Observatorio Madrileño 5

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mía, traba o n jo eco CONTENIDOS Empleo y modelo productivo en la Comunidad de Madrid Paloma López Economista de la Fundación Sindical de Estudios.

Otra perspectiva en torno a la ‘locomotora madrileña’. Los salarios de la Comunidad José Ignacio Gil, Mario Ortí, Cristino de Santiago

Los salarios, los alquileres, el precio de la vivienda y el IPC Mariano Maroto Sociólogo de la Fundación Sindical de Estudios.

FEBRERO 2008

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d a d e i c y so INTRODUCCIÓN a comunidad de Madrid ha sido tradicionalmente uno de los territorios motores del crecimiento económico nacional. En los últimos años la región madrileña ha perdido el liderazgo y las ventajas que mantenía respecto a la media nacional (mayor tasa de empleo, mejores salarios, menos precariedad) se están acortando. La principal causa se debe al modelo de crecimiento madrileño que se ha basado en un modelo productivo con creación de empleo en subsectores intensivos en mano de obra, en puestos de un bajo nivel de cualificación, con salarios bajos y con escaso contenido tecnológico. Este modelo de crecimiento se analiza en el Informe de “Empleo y modelo productivo en la Comunidad de Madrid” que llega a la conclusión de que este crecimiento no ha servido para corregir los desequilibrios que padece el mercado laboral español y especialmente el madrileño desde hace décadas y a los que se les han añadido algunos más: baja tasa de empleo de las mujeres, alta temporalidad, diferencias retributivas en el empleo femenino y juvenil, falta de mecanismos reales de integración de los trabajadores extranjeros, alta siniestralidad laboral, desequilibrios en la estructura educativa conviviendo el fracaso escolar y la sobrecualificación, desequilibrios territoriales, bajos salarios que generan un aumento de los trabajadores pobres, empleos precarios.

L

El menor peso de los salarios en la renta total, trabajadores con salarios tan bajos que se sitúan por debajo del umbral de la pobreza, imposibilidad de emancipación de los jóvenes, mileuristas, medio mileuristas, son preocupaciones que ocupan de manera habitual el debate social.

d nomía, trabajo y socieda o c e Presidente: Rodolfo Benito Valenciano Vicepresidenta: Elvira S. Llopis Directora: Paloma López Publicaciones: Adela Crespo Alvarez Edita: Fundación Sindical de Estudios C/ Sebastián Herrera, 12. 1ª planta. 28012 Madrid www.fundacionsindicaldeestudios.org

Centro ’Abogados de Atocha’

José Ignacio Gil, Mario Ortí y Cristino de Santiago en el artículo Otra perspectiva en torno a la «locomotora madrileña». Los salarios de la Comunidad de Madrid, en su contexto socioeconómico analizan los salarios en la región desde el punto de vista del modelo de crecimiento económico y de las políticas publicas. En “Los salarios, los alquileres, el precio de la vivienda y el IPC” Mariano Maroto se centra en la relación de los salarios con la vivienda. 1 El presente artículo supone una versión más reducida del informe de investigación del mismo nombre, realizado a petición de la Consultora de Economías de Escala, SA.


Empleo y modelo productivo en la Comunidad de Madrid Paloma López. Economista de la Fundación Sindical de Estudios.

urante esta década, el empleo ha crecido todos los años en España con valores significativos que van desde el 2,4 al 5 por ciento. Pero además, de forma sistemática el empleo ha crecido en España por encima del empleo generado en los países de la zona Euro lo que ha impulsado la convergencia con Europa.

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La tasa de empleo al principio de la década era en España inferior a la europea en más de 5 puntos porcentuales, el continuado incremento de empleo en España superior al europeo, ha hecho que en el año 2005 se consiguiera la convergencia con Europa ya que, ese año prácticamente se igualaron las tasas de empleo. En los dos últimos años se mantiene esta tendencia,

por lo que en el 2007 la tasa de empleo española se sitúa en el 65,8 por ciento, dos décimas por encima de la tasa de empleo de los países de la zona euro. En estos siete años, la tasa de empleo española ha pasado del 56,3 por ciento al 65,8 por ciento, aumentado en 9,5 puntos porcentuales.

ESPAÑA – COMUNIDAD DE MADRID

El empleo tanto en España como en la Comunidad de Madrid ha crecido en estos últimos años a una tasa media aproximada del 4 por ciento. La región madrileña presenta años con incre-

CRECIMIENTO DE EMPLEO 2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

Zona Euro

2,5

1,5

0,6

0,4

0,9

0,9

1,5

2,66

España

5,1

3,2

2,4

3,1

3,5

4,1

3,7

3,56

Esp./Euroárea

2,6

1,7

1,8

2,7

2,6

3,2

2,2

0,9

2 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD


EVOLUCIÓN TASA DE EMPLEO 2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

Zona Euro

61,7

62,2

62,4

62,6

63

63,7

64,6

65,6

España

56,3

57,8

58,5

59,8

61,1

63,3

64,8

65,8

Esp./Euroárea

-5,4

-4,4

-3,9

-2,8

-1,9

-0,4

0,2

0,2

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 3


mentos superiores a la media nacional y otros inferiores; así los años 2002 y 2004 crecen por encima, los años 2003 y 2006 por debajo y los años 2005 y 2007 prácticamente igual a la media nacional.

lución positiva del empleo de los últimos años ha empujado a los “desanimados” a entrar en el mercado de trabajo y la contribución de los inmigrantes que presentan una tasa de actividad1 19 puntos superior a la de la población española.

TASA DE ACTIVIDAD

En el año 2001 la tasa de actividad española estaba 3 puntos por debajo de la europea, cinco años más tarde la supera en dos décimas situándose en el 2006 en el 70,8 por ciento.

La baja tasa de actividad de la economía española era también una asignatura pendiente de nuestro mercado de trabajo Son dos los factores fundamentales que han contribuido a que la tasa de actividad española converja con la europea: La evo-

La Comunidad de Madrid es una de las regiones con una de las tasas más altas de actividad y tradicionalmente ha presentado una tasa superior a la media española. En la actualidad (datos a III Trimestre de 20072), Madrid es la segunda región con mayor tasa de actividad y supera en 4,87 puntos la media nacional.

1 Tasa actividad (16 años y más) españoles :56,95% - extranjeros: 76,2% 2 Tasa actividad (16 años y más) C.Madrid: 63,97% - España 59,1%

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TASA DE PARO

La creación de empleo en España no ha estado siempre acompañada de descenso del desempleo: • Los años 2002 y 2003 creció el paro en un 16,6 y un 2,1 % respectivamente.

tras que en la comunidad de Madrid aumentó en casi 10.000 personas el paro. En el gráfico se observa como las diferencias a favor de la comunidad de Madrid se han recortado durante estos años. Si en el año 2004 la tasa de paro madrileña estaba 4,2 puntos por debajo de la tasa de paro española, tres años más tarde las diferencias se han recortado en más de 2 puntos.

• Los años 2004 y 2005 desciende el desempleo (-2 y -19,1%). • En 2006 el desempleo no varía y en 2007 se produce un ligero ascenso. La Comunidad de Madrid ya desde el año 2005 presenta un agotamiento en la creación de empleo que se refleja en el aumento del número de parados, a diferencia de la media nacional que hasta finales del año 2007 no sufre un cierto aumento del número de desempleados. En el período 20042007 el paro en España descendió en 389.000 personas, mien-

ESPAÑA –U.E. La tasa de desempleo ha tenido una evolución muy positiva durante esta década. En el año 2001 la tasa de paro española superaba en 3 puntos a la europea, cuatro años más tarde las diferencias se reducían a 1 punto. En septiembre de 2006 prácticamente se consigue la convergencia con Europa con una tasa de desempleo del 8,2 por cien-

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to, sin embargo en el último año (septiembre 2006 a septiembre 2007) el descenso de la tasa de paro europea se acelera mientras que la española prácticamente se estanca.

EL EMPLEO EN EL TERRITORIO Las comunidades autónomas con tasas de empleo3 más altas son Baleares (62%), Madrid (60%), Cataluña (58%) y Aragón

(57%), en el otro extremo se encuentran Extremadura (46%), Asturias (47%) y Andalucía (49%) Navarra (4,38%), Illes Balears (4,45%), Aragón (4,86%), La Rioja (5,30%), Cantabria (5,57%), Madrid (6%) y País Vasco (6,05%) son las comunidades autónomas que tienen las tasas de paro más bajas en el tercer trimestre de 2007. Las tasas de paro más elevadas se dan en Andalucía (12,57%), Extremadura (12,37%) y Canarias (10,74%).

3 Tasa empleo de 16 años y más, diferente datos europeos tasa de empleo de 15 a 65 años

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Las tasas de paro femeninas más bajas se encuentran en Illes Balears (5,55%), Navarra y Aragón (ambas con 6,31%) y Cantabria (6,43%). Cantabria, Illes Balears, Galicia, Aragón y Cataluña ofrecen las tasas menos divergentes por sexo, con una diferencia de 2,5 o menos puntos. Por el contrario, las comunidades con diferencias más elevadas entre las tasas de paro femenina y masculina son Extremadura y Andalucía (con 9,3 y 7,9 puntos de diferencia, respectivamente). Las tasas de paro más altas por provincias, se registran en Jaén (14,55%), Huelva (14,22%), Cádiz (13,79%), Badajoz (13,74) y Córdoba (13%). Las comunidades autónomas con mayor tasa de actividad en el tercer trimestre de 2007 son Illes Balears (65,75%), Madrid (63,97%), Cataluña (62,77%), Canarias (60,78%), Murcia (60,64%), Navarra (60,48%) y Comunitat Valenciana (60,21%). Las tasas de actividad más bajas se dan en Asturias (50,82%),

Extremadura (53,06%), Castilla y León (54,32%) y Galicia (54,69%). Por provincias, además de en Illes Balears, Madrid, Navarra y Murcia, se observan tasas de actividad superiores al 60% en Girona (66,39%), Tarragona (63,76%), Las Palmas (63,04%), Almería (62,87%), Barcelona (62,48%), Castellón (61,88%), Valladolid (61,43%), Valencia (61,38%), Zaragoza (60,95%) y Toledo (60,27%).

EL EMPLEO EN LAS MUJERES

Algo más de la mitad de la población son mujeres (2,6 millones). En lo que va de década el aumento de la población se ha ido compensando a favor de los varones con incrementos superiores entre éstos. A pesar de ser mayoría entre la población, de cada 10 activos sólo 4 son mujeres.

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El número de activas en estos años ha aumentado en 2,3 millones de personas un 32,5 por ciento. La evolución positiva de los últimos años de la actividad femenina se manifiesta en el aumento de la tasa de actividad en más de 8 puntos hasta alcanzar el 48,9 por ciento. Las diferencias se han acortado con los varones, a pesar de lo cual se cifran en 21 puntos porcentuales.

donde se observa que las ventajas que a priori parecían tener las mujeres madrileñas no son tales y las diferencias entre la tasa de paro entre varones y mujeres es exactamente igual en la comunidad de Madrid que en la media nacional, y se cifra en algo más de 4 puntos.

En la Comunidad de Madrid, la tasa de actividad de las mujeres históricamente ha sido mayor que la media nacional, en el año 2007 es 6 puntos superior. Pero esto no impide que las diferencias respecto a los varones de la región sigan siendo más que significativas; más de 17 puntos separan a las mujeres madrileñas de los varones madrileños en cuanto a tasa de actividad. En esta década el crecimiento del empleo, en términos relativos ha favorecido a las mujeres. En la comunidad de Madrid, se observa que mientras el empleo de las mujeres madrileñas crecía al mismo ritmo que el de la media de las mujeres españolas, los varones madrileños se vieron favorecidos con un incremento del empleo superior a la media nacional. Esto se ve claramente reflejado si comparamos las tasa de paro

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Si analizamos algunos datos relevantes a efectos de empleo y de la calidad de éste, comparando la situación de los varones y las mujeres madrileñas, observamos que las mujeres madrileñas tienen una tasa de actividad y de empleo muy inferior a la de los varones, por el contrario la tasa de paro de temporalidad de empleo parcial, de paro de larga duración de paro que busca su primer empleo es muy superior a la de los varones madrileños. Por último la “tasa de labores de hogar” en las que las mujeres presentan una clara ventaja refleja el porcentaje de personas que son inactivas porque se dedican a las tareas domésticas y/o cuidado de familia. La columna “Convergencia” refleja si en el último año la evolución de las tasas ha sido hacia la convergencia, es decir, a aproximarse, o no. La conclusión es que el interés de las mujeres


madrileñas de estar en el mercado de trabajo, aún cuando no encuentren empleo (tasa de actividad) es la única que ha recorta diferencias respecto a los varones.

TEMPORALIDAD La tasa de temporalidad a finales del 2007 asciende al 31,9 por ciento de los asalariados españoles con un descenso en dos años de 2,7 puntos porcentuales. La tasa de temporalidad es algo inferior en la comunidad de Madrid que en la media nacional y en los tres últimos años presenta un mayor descenso de la misma La temporalidad es mayor entre las mujeres (33,3%) que entre los varones (30,9%). Más de la mitad de los jóvenes de entre 16 y 29 años trabajan con un contrato temporal. La tasa de temporalidad de los más jóvenes supera el 80 por ciento.

la temporalidad supera el 50 por ciento, es decir, la mayoría de sus trabajadores lo hacen con contratos temporales. Tras estos dos sectores, le siguen los empleados de hogar con una tasa de temporalidad del 45 por ciento, la hostelería con el 39,6% de temporalidad y los trabajadores de las actividades sanitarias, servicios sociales y servicios personales con el 34,7%.

CONVERGENCIA CON EUROPA Una de las asignaturas pendientes del mercado de trabajo español en referencia al europeo sigue siendo la temporalidad. La temporalidad en España es superior a la europea en más de 17 puntos porcentuales.

El sector agrario y la construcción son los dos sectores donde

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SALARIOS

El salario bruto anual medio fue de 18.182,44 euros por trabajador en el año 2004, correspondiendo 20.597,71 euros a los hombres y 14.691,84 euros a las mujeres. El salario promedio anual femenino representa el 71,3% del masculino. La distribución salarial asimétrica entre hombres y mujeres es evidente ya que el 48,1% de las mujeres tienen ingresos salariales inferiores a 12.000 euros anuales, mientras que sólo el 20,1% de los hombres están por debajo de este límite. Si comparamos por los salarios más elevados, el 22,8% de los hombres tienen ingresos por encima de los 30.000 euros, frente al 6,3% de las mujeres. Salarios por edad. Existe una relación directa entre la edad de los trabajadores y el nivel salarial. Los trabajadores con más edad perciben remuneraciones más altas, los jóvenes entre 20 y 29 años reciben el 75% del salario medio, mientras que los trabajadores entre 50 y 59 años consiguen el 138% del mismo. Si analizamos las retribuciones de los jóvenes entre 18 y 25 años, por tramos de salarios, según datos de las fuentes tributarias del año 2006, el 88% de los jóvenes percibían salarios por debajo de dos veces el Salario Mínimo Interprofesional. Sólo el 1 por ciento de los jóvenes reciben más de 3,5 veces el SMI. Se puede concluir que más de dos millones de jóvenes asalariados, no consiguen llegar a “mileuristas”. Siete de cada diez jóvenes cobran menos de 855 euros mensuales4.

Salarios por tipo de contrato Los trabajadores con contrato de duración determinada tuvieron un salario medio anual inferior en un 35% al de los contratados indefinidos. Por sexo, los hombres con contrato de duración indefinida tuvieron un salario superior al 33% del salario medio anual; en el caso de los que tuvieron un contrato de duración determinada, el salario

4 Estos ingresos no corresponden necesariamente a trabajos a jornada completa.

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fue inferior al 16%. En las mujeres, el salario fue inferior al salario medio, independientemente del tipo de contrato, siendo la diferencia de un 8% para los contratos indefinidos y de un 36% para los de duración determinada.

riores a dos veces el SMI en España ha aumentado un 24%, en la comunidad de Madrid, lo ha hecho en un 30%.

Salarios por sector de actividad económica Salarios por Comunidad Autónoma Los salarios más elevados corresponden a Madrid (22.161,84 euros anuales por trabajador), País Vasco (21.751,11 euros), Comunidad Foral de Navarra (20.449,71 euros) y Cataluña (19.474,73euros). El resto de comunidades autónomas tuvieron un salario medio inferior a la media nacional; Región de Murcia (14.858,92 euros), Canarias (14.990,84 euros) y Extremadura (15.214,94 euros) presentaron los salarios más bajos.

MÁS ASALARIADOS EN MADRID CON SALARIOS MÁS BAJOS

Desde 1999, el número de personas que han recibido percepciones salariales ha aumentado en un 29% en la comunidad, y en ese mismo periodo lo han hecho en un 27% en toda España. El grueso del empleo se ha localizado en los niveles salariales más bajos: el número de asalariados con rentas del trabajo infe-

La Industria, con 21.000,67 euros por trabajador al año en media es el sector económico con mayor salario medio anual, lo que supone una ganancia superior en un 15,5% a la media nacional. Le siguen la Construcción, con 17.634,78 euros, y los Servicios, con 17.479,91 euros por trabajador. Analizando las diferencias salariales entre sexos para cada sector de actividad, se comprueba que las mujeres tuvieron en el año 2004 un salario inferior al de los hombres en todos los sectores.

