Noviembre
Para la revista de noviembre nos solidarizamos con los alumnos de la escuela normal de Ayotzinapa Guerrero, pues estamos hartos de vivir en de esta manera. A los patrocinadores, les agradecemos el entendimiento de no aparecer en esta revista, creemos que sería una ofensa generar ingresos con un tema tan doloroso. A los lectores, les parecerá un poco extraño pues nunca se había realizado algo parecido, pero esperamos comprendan que esta editorial trabaja con alumnos de distintas universidades y si no actuamos todos, mañana podrían ser nuestros colaboradores.
El pasado 26 de Septiembre México vivió un terrible episodio, 43 estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa fueron detenidos y desaparecidos por policías municipales de Iguala en el estado de Guerrero. Los hechos durante y después del atroz acontecimiento son ya muy conocidos, a lo largo de las semanas hemos escuchado versiones oficiales y extraoficiales, también ha sonado por todos lados que el estado mexicano se encuentra debilitado, que se encuentra infiltrado por el crimen organizado y que los partidos políticos ya no funcionan.
No me jactó de ser politólogo, filósofo, historiador o abogado, simplemente soy un mexicano que quiere entender qué pasa en el país, si las definiciones o explicaciones que daré son muy sencillas, le pido al politólogo, filósofo, historiador y al abogado que me perdonen, así es como lo entiendo.
NI PERDÓN
NI OLVIDO Primero que nada hay que entender qué es el Estado Mexicano, francamente al oír las palabras en la radio, televisión o en las conversaciones, el concepto es tan ambiguo como “la fuerza” que ayuda o corrompe a un joven jedi en una galaxia muy, muy, lejana.
El querer entender se relaciona con la esperanza de que una solución se abra paso en el caos.
Nadie sabe bien cómo funciona, pero nos dicen que se encuentra relacionado con nuestras actividades y, en cierto sentido, define nuestro presente, pasado y futuro.
Si es que existe una forma de salir de esta situación en la que estamos.
“Un buen gobierno implica dos cosas: primero, fidelidad a su objeto, que es la FELICIDAD DEL PUEBLO; segundo, un conocimiento de los medios que permitan alcanzar mejor ese objeto.” La felicidad es un concepto muy difícil de tratar y por supuesto que no lo haremos, simplemente añaPara definir al Estado, usaremos diremos que, por ejemplo, Fernanla mismísima explicación que da do Savater nos ha dicho que hay requerimientos básicos para busel senado de la república; carla, entre ellos, salud, trabajo, familia, crecimiento mental, liber“El Estado es la forma en la que tad, seguridad física y de vivienda se organiza la sociedad para . poder funcionar mejor. Es la unión de la población, el territo- Así que, si el objeto de un gorio, la cultura y las instituciones bierno es la felicidad de su pueblo, este requiere buscar que todos públicas.” cuenten con los elementos básicos para lograrlo. Por supuesto que hay varias formas de organización y en nuestro En la organización dijimos que, caso vivimos en una República Federal, Democrática y Represen- por definición, México es una República Federal, Democrática y tativa. Representativa. A la definición le agregaría un elemento fundamental, un sentido, todos los elementos anteriores, en especial las instituciones públicas (el gobierno), no tienen razón de ser sin sentido. Madison, Jay y Hamilton escribieron lo siguiente;
El concepto de Federal se entiende pues se cuenta con un país, conformado por estados, que a su vez son el resultado de la unión de municipios.
-“El ciudadano ha de desempeñar su papel, Democracia y Representativa son conceptos no deseo que nadie por ninguna razón, como un poco más complicados, para mí al menos. no fuese la cobardía o la traición, quede cívicamente incapacitado. El ser pobre no enLa democracia es el voto de los ciudadanos, traña ninguna desgracia y nada hay de ades más antigua que la república pues esta mirable en ser rico. La única desgracia connació con la intención, entre otras, de contesiste en no realizar ningún esfuerzo para huir ner las decisiones directas de una democrade la pobreza, o en emplear de manera poco cia capaz de obligar a Sócrates, por ejemplo, digna las riquezas” a tomar la cicuta (veneno), simplemente por decisión de la mayoría. “En la democracia, como en todas las cosas, hay algunos fallos. Sus procedimientos Aunque no por eso piensen mal de esos ciupueden ser lentos y engorrosos, pueden todadanos que básicamente inventaron la demarse decisiones equivocadas bajo la inmocracia después de vivir varias tiranías (los fluencia de alguna súbita tormenta emocioatenienses), también crearon grandes cosas nal, en la que no se presta oído a los mejoy de hecho, fueron de las primeras democrares. Éstas son deficiencias inherentes a la cias que otorgaron el voto a cualquier ciuda- naturaleza de la democracia; pero son mudano sin importar sus riquezas, pues decía cho menos serias que los peligros que enuno de sus fervientes defensores, Pericles;traña el conferir poderes sin restricción a una minoría o a una persona.” A fin de cuentas la humanidad entendió que era necesaria la representatividad y la división de poderes, bajo una constitución que define los derechos fundamentales de todos, para lograr mitigar aún más los errores inherentes a la misma humanidad. Creo que este punto es importante, pues nos vamos dando cuenta que la ciudadanía no se limita a la democracia y que el estado no es solo la policía. Todo suena muy bonito, entonces, dónde fallamos, si llevamos miles de años en esto de encontrar un gobierno que busque la felicidad del pueblo, si se supone que somos una república federal, democrática y representativa.
