los bares son
patrimonio El valor patrimonial de bares, cantinas y fuentes de soda de Chile a travĂŠs de un registro fotogrĂĄfico
Equipo ejecutor Marcos Muñoz Matus
Sonido y post producción de Audio
Denisse Biscarra Valenzuela Producción
Haroldo Salas Donoso Realización audiovisual
Lucho Verdes y Tomas Maldonado Música
Gabriel Belmar Fuentes Diseño y diagramación
Primera edición: Mayo 2020 © Los bares son patrimonio, 2020 Santiago, Chile. Impreso en Chile. Todos los derechos reservados. Queda rigurosamente prohibida la reproducción total o parcial de esta obra.
Los Bares Son Patrimonio es un proyecto desarrollado a partir de un trabajo colaborativo entre diferentes profesionales de las comunicaciones, además de la participación de locatarios y locatarias de diferentes bares, restaurantes, chicherías y cervecerías de Santiago, Valparaíso y San Antonio.
Contenidos Manifiesto — Nicolás Cornejo Durán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 07 Contexto — Días de bares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Bar Chiloé — Box, Elvis, Pipeño y la mejor música . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Bar Restaurante Coltauco — De las últimas picadas de San Isidro . . . . . . . . .
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Café Roma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50 Wonder bar — Recuerdos de un bar centenario de Santiago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61 Bar Serena — Antigua barra en Barrio Brasil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 El Huaso Carlos — La última de las Chicherías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83 Bar Restaurante Turismo — Glorias pasadas del sector Mapocho . . . . . . . . . .
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Bar Liberty — Cien años junto al puerto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101 Quinta de Recreo San Martín — Rayuela corta y larga en Recoleta . . . . . . . 112 Bar Pato Cuac — El mejor Karaoke de Santiago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123 Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
P roh i bi do
e l i ngr e so a m e nor e s de
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a ños .
Manifiesto
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“Ahí estamos, ahí están. Sentados alrededor de una mesa o de pie frente a la barra imaginando un lugar habitable: La alcoba de los amantes, la biblioteca de los lectores, el estadio de los fanáticos, el parlamento de los congresistas, la iglesia de los creyentes, la siesta de los insomnes, la cocina de los hambrientos, la sala de espera para los enfermos, el museo para los coleccionistas, la bandera de los patriotas, el reino de los parias, el escritorio del oficinista, el escenario de los artistas, el camposanto de los silentes, el fin de los principiantes y el principio de los acabados.
Ahí están. Con una cerveza helada remojando los recuerdos o una caña de tinto a medio servir, entremedio de historias y anécdotas, amortiguando el paso del tiempo que se escucha en el trasiego de botellas y platos. Ahí seguimos, ahí siguen. Escondidos en pasajes lejanos y otros en pleno centro de la ciudad, de madera o cemento, con luces de neón
y alguna balada de fondo que se deja escuchar entre murmullos y carcajadas, durante décadas han sido puntos de encuentros ocasionales, reuniones periódicas, extensiones del comedor hogareño, testigos de largas conversaciones y bodegas inacabables de la propia memoria. Dicen que algunos se caen a pedazos y otros son de mala muerte; dicen que dentro de las cantinas gobierna la república y manda la gente porque hombres y mujeres son quienes resisten a que desaparezcan. Fuentes de soda, schoperías, tabernas, boliches o cuchitriles; no importa cómo les llamen porque allí dentro se construye el imaginario de un pueblo, la voz e identidad de un país. No importa lo que digan o lo que callen porque allí dentro se canta, se llora y se ríe. No importa si los condecoran o les rinden homenajes con placas o medallas colgadas en sus muros. No importa el día, ni el lugar ni la hora, porque sabemos que los bares están ahí orgullosos de sus nombres, orgullosos de su pasado; no importa porque sabemos que los bares son y serán patrimonio”.
Nicolás Cornejo Durán.
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C on t e x to
días de bares Dicen que algunos se caen a pedazos y otros son de mala muerte; dicen que dentro de las cantinas gobierna la república y manda la gente porque hombres y mujeres son quienes resisten a que desaparezcan. Fuentes de soda, schoperías, tabernas, boliches o cuchitriles; no importa cómo les llamen porque allí dentro se construye el imaginario de un pueblo, la voz e identidad de un país. No importa lo que digan o lo que callen porque allí dentro se canta, se llora y se ríe. No importa si los condecoran o les rinden homenajes con placas o medallas colgadas en sus muros. No importa el día, ni el lugar ni la hora, porque sabemos que los bares están ahí orgullosos de sus nombres, orgullosos de su pasado; no importa porque sabemos que los bares son y serán patrimonio. Los Bares Son Patrimonio es un proyecto que busca relevar el valor patrimonial e histórico de bares, cantinas y fuentes de soda de Santiago, Valparaíso y San Antonio, a través del registro de imágenes y videos.