LOS SALARIOS EN EUROPA

El último informe sobre el mercado laboral de la UE, publicado por la Comisión Europea el 26 de noviembre de 2007 manifiesta como los trabajadores europeos reciben una porción cada vez menor de la riqueza que genera la actividad económica y concluye que con una participación del 58% el peso de los ingresos del trabajo en el PIB alcanzó en 2006 su mínimo histórico.

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El recorte en las últimas tres décadas es considerable: el peso de los sueldos en el PIB de la UE cae del 70% al 58% en 30 años

incremento es muy superior al que se produce en los países de nuestro entorno; en Francia se cifra en el 12,5 por ciento, lo que impulsa el proceso de convergencia con Europa.

España ha sido uno de los países europeos en los que el peso de las rentas del trabajo bajó hasta su mínimo el año pasado, y se sitúa entre los países con menor participación de los ingresos laborales.

A pesar del esfuerzo realizado, el salario mínimo español está todavía muy lejos del que perciben los franceses que casi duplican la cantidad española.

La participación laboral en la riqueza española bajó hasta el 54,5%, situándose tres puntos por debajo de la media comunitaria, y tan sólo por encima de cuatro países.

Respecto al salario bruto anual en jornada completa, la situación tampoco es favorable a los trabajadores españoles que perciben de media un 25 por ciento menos que los trabajadores europeos.

Si observamos la evolución del Salario mínimo en nuestro país, en esta década ha experimentado un incremento importante, muy por encima del IPC recuperando parte del poder adquisitivo perdido en años anteriores. Además este 45,7 por ciento de

En el sector de la construcción es en el que se registran las mayores diferencias; los trabajadores españoles perciben un 27,8 por ciento menos que los europeos. En el lado contrario, la industria es el sector con menores diferencias; el 19 por ciento.

LA ESTRUCTURA SECTORIAL DEL EMPLEO Durante esta década se ha ahondado en el proceso de terciarización de la economía española. En el sector servicios se crean más de 3,5 millones de empleos, que representan el 82 por ciento del incremento total. El fuerte crecimiento del sector de la construcción se refleja en un incremento en el empleo del 45

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por ciento, aportando más de 840 mil nuevos ocupados. La industria ha sufrido años de reestructuración y ligeros apuntes a la recuperación, por lo que el saldo final es la creación de tan sólo 82 mil empleos lo que representa el 2,6 por ciento de incremento en los últimos siete años.


rias y de alquiler” lo hacen en un 58,6%, seguidos de los trabajadores de la “Hostelería” con un 44 por ciento de incremento y del sector de la “Construcción” con el 43 por ciento. Si analizamos lo que aporta cada sector a la creación de empleo, se observa que de los empleos creados entre 2001 y 2007: • 1 de cada 4 empleos corresponden a Hostelería o Comercio. • 1 de cada 5 ocupados nuevos lo hacen en la Construcción. El sector primario mantiene el proceso de destrucción de empleo, de forma más suave que en la anterior década, y pierde 160 mil ocupados, el 15 por ciento del total. Si comparamos la estructura sectorial de la comunidad de Madrid con la media nacional y con Cataluña, observamos que la debilidad del sector industrial en la región madrileña es significativa. Cataluña duplica el peso de la industria en su estructura del empleo respecto a Madrid. En el siguiente gráfico se observa la evolución de la estructura sectorial durante esta década en la comunidad de Madrid con un fuerte debilitamiento de la industria a favor de la construcción y los servicios de mercado.

POR RAMAS DE ACTIVIDAD

En términos relativos, donde más ha crecido el empleo en esta década ha sido en la rama de “Actividades de los hogares” donde los ocupados como empleados de hogar se incrementan un 65 por ciento. Los ocupados en “Actividades inmobilia-

• De cada empleo de construcción se crea prácticamente otro en Actividades inmobiliarias, alquiler y servicios empresariales. Los otros dos sectores más dinámicos son: “Act. Sanitarias, veterinarios, servicios sociales” y “Actividades de los hogares”.

Tamaño empresas

Más del 90 por ciento de las empresas españolas tienen como máximo 5 asalariados. Con 50 ó más asalariados existen 29.590 empresas que no representan ni el 1 por ciento del total. De las 503.000 empresas registradas en la región de Madrid, más de la mitad no tienen asalariados. El 80 por ciento de las empresas tienen como máximo 2 asalariados. Hay 61 empresas de 5000 o más asalariados que representa el 0,012 por ciento del total. De los 14,7 millones de trabajadores afiliados al Régimen General y de la Minería, el 21 por ciento trabajan en empresas de menos de 10 trabajadores, lo que representa a 3.175.800 tra-

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bajadores. Es decir, 1 de cada cinco trabajadores lo hacen en empresas muy pequeñas y probablemente sin representación sindical.

comunidad madrileña con la pérdida de parte de la ventaja que siempre ha mantenido respecto a la media nacional.

En las empresas con un tamaño de entre 10 y 45 trabajadores se contratan al 25 por ciento del total.

La tasa de empleo5 al principio de la década era en España inferior a la europea en más de 5 puntos porcentuales, el continuado incremento de empleo en España superior al europeo, ha posibilitado que ya en el año 2005 se consiguiera la convergencia con Europa. En los dos últimos años se mantiene esta tendencia, por lo que en el 2007 la tasa de empleo española se sitúa en el 65,8 por ciento, dos décimas por encima de la tasa de empleo de los países de la zona euro. En estos siete años, la tasa de empleo española ha pasado del 56,3 por ciento al 65,8 por ciento, aumentado en 9,5 puntos porcentuales.

CONCLUSIONES: EMPLEO Y MODELO PRODUCTIVO

La actividad económica en España está viviendo una larga fase de expansión iniciada a mediados de los años 90, fase que combina años de aceleración de crecimiento con años donde el ritmo de crecimiento se ralentiza. Durante esta década, el empleo ha crecido todos los años en España con valores significativos que van desde el 2,4 al 5 por ciento. Pero además, de forma sistemática el empleo ha crecido en España por encima del empleo generado en los países de la zona Euro lo que ha impulsado la convergencia con Europa. En el año 2007 se superaron los 20 millones de ocupados, alcanzando en el tercer trimestre del año la cifra de 20.510.600. La comunidad de Madrid, ha sido tradicionalmente uno de los territorios motores del crecimiento económico y de la creación de empleo, sin embargo en esta década ha dejado de ostentar este papel y algunos años su crecimiento ha sido inferior a la media nacional. De esta forma, en la región madrileña, ya desde el año 2005 se produce un aumento del número de parados, cosa que no ocurre en el ámbito nacional hasta finales de 2007. Esta década marca un cambio de tendencia importante en la

Sin embargo, estos “buenos resultados” no han servido para corregir los desequilibrios que padece el mercado laboral español desde hace décadas y a los que se les han añadido algunos más. Algunos de estos desequilibrios son:

1. INSUFICIENTE OCUPACIÓN: A pesar de la posición cada vez más activa de las mujeres en el mercado de trabajo español, y especialmente en el madrileño, la ocupación de éstas es todavía insuficiente y muy alejada del nivel de los varones. La tasa de empleo de las mujeres madrileña se sitúa en el 62,9 por ciento; 18 puntos porcentuales menos que la de los varones que alcanza el 81,4 por ciento. La convergencia del empleo con Europa se centra exclusivamente en los varones:

5 Tasa empleo = ocupados entre 15 y 64 años / total personas entre 15 y 64 años

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Los varones españoles mantienen una ventaja de 3,5 puntos en la tasa de empleo (76,1%) frente a la tasa media de empleo de los varones de la zona euro (72,6%). Esta mejor posición española en el empleo no se refleja en el caso de las mujeres que consiguen una tasa de empleo del 53,2 por ciento, lo que representa 3,4 puntos menos que la tasa media de las mujeres de la zona euro (56,6%).

2. ALTA TEMPORALIDAD Una de las asignaturas pendientes del mercado de trabajo español en referencia al europeo ha sido y sigue siendo la temporalidad, debilidad que es citada de forma sistemática en todos los informes europeos sobre empleo. La temporalidad en la región madrileña se sitúa en el 29% y aunque es inferior a la media de España (34%) sigue siendo muy superior a la europea 16,6%.

3. DIFERENCIAS RETRIBUTIVAS EN EL EMPLEO FEMENINO. El salario bruto anual medio fue de 18.182,44 euros por trabajador en el año 2004, correspondiendo 20.597,71 euros a los varones y 14.691,84 euros a las mujeres. El salario promedio anual femenino representa el 71,3% del masculino. La distribución salarial asimétrica entre hombres y mujeres es evidente ya que el 48,1% de las mujeres tienen ingresos salariales inferiores a 12.000 euros anuales, mientras que sólo el 20,1% de los hombres están por debajo de este límite. Si comparamos por los salarios más elevados, el 22,8% de los hombres tienen ingresos por encima de los 30.000 euros, frente al 6,3% de las mujeres.

4. FALTA DE MECANISMOS REALES DE INTEGRACIÓN DE LOS TRABAJADORES EXTRANJEROS. Los trabajadores extranjeros tienen una posición muy activa frente al mercado de trabajo con una tasa de actividad del 76 por ciento, 19 puntos porcentuales superior a los trabajadores nacionales. Sin embargo sufren una tasa de paro del 11,8 %, es decir, superior en más de 4 puntos. Además trabajan en los sectores productivos con menores salarios (servicio doméstico, comercio, hostelería, agricultura y construcción), con contratos temporales y en ocupaciones de baja cualificación, independientemente de su formación.

6. DESEQUILIBRIOS ESTRUCTURA EDUCATIVA: FRACASO ESCOLAR Y SOBRECUALIFICACIÓN. La cualificación de la población potencialmente activa presenta un proceso dual: por un lado un alto nivel de titulados universitarios y por otro lado un alto porcentaje de fracaso escolar combinado con una baja participación en la formación profesional. De esta forma existen trabajadores subempleados, que tienen unas titulaciones excesivas para su puesto de trabajo y por otro lado trabajadores sin cualificación, que los hace más vulnerables en las situaciones de desempleo. Y en general la formación de los trabajadores en el seno de las empresas es insuficiente, formación imprescindible para aumentar la adaptabilidad de los trabajadores a los cambios del mercado.

7. DESEQUILIBRIOS TERRITORIALES. Las diferencias en términos de empleo entre comunidades autónomas son muy fuertes, llegando incluso en algunos casos hasta a triplicarse; así mientras en Navarra, Baleares o Aragón la tasa de paro es del 4 por ciento, en Andalucía y Extremadura supera el 12 por ciento. Además de los efectos negativos en la cohesión social que estos datos representan, también tienen una repercusión directa en limitar el futuro del crecimiento de la economía española. La falta de cohesión social y territorial añade dificultades al futuro del crecimiento sostenido y sostenible.

8. BAJOS SALARIOS .AUMENTAN LOS TRABAJADORES POBRES. El 88% de los jóvenes perciben salarios por debajo de dos veces el Salario Mínimo Interprofesional y más de dos millones de jóvenes asalariados, no consiguen llegar a “mileuristas A pesar del esfuerzo realizado, con importantes subidas en términos reales, el salario mínimo español está todavía muy lejos del que perciben los franceses que casi duplican la cantidad española. Respecto al salario bruto anual en jornada completa, la situación tampoco es favorable a los trabajadores españoles que perciben de media un 25 por ciento menos que los trabajadores europeos. La mayoría de los nuevos empleos que se crean en la comunidad de Madrid pertenecen al grupo de empleos con salarios más bajos.

6. SINIESTRALIDAD LABORAL En España se producen el 20% de los accidentes laborales de la UE, ostentando el índice más elevado de siniestralidad laboral de toda la Unión, ya que casi dobla la media comunitaria. En España fallecen de media 3 trabajadores al día en accidente laboral. En la última encuesta de La Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Trabajo, se ha constatado que las condiciones físicas en el trabajo no han mejorado: la proporción de personas expuestas a intensos ruidos (29%), inhalando humos (23%), en posturas dolorosas (47%), movimientos repetitivos (57%), manejando cargas pesadas (37%), etc., prácticamente no han variado.

9. PRECARIEDAD. El aumento de la ocupación en nuestro país, lo ha hecho en términos de precariedad, no sólo porque se mantenga el nivel de temporalidad en los contratos sino porque cada vez más, los puestos de trabajo creados son de menor cualificación o cuando el trabajador posee una alta cualificación no se le retribuye convenientemente. La rotación en el empleo, la parcialidad en la jornada, los salarios bajos, con menos derechos, son la característica de los empleos creados, donde las mujeres, los jóvenes y los extranjeros son los más perjudicados. Estos desequilibrios del mercado de trabajo se producen porque el crecimiento económico en España y especialmente en la

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comnidad de Madrid se ha basado en un modelo productivo con creación intensa de empleo en subsectores intensivos en mano de obra, de baja cualificación y con bajo contenido tecnológico. Más del 60% empleo creado ha sido en los sectores de la “construcción”, “inmobiliarias alquileres y servicios a empresas”, “Comercio”, “Hostelería”,“ Actividades sanitaria, veterinarias. Servicios sociales” y “empleados domésticos”.

Con 50 ó más asalariados existen 29.590 empresas que no representan ni el 1 por ciento del total. El 21 por ciento de los trabajadores lo hacen en empresas de menos de 10 trabajadores, lo que representa a 3.175.800 trabajadores. Es decir, 1 de cada cinco trabajadores lo hacen en empresas muy pequeñas y probablemente sin representación sindical.

Estos sectores se caracterizan por:

• Mayor tasa de temporalidad: El sector agrario y la construcción son los dos sectores donde la temporalidad supera el 50 por ciento, es decir, la mayoría de sus trabajadores lo hacen con contratos temporales. Tras estos dos sectores, le siguen los empleados de hogar con una tasa de temporalidad del 45 por ciento, la hostelería con el 39,6% de temporalidad y los trabajadores de las actividades sanitarias, servicios sociales y servicios personales con el 34,7%.

• Menores salarios Los salarios más bajos corresponden al sector hostelero que representa poco más de la mitad de las remuneraciones medias, en el otro lado los trabajadores de las entidades financieras casi duplican el salario medio. Los trabajadores del comercio y del subsector “servicios a las empresas” perciben cantidades inferiores a la media, el 92 y 82 por ciento respectivamente. Comparando los trabajadores de la industria con los de la construcción y servicios inmobiliarios las diferencias son importantes; 15.507 frente a 9.547 euros, un 62 por ciento más a favor de los trabajadores industriales. Pero a todo esto hay que añadir que la economía española y por ende la madrileña mantiene otras deficiencias estructurales que impiden un crecimiento del empleo en términos de calidad y estabilidad:

• Falta de grandes empresas Más del 90 por ciento de las empresas españolas tienen como máximo 5 asalariados.

16 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD

• Falta de dinamismo empresarial. Escasa inversión en modernización. • Nula inversión en I+D+i. • Atomización del tejido industrial. • Insuficiente cooperación empresarial. • Alto impacto ambiental.

CONCLUSION

omo conclusión, no es suficiente con que los grandes datos del empleo (tasa de actividad, ocupación y paro) sean más favorables en la comunidad de Madrid que en la media nacional. El modelo de crecimiento madrileño de los últimos años no ha hecho más que ahondar en los desequilibrios sociales, generando trabajadores más pobres, con salarios bajos, pocos derechos sociales, en empresas más pequeñas que limitan su capacidad de negociación colectiva a lo que se une un proceso salvaje de privatización de los servicios públicos con el consiguiente deterioro de la calidad de los mismo.

