FARMACIA, MEDICINA & HISTORIA
No Especial - 2019 SEXTA ร POCA
Revista de estudios histรณricos de las ciencias de la salud Antigua revista Medicina e Historia (Fundada en 1964)
Homenaje a Juan Uriach Marsal en su 90 aniversario
www.fu1838.org
FARMACIA, MEDICINA & HISTORIA
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Nº Especial - 2019 – SEXTA ÉPOCA Revista de estudios históricos de las ciencias de la salud Fundada en 1964 Publicación bianual Fundación Uriach 1838 Centro de Documentación de Historia de las Ciencias de la Salud Polígono Industrial Riera de Caldes Avda. Camí Reial 51-57 08184 Palau-Solità i Plegamans (Barcelona-España) www.fu1838@uriach.com fu1838@uriach.com Director de la publicación:
Javier Uriach Torelló Coordinació de la publicació:
Judit Entrena Ariza Jordi Sequero Ruiz Diseño y maquetación:
Estudi Quim Duran Soporte válido con la ref. SVR nº 479 Dep. Legal B-27541-1963 ISSN 2604-6466 © de la edición: Fundación Uriach 1838 Reservados todos los derechos El contenido de la presente publicación no puede ser reproducido, ni transmitido por ningún procedimiento electrónico o mecánico, grabación magnética, ni registrado por ningún sistema de recuperación de información, en ninguna forma, ni por algún medio, sin la previa autorización por escrito del titular de los derechos de explotación de la misma. Prohibida su venta.
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Javier Uriach Torelló
22 Julià García Rafanell
Introducción
El Dr. Uriach: el empresario,
el científico, la persona
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Antoni Esteve Cruella
Más que un amigo
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Antoni Vila Casas
Amigo Juan
26 Javier Navarro Olivella
Dejar huella
28 Oriol Segarra Montaner
10 Joan Sabater i Tobella
31 Joaquim Agut Bonsfills
Juan Uriach Marsal: del personaje a la persona
Doctor Juan Uriach Marsal: el LÍDER ejemplar
13 Miquel Ylla-Català Genís
Joan Uriach Marsal, farma- céutico notable: amor por
33 Alfonso Merry del Val
el arte, la cultura y la belleza
15 Josep Antoni Bombí Latorre
Uno de nuestros grandes
“Homenots”
17 Anna Maria Carmona i Cornet
Vivencias en las diferentes etapas de la trayectoria acadé- mica y profesional del
Dr. Joan Uriach Marsal
Don Juan Uriach Marsal: del empresario a la persona
Veinte años en el Consejo de Administración
35 Antoni Matabosch i Soler Rebuscando entre mis recuerdos
36 Genís Sinca Algué
El Doctor Biodramina
20 José Danon Bretos
Juan Uriach Marsal,
bibliófilo
Portada: Retrato de estudio de Joan Uriach Marsal. Àngel Font, 2000
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Introducción Nuestras vidas son la obra de nuestros pensamientos Marco Aurelio
Javier Uriach Torelló
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En este año de 2019 se van a celebrar dos efemérides que, a ojos de mucha gente, pueden pasar inadvertidas, pero para todos los que formamos la gran familia de Uriach tienen una importancia sustancial. Me refiero al noventa aniversario del Doctor Juan Uriach Marsal, y sus sesenta y seis años desde que entró a trabajar en la empresa familiar que lleva su apellido. Para conmemorar estas dos fechas tan importantes, desde la Fundación Uriach 1838, hemos querido rendir homenaje a su persona en lo que pretende ser una clara demostración pública de admiración y respeto a quien, actualmente, ostenta la presidencia honorífica de nuestra empresa y que, a su vez, personifica una parte tan importante de nuestra dilatada historia. Porque Juan Uriach Marsal, coloquialmente conocido como el Doctor, es memoria viva de nuestra empresa. Farmacia, Medicina & Historia (anteriormente denominada Medicina & Historia) es una publicación creada precisamente por el Doctor en el año 1964. A lo largo de estos cincuenta y cinco años de existencia se han venido publicando colaboraciones de investigación histórica, así como los trabajos que han resultado galardonados con el premio “Historia de las Ciencias de la Salud” que otorga anualmente nuestra Fundación (cuya edición número 50 se celebra, precisamente, este año 2019). Habiendo sido Juan Uriach Marsal su creador y máximo impulsor, ¿cómo no íbamos a rendir un homenaje a su persona desde esta revista? Es por este motivo que nos hemos permitido la licencia de dedicarle un número especial, un monográfico dedicado en exclusiva a él. Para ello, pensamos en reunir a un grupo de personalidades que han sido importantes, y representativas a lo largo de su amplia trayectoria. Se ha intentado abarcar todos los ámbitos, tanto de su vida profesional como personal. Son muchas las personas que han conocido y tratado al Doctor. Habría sido imposible reunirlas a todas ya que entonces la revista habría pasado a tener un formato mucho más extenso, por lo que nos hemos visto obligados a realizar una pequeña selección de entre todos ellos. Creemos que los que figuran personifican perfectamente estas dos esferas de su
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vida: la laboral y la personal. Comenzaremos por dos de sus amigos más entrañables. Ambos colegas de profesión. En primer lugar, el doctor Josep Esteve Soler 1, compañero en la carrera de Farmacia y representante de una de las sagas farmacéuticas más célebres de nuestro país, así como expresidente del grupo de empresas que lleva su nombre y que fundara su padre, Antoni Esteve Subirana. A continuación, la siguiente pluma en sumarse a este merecido homenaje es la de Antoni Vila Casas, otro peso pesado de la industria farmacéutica y compañero infatigable de muchas batallas junto a Juan Uriach Marsal. Esteve – Vila Casas – Uriach, como si de los tres tenores se tratara, han sido además de competidores unos grandes amigos. Tres compañeros de carrera que, cada uno por su lado, encumbraron sus respectivos negocios hasta alcanzar las más altas cotas de excelencia empresarial, dejando el pabellón de la industria farmacéutica española en lo más alto. Sí, eran competidores, pero entre ellos siempre rigió un código, no escrito, de caballerosidad, de no agresión y respeto entre sus respectivas compañías. El ámbito académico ha sido también uno de los puntales en la vida de Juan Uriach, y por ello hemos querido hacerlo patente, en este número especial, de la mano de tres de sus más estimados representantes. Por parte de la Reial Acadèmia de Farmàcia de Catalunya contamos con las colaboraciones de los doctores Joan Sabater Tobella (1981/1990) y Miquel Ylla-Català (2005-2010); y por parte de la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya participa su actual presidente, Dr. Josep Anton Bombí Latorre, todos ellos grandes amigos personales del Dr. Uriach y colaboradores habituales en nuestra Fundación La farmacia, como disciplina, siempre ha estado presente a lo largo de la vida del Doctor. Farmacéuticos, además
1 El inesperado fallecimiento de Josep Esteve, acaecido el pasado mes de marzo, no permitió la finalización de su aportación a este homenaje. En su lugar, y retomando el texto ya iniciado por el Dr. Esteve, le releva su hijo Antoni Esteve Cruells, perfecto conocedor de todos los miembros de la familia Uriach y a quien agradecemos sinceramente el gesto de querer concluir las palabras que su padre iniciara con tanta ilusión.
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
Visión, generosidad, sentido común, entrega, capacidad de trabajo, compromiso, pasión, bonhomía y humanidad son algunos de los adjetivos mencionados
de él, lo fueron dos de sus tíos abuelos, dos primos de su padre, su hijo mayor Juan y más recientemente su nieta María. En consecuencia, nos pareció más que evidente que alguien de la Facultad de Farmacia de Barcelona tenía que estar presente en este homenaje. Y quien mejor para ello que la Dra. Anna Maria Carmona, profesora emérita de Historia de la Farmacia, así como presidenta del Institut Medicfarmacèutic de Catalunya y gran amiga del Dr. Juan Uriach Marsal. La mayoría de quienes nos han seguido estos años a través de esta revista y nuestra página web conocerán el vínculo entre José Danon Bretos y Juan Uriach Marsal. Durante más de cuarenta años Danon fue el encargado de la Biblioteca Histórica de Uriach e impulsor de nuestra Fundación en sus inicios. Él también ha querido sumarse al homenaje que realizamos a su querido doctor Uriach. Del ámbito empresarial hemos propuesto a tres personajes que encarnan, en cierta manera, el pasado, el presente y el futuro de nuestra empresa. En primer lugar, el Dr. Julián García Rafanell, quien, por muchos años, dedicó sus esfuerzos a promover la I+D en la empresa Uriach. La niña de sus ojos, así era como llamábamos al Departamento de Investigación, dada la adoración que mi padre le tenía y le sigue teniendo. No es para menos, él fue uno de los principales impulsores de su creación en el año 1958. El Dr. Javier Navarro Olivella puede representar perfectamente el presente de la empresa. Presente ligado al pasado (entró en el año 2000) y enlazado, a su vez, con el futuro. Futuro que encarna a la perfección Oriol Segarra Muntaner, actual CEO de la compañía, quien en apenas siete años le ha sabido imprimir un vuelco histórico a Uriach y es nuestra gran apuesta para los años venideros. Concluyendo este ámbito, no podíamos obviar a dos personajes sin los cuales la empresa Uriach, desde el punto de vista empresarial, no habría alcanzado jamás las cotas de éxito que gozamos en la actualidad. Son representantes de aquel primer Consejo de Administración que de manera oficial y oficiosa cogió las riendas del negocio por allá los años noventa, del siglo pasado. Joaquim Agut Bonsfills lle-
va ocupando desde hace más de 20 años el cargo de consejero, lo que le da un profundo conocimiento de la realidad de Uriach y de la figura de Juan Uriach Marsal. Alfonso Merry del Val también comenzó su andadura con nosotros en ese primer Consejo de Administración para posteriormente pasar a ocupar un cargo más ligado a la familia y no tanto al negocio. Sus aportaciones han sido fundamentales para el buen gobierno de Uriach, como negocio, y de la familia Uriach, como empresarios. Para finalizar la relación de colaboraciones, contamos con la contribución de dos personajes del círculo más íntimo y personal del Doctor. En primer lugar, el doctor Antoni Matabosch Soler, sacerdote y ex delegado de economía del obispado de Barcelona. A continuación, el que podríamos denominar biógrafo personal del Doctor, el periodista y escritor Genis Sinca, quien fue el encargado de transcribir las conocidas memorias del Doctor Biodramina y es a él a quien corresponde cerrar la lista de personalidades que, de manera tan generosa, han querido rendir homenaje a la figura de Juan Uriach Marsal con motivo de su noventa aniversario. Visión, generosidad, sentido común, entrega, capacidad de trabajo, compromiso, pasión, bonhomía, humanidad son algunos de los adjetivos mencionados a lo largo de todas estas colaboraciones y que vienen a resumir, a la perfección, la dimensión y grandeza del personaje al cual homenajeamos en estas páginas. Un hombre entregado en cuerpo y alma a su proyecto empresarial y familiar. Un ser irrepetible y excepcional al que le hemos querido honrar con estas páginas en la esperanza de que las sabrá disfrutar en su justa medida. ¡De parte de tus amigos, colaboradores y familiares nuestra más sincera y cariñosa felicitación! s
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Vicepresidente de la Fundación Uriach 1838
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Más que un amigo Antoni Esteve Cruella *
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a pérdida de mi padre, hace tan solo unas pocas semanas, me sitúa en una posición un poco delicada, y también difícil, sobre todo por tener que llevar a cabo y por escrito una acción que él siempre hacía, hablar de su gran amigo el Dr. Joan Uriach. Para mi padre, Joan Uriach era un referente constante desde que habían estudiado juntos la carrera de Farmacia. En casa, era habitual que, ante una duda, del tipo que fuera, a veces incluso de carácter personal, o simplemente para disfrutar del consejo directo de alguien de
total confianza, mi padre dijera: “No lo sé, preguntádselo a Joan, a ver él que haría”. Se refería obviamente a Joan Uriach. También recuerdo el requerimiento práctico del amigo, sobre todo si se trataba de cuestiones de tipo artístico, el interés alrededor de un cuadro, la publicación de algún papel sobre la historia de la farmacia, por ejemplo, lo que fuera… mi padre preguntaba directamente: “¿Cómo ha hecho esto Joan?”. Tú le explicabas que de esta o de aquella manera y entonces él te respondía: “Hazlo igual que él y no te equivocarás”. La confianza entre
ambos era total y absoluta, más allá de posibles competencias a nivel empresarial, que seguramente había muchas, como es natural. Pero, por encima de todo esto, sobrevolaba un hecho, una circunstancia permanente que siempre me impresionó, profundamente, y que estoy seguro de que mi padre habría querido remarcar si hubiera sido él quien hubiese escrito estas líneas. El valor casi sagrado de la palabra amistad. Haber hecho juntos la carrera, compartir los años de estudiantes, la universidad, en un tiempo y en una época, mitad de los
En casa, era habitual que, ante una duda mi padre dijera: “No lo sé, preguntádselo a Joan, a ver él que haría”
años cincuenta, en la que en la universidad no había prácticamente nada, según nos explicaba mi padre, les había unido de manera tan sólida que a nosotros nos cuesta comprender, en toda su ejemplaridad. Solo ellos dos, tanto Joan como Josep, sabían lo que habían pasado juntos y lo que habían Josep Esteve y Joan Uriach en un acto social (05/09/1993)
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Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
tenido que aprender en aquella facultad de Farmacia tan insuficiente y migrada; solo aquella generación podía explicar el sentido real de palabras tan sólidas e importantes como las que les unían. Puede parecer exagerado, pero no lo es. Mi padre consideraba a Joan un verdadero amigo, alguien de quien podía fiarse a pies juntillas, más allá de cualquier interés. La desconfianza entre ellos dos no existía. Y todo era debido a la experiencia de los años, las décadas que habían pasado juntos. Y probablemente aún más porque, en conjunto, también estoy seguro de que hundieron sus raíces en una figura extraordinariamente importante y referencial para ellos, tanto para Josep Esteve i Soler como para Joan Uriach i Marsal, la figura de mi abuelo, Antoni Esteve i Subirana, ilustre farmacéutico manresano, que había seguido bien de cerca la carrera de los dos chicos. Esteve i Subirana, un gran hombre de la cabeza a los pies, estaba en los inicios de una aventura empresarial que convertiría la pequeña farmacia modernista de Manresa, heredada de su padre (Josep Esteve i Seguí), en una industria pudiente que después también se convirtió en multinacional, una especie de milagro que impresionaba a los dos estudiantes y que tenía como reflejo y manera de hacer aquel auténtico referente que era Esteve i Subirana. Había sido él, fijándose en las dotes de Joan Uriach, quien había sabido que el amigo de su hijo farmacéutico era, sin duda, el ejemplo a seguir, un ideal sólido y sano. Joan Uriach, además, tenía y tiene una historia empresarial y familiar muy similar a la nuestra. Pero, más allá del referente farmacéutico, empresarial, familiar, Esteve i Subirana les aportó un concepto más destacado si cabe, que Uriach llevaba ya muy interiorizado de su propia casa: el respeto por los antepasados, una grandísima devoción, no tan solo por los padres y la historia de esfuerzo que les precedía, sino por los papeles, la cultura, la historia. En este sentido, fue Joan Uriach quien se pasó la vida recordando a mi padre la importancia que tenían los precedentes, tan cargados de abuelos sensacionales, rompedores, con sus productos casi inverosímiles. Puedo afirmar, sin equivocarme,
Antoni Esteve Cruella hijo de Josep Esteve i Soler
Lleva muy interiorizado el respeto por los antepasados, una grandísima devoción por los padres y la historia de esfuerzo que les precedía que fue Joan Uriach quien le había hecho comprender la importancia no tan sólo de mantenerse vinculado a los inicios, sino de reivindicarlos y homenajearlos. Desentenderse de la historia de los antepasados significaba el final, la muerte. Por el contrario, mantenerse vinculado y entender todo aquello que le había precedido significaba continuidad. Así que, respecto a los orígenes, Esteve i Subirana acabó aportando a los dos amigos, como consecuencia lógica, el tercero y seguramente el más práctico y trascendental de los aspectos: la implicación. Los dos, tanto Joan Uriach como Josep Esteve, estuvieron
