REVISTA FUNDASORDO CIENTÍFIKA Edición 3

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FUNDASORDO CIENTร FIKA

Ediciรณn Nยบ 3


Genética de la sordera FUNDASORDO CIENTÍFIKA Harvard Medical School Center For Heredity Deafness

En esta edición: La Audición ¿Cómo se detecta y se diagnostica la hipoacusia?

Beneficio evaluación genética Directorio útil

Tipos comunes de sordera sindrómica

Glosario Técnico

¿Cómo se hereda la hipoacusia?

Datos de evaluación genética

Tipos de herencia

Evaluación genética Cx26

¿Qué es una evaluación genética?

Evaluación SCLC26A4 (PDS)

Esta es una publicación de FUNDASORDO que se distribuye de forma gratuita,

los textos mantienen su contenido y forma original sin ser editados en ninguna manera, sólo se

ha cambiado el diseño adaptado a la Revista, y se han omitido todos los pies de página. Tomado del original:

“Comprendiendo la genética de la sordera, una guía para los

Sordos y sus familias y profesionales”, Harvard Medical School Center for Hereditary Deafness (Escuela de Medicina de Harvard, Centro para la sordera hereditaria), 65 Landsdowne Street, Cambridge, MA 02139. USA. 2005 hearing@hms.harvard.edu


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La guía original fue creada por: Heidi L. Rehm, Ph.D.

Associate Director, Harvard Medical School Center for Hereditary Deafness (Directora asociada, Escuela de Medicina de Harvard, Centro para la Sordera Hereditaria) Instructor of Pathology, Harvard Medical School (Instructora de Patologías, Escuela de Medicina de Harvard) Associate Molecular Geneticist, Harvard-Partners Center for Genetics and Genomics (Genetista Molecular Asociada, Centro Harvard-Partners de Genes y Genomas)

Robin E.Williamson

División of Medical Sciences, Harvard Medical School (División de Ciencias Médicas, Escuela de Medicina de Harvard)

Margaret A. Kenna, M.D.

Associate Professor of Otology and Laryngology, Harvard Medical School (Profesora asociada de Otología y Laringología, Escuela de Medicina de Harvard) Director, Coclear Implant Program, Children’s Hospital Boston (Directora, Programa de Implantes Cocleares, Hospital de Niños de Boston)

David P. Corey, Ph.D.

Professor of Neurobiology, Harvard Medical School (Profesor de Neurobiología, Escuela de Medicina de Harvard) Co-Director, Harvard Medical School Center for Hereditary Deafness (Co-Director, Escuela de Medicina de Harvard, Centro de la Sordera Hereditaria)

Bruce R. Korf, M.D., Ph.D.

Chairman, Department of Genetics, University of Alabama at Birmingham (Presidente, Departamento de Genética, Universidad de Alabama en Birmingham)

Quisiéramos agradecer a todas las personas que hicieron observaciones y dieron sugerencias útiles a los numerosos borradores de esta guía. También nos gustaría agradecer al benefactor anónimo cuyo generoso apoyo hizo posible la publicación de esta guía. Por preguntas u observaciones, o para solicitar copias adicionales de esta guía, sírvase contactar a Heidi Rehm a: Harvard Medical School Center for Hereditary Deafness (Escuela de Medicina de Harvard, Centro para la Sordera Hereditaria) 65 Landsdowne Street Cambridge, MA 02139 Correo electrónico: hearing@hms.harvard.edu Portal de Internet : //hearing.harvard.edu


