World Wide Web 20 años GABRIEL ALFONSO ARÉVALO CAMELO
WORLD WIDE WEB: W.W.W. 20 AÑOS – TALLER CINCO CENTRO DE DISEÑO -
20 AÑOS DE LA WEB Dos décadas después, la edad de la inocencia de Internet ha dado lugar a una etapa donde la seguridad y la propiedad preocupan. Se cumplen dos décadas desde cuando el físico Sir Timothy John Berners-Lee desarrolló la World Wide Web (la red mundial), con la cual dio un vuelco a las comunicaciones. Las tres uve dobles que anteceden cada dirección de Internet y hacen parte del lenguaje cotidiano abren hoy las puertas de un universo virtual presente en la vida de una sexta parte de la población global. Los retos que ha desencadenado esta gran telaraña informática abarcan desde el surgimiento de nuevas modalidades de crimen hasta una revolución en los derechos de autor. Este invento -que en principio buscaba intercambiar información entre un grupo de científicos de la Organización Europea de Investigación Nuclear- ha generado en 20 años una manera distinta de hacer negocios, de abordar las relaciones sociales, de comprar y de acceder a la cultura y al entretenimiento. Las transformaciones han sido de tal profundidad, que ya expertos hablan de un futuro que apuntaría a fenómenos impensables hace unos años, como la desaparición del papel como material para consignar textos y de los periódicos y la extinción de las oficinas de correos. Colombia no es ajena a la penetración acelerada de Internet. Sólo en el 2008, según la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones, el número de suscriptores
del país aumentó 46,4 por ciento. Un informe del ente regulador, publicado este mes, confirma que el número de usuarios colombianos de este servicio alcanza los 17 millones, es decir, el 38,5 por ciento de la población total. Este crecimiento a pasos agigantados de la red, en el país y en el mundo, ha despertado polémicas sobre derechos de autor, suplantación de identidad y distribución ilegal de películas y de música. Los códigos penales de muchas naciones han sido reformados para incluir delitos informáticos y cibernéticos, así como para sentar jurisprudencia sobre situaciones como el 'cibermatoneo' entre adolescentes. Cada día crece también la conciencia de que los usuarios pueden defender sus derechos ante las grandes corporaciones de la red, como Facebook, para proteger sus datos personales de posibles extorsionistas y para blindar su producción intelectual contra potenciales plagiadores. Uno de los aportes más revolucionarios de estos 20 años de la web ha sido la ampliación de la capacidad de los navegadores de hacer las cosas por ellos mismos. Cualquier persona puede vender lo que quiera por más extraño que sea -como la joven que subastó su virginidad en Ebay-, visitar ciudades, saber dónde están sus amigos, hacer citas a través de una cámara de video, realizar transacciones comerciales, leer periódicos y revistas, organizar marchas de protesta... Un solo video popular en Youtube le da a un anónimo mucho más de los proverbiales 15 segundos de fama. El mundo virtual pareciera no tener límites. Sin embargo, los días de anarquía de Internet, donde todo es gratis y la información fluye sin censura, podrían estar contados. Cada vez más una tarjeta de crédito es la llave para abrir las puertas. También crecen las alarmas sobre los contenidos violentos, racistas e intolerantes de muchos portales. Hasta las empresas más emblemáticas de la red han tenido que supeditarse a las peticiones de censura de regímenes autocráticos. Cada maravilla con que Internet deslumbra viene hoy en día acompañada de la otra cara de la moneda, más oscura y menos libertaria. No puede descalificarse de plano este gran invento, que revolucionó las comunicaciones y acortó las distancias. Estas primeras décadas de la web sentaron las bases de un mundo virtual que apenas pierde la inocencia de la infancia. No basta con llevar Internet a rincones remotos: es preciso capacitar a ese 83 por ciento de habitantes del mundo que todavía desconocen esta herramienta indispensable. Marzo 22 de 2009 editorial@eltiempo.com.co
HACIA LA NUEVA INTERNET