C

Este modelo, especialmente desarrollado en la región de Madrid, no ha servido tampoco para mejorar su posición con respecto a la media nacional habiendo perdido desde hace unos años el papel de motor de la economía Española con crecimiento de las tasas de desempleo desde el año 2005. Como conclusión, la economía española, pero muy especialmente la madrileña, necesita reorientar el crecimiento hacia un modelo productivo basado en la investigación, innovación y desarrollo tecnológico, que permita la creación de empleo de calidad y la cohesión social para completar los objetivos europeos marcados en la cumbre de Lisboa. ■


Otra perspectiva en torno a la ‘locomotora madrileña’. Los salarios de la Comunidad de Madrid, en su contexto socioeconómico1 José Ignacio Gil, Mario Ortí y Cristino de Santiago

1. INTRODUCCIÓN. SUELDOS OSTENTOSOS, TRABAJADORES INVISIBLES

No resulta extraño que en nuestro país se encuentre todavía muy reciente el acceso al debate público de un problema como es la desigualdad en torno a la vivienda. Desde mediados de los años 1980 hemos vivido en España dos largas décadas en las que los precios inmobiliarios crecieron con una cadencia sin apenas interrupciones, y cuyo recorrido multiplicó varias veces el crecimiento acumulado del IPC, la evolución de los salarios reales, o el incremento de los precios de ese mismo sector en cualquiera de los países de la OCDE2. Seguramente, sólo la actual crisis de esa auténtica «locomotora sectorial» de la economía española que es el sector inmobiliario ha terminado de visibilizar las contradicciones de un modelo de crecimiento semejante, si bien, quizá contribuye también a apartar de nuevo el foco de atención de los aspectos más específicamente sociales de esta situación: entre otros muchos, la de ese 20-25% de la población nacional que se encuentra prácticamente excluida del actual mercado inmobiliario3 o del elemento de sobre-estratificación social que la vivienda implica en contextos como el de la metrópolis madrileña. En todo caso, fue el mérito de diversos actores sociales y políticos el conseguir que ese debate viese la luz a partir de los primeros años del siglo, traspasando, no sin una buena y casi inevitable carga de contradicciones, las fronteras de unos pocos círculos especializados y desbordando el universo hegemónico de las ‘opiniones publicadas’. Todavía está por realizarse una reflexión algo más sustantiva acerca de los efectos sociales de esa gran transformación en cuyo centro se sitúa la vivienda y su (denegada) condición de

valor de uso esencial. Sin embargo, al tiempo que esta nueva ‘intracrisis’ de raíz inmobiliaria se masca ya en los indicadores y en los medios, algunos elementos apuntan también hacia una tímida emergencia de otro debate, igualmente necesario y posiblemente facilitado en alguna medida por el que ha tenido lugar en torno a la vivienda: el relativo a la desigual distribución de los salarios y a su evolución a lo largo del tiempo. Por el momento, y a pesar del éxito quizá no meramente ‘mediático’ del término «mileurismo», puede decirse que este debate apenas sí ha comenzado. En todo caso, se ha vivido una cierta apertura del mismo a partir de la propia noción de «mileurismo», surgida como forma expresiva (o ‘desde dentro’) a partir del bloqueo promocional de una parte de las actuales jóvenes clases medias urbanas. La fracción de éstas que, habiendo completado su educación universitaria, ha visto cerrada la reproducción de unas ciertas ‘condiciones mesocráticas de vida y consumo’; principalmente, ante la imposibilidad de acceder con desahogo (o incluso de hacerlo de cualquier forma) a una vivienda mínimamente digna, ya sea en condiciones de propiedad o, a menudo, también recurriendo al alquiler. A partir de este primer ‘núcleo expresivo del término’, la magia de las ‘cifras redondas’, unida a la propia contradicción entre la estructura real de los salarios y la aparente prosperidad de la sociedad de consumo española, provocó un cierto desbordamiento de los límites generacionales o de clase a partir de los que había surgido4, para pasar a formar parte de la comunicación cotidiana, renombrando de esta forma genérica e impresionista, buena parte las mayoritarias capas bajas de los asalariados españoles. El «mileurismo» como techo salarial se ha constituido así en una barrera simbólica que ayuda a visibilizar las condiciones de muchos otros trabajadores por cuenta ajena situados bajo la misma (el 58% en el año 20065), no necesariamente jóvenes,

1 El presente artículo supone una versión más reducida del informe de investigación del mismo nombre, realizado a petición de la Consultora de Economías de Escala, SA. 2 Solamente entre 1981 y 2001, el crecimiento acumulado por los precios medios de la vivienda en España supone 6,5 veces el de la media de la OCDE. 3 Véase, entre otros, el Informe de 2006 del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la vivienda en España. 4 En el verano de 2005, una joven barcelonesa escribió al diario El País (21-VIII-05) una carta donde, no sin una cierta ironía, describía el perfil más o menos idealizado de un joven licenciado, con abundantes estudios de postgrado, algunos años de experiencia laboral y un contrato como trabajador cualificado, pero cuyo sueldo no superaba en ningún caso mil euros. Apenas suficiente para pagar un tercio del alquiler en un piso compartido de una gran ciudad. La carta tenía las condiciones para tener un amplio eco, tanto entre los lectores del periódico, como en los propios medios: proporcionaba un espejo en el que contemplarse a una generación de la que se ha repetido hasta la nausea su inmejorable preparación académica. 5 Según datos de la Agencia Tributaria, en 2006 este 58% de los asalariados (11 millones en toda España) percibía un salario bruto mensual inferior a los 1.100 euros.

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 17


EVOLUCIÓN DE TRABAJADORES ACTIVOS, OCUPADOS POR SECTORES, EN PARO Y TEMPORALES, EN LA COMUNIDAD DE MADRID, 1976-2006 (EN MILES DE PERSONAS) ACTIVOS

OCUPADOS

AGRICUL.

1976

1.626,6

1.551,4

21,3

1985

1.764,7

1.392,6

1991

1.975,7

1994

INDUST.

CONSTRUC.

SERVIC.

PARO

EMPLEOTEMPORAL

409,3

181,0

937,2

75,1

-

23,0

328,3

94,4

946,0

371,9

-

1.742,1

17,1

350,8

154,8

1219,1

233,3

276,8

2.085,2

1.656,3

15,5

311,9

136,5

1.191,9

428,9

276,4

2000

2.500,7

2.211,5

15,4

360,2

203,6

1.632,1

289,0

407,3

2005

3.067,5

2.858,5

28,6

352,9

325,5

2.150,2

207,1

702,7

2006

3.179,7

2.977,1

29,9

344,9

323,4

2.278,9

202,7

759,9

8,60

-64,40

142,40 1.341,70

127,6

649,3*

40,38

-15,73

169,9

587,0

Variación entre 1976 y 2006 Total %

1.553,10 1.425,70 95,48

91,90

78,67

143,16

(*)Variación entre los años 1988 (primera medida de temporalidad) y 2006 Fuente: INE, EPA

con estudios universitarios ni tampoco ‘profesionales’, pero sí parte casi ‘necesaria’ de la estructura social de unos de los países de la Europa de los 15 con mayor desigualdad del ingreso6. Veamos algunos de los rasgos fundamentales de esta situación, en la medida en que constituyen también dimensiones básicas de la propia estructura salarial española y, especialmente, de su «locomotora territorial» madrileña. Hasta el momento, los datos relativos al salario medio han constituido uno de los elementos capaces de despertar un mayor eco en los medios de comunicación y, al mismo tiempo, de ser recibidos con mayor escepticismo ciudadano. Al menos, entre esa gran parte de los madrileños cuyo sueldo no alcanza la mitad de esa cifra. El promedio de más de 2.000 euros brutos por trabajador y mes que, por ejemplo, señalan para ellos los datos del Instituto Nacional de Estadística a través de su Encuesta de Costes Laborales 2006, acostumbra a despertar irónicos comentarios acerca de los individuos a los que puede haberse realizado la encuesta. Lo que seguramente no suele haber apenas lugar para preguntarse a partir de la información facilitada, es por las propias limitaciones de la noción de media estadística o también lo que no es menos importante por la fuente de los datos, la cual encierra ya una parte de la explicación. Por ejemplo, una metodología de obtención de datos centrada en la ‘parte contratante’ que constituyen los empresarios, como es la Encuesta de Costes Laborales del INE, eleva en más de un 12% estos datos frente a otra que lo esté en los asalariados. Es el caso de los del Instituto de Estudios Fiscales de la Agencia Tributaria (1.780 euros como salario promedio), basada en una recogida de datos de carácter censal y que registra cualquier percepción de cada asalariado que haya sido declarada por sus empleadores.

Se trata de la fuente de datos salariales de mayor relevancia, si bien no parece haber alcanzado una cierta difusión hasta este año al calor del debate sobre el «mileurismo»7 y de algunos informes que los han explotado8. Para 2006, manifiestan la existencia de un 48% de madrileños situados por debajo de los 1.100 euros brutos mensuales o, incluso, de casi una cuarta parte (23%) que lo están por debajo del salario mínimo. Frente a ellos, el 15% de asalariados más pudientes cobran a partir de 3.000 euros brutos mensuales, con un 5% de ‘trabajadores VIP’S’ que lo hace con más de 5.400. Veamos alguno de los rasgos del contexto socioeconómico en que todo esto es posible.

2. LOS EFECTOS DE LA PRECARIZACIÓN LABORAL Y LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO DE TRABAJO

Dentro del actual ciclo expansivo de la economía española que comienza en 1995, Madrid se muestra como una de las comunidades autónomas más dinámicas. Si atendemos a la evolución del PIB per capita, ha pasado de ocupar la cuarta posición que tenía en 1994, por detrás de Baleares, Cataluña y Navarra, a figurar, a partir de 1995, en primer lugar, convirtiéndose en la región con mayor nivel de renta de España por habitante. Para el año 2006, se alcanza una media de 28.850 euros, superando en más de un 30% a la media española. Si se considera el PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo (media de la UE25=100), el conjunto de España se situaría al finalizar el año 2006 casi en la media de ese indicador (98,4), mientras que la Comunidad de Madrid lo superaría con un índice de 126,4. Al mismo tiempo, bajo estos niveles renta per cápita, que se

6 Según los datos de EUROSTAT, en el periodo 1995-2004 la desigualdad media del ingreso español sólo fue superada por la de Portugal y Grecia. 7 Véase la p. 32 de el diario El País (sección Madrid) del 25 de septiembre de 2007. 8 Entre otros, el documento de trabajo citado por El País: “Los salarios en España. Las consecuencias sobre los salarios de un modelo de crecimiento poco productivo”, Gabinete Técnico Confederal de CCOO, septiembre de 2007.

18 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD


equiparan con las regiones más ricas de la UE de los 25, se oculta una realidad de desequilibrios socioeconómicos, que lejos de atenuarse con los buenos resultados exhibidos por los indicadores macroeconómicos en esta última década, por el contrario, no han hecho más que agudizarse. Así, Mientras Madrid se erige en un importante centro de la actividad financiera, dentro de un proceso general de terciarización avanzada de su economía, se incrementan las condiciones de precariedad en el mercado de trabajo, que afectan de forma segmentada a inmigrantes, mujeres y jóvenes, con un aumento de la brecha en la desigualdad de ingresos salariales —que perjudica a los tramos inferiores de la escala de ingresos, a los nuevos empleos, y a los que quedan fuera de los convenios colectivos—. Como resultado, los salarios, en conjunto, pierden peso en la distribución de la renta, a la vez que disminuye la capacidad de ahorro y aumenta el endeudamiento de los hogares en un marco de insostenible especulación inmobiliaria. Marcando la pauta actual del conjunto nacional, el crecimiento económico madrileño está basado en un modelo orientado en gran medida hacia los sectores de la construcción9 y los servicios, donde se crean una gran cantidad de empleos precarizados10, de baja calidad y salarios11. A pesar del elevado incremento de los beneficios, la calidad del empleo creado provoca una fuerte caída de la productividad laboral, que se aleja de la media europea (0,4% de crecimiento anual de 1999 a 2005, frente al 1% de la zona euro), subordinándose además las inversiones en desarrollo tecnológico a la especulación inmobiliaria y financiera y al pago de dividendos a los accionistas. Se trata de una dinámica de crecimiento que tiene ya una década de recorrido y que resulta absolutamente dependiente de la gran cadena productiva que vincula a los sectores de la construcción e inmobiliario.

Una transformación del tejido empresarial protagonizada por los sectores inmobiliario y de la construcción y por el incremento de las microempresas

Si entre 1995 y 2005 el número de empresas en la Comunidad de Madrid se ha incrementado en un 35,8% mientras que en España lo ha hecho solamente al ritmo del 28,3%, esta diferencia se explica fundamentalmente por la expansión de sus empresas inmobiliarias y de servicios empresariales, que suponen el 44% del total de las creadas en esta Comunidad (15,8

puntos de ese 35,8%). El otro gran sector en expansión, el de la construcción, ha pasado del 8,85% del total de las empresas madrileñas en 1995, al 12,28% en 2005. La contribución conjunta de ambas ramas al crecimiento del número de empresas en este periodo, ha sido cerca de dos tercios del total, tanto en España (66%) como en la Comunidad de Madrid (65,9%)12. En cuanto a la distribución de empresas en función de su tamaño, de 1995 a 2005 se produce un crecimiento mayor de las microempresas (entre 1 y 9 empleados), que pasan de suponer el 36,54% al 38,68% del total. En menor medida, ha aumentado el peso de las empresas medianas (del 0,90% al 0,96%) y grandes (del 0,26% al 0,28%). A su vez, ha habido una disminución del porcentaje de pequeñas empresas (del 5,31% al 4,98%) y de microempresas sin empleados (del 57,00% al 55,10% del total de empresas). Para el conjunto nacional los cambios son similares, si bien la disminución de las microempresas sin empleados y el crecimiento de las que sí los tienen es más acusada (6 y 5 puntos respectivamente)13. En definitiva, este notable incremento del número de empresas en las ramas de la construcción y de las actividades inmobiliarias y, a su vez, el crecimiento de las empresas muy pequeñas con asalariados, parece coherente con un modelo de empleo basado en las cadenas de subcontratación, de la misma forma que lo es con el incremento de temporalidad de los contratos. En el caso sintomático de la construcción, unas pocas grandes empresas concesionarias lideran una cadena de contratas que termina con innumerables cuadrillas irregulares de trabajadores a pie de obra.

El crecimiento de la temporalidad y los contornos del «precariado» Una de las transformaciones más significativas del panorama laboral durante las dos últimas décadas es el despegue de las cifras de temporalidad de los contratos. Centrándonos sólo en los últimos diez años, esta evolución ha llevado a la Comunidad de Madrid desde el 21,5% de contratos eventuales de 1995, hasta el 29,3% de 2006. A su vez, la desigual distribución de la temporalidad hace que afecte al 32,2% de las mujeres frente al 26,8% de los varones, en claro contraste con la media europea del 13,15% para ambos sexos. Además, si bien es cierto que Madrid continúa siendo una de las Comunidades con un menor nivel de temporalidad, ésta ha pasado de suponer el 69% de la media nacional en 2005, al 89% para las mujeres y del 61% al 83% de la misma media para los varones14. En términos de

9 El peso de la construcción en España supera en siete puntos a la media de Europa, y ha tenido un crecimiento del 34,3% de 2000 a 2005. 10 La construcción, el turismo y el servicio doméstico acumulan más del 75% del nuevo empleo creado en 2006, con un 33% en la construcción y un 15% adicional en servicios vinculados a la vivienda, como el alquiler y la compraventa. 11 Nada menos que la mitad de los nuevos empleos creados en 2005 en España tenían un sueldo inferior al salario mínimo interprofesional (datos de la Agencia Tributaria citados en Cinco Días, 14-X-06). 12 En paralelo, es significativa la reducción de la participación de los restantes grandes sectores de la economía (Comercio, Manufacturas, Hostelería, Transporte) a nivel local y nacional. Asimismo, hay que destacar la importancia del sector de la intermediación financiera en la Comunidad, con el 40,2% de las pequeñas empresas y el 54,4% de las medianas del total nacional del sector. J. C. Jiménez y F. Coral: “Estructura y dinámica empresarial en Madrid”. Economistas, Balance 2005. 13 Hay que tener en cuenta que casi un tercio de las grandes empresas españolas —de 250 trabajadores o más— se concentra en la Comunidad de Madrid, con una densidad media de 21,98 empresas grandes por 100.000 habitantes en 2005 (9,30 en el conjunto de España) 14 Resultado de dividir la tasa de temporalidad madrileña para cada uno de los años y para cada género (datos EPA al IIT).

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 19


esos años (40,8% en 2001).

Fuente: Elaboración propia y EPA flujo, desde 1997 buena parte de las entradas a este segmento del empleo temporal proceden de la inactividad y del desempleo, con una tendencia actual al incremento de las que proceden de la primera situación la inactividad y a la disminución del origen en el desempleo, convirtiéndose el empleo precario así en una vía para la inserción de sectores de la población anteriormente situados fuera del mercado de trabajo. Este proceso se convierte además en fuente de un pequeño ‘baile de cifras’ por el que la reducción de la temporalidad suele ir acompañada del incremento del paro y, dadas las enormes desigualdades de la escala salarial, de un ligero incremento de las medias salariales, y viceversa. En todo caso, además de esta pequeña tendencia de ‘ajuste’ entre temporalidad y paro en la que seguramente la economía sumergida juega el papel de elemento amortiguador1 , la suma de trabajadores temporales permite conocer de forma mucho más precisa los contornos de la precariedad. La suma de ambos en la Comunidad de Madrid ha pasado de 411.600 a 962.600 entre 1988 y 2006, lo que supone un aumento de más del 133,8%, muy por encima del incremento medio nacional 50,2%. Aunque los porcentajes de precariedad en la economía madrileña son inferiores a los existentes en el conjunto de España —el 34,38% frente el 40,75% en 2006—, la tendencia de aumento ha sido de 7 puntos porcentuales desde 2001 (del 27,3% al 34,4%), mientras que en el caso español estos porcentajes se mantienen más o menos constantes a lo largo de

Al mismo tiempo, esta dinámica de precarización del mercado de trabajo, producida tanto en la Comunidad de Madrid como en el conjunto del país, viene acompañada por el fenómeno de la segmentación laboral. Manifestación de desigualdades estructurales que tienden a delimitar el acceso de grandes grupos de la población a los distintos tipos de empleo y niveles salariales dependiendo de la edad, género o su origen nacional. Sin duda, la incorporación al mercado laboral de los trabaja dore s i nmigra nte s supone una dimensión necesaria para el incremento del PIB que ha tenido lugar en el periodo 2000-2006, coincidiendo con el ciclo migratorio. En la Comunidad de Madrid fue del 3,52%, mientras que la media nacional en estos años se situó en el 3,34%, un punto y medio por encima de la media de la zona euro durante la última década.. Los inmigrantes cubrieron más del 70% del empleo creado en la construcción16, el turismo y el servicio doméstico. A su vez el repunte del paro registrado en la primera mitad de 2007 ha afectado principalmente a los inmigrantes, que suman el 60% de los nuevos parados, con un 22% de incremento frente a igual periodo de 2006 y un 53% más en el caso de la construcción, la mitad de los cuales se encuentran en Madrid, Cataluña y Andalucía17. Este colectivo constituye así uno de los ejes del nuevo mercado de trabajo español y madrileño, encontrándose sin embargo en condiciones de una acusada precariedad18, con aportaciones a la renta nacional muy superiores a las transferencias sociales que han recibido por ello19.

