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La economía afecta a quien no beneficia
Javier Muñoz | 60 años –Contador Público, Lic. en Administración, Mg. en Dirección y planeamiento estratégico.
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El aislamiento y la interrupción de todas las actividades afecta, en primera instancia, a todos. En un mundo híper conectado, con un extraordinario aprovechamiento del carácter social del ser humano, en el corto plazo, el corte en estos lazos de interacción afectan a todas las actividades económicas. Es cierto, también, que existen actividades que se ven totalmente paralizadas y otras que, por ser consideradas prioritarias, lo perciben con otra amplitud. Se trata de un freno total que, en este momento, impacta por todas partes.
Pero lo anterior, de ninguna manera implica la desaparición de las mismas. El ser humano tiene, dentro de sus capacidades cognitivas, la propensión a adaptarse más o menos rápidamente a los nuevos contextos. Es en este sentido donde deberán centrarse fundamentalmente aquéllos que sufran el mayor impacto para modificar su forma de hacer negocios por otras, adecuadas a estas nuevas realidades.
Así, por ejemplo, muchos restaurantes empiezan a evaluar de otra manera el servicio de delivery, las empresas a evaluar el resultado de trabajos a distancia, las entidades financieras a ofrecer más productos online o hacer estos servicios más amigables o con mayor cantidad de operaciones por los nuevos usuarios que se ven obligados a utilizarlos cuando hasta hace unos días los rechazaban, con los consiguientes cambios en las vidas de las personas afectadas.
SI ESTA SITUACIÓN NO PARALIZA A QUIEN ESTÁ TOMANDO DECISIONES, MÁS TEMPRANO QUE TARDE PODRÁ RECUPERAR EL "COSTO DEL CAMBIO"
El tema de las organizaciones es que para poder sobrevivir y capitalizar el aprendizaje que toda crisis tiene, es que deberán tomar decisiones para las cuales no tienen el soporte de experiencias anteriores. Resultan más intuitivas que siguiendo un método basado en el modelo experimental. Eso implica asumir el riesgo de lo que no se conoce y, fundamentalmente, pensar en general más que en el caso individual. En definitiva, parafraseando el último libro de Nassim Taleb, "Que no haya decisión sin asimetría, ciencia sin escepticismo, religión sin tolerancia y sobre todo Nada sin Jugarse la Piel".
Esto último seguramente es el cambio más difícil. En los últimos 40/50 años el modelo aprehendido se ha centrado en el bienestar propio más que en el colectivo. ¡Si hasta se desarrolló una teoría económica denominada "Teoría del Derrame" por la cual lo importante era beneficiar a los que más tienen porque, en algún momento, esos beneficios serían tan grandes que derramaría en el resto! Eso sí, olvidaron que una condición normal del ser humano desde que vive en comunidad es el egoísmo, señalado como uno de los peores pecados en todas las religiones. Pero quienes hoy se encuentran en capacidad y posición de decidir fueron formados fundamentalmente en estos modelos de decisión.
Esta crisis viene impactando tan profundamente a nivel mundial porque golpea primero a gente que consideraba que podía tener cobertura contra todo. Manejaba los números del mundo. Y cambia fundamentalmente este pensamiento del egocentrismo propio del estilo de vida actual.
PERO EN ESTO, COMO MUY BIEN LO EXPRESARA FRANCISCO, "NO NOS SALVAMOS EN FORMA INDIVIDUAL, SINO ENTRE TODOS"
En cuanto a las teorías conspirativas de origen económico o político, no creo que haya políticos tan inteligentes, y no tengo elementos para otro tipo de evaluación.
Sí creo que los políticos, por lo menos en los países occidentales con modelos de decisión más o menos democráticos, buscan tratar de interpretar lo que quieren sus votantes. De estos hay de dos tipos: quienes sólo buscan el resultado a muy corto plazo y aquéllos que tratan de ver un poco más allá.
Si estos últimos, son quienes en definitiva resultan mayoría y toman decisiones, teniendo en cuenta más el bien común a mediano y largo plazo que su situación personal de corto plazo, la humanidad estará dando un paso adelante.
Seguramente no actuaremos de la misma forma. Tendremos cambios. Pero la vida es así. Y tenemos las condiciones para sentirnos vivos asumiéndolos.