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RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD EN ENCUENTROS CON ORCAS EN SU MEDIO NATURAL
by FUNDATUN
Jaime Bolaños Jiménez - CWOP - Ruth Esteban – GTOI - 23 de enero de 2024
INTRODUCCIÓN
Las Orcas (Orcinus orca) son los delfines más grandes del mundo, pudiendo llegar a medir de 7 a 10 m de longitud y pesar de 7 a 9 toneladas. Son animales dotados de gran fuerza e inteligencia, que tienen la capacidad de coordinar sus esfuerzos para atacar y consumir a sus presas. Como la mayoría de las especies de delfines, suelen manifestar curiosidad hacia su entorno, lo cual incluye interactuar con otras especies marinas, así como con objetos elaborados por el hombre. Tal como se mencionó en un artículo previo en este boletín (Bolaño-Jiménez, 2023), las Orcas son uno de los mamíferos marinos más conocidos por el público y más fáciles de identificar, debido a su característico patrón de coloración en blanco y negro. Lamentablemente la industria cinematográfica ha presentado a esta magnífica criatura como un ser vengativo y mortal; lo cual ha contribuido a popularizar su calificativo de “ballena asesina”, que se corresponde con una deficiente traducción del nombre común asignado a esta especie en inglés (“killer whale”).
En este punto es bueno recordar algunos datos importantes de esta especie a tener en cuenta:
no son ballenas, son delfines;
no son “asesinas”, son depredadores tope;
son capaces de tener una alta movilidad, pudiendo recorrer distancias superiores a 8.000 km en un corto periodo de tiempo;
son organismos sociales, por lo que frecuentemente suelen ser avistadas en grupos.
INTERACCIONES EN EL ATLÁNTICO ORIENTAL
A lo largo de las aguas atlánticas de la Península Ibérica (Portugal y España) existe una pequeña subpoblación específica del Estrecho de Gibraltar, compuesta por un grupo de poco menos de 40 individuos y que son capaces de moverse desde las áreas marinas de Marruecos hasta las de la Bretaña Francesa; que, al ser un grupo tan pequeño y prácticamente aislado genéticamente, están catalogadas como “En Peligro Crítico” de extinción.
Este grupo de Orcas se alimentan principalmente de Atún Rojo y, por lo tanto, es normal verlas interaccionar con barcos de pesca; es decir, reaccionando a su presencia y acercándose a ellos. A partir de julio de 2020 cuando frecuentemente se las empieza a observar acercándose a otro tipo de embarcaciones, especialmente a barcos veleros, llegando a tocar intencionalmente a los barcos y a “manipular” su mecanismo de dirección. Desde 2020 se han registrado más de 600 reportes de interacciones en el área de distribución descrita. El total de estos reportes se pueden desglosar de la siguiente manera: el 8% son interacciones sin contacto físico; el 7% no brinda mayor información del tipo de interacción ocurrida (no se aportan datos sobre si la embarcación fue “dañada” o no); el 34% describen interacciones con contacto físico y sin daños; en el 30% se reportan daños leves que no comprometen la navegabilidad y en el 21% restante ocurren daños que llegan a ser graves e impiden la navegación de la embarcación. Aunque gran parte de la narrativa de los medios de comunicación internacional califica a muchas de estas interacciones reportadas en los alrededores del Estrecho de Gibraltar como “ataques”, todavía no se dispone de evidencias científicas sólidas que avalen que dichas interacciones puedan constituir verdaderos ataques.
INTERACCIONES EN EL ATLÁNTICO OCCIDENTAL
Las Orcas siempre han habitado el Mar Caribe, sólo que en bajas densidades, y su dieta es generalista en esta área; ya que incluye mamíferos marinos (60%), tiburones (17%), tortugas y otras especies (23%) (Kiszka y col., 2021).