3. LA INFLUENCIA DEL MARCO INSTITUCIONAL SOBRE LA MODERACIÓN SALARIAL Y LA PRECARIZACIÓN LABORAL Políticas de empleo, flexibilización laboral y reorientación del papel del Estado

El desempleo de carácter estructural que sacudió las sociedades europeas a partir de la segunda mitad de la década de los

15 Evidentemente, el sumergimiento laboral supone otro de los orígenes de estos trabajadores. Estudios anteriores al ciclo migratorio vivido por España durante los últimos años, cifraban la economía sumergida española entre el 15 y el 20% del PIB. Algunos estudios más recientes indican que el 20% del PIB podría haberse superado, afectando a una proporción ligeramente inferior de trabajadores (en torno al 18%) y, de nuevo, contrastando con la proporción estimada de la economía opaca de países como Austria (8%) o Alemania y Francia (10%). 16 Donde, según datos de SEOPAN, ocuparon el 67% total de puestos creados desde 2000, y suponían el 21,7% del total de trabajadores empleados en 2006 17 Servicio Público de Empleo, datos de septiembre 2007. 18 La tasa de temporalidad de la población extranjera casi duplicaba en 2005 la de la población total de la Comunidad de Madrid (28% frente a 52%). Datos EPA. 19 Ver: informe sobre la inmigración de la Oficina Económica del Gobierno, noviembre de 2006.

20 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD


años 1970 se ha ido disolviendo en términos cuantitativos o, al menos, ha ido limando sus aristas como factor de inestabilidad social. Esto ha sido posible principalmente a través de las flexibilización y diversificación de las formas contractuales laborares, con un peso creciente de la temporalidad a partir de la década de los años 1990. Como hemos señalado, esta flexibilización coincide en el sector privado con la reducción del tamaño de las empresas y la extensión paralela de las cadenas de subcontratación. Al mismo tiempo, en el sector público, se produce una dinámica de privatizaciones de la titularidad o la gestión de muchos servicios y empresas, tanto de ámbito nacional, regional como local. Se trata de una tendencia muy desigualmente seguida por los países del entorno UE pero, en todo caso, coherente con sus Orientaciones Generales de Política Económica (a partir de 2005, integradas con las directrices de empleo). La “necesidad de adaptarse a los cambios sociales y económicos causados por el fenómeno de la globalización y de las nuevas tecnologías y de la Sociedad de la Información”, parecen exigir un nuevo marco regulatorio desde el que potenciar la rentabilidad y competitividad de las empresas y del sistema productivo en general. La Estrategia Europea de Empleo (Cumbre de Luxemburgo sobre empleo de noviembre de 1997), con la nueva generación de directrices que surge a partir del Consejo de Lisboa en 2003, determina los ejes sobre los que se elaboran las políticas de empleo en los países de la UE. Los principios que caracterizan a esta estrategia pasan a ser los de la flexibilización del mercado de trabajo y la activación de sus agentes, a través de medidas de “estímulo a la población inactiva en edad de trabajar y a los trabajadores activos con empleo o en paro, a las nuevas condiciones productivas y de mercado dominadas por el criterio de la competitividad”. Este nuevo paradigma de la «activación» contribuye, a través de su programa de medidas, a la revisión de los mecanismos de regulación del trabajo, a incentivar la flexibilización laboral y a la deslegitimación de la inactividad: con la tendencia a insertar al desempleado y al inactivo en un circuito secundario que normaliza el trabajo precario, con empleos a corto plazo y sin ninguna perspectiva de estabilización, se facilita la transformación de la norma y condiciones de trabajo20. De esta manera se acentúa un proceso de precarización del empleo que afecta especialmente a determinados sectores de la población (jóvenes, inmigrantes, mujeres, parados de baja cualificación) y conduce a situaciones de exclusión social, desactivando la función del trabajo como vía principal para la inserción social a través de contratos temporales y de bajos salarios.. La nueva norma de empleo flexibilizado exige a los trabajadores una constante adaptación a los requerimientos de la competitividad empresarial, dejando en segundo plano la estabilidad y seguridad en el empleo, entre otros derechos sociolaborales. Junto a la ruptura de la carrera profesional para toda la vida laboral, se difuminan las barreras entre las situaciones de empleo, desempleo e inactividad, así se produce una desestructuración y fragmentación del ciclo de vida ordenado en torno al trabajo —especialmente en los niveles más bajos de las escalas profesionales—, adaptado a las necesidades de un modelo productivo fragmentado y desregulado.

De esta manera, la Estrategia Económica Europea refuerza el abandono por parte del Estado de la función keynesiana de garantizar el pleno empleo, más lejos todavía de los principios y del modelo de pacto social, en el que su intervención directa propiciaba la distribución equitativa de los recursos y de las rentas como base del desarrollo público para el bienestar y la cohesión social. En la nueva doctrina UE el Estado modifica su posición a la de simple gestor de la adecuación del capital humano y las competencias de los desempleados para su rápida y eficaz adaptación al mercado competitivo privado. Cobran protagonismo medidas en materia de empleo denominadas «activas», como la formación ocupacional, las subvenciones empresariales a la ‘creación de empleo’, o las ayudas dirigidas a diferentes colectivos para la creación de pequeñas empresas y el autoempleo, al tiempo que se reducen progresivamente las indemnizaciones por despido correspondientes a los contratos indefinidos. El retroceso de la función social del Estado no se produce a través de la reducción significativa de los apartados del gasto público calificado como «social», sino de su reconversión a través del incremento de recursos públicos que se desvían a financiar a las empresas privadas. El nuevo discurso político se adapta a los términos de la gestión de recursos humanos e intenta persuadir al desempleado de su condición de buscador activo de empleo, a través del desarrollo de sus actitudes de flexibilidad, dinamismo, iniciativa y motivación, acordes y funcionales con las nuevas formas de organización del trabajo empresarial. De esta forma, “la eficacia personal acaba convirtiéndose en el único principio de justicia social y ésta radica en ajustarse lo mejor posible a las leyes del mercado y la flexibilidad”21. El proceso de desregulación se ha caracterizado, por tanto, por la flexibilización de los mercados y la privatización de empresas y servicios fundamentales para el bienestar común, así como por la generalización del empleo temporal y el empeoramiento de las condiciones de trabajo. Con notables variaciones —en función de la solidez de los distintos Estados del Bienestar y su capacidad de resistencia—, dicho modelo se ha extendido por el conjunto de Europa, manifestando una notable capacidad de influencia en el caso de España y, en concreto, de la Comunidad de Madrid, y afectando de forma especial a la población de los distritos de la capital menos favorecidos en términos de distribución de renta per cápita.

La moderación salarial como uno de los elementos clave de la política económica de la UE dentro del proceso de desmantelamiento del Estado del Bienestar. «Reducción de costes laborales» y «competitividad» como racionalizaciones de la ‘era de la Globalización’ La ecuación dominante que rige los modelos de teoría del crecimiento en los últimos treinta años consiste en igualar ahorro con inversión o, lo que es lo mismo, considerar los beneficios empresariales como la variable fundamental que determina la inversión para el crecimiento económico. Esto no es otra cosa que el fundamento del monetarismo postulado por el ínclito Milton Friedman, dogma de fe ideológico del neoliberalismo que, a

20 Amparo Serrano Pascual: “Del desempleo como riesgo al desempleo como trampa: ¿Qué distribución de las responsabilidades plantea el paradigma de la activación propuesto por las instituciones europeas?”, Cuadernos de Relaciones Laborales, nº 2, 2005. 21 Antonio Santos y Amparo Serrano. “El giro copernicano del desempleo actual”. Cuadernos de Relaciones Laborales, 2006, nº 2, pág. 14.

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 21


EVOLUCIÓN DE LOS COSTES LABORALES Y DEL IPC ARMONIZADO EN LA ZONA EURO PORCENTAJE DE AUMENTO MEDIO INTERANUAL EN EL PERIODO 199-2005 PRODUCTIVIDAD

COSTE LABORAL UNITARIO

INGRESO POR TRABAJADOR

IPC ARMONIZADO

DIFERENCIA COSTE LABORAL/IPC

Austria

1,4

0,5

1,9

1,7

-1,2

Alemania

1,6

0,4

2,0

1,4

-1,0

Bélgica

1,2

1,5

2,7

2,0

-0,5

España

0,4

2,6

3,0

3,1

-0,5

Finlandia

1,8

1,4

3,2

1,6

-0,2

Francia

0,9

1,7

2,6

1,8

-0,1

Grecia

3,5

2,8

6,4

3,2

-0,4

Holanda

1,7

2,5

4,2

2,6

-0,1

Irlanda

3,1

2,9

6,0

3,6

-0,7

Italia

0,4

2,6

3,0

2,4

0,2

Luxemburgo

0,8

2,9

3,7

2,7

0,2

Portugal

0,8

3,5

4,3

3,0

0,5

Zona Euro

1,0

1,5

2,6

2,0

-0,5

Fuente: ‘Desarrollo de los salarios laborales en la zona euro’, Comisión Europea/Eurostat.

partir de los años 1980 se impuso dentro del espacio político socialdemócrata y utilizando la etiqueta de «neokeynesiano» , consiguió el abandono de sus principios básicos en materia de política social. El sostenimiento del gasto público fue sustituido por las medidas de control monetario. Un nuevo social-liberalismo que se ha convertido, en sus diferentes grados y formas de aplicación, en una inspiración fundamental para buena parte de los gobiernos de los países del centro capitalista. De esta manera se impuso finalmente el método del ajuste económico de las políticas de oferta y de la congelación salarial como vía para garantizar el aumento de los beneficios empresariales. La “reinversión productiva” eficaz (según el lema de los años 1980) o competitiva (siguiendo el de los 90 y 2000) de estos beneficios a manos de la iniciativa privada, permitiría el crecimiento general de la economía. Algo que, según esta teoría, acabaría reactivando el consumo de los trabajadores a través de la creación de empleo. Dicho de otra manera: “el aumento de hoy en la acumulación de la riqueza de los ricos (aumen-

to del excedente empresarial), se transformará mañana en la mejora del bienestar general de la economía (creación de empleo), que pasado mañana afectará a las clases trabajadoras en forma de beneficio (aumento del salario)”. Es decir, que “el beneficio del capitalista fuera el beneficio del trabajador”22. La condición política de este proceso, el repliegue del Estado y la reorientación de su intervención, ahora lo limitan prácticamente al objetivo económico del control de la inflación, base sobre la que se construye la Unión Económica y Monetaria Europea y su instrumento fundamental: la autonomía del Banco Central Europeo23. Al mismo tiempo, se realiza un extenso programa ‘neointervencionista’ de privatización de empresas y servicios públicos rentables, ideológicamente fortalecidas en los últimos años por la recrudecida amenaza de las deslocalizaciones hacia los llamados países emergentes y sus reducidos «costes salariales»24. Por tanto parece difícil que, en este modelo de crecimiento, la parte proporcional que suponen los salarios no se estanque o

22 “El socialdemócrata Helmut Schmidt resumió el pacto implícito en que los beneficios de hoy hacían la inversión de mañana, y ésta, el empleo de pasado mañana. El silogismo se completaba afirmando que los empleos de pasado mañana hacían los salarios de un día después. Pero esto último ya no parece ser verdad” (Joaquín Estefanía, El País, 26/3/07). 23 El nuevo presidente de la patronal, CEOE, en su discurso de toma de posesión del cargo (junio de 2007), expuso las bases que deben regir el papel de los poderes públicos en la economía: “menos intervencionismo, más desregulación, externalizar todos los servicios públicos”, exigiendo además que “las empresas públicas que existen lo que tienen que hacer es privatizarse”, dado que “la mejor empresa pública es la que no existe” (El País, 7/6/07). En una línea semejante, para el gobernador del Banco de España la inflación es el factor que implica actualmente más riesgos para el crecimiento, muy por encima del endeudamiento familiar, que sólo afecta a “una minoría” del 25% de los hogares (El País 11/10/06). 24 Un ejemplo reciente tenemos es el de la multinacional norteamericana Delphi, cuyo cierre de la factoría de componentes de automoción en Puerto Real, Cádiz, está previsto después de que se anuncie la apertura de una nueva factoría al otro lado del Estrecho, en Tánger, que dará empleo a 3.000 trabajadores. La misma multinacional despidió en mayo de 2007 a 446 obreros de su fábrica de esta ciudad marroquí por defender sus derechos sindicales (El País, 7/8/07).

22 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD


retroceda, mientras los excedentes empresariales crecen año tras año. Así la globalización termina por asociarse al incremento de las desigualdades, tanto en los países desarrollados como en los periféricos25. La participación de los salarios ha alcanzado los niveles históricos más bajos de los últimos años, amenazando con la quiebra del modelo social europeo al caer su peso sobre la renta total desde el 68% en 1993, al 64% en 200626. Al mismo tiempo, los costes nominales laborales unitarios han crecido a un ritmo significativamente más bajo que el objetivo de estabilidad de los precios del 2% en los últimos años. Todo ello ha supuesto que los ingresos por empleado hayan registrado el crecimiento histórico más bajo, el 2,6% entre 1995 y 2005. A pesar del actual ciclo de sostenida expansión, con un elevado crecimiento del empleo, la moderación salarial ha continuado a lo largo de 2006, cuando los riesgos de la inflación ya pueden no estar dados por los salarios. De hecho, tal como afirma el informe de la Comisión Europea, en la actual situación económica de la UE, si se produjera un ajuste al alza de la participación salarial en la distribución de la renta, los salarios podrían crecer a un ritmo mayor que la productividad, sin que esto tuviera como reflejo unos precios más altos y por tanto sin poner en riesgo la estabilidad monetaria. Esto implicaría que los beneficios marginales, actualmente a niveles altos, deberían absorber parte del incremento de los costes laborales. A partir de los años noventa muchos indicadores apuntan a que la UE y especialmente España parece haber adoptado una línea socioeconómica semejante a la inaugurada en los EE UU durante la era Reagan (1980-88): el aumento de la brecha entre ricos y pobres, como consecuencia del desmantelamiento del Estado del bienestar y la desactivación de las políticas de redistribución de renta27. Desde 2000, y coincidiendo con la recuperación económica, las disparidades de renta vuelven a crecer, de tal forma que en 2005, la renta percibida por el 20% de los más ricos era casi cinco veces mayor que la obtenida por el 20% más pobre. En sólo cinco años, las diferencias sociales en Europa han aumentado hasta retroceder a los niveles de hace

una década. Otros indicadores de la desigualdad como el Índice de Gini, o la caída del peso de los salarios en relación con los beneficios empresariales, que crecen exponencialmente, reflejan la misma tendencia. Las diferencias de renta han crecido en Polonia, Portugal, Italia y Alemania. En Portugal la desigualdad en la distribución de la renta entre los más ricos y los más pobres es prácticamente igual a la de EE UU, donde los ingresos de la quinta parte más rica de la población superan en más de ocho veces a los de la quinta parte más pobre. Los países nórdicos como Suecia, Dinamarca y Finlandia han logrado mantener una estructura social más igualitaria, junto a un alto nivel de riqueza, gracias también a un cierto equilibrio sociopolítico28.

