PIEL Y PELO 54
Sabemos que bañar un perro en casa es toda una odisea, y que la magnitud de la tragedia aumenta proporcionalmente al tamaño de tu mascota. Lamentablemente no existe casi ninguna posibilidad de que no acabes tan mojado como él cada vez que se sacuda, pero sí podemos darte unos truquitos para que el resultado final sea de peluquería.
S
e aconseja bañar a un perro aproximadamente una vez cada tres semanas, tiempo suficientemente espaciado para respetar la grasa y defensas naturales del pelaje y evitar así problemas de sequedad de la piel como descamaciones e incluso complicaciones más graves; y suficientemente a menudo como para que su higiene para la convivencia en familia sea la adecuada. De todas formas, es vital cepillarlo a menudo, cada dos días más o menos, para deshacerse del polvo y la suciedad, y así poder mantener el pelaje sano y cuidado. Recomendamos un buen paseo antes del baño, esto hará que esté relajado y receptivo (y tenga menos ganas de saltar de la bañera).