Entre octubre de 2023 y lo que va de enero de 2024 se ha notado un incremento en el reporte de la presencia de Orcas en varias regiones del Caribe, incluyendo Bahamas, Barbados, Florida, Martinica, República Dominicana, Saba, Venezuela, Trinidad y Tobago. En algunos de estos casos las Orcas han manifestado curiosidad e interactuado con anzuelos y con Dispositivos Concentradores de Peces (DCP, también llamados FAD o “plantados”). La base de datos de Caribbean-Wide Orca Project (CWOP), que abarca el período mayo 1851 a enero 2024, cuenta en este momento con 396 avistamientos de Orcas en el Caribe; en los cuales se han registrado interacciones con DCP y otros artes de pesca en al menos 20 casos (5,1%). El incremento en los reportes de la presencia de familias de Orcas en cercanías de los DCP y los artes de pesca con anzuelo (Bolaños-Jiménez, obs. pers.) puede estar indicando que, algunos de estos grupos, han aprendido a tomar ventaja de esa presencia de peces y otras presas, incluso debajo de la sombra proyectada por las embarcaciones, para incrementar sus oportunidades de alimentación a un costo energético más bajo (Cieslak y col., 2021).
Recientes registros, incorporados a la base de datos de la Caribbean-Wide Orca Project (CWOP), indican cinco casos de interacciones de Orcas en el Caribe que parecen presentar algunas similitudes con las interacciones reportadas en la Península Ibérica; estos se ubican en aguas de Colombia (1), Venezuela (2), República Dominicana (1) y Puerto Rico (1). Estas interacciones involucraron contacto físico con la embarcación (casco o motor), alimentación alrededor de un DCP al mismo tiempo que los pescadores estaban pescando o movimientos suficientemente cerca de los embarcación que asustaron a la tripulación. Las embarcaciones involucradas incluyeron un velero, un barco de pesca deportiva y tres pequeñas embarcaciones de pesca artesanal (dos de fibra de vidrio y una de madera). En tres de los casos reportados hubo un contacto físico con la embarcación y la tripulación se refirió a esas interacciones como “ataques”. Como se trata de un tema emergente, con solo unos pocos casos reportados, no existe suficiente información para definir adecuadamente el tipo de interacción; sin embargo, es importante que la gente de mar que faena en el Mar Caribe conozca la situación.
INTERACCIONES QUE GENERAN RIESGOS A LA NAVEGACIÓN O LAS PERSONAS
En general, para el caso de las Orcas de la subpoblación específica del Estrecho de Gibraltar, se denominan interacciones a todos aquellos eventos en los cuales una o varias Orcas establecieron contacto físico con la embarcación o alguna de sus partes (casco, motor o timón). Hay que tener en cuenta que ese contacto físico puede ser intencional o no intencional; pero cualquier contacto por leve que sea, debido al peso y fuerza de las Orcas, puede ocasionar averías e inhabilitar las maniobras de la embarcación y puede poner en riesgos de caída dentro de la propia embarcación o por la borda a las personas, exponiéndolos en el agua y/o generándoles posibles lesiones.
Hasta el momento no se cuenta con suficiente información científica para calificar como “ataque” alguna de las interacciones reportadas. En la medida en que se incrementan estas interacciones, se incrementarán igualmente las probabilidades de que algún contacto físico con las Orcas pueda generar condiciones inseguras para la navegación a las embarcaciones y poner en distintos tipos de riesgos al personal a bordo. Por esta razón, es importante que el gremio de la navegación en embarcaciones pequeñas (pesca, turismo, recreación) tenga acceso a las recomendaciones de seguridad que se están aplicando y actualmente están vigentes para velar por la seguridad de la navegación en cercanías del Estrecho de Gibraltar y la Península Ibérica; recomendaciones que señalan:
Mantener la calma a toda costa;
Reducir la velocidad y/o parar el motor si el comportamiento de las Orcas lo hacen necesario; considerando si las condiciones de mar y la ubicación lo permiten;
Apartar las manos de los mandos del motor o del timón;
Solicitar a las personas a bordo cuidarse de exponerse a cualquier posición inestable dentro de la embarcación de la que pueda caer o girar bruscamente;
Si es posible, apagar cualquier equipo que genere ondas de sonar (sonda de profundidad/ecosonda), manteniendo encendidos los equipos de comunicación (radios VHF o UHF) y elementos de posicionamiento (GPS);
Contactar con las autoridades marítimas o navales;
Si tiene teléfono con cámara, u otro dispositivo, grabe a los animales y/o su comportamiento desde una posición segura (para que su dispositivo capture mayor cantidad de información útil para evaluar el comportamiento, por favor sostenga el dispositivo en posición horizontal);
Reanudar la navegación cuando vea que las condiciones vuelven a ser seguras;
Si aprecia una avería que impida la navegación, solicitar la asistencia a las autoridades pertinentes para que activen los protocolos necesarios (remolque, etc.);
Permita que se suministren los datos del incidente a los especialistas en cetáceos para evaluar el caso (Información básica a suministrar: nombre del barco – fecha y hora – contacto (teléfono/email) - posición (GPS/aproximada) o distancia aproximada de la interacción a un punto de referencia - número de ejemplares en la interacción).