4. LA EVOLUCIÓN SALARIAL EN ESPAÑA Y EN LA COMUNIDAD DE MADRID

En este marco político-institucional, los rasgos básicos de la evolución salarial podrían ser los siguientes: La pérdida continuada del peso de los salarios en la distribución de la renta en un contexto de beneficios empresariales en constante aumento. Un aumento correlativo de la desigualdad salarial que se manifiesta por: a) el incremento de la brecha que separa a los ingresos salariales superiores e inferiores; b) la pérdida específica de poder adquisitivo de los salarios no negociados en convenio colectivo frente a los que sí cuentan con cláusulas de revisión salarial; b) la concentración de estas desigualdades sobre colectivos como inmigrantes, mujeres y jóvenes. Un empeoramiento generalizado de la capacidad adquisitiva de los asalariados madrileños en relación al deflactor del PIB, que se manifiesta en las crecientes dificultades de los hogares madrileños para llegar a fin de mes. Un papel clave de ello lo

25 Florence Jaumotte, economista del FMI y principal autora del estudio La globalización del trabajo, afirma que “el capital se está beneficiando con mayor intensidad de la riqueza y el bienestar producido por la Globalización y el progreso tecnológico” por lo que “es importante estar atentos a este fenómeno, que puede generar frustración entre los trabajadores y debilitar el respaldo a la globalización. Un proceso que, de pararse, dañaría a todo el mundo”. (El País, 8/7/07). 26 Informe interno de la Comisión Europea titulado “Desarrollo de los salarios y de los costes laborales en la zona euro” (El País, 5/3/07). 27 En la IV Conferencia Anual sobre el Crecimiento y la Distribución de la Renta en la Europa Integrada, Bruselas octubre de 2007, R. J. Gordon expuso que en los EEUU aumenta el proceso de desigualdad social, donde en 1928 el 1% de la población más rica controlaba el 8,2% de la renta, cayó en 1973 hasta el 1,9%, y ha vuelto a subir desde mediados de los 70, con un 7,3% en 2000. Por el contrario en Japón y en países europeos como Francia y Reino Unido, estas tendencias son más moderadas, y el porcentaje de renta en manos del 1% más rico, se ha mantenido en torno al 2% (El País, 13/10/07). El informe del Proyecto sobre Movilidad Económica en EE.UU., elaborado por la Brookings Institution y el Pew Charitable Trust, tomando como referencia datos de ingresos de empleados entre los 30 y 39 años (la edad laboral más activa), muestra que el ingreso medio de un varón era de 35.010 dólares anuales en 2004, lo que representa un 12% menos que lo que cobraba la generación de sus padres, en 1974, (40.210 dólares, ajustando los sueldos de entonces a la inflación). En cambio, en 1994, siguiendo el mismo criterio comparativo, la fuerza laboral que se encontraba en esa franja de edad ganaba una media de 32.901, lo que supone un 5% más que lo que se ingresaba como media en 1964. 28 Según el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el éxito de los modelos sociales nórdicos, como el danés, ha sido “la implicación de unos sindicatos fuertes que han sido capaces de imponer las condiciones de este modelo social”. Los países nórdicos tienen tasas de afiliación sindical superiores al 80%, mientras que en países como Francia los afiliados representan menos del 10% de los trabajadores. (El País, 26/3/2007). En Estados Unidos, el presidente de la Reserva Federal, expresó el pasado 6 de febrero de 2007 su inquietud por el fuerte crecimiento de las desigualdades en su país, donde la renta obtenida por el 1% de las familias más ricas ha pasado de representar el 8% del total del pastel en 1979, al 14% en 2004. Por el contrario, el 20% de los hogares más pobres han visto en el mismo periodo descender su participación desde el 7% al 5%. (El País, 5/3/07)

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 23


EVOLUCIÓN DE LA REMUNERACIÓN DE LOS ASALARIADOS EN PORCENTAJE DEL VALOR AÑADIDO A PRECIOS BÁSICOS EN LA ZONA EURO, 1970-2006 (1980=100) 1970

1980

1990

2000

2006

Alemania

91,41

100

93,62

92,41

85,79

Austria

98,62

100

95,07

90,88

86,62

Bélgica

83,69

100

90,67

93,28

92,44

España

96,41

100

98,76

101,63

97,15

Finlandia

96,31

100

104,22

90,15

92,21

Francia

94,33

100

91,96

92,18

92,56

Holanda

94,75

100

89,2

91,37

88,54

Italia

98,74

100

95,35

85,37

89,71

Zona euro

94,22

100

92,01

89,7

87,38

Fuentes: UE Klems Database (03/07) y Banco de España.

tiene el gran aumento del endeudamiento familiar motivado por el continuo incremento de los pagos por las hipotecas que actúa como un efectivo instrumento de trasvase de rentas de las clases trabajadoras a los oligopolios del sector inmobiliario y de la construcción.

La pérdida continuada del peso de los salarios en la distribución de la renta en un marco de aumento continuado de los beneficios

En la actualidad, la economía española atraviesa uno de los ciclos más prolongados de crecimiento económico continuado desde la transición postfranquista. En ese sentido, la lectura de la situación realizada por los sectores oficiales en buena medida compartida por la patronal sólo considera preocupante el bajo nivel de la pro-

Fuente: Contabilidad regional de España, INE

ductividad y el elevado déficit por cuenta corriente2. Sin embargo, cabría señalar la existencia de otra tendencia regresiva significativa que no suele ser destacada con el mismo énfasis: la continua pérdida de posiciones de los salarios en el reparto de la renta nacional. Esta pérdida del peso de los salarios en la renta (comparación con el valor añadido a precios básicos) de las ocho principales economías de la eurozona, que acumulan más del 90% de la producción del área, rozó el 13%. En el caso de España, la participación de los salarios ha sufrido un retroceso menor respecto a ese año de referencia (1980): un 2,85%;

sin embargo, el deterioro experimentado entre 2000 y 2006 ha sido de los más pronunciados de la zona (4,48% frente a la media del 2,32%). Asimismo, en el caso de España, el ritmo de descenso de la participación del trabajo en la renta nacional ha sido todavía mayor en los últimos años si añadimos al conjunto de los asalariados las retribuciones de los autónomos, pasando entonces desde el 62% de 1992 al 54,4% de 2005. Mientras, en la UE15, este declive ha sido más leve, desde el 61,6% al 57,6%. De acuerdo con los datos de la Contabilidad Nacional del Ins-

29 De los 600.000 nuevos empleos creados en España en 2006, el 75% pertenecían a sectores económicos de baja productividad (El País 8/04/07). Según un informe interno de la Comisión Europea, el proceso económico español responde a una “suerte de círculo económico virtuoso”, por el que “el consumo privado y la construcción son la causa de la intensa creación de empleo en el sector de la vivienda y en los servicios, que a su vez alimentan de nuevo la demanda interna en un contexto de sanas finanzas públicas y tipos de interés reales negativos”. Sin embargo, este «virtuosismo» que se prolonga durante más de 12 años, no deja de tener riesgos directos e inmediatos: además del aumento del déficit exterior, el alto endeudamiento de las familias, principalmente por la masiva inversión en compra de vivienda, que ahora, debido al incremento de los tipos de interés, coloca en una situación de vulnerabilidad a una gran parte de la población (El País 2/04/07).

24 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD


tituto Nacional de Estadística, si en 1998 los salarios consiguieron casi un 50% del PIB, frente a un 40,3% de los beneficios empresariales y un 9,8% de los impuestos, actualmente los primeros han retrocedido en el reparto de la tarta 3,6 puntos (46,4%), frente a un incremento hasta el 42,1% en el caso de los beneficios y del 11,5% en el de los impuestos. En la Comunidad de Madrid, el ritmo de aumento de la parte correspondiente a los beneficios empresariales ha sido más elevado que para el conjunto de España, con un incremento de 2,98 puntos porcentuales frente al de 1,5 puntos, de 2000 a 2005. Igualmente la participación de los salarios tiene una disminución de 3,85 puntos para igual periodo, mientras que en el conjunto nacional ésta es de 2,7 puntos.

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Vicenc Navarro

Entre las razones que habitualmente se ha utilizado para explicar este fenómeno, se encontrarían las siguientes: • La mayor apertura en el comercio exterior y la creciente globalización de la producción, la cual supone una mayor ventaja comparativa de las economías de los países emergentes debido a unos ‘costes laborales’ muy inferiores. • La pérdida de protagonismo de la industria, con remuneraciones más altas, en favor de los servicios, donde la participación de las rentas salariales en el valor añadido es notablemente inferior. • El proceso de flexibilización de los mercados laborales y las políticas públicas dirigidas a la desregulación de la economía, con la dinámica de globalización y la mayor competencia inter• nacional El aumento de la ocupación de trabajadores inmigrantes para puestos de baja cualificación (un fenómeno especialmente significativo en España), que explicaría la caída observada en la participación salarial en numerosos sectores (por ejemplo, en las ramas de la construcción y en la de hoteles y restaurantes)30. En este sentido, la aplicación de este conjunto de rasgos de carácter estructural a la interpretación de la actual coyuntura económica y laboral española, exige resaltar dos fenómenos fundamentales que han determinado la evolución reciente del mercado de trabajo, tanto nacional como madrileño, y realizar una valoración de sus consecuencias:

a) El vigente modelo de pactos de moderación salarial a cambio de empleo31, el cual difícilmente ha podido sustraerse a una tendencia de creación de puestos de trabajo predominantemente situados en el terreno de la precariedad laboral: empleos de baja calidad, con salarios más bien ‘precarizados’ que ‘moderados’ (es decir: reducidos incluso en términos nominales), especialmente en relación a los sectores de la construcción y los servicios32, y que han ha contribuido de forma significativa al fuerte incremento de los actuales beneficios empresariales. Las empresas españolas han visto aumentar su beneficio neto, durante el periodo 1999-2006, en un 73%, más del doble que la media de la UE-15 (33,2%); por otra parte, los costes laborales durante el mismo periodo han crecido sólo un 3,7%, cinco veces menos que en la UE-15, que fue de un 18,2%. Al mismo tiempo, las rentas del capital han crecido a costa de las rentas del trabajo, lo que significa que los beneficios empresariales se encuentran en buena medida sustentados sobre la moderación o el estancamiento salarial. Este fenómeno afecta no sin excepciones a muchos países de la UE-15 y de la OCDE, siendo España uno de los países de la UE-15 donde ha habido una mayor polarización de las rentas. Sin embargo, el mayor crecimiento del empleo en nuestro país con el que se ha tratado de explicar, no es necesariamente cierto; precisamente, los grupos empresariales donde se han incrementado más los beneficios no son aquellos que crean más empleo. Por ejemplo, la banca constituye uno de los sectores empresariales con mayores beneficios y, por el contrario, no está creando

30 Esther Moral y Véronique Genre: “La evolución en la UEM de la participación de los salarios en la renta”, Boletín Económico del Banco de España, julio-agosto de 2007. 31 Desde 2002, los agentes sociales firman acuerdos de negociación colectiva que afectan a los trabajadores con convenio (más de 10 millones) en los que se garantiza la moderación salarial a cambio de puestos de trabajo. Acuerdos reafirmados con la Declaración para el Diálogo Social «Competitividad, Empleo estable y Cohesión social», suscrita el 8 de julio de 2004 entre el Gobierno del PSOE, patronal y sindicatos mayoritarios, cerrando la última crisis de la concertación social abierta por el anterior gobierno del PP (CCOO, Madrid Sindical, Marzo 2005). 32 De los 2.700.336 nuevos empleos creados entre 2002 y 2006, 438.500 fueron en la construcción y 2.204.800 en los servicios. Según la Central de Balances del Banco de España, en 2006 la media de empleados en las empresas creció un 1,8%, más de un punto por encima de 2005, gracias al tirón del comercio, que compensó el descenso en los sectores de la energía y de transporte y comunicaciones. En el caso de la industria el empleo medio bajó un 0,9%, una tasa peor que la del ejercicio de 2005 que registró una caída del 0,3%.

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 25


CRECIMIENTO SALARIAL EN LOS PAÍSES DE LA UE-15. TASA MEDIA ANUAL EN CADA PERIODO 1995-2000

2000-2005

Alemania

0,8

0,2

Austria

0,6

0,9

Bélgica

1,3

0,3

Dinamarca

1,6

1,4

Finlandia

1,3

2,4

Francia

1,1

1,4

Grecia

2,7

3,8

Holanda

0,2

0,6

Irlanda

2,3

2,9

Italia

0,8

0,2

Luxemburgo

1,2

1,2

Portugal

2,7

0,6

Reino Unido

2,5

1,7

Suecia

3,3

1,4

España

–0,5

–0,3

UE-15

1,1

0,8

Fuente: Eurostat empleo33. De igual manera, habría que relativizar ‘la globalización’ como causa omnisciente e inevitable de la caída peso de los salarios en el PIB, o el aumento de las desigualdades34. Los países con mayor intervencionismo estatal, a través de un elevado gasto público, ofrecen una elevada seguridad social que facilita la flexibilidad laboral y la adaptación de la fuerza laboral a los retos de la globalización con éxito. En otras palabras, no se trata de la globalización en sí, sino de “cómo el Estado res-

ponde a la globalización lo que explica que los salarios sean altos, medianos o bajos”35. No parece sin embargo que los reforzados beneficios empresariales se hayan canalizado en inversiones productivas a través de la investigación, la innovación, el aumento del capital humano, etc., sino que se han dirigido a la especulación, bien a través de los continuamente innovados productos financieros, o participando directamente en el boom inmobiliario. Así por ejemplo, el 30,8% de la inversión global de las empresas en el primer semestre de 2006 ha ido a parar al mercado de la vivienda. De la misma forma, el pago de dividendos ha conocido un incremento anual medio del 30% desde 2002, sin olvidar el desproporcionado incremento de las retribuciones de los altos ejecutivos, o la evasión fiscal, apartado en el que se calcula que las empresas españolas han sacado legalmente del país casi 6.000 millones de euros a través de paraísos fiscales, principalmente las Islas Caimán36. A su vez, la salida de capital español hacia países europeos con ventajas fiscales para este tipo de operaciones de inversión supera los 39.0000 millones de euros desde 1997, el 10% de toda la inversión española en el exterior37. Es igualmente significativo el hecho de que la Bolsa española se encuentre entre las más rentables del mundo, con ganancias del 31,7% en 2006 y de casi un 650% en los últimos 15 años, cuando en este último periodo las bolsas de Londres, París y Francfort tuvieron ganancias del 139,5%, 218,3% y 426,3% respectivamente. Una alta rentabilidad de la Bolsa española desde 1993 en la que destaca la revalorización de las empresas constructoras, energéticas y de la banca38. Es asimismo destacable que, según los datos de la Agencia Tributaria y del área de Banca Privada del Grupo Santander, 3.952 personas o grupos familiares españoles tuviesen un patrimonio financiero de más de 10 millones de euros en 2006, sólo incluyendo fondos, depósitos, acciones y sociedades patrimoniales, y sin incluir ni empresas, ni obras de arte, ni barcos ni propiedades inmobiliarias. Unos 265.000 españoles (0,006% de la población), disponen de más de 500.000 euros, 12% más que hace un año. De ellos, 154.000 personas tienen entre 500.000 y 1 millón de euros; y 107.000 ciudadanos poseen entre 1 y 10 millones. Según el responsable de Banca Privada del Grupo Santander, el 42% de los más acaudalados

33 Ejemplo de ello puede ser el Banco Santander quien, con unos beneficios de 26.000 millones de euros en el periodo de 19992006, perdió 12.000 empleos. Vicenç Navarro: Los salarios en España, El País-Cataluña 11/09/07, p.28. 34 El jefe de la División de Análisis y Políticas de Empleo de la OCDE, afirmó que en estos 10 años ha entrado en el mercado laboral español mucha gente con sueldos muy bajos, que ha tirado hacia abajo el salario medio de la población empleada, pero también “los bajos salarios han sido una herramienta importante para evitar que las empresas se fueran a países con costes laborales más asequibles” (El País 24/06/07). 35 Países de la UE en algún sentido tan ‘globalizados’, como Suecia, Dinamarca y Finlandia, son también los que tienen menores desigualdades. Hasta el momento, sus mercados de trabajo están altamente regulados, atajando el surgimiento de sectores de salarios bajos, una de las causas de que su productividad sea alta. Vicenç Navarro: Los salarios en España, El País-Cataluña 11/09/07, p.28. 36 Según cálculos de La Sociedad de Inversiones Exteriores del Ministerio de Industria. 37 Esta cantidad, que ha salido legal o alegalmente de España, se acompaña por una suma todavía mayor de dinero negro: aquel ligado a las rutas de inversión en paraísos fiscales, actualmente investigado por la Comisión Española de Blanqueo de Capitales, Sepblac (El País, 29/10/07). Además, el Banco de España sostiene que Madrid, la Costa del Sol y Levante, acaparan casi el 20% del total de billetes de 500 euros circulando en Europa. 38 Lideran las subidas Acciona, con una revalorización del 6.310% en los últimos 15 años y ACS (5.615%). A continuación se sitúan Telefónica, BBVA, Iberdrola, FENOSA, FCC, Sacyr, Acerinox y Altadis, también por encima del 1.000% de revalorización (El País, 7/11/07).

26 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD


era menor de 65 años, experimentando una subida de más de cuatro puntos respecto a 200541.

Fuente: Bolsa de Madrid/El País39

están en la Comunidad de Madrid y Cataluña. Si se añade Andalucía, Levante y el País Vasco el porcentaje cubre al 60% del total. Estas cifras suponen un 24,27% más de millonarios que en 2005, un ritmo que coloca a España entre los 20 primeros países con un mayor incremento en el número de millonarios. El capital reunido por los millonarios españoles es de 443.000 millones de euros, un dato que adquiere un mayor significado si se tiene en cuenta que en el mundo sólo hay 80.000 personas que tengan un patrimonio superior a los 30 millones de euros. Diversas fuentes del mercado sitúan la influencia de la revalorización de los activos inmobiliarios en casi el 40% de toda la generación de la nueva riqueza. El factor que hace más difícil este último cálculo es la gran cantidad de dinero negro que rodea este sector, por lo que es probable que su peso real sea todavía mayor40. b) Otro fenómeno destacado de la evolución del mercado de trabajo español y madrileño en la última década ha sido la incorporación de gran cantidad de trabajadores inmigrantes, precisamente, el colectivo con menor productividad y sueldos más bajos (40% inferior a la media). Se ha producido un fuerte aumento del empleo de las mujeres y jóvenes con altos niveles de temporalidad y salarios un 30% inferiores y la sustitución, mediante prejubilaciones, de trabajadores con más antigüedad y mayores salarios, por otros con salarios inferiores y peores condiciones en general. Así, en 2006, un 46,5% de los jubilados

El hecho de que la retribución del trabajo crezca menos que la media de la economía (3,4% en 2006), mientras que los beneficios empresariales lo hagan muy por encima (26,6% para las sociedades que cotizan en Bolsa), obliga a dirigir la atención hacia los salarios que no se encuentran sujetos a convenio, en gran parte, nuevos empleos de baja cualificación. A menudo ocupados por inmigrantes, jóvenes y mujeres, y en los sectores de la construcción y servicios, son la expresión de la creciente dualización salarial42. De un lado, se sitúan los 10 millones de trabajadores amparados por un convenio colectivo, mejor remunerados y cuyos salarios ganan poder adquisitivo al crecer por encima de la inflación; de otro lado, 10 millones de ocupados precarizados, con bajos salarios fuera de convenio y mínimas revisiones o, incluso, acumulación de pérdidas de poder adquisitivo.

