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SITUACI\u00D3N DEL SECTOR EXTRACTIVO DIRECTO (CAPTURA) DE LA ACTIVIDAD PESQUERA CONTINENTAL: (2) CAMINO A LA REESTRUCTURACI\u00D3N

Abelardo Riera – FUNDATUN - (20 de abril 2019)

El presente artículo constituye la segunda parte del ejercicio de recopilación de ideas y conocimientos dispersos, en los pocos documentos e informes accesibles en la red, que apunta a entender la actividad pesquera (en este caso continental) como lo que es, fuente generadora de alimento y de la economía local de los pueblos. En el mismo se recopilan ideas para restructurarla, dada la coyuntura actual, pero con una visión sustentable y responsable hacia una extracción de recursos cónsona con un necesario equilibrio ambiental.

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Primer paso

En momentos que priva una emergencia de acceso a alimentos, sería poco viable establecer medidas de regulación para la extracción y aliviar la presión que actualmente existe sobre los recursos continentales. Por lo que en primera instancia las acciones estarían mejor orientadas a realizar trabajos dirigidos a una más eficiente y coordinada distribución de la proteína generada, entendiendo el ámbito primordialmente regional de tal distribución; levantando adecuadamente la importante información estadística (volúmenes, origen, destino, etc.) desde la procedencia hasta la comercialización minorista (consumidor final). Esto estaría enmarcado en unos primeros pasos orientados hacia la transparencia y las buenas prácticas en este sector de la pesca.

Eliminación de la preconcepción

La orientación de las acciones debe pasar primordialmente por la erradicación de tres preconcepciones muy arraigadas tanto en los entes administradores de la actividad como en sus propios actores. La primera de ellas tiene que ver con eliminar la visión de subsistencia-subsidio, formalizando su integración a una actividad comercial productiva plena, responsable y sostenible; lo que involucra escapar a toda consta de la mentalidad de “actividad pesquera artesanal de subsistencia”, imperante desde el pescador hasta los representantes de los organismos reguladores y/o controladores de la actividad, tanto regionales como nacionales. Esto implica darle un giro a la actividad hacia una mentalidad de producción no dependiente en lo económico ni del estado ni del estamento privado, sino basada en reglas comerciales claras y transparentes entre quien vende y quien compra; es decir, salir de las típicas relaciones cavero-pescador o estado-pescador (las actuales) en las que hay un detrimento o encadenamiento del productor en beneficio del comprador (cavero/estado). Este último provee alguna clase de subsidio, hacia equipos o combustible, y lo obliga a venderle a un determinado precio de mercado marcado por él. De parte de las instituciones del estado en la materia, se debe hacer un cambio progresivo de la orientación del subsidio de materiales, equipos o combustibles hacia una finalidad de preparar, educar, formar, capacitar a todos los niveles de la actividad (desde el pescador hasta el consumidor); brindado las herramientas necesarias para que haya una actividad comercial productiva fluida y sin dependencias a ningún nivel; siempre en consonancia con la sostenibilidad del recurso y la responsabilidad con el ambiente.

La segunda tiene que ver con eliminar la visión de uniformidad de la actividad, asociada al supuesto conocimiento que poseen algunos consumidores y decisores (de entes de regulación/ordenación) que la actividad es realizada de igual manera y los recursos son los mismos en cada espacio (región, cuenca y cuerpo de agua) y tiempo en que se realiza. Con ello, el consumidor promueve la demanda de recursos fuera de su temporada, que conlleva a una elevación de precios que promueve las actividades ilícitas de pesca (Pesca Ilegal, No Declarada, No Regulada); en el caso de los decisores, conlleva a una errónea gestión de los recursos, al considerar vastas regiones geográficas como semejantes en regulaciones de control o administración del recurso (son tratadas como áreas geográficas y no como ecorregiones o área del recurso – ver resolución Ministerio de Agricultura y Tierras en Gaceta Oficial No 37.472 del 26 de Junio de 2002).

La tercera tiene que ver con la eliminación de la visión de la toma de decisión centralista, con la que desde los entes de administración y ordenación rigen la actividad; donde no se realizan las investigaciones locales necesarias, ni se convocan las específicas opiniones conocedoras (investigadores, académicos) que apoyen, con base científica, las decisiones sobre la gestión de los recursos o la realización de acciones y actividades de apoyo en materia pesquera. Ello ha conllevado a la mala ubicación/dimensionamiento de centros de acopio y/o la realización de acciones de promoción o capacitación pesquera intrascendentes.

El país requiere de la puesta en práctica de planes concretos alejados de estas visiones; a los efectos de lograr una actividad pesquera sana y basada en la buena información y buenas prácticas de todos los eslabones dentro de la cadena de producción.

