La Amazonía Centro-Sur vale más que el petróleo

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La Amazonía Centro-Sur vale más que el petróleo

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Esta publicación es realizada por Fundación Pachamama, y fue basada principalmente en el libro Petróleo, sustentabilidad y desarrollo en la Amazonía Centro-Sur, publicado en noviembre del 2012 por Fundación Pachamama y la Unidad de Información Socio Ambiental de la Universidad Andina Simón Bolívar, cuya investigación académica fue coordinada por Carlos Larrea. Edición: Joke Baert Impreso en Ecuador, noviembre del 2012. 1000 ejemplares. © Diseño e impresión GM LASER Industria Gráfica América N34 - 183 y Lallement • Quito, Ecuador Teléfonos: (593 2) 224 5326, 244 9195 gmlaser@uio.satnet.net Este libro está impreso en papel ecológico.

Fundación Pachamama lleva 15 años trabajando en la Amazonía junto con los pueblos indígenas, promoviendo un modelo de desarrollo alternativo, basado en el buen vivir y con énfasis en el reconocimiento de los derechos humanos y de la Naturaleza, para generar las condiciones necesarias para que las nacionalidades y pueblos originarios de la Amazonía, al igual que otros sectores sociales de la Región Andina fortalezcan sus procesos de autodeterminación, participación y modos de vida. Apostamos a la promoción de energías renovables, la generación de alternativas económicas solidarias, el manejo de recursos naturales y la salud materno-infantil. Promovemos el respeto y la exigibilidad de los derechos colectivos y el fortalecimiento organizativo para los procesos de gestión territorial y gobernanza de las nacionalidades y los pueblos indígenas. www.pachamama.org.ec 2


La Amazonía Centro-Sur vale más que el petróleo

Conservación o petróleo en el Centro-Sur?

Fotografía: Joke Baert / Fundación Pachamama

El Ecuador es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo y al mismo tiempo se distingue por la riqueza de sus culturas indígenas. La Amazonía CentroSur1 alberga, junto con el Parque Nacional Yasuní y la Reserva Faunística Cuyabeno, el bosque tropical mejor preservada del Ecuador, que ha sido caracterizada por los estudios científicos más recientes como el área de mayor diversidad biológica del hemisferio occidental. La biodiversidad tiene un valor intrínseco, reconocido por nuestra constitución, que establece derechos de los ecosistemas a existir y prosperar. También, constituye el más importante patrimonio del Ecuador para las generaciones actuales y futuras.

La Amazonía Centro-Sur mantiene

1 Para los fines de este estudio, la Amazonía Centrosur está conformada por los cantones Morona, Palora, Sucúa, Huamboya, Taisha, Logrono, Pablo Sexto, Tiwintza, Tena, Archidona, Carlos Julio Arosemena Tola, Pastaza, Mera, Santa Clara, Arajuno, y Loreto, en las provincias de Pastaza, Napo, Morona Santiago y Orellana.

aún el 85% de su territorio cubierto por bosques primarios, y con su extensión de 56.000 Kms2, conforma la mayor subregión del Oriente ecuatoriano. El 54% de sus habitantes son indígenas (Kichwa, Shuar, Achuar, Zápara, Shiwiar, Andoa y Waorani). Además, esta región se caracteriza por tasas de deforestación substancialmente menores al resto de la Amazonía ecuatoriana. Esta publicación, principalmente basado en el libro Petróleo, sustentabilidad y desarrollo en la Amazonía Centro-Sur,2 es un primer acercamiento a la problemática que presenta la XI Ronda Petrolera. Resume los principales elementos que están en juego frente al futuro de la región Centro-Sur de la Amazonía ecuatoriana. Busca poner en consideración del lector los alcances y límites de las decisiones que pueden tomarse en el corto y mediano plazo respecto a la explotación petrolera y sus consecuencias 2 Larrea Maldonado, Carlos, coord. (2012), Petróleo, sustentabilidad y desarrollo en la Amazonía Centro-Sur, Quito: UASB-Sede Ecuador, Fundación Pachamama.

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Territorios indigenas en el Centro-Sur y bloques petroleros

La apertura de la XI Ronda Petrolera, podría marcar el inicio de la expansión de la frontera petrolera hacia el sur-este del país, lo que implicaría cambios irreversibles de la riqueza de esta región, su biodiversidad única y su patrimonio cultural. para la región, el país y el planeta.