Habrá que preguntarnos, cuándo adquirimos una organización así? El México de la actualidad surgió de un personaje muy famoso, Aniv. De La Rev., o de la revolución. México se encontraba cansado, al igual que el procurador Karam, destruido, quebrado económica y sicológicamente, entonces se tuvo la oportunidad de crear una verdadera república, pero hubiera requerido librar la incertidumbre y quebrantamiento político de la época. Fue así como se creó un sistema de patriarcado en donde una minoría controlaba todo, recuerdan a Pericles y su defensa de la democracia, le llamaron El Partido (terminó llamándose Partido Revolucionario Institucional) por supuesto que siempre se hablaba de una república democrática.
El sistema logró apaciguar las aguas, y en años posteriores, hasta tuvo momentos en el que el dictador no era malo y contaba con buenas intenciones. Recordemos a Lázaro Cárdenas que logró la expropiación petrolera, antes celebrada, en un país que era el segundo exportador de petróleo en el mundo. Pero como ya los buenos atenienses lo sabían, los males que puede traer una minoría en el poder son grandes. Uno de los peores fue que cientos de años después de la independencia, la gran mayoría de la población no tenía idea del concepto de estado, república, democracia y representatividad.
Descontento social
Supongo que me dirán, pero ya contamos con democracia, ya hasta gobernó un partido diferente durante doce años, es verdad, el Partido Acción Nacional, tuvo la gran oportunidad de crear o de moldear las instituciones de tal manera que el concepto por fin pudiera hacerse realidad, a partir de uno de sus puntos, la democracia. Desgraciadamente el primer presidente panista se sentó sobre una bonanza petrolera que lo llevó a pensar, como otros en su lugar, que era suficiente el administrar la riqueza y perdió la oportunidad
histórica y dando la estocada aun PEMEX mal herido. El segundo presidente panista llegó con muchas dudas respecto a la legitimidad de la elección y de nuevo tuvo dos opciones, lograr su estabilidad con una lucha por la democracia, el final de la corrupción dentro de los aparatos del gobierno y el comienzo de la edificación y educación de ciudadanos que pudieran forjar el México del siglo 21, desgraciadamente optó por la segunda y muy trillada opción, de sacar las tropas a las calles bajo el primer lema que se encuentre.
El coctel de situaciones nos dejó como resultado un país que no sabe lo que es, que vivió bajo un sistema que ya no existe, que no incorporó los elementos necesarios para su evolución y que cuenta con un estado (población, cultura, instituciones y territorio) debilitados, desde su raíz histórica y de sentido.
Condiciones ideales para el genocidio, la impunidad, el crimen organizado y el descontento social.
Dentro de todos los elementos que forman al estado, me atrevo a decir, que el más importante es la población. Pues es el único que se encuentra en todos los demás, es lo verdaderamente necesario para la existencia de un estado, sin ello, un territorio es un baldío, una institución es un conjunto de edificios y papeles, es el contenedor y creador de la cultura y es para lo cual se crea un gobierno. Entendámonos de esa manera, recordemos nuestra responsabilidad en la construcción de una república, representativa y demócrata, entendamos que es el tiempo de ser ciudadanos. No caigamos en los mismos errores de esperar un salvador, un dictador o una minoría que busque el bienestar de todos, pues esos casos son muy raros. Usemos las instituciones que nos quedan para lograr los cambios que deseamos, incluyendo a los partidos políticos que se encuentran desesperados por legitimidad. La respuesta se asoma en nuestro devenir como ciudadanos, comenzando con la exigencia, por la vía del mismo estado, de la presentación ante la justicia de los responsables, materiales, intelectuales y por omisión, de la desaparición de los normalistas y después, de los 60,000 mexicanos (muchos en tumbas clandestinas iguales a las encontradas durante la investigación) que esperan en el limbo de las estadísticas. Sin olvidar el punto fundamental de la presentación inmediata de los 43 normalistas, o de la comprobación inequívoca de su muerte, con la correspondiente identificación aceptada por expertos nacionales e internaciones, y por supuesto, de sus familiares. Ciudadanos en la creación de un impulso nacional de verdadero cambio de paradigma ,que nunca aceptamos y que nos fue impuesto por las circunstancias y no por una característica nacional. Un cambio que comience en nuestro actuar con nosotros mismos, con nuestra comunidad y medio ambiente, familiares, amigos, las instituciones públicas y por supuesto, con la nación.
Podemos exigir un cambio genuino en las reglas del juego, comenzando con la implementación de un organismo autónomo y ciudadano que ataque con todo el peso de “El Estado Mexicano” la corrupción e impunidad que guía las acciones de las instituciones públicas y que sería el elemento básico para purgar una alcantarilla llena de cientos de años de injusticias.
“El Instituto Federal Autónomo Anti Corrupción, 43”
Servirá también para perpetuar este acto en nuestra memoria colectiva y nunca dejar que se traspase a una fecha histórica, como otros hechos, una memoria que se quede viva en un México que busca logar el ideal de una República Federal, Democrática y Representativa que tiene como objeto principal la felicidad de su pueblo. Los grandes cambios que realizó México se hicieron sin la comunicación con la que hoy en día contamos, usemos estos medios poderosos con los que contamos para hacer sentir el elemento de la población. A los 60,043 desaparecidos. Ing Alejandro Tulio Bárcena Paniagua.
No son un n煤mero, son personas que merecen justicia, a continuaci贸n presentamos a los estudiantes y exigimos su presentaci贸n con vida.