Salarios, sectores económicos y tamaño de las empresas

Como ya hemos señalado, el heterogéneo sector servicios ha experimentado en las últimas décadas un fuerte incremento de su peso relativo en la Comunidad de Madrid, tanto en tamaño como en volumen de empleo. Actualmente, incluye más del 80% de las empresas y tres de cada cuatro trabajadores (el 75% del total de los ocupados). El sector industrial, en retroceso, vincula al 8% de las empresas y el 12% del empleo, mientras que la construcción, oscila en torno al 11% del total de la Comunidad. La dinámica de reducción del empleo industrial, en favor del sector servicios y de la construcción, es paralela a la transformación del empleo fijo en empleo temporal, con unos costes de despido muy inferiores o inexistentes. Asimismo, coincide con el mayor crecimiento absoluto y porcentual de las microempresas con empleados entre 1995 y 200543. Los salarios presentan grandes variaciones, tanto por sectores económicos como en función del tamaño de las empresas. Tradicionalmente el sector industrial presenta los sueldos más elevados mientras que, a su vez, en la Comunidad de Madrid los salarios

39 Datos de 2006 sólo hasta noviembre. 40 El País 30/03/07. 41 El punto álgido de las jubilaciones anticipadas se registró durante 2004, cuando casi el 49,6 % de las nuevas altas fueron de trabajadores menores de 65 años de edad. Si bien las jubilaciones de trabajadores con 60 o menos años, han descendido (17,5% de 2003 al 12,4% en 2006), sin embargo, las jubilaciones parciales han aumentado un 33% en 2006, suponiendo ya un tercio de las anticipadas y el 13% del total de jubilaciones (6,2% en 2003). Esta última modalidad, que aparece hace 4 años y permite a las empresas retirar parcialmente a un trabajador a los 61 años a cambio de un ‘relevista’, tenía como objetivo el facilitar la permanencia en el empleo de los trabajadores mayores, al tiempo que una transición gradual y flexible a la jubilación. Sin embargo, se ha convertido en una simple forma más de prejubilación (CES: Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral en España en 2006. Junio 2007). 42 CES: Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral en España en 2006. Junio 2007, pagina 189. 43 En la comunidad más del 47% de los asalariados trabajan en empresas de menos de 50 trabajadores, que representan el 98% del tejido productivo.

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 27


Fuente: Directorio de Empresas de la Comunidad de Madrid45

medios de todos los sectores son bastante superiores a los que se obtienen en el conjunto de España44. Por tamaño de las empresas, los menores sueldos corresponden a las pequeñas y a las ‘microempresas’ entre uno y nueve trabajadores; como promedio, la diferencia en la retribución salarial entre las empresas más pequeñas y las de más de 200 trabajadores, puede llegar a ser hasta un 40%. Si se analiza la evolución de la estructura del empleo por ramas entre el año 1996 y 2006, y se compara con el nivel salarial en 2006 de cada rama, se comprueba que las ramas como Hostelería, Construcción y Servicios Empresariales, con salarios más bajos son las que ganan más peso en la estructura del empleo, tanto entre 1996 y 2006 como entre 2000 y 2006. Teniendo en cuenta que los salarios son mayores en las empresas de mayor tamaño y en el sector industrial, parece claro que el aumento del empleo de la última década se ha basado en la creación de puestos con bajos salarios. Madrid es la Comunidad Autónoma con el coste laboral más alto y el salario medio más elevado, de acuerdo con los indicadores oficiales, pero lo es básicamente por la diferencia que se produce entre los salarios más bajos y los más altos. En estas diferencias influye la concentración en esta comunidad, de grandes empresas públicas y privadas con sueldos muy abultados y el crecimiento de las pequeñas empresas, con muy pocos trabajadores y bajos salarios, pertenecientes al sector servicios y de la construcción.

Salario medio, umbral de pobreza, SMI e IPREM

Los salarios en la región madrileña son los más elevados del país, de media un trabajador madrileño cobra 3.380 euros anuales brutos más (un 17%) que los empleados del conjunto

de España (23.183,37 euros frente a 19.802 del promedio nacional46). Una posición superior a la media sólo compartida con otras cuatro Comunidades: País Vasco (22.840,34 euros anuales), Navarra (20.960,69), Cataluña (20.728,60) y Asturias (19.838,5). En la Comunidad de Madrid, la industria es el sector productivo que recoge los salarios más elevados (26.098 euros al año), seguido del sector servicios (22.981 euros anuales) y del de la construcción (20.470 euros anuales). Como hemos visto, esta división salarial relativa a los diferentes sectores ha facilitado en los últimos años la proliferación de nuevos empleos precarios y con bajos sueldos, incrementando en un periodo de crecimiento económico sostenido la bolsa de personas que viven por debajo del umbral de pobreza relativa (menos del 60% de la renta media nacional). Uno de cada cinco españoles —entre ellos, dos millones de asalariados—, vivía en esa situación en 2006. La cifra es superior a la de 1995, cuando se situaba en el 19%, y se encuentra también por encima de la media de la UE (16%). En la Comunidad de Madrid la tasa de población bajo el umbral de pobreza después de transferencias sociales es bastante inferior a la media española 12,9% en 2005 pero con un notable incremento con respecto a los años anteriores (2004, 9,5%). Además, hay que precisar que siendo la región con mayor renta por habitante, su tasa es superior que la de Navarra o País Vasco quienes, por el contrario, registran disminuciones equivalentes en estos años (de 12,7% a 9,8% la primera y de 11,2% a 9,8% la segunda). Por último, se trata de una tasa de pobreza semejante a la de Cataluña (donde se pasa de 12,5 a 12,1 en estos años), con un nivel de renta por habitante algo inferior al madrileño. Esta ‘desconvergencia’ social española con respecto a Europa se confirma al examinar la relación entre la renta del 20% más rico de la población y la del 20% más pobre. La quinta parte más rica ganó 5,4 veces más que la quinta parte más pobre en 2005, según datos de Eurostat. Se trata de una cifra superior a la media de la UE, que se sitúa en 4,8; y muy superior a la de países como Francia y Alemania (alrededor del 4). Lo más significativo es que en España, entre 2002 y 2005, ese indicador ha experimentado un repunte tras unos años de descenso (en 2002, el 20% más rico ganaba 5,1 veces más que el 20% más pobre). Esta menor tasa de pobreza relativa en países europeos se debe en buena medida al mayor esfuerzo redistributivo de los Estados, en comparación con el de España. Los países europeos han invertido de media en la última década recursos de protección social equivalentes al 28% del PIB47, en cambio, España invirtió un 19,5% en 2005, frente al 22% de 199548. Por su parte, la Comunidad de Madrid continúa siendo una de

44 Con datos del INE, en 2006, el salario medio en la Comunidad de Madrid era un 18,04% más alto que el de la media de España; por sectores, el de la industria era un 27,41% superior, el del sector servicios un 18,51% y en la construcción el salario medio madrileño era un 14,13% superior al correspondiente al conjunto del país. 45 Citado en el documento de trabajo: “Los salarios en España. Las consecuencias sobre los salarios de un modelo de crecimiento poco productivo”, Gabinete Técnico Confederal de CCOO, septiembre de 2007. 46 En cambio, la diferencia entre el salario nacional medio (19.802,45) y el salario más frecuente o modal (12.503,29) es de más de 7.000 euros. A la vez, el 10% de los asalariados con mayor remuneración acumula más del 26% de la masa salarial, mientras que el 20% de trabajadores con salarios más bajos tan sólo dispone del 8% de la misma. 47

EUROSTAT.

Este apartado incluye las pensiones pero no la educación.

28 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD


EVOLUCIÓN DEL PODER DE COMPRA DEL SMI 2000-2007 SMI

IPC

PODER DE COMPRA DEL SMI

EUROS AL MES (14 PAGAS)

VARIACIÓN ANUAL %

VARIACIÓN ANUAL %

CRECIMIENTO ANUAL %

ACUMULADO DESDE EL 2000 %

1996

390,18

3,5

3,6

0,0

-

1997

400,50

2,6

2,0

0,6

-

1998

408,93

2,1

1,8

0,3

-

1999

416,32

1,8

2,3

-0,5

-

2000

424,80

2,0

3,6

-1,5

-

2001

433,45

2,0

3,6

-1,5

-1,5

2002

442,20

2,0

3,5

-1,5

-2,9

2003 20041

451,20

2,0

3,0

-1,0

-3,9

475,65

5,4

3,0

2,3

-1,7

2005

513,00

7,9

3,4

4,3

2,6

2006 20072

540,90

5,4

3,5

1,9

4,5

570,60

5,5

3,0

2,4

7,1

(2): IPC medio hasta abril de 2007. El IPC medio (Deflactor del Consumo Privado) es la media de las tasas interanuales de variación del IPC de cada año.

las comunidades españolas con un gasto público autonómico relativo por habitante de los más bajos del país. Para el presupuesto de 2007 únicamente se coloca por encima de Baleares y la C. Valenciana. En el gasto en educación, el cuadro comparativo por Comunidades, es todavía más negativo: el gasto educativo en porcentaje del PIB regional de 2004, situaba a Madrid en el último puesto con un 2,72%, frente a una media nacional del 4,41%. En cuanto al gasto público autonómico por habitante en sanidad, Madrid se sitúa a la cola de las Comunidades Autónomas, por debajo de la media española (que a su vez representa sólo el 66% de la media de la UE-15). También en la comparación con Europa, España se sitúa como uno de los países más atrasados en el terreno del salario mínimo interprofesional: en 2004, de los países de la UE-15, sólo Portugal contaba con un salario mínimo inferior al español (437 euros al mes), según datos de Eurostat. Los incrementos por encima de la inflación que han tenido lugar desde ese año (24% acumulado desde 2004 en euros corrientes) han llevado al SMI

español hasta los 570,6 euros brutos mensuales en 14 pagas anuales (666 euros brutos en 12 pagas), una cantidad todavía notablemente inferior a los salarios mínimos de países europeos como Francia (1.254 euros), Bélgica (1.259 euros), Holanda (1.301), Reino Unido (1.361), Irlanda (1.403) o Luxemburgo (1.570 euros)49. Incluso, cuando el SMI alcance el nivel de los 600 euros brutos mensuales en 14 pagas, solamente representará el 43% del salario medio nacional (en 2006 suponía el 41,6%), muy por debajo del 60% establecido por la Carta Social Europea suscrita por España. Alcanzar el 60% del salario medio exigiría un aumento hasta los 965 euros al final de 2012, estimando un crecimiento del salario medio del 3,6% anual50. Otro indicador de rentas relevante es el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM)51, utilizado como guía para el acceso a la mayor parte de ayudas, subvenciones, becas o vivienda pública que se conceden en España, así como para el cálculo de los topes máximos y mínimos de la prestación (contributiva) por desempleo. El IPREM tiene desde 2005 un creci-

48 En 1993, año que comienza la integración económica española en Europa, España contaba con el gasto público más bajo de la UE-15 en porcentaje del PIB; después de 13 años sigue siendo así, pero además ha habido una disminución de 6,5 puntos porcentuales con respecto al nivel de gasto correspondiente a 1993 (de 45% a 38,5% del PIB). De la misma manera, la diferencia de gasto público por habitante entre España y la media de la UE fue mayor en 2005 que en 1993. Actualmente, es un 65% del de la UE-15, cuando el PIB per cápita español equivale al 92% de la media. De la misma manera el gasto social por habitante español era, en 1993, el más bajo de la UE-15, y actualmente equivale sólo a casi la mitad de la media europea (Vicenç Navarro: “Los costes de la integración de España a la UE”, El País 1/10/07). 49 Salarios europeos en 12 pagas anuales. Si bien el gobierno había anunciado un compromiso por ley para la revalorización del SMI según la evolución real de los precios, factores como el rechazo de la CEOE al considerarlo una ‘medida inflacionista’ y el eco positivo encontrado en el Ministerio de Economía, provocaron que el debate se pospusiera. 50 Documento de trabajo: “Los salarios en España. Las consecuencias sobre los salarios de un modelo de crecimiento poco productivo”, Gabinete Técnico Confederal de CCOO, septiembre de 2007. 51 El RDL 3/2004 del 25 de junio, introdujo la separación legal entre el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y una nueva figura que

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 29


miento anual inferior tanto al SMI, como al propio IPC, éste último también en fase de revisión como indicador de referencia. El IPREM se encuentra fijado en 499,20 euros al mes para 2007, una cantidad especialmente baja para el coste real de la vida en Madrid. No obstante, si la renta personal de un individuo se encuentra por encima de este nivel, éste pierde la posibilidad de acceder a muchas prestaciones sociales. Por ello, valorar adecuadamente insuficiencia de estos indicadores exige considerar la gran diferencia de costes de vida existente en las distintas ciudades y regiones españolas, incluyendo indicadores como la capacidad de llegar a fin de mes o el acceso a la vivienda.

El aumento de la brecha laboral y salarial: mujeres, inmigrantes y jóvenes

Los nuevos empleos, mayoritariamente creados en los segmentos salarios inferiores, son ocupados sobre todo por mujeres, jóvenes e inmigrantes, tres colectivos que suman el 80% de Fuente: Encuesta de Estructura Salarial 2005 (INE)53 los bajos salarios. En el caso de las mujeres, la remuneración es de un 30,86% inferior a la media de los varones, colocándose Madrid tación del mercado de trabajo y, de forma implícita, también resentre las cinco comunidades con una mayor discriminación paldando un nuevo modelo estructural de empleo que se salarial de género. Por sectores de actividad, la diferencia conextiende a medida que avanzan las prejubilaciones y los despitraria al salario medio de las mujeres se incrementa hasta un dos de trabajadores con mayor antigüedad en sucesivas olas 35% en el caso de los servicios, precisamente aquel donde más de deslocalizaciones empresariales y externalizaciones de serviempleo se ha creado. A su vez, los inmigrantes, con un singucios públicos52. lar peso específico en la construcción, tienen en este sector salarios un 45% inferiores a la media. En el caso de los jóvenes, Cuando, en 2006, el salario medio bruto de la Comunidad de esta diferencia negativa es de un tercio. Además, estas diferenMadrid roza los 1.800 euros, dos de cada cinco asalariados cias aumentan notablemente en relación a diferentes puestos madrileños alrededor de un millón de personas54 –cobran de trabajo, ya que mujeres, jóvenes e inmigrantes siguen acceentre 513 y 1.026 euros, y dos de cada diez se sitúan también diendo a empleos en los que se superponen todas las variables por debajo de este salario mínimo. Al mismo tiempo, el 48% de que suelen traducirse en una menor calidad y peor remuneralos trabajadores madrileños cobran menos de mil euros ción. Así, los contratos temporales, que les afectan en mucho (1.406.000 personas). Por el contrario, entre los salarios más mayor medida, tienen nóminas que equivalen a la mitad de las altos, sólo un total de 385.959 personas el 13,1% de los asade los contratos indefinidos. A pesar de todo ello, no falta quien lariados ganaban más de 2.565 euros (5 veces el SMI); de considere la creación de estos nuevos empleos como una éstas, 238.288 personas (el 8 % de los asalariados madrileños) mejora significativa del bienestar social, justificando la segmeningresaba de 2.565 a 3.847 euros, mientras que 76.468 perso-

denominada: Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM). El SMI constituye la garantía salarial mínima de las personas asalariadas y el valor de referencia para el acceso a determinadas prestaciones, como el subsidio de desempleo o la renta activa de inserción, o para fijar los límites de la cuantía en prestaciones como las indemnizaciones abonadas por el Fondo de Garantía Salarial. Ahora, el IPREM servirá de referencia para el resto de las prestaciones, ayudas y servicios sociales, como los dependientes de las CC.AA. En el caso de la Comunidad de Madrid, lo será para la Renta Mínima de Inserción, o las ayudas para vivienda, becas para libros, comedor, etc. 52 El gobernador del Banco de España, tras admitir que los salarios reales bajan en España desde 1995, argumentó que “la paradoja es que el sueldo real medio baja, pero todos ganan”, de tal forma que “las amas de casa que se han incorporado al mercado laboral no ganaban dinero y ahora tienen un sueldo de unos mil euros; los jóvenes han pasado también de cero euros a mileuristas; los inmigrantes que ganaban 250 euros en su país perciben unos 700 euros en España. Y los trabajadores que ya estaban en el mercado hace 10 años ahora ganan también más dinero”. En la jerga económica esto se conoce como efecto composición: “En suma, todos mejoran notablemente, aunque la media baje” (El País 27/06/07). 53 La desagregación territorial impide obtener resultados representativos para algunas Comunidades Autónomas en que el número de casos es reducido, y hace recomendable tomar con cautela otros de los datos sobre trabajadores inmigrantes. No obstante, los resultados de la Comunidad de Madrid son suficientemente fiables. 54 Datos de la Agencia Tributaria para 2005, con el SMI establecido en 513 euros.