involucrados en todas partes, desde los inicios en Farmaindustria, institución que supieron liderar y presidir de forma alternativa, juntamente con su gran amigo en común Antoni Vila Casas, siempre poniendo en valor el interés por la industria farmacéutica nacional, hasta las academias de Farmacia y Medicina. Ahora mismo siento una gran responsabilidad por haber heredado la medalla n.º 22 como académico numerario de la RAMC, la que justamente tenía Joan Uriach, que ahora ha pasado a ser académico emérito. Una gran responsabilidad y un privilegio enorme. Aunque ellos fueron más allá: se implicaron en tantísimas otras instituciones, con muchísima pasión y compromiso, dos características ampliamente compartidas por ambos, pasando por todo tipo de entidades e iniciativas que pudieran promocionar la serie de valores que les identificaban, ya fuera el Liceo, el Círculo de Economía, o donde fuera, que les permitiese seguir formando parte y tejiendo la enorme red no solamente empresarial, sino social y cultural que les habían inculcado. Mi padre siempre repetía la frase que había oído decir a Joan Uriach: “Si ellos estuvieron, nosotros también tenemos que estar”. En este sentido, a veces y según me consta, eran el uno para el otro, incluso en representación del que no podía asistir a alguna reunión o encuentro. Y, por encima de todo, este concepto tan impresionante y raro de la amistad, la capacidad de transmitir al amigo la admiración y el afecto, que era un sentimiento auténticamente mutuo. Ahora que mi padre no está, de repente he sido consciente de la gran amistad que le unía con el Dr. Uriach. Es por esto que ahora, en nombre de toda la familia Esteve, me veo en la necesidad de dar las gracias a Joan Uriach i Marsal, y a su familia, no solo por el sentido de amistad que le unió con nuestro padre, sino también por haberle querido tanto; por haber sido, en definitiva, más que un amigo. s
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Consejero del Grupo Esteve
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Amigo Juan
Antoni Vila Casas
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Te conocí en la facultad de Farmacia y te miraba con admiración por las buenas notas y matrículas de honor que sacabas en la carrera
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é que pronto vas a hacer noventa años, los cuales llevas muy bien y de los cuales has trabajado sesenta y seis en tu compañía farmacéutica. Mi relación con Uriach viene de muy lejos, de cuando yo tenía la farmacia en la Gran Vía, esquina Girona, e iba a buscar las urgencias y hacía pedidos al mayorista que teníais en la calle Bruc. Ya te conocí en la facultad de Farmacia pues ibas un curso por encima del mío y te miraba con admiración, primero por las buenas notas y matrículas de honor que sacabas en la carrera y después porque tenías un magnifico laboratorio y magníficos productos que yo despacharía en mi farmacia. Uno, el Disgren, que tanta fama dio al laboratorio por ser un producto de investigación propio. Estos son los primeros inputs que yo tuve del
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que hoy es mi buen amigo Juan Uriach Marsal, pero, nuestra buena amistad, diría yo que se hizo a través de los años que pasamos en Farmaindustria. Allí coincidimos el Dr. Esteve, Uriach, yo y otros laboratorios catalanes que estaban representados por el Sr. Foguet, el Sr. Font, el Sr. Peris y americanos y franceses y extranjeros… por recordar alguno Tomás Vilarroya, Jesús Acebillo, los de aquí de Barcelona y algunos de Madrid como los Alonso, Abelló… y hasta un gallego, el inefable González Hervada. Y cuando actuaste de presidente la primera vez, ya que creo que tú fuiste dos veces presidente, recuerdo tu buena relación con Fernández Ordoñez y
Antoni Vila Casas y Joan Uriach en el acto de Inauguración de las nuevas instalaciones de los laboratorios Uriach en Palau-solità i Plegamans (11/12/2002)
los pactos que hacías para favorecer a la industria que tú representabas como presidente de la agrupación. Poco a poco se fue creando entre Esteve, tú y yo una buena relación, que nos permitió formar la tripleta para, siendo sucesivamente los tres presidentes de Farmaindustria, poder marcar el espíritu de la industria con el beneplácito de González Hervada. Creíamos que era lo que convenía en
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
aquellos momentos en la industria farmacéutica. No obstante, en el terreno más personal, sí que me acuerdo de la hepatitis que cogiste en tu primer mandato y de la que te costó recuperarte. También me acuerdo de cuando los socialistas embargaron el Laboratorio Huber, que había caído en manos de Ruiz Mateos, y que la Administración dirigida por el ministro Boyer quería expropiárselo y el Ministro de Sanidad estaba de acuerdo. Creo que tanto tú como yo vimos la oportunidad de que, si nos uníamos los cinco laboratorios catalanes, se podría hacer con los Laboratorios Huber un gran laboratorio de genéricos. Poco a poco fuimos avanzando, pero primero Esteve y luego Ferrer dijeron que nos podía perjudicar la relación con las multinacionales; los Gallardo porque eran sobrinos del exdueño de Huber. Y solamente quedamos tú y yo, que éramos en aquel entonces los que teníamos menos venta de los cinco laboratorios catalanes. No pudimos ir solos a esta aventura que hubiese sido la oportunidad de hacer un gran laboratorio español de genéricos. La idea nos gustó e hicimos una prueba menor, comprando los Laboratorios Liberman para hacer el laboratorio de genéricos más pequeño. Ello hizo que la relación de Juan Uriach (padre e hijo) conmigo y con mis socios fuera muy intensa, incluso con el Sr. Terribas y el Sr. Torrens. Después, poco a poco nos fuimos desilusionando porque el laboratorio Liberman era demasiado pequeño. No obstante, gracias a esta relación, llegamos a compartir ideas y proyectos en investigación, y quisimos invertir en una molécula que tú habías investigado, la Rupatadina, y para la que yo tenía interés en que me dieras la licencia para Prodesfarma. Después Prodesfarma hizo una fusión con Almirall y no pude, desde mi nueva sociedad, intervenir en este tema, pero, aun así, tanto la relación en Farmaindustria a tu lado como en las aventuras de los genéricos y de la investigación hicieron que cada día mi admiración por tu capacidad de trabajo, bonhomía y caballerosidad fueran
Solo me queda añadir la satisfacción de sentirme amigo tuyo y de toda tu familia, pues sois un conjunto envidiable de admiración
Por último, recuerdo que, en mi última empresa farmacéutica, Aquilea, cuando decidí después de mi enfermedad desprenderme de mis actividades sanitarias, tuve la satisfacción de ver que quedaría en vuestras manos, cosa que me alegró porque estaba seguro de que os dejaba una buena compañía y que vosotros la convertiríais en una compañía de referencia en el tema de los nutraceúticos. Solo me queda añadir la satisfacción de sentirme amigo tuyo y de toda tu familia, pues sois un conjunto envidiable de admiración.
Reunión de la junta de gobierno de Farmaindustria (10/10/1995)
No puedo dejar de decir que también coincidimos en temas de arte, como la colección de arte de tu padre, y el coleccionismo, y que ayudaste siendo patrón de mi Fundación y en los principios de ella para marcar la filosofía de la misma. s
cada vez más patentes. También en el terreno familiar fui conociendo a tus hijos, Juan, Marta, Javier, Enrique y Joaquín por quienes siento un gran aprecio, y en especial a tu hija Sisón, por quien toda la familia teníais un cariño especial, mi esposa y yo también. Podría contar anécdotas de todos tus hijos, pero seguramente sería muy largo por escrito, aunque con todos ellos he tenido una relación personal, amigable y siempre satisfactoria.
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Presidente de la Fundación Vila Casas
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Juan Uriach Marsal: del personaje a la persona Joan Sabater i Tobella *
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egún el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, personaje es: “Persona de distinción, calidad o representación de la vida pública”. Es evidente que podemos aplicar el calificativo de personaje a Juan Uriach Marsal. Es un personaje de la sociedad catalana, en primer lugar porque es la cuarta generación de una empresa farmacéutica que se inició con su bisabuelo quien, en el año 1838, entró a trabajar en una pequeña droguería junto a la Basílica de Santa María del Mar, y que su abuelo transformó en laboratorio farmacéutico. Cuatro generaciones de una familia catalana de farmacéuticos que, en cada momento, aparte de su actividad industrial, ha estado también ligada a la cultura y al arte. En reconocimiento a sus méritos personales en el entorno de la Sanidad, entre otras muchas distinciones, recordamos que es Académico Numerario de la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya, y Académico de Honor de la Reial Acadèmia de Farmàcia de Catalunya. Le fue otorgada en 1987 la Creu de Sant Jordi, de la Generalitat de Catalunya y en 2015 la Medalla de Oro de la Real Academia Nacional de Farmacia. Ha sido también presidente del Consell Social de la Universitat Autónoma de Barcelona, lo que es un índice de su vinculación con la Universidad. Pero, aparte de su actividad pro-
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fesional e industrial, no ha dejado de mantener activa su vocación y dedicación al arte, y prueba de ello es que también es académico numerario de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Jordi, es decir, se le han reconocido sus méritos en el mundo del arte como divulgador y mecenas. También es de resaltar su gran afición a la música, lo que le ha llevado a ser benefactor del Gran Teatro del Liceo. Solo con estas pinceladas sobre lo mucho que ha hecho y puede decirse de él, es evidente que Juan Uriach merece el calificativo de personaje de la sociedad catalana y española. Hasta el año 1971, para mí Juan Uriach era este personaje conocido y que en algún acto público había pas-
Joan Uriach Marsal y Joan Sabater i Tobella durante un acto de la Fundación Uriach 1838
La persona es mucho más importante que su personaje, precisamente no por lo que tiene sino por lo que realmente es
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
ado también al nivel de saludado. En el año 1971 ingresó en la entonces denominada Real Academia de Farmacia de Barcelona. Allí nos encontramos como compañeros y fue el inicio de una entrañable amistad. Con el trato poco a poco fui adentrándome en la persona y a lo largo de estos casi cincuenta años he evidenciado que, si bien el personaje es importante (en general a los personajes se les asocia a lo que tienen), la persona de Juan es mucho más importante que su personaje, precisamente no por lo que tiene sino por lo que realmente es. Como persona, Juan es un brillante de múltiples facetas, que cuánto más lo conoces más descubres. La primera faceta, la que yo valoro más, pero que quizás en nuestra sociedad actual se valora poco, es la bondad. Ser bueno no es fácil y él lo es, con su familia, con los amigos, con los que forman parte de sus empresas y en su comportamiento personal y social. Otra faceta es su sencillez. Sencillo en el trato, en sus formas, en el entorno que lo rodea, nunca hace gala del personaje, siempre aparece con la sencillez de la gran persona. Otra faceta es que es un gran conversador. El personaje, como es obvio, ha tenido múltiples contactos y vivencias con otros personajes y en temas a veces importantes. Él, que goza de una memoria portentosa, relata —siempre aliñado con un fino humor—, situaciones vividas a lo largo de muchos años, que son el hilo conductor de conversaciones en las que nunca te acuerdas de mirar el reloj. Es generoso, generosidad que liga a su afición por el arte y en su laboratorio, una industria, pueden contemplarse obras de arte que muestran su gusto y su mecenazgo. En la Reial Acadèmia de Farmàcia de Catalunya quedará para siempre su patrocinio de un friso del prestigioso pintor catalán Josep Guinovart, contraste armónico entre un estilo de pintura moderna i el románico catalán del siglo XV de la sala. Generosidad con la creación, en el año 1988, de la Fundación Uriach 1838, coincidiendo con los 150 años de los orígenes de la compañía. Precisamente ese año, Juan y su esposa Mima
Acto de entrega del IX premio Fundación Uriach de Ciencias de la Salud (28/02/2007)
Sencillo en el trato, en sus formas, en el entorno que lo rodea, nunca hace gala del personaje, siempre aparece con la sencillez de la gran persona
y yo con la mía, Margarita, emprendimos juntos un viaje a México, con motivo de leer nuestros respectivos discursos de ingreso como académicos extranjeros en la Academia Nacional de Ciencias Farmacéuticas de México. Aprovechamos para hacer unos días de turismo por aquél bello y esplendoroso país. En aquel momento su ilusión estaba centrada en dar contenido a la recién creada fundación. Ideas, proyectos, cómo hacer algo diferente. Allí le brotó la idea del Premio
Ciencias de la Salud, de enfoque nuevo y que no ha sido ni tan solo imitado por otros. Me comentó que los premios existentes eran o bien para gente joven que empezaba, premios de doctorado o postdoctorado para ampliar estudios, o bien premios a una trayectoria científica, es decir premios a la jubilación, pero no había premios para los investigadores en activo. Lo comentamos y hablamos extensamente sobre ello. Finalmente, el premio consistió en una cantidad para el investigador y una cantidad para el centro, dedicada a seguir con la investigación. En aquel momento su cuantía superó la máxima de un premio científico en España, que eran los Premios Príncipe de Asturias. Ninguna otra fundación o entidad ha reproducido este tipo de premio que no solo premia a una persona sino también al centro y a la continuidad del trabajo, lo que de hecho beneficia también a toda la sociedad. En aquellos días tuvo la gentileza de proponerme para formar parte del futuro Patronato de la Fundación, honor que acepté gustoso y que aún ostento. Procuro ayudar, con mi modesta aportación de ideas y sugerencias, a la obra de su generosidad, y lo que más valoro es que, además, me permite seguir gozando de su amistad, la de sus hijos y la de los otros miembros del Patronato. En la Fundación, además, se en-
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Joan Sabater i Tobella
Relata con fino humor situaciones vividas que son el hilo conductor de conversaciones en las que nunca te acuerdas de mirar el reloj
Acto de entrega del VIII Premio Uriach de Ciencias de la Salud (20/01/2005)
cuentra el legado de carteles y folletos históricos del laboratorio, que son una muestra de la evolución de lo que hoy llamamos marketing, de un laboratorio farmacéutico desde sus inicios hasta el día de hoy. Sin el gusto por el arte y la historia de las cuatro generaciones no hubiera sido posible. También tiene gran importancia la Biblioteca Histórica de la Fundación Uriach. Es la biblioteca privada de libros antiguos de Medicina y de Farmacia más importante de España, y puede competir con las públicas más destacadas. Se está también haciendo el esfuerzo de digitalizarla. Ser la cuarta generación de una empresa no es fácil, pues a veces se cae en el tópico de esto se ha hecho siempre así y punto, y hay siempre resistencias
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a los cambios. Estamos precisamente en una sociedad que cambia de forma exponencial en relación a otros tiempos, ya no en el siglo XIX cuando se fundó el laboratorio, sino incluso en la segunda mitad del siglo XX. Él ha sabido actualizar la alta dirección del laboratorio, que sigue como empresa familiar, pero con ejecución profesionalizada mixta de familia y expertos ajenos a la misma, permitiendo adaptarse a los tiempos, es decir priorizar el a dónde tenemos que ir y no viviendo del recuerdo de de dónde venimos. Es muy importante valorar los orígenes y todo lo que se ha hecho y cómo se ha hecho, pero no para seguir igual sino para aprovechar la experiencia, saber en cada momento hacia dónde tenemos que ir. Seguro que no ha sido fácil, pero lo ha hecho, asegurando la importante reubicación del laboratorio en un mundo tan globalizado como el actual. Su más íntima faceta como persona es que su prioridad en esta vida es
