La Panera Num. 35

Page 1

La Panera Periódico mensual de Arte y Cultura

I

enero 2013

Horacio Larraín, del desierto de Atacama a dOCUMENTA 2012

35 Distribución gratuita

Gabriel Rodríguez, un chileno en las grandes ligas del cómic made in USA

Todo

sobre la FIL de Guadalajara

Audrey Hepburn Mito a la fuerza

Audrey Hepburn en Roma, Abril, 1971. Foto: Latinstock / © Bettmann

a 20 años de su muerte



La Panera 4

Artes Visuales

6

Pilar Ovalle y sus diálogos con la madera

8

La obsesión arqueológica de Sebastián Preece

14

Saúl Steinberg, el Señor de los Dibujos

Ilustración

18

El Centro Pompidou se llena de Dalí

Henry Darger y el mágico lado oscuro de la creación

Música En torno a los hits del “verano naranja” 22 24

Tenebroso giro musical de Scott Walker, uno de los mejores discos de 2012

32

Las 3 B de la FIL 2012

36

Discurso de Lina Meruane, Premio Sor Juana Inés de la Cruz

Gestión Cultural

Ópera Parsifal, el testamento espiritual de Richard Wagner 26 Feria del Libro de Guadalajara El ojo crítico de Víctor Barrera 31

40

42

El imaginario euromericano

Gastronomía Le Gavroche, una cita irresistible

Observatorio La columna de Miguel Laborde 44 Salvador Dalí. «El espectro del sex-appeal», c. 1934. Óleo sobre tabla, 17,9 x 13,9 cm. Fundación Gala-Salvador Dalí, Figueres. © Salvador Dalí, Fundació Gala-Salvador Dalí, VEGAP, Madrid, 2012.

Periódico mensual de arte y cultura editado por la corporación cultural arte+

lapanera@galeriapready.cl

Presidenta Patricia Ready Kattan Directora general Susana Ponce de León González Directora de la sección Artes Visuales Patricia Ready Kattan Editora Jefa Susana Ponce de León González Coordinadora Pilar Entrala Vergara Dirección de arte Rosario Briones Rojas Diseño Rosario Briones Rojas Asistentes de diseño Simoné Malacchini y Bernardita Espinoza Servicios Agencia EFE Colaboradores Carolina Andonie - Sandra Accatino - Víctor Barrera - Elisa Cárdenas Pilar Entrala - César Gabler - María Teresa Herreros - Victoria Jiménez - Luciano Lago Miguel Laborde - Lina Meruane - Ximena Moreno - Pamela Marfil - Andrés Nazarala - Edison Otero Juan Carlos Ramírez - Heidi Schmidlin - Juan José Santos - Rafael Valle - David Vera-Meiggs Corporación Cultural Arte+ Espoz 3125, Vitacura, Santiago de Chile Fono +(562) 2953-6210 Representante Legal Rodrigo Palacios Fitz-Henry Imprenta Gráfica Andes

Proyecto acogido a la ley de donaciones culturales Nº18.985

46

Columna de Edison Otero La Educación y su crisis planetaria

LA PANERA se distribuye en todo Chile, y también en el extranjero (embajadas, agregadurías culturales, consulados y otros) con el Patrocinio de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores (Dirac). A través de la empresa HBbooks llega a las bibliotecas de las universidades de Harvard, Stanford, Texas (Austin), Minnesota y Toronto, y del Ibero-Amerikanisches Institut (Berlín). Además, la Biblioteca Kandinsky del Centro Pompidou de París la ha incorporado a su catálogo oficial. 20 mil ejemplares de distribución gratuita. Premio Nacional de Revistas MAGs 2012, otorgado por la Asociación Nacional de la Prensa, en la categoría Mejor reportaje de turismo, viajes y fomento a la cultura chilena. Vea la versión digital de La Panera en www.galeriapready.cl www.lapanera.miracultura.cl dirac.minrel.gov.cl Contactos para auspicios y suscripciones: Roxana Varas Mora rvaras@lapanera.cl

Las opiniones vertidas en esta edición son de exclusiva responsabilidad de quien las emite.