30 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD


NÚMERO Y PORCENTAJE DE ASALARIADOS POR NIVEL DE INGRESOS CON RESPECTO AL SMI. COMUNIDAD DE MADRID, 2005. ASALARIADOS

SALARIO MEDIO ANUAL

PORCENTAJES ASALARIADOS

De 0 a 0,5 SMI (0 a 256 euros)

399.455

1.554

13,50%

De 0,5 a 1 – SMI (256 a 513 euros)

288.592

5.388

9,80%

De 1 a 1,5 - SMI (513 a 769 euros)

314.998

8.993

10,70%

De 1,5 a 2 – SMI (769 a 1026 euros)

402.971

12.591

13,70%

1.406.016

47,75%

SALARIOS SEGÚN SMI

Menos de 1026 euros Fuente: Agencia Tributaria

LA REMUNERACIÓN DE LOS CONSEJEROS EJECUTIVOS Y ALTOS DIRECTIVOS DE LAS EMPRESAS DEL IBEX 35, 2006 8EN MILES DE EUROS) REMUNERACIÓN DE LOS MIEMBROS CONSEJO EJECUTIVO (MILES DE EUROS) EJECUTIVOS REMUNERACIÓN

EJECUTIVOS REMUNERACIÓN

CONSEJEROS EXTERNOS REMUNERACIÓN TOTAL

REMUNERACIÓN ALTA DIRECCIÓN, SIN CONSEJEROS (MILES EUROS) TOTAL

NÚMERO MIEMBROS

SUELDO MEDIO

TOTAL Ibex 35

186.843

2.031

62.064

295.240

449

658

Resto mercado*

104.688

595

47.471

109.360

534

205

Total general

291.531

1.088

109.535

404.600

983

412

*Datos correspondientes a las empresas cotizadas en el mercado continuo. Fuente: Informes anuales de Gobierno Corporativo de 2006, Comisión Nacional del Mercado de Valores/El País.

nas (el 2,6 %) ingresaba de 3.847 a 5.130 euros y, finalmente, 71.203 personas (el 2,4 %) recibían más de 5.130 euros (10 veces el SMI). Además, los salarios más bajos (menos de dos veces el SMI) han crecido en la Comunidad de Madrid en un 30% entre 1999 y 2005, cuando en España la media ha sido del 24 %, a la vez que disminuía proporcionalmente el número de asalariados en los tramos medios y superiores. En definitiva, sólo una pequeña parte de los asalariados madrileños, en torno al 20% que obtiene ingresos entre 1.700 y 2.360 euros brutos al mes, se encontrarían más o menos cercanos al salario medio de 2.000 euros brutos, establecido por la Encuesta de Costes Laborales para la Comunidad de Madrid en 2006.

El enorme crecimiento de las remuneraciones de las élites financieras y empresariales

Paralelamente al fenómeno de una creciente precarización general del mercado de trabajo, con el incremento de puestos situados en los niveles salariales inferiores, la brecha salarial entre trabajadores y cuadros directivos crece también en el interior de las empresas: así si hace 20 años la diferencia salarial

entre máximos directivos y los puestos con menores salarios era 10 o 20 veces superior, hoy aumenta hasta 100 o 200 veces, sin incluir salarios en especie, pólizas de seguro, fondos de pensiones etc., caso en el que se alcanzaría niveles de 1 a 100055. De acuerdo con los datos aportados por las 35 grandes empresas españolas del Ibex56, la retribución de los consejos de administración creció en 2006 un 30,9%, hasta los 250 millones, debido a la paga variable derivada de los altos beneficios y de la favorable evolución bursátil. Si se tiene en cuenta tanto a consejeros ejecutivos como a altos directivos, una élite de unos 541 miembros que formarían las cúpulas de las grandes empresas (92 ejecutivos y 449 altos directivos, con una proporción de una mujer por cada 20 hombres), la retribución total que recibieron fue de 482 millones, con un sueldo medio de 891.000 euros y un crecimiento del 27% frente al año anterior. A partir de estas medias, la retribución de los altos ejecutivos de las grandes empresas equivaldría a 45 veces el salario medio anual en España. Contando con el conjunto de las 120 empresas españolas que cotizan en el mercado continuo, los miembros de los consejos de administración cobraron 402,6 millones en 2006, lo que significó una subida del 28% (4 veces por encima del aumento del

55 R. Jáuregui: Hablemos de salarios, El País 18/07/07. 56 Datos del Informe anual de gobierno corporativo entregado en marzo de 2007 a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 31


7% de 2005). Ahora bien, dentro de estos niveles de remuneración también se dan grandes diferencias; así, si el sueldo medio de consejero ejecutivo de una empresa del Ibex supera los 2 millones de euros, el correspondiente a un consejero independiente de las empresas del mercado continuo está en unos 60.000 euros. Los sueldos más altos corresponden al sector financiero, 9,8 millones para el presidente del BBVA que equivalen a unas 500 veces el sueldo medio anual en España, seguido por los consejeros delegados del Santander (8,1 millones) del BBVA (8,1 millones). A estas cifras hay que sumar el aumento de compromisos para pensiones (otros 10 millones para el primero y el segundo —con unos fondos que suman ya 53,2 y 55,5 millones respectivamente— y 5,5 millones para el tercero).

La evolución del poder adquisitivo de los asalariados madrileños

Desde el ANC de 2002, los salarios pactados por convenio con cláusulas de revisión salarial han permitido mantener el poder adquisitivo de los trabajadores en relación al Índice de Precios al Consumo (IPC), con ganancias de medio punto anual57. Sin embargo el salario medio que recoge la Encuesta Trimestral de Costes Laborales del INE, muestra una perdida de poder adquisitivo en 2001, 2004 y 2005. El salario medio crece por debajo del salario pactado, ante la expansión de las ramas y ocupaciones con remuneraciones más bajas, a su vez resultado de un modelo de crecimiento basado en sectores poco productivos y escasamente intensivos en capital. En cierta medida, la reducción de las medias salariales no es mayor, en la medida en que el fuerte deterioro de los salarios asociado al incremento del peso de los puestos de trabajo más precarizados (sin requerimientos profesionales, mal remunerados y muy vulnerables ante cambios de ciclo productivo), ha sido estadísticamente compensado por la mejora del poder adquisitivo de los salarios percibidos por la mayoría de los trabajadores cubiertos por la negociación colectiva. De esta forma, se explica el estancamiento del salario medio real muestra desde el año 200058. El Banco de España, en su último informe anual59, cifra en un punto la rebaja de la media salarial que ha supuesto la incorporación de nuevos colectivos al mercado laboral: el crecimiento de los salarios en el año 2006 fue del 2,8%; sin el efecto sobre

el cómputo de los nuevos empleos creados el incremento ascendería al 3,8%. Según el banco emisor, esta cuantiosa entrada de nuevos trabajadores, en buena parte inmigrantes, habría actuado como un contrapeso al encarecimiento de los costes laborales resultado de las alzas negociadas en convenio. En este sentido, la entrada de trabajadores inmigrantes, con un crecimiento más elevado desde 2000, no ha supuesto por lo general una presión a la baja sobre los salarios de los trabajadores españoles, ya que han ocupado las categorías laborales más bajas —en sectores como la construcción, la hostelería y el servicio doméstico—, favoreciendo el acceso de los nativos a las intermedias y altas60. Es decir, que la incorporación de inmigrantes al mercado de trabajo español es antes consecuencia que una causa de la implantación de un tejido empresarial que se ha basado en la creación de muchos empleos con remuneración, productividad y cualificación muy bajas. Se trata de una dinámica iniciada antes del comienzo del último ciclo migratorio; de 1996 a 2000 el porcentaje de extranjeros sobre la población española se encontraba en torno al 2% (3% en la región madrileña), con una ligera tendencia al crecimiento que se aceleró a partir de 2000 hasta alcanzar en 2006 el 9% de media en España y el 13% en Madrid. Por el contrario, la tendencia de caída de la remuneración salarial sobre el PIB se afirma a partir de 1997, justo cuando se inicia el nuevo ciclo económico expansivo centrado en la construcción y la especulación en torno a los precios del suelo. La moderación sufrida por los salarios es mayor si, en vez del IPC se toma como referencia el deflactor del PIB, mucho más indicativo de la distribución de la renta entre capital y trabajo; analizando los principales indicadores de precios y salarios desde 1995 hasta 2007, desde un valor 100 para 1995, se obtiene que en 2007 el IPC alcanza un valor de 142,3. El índice de salarios fijados en convenios colectivos se sitúa en 150,1, el de los salarios brutos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral se sitúa en 146,4, y el salario mínimo, en 146,2 (este último disminuye respecto al IPC hasta 2003, y en 2004 inicia una recuperación hasta superarlo en 2007). Estos resultados podrían llevar a pensar que el salario medio no ha perdido poder adquisitivo, sin embargo, si se toma como indicador de referencia el índice de remuneración media por asalariado estimado por la Contabilidad Nacional (el Coste Laboral Unitario), éste se sitúa en un valor de 139,3 en 2007, cuatro puntos porcentuales menos que el IPC61. En cambio el valor del deflactor del PIB se sitúa en 2007 en 151,6, muy por encima de las remuneraciones

57 Con la excepción de 2006, cuando prácticamente se mantuvo inalterado el poder adquisitivo., debido a la gran diferencia entre la inflación media y la inflación de diciembre, dada la proximidad de esta última a la previsión de precios, la cual provoca que una gran parte de las cláusulas de revisión salarial no se activen. 58 Según el Informe de empleo de 2007 de la OCDE, el salario real medio en España había aumentado al ritmo del 1,9% anual entre 1990 y 1995, para disminuir un 0,5% entre 1995-2000 y un 0,3% entre 2000-2005. Este cálculo se realiza a partir del coste laboral medio, que además de los salarios, incluye las cotizaciones sociales y el resto de costes laborales en los que incurren los empresarios al contratar trabajadores. Si se observa sólo la evolución del salario real, éste crece entre 1995 y 2000, y se estanca a partir de ese año (documento de trabajo: “Los salarios en España. Las consecuencias sobre los salarios de un modelo de crecimiento poco productivo”, Gabinete Técnico Confederal de CCOO, septiembre de 2007). 59 Banco de España: Informe anual 2006. 60 En algunos casos, en zonas de sueldos más bajos y con más problemas de movilidad, como en el servicio doméstico, los trabajadores españoles sí que “pueden estar sufriendo cierta merma de sus salarios por la afluencia de inmigrantes”. Inmigración y mercado de trabajo, Informe de 2007, de la Secretaría de Estado de Inmigración. 61 Para corregir el efecto de disminución del salario medio ocasionado por el aumento del número de trabajadores a tiempo parcial, se puede utilizar el índice de remuneración media por hora, que alcanza el valor de 143,4 en 2007, ligeramente por encima del IPC.

32 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD


EVOLUCIÓN DEL PODER ADQUISITIVO DEL SALARIO MEDIO EN COMPARACIÓN CON EL PIB, ESPAÑA 1993-2005 SALARIO ) MEDIO (€) AÑO

PIB (MILES MILLONES €)

DEFLACTOR (INE)

EUROS DE CADA AÑO

SALARIO MEDIO (€)

PIB (MILES MILLONES €)

EUROS CONSTANTES

SALARIO MEDIO

PIB

TASA INTERANUAL (%)

1993

11.870

392,0

80,2

14.806

487,3

1994

11.905

398,1

83,9

14.183

494,9

-4,21

1,6

1995

12.128

447,2

87,9

13.800

508,9

-2,70

2,8

1996

12.350

473,9

91,0

13.565

520,5

-1,70

2,3

1997

12.473

503,9

92,9

13.431

542,6

-0,98

4,3

1998

12.596

539,5

94,5

13.324

570,7

-0,80

5,2

1999

12.719

579,9

96,7

13.151

599,7

-1,29

5,1

2000

13.279

630,3

100,0

13.279

630,3

0,97

5,1

2001

13.932

680,7

103,6

13.448

657,0

1,27

4,2

2002

14.370

729,2

107,2

13.402

680,1

-0,34

3,5

2003

14.963

782,5

110,4

13.548

708,5

1,09

4,2

2004

15.658

840,1

113,8

13.765

738,5

1,60

4,2

2005

16.018

905,5

117,6

13.618

769,8

-1,06

4,2

Evolución del salario medio y del PIB, en valores constantes, entre 1993 y 2005: -8,03 +57,98 Fuente: Colectivo Ioé, a partir de la Estadística de Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias, de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (con una estimación para los años 1997 y 1998, por interpolación entre los años 1996 y 1999; esta estadística no incluye el País Vasco y Navarra), en www.aeat.es; y de la Contabilidad Nacional de España del Ministerio de Economía y Hacienda (base año 2000).

medias por unidad producida (CLU)62. De la misma forma, la capacidad adquisitiva de los asalariados sufre un empeoramiento generalizado, si en vez del IPC se considera el deflactor del PIB, el cual recoge una medida más completa de los diferentes elementos que marcan el coste de la vida para los trabajadores63. El valor de los salarios en un modelo de crecimiento caracterizado por la explosión especulativa de los precios de la vivienda: el constante incremento del porcentaje de salario destinado al pago de la vivienda en la Comunidad de Madrid Sin duda, un factor clave de este empeoramiento del poder adquisitivo real es el vertiginoso aumento de los precios de la vivienda (más del 150% desde 1998), especialmente grave en la comunidad madrileña, convertido en efectivo instrumento de trasvase de rentas de las clases trabajadoras a los oligopolios del sector inmobiliario y de la construcción. Madrid es

una de las comunidades donde los hogares tienen más dificultades para llegar a fin de mes (un 76% de las familias declaran no llegar o llegan ajustados, frente al 61% de media en el conjunto de España)64. Igualmente, en la Comunidad de Madrid hay un

62

A. Laborda: “Salarios” (El País 1/07/07).

63

Una de las limitaciones básicas del IPC como estimador eficaz de la evolución del coste real de la vida radica en la exclusión de la vivienda habitual en propiedad como elemento de su cesta de la compra, justificada por el INE al considerar a la vivienda como un bien de inversión y no de consumo. Sin embargo, el consumo de servicios procedente de la vivienda en propiedad si que se incluye en el cálculo del consumo privado de las familias realizado por la Contabilidad Nacional.

64

Datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares, INE.

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 33


33,1% de hogares que no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, algo especialmente significativo ante el riesgo de disminución de ingresos, perdida o deterioro del empleo o subida de tipos de interés del mercado hipotecario65. Esta incapacidad de ahorro se agrava con el gran aumento del endeudamiento de los hogares motivado por el continuo incremento de los pagos por hipotecas, con un 46,5% de los hogares madrileños haciendo frente a una hipoteca en 200666. Como media, los hogares madrileños destinan un 42% de sus ingresos al pago de las letras del piso, y un 55% dedica a ello más de un tercio de lo que ganan. Si en 1995 había que dedicar 6,0 años de trabajo para pagar un piso de 90 m2 en Madrid (4,9 en España), en 2005 eran necesarios 14,5 años (10,9 de media en España). A su vez, el número de hogares hipotecados varía en función del nivel socioeconómico por razones de pura necesidad económica: mientras que el 40% de los hogares de nivel medio y alto tienen un préstamo para vivienda, en el caso de los niveles medio o bajo de renta, el porcentaje desciende hasta un 21%. A ello se suma que los hogares con bajos ingresos pueden acceder a un número muy limitado de viviendas, caracterizadas por su menor tamaño, y con grandes probabilidades de un uso en condiciones de hacinamiento. En cuanto a la composición de los endeudados por tramos de edad, el grupo que lo está en mayor medida es el de los jóvenes (un 58% de los endeudados tiene menos de 35 años), situándose a continuación los que tienen en-

tre 45 y 54 años. Entre otras consecuencias sociales de esta evolución, hay que resaltar las graves dificultades que encuentran una gran parte de los jóvenes madrileños para lograr una emancipación económica, fruto de los actuales precios de la vivienda y de unos salarios precarizados en muchos casos por debajo del mileurismo. Con una edad media de emancipación cercana a los 34 años (32 en el resto de España y 25 años de media en la UE), la gran mayoría de los jóvenes madrileños se verían obligados a un esfuerzo económico insostenible para emanciparse: dedicar el 76,6% del salario medio a la compra de una casa (IIIT de 2006), frente a un nada despreciable 53,2% de media en el conjunto de España. La situación es todavía más complicada para las jóvenes ‘madrileñas medias’, entre las que el esfuerzo llegaría al 80% de los ingresos o, incluso, para el subgrupo de edad de jóvenes de ambos sexos entre 18 y 24 años, quienes deberían debían invertir para ello un 94,9% de sus ingresos de 2005. A finales de 2006, lo grotesco de estas cifras hace ascender esta proporción hasta el 103,6%: ¡un joven menor de 25 años tendría que pagar como media más de lo que gana!67.

5. Conclusión. Acerca de la necesidad de recuperar la intervención del Estado para mejorar la redistribución de la renta mediante el aumento del gasto público social.