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La audición La audición es un proceso complejo, de manera que no debería ser ninguna sorpresa que las causas de la hipoacusia sean también complejas. La pérdida de la audición puede ocurrir debido al daño del oído, especialmente del oído interno. Por ejemplo, los lactantes pueden nacer con hipoacusia causada por una infección viral que se contrajo durante el embarazo o por una causa genética. Por consiguiente, es producida por los cambios en los genes relacionados con el proceso de audición. En algunos casos, la pérdida auditiva se debe a una combinación de factores genéticos y ambientales. Existe, por ejemplo, un cambio genético que produce que algunas personas sean más propensas a contraer hipoacusia después de tomar ciertos antibióticos. La comprensión de las causas genéticas de la sordera tiene beneficios importantes. Este conocimiento no sólo les permite a los doctores informar a las familias acerca de las posibilidades de tener hijos con hipoacusia, sino que también puede influir en el tipo de tratamiento que debe ser sometida una persona, ya que en algunos casos, cuando la causa específica es conocida, se puede determinar si la pérdida auditiva es progresiva. Además, la sordera podría ser sólo uno de un grupo de problemas médicos que puede tener una persona. Por ejemplo, algunas personas con hipoacusia también tienen problemas que afectan otras partes del cuerpo, como el corazón, los riñones o los ojos y conocer la causa genética en estos casos, permite al doctor saber que también podrìan haber problemas en otros sistemas. Cuando existe un problema auditivo en la familia, es razonable sospechar que la causa de la sordera sea genética, sin embargo, este tipo de sordera es común entre los niños aún cuando sus padres no sufran de esta enfermedad, ya que la sordera también puede transmitirse a generaciones futuras. Por lo tanto, las evaluaciones genéticas pueden ser de gran ayuda incluso si existe sólo una persona en la familia que sufre de hipoacusia. La genética de la pérdida auditiva puede ser complicada y difícil de comprender. Esta guía está diseñada con la finalidad de ayudar a explicar la función de la genética en la hipoacusia, cómo se lleva a cabo una evaluación genética, el significado de los resultados de las evaluaciones genéticas y cuáles son las opciones que existen para el tratamiento y la orientación. En caso de que la información que le hemos proporcionado no sea clara, le invitamos a hacer las preguntas pertinentes a su médico o al médico de su hijo, o solicite hablar con un consejero genético o genetista clínico.

¿Cómo se detecta y diagnostica la hipoacusia? Es de gran importancia detectar la pérdida auditiva en forma temprana para que el niño pueda desarrollar las aptitudes de comunicación y de aprendizaje apropiadas. Por esta razón, diversos estados están haciendo una evaluación de audición sencilla y sin dolor a todos los recién nacidos, con el fin de determinar si pueden oír sonidos. Sin esta evaluación, los padres, profesores o doctores no podrán advertir la pérdida auditiva hasta que el niño comience a mostrar dificultades para comunicarse de manera oral o para aprender. Por lo


FUNDASORDO CIENTÍFIKA tanto, algunas veces a los 2 ó 3 años de edad, es importante realizar esta evaluación. Los bebés que no pasan esta evaluación son referidos a un audiólogo para ser sometidos a una evaluación más exhaustiva. Primero, un audiólogo determina la gravedad y el tipo de hipoacusia, la que se mide al observar cuán fuerte debe ser un sonido para que el niño logre oírlo. Generalmente, esto se denomina umbral del nivel auditivo. Los diferentes tipos de hipoacusia se clasifican según la parte del sistema auditivo que ha sido afectado. El sonido es captado por el oído externo y luego pasa a través del conducto auditivo al oído medio. Los problemas en estas zonas causan hipoacusia conductiva. Después de que pasa por el oído medio, el sonido viaja a una parte del oído interno llamada cóclea, donde se transforma en una señal que puede ser enviada a través del nervio auditivo hacia el cerebro. Los problemas encontrados en esta parte causan hipoacusia neurosensorial. Anatomía del oído