Dado que en el Mar Caribe las interacciones de orcas con embarcaciones -que incluyen contacto físico- son muy recientes, las presentes recomendaciones aplican solo como una referencia. En la medida que se disponga de una mayor información para el área, será posible proporcionar mejores recomendaciones. Por tal motivo, es muy importante que la gente de mar reporte los casos de avistamientos o interacción con orcas a la red social de Caribbean-Wide Orca Project (CWOP); así como cualquier material de video o fotografía adicional que puedan tomar en el momento de la ocurrencia del evento.
Finalmente, es importante recordar que nunca en la historia de la humanidad se ha presenciado ataques de Orcas hacia seres humanos en su ambiente natural. También es importante tener en cuenta que las Orcas y demás delfines evolucionaron hace más de 20 millones de años, por lo cual debemos aceptar que están en su territorio mucho antes que los seres humanos.
FUENTES DE INFORMACIÓN:
Bolaños-Jiménez J. (2023). “a propósito de recientes avistamientos de orcas en Venezuela, ¿qué dice la ciencia?”. COFA Convivencia Pesquera (Junio 2023). FUNDATUN. Caracas - Venezuela. p: 11-14. Disponible en: https://issuu.com/fundatun/docs/2023_06_rev_cofa/s/27381404
Bolaños-Jiménez J., J. Luksenburg, A. Henriquez, L. Bouveret, G. Rodríguez-Ferrer, E.A. Ramos & J. Kiszka (2023). “The killer whale (Orcinus orca) in the Caribbean Sea: an updated review of its ecology, exploitation, and interactions with fisheries”. Aq. Mamm. 49(2), 184-194. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1578/AM.49.2.2023.184.
Cieslak M., P. Tixier, G. Richard, M. Hindell, J.P. Arnould, & M.A. Lea (2021). “Acoustics and photo-identification provide new insights on killer whale presence and movements when interacting with longline fisheries in South East Australia”. Fish. Res. 233: 105748. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0165783620302654
Esteban R., A. López, A. García de los Ríos, M. Ferreira, F. Martinho, P. Méndez-Fernandeza, E. Andréu, J.C. García-Gómez, L. Olaya-Ponzone, R. Espada-Ruiz, F.J. Gil-Vera, C. Martín Bernal, E. García-Bellido Capdevila, M. Sequeira & J.A. Martínez-Cedeira (2022). “Killer whales of the Strait of Gibraltar, an endangered subpopulation showing a disruptive behavior”. Mar Mam Sci. 38:1699–1709. Disponible en: https://doi.org/10.1111/mms.12947
Kiszka J.J., M. Caputo, P. Méndez-Fernandez & R. Fielding (2021) “Feeding Ecology of Elusive Caribbean Killer Whales Inferred from Bayesian Stable Isotope Mixing Models and Whalers´ Ecological Knowledge”. Front. Mar. Sci., Vol 8: 648421. Disponible en: https://doi.org/10.3389/fmars.2021.648421