III° medio: Experimentando y decidiendo para crear - Ilustración

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III° medio Artes Visuales

Experimentando y decidiendo para crear ILUSTRACIÓN DE TEXTOS Presentación final de trabajos Colegio Teresita de Lisieux 2020


Este es un fragmento sacado de la wiki fandom de una creepypasta, o sea, una historia ficticia de diferentes personajes, dรณnde el personaje SCP-049 o mรกs conocido como doctor de la plaga es el personaje de mi dibujo y del fragmento.

Vicente Segovia Enlaces que inspiraron esta ilustraciรณn: https://www.youtube.com/watch?v=YJaeH8ffl_M&feature=youtu.be https://www.youtube.com/watch?v=DOAvSbUmXAA&feature=youtu.be


Entrevistador: Dr. Raymond Hamm, Sitio-85 Entrevistado: SCP-049 [INICIO DE REGISTRO] SCP-049: (En francés) Bien pues, ¿cómo deberíamos empezar? ¿Una presentación? Dr. Hamm: (En un aparte) ¿Eso es francés? ¿Podemos traer a un traductorSCP-049: (En inglés) ¡El inglés del Rey! No hace falta traducir, señor, ya lo hablo lo bastante bien. Dr. Hamm: Bueno. Soy el Dr. Raymond Hamm, ySCP-049: ¡Ah! ¡Un doctor! Un individuo afín, no lo dudo. ¿Y en qué se especializa, señor? Dr. Hamm: Criptobiología, ¿por quéSCP-049: (Risas) Un hombre de la medicina, como un servidor. ¡Maravilloso! ¡Y yo que temía haber sido secuestrado por matones callejeros! (Contempla la habitación) Y este lugar. ¿Es su laboratorio? Me lo preguntaba, tan limpio como está y teniendo tan escaso rastro de la Pestilencia. Dr. Hamm: ¿La Pestilencia? ¿A qué se refiere? SCP-049: ¡El Azote! La Gran Mortandad. Vamos, ya sabe, la, eh… (se toca la sien con furia) … cómo la llaman, la… la… ah, no importa. La Pestilencia, sí. Abunda más allá de estos muros, ¿sabe? Tantos han sucumbido ante ella, y tantos más les seguirán, hasta que llegue el momento en que pueda hacerse una cura perfecta. (Se recuesta en su silla) Por fortuna, estoy muy cerca. Es mi deber librar al mundo de ella, sabe. ¡La Cura Que Acabará Con Todas Las Curas!

Dr. Hamm: Cuando dice “La Gran Mortandad”, ¿habla de la peste bubónica? SCP-049: (Pausa) No sé qué es eso. Dr. Hamm: Ya veo. Bien, bueno, los entes que encontraron nuestros agentes en esa casa ya estaban muertos cuando los encontró usted, ¿sí? ¿Y los reanimó? SCP-049: Hrmm, en cierto modo. ¡Ve las cosas de forma tan simple, doctor! Expanda sus horizontes. La vida y la muerte, la enfermedad y la salud, son términos de principiante para galenos principiantes. Sólo hay una dolencia en el mundo de los hombres, y es la Pestilencia. ¡Y nada más! No se equivoque, estaban muy enfermos, todos lo estaban. Dr. Hamm: ¿Cree que curó a esa gente? SCP-049: Desde luego. Mi cura es muy eficaz.


Texto: Blancanieves y la Cenicienta Me inspiré en estos dos textos en hacer esta ilustración, además utilizando los bocetos intente recrear una escena, en la cual se me vino a la mente, una mujer desesperada en buscar la redención ante un delito que ha cometido. Con respecto al texto en Blancanieves, fue cuando ella come la manzana y cuando Cenicienta llora desconsolada una vez que sus hermanas le quitan su vestido.