Después de esta evaluación, se toman medidas para encontrar la causa de la hipoacusia. Generalmente, el pediatra, el médico general o el audiólogo involucrado en el cuidado del lactante o del niño diagnosticado con hipoacusia, lo referirá a un otorrinolaringólogo para una evaluación adicional de la causa de la pérdida auditiva. Algunos tipos de hipoacusia ocurren cuando el sistema auditivo ha sido dañado ya sea por ruidos fuertes, traumatismo encéfalocraneano, medicamentos o infecciones. En algunos casos, el conocimiento de estas causas puede ayudar a tratar la pérdida de la audición o detenerla para que no empeore. Otra posibilidad, es que la hipoacusia sea causada genéticamente, esto significa que sea trasmitida a través de la familia. Por esta razón, es muy importante contar con un registro muy detallado de la historia familiar. Existen dos tipos principales de sordera genética:


FUNDASORDO CIENTÍFIKA sindrómica, donde puede haber otros problemas médicos además de la hipoacusia y, no sindrómica, donde el único problema médico evidente es la pérdida de la audición. Aunque la mayoría de los problemas auditivos hereditarios no son de carácter sindrómico, existen diversos síndromes donde la sordera es una de sus características. En el siguiente recuadro se expondrán los síndromes comunes de la sordera. La identificación de estos síndromes es un paso clave para ayudar a pronosticar si existen otros problemas médicos involucrados. Descubrir si una hipoacusia es sindrómica o no sindrómica no es una tarea sencilla, ya que algunos problemas pueden ser sutiles o sólo detectados por exámenes especiales. Por ejemplo, se requiere un examen especial ocular para diagnosticar el síndrome de Ujieres y se necesita de un electrocardiograma para identificar los síndromes de Jervell y Lange-Nielsen (ver recuadro). Como resultado, un doctor puede pedir la asistencia de otros especialistas como cardiólogos, oftalmólogos o genetistas clínicos.

Aunque el historial familiar puede ayudar a encontrar una causa genética, la ausencia de antecedentes familiares de sordera no quiere decir que ésta no sea genética. De hecho, la sordera genética puede aparecer por primera vez en un niño cuyos padres no son sordos y no han tenido antecedentes familiares de sordera. Por lo tanto, es importante combinar la información de los exámenes físicos, los exámenes clínicos, el historial familiar y las evaluaciones genéticas, con el fin de identificar la causa de la hipoacusia. Esta recopilación de información puede ser de gran ayuda en el tratamiento y control de la sordera, como así mismo en el pronóstico de la posibilidad de transmitir la sordera a generaciones futuras.


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¿Cómo se hereda la hipoacusia? Se estima que cerca de la mitad de las causas por las cuales los niños sufren de sordera se debe a factores hereditarios. Estas causas hereditarias involucran genes que se heredan o se traspasan de una generación a otra. Todos los genes que tenemos en nuestro cuerpo están formados por un producto químico llamado ADN (ácido desoxirribonucleico). El ADN es un producto químico compuesto por cuatro clases de elementos o bases fundamentales: Adenina (A), citosina (C), guanina (G) y timidina (T). Estas bases pueden combinarse de diferentes formas con el fin de crear secuencias únicas de ADN. Los genes están compuestos por estas secuencias y contienen las “instrucciones” para la vida. Una pequeña parte de un gen podría tener una secuencia de ADN como la siguiente: ATTCTGATTTAAGCTA. En total, los seres humanos tienen cerca de 100.000 genes diferentes que están agrupados en estructuras pequeñas llamadas cromosomas. Las personas tienen 23 pares de cromosomas, incluyendo un par de cromosomas sexuales. Cada par consta de un cromosoma que se hereda de la madre y otro cromosoma que se hereda del padre. Los cromosomas sexuales contienen genes que determinan el sexo de una persona. Las mujeres heredan dos cromosomas X, mientras que los hombres reciben un cromosoma X y un cromosoma Y. La siguiente figura demuestra cómo los cromosomas son traspasados de la madre y del padre al hijo.