Hace dos décadas, un brillante estudiante recién licenciado puso a Internet contra las cuerdas con un simple programa informático que saltaba de ordenador en ordenador a la velocidad del rayo, bloqueando completamente la por aquel entonces diminuta red en el transcurso de unas pocas horas. El programa pretendía ser una broma digital. Pero desde entonces las cosas han empeorado considerablemente. Lo suficiente para que los ingenieros y los expertos en seguridad tengan cada vez más claro que la seguridad y la privacidad en Internet se han vuelto tan exasperantemente esquivas que la única manera de solucionar el problema es volver a empezar. Las características que debería tener la nueva Internet todavía es algo muy debatido, aunque una de las alternativas sería, de hecho, crear una "comunidad cerrada" en la que los usuarios podrían ceder su anonimato y ciertas libertades a cambio de seguridad. Hoy en día eso es lo que hacen muchos usuarios de Internet pertenecientes a empresas o al Gobierno. Si se generalizara el uso de una nueva red más segura, la actual Internet podría terminar siendo el barrio conflictivo del ciberespacio. Entrarías en él por tu cuenta y riesgo y no podrías bajar la guardia. "A menos que nos replanteemos la actual Internet, nos enfrentaremos a una serie de catástrofes públicas", comenta Nick McKeown, un ingeniero de la Universidad de Stanford en California que está involucrado en la construcción de una nueva Internet. Eso se puso de manifiesto a finales del año pasado, cuando un malintencionado programa que se cree que fue lanzado por una banda criminal del Este de Europa de repente apareció después de haber esquivado con facilidad las mejores ciberdefensas del mundo. Conocido como Conficker, rápidamente infectó más de 12 millones de ordenadores devastando todo a su paso, desde el sistema informático de un quirófano de Inglaterra hasta las redes informáticas del ejército francés. Una nueva versión del programa conocida como Conficker B++ fue puesta en circulación en febrero después de que los equipos de seguridad inutilizaran la capacidad destructiva del original. Conficker sigue siendo una bomba de relojería. Pero pase lo que pase, Conficker ha demostrado que Internet continúa siendo muy vulnerable a un ataque coordinado. "Si buscáramos un Pearl Harbor digital, ahora mismo tenemos a los barcos japoneses dirigiéndose en tropel hacia nosotros en el horizonte!", afirma Rick Wesson, director ejecutivo de Support Intelligence, una empresa de asesoría informática.
Los diseñadores originales de Internet nunca previeron que llegaría un día en que la red que habían creado soportaría todas las comunicaciones y el comercio del mundo. Se le prestó poca atención a la seguridad. "En muchos aspectos probablemente estemos peor que hace 20 años, porque se ha dedicado todo el dinero a poner parches al actual problema en lugar de invertir en rediseñar nuestra infraestructura" opina Eugene Spafford, director ejecutivo del Centro para la Educación e Investigación sobre Garantías y Seguridad de la Información de la Universidad de Purdue, en Indiana, y pionero en la investigación sobre seguridad en Internet. A pesar de existir una próspera industria de seguridad informática mundial que se espera que alcance los 62.000 millones de euros en ingresos el próximo año, y de que en 2002 el propio Microsoft empezase a intentar mejorar la seguridad de sus programas, la seguridad en Internet sigue deteriorándose. Hasta las redes militares mejor pertrechadas han demostrado ser vulnerables. En noviembre, el mando militar de EE UU a cargo de las guerras de Irak y Afganistán descubrió que sus redes informáticas habían sido infectadas a propósito con programas que podrían haber permitido un espionaje devastador. Ésa es la razón por la cual científicos armados con dólares federales para investigación y que trabajan en colaboración con el sector están intentando descifrar cuál es la mejor manera de volver a empezar. En Stanford, donde se diseñaron los protocolos de software para la Internet original, los investigadores están creando un sistema que haga posible deslizar desapercibidamente una red más avanzada bajo la Internet actual. A finales de verano empezará a funcionar en ocho universidades. La idea es construir una nueva Internet mucho más segura y capaz de soportar una nueva generación de aplicaciones de Internet todavía no inventadas. El proyecto Clean Slate [Borrón y cuenta nueva] de Stanford proporcionará a los diseñadores de equipos y programas informáticos una serie de herramientas para hacer de las características de seguridad una parte más integral de la red. Una red más segura implicará, casi con total seguridad, menos anonimato y privacidad. Es probable que ése sea el gran sacrificio que tengan que hacer los diseñadores de la próxima Internet. Pero demostrar la identidad probablemente seguirá siendo extraordinariamente difícil en un mundo en el que resulta tan sencillo entrar en el ordenador de alguien desde el otro lado del mundo. Mientras eso siga siendo así, construir un sistema completamente fiable continuará siendo prácticamente imposible.