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La Amazonía Centro-Sur vale más que el petróleo Fotografía: Joke Baert / Fundación Pachamama

En primer lugar, debe considerarse el carácter único y la fragilidad del patrimonio cultural y biológico del Centro-Sur. El aprovechamiento sustentable de la biodiversidad, basado en su conservación, tiene un potencial en términos de ecoturismo, investigación científica en el área de la medicina, entre otros, que puede contribuir al desarrollo humano sustentable en mayor medida que los recursos generados por la extracción petrolera.

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El país debe iniciar y fortalecer una estrategia progresiva de diversificación productiva hacia formas sustentables e incluyentes de desarrollo, como lo reconoce el Plan Nacional de Buen Vivir. En ese sentido, la biodiversidad es uno de los elementos más importantes para la diversificación de la economía ecuatoriana.

En segundo término, luego de 40 años de explotación petrolera en la Amazonía, es evidente que este recurso ha contribuido poco a una mejora equitativa y sustentable de las condiciones de vida en el Ecuador. De hecho, el crecimiento económico ha sido reducido e instable y además, las condiciones sociales, a pesar de la considerable mejora durante los últimos 5 años, continúan siendo críticas. El impacto ambiental de la extracción petrolera ha sido considerado como uno de los más altos en el mundo. La extracción petrolera siempre ha ido acompañado por la construcción de caminos y consequentemente, una colonización en territorios sin vocación agrícola, lo cual contribuye a una acelerada deforestación. La tasa anual de deforestación en el Ecuador es la más alta de América del Sur. Tercero, este panorama crítico se agrava por la progresiva reducción de los volúmenes extraídos de petróleo. Las reservas remanentes del Ecuador son limitadas, y difícilmente permitirán al país continuar exportando petróleo por más de 20 años.

Las reservas probables en la Amazonía Centro-Sur, en caso de encontrarse yacimientos comerciales, podrían permitir prolongar este período por aproximadamente dos años y las perspectivas de encontrar grandes yacimientos son bajas.

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Fotografía: Joke Baert

Finalmente, de acuerdo a estudios iniciales sobre el posible impacto de la construcción de nuevas carreteras para exploración y extracción de petróleo en la región, realizados por Mika Peck de la Universidad de Sussex, se perderán en los próximos 20 años 185.224 ha de bosque trópical, con la consecuente liberación de 136.371.072 toneladas de CO2 en la atmósfera.3 Las emisiones de CO2 son solamente uno de los componentes del impacto ambiental que se generará por la extracción petrolera, a las que debe sumarse la pérdida de biodiversidad, el impacto sobre la disponibilidad de agua, entre otros. En consecuencia, los efectos ambientales asociados, directamente e indirectamente, a la actividad petrolera son altos, aunque no siempre son considerados en las evaluaciones económicas sobre las decisiones en el área petrolera. La preservación de este patrimonio constituye una prioridad mundial, no solamente por el valor intrínseco de la biodiversidad, sino también por su importancia para la investigación en salud humana y otros campos. La preservación del bosque tropical es prioritaria para la mitigación del cambio climático, ya que el 18% de las emisiones de gases invernadero provienen de la deforestación. 3 Peck, Mika (2012). “Modeling Deforestation on the Southern Ecuadorian Amazon - Identifying risks from road expansion and oil exploration”. Draft, University of Sussex.


La Amazonía Centro-Sur vale más que el petróleo

Un tesoro ambiental Los bosques tropicales albergan la mayor cantidad de biodiversidad en el planeta, regulan el clima, el aprovisionamiento de agua, y conforman, junto con los mares, los mayores sumideros de carbono que estabilizan el clima mundial. La civilización humana necesitará de estos servicios de los ecosistemas de los bosques tropicales para su subsistencia futura. A pesar de ser uno de los países más pequeños de América del Sur, el Ecuador es uno de los países más biodiversos del mundo, tanto a nivel genético, como en variedad de especies y ecosistemas. El Ecuador podría considerarse el país más biodiverso del mundo, si se hace una relación entre su número de especies y la extensión del superficie. La región Centro-Sur se ha mantenido poco afectada por la actividad petrolera y conforma la parte mejor preservada de la Amazonía ecuatoriana. La preservación de los bosques primarios en la Amazonía Centro-Sur es factible y debería ser prioritaria, tomando en cuenta el alto nivel de conservación de esta región, la baja tasa de deforestación, la riqueza y diversidad de sus pueblos indígenas.

