La Ardilla Miedosa tiene miedo a muchas cosas: a los tiburones, a los gérmenes, a las tarántulas… Quedarse en su roble puede ser un poco aburrido porque siempre come la misma comida y tiene las mismas vistas, pero a cambio no hay peligros.
Todos los días son iguales. Todos los días sigue la misma rutina. Aunque ella, por si acaso, tiene un maletín con un «Equipo de Emergencia» y un plan muy bien diseñado en caso de que deba hacer una huida de emergencia.