A colores, Marielos Iturbide. 3 Individuales Simultáneas.

A colores Marielos

Iturbide

El arte contemporáneo busca el diálogo con la naturaleza a través de diferentes propuestas, expresa Marielos Iturbide. Este vínculo, que ocupa a la artista, inició cuando el ser humano habitó el planeta. Al principio, fue de asombro y temor, siguió la armonía por medio de diferentes tendencias artísticas que imitaron la naturaleza y la exaltaron por su esencia sublime, para luego celebrar su luz y temporalidad.

que, unidas con la tecnología actual, provocaron cambios en la función del arte. En los años setenta, el arte volvió a buscar el diálogo con la naturaleza.

Con el tiempo, los artistas se distanciaron del entorno natural. Al principio del siglo XX, sentaron las bases de las vanguardias. La percepción de la realidad fue rebatida por nuevas teorías científicas y psicológicas

En pleno siglo XXI, Marielos Iturbide, inspirada en su niñez, con la sabiduría de un espíritu sensible y un pensamiento construido por medio del estudio y la investigación, enfatiza el vínculo artenaturaleza al desarrollar un lenguaje gráfico que tiene como protagonista a las hormigas.

“Cuenta una leyenda que las hormigas llevan y traen mensajes. Las que recorren estas obras traen felicidad,” explica Marielos. Afirma que debemos

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mantener felicidad reservada para recibir cada nueva experiencia, mala o buena, que la vida presenta. Añade que, un día, su mamá le dijo: “Cuando tu papá estaba conmigo yo era feliz y no me di cuenta.” En ese momento, Marielos decidió dedicar esta exposición a su madre y a la felicidad.

Los círculos que recorren las hormigas se refieren a la vida, a “los huracanes de la vida”, anota Marielos y añade: “Por un lado la pandemia y por otro Ucrania, también nuestras propias batallas. El círculo vacío del centro es el presente, cuando debemos ser felices. Es un respiro.” Nos sugiere vivir en positivo, abrazar la vida y sonreírle, para que

la vida corresponda. Construir desde el interior para que logremos escribir nuestro propio …Y vivieron felices por siempre a pesar de las avenencias”.

Las sociedades de hormigas son complejas. Forman colonias con millones de individuos en un solo nido, en donde cada uno tiene una tarea. Marielos atribuye su interés en este tema a la sabiduría que le transmitió su papá con la frase “el ser humano mira, pero no observa”.

El trabajo de Marielos descubre una cuidadosa formación académica fundada en la asistencia a centros educativos dedicados al arte, el

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estudio con maestros acreditados, la práctica constante de varias técnicas y la decisión de participar activamente en exposiciones colectivas. Entrega una serie de pinturas y grabados interpretados con pulcritud.

En esta primera exposición individual incorpora el color, con mucha sutileza y significado, salpicando el lienzo con alegría. Ve a niños pequeños y se da cuenta de que sus niños ya son de 23 y 25 años. Expresa que esos momentos seguidos de mucha felicidad que vivió, hoy los llamaría momentos picapica, como los trocitos de papel de colores que se esparcen para alegrar el ambiente.

El tema central de las obras gira alrededor de 22,000 especies conocidas de hormigas que viven en nidos subterráneos, superficiales o arbóreos. Pequeños insectos sociales que se comunican por medio de olores, sabores, señales visuales, vibraciones sonoras, contacto boca a boca y golpecitos mutuos por medio de las antenas.

Las hormigas poseen capacidades mentales insólitas. Tienen memoria, se orientan. Son compañeras de nido. Se organizan, toman decisiones, practican diferentes tareas, exploran y recolectan el alimento. Están presentes en todos los ecosistemas

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ecológicos conocidos. Algunas tienen propiedades medicinales, acumulan nutrientes para la tierra y dispersan semillas que germinan, se defienden y protegen, entre otras funciones.

Con alegría, la Galería Rozas-Botrán presenta la obra de Marielos Iturbide, sensible y valiente, caracterizada por una profunda fe y el amor a su familia, cuya obra nos habla de valores que cambian vidas.

Jose Rozas-Botrán

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