Estudios recientes muestran que el Este de la Amazonía ecuatoriana, integrada en el norte por la cuenca del alto Napo, con la Reserva Faunística Cuyabeno y el Parque Nacional Yasuní y vinculada en el Sur con las cuencas de los ríos Pastaza, Morona y Santiago, conforma el área con mayor biodiversidad del hemisferio occidental, donde las áreas protegidas, y la integridad de los ecosistemas aledaños permiten una estrategia de conservación viable.4 Según una valoración económica del ecosistema del Parque Nacional Yasuní (PNY), con una extensión de 982.000 hectáreas, el PNY vale $65.000 millones5. Si se realizará una comparación simple para la Amazonía Centro-Sur, que son casi 4 millones de hectáreas, utilizando los datos más conservadores de éste análisis, podríamos inferir que el valor presente de los servicios ecosistémicos de la Amazonía Centro-Sur del país es de $260.000 millones de dólares, 4 veces más del valor del PNY.

4 Bass M, Finer M, Jenkins C, et al. (2010). “Global Conservation Significance of Ecuador’s Yasuní National Park” PloS ONE Volume 5: Issue 1. 5 Fuente: Batker, David, Earth Economics (2008) “The Ecosystem Service Valuation of Yasuní National Park.

Fotografía: Siegmund Thies /Fundación Pachamama

Casi la mitad de todas las especies de mamíferos que habitan en la cuenca amazónica se encuentran en la Amazonía ecuatoriana. 7


Amenaza de la XI ronda petrolera

Fotografía: Joke Baert

El futuro de la conservación en la región se encuentra actualmente amenazado por la decisión del Estado ecuatoriano de abrir la XI Ronda Petrolera, anunciada por el gobierno ecuatoriano para el 28 de noviembre del 2012. A través de esta ronda busca concesionar 21 bloques petroleros en el Centro-Sur para su exploración y explotación, afectando a las poblaciones indígenas kichwa, waorani, achuar, shuar, shiwiar, andoas y zápara. Estas nacionalidades han expresado, de manera reiterada, su oposición a la ampliación de la frontera petrolera hacia sus territorios, a través de instancias de toma de decisiones tradicionales y participativas. Inicialmente, el gobierno ecuatoriano pretende licitar 13 bloques a empresas internacionales y 3 bloques son directamente asignados a Petroamazonas, la empresa estatal del Ecuador. El gobierno anunció que las empresas interesadas pueden entregar sus ofertas hasta el 30 de mayo del 2013. Después entrará en una negociación sobre las ofertas y el gobierno prevé la firma de los contratos de concesión de los bloques para septiembre del 2013. 8

La idea de una nueva gran licitación petrolera en el Centro-Sur de la Amazonía ecuatoriana no es nueva, pues desde el año 2000 fue incluida por el gobierno de Jamil Mahuad en su estrategia “Apertura 2000”. Los gobiernos que se han sucedido desde entonces, periódicamente hicieron anuncios respecto a su voluntad de llevar adelante ese megaproyecto petrolero, sin que hasta el momento los anuncios se hayan concretado en la práctica. Razón importante de esta demora es la historia de resistencia y defensa territorial protagonizada por las organizaciones indígenas de las nacionalidades shuar, achuar, y del pueblo kichwa de sarayaku, ocasionada por la imposición de los proyectos petroleros en sus territorios.

Aunque las reservas que pueden confirmarse en el Centro-Sur son relativamente pequeñas, la actividad petrolera requiere generalmente la apertura de vías de penetración, que originan un impacto severo sobre la deforestación.


La Amazonía Centro-Sur vale más que el petróleo La experiencia de la Amazonía ecuatoriana respecto al impacto ambiental de la actividad petrolera ha sido una de las más graves en el mundo, como lo afirmó recientemente el New York Times.6 Ejemplos emblemáticos del destructivo impacto socio ambiental son el Caso Texaco y la vía Auca, construida por Texaco en la década de 1970. (Ver mapa a continuación.)

