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PALABRAS DEL DIRECTOR EJECUTIVO FUNDADOR, DR. CARLOS GIMÉNEZ, CON MOTIVO DEL 25 ANIVERSARIO
Reitero la bienvenida expresada por las autoridades de la Fundación para la Pesca Sostenida y Responsable de Túnidos (FUNDATUN) a los distinguidos participantes de este acto conmemorativo del 25to Aniversario de la creación de La Fundación. Entre los presentes hay representatividad de autoridades oficiales, gremios, academia y representantes de las distintas actividades del sector de la pesca y acuicultura; lo que nos anima a seguir trabajando por nuestro país en el área que estamos cada día más comprometidos.
Mi exposición en enfocará en TRES (3) aspectos que estimo son fundamentales: el primero de ellos es la conceptualización del marco en que se basa la actividad pesquera en general; el segundo, es la caracterización de la actividad pesquera y acuícola desde el punto de vista de la importancia económica, comercial y alimentaria; y el tercero, es el relativo a hacer una breve descripción de la participación de FUNDATUN en aquellos aspectos que han contribuido y siguen contribuyendo a la práctica y consolidación del ejercicio de una pesca sostenible y responsable; sin dejar de lado aquellas cuestiones que han servido de base para su desarrollo.
CONCEPTUALIZACIÓN DEL MARCO EN QUE SE BASA LA ACTIVIDAD PESQUERA EN GENERAL
Me voy a permitir hacer referencia a dos grandes figuras de la pesca en el escenario mundial. La primera de ellas es el sabio benedictino Pedro Joseph García Balboa, personaje de origen español y mejor conocido como el Padre Sarmiento, quien en el siglo XVIII extiende en consideraciones lingüísticas sobre voces relacionadas con el mundo de los túnidos, su carácter nómada y el carácter también nómada de los tunantes, los pescadores de túnidos, señalando lo siguiente: “Y si, por imitación de los atunes, no se formaron las vozes tuno, tunante y tunar de la voz atún o de el thunnus latino, no se puede negar que los vagabundos y tunantes son unos atunes de tierra, sin patria fixa, sin domicilio constante y conocido…”. La otra figura fue el Dr. Francisco López Capont, un profesor de la Universidad Santiago de Compostela, quien se empeñó en trasmitir su experiencia a todos los niveles. Tuvimos la suerte de tenerlo en Venezuela como asesor de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y fueron muchas sus oportunas recomendaciones en materia de industrialización del pescado.
Importante es también definir, en este punto, lo relativo a la situación de algunos países en relación con el Derecho del Mar. Países como Estados Unidos, Perú, Venezuela y otros, no son Parte firmante del Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR- Acuerdo de Montego Bay) de 1982, que está en vigor desde comienzo de la década de los noventa; sin embargo, es bueno aclarar que Venezuela, a finales de los sesenta, adoptó los textos oficiosos con fines de negociación relativos a delimitación de áreas marinas y submarinas, así como en aspectos pesqueros. Ello explica el por qué Estados Unidos y Venezuela delimitaron las áreas marinas entre Puerto Rico y nuestro país; al igual que lo hemos hecho con otros países del área Caribe-Atlántico.
Por otra parte, Venezuela se ha incorporado a las convenciones pesqueras que le han generado Derechos Históricos en áreas del Altamar (patrimonio común de la humanidad), tanto en la zona del Pacífico Oriental Tropical como Caribe-Atlántico. Es importante destacar que Venezuela no le era factible la firma del Acuerdo de Montego Bay (Jamaica) de 1982 porque aún tiene pendiente aspectos a definir en la zona jurisdiccional marítima de Guyana (en reclamación por nuestro país) y también en la parte occidental de Castillete en Cabo Chichivacoa (Península de la Goajira); controversia que fuera manejada en su oportunidad por los ministros plenipotenciarios, el secretario de Hacienda y Relaciones Exteriores de Venezuela Santos Michelena y el secretario de Interiores y Relaciones Exteriores de Nueva Granada (actual Colombia) Lino de Pombo, que culminaron con el llamado “Acuerdo Pombo-Michelena” de 1833 y que no fuera ratificado por el Congreso de Venezuela.
De las expresiones del Padre Sarmiento se derivan conceptos muy importantes para tomarlos en consideración, relacionados a la características de ser recursos altamente migratorios y ampliamente distribuidos (transzonales) con un carácter de recursos de libre acceso y propiedad común, y los cuales determinan que se requiera un enfoque coordinado en el manejo de la explotación comercial de estos recursos pesqueros, dentro de unos parámetros de sostenibilidad y con apego a normas responsables de cada uno de los entes o países participantes en su pesquería. En el caso particular de lo que se denomina frecuentemente como ATÚN, por ser un conjunto de especies altamente migratorias y ampliamente distribuidas, ningún país se puede atribuir que sus aguas poseen atún; sino que, por el contrario, por sus aguas pasa el atún. Esto ha determinado la creación de Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera atuneras, también llamadas OROP´s atuneras, como mecanismo para establecer compromisos de los Miembros en su aprovechamiento responsable y sostenido; en el entendido que hay las Partes, que involucra aquellos países u organizaciones signatarios de las convenciones internacionales jurídicamente vinculantes para el manejo de las pesquerías, y las No Partes Cooperantes, que son aquellos que pueden asumir voluntariamente las normas señaladas en las mismas y adoptan sus procedimientos para el manejo responsable de la explotación de recursos pesqueros.
CARACTERIZACIÓN DE LA PESCA DESDE LA IMPORTANCIA ECONÓMICA, COMERCIAL, ECOLÓGICA Y ALIMENTARIA
La actividad pesquera se puede ejercer en distintos escenarios según su finalidad: pesca científica, pesca deportiva y pesca comercial; que incluye la pesca de subsistencia. Todos los tipos de pesquerías deben ejercerse bajo un marco de responsabilidad, particularmente la pesca comercial; la cual en un escenario económico se puede caracterizar por ser de subsistencia, de pequeña escala (pesca artesanal) y la denominada industrial.