Herencia del cromosoma


FUNDASORDO CIENTÍFIKA Dado que las personas tienen dos versiones o copias de cada cromosoma, también tienen dos copias de cada gen. Las secuencias de ADN de estos genes son muy parecidas, sin embargo, en algunos casos hay una diferencia en la secuencia de genes de una persona si se le compara con la mayoría de la población. Este cambio en el ADN recibe el nombre de alteración o mutación. Existen algunas mutaciones que no interfieren con la salud de un individuo y otras que alteran el gen lo suficiente como para que no funcione correctamente. A continuación mostraremos un ejemplo de una mutación en un gen asociado a la audición. El cambio de base de G a T es suficiente para alterar las instrucciones contenidas en la secuencia de ADN.

Las mutaciones de genes se clasifican en dominantes o recesivas. Para que un individuo sea afectado, sólo necesita de un gen alterado y la mutación se considerará dominante. Por ejemplo, si una madre transmite un gen con una mutación dominante, el niño será afectado aunque la copia recibida del padre no se encuentre alterada. En otras palabras, la copia alterada de la madre fue “más fuerte” que la copia no alterada del padre. Una mutación también puede ser recesiva. En este caso, el gen alterado no es lo suficientemente fuerte como para causar un efecto, ya que la persona también tiene un gen no alterado. Como resultado, un individuo debe heredar dos genes alterados, uno de la madre y otro del padre, para ser afectado. El término portador se utiliza para denominar a una persona que posee un gen no alterado y un gen con una mutación recesiva. Esta persona no es afectada pero puede transmitir esa mutación a sus hijos. Dado que los padres son portadores y por lo tanto no tienen sordera, esta forma de herencia es común cuando no hay antecedentes familiares de sordera. La mayoría de los casos de sordera del gen conexin 26 se heredan con patrones recesivos. Otra forma de herencia genética, llamada herencia vinculada al cromosoma X, contiene las mutaciones recesivas en los genes del cromosoma X. Las mujeres tienen dos cromosomas X, mientras que los hombres tienen un cromosoma X y un cromosoma Y. Por consiguiente, un hijo sólo necesita una copia de una mutación del gen recesivo en el cromosoma X para ser afectado. Esto se produce porque no tiene un segundo cromosoma X para proporcionar la versión no alterada del gen. Una forma especial de herencia genética observada, que produce hipoacusia se denomina herencia mitocondrial. Las mitocondrias son estructuras pequeñas ubicadas dentro de las células que se preocupan de proporcionar energía a éstas. La mitocondria tiene su propio ADN, el cual contiene un conjunto único de genes diferentes de los genes de la célula. Si se produce una mutación en uno de estos genes, la mutación puede ser transmitida mediante la herencia mitocondrial. Un ejemplo de esta forma de herencia es la mutación A1555G, que causa que las personas estén más expuestas a perder su audición si son tratadas con ciertos


FUNDASORDO CIENTÍFIKA antibióticos. Para una explicación más detallada de estas formas de herencia, observe la siguiente figura. Herencia de una mutación dominante

Los niños reciben una copia de cada cromosoma de su madre (en verde) y una copia de su padre (en azul). En este ejemplo, se utiliza una banda roja para representar una mutación dominante en un gen de una copia de los cromosomas del padre. Ya que la madre tiene dos copias de cromosomas no alterados, todos sus hijos recibirán una copia no alterada. En cambio, cada uno de los niños tiene 1 posibilidad entre 2 (ó 50 por ciento) de recibir la copia con la mutación dominante de su padre. Según se muestra en la imagen, el 50 por ciento de los niños heredarán un cromosoma con la mutación dominante. Hay que tener en cuenta, que en el caso de las mutaciones dominantes, se necesita sólo una copia para que un individuo sea afectado. Por lo tanto, en cada embarazo, hay un 50 por ciento de posibilidades de que el niño tenga sordera.