La conservación del patrimonio natural y la riqueza cultural de la región, por otra parte, si bien representa una necesidad sentida por varios pueblos indígenas, requiere una estrategia compartida y una voluntad política regional y nacional.

El petróleo y los problemas económicos y sociales

Fuente: Pappalardo, Eugenio. Ph.D. Project: Spatial Expansion of the Oil Amazon Frontier and Enviromental Conflicts in Ecuador. Università degli Studi di Padova. presentación PowerPoint, 2010. Disponible en http://www.slideshare.net/ biorebel/case-study-the-yasuni-biosphere-reserve.

En consecuencia, se plantea un dilema de particular trascendencia para el futuro de la Amazonía Centro-Sur en el mediano y largo plazo.

La apertura de la frontera petrolera puede generar altos ingresos en el corto plazo para el Estado y la región, pero conlleva la destrucción irreversible de la biodiversidad, con impactos sobre el clima, tanto en el país como en el planeta, así como posibles violaciones de los derechos de los pueblos indígenas.

6 Herbert, Bob (2010) “Disaster in the Amazon”. New York Times, June 4.

Fotografía: Joke Baert

En 1967, el consorcio Texaco-Gulf perforó el primer pozo productivo en la Amazonía norte, llamado “Lago Agrio 1”. Desde 1972, Ecuador se convirtió en un país exportador de petróleo, y este producto se convirtió en el más importante de la economía nacional. El petróleo representó el 57% de las exportaciones ecuatorianas entre 2004 and 2010, y los ingresos petroleros han aportado con el 26% de los recursos fiscales entre 2000 y 2010 (Banco Central, 2011). 9


Durante los últimos 40 años el Ecuador ha extraído más de 5.000 millones de barriles de petróleo de la Amazonía, cifra que muy probablemente supera las reservas remanentes, estimadas entre 3.500 y 6.500 millones de barriles. La pregunta central entonces es ¿La explotación petrolera durante 4 décadas ha realmente contribuido a la mejora sustentable de las condiciones de vida de los ecuatorianos? A primera vista, la extracción petrolera puede parecer una opción obvia, de alta rentabilidad, para la obtención de recursos fiscales y la generación de divisas indispensables para el crecimiento económico y el desarrollo social.

Desigualdad social y pobreza En el ámbito social, los resultados del período petrolero son también limitados, a pesar de los significativos avances en las condiciones de vida obtenidos durante el gobierno de Rafael Correa. La pobreza afectaba en 2009 al 42% de la población, y la desigualdad social sigue siendo muy alta, con un coeficiente de Gini de 0.50 en 2009.7 El subempleo continúa afectando al 47% de la población económicamente activa (PEA) urbana y el desempleo se mantiene cerca del 7%, de manera que menos de la mitad de la fuerza laboral urbana goza de un empleo adecuado.8

Sin embargo, un análisis más detenido muestra los límites de este razonamiento. Los estudios especializados concluyen que los países exportadores de petróleo y minerales primarios tienen menos posibilidades de crecimiento y diversificación que otros países en desarrollo. De hecho, ningún país petrolero en desarrollo ha logrado un crecimiento estable, equitativo y sustentable. La profunda crisis social y política por la que atraviesa el Medio Oriente, y en particular los eventos recientes en Libia, Siria y Yemen, ilustran esta situación. La especialización de las exportaciones en petróleo frena las perspectivas de diversificación.

Falta de una diversificación de la economía El petróleo forma una parte importante de la economía nacional desde hace 40 años. Sin embargo, su extracción y exportación han conllevado también serios obstáculos a un desarrollo humano y sustentable. El crecimiento económico alcanzado ha sido lento, inestable y vulnerable a crisis recurrentes, y la mínima diversificación de la economía ha limitado el país a un rol de abastecedor internacional de un número muy reducido de productos primarios, como petróleo, banano, café, cacao, camarón, pescado y flores, con limitadas perspectivas de crecimiento y diversificación. Con estas bases económicas, el país tiene pocas posibilidades de alcanzar un desarrollo humano sustentable. 10

Fotografía: Siegmund Thies /Fundación Pachamama

Además, la extracción petrolera ha conllevado a un serio deterioro de los recursos que hacen del Ecuador un país único en el mundo, incluyendo su riqueza biológica y también su diversidad cultural.