su familia. Mima, su esposa, también gran persona que siempre sabe estar, no detrás como a veces se dice, sino siempre a su lado. Sus seis hijos, todos, como es de ley genética, con genes de sus progenitores y con los hábitos de vida adquiridos en su magnífico entorno familiar. Esta entrañable familia, formada por Juan y Mima y sus hijos, Juan, Marta, Javier, Enrique, Joaquín, y Sisó, ha estado siempre unida y muy especialmente alrededor de esta última, Sisó, que nació con cualidades diferentes, pero que compensaba con su bondad, su esfuerzo, su generosidad y con el agradecimiento que brotaban de su mirada y de su gesto cuando estabas con ella. Por motivos profesionales, tuve mucho trato con Sisó y la quise mucho también, por lo que era como persona, y de ella también aprendí que lo importante no es tener sino ser y querer ser. Hace poco nos dejó, pero su recuerdo nos acompañará siempre. Y termino con un entrañable abrazo a mi gran amigo Juan. En este abrazo le susurro unas palabras al oído, que voy a escribir en nuestra lengua materna y en la que siempre nos hemos mutuamente expresado; me parecería artificial no hacerlo así: Gràcies Joan per ser com ets i gràcies sobre tot per la teva amistat. T’estimo. s
Expresidente de la Reial Acadèmia de Farmàcia de Catalunya y patrón de la Fundación Uriach 1838 *
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
Joan Uriach Marsal, farmacéutico notable: amor por el arte, la cultura y la belleza Miquel Ylla-Català Genís *
Su tendencia al coleccionismo forma parte integrante de su personalidad e impregna todos sus actos
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as profesiones sanitarias, médicos, farmacéuticos, enfermería… siempre han tenido una tendencia a realizar su actividad con el apreciable complemento de unas virtudes humanas que ultrapasan ampliamente la aplicación de su saber científico y se adentran en aportar detalles de su propia personalidad en beneficio de una labor asistencial que siempre destaca como objetivo primordial de su razón de ser. La intervención de estos profesionales, su preocupación por mejorar la salud del enfermo y su contacto más o menos directo con todos les elementos que pueden mejorar este objetivo, desde la concepción y preparación del remedio capaz de curar hasta su utilización, recomiendan hacer uso de todos los resortes disponibles que puedan generar confianza y predisposición para conseguir el éxito final. El concepto de medicina útil y, por lo tanto, efectiva ultrapasa muchas veces lo que podríamos entender y esperar como resultado del valor intrínseco
de los medios que se aplican. Ante la complejidad del ser humano hace falta muchas veces el aporte de unos elementos que propicien un entorno donde se haga posible conseguir resultados óptimos. Es cuando intervienen unas habilidades que, sin ser parte integrante del aporte científico profesional, son capaces de conseguir la bondad definitiva del acto sanitario. Estas habilidades se encuentran en mayor o menor grado en todos los profesionales, y son las que generan aceptación, esperanza, confianza, y se-
Joan Uriach y Miquel Ylla-Català en un acto social
guridad en el enfermo para conseguir su curación. Sin adentrarnos en su significación en cada una de las profesiones apuntadas, y concretando ya en el aspecto farmacéutico como preparador del medicamento capaz de curar, su acción se plasma con preferencia en dos ámbitos: la concepción, investigación y obtención del medicamento y la dispensación con el complemento del con-
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Miquel Ylla-Català Genís
Tengo el recuerdo de haber observado la imagen de Joan Uriach que ya destacaba por su protagonismo entre los estudiantes
Sala de conferencias de la Reial Acadèmia de Farmàcia de Catalunya con el mural de Josep Guinovart inaugurado en 2007
sejo sobre su uso. No olvidemos que el farmacéutico es el último profesional sanitario que interviene justo antes del uso del remedio por el paciente. Esta amplia reflexión nos sirve para argumentar las razones por las que adjudicamos al Dr. Joan Uriach Marsal el calificativo de farmacéutico notable, de farmacéutico singular, ya que sin su nivel cultural y su veneración por el arte y la belleza no es posible entender su actuación profesional. Si partimos de la afirmación de que la concepción y la preparación del medicamento son siempre un arte, lo serán en grado sumo si el protagonista que lo ofrece al entorno sanitario encarna unos valores que, por su preocupación y dedicación para conseguir el remedio, nos acercan a unos estándares donde el arte se confunde con la belleza, donde la cultura aporta un nivel singular al remedio.
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Para conocer esta realidad solo hace falta acercarnos a sus colecciones artísticas, afición ya heredada de sus progenitores, y admirar su devoción por la escultura, la pintura y por los objetos de uso farmacéutico como balanzas y morteros. No podemos dudar de que esta tendencia al coleccionismo forma parte integrante de su personalidad e impregna todos sus actos, en especial los que tienen relación con su dedicación farmacéutica. El Laboratorio industrial situado en la localidad de Palau-solità i Plegamans pude ser un ejemplo, ya que también ha sedimentado estos atributos y, al acercarnos a su entorno, enseguida vemos como el arte y la cultura aportan un valor añadido a los remedios que se investigan y fabrican en aquel centro. Esta realidad, sin duda singular, no ha quedado circunscrita a su principal actividad farmacéutica sino que se ha alargado a todas sus actuaciones complemento de su actividad industrial como son las instituciones y, entre ellas, las Academias de Farmacia y Medicina de las que forma parte como miembro activo. Seis años más joven, yo no puedo afirmar que conocí al doctor Joan Uriach en la Facultad de Farmacia a principios de los años cincuenta cuando inicié mis estudios. Sí, en cambio, puedo afirmar que de alguna manera me llegó una primera imagen de su personalidad. En aquellos años, en el patio de Ciencias del edificio central de la Universidad de Barcelona, los estudiantes de los primeros cursos nos manteníamos en los laboratorios de las cátedras de la planta baja y en algún caso esporádico en el primer piso. Los últimos cursos en cambió asistían a clase en el piso más alto, donde a veces se podían escuchar los cantos de la soprano Victoria de los Ángeles, hija de un bedel que vivía en la zona. Allá tengo el recuerdo de haber observado la imagen de Joan Uriach que ya destacaba por su protagonismo entre los estudiantes. Pero fue necesario que años más tarde coincidiéramos en la Academia de Farmacia estudiando mejoras en la sala de sesiones recién modelada y en el recinto de la “Farmacia”, lugar de trabajo del farmacéutico Mayor del hospital. Al proyectar una posible actuación artística empezaron unos con-
tactos irrepetibles por su contenido en ideas y posibilidades que culminaron con la intervención del artista Josep Guinovart. La renovación que se hizo en la sala de sesiones de la Real Academia durante el mandato de doctor Josep Esteve pedía una culminación en los espacios de la zona frontal y en la mesa presidencial, y fue en este espacio donde se concretó la acción de mecenazgo del doctor Joan Uriach Marsal, con las tres pinturas del artista Josep Guinovart. El progreso en la concepción de esta decoración, mantenida con una cierta reserva para evitar intromisiones, fue una experiencia muy fructífera e interesante compartida entre nosotros y el artista, comentando detalles de su obra. Las visitas a su taller de Castelldefels y la gestación de la decoración fueron una maravilla, asistíamos a una verdadera proliferación de ideas, de colores, y de mensajes artísticos con entramado farmacéutico que nos deleitaron y nos introdujeron en una auténtica aventura creativa. Por desgracia, esa fue una de sus últimas obras, ya que Josep Guinovart falleció tres meses después. No terminó con esta etapa la intervención del Dr. Uriach en la Academia, ya que quedaba por completar lo que resta de la farmacia del antiguo hospital de la Santa Cruz, y allá se recuperó el escudo del centro hospitalario, se pintó todo el entorno con colores cálidos y acogedores, se completó el “cordialero”, y se iluminaron los botes y las cajas de boticario con luz blanca para proteger el contenido de los estantes de los efectos de un posible calentamiento. Un espacio que hoy sorprende al visitante hasta el punto de que sobran las palabras y se impone el silencio. Así empezó nuestra amistad y colaboración, que se han alargado con acciones en la misma Academia y que han culminado con la presentación de la propuesta de su nombramiento como Académico de Honor, materializada en la sesión inaugural de este año 2019 en la grata circunstancia del cumplimiento de sus noventa años de servicio a la farmacia, al arte, a la cultura, y a la belleza. s * Expresidente de la Reial Acadèmia de Farmàcia de Catalunya
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
Uno de nuestros grandes “Homenots”
Josep Antoni Bombí Latorre *
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s un placer poder participar con unas breves reflexiones en el merecido homenaje al Dr. Joan Uriach i Marsal, con motivo de su noventa aniversario, y aprovecho la ocasión para felicitar a los promotores y agradecerles que hayan pensado en mi participación. He tenido la oportunidad de conocer al Dr. Uriach desde hace muchos años en distintas etapas de mi actividad personal. En todas ellas he podido contemplar y disfrutar del ejemplo de una persona con unos valores de servicio, colaboración y entrega extraordinarios, fuera de lo común y siempre con una voluntad de servicio al país y a la sociedad. En los años noventa del siglo pasado fue cuando empezó mi relación con él, durante mi periodo en el decanato de la Facultad de Medicina de la Universitat de Barcelona (1995-2001). Fue una época en la que organizamos muchas actividades docentes y también formativas humanísticas como exposiciones, conciertos, homenajes… Para su realización era imprescindible la colaboración externa, frecuentemente de la industria farmacéutica, y siempre recuerdo haber podido contar con su entusiasta ayuda, junto a otras instituciones que también colaboraron. Posteriormente mantuvimos el contacto cuando me cupo el honor de presidir la Acadèmia de Ciències Mèdiques i de la Salut de Catalunya i de Balears durante los años 2002 al 2011. El Dr. Uriach había sido vicepresidente de
Joan Uriach y Josep Antoni Bombí en el acto de entrega del IX premio Fundación Uriach de Ciencias de la Salud (28/02/2007)
la misma del 1966 al 1974 con los doctores Jaume Pi i Figueras y Josep Laporte de presidentes. En la Academia, como siempre que ha participado en alguna institución, dejó un recuerdo imborrable que enseguida pude apreciar, ya que frecuentemente me comentaban detalles de su entrega. Por ejemplo, con la creación de las filiales mantuvo una gran colaboración con las actividades formativas que se desarrollaron. Cuando construimos la nueva sede de la Academia en Can Caralleu, inaugurada en 2004, colaboró en su realización, como consta en la entrada del edificio, y por ello en la antigua biblioteca se le puso una placa de honor con el nombre
de la Fundación Uriach 1838. Asimismo, nos entregó un escudo original de la Academia de 1950 que había encontrado y conservado y que también está en la biblioteca de la sede. Anteriormente, en la misma institución, había formado parte de la junta de la Societat Catalana de Farmacologia (1963-1969) que presidió del 1969 al 1972. En la actualidad, ahora que tengo el honor de presidir la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya, he de decir que es un gran prestigio tener al Dr. Uriach como académico numerario, ahora emérito, y al mismo tiempo una satisfacción personal para todos los componentes de nuestra institución. En 1987 leyó el discurso de entrada con el título La repercussió de la biotecnologia en la Medicina i la Farmàcia con el que efectuó un profundo ejercicio de revisión, actualización y puesta
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Josep Antoni Bombí Latorre
He tenido la oportunidad de conocer una persona con unos valores de servicio, colaboración y entrega extraordinarios, fuera de lo común
Recepción como Académico Numerario de Joan Uriach en la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya (17/05/1987)
al día, con una premonitoria visión de futuro de la que entonces era la apuesta por una nueva tecnología, no solo desde el punto de vista científico sino con una mirada innovadora y empresarial. Ha sido un compañero infatigable, asistente a la mayoría de las actividades académicas o de celebraciones especiales y homenajes, colaborando en muchas de ellas. Fue miembro de la junta de gobierno con el cargo de vocal-archivador, de 2003 a 2013, en las presidencias de los doctores Jordi Sans y Jacinto Corbella. También participó en diversos actos de homenaje como el realizado al Dr. Moisés Broggi
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con motivo de su centenario y en algunas sesiones necrológicas. De acuerdo con el orden reglamentario desarrolló una brillante lección inaugural en la sesión inaugural del curso académico 2008 con el tema Reflexions sobre la nostra Acadèmia i el seu futur. Asimismo, ha colaborado en artículos de la Revista Catalana d’Història de la Medicina i de la Ciència. Gimbernat. Además de ser un gran empresario y un científico, se ha caracterizado por tener una memoria privilegiada y ser un gran humanista, lo que le ha llevado a participar en múltiples proyectos de diversas entidades de una manera absolutamente altruista y generosa. Entre ellos, siempre ha mostrado un especial interés por los temas de historia en ciencias de la salud, hemos de destacar la Fundación Uriach 1838 con la que tengo el honor de colaborar como
miembro del patronato, creada al celebrar el 150 aniversario de su empresa. Podemos decir con seguridad que, la de la Fundación Uriach, es una de las bibliotecas privadas más importantes del mundo de libros antiguos de historia de la Medicina y la Farmacia, y sin duda la mejor del Estado. La misma fundación además recoge la historia iconográfica de la empresa, en la que destaca la gran cantidad de material comercial realizado por importantes figuras del arte contemporáneo. También desde ella se edita, desde el año 1964, la publicación periódica de la revista Farmacia, Medicina & Historia y se ha promocionado la investigación con diversos premios sobre historia de la medicina y ciencias de la salud. En todas las instituciones y proyectos en los que ha colaborado, los que hemos compartido y muchos otros, siempre deja un recuerdo imborrable por su capacidad de gestión e innovación, pero especialmente por su acusada personalidad con una gran empatía y sencillez. Al mismo tiempo, he de añadir que siempre se caracteriza por el sentimiento y la práctica de un catalanismo no excluyente. Podemos decir con franqueza, y con orgullo por haber compartido distintos proyectos, que, como decía Josep Pla, es uno de nuestros grandes HOMENOTS, no solo de la Farmacia sino de toda la sociedad de nuestro país. s
Presidente Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya y patrono de la Fundación Uriach 1838 *
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
Vivencias en las diferentes etapas de la trayectoria académica y profesional del Dr. Joan Uriach Marsal Anna Maria Carmona i Cornet
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ara mí es un gran honor y una gran satisfacción poder contribuir a esta publicación de homenaje al gran amigo Dr. Joan Uriach Marsal. He redactado estas páginas con mucha ilusión, ya que he tenido la oportunidad de poder glosar la extraordinaria persona, entrañable amigo y gran industrial farmacéutico con premios y recono-
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cimientos profesionales, sociales y académicos de gran rigor científico y humanístico. He tenido y aún tengo la inmensa suerte de poder compartir con Joan Uriach muchos momentos y situaciones especiales de amistad, de confidencialidad, de tristeza y alegría que nunca olvidaré. Es una persona que lleva los noventa años en el corazón, sien-
do capaz de interpretar la belleza y la música, transmitiendo el entusiasmo y la grandeza de los valores humanos.