Artes Visuales

Por Ximena Moreno

Desde Londres

H

ace 33 años, Salvador Dalí bajaba de un Rolls-Royce bastón en mano y caminaba asediado por camarógrafos y periodistas hacia la inauguración de su retrospectiva en el Centre Pompidou de París. Había exigido una exposición impresionante, que envolviera a los visitantes en un ambiente “daliniano” y, sin duda, su fama y excentricismo ayudaron a convertirla en la muestra más visitada en la historia del Pompidou. Desde ese y otros puntos, ahora el Centre se embarcó en el desafío de montar «Dalí», la retrospectiva que exhibe hasta el 25 de marzo y que desde abril estará en el Reina Sofía de Madrid. Un título curiosamente simple para uno de los artistas modernos más complejos, pero absoluto, quien aclaró “El Surrealismo soy yo”. Además de incluir una gran recopilación de obras, a la que colaboraron el Museo Reina Sofía, la Fundación Dalí de Figueres y el Museo de Dalí de San Petersburgo de Florida, esta retrospectiva traduce algunos de los hitos creativos del artista en objetos que refrescan y articulan la muestra. Asumiendo la condición de la Fundación Gala, en que la reproducción no fuera 100% fidedigna, el Pompidou recreó la «Sala de Mae West», la cual había sido realizada en 1975 por Dalí y su amigo y arquitecto Oscar Tusquets en el TeatroMuseo Dalí de Figueres. Esta vez, el mismo Tusquets fue el encargado de diseñar esta reproducción de la habitación junto a la sala de cine con las lámparas-sofás; el espacio-huevo, que da el punto de partida a la exposición, y el espacio-cerebro, que la concluye. Un recorrido laberíntico que divide la muestra en siete “capítulos” que subraya la genialidad del artista y que intenta desprenderse del marco que lo cataloga como un mero provocador. Curada por Jean Hubert Martin, Montse Aguer, Jean-Michel Bouhours y Thierry Dufrêne, la exhibición tardó tres años en materializarse y reúne más de 200 obras del artista. «Guillermo Tell» (1930), «La persistencia de la memoria» (1931), y «El Gran Masturba-

Henri Manuel «Sobreimpresión de Dalí, Gala y los muebles funcionalistas», c. 1932. Derechos de imagen de Gala y Salvador Dalí reservados. Fundación Gala-Salvador Dalí, Figueras 20125.

4 I La Panera

Salvador Dalí Una fiesta permanente La nueva retrospectiva que exhibe el Centro Georges Pompidou de París hasta el 25 de marzo y que desde abril se presenta en el Museo Reina Sofía de Madrid, está dedicada a uno de los artistas modernos más complejos, pero absoluto, que siempre aclaró: “El Surrealismo soy yo”.


dor» (1929), se exhiben entre el centenar de trabajos que muestran incursiones en la estereoscopía y la holografía, entre otros experimentos. Se inicia con los hitos de su infancia para terminar con la fase en que se vio influenciado por la ciencia y por la tragedia que golpeó a Hiroshima y a Nagasaki. Cuenta con la presencia de su musa Amanda Lear y profundiza en la faceta literaria del artista como el prolífico escritor que fue. Emplea un doble eje cronológico, confiándole un diseño escenográfico a Tusquets que estuviera a la altura de los excesos y gustos de Dalí. EL COLOR DEL DINERO

La vida de Salvador Dalí está marcada por una infinidad de conductas que lo hacen uno de los personajes más identificables y controversiales entre los artistas modernos. Su amor por Gala, su aproximación a Franco y a Hitler, su afición al dinero, su relación con los demás surrealistas y su particular narcisismo, junto con costarle la salida del movimiento surrealista a fines de los años treinta, empoderó a un personaje que desde siempre fue inmensamente desafiante, con una personalidad que no hizo más que jugarle a favor para convertirlo en una figura mundialmente celebrada. La doble expulsión de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ya lo delataba como un alumno irreverente que se hacía notar en el estilo dandy que nunca abandonó. Hasta ese entonces, sus pinturas se basaban en retratos, en naturalezas muertas y en los paisajes de Cadaqués. El paso por la Residencia de Estudiantes de Madrid no sólo le significó un intenso período de investigación pictórica (influida por el Impresionismo, el Cubismo y el Purismo), sino también la amistad con García Lorca y Luis Buñuel. En comparación a otros artistas modernos, Dalí tardó más en llegar a tener un estilo propio. Lo que no significó en absoluto un decaer en sus expectativas artísticas, en su ego, o en su ambición, que lo llevaría a París. Se integró al grupo de los Surrealistas, donde fue un fastidio permanente para algunos, como el propio André Breton. La superioridad que mostró