7 CEPALSTAT.websie.eclac.cl/infest/ajax/cepalstat. asp. visitado en octubre 2011. 8 INEC. “Ecuador en Cifras”. Disponible en www.ecuadorencifras.com. Datos de junio de 2011.


La Amazonía Centro-Sur vale más que el petróleo

Fotografía: Joke Baert / Fundación Pachamama

Finalmente, no hay que olvidar que el petróleo es un producto no renovable con reservas limitadas. En el 2005, ya inició la declinación de las exportaciones ecuatorianas de petróleo. Explotando las reservas actuales, significaría 20 á 30 años de exportación de petróleo. Esa tendencia conducirá progresivamente a una disyuntiva de severas consecuencias, dada la mínima diversificación productiva actual. En este contexto, la expansión de la frontera petrolera hacia el sur del río Curaray, a través de la XI Ronda Petrolera, también llamado Ronda Suroriente, puede conducir a una

deforestación extensa, asociada con la extracción de reservas comparativamente pequeñas, cuya contribución al desarrollo humano sustentable en el país sea mínima.

En otras palabras, para reducir o detener la inevitable declinación de la extracción petrolera en el Ecuador, se acelera la destrucción de la biodiversidad, cuyo potencial es uno de los únicos caminos para alcanzar un desarrollo humano incluyente y sustentable en las próximas generaciones. 11


Decrecimiento del negocio petrolero

Fuente: Ministerio de Energía y Minas, 2007.

La inevitable declinación de las exportaciones de petróleo se ha iniciado ya, y se agrava tanto por el aumento del consumo interno de derivados, como también por la venta anticipada de crudo. Las reservas remanentes permitirán al país continuar exportando petróleo por no más de 2 o 3 décadas y los volúmenes netos exportados han declinado ya en un 25% desde 2004, como se muestra en el gráfico superior.

Las reservas probables de la región Centro-Sur son relativamente pequeñas. De acuerdo a estimaciones preliminares del Instituto Francés de Petróleo y de Petroecuador, con base en pozos exploratorios perforados en la década de 1970, éstas alcanzarían entre 100 y 300 millones de barriles, que equivalen a menos del 8% de las reservas remanentes del Ecuador.

Al ritmo actual de producción, estas reservas ampliarían la capacidad extractiva del país en menos de dos años. Se espera un flujo inicial de 35.000 barriles diarios, que es menor al 10% de la capacidad extractiva actual. Existe además la posibilidad de encontrar petróleo en las capas precretácicas, ubicadas a más de 6.700 metros de profundidad, por un valor de hasta 1.500

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millones de barriles. Dada la ausencia de perforaciones previas de esta naturaleza, esta posibilidad permanece incierta. El petróleo a encontrarse podría ser transportado por el oleoducto norperuano, que actualmente opera con aproximadamente el 50% de su capacidad instalada. En caso de encontrarse petróleo en condiciones comerciales, implicaría la explotación de reservas de moderada magnitud ubicadas cerca de la frontera peruana, que requieren la construcción de largas vías de acceso, con resultados potencialmente graves respecto a la deforestación. La Amazonía puede verse afectada seriamente por la apertura de la frontera petrolera y una intensificación inicial de la actividad de exploración sísmica, y luego la producción de crudos pesados, como medida de compensación ante la declinación de la producción de campos maduros. Posteriormente, la declinación productiva conllevará un escenario de bajas inversiones y posibles problemas de desempleo estructural en la región, cuyas opciones basadas en la agricultura son mínimas, y cuyas posibilidades de reconversión hacia otras fuentes de ingresos como el ecoturismo pueden ser limitadas, por los impactos previos de la actividad petrolera, la extracción de madera, la cacería, la migración y otras causas.


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Derechos de los pueblos indígenas y la explotación de su territorio ancestral

13 Fotografía: Joke Baert / Fundación Pachamama


Muchas de las dificultades que enfrentan los pueblos indígenas ante la industria petrolera son: poco acceso a información sobre los proyectos, los impactos de los proyectos y sobre las empresas que los operan; limitado conocimiento sobre los mecanismos jurídicos de protección de sus derechos; adicionalmente existen desconfianza o ineficiencia en los mecanismos legales. Esto se agrava con procesos inconclusos de titulación de tierras y la falta de intervención del Estado como garante de sus derechos.

programas, con la participación de la comunidad, para asegurar la conservación y utilización sustentable de la biodiversidad.