Entrega de la Medalla de Oro de l'Institiut Medicofarmacèutic de Catalunya, a cargo de su presidenta Anna M. Carmona i Cornet, a Joan Uriach Marsal en reconocimiento a su vinculación con la entidad (22/12/2016)
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Anna Maria Carmona i Cornet
He aquí unas breves vivencias en relación con las diferentes etapas que configuran el transcurso de su trayectoria científica y, en especial, mis vivencias con el Dr. Joan Uriach en la facultad de Farmacia de la Universitat de Barcelona, en el Institut Medicofarmacèutic de Catalunya y en la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya. Hace muchos años, recién licenciada en Farmacia, tuve la ocasión de conocer al Dr. Joan Uriach, investigador industrial en la facultad de Farmacia, donde tuvimos una larga conversación sobre la industria farmacéutica catalana y los conocimientos adquiridos en la carrera de Farmacia. Es curioso resaltar que, justo quince años después de que Joan Uriach
Es una persona que lleva los noventa años en el corazón, siendo capaz de interpretar la belleza, la música y la grandeza de los valores humanos
acabase la carrera, yo la iniciara previa titulación del grado de Ingeniería en Química Industrial. Nos dimos cuenta de que poco había cambiado en relación con algunas asignaturas, y que era necesario adquirir nuevos conocimientos, en especial de Farmacología, asignatura que no llegó a implantarse hasta la década de los noventa en los planes de estudios de Farmacia. Es de justicia señalar la ingente labor de investigación farmacológica que hicieron algunos farmacéuticos y médicos para potenciar la industria farmacéutica catalana. Me estoy refiriendo a la “generación silenciosa” como muy bien dice nuestro amigo Joan
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Uriach en sus memorias. No había referentes, pero sí que destacó el gran farmacéutico Antoni Esteve i Subirana, creador del laboratorio en Manresa en 1931 y que con gran sacrificio continuó en Barcelona después de la guerra, en 1942, con los Laboratorios Esteve. Su hijo Josep Esteve i Soler, que hace poco tiempo nos ha dejado, fue compañero de carrera y amigo de Joan Uriach, cuarta generación de la compañía farmacéutica Uriach. Estos laboratorios, iniciados en 1838 como droguería Vilaclara, también se transformaron en un destacado grupo empresarial familiar de la industria farmacéutica gracias al impulso Dr. Joan Uriach Marsal. Sin lugar a dudas, las tres generaciones catalanas destacadas después de la guerra civil fueron la generación invisible, la silenciosa y la muda que hicieron posible la investigación farmacológica puntera en aportaciones de renombre científico como la vitamina E, o enzimas, como la quimiotripsina, para las intervenciones quirúrgicas de las cataratas utilizadas por el entrañable amigo Joaquín Barraquer, y diferentes preparados para la tuberculosis, entre otros muchísimos de gran transcendencia social. El Dr. Joan Uriach, en sus memorias, le da el nombre de “Apóstol” de los farmacólogos a Pere Puig i Muset, uno de los maestros farmacólogos catalanes y referente destacado por diversas generaciones de farmacéuticos y científicos del país. Figura irrepetible dedicada totalmente a la investigación farmacológica y fundador de los Laboratorios Pevya (Productos extractivos vegetales y animales) patrimonio de la farmacología moderna. De la Escuela Puig Muset surgen médicos y farmacéuticos que promueven e irradian la investigación farmacéutica, y la dan a conocer a través de la primera publicación de farmacia industrial del Estado español, la revista Industria Farmacéutica, promovida por Jordi Pujol, Josep Esteve, Josep Maria Massons, Francesc Donada, Jordi Maragall y Joan Uriach Marsal. Como se puede ver, la potente industria farmacéutica catalana fue y es reconocida como un referente europeo de la innovación farmacéutica.
La facultad de Farmacia era uno de nuestros lugares de encuentro habituales donde nos reuníamos con amigos comunes como Ramon Jordi y nuestro maestro José Luis Gómez Caamaño, entre muchos otros. El interés que me suscitó el amigo Joan Uriach por el conocimiento de la evolución del medicamento me ayudó enormemente a recapacitar sobre cuál sería mi temática en la investigación histórico-farmacéutica que iniciaba en los años setenta. Sin lugar a dudas, fue la farmacia catalana y posteriormente la evolución de la terapia antitumoral, la evolución del medicamento y el origen y desarrollo de la industria farmacéutica catalana. Es interesante señalar que, como catedrática de Historia de la Farmacia, he tenido entre mis alumnos a su nieta, Maria Uriach, que forma parte
Fue galardonado como Miembro de Honor y Medalla de Oro del Institut Medicofarmacèutic de Catalunya
de la sexta generación farmacéutica y que realizó el trabajo de final de grado sobre la historia de los Laboratorios Uriach, obteniendo la máxima calificación y premio para ser publicado. Como complemento a este trabajo se realizó en la facultad de Farmàcia i Ciències de l’Alimentació una exposición con instrumental, medicamentos, publicidad y evolución de la compañía organizada por la Fundación Uriach. Con esta Fundación he colaborado durante muchos años, ya sea participando en diversos tribunales del Premio Fundación Uriach “Historia de la Medicina” como visitando sus instalaciones con mis alumnos de la asigna-
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
tura de Historia de la Farmacia. Allí pudimos conocer la gran riqueza museística y bibliográfica de incunables o la segunda edición de la considerada primera farmacopea catalana y estatal y segunda mundial, único ejemplar entre otras joyas bibliográficas, gracias al Dr. Joan Uriach y a sus hijos, especialmente a Javier Uriach i Torelló. Joan Uriach también ha estado vinculado a la facultad en ocasión de la festividad de su patrona, en la que ha participado en las conferencias inaugurales. Querría resaltar la que tuvo lugar en diciembre del año 2017, en la que se le otorgó la Medalla d’Or de la facultad de Farmàcia i Ciències de l’Alimentació. Aún recuerdo con emoción las palabras de agradecimiento a su querida esposa Mima y, en especial, a su queridísima hija Sisón, con una talla humana espectacular. En la sede del Institut Medicofarmacèutic de Catalunya también compartimos algunas vivencias. Entré a formar parte de dicha institución como miembro y vocal de la Junta de Gobierno en el año 1977 y desde 1992 soy su presidenta. Allí Joan Uriach, Josep Esteve, Jordi Pujol, Antoni Vila Casas y Josep Laporte, entre otros muchos, fueron galardonados como Membres d’Honor y Medalla d’Or. Es interesante señalar la estrecha vinculación de los miembros o académicos fundacionales con la investigación farmacológica que hemos comentado anteriormente, y como farmacéuticos silenciados, invisibles y mudos formaron parte de dicho Instituto, siendo un referente reconocido a nivel internacional. La participación del Dr. Joan Uriach en el Institut Medicofarmacèutic de Catalunya ha sido relevante, sobretodo en cuanto a la potenciación del Aula de Promoción de la Salud iniciada en el curso 1994-1995 hasta el 2011-2012 en el que pasó a denominarse Aula de Promoció de la Salut Dr. Moisès Broggi. También ha sido destacable su aportación a la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya donde en 1985 fue elegido académico numerario electo de la sección quinta de Farmacología y Terapéutica de la plaza que quedó vacante por la muerte del Dr. Gómez
Sesión inaugural del Curso 2002 de la Reial Acadèmia de Farmàcia de Catalunya (21/01/2002)
Me he considerado siempre una persona afortunada por haber entablado amistad con personas relevantes en el ámbito científico como Joan Uriach Marsal
Caamaño. En aquellos años supe que, de los seis candidatos, los dos quedamos finalistas, y tuve una gran alegría porque pensé que para la Reial Acadèmia de Medicina de Barcelona era la persona más idónea, como lo fue también el Dr. Josep Esteve. Esto queda patente en las placas del año 2004 que figuran en la entrada de la sala del anfiteatro anatómico en su reconocimiento. Las palabras escritas y pronunci-
adas por el amigo Joan Uriach en su discurso del 17 de mayo de 1987, en honor al que fue mi maestro y entrañable amigo José Luis Gómez Caamaño, me emocionaron profundamente. Años después supe y comprendí las vicisitudes que había pasado en la guerra civil y sus consecuencias. Me he considerado siempre una persona afortunada por haber conocido y entablado amistad con personas relevantes en el ámbito científico y que he considerado siempre como mi familia científica, y entre ellos destaco a Joan Uriach Marsal y su familia, a quien, una vez más, quiero demostrarle mi gratitud, mi afecto, mi reconocimiento y mi fraternal amistad.s
Presidenta del Institut Medicofarmacèutic de Catalunya y excatedrática de Historia de la Farmacia de la Universitat de Barcelona *
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Juan Uriach Marsal, bibliófilo José Danon Bretos *
El Doctor no se considera historiador de la medicina, solo un bibliófilo que ha heredado de sus antepasados la pasión por los libros
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onocí a Joan Uriach Marsal, el Doctor para los empleados de la empresa, en junio de 1969, cuando J. Uriach y Cía se había trasladado al remodelado edificio de Manuel Ribas Piera en la calle Degà Bahí, del barrio del Clot en Barcelona. Por aquellas fechas el director comercial, Alfred Roig, propuso establecer un departamento de estudio, investigación y documentación donde recopilar y analizar toda la información acumulada por la empresa a lo largo de los años, a la vez que una biblioteca de libre acceso y especializada en medicina y ciencias de la salud. Todo ello con el beneplácito de la Gerencia, de la mano de Juan Uriach Tey, quien para el personal de la casa era el senyor Joan. Con anterioridad, en 1962, J. Uriach y Cia. había contratado a la bibliotecaria Carme Mayol, que, si en un principio se limitó a dar vida a una biblioteca científica y a otra popular,
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Acto de entrega y presentación del XXXV Premio Fundación Uriach de Historia de la Medicina en el Museu d'Història de Catalunya (02/06/2005)
para uso del personal de la casa, con servicio de préstamo y sala de lectura, pronto vio la necesidad de disponer de otra biblioteca exclusivamente dedicada a la Historia de la Medicina y de las Ciencias de la Salud. En aquellos tiempos la Historia de la Medicina, hasta entonces una de las asignaturas “maría”, se consolidó como verdadera enseñanza universitaria que se inicia y asienta en Madrid, donde personalidades como Marañón, Jiménez Díaz y otros, invitaron a incluirla en los currículums académicos.
Y es en la Universidad Central donde el Instituto Arnaldo de Vilanova del CSIC, dirigido por Pedro Laín Entralgo, inicia publicaciones como Archivos Iberoamericanos de Historia de la Medicina (1949), que pasará a ser Asclepio (1964-2012), seguida de la Universidad de Salamanca con Cuadernos de Historia de la Medicina Española (1962-1975) a cargo de Luis Sánchez Granjel y Valencia, con José María López Piñero y los Cuadernos Valencianos de Historia de la Medicina y de la Ciencia (1962), conjunto que llega a organizar el primer Congreso español de Historia de la Medicina (Madrid/ Toledo, 1963). Ante ello, la Facultad de Medicina de Barcelona pasa de largo, pero no así la de Farmacia que con-
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
sigue agrupar a un nutrido núcleo de historiadores desde el que la industria medicofarmacéutica, encabezada por el grupo Biohorm-Uriach, iniciará en España la difusión de la Historia de la Medicina. En enero de 1964 el Departamento de publicidad de Biohorm-Uriach inicia la distribución a todo el cuerpo médico español de una nueva y hasta el momento única revista bimensual, con un solo artículo y sin publicidad, Medicina e Historia, subtitulada Publicación Médica Biohorm. Sección Medicina e Historia, que en sus tiempos de máximo esplendor alcanza una tirada de sesenta mil ejemplares. Editada al principio por una empresa privada e interrumpida por desacuerdos, la suple temporalmente la serie El grabado en la Historia de la Medicina. Para evitar nuevos problemas el Doctor se hace cargo de la dirección de la publicación que, con alguna que otra pequeña modificación material pero no espiritual, consigue hacer llegar hasta hoy. A la par, Medicina e Historia tutela unos premios anuales que, en sus bodas de plata, presididas por Pedro Laín Entralgo, Don Pedro para los historiadores, y Juan Uriach Marsal, convoca a todos los que en algún momento formaron parte de los veinticuatro jurados anteriores. Pero, pese a ello, el Doctor no se considera historiador de la medicina, solo un bibliófilo que ha heredado de sus antepasados la pasión por los libros y una obsesión por las fuentes históricas a las que no duda en recurrir para sus escritos y discursos académicos. Desde el Centro de Documentación de Historia de la Medicina, surgido de la nada y que pasará a ser de Ciencias de la Salud, toma cuerpo una biblioteca muy especializada, abierta a todos los investigadores de aquella época preinformática y de difícil acceso a la bibliografía. Era uno de sus objetivos principales el ofrecer a los investigadores aquello que no se encontraba en otro lado, como el caso de las antiguas cajas de botones, a base de recuperar, analizar y documentar fondos dispersos, folletos, actas, series de revistas antiguas, discursos, estadísticas y un largo etcétera que todavía podía encontrarse en librerías de viejo, en
Doctor, no está nada mal lo conseguido durante este tiempo, y ello gracias a su visión, generosidad y buen ojo bibliófilo
mercados, en ferias e incluso aparecer procedente de algún legado o donativo. En las primeras visitas, recuerdo que el Doctor, satisfecho y lleno de orgullo, mostraba el De Medicinali materia (Lyon, 1552) de Pedanio Dioscorides, base de toda la farmacología, adquirida en la Llibreria Porter de Barcelona, ejemplar sobre el que espiritualmente se asentó la nueva Biblioteca conocida, entre los adictos, como la Mini Wellcome. Poco tiempo después la representatividad recae sobre el primer incunable, la edición véneta de una Articella (1493), procedente de una antigua masía del Vallès Oriental. Un presupuesto que según los casos daba para más o para menos permitía acercarse a ofertas, hallazgos, subastas o mercados, todo controlado en registros todavía existentes. En caso de superar la partida presupuestaria anual y encontrarse ante una oportunidad única el Doctor hacía dotes de su gran generosidad registrándose entonces la adquisición como “donativo del Dr. Uriach”. El Doctor no era, ni es, el bibliófilo que adquiere y guarda libros para goce personal y que a lo largo del tiempo se dispersan o desaparecen. En este sentido, cabe recordar su decidido apoyo para la adquisición y conservación de determinadas colecciones como son, entre otras, la del farmacéutico de Lloret de Mar Ángel Martínez de Laguardia, con un segundo incunable que se incorporó al Centro de Documentación junto con farmacopeas de los siglos XVI y XVII, o la de Pere Farreras Valentí con importantes ediciones clásicas de los siglos XVI y XVII y de clínicos franceses del XIX.