Evaluaciones necesarias

Evaluaciones primarias

Se requiere de la constitución de un equipo de trabajo, conformado por las universidades y centros de investigación, con profesionales del área, a los efectos de iniciar un plan de evaluación de los recursos y su potencial; así como también hacer una evaluación exhaustiva del esfuerzo que se realiza sobre los mismo (planificar un censo pesquero de inicio que evalúe cantidad de embarcaciones, artes empleados, personal y producción). De igual manera se requiere una evaluación intensiva del deterioro ambiental de las cuencas productivas, resultantes de los impactos ambientales crecientes en las mismas (contaminación, deforestación, represamiento y redireccionamiento de cauces, etc.); los cuales sin duda tienen un impacto sobre los recursos y sus áreas de reproducción y desarrollo.

Dentro de este proceso de evaluación también se requiere hacer un levantamiento de las asociaciones pesqueras existentes; evaluando su real funcionamiento, y en conjunto levantar una guía de las necesidades inmediatas del sector. Corresponde también, hacer la evaluación de la cadena de transporte (caveros públicos y privados) a los efectos de levantar sus requerimientos y sincerarlos a una actividad que debe ser productiva.

Evaluaciones alternativas

Se debe aprovechar la coyuntura para, junto con la academia, establecer y ahondar en planes de transformación de los productos (en un sector que no hay o es muy escasa la transformación del producto) que impriman valor agregado y acceso a mercados más distantes; de inicio a lo interno del país (acceso a mercados de las capitales más pobladas en la región centro-norte del país). Estos planes deberán ser acompañados de promoción e incentivos al consumidor (beneficios del consumo) que permitan considerarlos como alternativa a los productos marinos. Estos planes de transformación podrían ser unificados a las potencialidades del sector piscícola (acuicultura), brindado solides en la adquisición de la materia prima de transformación para aquellos que deseen incorporarse a este sector de producción.

Planes de mediano y largo plazo

Se requiere el iniciar asociaciones estratégicas de desarrollo de alcance comercial (nunca subsistencia) mientras se consolida como actividad formal. Esto implica apalancar las organizaciones pesqueras existentes para que gestionen por medios propios: 1) la adquisición de insumos y equipos necesarios para el desarrollo de su actividad (eliminar la dependencia del estado o del privado); 2) mecanismos de asistencia técnica y capacitación necesaria para cada una de las etapas de su actividad y que logren implementarlos de forma progresiva (existen multitud de experiencias previas); y 3) realicen los trámites burocráticos, ante los entes rectores, de forma unificada; facilitando la gestión tanto para los productores como para el ente regulador (dada la dispersión de la actividad).

Logrando el funcionamiento de estas asociaciones/agrupaciones: es recomendable establecer mecanismos de coordinación con: 1) entes públicos (tipo Corporaciones Regionales de Desarrollo) o privados que permitan el disponer o hacer accesibles los insumos para la actividad (en el marco de productividad y no de subsistencia); 2) con los entes de seguridad y vigilancia (fuerzas armadas y policiales) a los efectos de incrementar la seguridad (robo de motores) y disminuir los riesgos (pérdida de vidas) en la realización de las labores pesqueras y; 3) con academia y centros de investigación, que brinden capacitación para elevar la productividad en cada una de las etapas de la producción pesquera.

Asuntos de políticas públicas a instrumentar

Organización y asociatividad en el sector. Sin duda una de las cosas más evidentes del todo el sector pesquero general tiene que ver con el fortalecimiento, reestructuración, adecuación y optimización del funcionamiento entre los entes rectores (MinPESCA) y de control (INSOPESCA) <problemas de coordinación entre ambos, duplicidad de actividades, entre otras>, incluyendo una adecuada reglamentación para garantizar la correcta aplicación de Leyes y Reglamentos por parte de los diferentes funcionarios e instancias involucradas en su regulación. De igual manera se debe articular con las organizaciones pesqueras, buscando su formalización (en caso de no haber), restructuración (en aquellas existente que no funcionen), actualización y adecuación (en todas) en su funcionamiento; de tal manera que se conviertan por sí solas en el motor de evolución y se supere la mentalidad de subsistencia del sector artesanal.

Actualización del marco normativo: En general, las medidas de ordenación aplicadas al área continental son más restringidas con relación a las correspondientes al área marítima, ya que tanto a nivel de investigación como de aplicación administrativa hay mayores complejidades por la dispersión de la actividad y las delimitaciones político-territoriales; adicional a los efectos más directos de los impactos de otras actividades sobre el medio acuático. La elaboración de un marco normativo sencillo y claro con una reglamentación actualizada, limpia, sana y progresista evitará distorsiones, abusos, indiferencia, errores y violaciones a las Leyes y reglamentos nacionales; adicional a que permitirá la modernización, la inversión, el trabajo honrado y una actividad que genere enriquecimiento de los actores.

Apalancamiento científico y tecnológico. Se requiere también que dichas medidas de gestión estén apuntaladas en investigación científica, para lo cual se requiere de trabajo coordinado con los entes y profesionales generadores de investigación y con planes anuales de evaluación de los recursos. Manteniendo la orientación que apuntan al uso racional de los recursos pesqueros, es recomendable trabajar hacia: la reducción de la enorme presión pesquera sobre recursos específicos brindando la oportunidad de transformación para la ganancia de valor agregado y atenuar el efecto de la pérdida laboral; la implementación de tecnología que actúen contra la extracción indiscriminada de recursos en zonas sensibles (áreas de cría y desarrollo); hacia realizar la correspondiente actualización de la normativa que la regula, sancionar adecuadamente su violación y darle mejor cabida a fomentar el cultivo de manera integral (Acuicultura).