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bar chiloé
Barrio Franklin, Santiago. Box, Elvis, Pipeño y la mejor música.
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Los Bares Son Patrimonio ~ Bar Chiloé.
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Alguien dijo que antaño, a cierta hora del día, todos los caminos del barrio Franklin conducían a Chiloé, el bar y cantina que se encuentra en el cruce de dos calles con nombres sureños en uno de los lugares más tradicionales de Santiago. A mediados de los años setenta las oficinas del seguro social quedaban a pocas cuadras y los pensionados colmaban las mesas y la barra para tomar un refrigerio y pasar la tarde. Por aquel entonces era costumbre ver a boxeadores, actores y humoristas disfrutar de un pipeño con chicha o un terremoto helado a cualquier hora del día que don Hernán servía gustoso entre chácharas y risas. Eran otros tiempos. Ahora, las oficinas del seguro social ya no existen y los pensionados no colman las mesas ni la barra. Los boxeadores pelean contra fantasmas olvidados mientras los actores se disfrazan de humoristas tristes y desganados.
Los Bares Son Patrimonio ~ Bar Chiloé.
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Pero Chiloé es la resistencia de una isla al paso de los años, como un pedazo de tierra que se desprende de un país largo y filudo, en medio del comercio entre tiendas y fábricas, y a metros del Mercado Persa, desbordando tanto sosiego que ni siquiera la música del wurlitzer logra alterar. Chiloé resiste con una pandilla de gatos que corretean a su antojo, además del murmullo familiar entre vecinos y transeúntes que durante el verano se refrescan con cervezas heladas y se abrigan con estufa y tinto en invierno. Chiloé resiste en silencio a las propuestas inmobiliarias y cientos de promociones que ofrecen progreso al querer maquillar con nuevos colores y productos su genuina identidad. Chiloé resiste más allá que sus paredes sostengan un montón de fotos y afiches con publicidad vencida y sus muebles y maquinaria sean casi la misma de cuando abrió sus puertas en 1974: don Hernán y sus parroquianos son la memoria de aquella época que se evoca después de unos tragos, de respirar el sorbo melancólico que habita en botellas y vasos. resistiendo con empeño hasta que los caminos del barrio Franklin digan lo contrario.
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Los Bares Son Patrimonio ~ Bar Chiloé.
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bar restaurant coltauco Barrio San Isidro, Santiago. De las Ăşltimas picadas de San Isidro
Los Bares Son Patrimonio ~ Bar Coltauco. 30
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Ancorado en la intersección de dos calles de tránsito manso y rumores de antaño, como una melodía antigua que nos recuerda que el futuro llegó hace rato, en la esquina de Coquimbo con Serrano se encuentra el bar y restaurante Coltauco. Su entrada ancha y luminosa nos traslada de inmediato a sus inicios, allá por los años ochenta, cuando don Samuel Parra, su dueño, oriundo del mismo lugar que da el nombre al bar, decide afincarse en pleno barrio San Isidro en medio de vulcanizaciones, imprentas, talleres y ferias libres que se sumergen en algunas veredas que dan pie a un largo camino de fachadas continuas. De sus murallas pintadas de cielo gastado cuelgan afiches de clubes deportivos y publicidad vetusta de brebajes espirituosos que alguna vez curaron el alma de algún derrotado. Casi todo el año hay Rabo de Mico. De sus estantes, como si fueran libros ocultos por una cortina fabricada de calendarios, aguardan las botellas de licores y cajas de vino a la espera de lectores sedientos; a cualquier hora del día caen los comensales a disfrutar un arrollado con papas cocidas o un churrasco en marraqueta con un vaso de chicha de pipeño. En el Coltauco se come y se bebe cuando el fútbol obliga desde un televisor arrinconado en las alturas una atención religiosa. En el Coltauco se come y se bebe cuando el público así lo quiere, con la familiaridad de estar en el living de su casa, el aroma de una cocina típica que se confunde con las de toda la cuadra.