Paulina Campos



Fernanda Calderรณn


Érase una vez una preciosa niña que siempre llevaba una capa roja con capucha para protegerse del frío. Por eso, todo el mundo la llamaba Caperucita Roja. Caperucita vivía en una casita cerca del bosque. Un día, la mamá de Caperucita le dijo: – Hija mía, tu abuelita está enferma. He preparado una cestita con tortas y un tarrito de miel para que se la lleves ¡Ya verás qué contenta se pone! – ¡Estupendo, mamá! Yo también tengo muchas ganas de ir a visitarla – dijo Caperucita saltando de alegría. Cuando Caperucita se disponía a salir de casa, su mamá, con gesto un poco serio, le hizo una advertencia: – Ten mucho cuidado, cariño. No te entretengas con nada y no hables con extraños. Sabes que en el bosque vive el lobo y es muy peligroso. Si ves que aparece, sigue tu camino sin detenerte. – No te preocupes, mamita – dijo la niña- Tendré en cuenta todo lo que me dices. – Está bien – contestó la mamá, confiada – Dame un besito y no tardes en regresar. – Así lo haré, mamá – afirmó de nuevo Caperucita diciendo adiós con su manita mientras se alejaba. Cuando llegó al bosque, la pequeña comenzó a distraerse contemplando los pajaritos y recogiendo flores. No se dio cuenta de que alguien la observaba detrás de un viejo y frondoso árbol. De repente, oyó una voz dulce y zalamera. – ¿A dónde vas, Caperucita? La niña, dando un respingo, se giró y vio que quien le hablaba era un enorme lobo. – Voy a casa de mi abuelita, al otro lado del bosque. Está enferma y le llevo una deliciosa merienda y unas flores para alegrarle el día.


– ¡Oh, eso es estupendo! – dijo el astuto lobo – Yo también vivo por allí. Te echo una carrera a ver quién llega antes. Cada uno iremos por un camino diferente ¿te parece bien? La inocente niña pensó que era una idea divertida y asintió con la cabeza. No sabía que el lobo había elegido el camino más corto para llegar primero a su destino. Cuando el animal llegó a casa de la abuela, llamó a la puerta. – ¿Quién es? – gritó la mujer. – Soy yo, abuelita, tu querida nieta Caperucita. Ábreme la puerta – dijo el lobo imitando la voz de la niña. – Pasa, querida mía. La puerta está abierta – contestó la abuela. El malvado lobo entró en la casa y sin pensárselo dos veces, saltó sobre la cama y se comió a la anciana. Después, se puso su camisón y su gorrito de dormir y se metió entre las sábanas esperando a que llegara la niña. Al rato, se oyeron unos golpes. – ¿Quién llama? – dijo el lobo forzando la voz como si fuera la abuelita. – Soy yo, Caperucita. Vengo a hacerte una visita y a traerte unos ricos dulces para merendar. – Pasa, querida, estoy deseando abrazarte – dijo el lobo malvado relamiéndose. La habitación estaba en penumbra. Cuando se acercó a la cama, a Caperucita le pareció que su abuela estaba muy cambiada. Extrañada, le dijo: – Abuelita, abuelita ¡qué ojos tan grandes tienes! – Son para verte mejor, preciosa mía – contestó el lobo, suavizando la voz. – Abuelita, abuelita ¡qué orejas tan grandes tienes! – Son para oírte mejor, querida. – Pero… abuelita, abuelita ¡qué boca tan grande tienes! – ¡Es para comerte mejor! – gritó el lobo dando un enorme salto y comiéndose a la niña de un bocado.


Con la barriga llena después de tanta comida, al lobo le entró sueño. Salió de la casa, se tumbó en el jardín y cayó profundamente dormido. El fuerte sonido de sus ronquidos llamó la atención de un cazador que pasaba por allí. El hombre se acercó y vio que el animal tenía la panza muy hinchada, demasiado para ser un lobo. Sospechando que pasaba algo extraño, cogió un cuchillo y le rajó la tripa ¡Se llevó una gran sorpresa cuando vio que de ella salieron sanas y salvas la abuela y la niña! Después de liberarlas, el cazador cosió la barriga del lobo y esperaron un rato a que el animal se despertara. Cuando por fin abrió los ojos, vio como los tres le rodeaban y escuchó la profunda y amenazante voz del cazador que le gritaba enfurecido: – ¡Lárgate, lobo malvado! ¡No te queremos en este bosque! ¡Como vuelva a verte por aquí, no volverás a contarlo! El lobo, aterrado, puso pies en polvorosa y salió despavorido. Caperucita y su abuelita, con lágrimas cayendo sobre sus mejillas, se abrazaron. El susto había pasado y la niña había aprendido una importante lección: nunca más desobedecería a su mamá ni se fiaría de extraños. FIN