A este nivel también es importante recordar la situación de que los insumos factoriales para el sector pesquero artesanal (tanto continental como marítimo) tienen un alto componente de importación; con lo que este apalancamiento científico tecnológico podría apuntar a la generación de conocimiento y capacidades para apuntalar una sustitución de importaciones y generación de innovaciones en esta área que disminuya en mayor o menor grado esa dependencia.

Mayor vinculación entre la academia y el sector productivo: es mucha la participación de personal y gente sin conocimiento alguno del sector; por lo que las universidades y centros de investigación deberían estar más vinculados con el sector productivo, promoviendo la formación y capacitación adecuada de las personas y el personal que realiza labores en el sector pesquero (a todos los niveles). El fortalecimiento de esta vinculación, entre el sector productivo y la academia, es fundamental para el logro de objetivos propuestos en todos los ámbitos; eliminando la mentalidad que el ente rector y regulador debe ser quien haga todo y logrando un dinamismo atado a la generación de los conocimientos que se logran diariamente en la academia.

Responsabilidad ambiental: Dada la vinculación de la actividad con un entorno ambiental saludable se requieren las coordinaciones adecuadas, con el ministerio en materia ambiental, para mantener información actualizada de los impactos que pueden afectar la actividad pesquera continental (actividades de intervención en cauces, deforestaciones, actividades mineras ilícitas, etc.), colaborar con el levantamiento y monitoreo de esa información, entre otras. Es decir, involucrar al sector pesquero continental en el cuidado y protección de su entorno; lo cual repercutirá en más y mejor producción.

Fomento de la acuicultura: Se debe pensar en que la acuicultura comercial no viene para inventar, probar o esperar, sino para producir a la mayor brevedad, con la mayor intensidad y con el mayor rendimiento económico posible para el país y el inversor. Un conjunto de grandes requerimientos hace falta para hacer todo esto realidad. Los diagnósticos existen, la experticia existe, no hay que volver a iniciar de cero. Un grupo de reconocidos investigadores del sector pesquero nacional, los realizaron mediante técnicas básicas de planificación estratégica y análisis de alternativas; sólo se requeriría una revisión de pocos días para diseñar propuestas de planes integrales de manejo acuícola para los diferentes subsectores, con ideas y propuestas propias y adecuadas al país. Estos planes están concebidos para “Promover y facilitar el desarrollo de una industria acuícola nacional, como actividad generadora de empleos, desarrollo, alimentos de origen pesquero de primera calidad a precios competitivos, satisfaciendo los requerimientos alimenticios y nutricionales de la población, generando a mediano plazo, excedentes que permitan abrir líneas de comercialización hacia los mercados internacionales, con la correspondiente generación de divisas”. La propuesta existe y está diseñada con la participación de más de una docena de profesionales colaboradores, siendo la segunda que se presenta en los últimos 26 años, y contiene 10 Principios Rectores, 5 Estrategias Básicas, 6 Proyectos Estratégicos y más de 150 acciones concretas para potenciar el cultivo de diferentes especies acuáticas, tanto marinas como dulce acuícolas.

Incorporación de las nuevas tecnologías

Es necesaria la incorporación de las nuevas tecnologías de control, vigilancia e información que permitan hacer un seguimiento y supervisión de la actividad de manera más sencilla y que permitan disponer de información actualizada y comprobada para las evaluaciones que se requieren; que además contribuyan con la transparencia de las asignaciones implementadas para crecimiento del sector. Su incorporación y el uso de redes digitales permitiría organizar, almacenar y analizar grandes volúmenes de datos de forma automatizada y autoadministrada en tiempo real, facilitando la gestión transparente de las pesquerías tanto para el administrador (organismo de ordenación pesquera) como para los administrados (pescador).

Es fundamental que se trabaje en su incorporación en todos los ámbitos, tanto desde la producción hasta el trabajo de los entes reguladores y supervisores de la actividad; lo cual implica la formación/capacitación técnica y profesional en todos los niveles (desde el pescador hasta las autoridades del sector).

Pese que en un inicio requerirá de grandes inversiones, dimensiones y complejidad, sin evidenciar ningún tipo de beneficio económico adicional, a largo plazo disminuye en mucho los costos de la regulación y supervisión de la actividad; con importantes ganancias en seguridad y protección del pescador en su actividad y de resguardo conservación de los recursos explotados.

Necesidades financieras

La consecución de metas escalonadas dentro de un plan coherente de crecimiento del sector requiere establecer una metodología en la que participen todos los factores de comercio, de producción, de industrialización, de investigación científica y de la academia, para elaborar un plan con los estimativos de costos reales y ajustados a la realidad de ser responsables y sostenibles en el uso de los recursos.

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