JOHN MARKOFF 14/03/2009 El País España
INTERNET ENTRA EN SU TERCERA FASE Los vehículos, las viviendas y la ropa tendrán un chip microscópico que los conectará, según destaca un informe publicado en días pasados por la Comisaría Europea de la Sociedad de la Información. El estudio alerta a los países de dicho continente sobre la imperiosa necesidad de que Europa se haga al frente de los desarrollos e innovaciones que sobre Internet se comenzarán a ver en los próximos años. Tal escenario, conocido como Internet 3.0, hace referencia a redes independientes que conectarán prácticamente a toda actividad humana, sin importar aparatos o funciones. Las comunicaciones, el transporte, el comercio, el entretenimiento, el estudio y las demás actividades se desarrollarán únicamente dentro de Internet. Según la comisaria Viviane Reding, "la Internet del futuro cambiará drásticamente a la sociedad. Será el 'Internet de los objetos', en el que interactuarán automáticamente aparatos, equipos y vehículos. Es necesario que Europa esté a la vanguardia de estos avances", señaló. En el documento, dicha Comisaría señala al año 2015 como el que dará inicio a tales cambios. "En la web 3.0 se harán negocios, se construirá el conocimiento de la sociedad, en cualquier momento o en cualquier lugar, sin discontinuidad, mediante redes rápidas fiables y seguras", señala. Reding señala en su documento que debe "asegurarse que la web 3.0 se haga y se use en Europa. No debemos limitar con leyes el desarrollo tecnológico. Hay que invertir en una mejor banda ancha para nuestros pueblos", finaliza. Etapas de Internet Los expertos señalan tres etapas de evolución: -Internet 1.0. fue la etapa de nacimiento, en la que los usuarios sólo accedían a información y servicios básicos. Había muchas limitaciones técnicas de tráfico de datos. -Internet 2.0. Es la etapa que vivimos en la actualidad. Funciones como el video, la música y las aplicaciones en línea son la característica. Los usuarios se vuelven interactivos y comienzan a 'subir' y a compartir sus propios contenidos en la red. - Internet 3.0. Además de lo anterior, la conectividad no tiene límites, no solo a través de PC sino de cualquier aparato, vehículo, vivienda, ropa, provistos de chips microscópicos. En el caso de la ropa, estos dispositivos le avisarán al usuario sobre su frecuencia cardíaca o le enviarán una señal a su Ipod o celular para avisarle dónde queda la tienda más cercana para tomarse una gaseosa. El Tiempo. Enter 2.0 Octubre 1 de 2008
LA WORLD WIDE WEB (WWW) CUMPLE 20 AÑOS La Web (la Red en español) fue concebida por el informático británico Tim Berners-Lee en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), en Ginebra. En marzo de 1989, Berners-Lee, un joven ingeniero programador informático en contrato temporal en el CERN, entregó un documento titulado 'Gestión de la Información: una propuesta'. Su superior en Ginebra calificó ese proyecto de "vago pero apasionante" y lo aprobó. "Se palpaba, en el sentido de que antes o después debía llegar", recuerda el ingeniero belga Robert Caillau, que formó equipo con Berners-Lee.
Tim Berners-Lee, (izq.) y Robert Cailliau, (der.) creadores de World Wide Web WWW. Juntos empezaron a estudiar el lenguaje hipertextual -el que se esconde tras las iniciales "http" de las direcciones de internet- y en octubre de 1990 lograron la puesta a punto del primer navegador internet, asombrosamente parecido a los actuales. "Todo lo que ahora usamos, los blogs, etc, eso era lo que hacíamos en 1990. No hay ninguna diferencia. Así es como empezamos", contó Cailliau a la emisora suiza RSR.
Esa nueva tecnología se puso a disposición del gran público a partir de 1991, cuando el CERN llegó a la conclusión de que no tenía la capacidad para garantizar su desarrollo. Dos años después, la organización renunció a recibir los derechos de autor por esa invención que revolucionó el mundo de las comunicaciones. Sin embargo, no hay que confundir la Web con internet, advierte Lynn St.Amour, directora de la Internet Society, para quien "el gran éxito de Tim Berners-Lee fue comprender la medida del poder y del potencial de internet". "La Web es una de sus aplicaciones, la más conocida y la más extendida, entre todas las de internet", explica. Cailliau, por su parte, sigue maravillándose de las aplicaciones de la WWW y afirma no haber imaginado nunca que los motores de búsqueda adquirirían una importancia semejante. "Nunca pensé que los motores de búsqueda triunfarían. Son cosas muy centralizadas mientras que la Web es totalmente descentralizada", afirmó, sin ocultar que, sin embargo, le irritan ciertas cosas del aspecto comercial del desarrollo de la Web. "Hay cosas que no me gustan: que la gente tenga que vivir de la publicidad, mientras que yo había concebido un modelo de pago automático con moneda digital para pagar directamente al suministrador de información", subraya Cailliau. "También está, naturalmente, el gran problema de la identidad, la confianza entre quien pone la página a disposición (de los usuarios) y quien la ve, y la protección de los niños", enumera. Se espera la presencia de Tim Berners-Lee -actualmente investigador en el Massachussetts Institute of Technologie (MIT) de Estados Unidos y profesor de la universidad británica de Southampton- en la celebración del aniversario. Berners-Lee sigue a la cabeza del consorcio que coordina el desarrollo de la Web. Marzo 18 de 2009 - Revista Enter