En el año 1988, conmemorando el 150 aniversario de la creación de la empresa, se crea la Fundación Uriach 1838, presidida por el bibliófilo Juan Uriach Marsal que acoge el mandato de seguir estimulando las líneas de investigación histórico-médicas y de ciencias de la salud, a la vez que de dotar premios, bolsas de estudio y publicaciones, así como seguir fomentando el desarrollo y el crecimiento de la Biblioteca, a la que un catálogo editado en 1996 y referido al periodo 19431950 le asigna 1.973 libros y folletos y 77 revistas antiguas, que daban lugar al vaciado manuscrito de 35.000 referencias. Al poco tiempo, un programa informático substituyó las antiguas fichas, todavía conservadas y que deberían pasar al futuro museo de la Fundación, contabilizándose entonces 15.000 libros y folletos y 176 colecciones de revistas, que dan lugar a 90.000 entradas en la nueva base de datos. Doctor, no está nada mal lo conseguido durante este tiempo, y ello gracias a su visión, generosidad y buen ojo bibliófilo. Es motivo para sentirse más que orgulloso y satisfecho. Por ello no puedo más que felicitarlo, ya no por sus noventa años sino también por la extraordinaria labor llevada a cabo en pro de la preservación de la Historia de las Ciencias de la Salud. s
Biblioteca Histórica de la Fundación Uriach 1838 (30/04/2012)
Exdirector de la Biblioteca de la Fundación Uriach
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El Dr. Uriach: el empresario, el científico, la persona Julià García Rafanell *
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s para mí una gran satisfacción y un honor que con motivo del noventa cumpleaños del Dr. Uriach se me haya pedido este artículo en el que debo resumir mi experiencia de relación con él en las diferentes etapas del Grupo Uriach, durante los más de cuarenta años de mi labor profesional en esta empresa (la primera y la única de toda mi vida laboral). No es fácil resumir esta experiencia en tres o cuatro páginas, pero me ha parecido oportuno concentrar las vivencias en tres aspectos para mí fundamentales que concurren en la personalidad del Dr. Uriach: como empresario, como científico y como persona. Entré a trabajar en Uriach en septiembre de 1973, en el Departamento de Farmacología, con 25 años, recién terminada mi tesis doctoral en Ciencias Químicas en la especialidad de bioquímica, y mi contrato laboral finalizó en diciembre de 2013. Mi relación con el Dr. Uriach en este largo periodo de tiempo fue primero como farmacólogo en el Departamento de Farmacología, subdirector de I+D, director científico de I+D y, finalmente, director médico de Uriach Pharma. Actualmente sigo vinculado con el Grupo Uriach y mi relación con el Dr. Uriach y toda la familia se mantiene por mi condición de patrono de la Fundación Uriach 1838. Cuando yo entré en Uriach, con 25 años, el Dr. Uriach tenía 44 años y desempeñaba en aquella época un papel relevante en la dirección de la em-
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Visita del ministro de Sanidad Ernest Lluch en la sede de Degà Bahí acompañado por Joan Uriach y Julià García Rafanell (28/10/1983)
Una de las características más relevantes de la familia Uriach es su sentido de empresa y su olfato e intuición para saber adaptarse
presa, pero la Presidencia de J. Uriach y Cía, SA (nombre oficial entonces) estaba bajo la tutela de Don Juan Uriach Tey, su padre, a quién conocí y a quién me gustaría dedicar un pequeño homenaje porqué, conociendo al padre del Dr. Uriach, se entiende la personalidad y forma de proceder de su hijo. Don Juan (padre) era una persona afable, recta, equilibrada, entregada a la empresa y con una actividad en su vida personal y profesional que, los que tuvimos el placer de conocerle, decíamos que se podía asemejar a la de un monje. Tal era el grado de puntualidad, rigor, seriedad y rutina en su día a día. Amante del arte y de la música. Era una persona que, sin estudios superiores, tenía una vasta cultura humanística que supo transmitir a su hijo.
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
Mi relación con él no fue muy estrecha, tanto por su avanzada edad cuando yo entré en Uriach como por mi situación profesional en la empresa en aquel momento. Murió en al año 1986 a la edad de 86 años y hasta una semana antes estuvo entregado a la empresa. En el año 1986 habían transcurrido cinco años del lanzamiento de Triflusal y, tras un inicio difícil de comercialización que duró 2-3 años, ya en aquella época la venta del fármaco empezaba a despegar con fuerza. Tengo el recuerdo de saludar a Don Juan en su despacho para felicitarnos por el éxito que ya se observaba. Para un joven como yo, entonces, y sin un cargo directivo elevado en Uriach, esta experiencia la recordaré siempre. Creo sinceramente que la personalidad del Dr. Uriach en sus tres facetas de empresario, científico y como persona se debe, en gran parte, a la educación y el ejemplo recibidos de su padre. El empresario En mi opinión, una de las características más relevantes de la familia Uriach, de la actual y la de anteriores generaciones, que ha permitido que el Grupo Uriach continúe siendo hoy un referente importante en la industria farmacéutica de nuestro país, con más de 180 años de historia, es su sentido de empresa, su olfato e intuición, para saber adaptarse y orientar la compañía en cada momento histórico de acuerdo con sus posibilidades reales, con la situación sociopolítica y económica del entorno y con una voluntad férrea de permanencia y crecimiento. Esta característica es la que el Dr. Uriach aplicó de manera decidida en la década de los años sesenta y que yo tuve la oportunidad de vivir en los años setenta, ochenta y noventa especialmente, para modernizar y transformar la empresa en uno de los grupos farmacéuticos más importantes de nuestro país. La formación del Doctor (doctor en farmacia, que se licenció en 1953 con premio extraordinario), y las circunstancias que se vivían en aquellas décadas, hicieron que él apostara decididamente por la I+D farmacéutica. Y como empresario acertó, consiguiendo situar la empresa, durante muchos años, entre las 10 primeras empresas farmacéuticas de
nuestro país, con el descubrimiento y la comercialización de nuevos fármacos que, en estas décadas y posteriores, han permitido llegar a lo que hoy es la empresa, afrontando con capacidad de adaptación y con una nueva orientación los nuevos retos del siglo XXI, y que sus hijos (la quinta generación) están llevando a cabo con éxito. Si el Dr. Uriach pudo realizar de una manera mucho más decidida y exitosa esta transformación se debe, en mi opinión, a un hecho de gran trascendencia para la empresa, que viví en persona y que demuestra la intuición, la voluntad de permanencia y crecimiento y la capacidad de sacrifi-
y Javier Uriach Torelló. Supongo que, con este panorama familiar, y viendo la complejidad en la dirección y el manejo de la empresa, el Dr. Uriach tuvo el gran acierto de reunir bajo su única tutela la dirección de todo el Grupo, para lo cual llego a un acuerdo financiero con sus familiares. Y así, en la celebración del 150 aniversario del Grupo ya poseía el 100 % de las acciones y pudo dirigir, con el apoyo de sus hijos, toda la empresa de acuerdo con sus propios criterios de modernización y transformación empresarial, y convertirla en una potente industria farmacéutica de gran prestigio en I+D. Los que estábamos allí en aquel momento trascen-
Entrega de diplomas al finalizar el curso de presentación y lanzamiento de Disgren (01/01/1981)
dente, en especial la gente de I+D, lo vivimos con gran alegría y optimismo para nuestro futuro profesional y el de la propia empresa. Creo que esta fue realmente una decisión empresarial clave, la más relevante que yo he vivido con el Dr. Uriach. Me atrevo a decir que gracias a ello el Grupo Uriach sigue siendo hoy un referente con un futuro prometedor. No es mi objetivo hacer una exposición detallada de toda su actividad empresarial. A modo de resumen, no exhaustivo, decir que ostentó la dirección de Farmaindustria (la patronal de la industria farmacéutica) por dos veces y en épocas distintas (años 19791981 y 1985 1987), con gran éxito, y que contribuyó a su fundación en 1963. Fue fundador y vicepresidente
cio del Dr. Uriach en unos momentos claves para el futuro de la compañía. Cuando yo entré en Uriach, y hasta mediados de la década de los ochenta, la empresa estaba dirigida por el Dr. Uriach y por dos de los primos de su padre, Don José Mª Uriach Balari y Don Luis Uriach Balari. Tenían también funciones directivas los hijos de esas dos personas: Raimon, José María y Jaime Uriach Sans y Luis Uriach Rogent, a los que conocí, y también se iban incorporando los hijos del Doctor. Los primeros en hacerlo fueron Juan
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Julià García Rafanell
de la EFPI (European Federation of Pharmaceutical Industries and Associations). Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya (1987) por su trayectoria profesional. Son solo algunas de las distinciones por su actividad empresarial. El Dr. Uriach ha tenido como uno de sus objetivos principales la internacionalización del Grupo, que se inició con la compra de un laboratorio en Brasil ya en el año 1974 (Laboratorios
que permitió mantener una tradición y continuidad en la I+D de Uriach, que pudo así dar sus frutos, especialmente durante el despegue del Grupo en las décadas de los años ochenta y noventa, así como a principios del siglo XXI. El científico Tanto por su formación como por convicción, el Dr. Uriach es una persona que ha demostrado su interés por la ciencia y su decidido compromiso por
de nueve principios activos, que permitieron un salto cualitativo y cuantitativo en el desarrollo de la empresa y han supuesto una base sólida sobre la que asentar el desarrollo posterior, así como la posibilidad de afrontar los nuevos retos y los nuevos proyectos de Uriach que hoy, también con éxito, se están afrontando. Algunas anécdotas que yo he vivido. Uno de los recuerdos más antiguos, en el año 1981, del que hay constancia
El Doctor ha sabido mantener la unidad familiar, fundamental para el éxito y la continuidad del Grupo Uriach, y el aprecio de sus trabajadores
Pelosi). Hoy, como es bien sabido, la internacionalización de Uriach es una realidad con la presencia de empresas del Grupo en Italia y Portugal y con la presencia de nuestros productos en más de setenta países. Como empresario, el Dr. Uriach ha sido el artífice que ha situado al laboratorio entre los cuatro laboratorios nacionales más importantes de Catalunya y también del resto del Estado: Almirall, Ferrer, Esteve, Uriach, y en esencia podemos decir que así sigue siendo hoy. También el mantenimiento de la unión de los conceptos “empresa “y “familia” ha sido una obsesión constante del Dr. Uriach que yo he vivido. He comprobado como ha sabido resistir a las múltiples ofertas de compra (o fusión) de otros laboratorios. Ha sabido mantener la unidad y la titularidad de la empresa familiar frente a estos envites. Esto es algo que le debemos agradecer muy en especial y
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la I+D de Uriach. Ello fue fundamental para el desarrollo empresarial desde la década de los años sesenta hasta los inicios del presente siglo. Este compromiso e inquietud lo he podido comprobar, durante todos estos años, y en concreto desde el año 1973, por mi contacto directo con él en múltiples circunstancias. Su constancia y continuidad en este empeño han sido claves para el éxito de la I+D de Uriach que, como cualquier proyecto de investigación, necesita tiempo para que los esfuerzos puedan dar los resultados que se esperan. Sin este apoyo constante y decidido, que yo he vivido, esto no habría sido posible. Durante la segunda mitad del siglo XX, Uriach se convirtió en un referente dentro de la I+D farmacéutica de nuestro país. Pero esto sería poco si esta excelencia no se hubiera traducido en el descubrimiento, desarrollo y comercialización de nuevos medicamentos, con un total
Joan Uriach y Julian Garcia Rafanell hablando con el Dr. Vladimir Hachinski en una de sus visitas al laboratorio como asesor sobre Triflusal (01/11/1997)
gráfica, fue la presencia del Dr. Uriach en la presentación de Triflusal a los delegados de visita médica en una cena en el restaurante Can Soteras de Barcelona, en la reunión de lanzamiento de este fármaco, lo que demostraba ya su interés por nuestra I+D. Pero, para mí, un joven en aquella época, y siendo responsable del Departamento de Farmacología, lo que me impresionó especialmente y que me demostró el interés y la implicación del Dr. Uriach en nuestra I+D, fue que quisiera acompañarme en una visita médica rutinaria de presentación de este fármaco a un médico, conocido del Dr. Uriach, el doctor Sans Sabrafén, líder de opinión en Hematología en aquella época. Que
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
el máximo directivo de Uriach se implicara de esta forma en una visita médica de presentación de este fármaco es algo que yo nunca hubiera podido imaginar y que nunca olvidaré. Otra anécdota, ya en la década de los noventa y cuando el éxito de Triflusal en España era evidente y había interés en internacionalizar al máximo este fármaco, recuerdo como, en el despacho del Doctor, él me estimulaba y alentaba a avanzar en la I+D del producto incluso frente a mis dudas, miedos o reservas debido a las dificultades regulatorias y la complejidad de los estudios a realizar. Que fuera el propio presidente de la compañía quién me estimulara de aquella manera y me demostrara su decidido compromiso fue para mí un revulsivo y se demostró, con el tiempo, que su decidido impulso permitió que al final el Triflusal se comercializara en más de 35 países cuando su desarrollo inicial se había previsto solo para España. Estos son unos pequeños ejemplos del carácter del Doctor. Hemos compartido juntos muchos momentos, en contacto con líderes de opinión mundial con los que él ha establecido incluso una amistad personal, como es el caso del doctor Vladimir Hachinski, uno de los neurólogos de más prestigio a nivel mundial. En el perfil científico del Dr. Uriach debo destacar también su vocación e interés por la universidad, que lo llevaron a compatibilizar durante muchos años su labor directiva del laboratorio con su Presidencia del Consell Social de la Universitat Autónoma de Barcelona (1983-1987), lo que le permitía un estrecho contacto con el mundo universitario al que ama profundamente, lo que, para la gente de I+D en Uriach, era también un motivo de estímulo y relación con la Universidad en nuestra labor investigadora. Es académico de honor de la Reial Acadèmia de Farmàcia de Catalunya de la que es académico desde el año 1971, y es también académico de la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya (mayo 1987), de la Acadèmia de Ciències de la Salut de Catalunya i Balears y de la Académie National de Pharmacie de Paris, entre otras. Medalla de oro de la Academia Nacional de Farmacia (2015) y de la Facultad de Farmacia de la Universitat de Barcelo-