Los Bares Son Patrimonio ~ Bar Coltauco.
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Lo más visible es lo más íntimo y ese parece ser su gran secreto. Sus puertas abiertas de par en par no esconden nada. Allí llega la gente: los feriantes, los mecánicos, jubilados, familias y vecinos. Allí comparten su silencio con el tranco del día y cerveza en mano o estiran el diario sobre la mesa y pasan el trago amargo. Don Samuel los recibe y los atiende casi de memoria porque él no es un testigo ajeno. Escucha con recelo y enseguida participa porque sabe que el Coltauco es más que las murallas, más que los estantes y más que la cocina y un vaso de vino: es un montón de fragmentos cotidianos que tienen rostro y voz propia. Y como si se tratara de un puzle desperdigado en el mesón del bar, un mundo pequeño difícil de armar, después de un largo tramo de historias y anécdotas don Samuel sube apenas el volumen de su colección musical, alguna balada latina o un clásico nacional y deja que aquellos espíritus bailen mientras prepara la despedida y una merienda para el viaje: marraqueta con salsa de ají para quien quiera llevar. Entonces se apaga la música, la luz se desvanece y por la puerta se vuelven a separar las esquinas hasta mañana.
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San Diego, Santiago.
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Hay bares y bares como vidas y vidas. Algunos crecen a punta de fábulas que se propagan de boca en boca, mientras otros los forja el lugar donde se encuentran. Hay bares que ofrecen un festín de comida tradicional y casera, y otros, unos brebajes espirituosos que desatan hasta el nudo más ciego de la lengua. Hay bares ocultos y clandestinos y bares públicos y silvestres. Hay bares vacíos y bares llenos; muchos con dueños y otros sin nombres. Y entre tanta colección de lugares está el café Roma. Una tradición familiar de origen italiano que mantuvo don Giuliano, patrono, señor y casero desde los años 80. Tiene más historias que la biblia y comensales que un templo. Ubicado en la calle San Diego y en medio de la bohemia de aquellos tiempos era un punto de encuentro obligado para quienes asistieran al Caupolicán, al Cariola o al Normandie. Actrices, artistas y músicos iban por un refrigerio antes o después de alguna función dejando una estela de glamour que era bien recibida por curiosos y vecinos.
Los Bares Son Patrimonio ~ Café Roma.
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Roma, al igual que todos los bares y restoranes del sector, abrió sus puertas de par en par para que el público pudiera disfrutar de un almuerzo de día o una cerveza en el fragor de la noche. Pero Roma también abrió el subterráneo, “las catacumbas”, como dice don Giuliano, en diferentes momentos de la historia política de Chile: por allá desde la primera elección de Salvador Allende hasta campañas alusivas a Frei Montalva, reuniones clandestinas que fueron tomando aires legendarios hasta el día de hoy. La calle San Diego ha cambiado. Edificios, casonas y teatros han sido demolidos. El ajetreo del comercio desplazó la bohemia de antaño. Pero Roma sigue en pie con su mismo cartel en la entrada como la genealogía de una familia. Don Giuliano está en alerta constante. Su comida casera, pastas y caldos, son furor en las colaciones. Sus relatos y compañía a media tarde para compartir algún brebaje o refresco es un plato impagable. Su espíritu persiste a cualquier embate. El tiempo de las catacumbas y la bohemia acabó hace años aunque dentro del café Roma existe de manera anónima, entre su público, entre nosotros y ellos, los desconocidos de siempre que poblamos el silencio de una tarde cualquiera.
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Los Bares Son Patrimonio ~ Café Roma.
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agradecimientos Los Bares son patrimonio es un proyecto desarrollado a partir de un trabajo colaborativo entre diferentes profesionales de las comunicaciones, además de la participación de locatarios y locatarias de diferentes bares, restaurantes, chicherías y cercecerías de Santiago, Valparaíso y San Antonio, y contó con el apoyo de la empresa Pullman Bus.
Hernán Jofré Bar “Chiloé”
Samuel Parra
Restaurant “Coltauco”
Cecilia Jofré
Quinta Recreo “San Martín”
Hernán Aguilera
Cervecería “El Farolito”
Francisco Morales Chichería “Don Pancho”
Patricio Aguilera Bar “Pato Cuac”
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www.losbaressonpatrimonio.cl
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