Ecuador tiene sólidos estándares internacionales en la materia de los derechos humanos y el derecho a la consulta. En primer lugar, ha ratificado la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la cual el Sistema Interamericano de Derechos Humanos forma parte. Ratificó además la Declaración Americana sobre Derechos Humanos y aceptó la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH). Ratificó el Convenio No 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (CERD) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC).

También la Constitución Política del Ecuador reconoce una serie de derechos que son importantes considerar en este contexto: “art. 57.- Se reconoce y garantizará a las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, de conformidad con la Constitución y con los pactos, convenios, declaraciones y demás instrumentos internacionales de derechos humanos, los siguientes derechos colectivos: 1. Mantener, desarrollar y fortalecer libremente su identidad, sentido de pertenencia, tradiciones ancestrales y formas de organización social. 6. Participación en el uso, usufructo, administración y conservación de los recursos naturales renovables que se hallen en sus tierras. 8. Conservar y promover sus prácticas de manejo de la biodiversidad y de su entorno natural. El Estado establecerá y ejecutará

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10. Crear, desarrollar, aplicar y practicar su derecho propio o consuetudinario, que no podrá vulnerar derechos constitucionales, en particular de las mujeres, niñas, niños y adolescentes.” (Constitución Política del Ecuador, 2008).

Estos derechos dan el contexto necesario para elaborar un verdadero mecanismo de consulta, previa, libre e informada, que supere la idea de socialización de la información y permita una participación efectiva de los pueblos indígenas en los proyectos que pueden afectar su territorio y forma de vida.


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Estamos construyendo un país post-petrolero?

Fotografía: Joke Baert / Fundación Pachamama

Las reflexiones precedentes muestran que la decisión de ampliar la frontera petrolera en el Ecuador sin restricciones tecnológicas difícilmente terminará en beneficios perceptibles y duraderos para los habitantes amazónicos y la población nacional. Además, conlleva altos costos ambientales y riesgos frente a las perspectivas de un desarrollo humano, equitativo y sustentable, de acuerdo con los conceptos del buen vivir. Es necesario profundizar en una evaluación crítica y multidisciplinaria sobre el tema, para conocer con mayor profundidad las implicaciones de las opciones en juego,

y las alternativas reales en el corto y largo plazo, y también para configurar opciones viables de desarrollo sustentable en armonía con la naturaleza. Tomando en cuenta que el país ya alcanzó su pico de explotación petrolera y que las reservas ecuatorianas se agotarán en 20 á 30 años, es urgente pensar en una sociedad y una economía diversificada post-petrolera. ¿Pero realmente estamos construyendo una transición hacia un futuro post-extractivista? ¿Qué oportunidades estamos dejando para las futuras generaciones, quienes vivirán en un país sin ingresos petroleros? 15


El Ecuador es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo y al mismo tiempo se distingue por la riqueza de sus culturas indígenas. La Amazonía Centro-Sur alberga, junto con el Parque Nacional Yasuní y la Reserva Faunística Cuyabeno, la selva tropical mejor preservada del Ecuador, que ha sido caracterizada por los estudios científicos más recientes como el área de mayor diversidad biológica del hemisferio occidental. La inminente apertura de la XI Ronda Petrolera, que podría marcar el inicio de la expansión de la explotación petrolera hacia el Centro-Sur del país, puede amenazar irreversiblemente la riqueza de esta región, su biodiversidad única y su patrimonio cultural. Esta publicación se basa principalmente en el libro “Petróleo, sustentabilidad y desarrollo en la Amazonía Centro-Sur”, publicado en noviembre del 2012 por Fundación Pachamama y la Unidad de Información Socio Ambiental de la Universidad Andina Simón Bolívar. Contiene una primera evaluación de los elementos que están en juego frente al futuro de esta región, y busca poner en consideración del lector los alcances y límites de las decisiones que pueden tomarse en el corto y mediano plazo respecto a la explotación petrolera y sus consecuencias para la región, el país y el planeta. Hacemos un llamado a la reflexión sobre las consecuencias futuras de decisiones actuales que podrían tomarse considerando integradamente varias dimensiones de análisis, evitando así errores costosos que se han dado en el pasado.


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