na (2017). Son un pequeño ejemplo de sus distinciones como científico. Tanto por la actividad de nuestra I+D, como por su relación con la universidad y por su vida como académico, los contactos del Doctor con el mundo científico y con personalidades relevantes de este mundo han sido innumerables, y su interés por todo lo científico continúa intacto hoy en día a sus noventa años. Todo un ejemplo
Fotografía de Julià Garcia Rafanell en su despacho (04/07/2001)
y un referente para los que hemos tenido la satisfacción de trabajar bajo su dirección. La persona Mi contacto con el Dr. Uriach durante tantos años me ha permitido ser un testigo de excepción de su extraordinaria calidad humana. Su sencillez, trato siempre afable, alejado de toda ostentación, entregado a su trabajo y a su familia. Siempre me ha impresionado cómo ha podido hacer compatible su gran tarea como empresario con su dedicación y amor a la familia, en especial a Sisón, su hija enferma, hasta el final. Es una persona de profundas convicciones religiosas que han orientado su actividad y proceder a lo largo
de su vida. Ha sabido mantener la unidad familiar, fundamental para el éxito y la continuidad del Grupo Uriach, y ha sabido granjearse, sin excepción, el aprecio de sus trabajadores. No conozco a ningún profesional de la salud, o líderes de opinión nacionales y extranjeros, con los que he tenido ocasión de trabajar durante los cuarenta años de mi vida profesional, que no me haya hablado siempre bien del Doctor. En lo personal, recuerdo con gran agradecimiento su aceptación y la de su esposa a la invitación a mi boda en el año 1975, cuando yo solo llevaba dos años en la empresa y era un simple técnico en el Departamento de Farmacología. Esto demostraba el afecto mutuo que entre los dos ya se estableció desde el primer momento, y la calidad humana, sencillez y sensibilidad de todo un futuro presidente de la compañía hacia sus colaboradores. Igualmente, su visita al hospital y su preocupación cuando en el año 2003 tuve algún problema digestivo serio que felizmente superé. Siempre atento, siempre interesado por mi vida personal y familiar. Este proceder del Doctor, que heredó de su padre como ya dije al inicio y que ha sabido transmitir a sus hijos, ha sido una constante con todas las personas con quién el Doctor ha tenido relación, y se mantiene hoy a sus noventa años. Si, como suele decirse, detrás de un gran hombre hay una gran mujer, esta es Mª Concepción (“Mima”), su esposa, a quien he podido tratar en distintas ocasiones para comprobar la elegancia, la entrega y el cariño que siempre ha demostrado, siendo un apoyo incondicional del Doctor en toda su larga y exitosa vida profesional y familiar. Mi más sincera felicitación al Doctor por su noventa cumpleaños. La oportunidad de conocer y tratar al Dr. Uriach desde el año 1973 hasta hoy, el apoyo que siempre me ofreció en I+D, su estímulo en lo profesional y su aprecio en lo personal, han marcado mi trayectoria laboral, personal y familiar y es algo que va a quedar para siempre grabado en mi ADN. Moltes felicitats!!! s * Exdirector científico de Uriach, patrono de la Fundación Uriach 1838
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Dejar huella Javier Navarro Olivella *
S
iempre he pensado que me hubiese encantado trabajar con el Dr. Uriach en los años en que él estaba al frente de la compañía. Profesionalmente tiene que ser muy enriquecedor trabajar con alguien con la personalidad, la pasión, la inquietud y los conocimientos del Dr. Uriach. Se ha destacado a menudo la pasión como el motor que ha llevado al Dr. Uriach a dejar huella en todo lo que ha hecho, no solo en la compañía, sino en el entorno en el que se ha movido. Personalmente, le añado también tres adjetivos más: inquietud, energía y humanidad. Inquietud significa interés por las cosas, por saber más, por tener curiosidad. Y ello lo he visto en él siempre. Tengo innumerables ejemplos, pero quiero explicar aquí uno: cuando lanzamos un nuevo producto en Consumer Healthcare siempre me pide una muestra, lo prueba, me da feedback y me sugiere posibles mejoras. No importa el tipo de producto, tenemos en él siempre un early adopter, interesán-
Acto de inauguración de los jardines Aquilea por parte de Joan Uriach y Javier Navarro (19/10/2012)
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Es el mejor embajador de nuestros productos, allá donde va siempre los da a conocer, es nuestro vendedor número 1
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
Acto de presentación del libro conmemorativo de los 50 años de Biodramina (01/03/2002)
dose siempre por el lado científico de los productos. Suya es la frase que me recuerda a menudo “mai oblidis el costat tècnic i científic dels nostres productes (nunca olvides el lado técnico y científico de nuestros productos)”. En ese sentido, siempre ha sido un gran amante de la botánica y la fitoterapia, diría que un avanzado, mucho antes incluso de que adquiriésemos Aquilea. La aplicación de las plantas para usos medicinales siempre le ha fascinado e interesado. Y eso le ha llevado a impulsar cosas tan singulares como el Jardín de las Aquileas, un espacio en nuestras instalaciones de Palau-solità i Plegamans en el que se pueden observar 33 variedades diferentes de nuestra planta más emblemática: la Achillea. Un proyecto de colaboración con el Jardín Botánico de Barcelona que, por su singularidad, bien podría aparecer en el Guiness Book of Records. Pero es que, además, el Dr. Uriach es el mejor embajador de nuestros productos. Allá donde va siempre los da a
conocer, los explica y habla de ellos. Como le he expresado varias veces, es nuestro vendedor número 1. Y es también energía porque, aún hoy a su edad, despliega una actividad que muchos quisiéramos tener al llegar a esta etapa. Si ahora es así, de joven debió de tener una energía infatigable. Una de sus mayores obsesiones ha sido conservar la memoria histórica de Uriach desde que nació en 1838 hasta nuestros días. Con una determinación envidiable, ahora proseguida por su hijo Javier Uriach, se ha conseguido lo que muy pocas compañías pueden presumir: conocer, entender y guardar todo aquello que ha compuesto la historia de esta empresa hasta convertirse en uno de los valores de la misma. La Fundación Uriach 1838 impulsa y custodia todo este legado del que nos sentimos orgullosos quienes trabajamos en la compañía. Y todo lo anterior impregnado de humanidad en el sentido de preocupación por los demás, trato afable, visión humana y sentido del mecenazgo y la solidaridad. Pero, personalmente, una de las mejores cosas que me ha dado el Dr. Uriach son las largas e interesantes
Una de sus mayores obsesiones ha sido conservar la memoria histórica de Uriach desde sus orígenes en 1838 hasta nuestros días
conversaciones que he podido mantener con él sobre temas tan variopintos como la historia de los laboratorios farmacéuticos, sus vivencias personales o los devenires de la sociedad catalana. Son una mezcla de conocimiento, sabiduría, curiosidad, sentido común, elegancia y savoir faire, de las que siempre saco aprendizajes. s * Director de Consumer Healthcare en Uriach y patrono de la Fundación Uriach 1838
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Doctor Juan Uriach Marsal: el LÍDER ejemplar Oriol Segarra Montaner *
D
e las personas que escriben artículos de este especial dedicado al Dr. Joan Uriach Marsal, probablemente soy de las que hace menos tiempo que lo conozco, en concreto hace unos seis años. Por este motivo, y dado que no puedo tener un conocimiento tan profundo sobre su persona, ni tantas anécdotas vividas con él, cuando pensaba sobre cómo enfocar este artículo llegué a la conclusión de que la mejor manera era reflejar por qué pienso que el Doctor encarna uno de los mejores ejemplos posibles de los principales conceptos que hoy se priorizan en la gestión de la empresa
La simpatía, transparencia y firmeza del Doctor consiguen ganarse el respeto y afecto de todas las personas y su carisma, naturalidad y autenticidad inspiran
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y con los que afrontamos el futuro, cerrando de esta forma el círculo del pasado, presente y futuro, evidenciando a la vez que la empresa de hoy tiene un nexo de unión directo con el pasado, y es coherente con el legado de los que han precedido en su liderazgo, principalmente el Doctor. El Doctor es una persona extraordinaria por muchos motivos, entre ellos uno muy poco habitual: es una persona que, cuando lo has conocido, querrías haberlo conocido más en el pasado, deseas poder seguir conociéndolo mucho más en el futuro. No hay muchas personas que despierten esta curiosidad, por su sabiduría, la riqueza de sus vivencias, por su química personal que genera y la caballerosidad que
Oriol Segarra durante un acto corporativo de Uriach (28/01/2015)
transmite. Es el ejemplo del empresario catalán con todas sus virtudes: mentalidad emprendedora, responsabilidad y compromiso, consciencia social e involucración en la mejora del país, sentido del humor, amor por el arte, mecenazgo… Hasta aquí, probablemente, casi todos los que conocen al Doctor Uriach, mínimamente, estarían de acuerdo y no descubro nada al decirlo. Lo que puede que no sea tan evidente es su capacidad de encarnar un claro ejemplo de los principales conceptos que hoy
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
utilizamos para gestionar la empresa. Uno podría imaginar que las cosas han cambiado mucho desde que el Doctor lideraba la compañía en primera línea de gestión, y que, por tanto, la forma de ejercer el liderazgo hoy diverge mucho de su personalidad. Nada más lejos de la realidad. El modelo de liderazgo que hoy utilizamos en Uriach para formar a nuestros managers, y para explicar cómo queremos que se ejerza el liderazgo en la empresa, consta de cinco conceptos clave que empiezan con cada una de las letras de la palabra LÍDER: Localizar. Pedimos a nuestros líderes que sean capaces de establecer un propósito claro para cada negocio y departamento, alineado con el propósito corporativo, fijando unas ideas estratégicas simples y claras, además de atractivas, que sirvan de marco de referencia para todos nuestros equipos y colaboradores, de manera que sus esfuerzos estén bien dirigidos. El Doctor Uriach construyó un sólido propósito alrededor de la I+D que se convirtió en un pilar de una de las etapas más exitosas de la larguísima vida de la empresa. Por lo tanto, fue un ejemplo clarísimo de esta primera habilidad de liderazgo. Inspirar. También pedimos que nuestros líderes establezcan relaciones personales efectivas con sus colaboradores, no solo basadas en el respeto y la estima, sino que consigan crear un vínculo emocional con la empresa y que se sientan orgullosas de trabajar en ella. La simpatía, transparencia y firmeza del Doctor consiguen ganarse el respeto y afecto de todas las personas que conozco, así que no hay mejor ejemplo de esta habilidad. Su carisma, naturalidad y autenticidad inspiran. Tengo en mente muchas conversaciones con el Doctor en las que me preguntaba detalles de las personas, tanto las que llevaban muchos años trabajando en Uriach como las que se habían incorporado hacía poco tiempo, siempre atento y sinceramente interesado por las personas que forman parte de (como él siempre dice) “la gran familia Uriach”. Desarrollar. Nuestros líderes tienen que ser capaces de contar con los recursos técnicos, económicos y, so-
Oriol Segarra CEO de la compañía Uriach
“Esta empresa ha pasado una guerra civil, dos guerras mundiales y se ha reconstruido desde el suelo, no dudes que encontraréis una solución para este problema”
bre todo, con las mejores personas para cada puesto, desarrollándolas y haciéndolas crecer para ser realmente competentes, hasta lograr la mejor contribución de cada uno en favor del proyecto común. Otra cosa que, sin duda, el Doctor consiguió, rodeándose de personas fieles y comprometidas, experimentadas y profesionales, que consiguieron grandes hitos. Y no sólo eso, sino que él mismo es una per-
sona extraordinariamente competente, siempre curiosa por aprender más, ávida de detalles y conocimiento. En muchas ocasiones en las que hemos hablado de productos nuevos que lanzamos al mercado, me ha dicho que tenemos que ser “muy científicos”, tener argumentos sólidos para demostrar que nuestros productos son mejores que los de la competencia, y poder diferenciarnos por nuestra calidad e innovación técnica, por nuestro conocimiento. Ejecución. Lo siguiente que pedimos a nuestros líderes es que ejecuten las ideas de forma rigurosa y disciplinada, convirtiendo sueños en hechos, cumpliendo siempre los compromisos y consiguiendo, en definitiva, resultados extraordinarios. La cuarta generación representada por el Doctor logró hitos históricos para la empresa en forma de productos desarrollados que no solo significaron enormes pasos en su momento sino que, aun hoy día, nos dan inestimables ventas, beneficios y alegrías, como el Disgren, la Rupatadina o la Biodramina, entre otros. Aun hoy, siempre que hablamos, el Doctor me pregunta por los resultados que obtenemos y quiere que se lo explique con mucho detalle, y casi siempre acaba las conversaciones con alguna frase como “seguid apretando para crecer y conseguir más resultados”, siempre con la ambición innata de un genuino emprendedor y empresario. Referente. Por último, pedimos a nuestros líderes que den ejemplo, que construyan equipos de líderes que se conviertan en referentes de nuestros valores y de nuestra forma de ser, ética y humana, que sean un espejo en el que toda la organización se mira para mejorar. Y, quien lo dudaría: no hay mejor referente Uriach que el Doctor. Uno de los aspectos en el que nuestros líderes tienen que ser auténticos referentes es en la ejemplificación de nuestros valores. Los valores forjan una cultura corporativa, que define a la empresa por encima de todo, que guía nuestro trabajo día a día. En la actualidad, nuestros valores son una herramienta clave de liderazgo y de gestión de la compañía, y también en este sentido el Doctor se erige como un gran ejemplo.