Ante la situación expuesta, resulta cuando menos chocante posiciones que continúan clamando por la moderación salarial, caso del Banco Central Europeo o del propio Banco de España al manifestarse recientemente en contra de las cláusulas de revisión salarial, tachándolas de inflacionistas y de obstaculizadoras del ajuste económico68. Parece pretenderse así el fomento de la competitividad mediante la reducción de los costes laborales, de tal forma que si las ganancias de productividad no logran crecer a un ritmo mayor, el ajuste se realice a través de los salarios nominales, ignorando el papel de los beneficios del capital privado

65

Encuesta de Condiciones de Vida de 2005 del INE (última publicada a diciembre de 2007).

66

Según el Banco de España, el porcentaje que representa el valor total de las deudas de los hogares españoles en relación con su renta bruta disponible ha pasado del 52% en 1997 hasta el 105% en 2005. La cuota hipotecaria mensual media, para un préstamo a 25 años, se sitúa en 896 euros, lo que supone un 53% del coste salarial mensual medio. De 2004 a 2006 el crecimiento de la cuota ha sido del 30%. En cuanto al plazo para el pago, que sirve como medio para contrarrestar la subida del precio de la vivienda, si en el 2003 se situaba en término medio en 23 años y 4 meses, para 2006, el plazo medio ascendió a 26 años y 10 meses, confirmando la tendencia a la suscripción de hipotecas a 30 o más años. Sólo este incremento de los plazos de contratación ha permitido a las capas sociales medias el acceso a la vivienda, si bien la reciente subida de los tipos de interés desde octubre de 2005 habría roto este mecanismo de precario equilibrio. La subida de la cuota media ha sido de 206 euros mensuales, pasando de los 690 euros de septiembre de 2005 para situarse en los 900 euros al comienzo de septiembre de 2007.

67

Datos del Consejo de la Juventud de España obtenidos del cruce de estadísticas de la EPA y del Ministerio de Vivienda.

68

Banco de España: Boletín Económico, Octubre 2007, p.58 y ss.

34 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD


y la actual evolución paralela de éstos con la disminución de la productividad y competitividad de la economía española69. En otras palabras, una política de moderación salarial para las clases trabajadoras, sólo puede ser eficaz en términos de desarrollo económico y al mismo tiempo, socialmente equitativa si se acompaña de una política fiscal intervencionista. Esta parece, por ahora, la única vía para volver a intentar una redistribución de la renta, relanzando los impuestos directos sobre los beneficios del capital y las rentas elevadas, incrementando bajo criterios de sostenibilidad ambiental el gasto público en infraestructuras y en capital social y humano (desarrollo de servicios públicos sociales, sanitarios, educativos y culturales gratuitos en general, etc.). Frente a las políticas neoliberales y flexibilizadoras dominantes desde los años 80, parece éste el único camino de recuperación

69

coherente de los estados sociales de bienestar en dimensión (al menos) europea. Afrontar los retos de la globalización implica por tanto adoptar una dirección opuesta a la señalada por las teorías y políticas neoliberales dominantes y refrendada por organismos internacionales como el FMI, la OCDE, el Banco Central Europeo y muchos de los bancos emisores nacionales: el incremento del gasto público de carácter social. En el caso concreto de España, la causa de la baja productividad y competitividad radica mucho más en la gran insuficiencia de tal gasto público en infraestructuras, capital humano y social, y en protección social; sólo el gasto de 72.000 millones de euros adicionales permitiría alcanzar el nivel de gasto social que nos corresponde por nuestro nivel de riqueza. El PIB per cápita es ya el 97% del promedio de la UE-15, en cambio, el gasto público social per cápita es sólo el 62% del promedio de la UE-1570. ■

“El empresario, frente a la abundancia de personas que quieren trabajar, no siente la necesidad de invertir y aumentar la productividad de sus puestos de trabajo. No es, pues, como constantemente se indica, que la abundancia de puestos de trabajo de baja productividad determina los salarios bajos, sino al revés, la existencia de grandes sectores de la población forzados a tener salarios bajos es lo que determina la baja productividad”. Vicenç Navarro: Los salarios en España, El País-Cataluña 11/09/07, p.28.

70

Vicenç Navarro: Entrevista en El País, 24/06/07, p.79.

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 35


Los salarios, los alquileres, el precio de la vivienda y el IPC Mariano Maroto. Sociólogo de la Fundación Sindical de Estudios.

os salarios, los alquileres, el precio de la vivienda y el IPC son cuatro indicadores que tienen relación entre sí en la vida cotidiana de cualquier ciudadano. El primero de ellos, el salario determina los ingresos económicos de casi veinte millones de españoles; el segundo, los alquileres que viene a regular los

L

36 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD

desembolsos que tienen que realizar cuatro millones de españoles que viven de alquiler; el precio de la vivienda es el tercero, del que depende que los jóvenes y menos jóvenes puedan en unos casos emanciparse y en otros ver el futuro con mejor perspectiva y el último, el Índice de Precios al Consumo (IPC) indica-


dor del que está pendiente el Gobierno porque es un indicador del que dependen casi treinta millones de ciudadanos (ocupados, parados y pensionistas), además de regular varios baremos para acceder a múltiples servicios que ofrecen las Administraciones Públicas (acceso a la vivienda protegida, al salario social, a la gratuidad de libros de texto, etc. Pues bien, una primera consideración que habría que hacer es que en España las tasas anuales de aumento del IPC general desde 1977 hasta 1987 siempre fueron superiores a los aumentos de esta misma tasa correspondiente al IPC de las viviendas de alquiler, es decir este hecho se dio hasta dos años después de aprobar se la Ley Boyer que liberalizaba los alquileres, es decir que como se puede comprobar en el gráfico 1 no fue sino hasta dos años después cuando el mercado inmobiliario reaccionó a esa Ley. A partir de 1987 la tendencia cambia y ahora será la tasa anual del IPC del alquiler de viviendas la que sobrepasa los aumentos del

IPC general. En Madrid, desde 1994 hasta 2006 los aumentos de los alquileres han estado por encima del IPC general, excepto en los años 1999-2001. (ver gráfico 1 y 2) Lo mismo ocurre en la comparación entre el porcentaje de aumento de las viviendas de alquiler y el incremento del metro cuadrado de la vivienda libre, tanto en España como en la Comunidad de Madrid. Las diferencias porcentuales en la Comunidad de Madrid entre ambos indicadores (alquileres y precio del metro cuadrado de vivienda) son más acusadas que en el Estado; en Madrid estamos hablando de diferencias porcentuales de hasta 16 puntos en favor de los aumentos del metro cuadrado de la vivienda libre mientras que el mayor diferencial en la media española fue de 13 puntos. (ver gráfico 3) Con respecto a la relación entre el aumento del IPC de las viviendas de alquiler y los aumentos salariales pactados en los con-

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 37


38 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD


ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 39


CUADRO 1 Riqueza inmobiliaria Riqueza inmobiliaria de los hogares de los hogares Ratio sobre PIB

Precio de la vivienda/ Renta bruta por hogar

Millones de Euros

Porcentaje

1987 MAR

481.548.125

233

1997 SEP

1.356.835.296

274

3,7

1987 JUN

514.665.482

244

1997 DIC

1.372.761.041

272

3,5

1987 SEP

544.134.956

250

1998 MAR

1.383.677.788

271

3,6

1987 DIC

580.901.091

258

1998 JUN

1.421.131.503

274

3,8

1988 MAR

623.028.332

269

1998 SEP

1.456.347.688

275

3,8

1988 JUN

661.008.507

277

1998 DIC

1.492.459.939

277

3,7

1988 SEP

688.911.683

281

1999 MAR

1.533.558.533

278

3,8

1988 DIC

724.339.137

289

1999 JUN

1.592.957.198

284

3,9

1989 MAR

784.899.706

305

1999 SEP

1.649.859.310

289

3,9

1989 JUN

829.465.751

313

1999 DIC

1.714.025.986

296

3,9

1989 SEP

872.111.593

320

2000 MAR

1.779.134.171

300

3,9

1989 DIC

899.826.764

321

2000 JUN

1.863.620.137

308

4,0

1990 MAR

963.580.313

335

2000 SEP

1.948.747.728

316

4,0

1990 JUN

985.318.636

333

2000 DIC

2.020.408.369

321

4,0

1990 SEP

1.010.291.192

334

2001 MAR

2.123.085.457

330

4,1

1990 DIC

1.033.344.301

331

2001 JUN

2.233.412.196

341

4,2

1991 MAR

1.097.290.260

343

2001 SEP

2.316.046.768

346

4,2

1991 JUN

1.147.049.048

350

2001 DIC

2.393.377.320

352

4,2

1991 SEP

1.178.366.196

351

2002 MAR

2.537.047.025

366

4,4

1991 DIC

1.235.155.985

361

2002 JUN

2.644.180.130

375

4,7

1992 MAR

1.183.394.096

336

2002 SEP

2.815.582.916

393

4,7

1992 JUN

1.161.062.208

323

2002 DIC

2.915.919.772

400

4,8

1992 SEP

1.160.989.122

318

2003 MAR

3.070.012.353

413

5,0

1992 DIC

1.159.344.993

314

2003 JUN

3.233.303.165

428

5,3

1993 MAR

1.153.058.301

311

2003 SEP

3.378.276.468

439

5,4

1993 JUN

1.174.875.363

315

2003 DIC

3.530.747.799

451

5,5

1993 SEP

1.187.652.646

315

2004 MAR

3.702.712.748

465

5,7

1993 DIC

1.193.672.783

313

2004 JUN

3.910.723.884

482

6,0

1994 MAR

1.187.088.992

306

2004 SEP

4.080.151.476

494

6,1

1994 JUN

1.195.624.104

303

2004 DIC

4.280.193.789

509

6,2

1994 SEP

1.213.963.336

303

2005 MAR

-

-

6,4

1994 DIC

1.214.319.500

299

2005 JUN

-

-

6,6

1995 MAR

1.237.719.864

299

3,8

2005 SEP

-

-

6,6

1995 JUN

1.257.545.477

298

3,8

2005 DIC

-

-

6,7

1995 SEP

1.269.803.377

295

3,7

2006 MAR

-

-

6,8

1995 DIC

1.277.880.552

286

3,7

2006 JUN

-

-

7,0

1996 MAR

1.287.402.933

284

3,6

2006 SEP

-

-

7,0

1996 JUN

1.302.516.398

283

3,7

2006 DIC

-

-

7,0

1996 SEP

1.308.568.699

280

3,6

2007 MAR

-

-

7,0

1996 DIC

1.317.504.321

278

3,6

2007 JUN

-

-

7,1

1997 MAR

1.325.755.188

276

3,5

2007 SEP

-

1997 JUN

1.343.293.729

276

3,7

40 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD

Meses

Riqueza inmobiliaria Precio de la vivienda/ de los hogares. Renta bruta Ratio sobre PIB por hogar

Meses

Fuente: Banco de España

Porcentaje

Riqueza inmobiliaria de los hogares

Millones de Euros

Porcentaje

Porcentaje

7,1


venios colectivos también en este ámbito ambos porcentajes han corrido en paralelo en el periodo analizado tanto en España como en nuestra Comunidad. A este respecto hay que diferenciar dos periodos en España. El primero desde 1977 a 1988 durante los cuales el aumento salarial pactado estuvo por encima de los incrementos anuales de los alquileres. A partir de 1989 hasta 2006 han sido los aumentos de los alquileres los que han estado por encima de los aumentos salariales, aunque estas diferencias eran de un máximo de 3-4 puntos que se redujeron a partir del año 2000 a décimas de diferencia. En la Comunidad de Madrid durante el periodo 1994-2006 los aumentos de los alquileres de las viviendas estuvieron por encima de los incrementos salariales pactados en los convenios colectivos, salvo en el periodo 1998-2001, pero estas diferencias entre ambos índices fueron más acusados en nuestra Comunidad que en el resto del país, sobre todo en los años 1994-1998 donde este diferencial osciló entre los 2 y 4 puntos, que se redujo a un punto de diferencia a partir del año 1999. (ver gráfico 4). La comparación entre los aumentos de las tasas anuales del IPC general y los incrementos del precio del metro cuadrado de la vivienda libre en España y la Comunidad de Madrid han ido creciendo paulatinamente desde 1997 hasta 2003, siempre a favor de los últimos. A partir de 2003 estas diferencias se han ido reduciendo hasta situarse en 2006 en un diferencial de 7 puntos a favor de los aumentos de los precios de la vivienda libre. Este diferencial entre ambos ha crecido de forma abrupta puesto que el diferencial entre ambos era en 1997 solo de 0,80 puntos y alcanzó su máximo diferencial en 2003 con 14 puntos. Cabe decir como anécdota que en 1996 el aumento del precio del metro cuadrado de la vivienda creció 2 puntos menos que el IPC de ese año. Por tanto, en los gráficos 1 y 2 podemos comprobar fehacientemente los aumentos desorbitados que se han dado hasta este mismo año en el precio del metro cuadrado de la vivienda libre que tuvo su punto álgido en el año 2002 para ir descendiendo, de una manera más suave hasta la fecha en la cual se está hablando de crisis del sector inmobiliario

no porque exista tal, sino porque los precios de los inmuebles se han moderado o mejor dicho se están estabilizando, aunque todavía su crecimiento era en 2006 superior en 7 puntos en España y de 4 puntos en Madrid con respecto al aumento del IPC. En la Comunidad de Madrid ocurrió lo mismo que a nivel estatal aunque aquí el diferencial entre el aumento del IPC y el del precio de la vivienda es más pronunciado todavía llegando a ser de 17 puntos en 2002 en pleno auge del aumento de los precios de la vivienda. También en la Región durante el trienio 1996-1998 los aumentos del IPC fueron superiores a los del metro cuadrado de la vivienda libre. A partir de este año las diferencias se fueron haciendo cada vez más pronunciadas hasta alcanzar el cenit en 2003. A partir de este año el diferencial entre ambas tasas se ha ido reduciendo de forma importante hasta llegar a ser solamente de 4 puntos en 2006. Comparando ambos territorios (España y Madrid) comprobamos como en España el precio máximo del metro cuadrado de vivienda se certificó en 2003 para caer, al año siguiente, unas décimas y empezar en 2005-2006 su caída de 4 puntos anuales. En la Comunidad de Madrid el cenit de los precios de las viviendas fue un año antes que en España (2002) bajando décimas en 2003 para tomar la senda del descenso en los tres siguientes años a un ritmo de 3, 4 y 5 puntos cada año, respectivamente. Por tanto y como conclusión decir que el aumento del IPC en España y la Comunidad de Madrid fue parejo durante el periodo estudiado (1978-2006), que los aumentos de los alquileres han tenido diferente comportamiento en ambos casos siendo los incrementos porcentuales de Madrid inferiores a los que se dieron en España hasta el año 2002, fecha en la que toma la cabecera la Comunidad de Madrid y para terminar en lo que se refiere a la subida de los precios de la vivienda manifestar que los porcentajes de aumento del precio de la vivienda fueron superiores en España desde 1996 a 1999. Durante el quinquenio 2000-2004 toman el relevo los aumentos de precio de la vivienda madrileña para volver a pasar a un segundo termino y dejar el “prime rate” a las subidas que se dan en la media nacional.

ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD OBSERVATORIO MADRILEÑO 41


En los gráficos 8 y 9 presentamos las cuatro variables analizadas para que se observe en conjunto como han variado en el transcurso del tiempo.

Riqueza inmobiliaria de las familias

El patrimonio de los españoles se levanta sobre ladrillos. Hace diez años la riqueza neta de una familia, que incluye las posesiones inmobiliarias y los activos financieros, superaba casi siete veces su renta disponible. Hoy, gracias al boom de la vivienda, es diez veces mayor y la riqueza de todos los hogares representa cinco veces el valor del PIB, como contrapartida, su endeudamiento también está en los niveles más altos de los últimos cuarenta años. (ver gráfico 1) Con la información que proporciona el Banco de España se puede calcular el valor de los inmuebles de las familias (su riqueza inmobiliaria), que equivalía en diciembre

42 OBSERVATORIO MADRILEÑO ECONOMÍA, TRABAJO Y SOCIEDAD

de 2004 a 4,28 billones de euros, y suponía el 509% del producto interior bruto (PIB), mientras que en marzo de 1987 la riqueza inmobiliaria de los hogares alcanzaba los 0,48 billones de euros representando, respecto al PIB, un 233%, habiéndose duplicado esta ratio en el transcurso de los diecisiete años transcurridos en este periodo a nivel porcentual mientras que en términos absolutos la riqueza inmobiliaria se multiplicó por nueve (ver cuadro 1). Como consecuencia de ello el porcentaje del precio de la vivienda sobre la renta bruta por hogar era en septiembre de 2007 de un 7,1% cuando en marzo de 1995 este porcentaje suponía el 3,8%, por tanto en algo más de doce años esta ratio se ha multiplicado también por dos (ver cuadro 1 y gráfico 2). En el gráfico 3 se puede comprobar como el aumento del precio del metro cuadrado de la vivienda tiene una alta correlación (0,7675) con el aumento de la riqueza inmobiliaria de los hogares españoles en el periodo contemplado. Es decir, más de las tres cuartas partes del aumento de la riqueza inmobiliaria de los hogares españoles proviene de la revalorización de los inmuebles que poseen en propiedad. ■


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