su inmediato retiro. Nosotros, como pueblos dignos y organizados, reafirmamos nuestro hermanamiento y suscribimos este pacto de unidad, colaboración y solidaridad transfronteriza. Y nos comprometemos a trabajar de manera conjunta la elaboración de una agenda de mutua cooperación y de intercambio de experiencias y estrategias de protección territorial y ambiental, como: Seguridad, preservación y manejo sostenible de nuestros territorios y recursos naturales, en el marco de nuestras propias autonomías, reconocidas y declaradas por tratados internacionales, que han sido firmados por nuestros respectivos Gobiernos; así como sobre experiencias y emprendimientos de acciones jurídicas ante las instancias internacionales para hacer frente a derechos mineros que otorgados inconsultamente, afectan gravemente nuestras vidas. Salud, Justicia y Educación indígenas y Fortalecimiento de nuestras organizaciones. Seguridad alimentaria, intercambios culturales y desarrollo de nuestras propias potencialidades económicas. Restablecimiento de nuestras vías de contacto y caminos ancestrales, y gestión de medios de comunicación que faciliten nuestras relaciones. Construcción de nuestra historia y geografía, poniendo nuestros nombres culturales a los ríos, caminos y lugares, a través de la investigación de nuestras realidades. No queremos participar más en acciones bélicas que supongan pelear y quitarnos la vida entre hermanos por intereses ajenos.
Este primer Encuentro Binacional se enmarca en nuestro derecho a la libre determinaci贸n y se inscribe en nuestra historia. Hoy es un d铆a importante de reconocimiento y fortalecimiento entre nuestros pueblos.