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Oriol Segarra Montaner
Unidad. Queremos una empresa con un único proyecto en común, que todos los equipos abracen y compartan, por lo que todos trabajamos duro; pero este concepto alineado no es toda la unidad que buscamos, también pretendemos contar con una organización en la que las personas cuenten y se relacionen con respeto, aprecio e interés sincero para otros, formando una auténtica gran familia. Es obvio que el Doctor encarna un ejemplo vívido de unión y familia, así como de persona respetuosa y afectuosa con los demás, con un interés honesto para todas las personas que tiene a su alrededor. Resonancia. También queremos una empresa con un ambiente de trabajo motivador, sano, lo que supone un reto satisfactorio, que inspira porque se basa en la confianza y la transparencia, que permite involucrarse y formar parte de ello como un miembro más con voz y voto, con opiniones y contribuciones tangibles. Y, otra vez, el Doctor es un buen ejemplo de líder que fomenta y contribuye a este tipo de entorno con su personalidad y forma de ser, una persona que, con su carisma natural, resuena. Ilusión (o intensidad como ahora lo hemos traducido al inglés): soñamos con una empresa en la que cada persona sea una fuente de energía positiva, es decir, con la rapidez, intensidad, flexibilidad, pragmatismo, eficiencia que comporta la palabra energía, y, por otro lado, el optimismo, el sentido del humor, la autoconfianza y la pasión que añade la palabra positiva. Quien conoce al Doctor probablemente reconoce en él una de las fuentes de energía más claras que ha conocido jamás, siempre con ánimos, esperanza, empuje y ganas de hacer. Recuerdo que un día le explicaba un problema (no recuerdo cuál exactamente, pero sí que en ese momento me preocupaba bastante) y me dijo “Oriol, esta empresa ha pasado una guerra civil, dos guerras mundiales y se ha reconstruido desde el suelo varias veces… no dudes que encontraréis una solución para este problema y verás que no es tan grave como parece”. ¿Quién puede objetar nada con ese argumento? Siempre que hablo con el Doctor salgo animado, me carga la batería de energía positiva, y
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esta es una cualidad también difícil de encontrar y muy apreciada. Ambición. Trabajamos para construir una empresa que cree que no hay nada imposible, que podemos conseguir todos los retos que nos propongamos, que podemos dar resultados extraordinarios de manera sostenida, como estamos haciendo en los últimos años; y para hacerlo, necesitamos que todos los que trabajamos en la compañía seamos innovadores, cuestionando las cosas, mejorando de forma constante, atreviéndonos a asumir algunos riesgos y hacer cosas nuevas, consiguiendo que los nuevos productos y todo lo que hacemos sea diferen-
Encarna no solo el pasado de la empresa, sino su presente y futuro, es el mejor ejemplo de los conceptos que hoy utilizamos para liderar y gestionar la empresa
te y mejor. Como comentaba antes, el enfoque estratégico que impulsó el Doctor para Uriach es un claro ejemplo de esta ambición e innovación que, de hecho, ha caracterizado toda la vida de la empresa, como no podría ser de otra forma atendiendo a la larguísima trayectoria que ha vivido, que no sería posible si no se hubiera adaptado de forma valiente y constante al entorno (como decía Darwin, no sobrevive el más fuerte sino el que mejor se adapta). Como decía antes, la cortesía y la amabilidad que siempre muestra el Doctor no significan que no sea ambicioso, todo lo contrario: lleva la ambición de serie y, cuando algo no sale bien, no deja de decirme, de buenas maneras pero firmes maneras, que es
preciso mejorar, y cuando lo dice es porque tiene razón… Confianza. Queremos una empresa que trabaje sobre la base de la confianza en las personas, y que, a la vez, tenga y reciba responsabilidad, haciendo todo lo necesario para cumplir los objetivos y dar resultados extraordinarios con la colaboración de todos. El Doctor, como ya he dicho, es una de esas personas que confían, no a ciegas ni sin motivos, sino que esa confianza te hace sentir orgulloso y quieres devolvérsela con más esfuerzo, responsabilidad y éxitos para demostrarle que hacía bien en confiar en ti. Historia. Por último, queremos una empresa que mire con orgullo y respeto nuestra larga historia, pero que ésta no sea un sofá sino un trampolín, que no pensemos que haber tenido éxito en el pasado nos garantiza el futuro, sino que trabajemos cada día por hacernos sostenibles y continuar escribiendo páginas y capítulos de la larga historia que ha de proyectarse en el futuro, ligando el legado recibido con el proyecto que hoy hemos de construir. ¿Quién podría ser un mejor ejemplo de este valor de la historia que el Doctor Uriach? En definitiva, el Doctor Joan Uriach es un faro que tiene la capacidad de iluminar y guiar a los que trabajan en Uriach. Día a día, cuando llega a la oficina, irradia serenidad, buen humor, ternura, ambición, confianza… cosas que muy pocas personas son capaces de inspirar a todos los que tienen a su alrededor. Encarna no solo el pasado de la empresa, sino su presente y futuro, construyendo el mejor ejemplo de los conceptos más importantes que hoy utilizamos para liderar y gestionar la empresa. Por eso considero importante no sólo felicitarle sino desearle que por muchos años más nos guíe y nos acompañe en el camino de éxito que transita Uriach. ¡Muchas felicidades y mil gracias, Doctor! s
*
CEO de Uriach
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
Don Juan Uriach Marsal: del empresario a la persona Joaquim Agut Bonsfills *
E
l pasado 30 de enero recibí un correo electrónico de Javier Uriach Torelló invitándome a participar, como consejero más antiguo de la empresa, en un nuevo número monográfico de nuestra revista, especialmente dedicado a la figura de Don Joan Uriach Marsal, nuestro presidente honorario, con motivo de su noventa cumpleaños. Como es lógico y normal, no solamente acepté si no que, además, lo hice encantado por el honor que para mí supone poder participar proactivamente en esta celebración. No voy a entrar en detalles relativos al brillante currículum académico y empresarial del Dr. Uriach, con el que, con todo merecimiento, ha logrado alcanzar las cotas más altas a las que un empresario puede aspirar. Su inteligencia, visión, constancia y dedicación le han hecho acreedor de sus títulos académicos y demás reconocimientos, tanto a nivel nacional como internacional, donde muchos de los galardones recibidos fueron auspiciados por el conjunto de nuestro sector, aspecto que destaco, pues para mí tiene un mérito especial y extraordinario. Recuerdo muy bien el primer encuentro que tuve con Don Joan y al que también asistieron sus hijos Enrique y Joaquín. Fue a mediados del año 2000. La razón del mismo era mantener una entrevista para ver si mi perfil podía encajar en su idea de creación del primer Consejo de Administración con profesionales externos a la Compañía y con experiencia en otros sec-
Retrato de Joaquim Agut (03/05/2018)
Mi impresión inicial fue la de estar delante de una persona inteligente, de un caballero educado y amable
tores de la economía, distinto al de los laboratorios farmacéuticos. Ya solamente con el planteamiento del contenido de la mencionada reunión, y que después pude contrastar ampliamente, supe que me encontraba ante una persona visionaria y adelantada a su tiempo, poco común en empresarios españoles de su generación. Mi impresión inicial fue la de estar delante de una persona inteligente, de un caballero educado y amable, con una clara idea de lo que pretendía alcanzar y conocer, todo ello envuelto en un sentido común aplastante y el soporte siempre apreciado de las intervenciones de sus hijos allí presentes. A lo largo de la reunión se plan-
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Joaquim Agut Bonsfills
tearon y abordaron gran cantidad de temas, que se fueron desmenuzando y debatiendo con todo lujo de detalles. Con el transcurrir de los años, y ya han pasado diecinueve desde entonces, he podido constatar que no había nada fruto de la improvisación del momento, sino que todo procedía de una profunda reflexión y una clarividencia fuera de lo común respecto a lo que él creía que se debía hacer e implementar, para garantizar, en un entorno diferente, la sostenibilidad de la Compañía a largo plazo y así dar continuidad a un negocio familiar de enorme tradición, creado por su bisabuelo en 1838. De dicho encuentro me quedo con dos recuerdos. El primero es respecto a su amplitud de miras y el querer ver cómo las mejores prácticas desarrolladas por compañías líderes globales, aunque no fueran de su sector, se podían aplicar a Uriach. El segundo tiene que ver con la importancia que le daba a que fuéramos los mejores en lo que decidiéramos hacer, ya que la especialización, según él, debía ser la base de un sólido futuro y así poder continuar siendo altamente competitivos, incluso frente a las grandes multinacionales de nuestro sector, como de hecho así ha sido. Esta apertura de miras y aceptación del cambio se ponían de manifiesto cuando decía que era básico “diferenciar entre lo que te gusta y lo que te conviene”, verdad total donde las haya. Vi en Don Joan, y me lo han confirmado estos diecinueve años de contacto con él, una persona que inspira confianza y compromiso tanto en lo que dice como en lo que hace. Una persona que sabe escuchar y que se preocupa por su gente. En el aspecto familiar, resaltar que Don Joan es un hombre preocupado por los suyos, y que junto con su esposa Doña Mª Concepción Torelló, ha luchado incansablemente por la educación y formación de sus hijos, todos ellos ejemplo de buen hacer y buena preparación. Don Joan sigue siendo una persona preocupada por todas las personas que forman el Grupo, ahora ampliado con la reciente internacionalización que él siempre ha apoyado. Recuerdo con cariño cómo vivía todos los de-
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talles de la construcción y el traslado de las instalaciones de Barcelona a las actuales de Palau-solità i Plegamans. Para él aquello representaba poder gozar de unos medios dignos y a la altura que merecían todos los empleados de la firma. Cuando nos vemos, ahora más de vez en cuando, siempre me pregunta: “Anem bé?” (¿Vamos bien?) y acto seguido entra en un sinfín de detalles que dejan entrever claramente que está totalmente al día de lo que va sucediendo en la empresa. Dentro de los detalles que mencionaba, quiero resaltar la pasión con
la que vive las explicaciones que modestamente le pueda transmitir y su empeño en contagiar optimismo y motivación, así como su actitud positiva para sacar lo mejor de cada circunstancia y la necesidad de mejorar permanentemente. Podría seguir glosando cantidad de aspectos relacionados con su figura, pero para terminar quisiera centrarme en el de su talante de persona agradecida, familiar y educador. Como anécdota final quiero comentar que, desde que nos conocemos, cuando se acerca la Navidad nunca se olvida de entregarnos un décimo de Lotería Nacional. Aquí y con todo el cariño del mundo sí que le pe-
Decía que era básico “diferenciar entre lo que te gusta y lo que te conviene”, verdad total donde las haya Sala de reuniones donde se reúne el Consejo de Administración en la sede central de Palau-solità i Plegamans (01/02/2008)
diría un poquito más de esfuerzo y precisión para ver si, de una vez por todas, nos toca algún año tan preciada suerte. Don Joan, ¡¡¡Feliz 90 cumpleaños con salud y el cariño de todos!!! Anem molt bé!!! (¡¡¡Vamos muy bien!!!) s
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Consejero de Uriach y presidente de CIRSA
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
Veinte años en el Consejo de Administración Alfonso Merry del VaL *
Reunión de Joan Uriach y Alfonso Merry del Val en un acto social (30/04/2019)
Son muchos y maravillosos los recuerdos que tengo de estos casi veinte años unidos a la familia y al Dr. Juan Uriach
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os Laboratorios Uriach, con más de 180 años de vida, son un gran referente empresarial de Cataluña, donde se han desarrollado en todo este tiempo y donde gozan de un merecido reconocimiento. Por el año 2000 tuve la suerte de conocer a la familia Uriach y al gran patriarca, el Dr. Juan Uriach Marsal. Gracias a la perfecta sintonía con ellos, pude integrarme inmediatamente en el Consejo de Administración y más tarde en el Consejo de Familia. Son muchos y maravillosos los recuerdos que tengo de estos casi veinte años unidos a la familia y al Dr. Juan Uriach. Poco a poco me fui empapando de
la fascinante historia de los laboratorios… que bajo el impulso del Dr. Juan Uriach Marsal, empiezan en los años cincuenta la fabricación de sus propios fármacos, fruto de su investigación, adquiriendo una dimensión y un prestigio considerables. En los años 2000 prácticamente toda la organización estaba aún en el laboratorio inaugurado varias décadas antes por el Doctor, en la calle Degà Bahí, de Barcelona. Ahí celebrábamos los Consejos y reflexionábamos, entre otros asuntos, sobre la construcción de la actual sede y laboratorio, en Palau-solità i Plegamans. Siempre me ha impresionado la visión de futuro del Dr. Uriach. Los problemas en aquellos años de mi llegada, como asesor externo, no eran simples, algunos los voy a mencionar. Uriach era un laboratorio con ingentes cantidades de inversión en investigación, que le había proporcionado fama y reconocimiento internacional con varias patentes… pero el mundo cambiaba… La inversión para continuar en la investigación se había multiplicado por más de 10…. y los riesgos de su éxito aún más. El Dr. Juan Uriach Marsal siempre fue (y es) un apasionado de la investigación… él la impulsó toda su vida… pero era perfectamente consciente de que para una empresa familiar no era asumible ese tipo de riesgos, inversiones y tiempos a los que las nuevas normativas obligaban. El problema se abordó con extrema profesionalidad y con la ayuda de
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Alfonso Merry del Val
consultores externos… y sin prisas… hasta que cuajó en todos la idea de abandonar la investigación paulatinamente… Y, repito, sin prisas, porque era una decisión estratégica para el grupo y no fácil de asumir, dados los excelentes antecedentes, resultados, y prestigio alcanzado. Otra de las circunstancias que nos ocupaba era el cambio a Palau-solità i Plegamans… un tremendo acierto, obra sin duda del Doctor. Las instalaciones nuevas (fábrica y laboratorios) que se construían eran palabras mayores para una empresa familiar, tanto en dimensiones como en inversión en maquinaria ultramoderna. El Dr. Juan Uriach no titubeó nunca en dotar a la nueva sede con todo lo más avanzado del momento. E, incluso, situarla en un entorno verde y ecológico tan de moda hoy en día. Sin duda son unas instalaciones dignas de elogio. Pero seguramente la mayor preocupación del Doctor fue la llegada de la 5ª generación a la empresa. Todo lo tenía en la cabeza y le preocupaba más que ningún otro asunto… y a mi entender ha hecho una transición ejemplar. La 5ª generación fue aterrizando poco a poco, con enorme discreción y tiento… alcanzando con los años puestos relevantes en el grupo y siempre con el ojo discreto y silencioso del padre ¡que controlaba lo que a su entender era necesario controlar...! Mi positiva sorpresa más tarde fue que, aun siendo el único no sanguíneo del Consejo Familiar, todos hablábamos de todo… hasta de las finanzas o circunstancias más íntimas… con armonía y profesionalidad… el comportamiento de la 5ª generación era impecable y estaban abiertos a discutir de todo, sin pasiones ni enfrentamientos, con un gran árbitro, el Dr. Juan Uriach, que siempre dejaba que todos se expresaran. Desde el Consejo Familiar se abordó la llegada de la dirección profesional externa a la dirección del grupo, un cambio sin duda también estratégico. Evidentemente este paso no fue un camino de rosas… pero se recorrió de forma muy profesional, solucionando los problemas con objetividad. Esta nueva generación ha aborda-
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La mayor preocupación del Doctor fue la llegada de la 5ª generación a la empresa y a mi entender ha hecho una transición ejemplar do el crecimiento externo con adquisiciones muy acertadas. En el año 2005 se compraron los Laboratorios Aquilea, con lo que Uriach dobló su negocio de Consumer Health y factura en la actualidad más de 170 millones de euros. En 2014 se compran las marcas Halibut e Innovage para seguir creciendo. En 2015 llega la expansión internacional con la adquisición de Laborest Italia y una pequeña comercializadora en Portugal, y más hitos que no menciono por no extenderme. En el año 2019 pueden decir con orgullo, tanto el Dr. Juan Uriach Marsal como sus hijos, que esta etapa de viraje estratégico, cambio generacional y dirección no familiar está superada con gran éxito, sin quebrantar los valores y tradiciones de la familia y la Corporación Uriach.