A pesar de que los artes de pesca y sus métodos de uso pueden ir dirigidos a la obtención de una especie determinada, también pueden capturar tallas juveniles “no comerciales” de la misma y otras especies denominadas como “acompañantes”, con o sin valor comercial; por lo que, dependiendo el grado de acompañamiento incidental de esas tallas y especies, deben formar parte de un marco regulatorio integral, por cuestiones de responsabilidad. La responsabilidad y sostenibilidad de la actividad pesquera también pasa por entender el impacto de la misma en los ecosistemas, del que no escapa ninguna actividad humana; impactos a los cuales se suman los más recientes aspectos relacionados al “Cambio Climático” y la contaminación del medio marino, que también afectan negativamente la producción pesquera. En tal sentido, los marco regulatorios regionales de ordenamiento pesquero de recursos transzonales y altamente migratorios han integrado un “enfoque ecosistémico” de la actividad en la actualidad de su trabajo.
No podemos desestimar la evolución, tanto operativa como productiva, del sector atunero basada en acertadas políticas de apoyo a la actividad, que en su momento permitieron la formación y consolidación de la flota pesquera atunera de bandera nacional; en este caso cabe destacar la validación de la figura de arrendamiento con opción de compra de las unidades pesqueras y la posterior Ley de Privilegios e Hipotecas Navales del año 1983 (Gaceta Oficial Nº 32820), que permitió dar en garantía hipotecaria las naves pesqueras. Esta evolución y desarrollo de la actividad atunera también se fundamentó en elementos estratégicos de la plataforma industrial y logística existente; la cual facilitó el establecimiento de una actividad integral de producción de conserva y harina de pescado; la cual acompañó a otros factores del campo alimentario como la proporción de materia prima pesquera derivada que la conectó con en el sistema de producción de Alimentos Balanceados para Animales (ABA).
LA PARTICIPACIÓN DE FUNDATUN EN EL EJERCICIO DE UNA PESCA SOSTENIBLE Y RESPONSABLE
Corresponde en este punto hacer un ejercicio de justo reconocimiento de quienes actuaron en este proceso de desempeño de FUNDATUN en estos 25 años de existencia. Quiero hacer mención de aquellos Armadores, Ministros, Directores Generales de Pesca que ya estaban estimulados por las claras normas de sostenibilidad que venía practicándose desde 1980 con los programas de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) y el posterior Acuerdo para la Conservación de Delfines (Acuerdo de La Jolla); que luego pasó a una situación de mayor formalidad con el Acuerdo sobre el Programa Internacional para la Conservación de los Delfines (APICD, concordante institucional con la CIAT). De igual manera, con las obligaciones derivadas de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA, mejor conocida por sus siglas en inglés como ICCAT). En este punto de debe reconocer la conformidad del entonces Ministro Juan de Jesús Montilla y del Director General del SARPA Ricardo Molinet; así mismo, la iniciativa emprendida desde el propio sector atunero nacional de la mano de Francisco Ortisi, José María Bengoa, Inocente Natoli, Giovanni Ombra, Carmelina de Natoli, Manuel de La Iglesia, Manuel Elduayen, Doménico Pinto, Helio Cannavó; junto a los oportunos apoyos de Domingo Maza Zabala, Eduardo Oropeza Castillo, Guillermo García Ponce, Dr. Pablo Mandazén Soto (Hermano Ginés), Kaldone Nweihed, Luis Henrique Nuñez, Pedro Pablo Aguilar. Por otra parte, el gran apoyo desde la dirección técnica de la CIAT, en aquel momento en manos del Dr. Robin Allen; persona que nos alentó a presentar a La Fundación en la reunión celebrada en San José de Costa Rica, una vez que se había firmado el convenio entre el SARPA y FUNDATUN. Esa presentación institucional, seguida de la preparación técnica científica de biólogos pesqueros, permitió que La Fundación se colocara en posición de no solo realizar los “cursos para observadores científicos a bordo” sino también los “cursos para actualización de capitanes”, contando en un inicio con el apoyo del personal técnico-científico de la CIAT. Así mismo, desde el inicio se contó con un personal calificado con demostrada eficiencia y responsabilidad, como fueron los biólogos Alvin Delgado, Noel Romero y Julio Martínez; con la colaboración institucional de la Universidad de Oriente (UDO) mediante la firma del convenio con la rectora en ejercicio, Dra. Veridiana González, en el año 2000 y con el del Instituto de Zoología y Ecología Tropical (IZET) de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Se haría muy extenso hacer un listado de las personas y profesionales a las que agradecerles, que han pasado o han colaborado, a lo largo de este dilatado viaje de FUNDATUN en sus dos décadas y media; sin embargo resaltaré la importante participación de profesionales como el Biól. Luis Briceño, los Econ. Rubén Darío Baloa y Neira Soto, así como destacar el empeño siempre manifiesto del Biól. Abelardo A. Riera F., y de un personal de apoyo demostradamente eficiente.
FUNDATUN también se ha involucrado en programas de soporte al conocimiento pesquero como el programa de apoyo sardinero, así como en un programa de hidroacústica y ecointegración; también ha fomentado la divulgación del conocimiento en materia pesquera a través de la publicación Boletín COFA convivencia pesquera, para cuya creación se contó con el interés y soporte técnico de Carlos Agudo Freites.
MUCHAS GRACIAS.
Carlos E. Giménez B.
Director Ejecutivo fundador y actual Asesor de FUNDATUN
Caracas, 25 de junio de 2024