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Herencia de una mutación recesiva

Los niños reciben una copia de cada cromosoma de su madre (verde) y una copia de su padre (azul). En este ejemplo, una banda roja representa una mutación recesiva en un gen de una copia de los cromosomas del padre y una segunda banda roja representa una mutación recesiva en el mismo gen de una copia de los cromosomas de la madre. Cada niño tiene un 50 por ciento de posibilidades de recibir la copia con la mutación recesiva de cualquiera de los padres. Sin Embargo, en el caso de las mutaciones recesivas, tanto la copia de la madre como la del padre debe ser alterada para que un individuo sea afectado. La probabilidad de que estos dos eventos sucedan al mismo tiempo se puede calcular al multiplicar la probabilidad de que ocurran en forma separada al mismo tiempo.


FUNDASORDO CIENTÍFIKA (Probabilidad de recibir la mutación por parte del padre) 1/2 x (Probabilidad de recibir la mutación por parte la madre) x 1/2 = (Probabilidad de recibir dos mutaciones) 1/4 Por consiguiente, en cada embarazo, existe un 25 por ciento de posibilidades de que el niño herede ambas mutaciones, esto significa que un promedio de 1 entre 4 niños tendrá sordera. Herencia de una mutación recesiva vinculada al cromosoma x

Los niños reciben un cromosoma sexual de la madre (verde) y un cromosoma sexual del padre (azul). Dado que las mujeres tienen dos cromosomas X, todos sus hijos heredan un cromosoma X. Por otro lado, los hombres tienen un cromosoma X y un cromosoma Y. Por lo tanto, recibir un cromosoma X de su padre asegura el sexo femenino de la descendencia (o sea una niña), o recibir un cromosoma Y, la descendencia masculina (o sea un niño). En


FUNDASORDO CIENTÍFIKA este ejemplo, se utiliza una banda roja para representar una mutación recesiva de uno de los cromosomas X de la madre. Según se muestra en la imagen, aunque las niñas hereden una copia alterada de su madre, no serán afectadas ya que obtendrán una copia no alterada del padre. Por otro lado, los niños reciben un cromosoma Y del padre por lo tanto no reciben una copia no alterada del cromosoma X para bloquear el efecto de la mutación. En consecuencia, los niños tienen un 50 por ciento de probabilidades de adquirir sordera ya que 1 de cada 2, tiene la posibilidad de heredar el cromosoma X alterado de la madre. Herencia de una mutación mitocondrial

Durante la reproducción, sólo el óvulo de la madre y no el espermatozoide del padre, traspasa la mitocondria que obtendrá el niño en desarrollo. Como resultado, sólo las


FUNDASORDO CIENTÍFIKA mujeres transmiten las características mitocondriales a sus hijos. Si una mutación ocurre en uno de los genes mitocondriales maternales, la mutación será transmitida a todos sus hijos. A diferencia de lo que ocurre con el hombre, ya que no transmitirá la mutación mitocondrial a ninguno de sus hijos. También existen casos en el cual se observa una mutación genética por primera vez en una persona cuyos padres no han transmitido la mutación. Este tipo de mutación es denominada mutación espontánea y su causa generalmente se debe a un cambio del ADN en un gen en el espermatozoide del padre o los óvulos de la madre. Esta es una manera en la que la herencia genética de un rasgo se presente repentinamente en una familia sin que haya existido en los antepasados. En este caso, se hace prácticamente imposible predecir una adquisición futura de sordera en el niño, sin embargo, existe la posibilidad de pronosticar la sordera de generaciones futuras. Aunque existen diversos tipos de hipoacusia provocadas por mutaciones en sólo un gen, se cree que existen otros tipos que requieren mutaciones en dos o más genes para que una persona sea afectada. Además, en algunos genes, las mutaciones no parecen causar hipoacusia directamente. En cambio, una persona puede estar en riesgo de adquirir sordera debido a factores ambientales, como la exposición al ruido o a los antibióticos. Es necesario llevar acabo un estudio riguroso de personas con deficiencias auditivas para comprender estas situaciones y las conexiones a veces complejas entre genética e hipoacusia.


FUNDASORDO: La Huella de la Dignificación de las Personas Sordas La Libertad, El Salvador, Centroamérica, 2018 fundasordo@gmail.com


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