Entrada principal de Uriach en su sede de Palau-solità i Plegamans (01/02/2008)
Claro que todo esto no fue fácil… pero hecho está. ¡Enhorabuena Juan! También merece un recuerdo la profunda labor filantrópica del Doctor. Seguramente el ejemplo más fácil, aunque lejos de ser el único, fue la creación en 1988 y el desarrollo de la Fundación Uriach. Seguramente estas líneas carecen de muchas de las facetas de la personalidad del Dr. Uriach que enaltecen su excelencia personal y familiar, pero no deseo aburrir o agotar la paciencia del lector. Para terminar, solo un último apunte: en estos casi veinte años he aprendido de él su gran pasión culinaria y por la buena mesa… he disfrutado de su compañía en exquisitos momentos, en la buena mesa, acompañados de buenos caldos y refinada comida… sin duda una de sus pasiones… pasión la suya que ha sabido transmitir a sus hijos ¡y a mí! Gracias, querido Doctor. s
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Exconsejero de Uriach
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
Rebuscando entre mis recuerdos Antoni Matabosch i Soler *
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stoy contento y agradecido por haber podido colaborar en esta publicación de recuerdo y homenaje a Joan Uriach Marsal en sus noventa años. Rebuscando entre mis recuerdos, creo que puedo ordenar y resumir en tres aspectos lo que sobresale para mí de su figura. De su larga trayectoria empresarial, conozco lo que dicen los periódicos y los productos que compro en la farmacia. En cambio, conozco un poco más otros ámbitos que tienen relación con la vida ciudadana, religiosa, cultural y familiar. Señalaré, antes que nada, su larga estancia en el Patronato de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, en unos primeros años en los que poca gente confiaba en que se pudiera terminar. Entonces sí que era un acto de fe en un arquitecto y en un proyecto descomunal. Pudo también participar más activamente en desatascar la gran obra, que hoy camina rápidamente hacia la culminación. Se necesita mucha fe religiosa y ciudadana para implicarse de esta manera. La dedicación por parte de Benedicto XVI marcó un antes y un después. Hoy nadie duda de que se ha convertido en el icono de Barcelona, aunque en ciertas instancias no les guste por motivos más bien ideológicos. El segundo aspecto cubre un ámbito más bien de aficiones y convicciones personales, culturales, religiosas, cívico-patrióticas. Joan Uriach ha continuado la saga de muchos industriales y comerciantes catalanes que no se han limitado a cuidar de sus negocios, de los beneficios, y que han abierto su mente, su corazón y su sensibilidad a otras dimensiones, que podríamos llamar genéricamente, humanísticas, es-
téticas, espirituales. Cataluña, especialmente en los siglos XIX y XX, se ha creado con el esfuerzo de la sociedad civil aunada con las administraciones, y cada parte ha aportado lo que ha podido. En este sentido, quiero remarcar la dimensión musical de Joan Uriach, como melómano y protector del Palau de la Música. Hemos coincidido en multitud de conciertos, él siempre acompañado de su inseparable esposa Mima. Su afición por el arte, con una especial atención a Subirachs. Su in-
Estuvo en el Patronato de la Junta Constructora de la Sagrada Familia cuando poca gente confiaba en que se pudiera terminar la obra quebrantable opción por un cristianismo renovado. Su amor a Cataluña, a su historia, a sus costumbres, a sus valores que la han ido conformando como un país plural, pero con una fuerte identidad propia. Un ejemplo de conservar las raíces sin dejar de mirar hacia el futuro es su empeño en publicar un volumen sobre la basílica de Santa Maria del Mar, frente a la cual estuvo
Antoni Matabosch i Joan Uriach Marsal en un acte social a Pals (02/09/2016)
el primer local de la empresa Uriach. El tercer aspecto toca un ámbito más lúdico y familiar. Aiguablava, en la Costa Brava, era y es un magnífico lugar. A veces dudo de si su gusto estético se creó en Aiguablava o si, al contrario, su sentido de la belleza le llevó a instalarse allí. Sea lo que sea, lo cierto es que ha sido un lugar idóneo durante años de conversaciones religiosas y culturales, junto con Mima, su hijo Javier y Elsa. Juan esperaba, y creo que todavía espera, estos diálogos con una batería de preguntas no siempre fáciles de responder, pero que siempre han ido al núcleo de las cuestiones. El matrimonio Uriach mostraba siempre sus cualidades de anfitriones perfectos. Una combinación ideal. Mi deseo sincero es que este modus operandi del patriarca actual de la familia Uriach se conserve y, si cabe, se incremente en sus sucesores. s
Expresidente de la Fundación Joan Maragall y exdelegado de Economía del Obispado de Barcelona *
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El Doctor Biodramina
Genís Sinca Algué *
El entusiasmo, las ganas de vivir, en definitiva convierten al doctor Uriach en el mejor antidepresivo
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onocí al doctor Uriach a raíz de una recomendación especial de mi padre, Josep Sinca, cuando un servidor buscaba la historia del farmacéutico que pudiera enriquecer un libro titulado Vida secreta dels nostres metges, sobre quince gigantes de la medicina catalana, y en donde quería hacer constar la figura de una saga de farmacéuticos. Joan Uriach i Marsal era el perfil, y que los Uriach hubieran arrancado en 1838 no era ninguna broma. Cuando conocí al Doctor aún lo fue menos. El doctor Uriach era una máquina de recordar, de retratar personajes, explicar anécdotas y narrar experiencias,
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Comida de aniversario de Joan Uriach Marsal, 84 y Genís Sinca, 43 (09/07/2013)
un conversador excepcional que logró que, aquel primer día, saliendo de su despacho de Palau-solità i Plegamans tuviese la seguridad de que aquella especie de generador de historias sensacional tenía que escribir como fuera sus memorias, y que las quería escribir yo. También recuerdo perfectamente el comentario de su secretaria personal, la mítica Toti Grases, que enseguida nos advirtió: “Esto no lo acabaréis ni en dos años”. La clavó. Fueron dos
y medio. Realmente, el encargo del libro, Memòries del doctor Biodramina, en sus diversas etapas de investigación, escritura, documentación y finalmente publicación, supuso para este humilde autor la entrada en tromba en un nuevo mundo, lleno de descubrimientos de todo tipo, intelectuales y humanos, de alto voltaje creativo y, sobre todo, de una grandísima intensidad narrativa. El encargo llevaba otro de implícito, una tensión añadida, por decirlo de alguna manera, no solo por la voluntad del Doctor (y mía) de intentar escribir el mejor libro de memorias posible, sino por el hecho de que todo, absolutamente todo, tenía que estar rigurosamente probado, comprobado y recomprobado. Nunca antes un libro de memorias se ha parecido tanto al lanzamiento al mercado de una nueva marca de pastillas para la tos. Todas las afirmaciones realizadas en las páginas del libro tenían que
Homenaje a Joan Uriach Marsal en su 90 aniversario
haber pasado por “la prueba del algodón”, como él siempre decía, pero “tres veces”, no porque estuviésemos intentando convencer de algo a nadie, sino porque, en el mayor de los casos, a medida que fueron pasando las semanas y los meses, nos dimos cuenta de que en realidad estábamos transcribiendo una parte de la historia que no estaba escrita ni registrada en ningún lado; nos estábamos dedicando a transcribir una parte de la geografía humana no solamente del personaje sino del mismo país, una parte de la historia que hasta el momento prácticamente solamente existía en la cultura hablada y oral de los despachos, las cocinas, los talleres, los laboratorios y los hogares que visitábamos. Por primera vez, no solamente tratábamos de reconstruir al detalle y desde el interior la fascinante historia del nacimiento de la Biodramina (“made in Uriach”, como él mismo dice), de la mano de su creador, si no el impulso pedagógico y científico de una serie de personajes punteros que le habían influido y que el Doctor consideraba fundamentales para entender la
Presentación del libro “Memorias del Dr. Biodramina” en TV3
Su sentido del humor, un poco contenido, casi inglés, es en el fondo algo tan verdaderamente barcelonés y catalán
evolución científica y cultural que había experimentado el país, sobre todo en el ámbito científico, médico y farmacéutico. La lista de personajes, que bautizó como “la generación silenciosa”, la encabezaba una serie casi subterránea de pioneros, tan inéditos como sorprendentes, una especie de héroes
de la postguerra que habían preferido la discreción para desarrollar con una fuerza insólita trabajos muchas veces impresionantes. Escribimos el retrato casi inédito de su admirado Antoni Esteve i Subirana, el histórico farmacéutico manresano que había obtenido la primera sulfamida del estado español, prácticamente sin recursos; dibujamos el perfil psicológico del gran farmacólogo de Molins de Rei, Pere Puig Muset, “el apóstol de los farmacólogos”, tal y como el Doctor lo bautizó, y también tratamos de retratar de la mejor manera posible la genialidad del arquitecto barcelonés Manuel Ribas i Piera, quien, en el transcurso de una comida inolvidable en Los Pajaritos, se presentó en el restaurante caminando con bastones y guantes de esquí. Ribas i Piera había remodelado la histórica sede de los Laboratorios Uriach de la calle Degà Bahí de Barcelona con un conjunto de innovaciones técnicas que, a día de hoy, figuran como pioneras en los libros de arquitectura, a nivel mundial. La investigación alrededor de las memorias del doctor Uriach se convir-
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Genís Sinca Algué
tió en una sorpresa constante, y también en una carrera contra el espacio y el tiempo para intentar acaparar el máximo de información, pero antes que nada para recuperar toda aquella historia oral, viva, y a ser posible directamente de la fuente original de sus protagonistas, proveernos de todo aquello que pudiera hacernos falta y nos ayudase a reconstruir la biografía personal y científica de un personaje, el propio doctor Uriach, que se había obstinado en hablar de todos menos de él. Sus memorias acabaron siendo el libro que sus ayudantes, colaboradores y amigos en realidad no habían escrito y nunca escribirían. Recorrimos cientos de kilómetros por toda la geografía catalana buscando a gente única, como Josep Pla-Narbona, responsable de uno de los momentos álgidos de la publicidad de Uriach con los históricos anuncios de la Biodramina, tan explícitos y concisos, pero sobre todo a la búsqueda de aquel “otro país”, inmergido en su propia creatividad, que Pla-Narbona, excepcional dibujante y artista, tan bien representaba. Fuimos a Vic para entrevistarnos con el Dr. Miquel Ylla-Català i Genís para charlar sobre farmacia, y también pasamos otro día entero en el taller y la casa de Pilarín Bayés, donde hablamos de la Reial Acadèmia de Belles Arts i de Sant Jordi. Fuimos al restaurante Can Fabes para comer con otro de los amigos del doctor, Santi Santamaría, probablemente la última comida-entrevista (in situ en la cocina de Can Fabes) antes del fallecimiento del gran chef al cabo de pocas semanas. Cientos de kilómetros de pensamientos en los que también repasamos la pasión por el Barça, nos adentramos en la política española y la Farmaindustria, o la “mini-Wellcome” que representaba la biblioteca pionera que había montado junto con el Dr. Danon, así como las reveladoras reflexiones alrededor de lo que significaba encabezar una empresa familiar. El doctor Biodramina no se acababa nunca. Aquello no era un libro, era la enciclopedia Larousse. Y, detrás de todo, siempre, siempre, un trasfondo permanente, el amor indescriptible por los hijos, la obsesión constante por
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Portada del libro de memorias del Dr. Joan Uriach
El doctor Biodramina no se acababa nunca, aquello no era un libro, era la enciclopedia Larousse
Juan, Javier, Enrique, Joaquín, Marta, y por encima de cualquier otra consideración, Sisón, para el Doctor y su esposa, Mima, el capítulo más difícil de sus vidas. Era precisamente hablando de Sisón y la preocupación por su estado de salud, que el doctor Uriach dejaba entrever su lado más oculto y recóndito, la vertiente que quizás mejor lo ha retratado, porque juntaba en un solo gesto, en una sola frase, la energía inagotable que a veces yo no sabía de dónde sacaba, la entereza, la totalidad del hombre, la voluntad innegociable del científico, el rigor y el nervio del
farmacéutico, el empuje del empresario, la manía del coleccionista, la ternura de un verdadero amante de los libros resumida en un solo gesto, en aquel momento único que, según mi parecer, mejor resumía al personaje y que era la fuerza inmarchitable del padre angustiado, cuando el Doctor se desesperaba un poco, juntaba las manos y murmuraba: “La hemos querido tanto, a Sisón, tanto…!” Y ahora que el Doctor cumple noventa años (le conocí a los ochenta), me doy cuenta también que, además de todo lo contado, de todo aquello que el lector de este número especial pueda aprender acerca de su figura y de su obra, que es mucho y de gran interés (la parte de mecenazgo, donaciones y aportaciones en el ámbito artístico merecería un capítulo aparte), existe aún otro aspecto, seguramente el más importante y fundamental: no se trata exactamente de su sentido del humor, un poco contenido, casi inglés, que el Doctor siempre transmite y aplica y que en el fondo es algo tan verdaderamente barcelonés y catalán. No, no acaba de ser este el aspecto a destacar, sino esa especie de actitud positiva constante, en su caso tan íntimamente ligada a la insaciable curiosidad del científico, las ganas de conocer todo lo nuevo, el entusiasmo, las ganas de vivir, en definitiva, que convierten al doctor Uriach en el mejor antidepresivo. Estoy seguro de que esta afirmación será ampliamente compartida por sus amigos, familiares y conocidos. El mejor medicamento de Uriach ha sido y sigue siendo, con toda seguridad, el propio doctor Uriach. Gracias por todo, gracias por tanto y las inyecciones de alegría y felicidad made in Uriach. ¡Felices noventa! s
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Periodista y escritor