La princesa y el sapo Cuando era niña, Tiana vivia en una linda casita en Nueva Orleans. A ella y a su Papá les fascinaba cocinar juntos. ¡Tenian la receta para hacer el mejor Gumbo de la ciudad! Ambos soñaban con abrir su propio restaurante. Una noche, Tiana le pidio un deseo a la estrella del atardecer para que su sueño se volviera realidad. Tiana creció, pero nunca dejo de soñar en el restaurante que su Papá y ella querian tener. Trabajó y trabajó para hacer su sueño realidad. Pero con tanto trabajo, no tenía tiempo para divertirse, y mucho menos para conocer a alguien. Un día, su amiga Charlotte le pidio que hiciera sus famosos beignets. Charlotte los queria para una fiesta de disfraces que organizaba para recibir a un príncipe, llamado Naveen. Con el dinero de los beignets, ¡Tiana casi tendria la cantidad que necesitaba para abrir su propio restaurante! Tiana se puso un vestido de princesa para ir a la fiesta. Pidio su deseo a la estrella del atardecer una vez mas. Con la esperanza de que vez se volviera realidad. Cuando termino, ¡una rana le empezo a hablar! ¡Era el principe Naveen! Un hechizo lo habia convertido en rana, y solo el beso de una princesa podia romper el hechizo. Engañado por el disfraz, Naveen penso que Tiana era en realidad una princesa. Tiana no queria besar a una rana. Pero como el principe Naveen le prometió que le ayudaria a abrir su restaurante, Tiana cerro los ojos y le dió un beso. Pero Naveen seguia siendo una rana, ¡y Tiana también se convirtio en una rana! Asustados, Tiana y Naveen se fueron de la fiesta y acabaron en un pantano.

Luz Palma


En el pantano, conocieron a un caiman llamado Louis – a quien le gustaba tocar la trompeta. El sabía que Mamá Odie les podía ayudar a romper el hechizo. Rey, una luciernaga, se ofrecio a llevarlos con Mama Odie. En el camino, Tiana le enseño a Naveen a trabajar para obtener lo que quería. Y Naveen le enseñó a Tiana, que divertirse era igual de importante que trabajar. Se hiciron buenos amigos. Esa noche, la estrella del atardecer brillaba en el cielo. Mientras Louis tocaba una canción con su trompeta, Naveen y Tiana bailaron al son de la música. El dia siguiente, Tiana y Naveen llegaron a la casa de Mama Odie. Ella sabía todo sobre la magia - y también sobre los humanos. “¡Ustedes quieren ser humanos, pero no saben lo que necesitan!” – les dijo Mamá Odie. Mamá Odie usó magia para mostrarla a Tiana y a Naveen que Charlotte iba a ser la princesa de Mardi Gras ese dia. El hechizo se romperia si Charlotte besaba a Naveen antes de la medianoche. ¡Tenian que regresar a casa lo mas pronto posible! Pero cuando llegaron, ya era demasiado trade. El reloj marcaba la medianoche, y eso significaba que serian ranas por si siempre. Pero estaban juntos y tenían amor, que era todo lo que necesitaban. Las dos ranas regresaron al pantano y de casaron. Ya casados, Tiana se convirtio en una princesa. Al besar a Naveen, él se convirtió en humano, ¡y ella también! Juntos, Naveen y Tiana abrieron el restaurante que Tiana siempre habia soñado en tener Al fin, tenía todo lo que había querido, y todo lo que necesitaba. FIN


Colegio Teresita de Lisieux ValparaĂ­so, Chile 2020


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