ante ellos –y ante todo– siempre fue un sentimiento explícito: “A los seis años quería ser cocinero, a los siete años quería ser Napoleón, y desde entonces, mi vanidad no dejó de crecer, como mi delirio de grandeza”. Su huida a Estados Unidos, tras el arranque de la Segunda Guerra Mundial, lo consagró como el Avida Dollars, apodo que le asignó Breton por su fascinación por la fama. Con Estados Unidos tuvo un amor mutuo, fue un amante de Nueva York y diseñó la escenografía y vestuarios para «Sentimental Colloquy», «Café de Chinitas», «Bacchanale», entre otros ballets que se montaban en la ciudad. En esta faceta apareció el interés por diseñar joyas, y también colaboró con Alfred Hitchcock en «Spellbound» y con Walt Disney en la producción de «Destino», la cual nunca concluyó. Estados Unidos se rindió ante su personaje y prácticamente lo recibió con la exposición que el MoMA le dedicó en 1941 a su obra y a la de Joan Miró. Su relación con ese país jugó un rol crucial en la relación que sostuvo con el matrimonio coleccionista Reynolds Morse (que en 1982 inauguró The Salvador Dalí Museum en Florida) y lo terminó de convencer de una idea de arte que en ningún caso es indiferente al comercio, a los medios y al espectáculo.

Salvador Dalí. «El enigma de Hitler», 1939. Óleo sobre lienzo, 95 x 141 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid. © Salvador Dalí, Fundación Gala-Salvador Dalí, VEGAP, Madrid, 2012.

MIEDOS Y OBSESIONES

La muestra del Pompidou traspasa el histrionismo de Salvador Dalí, indagando en la dimensión más culta de su obra. Destaca la influencia de Sigmund Freud en su trabajo, a quien conoció en Londres a través del escritor Stefan Zweig, en 1938. Había leído «La interpretación de los sueños» siendo estudiante en Madrid y su aproximación a los escritos freudianos lo llevaron a explorar el campo del psicoanálisis. En este periodo florece una lista de símbolos pictóricos relacionados a sus miedos y obsesiones. La ansiedad sexual, las hormigas, los pescados y los saltamontes fueron figuras recurrentes y se apoderaron de su obra en escenarios vinculados a los paisajes de su infancia, donde reaparecen tras los episodios traumáticos de aquella temprana edad.

Salvador Dalí. «El gran masturbador», 1929. Óleo sobre lienzo, 110 x 150 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid. © Salvador Dalí, Fundación Gala-Salvador Dalí, VEGAP, Madrid, 2012.

Salvador Dalí. «Aurora, mediodía, por la tarde y crepúsculo», 1970. Óleo sobre contrachapado, 122 x 244 cm. Fundación GalaSalvador Dalí © Salvador Dalí, Fundación Gala-Salvador Dalí, VEGAP, Madrid, 2012.

El método paranoico-crítico empleado por Dalí se antepone ante el automatismo como un método espontáneo, se basa en el delirio de la interpretación paranoica y reconocido como un gran aporte por Breton. La fascinación por la morfología lo hizo autor de más de mil obras, donde queda la duda de cuán automáticas o previamente analizadas eran las imágenes que provenían de un hombre que fue un vicioso de la autointerpretación. «El Angelus», de Millet, había significado un hito trascendental en su quehacer, y su análisis de esta obra fue publicado en los años sesenta. Su excentricismo nunca lo condicionó a ser un gran admirador de figuras como Velázquez, Millet ni el mismo Freud. Como explica Jean-Michel Bouhours, uno de los curadores de la muestra, la retrospectiva pretende mostrar a través de las 120 pinturas presentes a Dalí como pintor y constatar cómo el artista de Figueres entendió que no podía limitarse a la pintura sin explorar otros medios. Luego de treinta años, el Centro Pompidou recapitula su obra y celebra la devoción que tuvo el artista por sí mismo. “Nunca estoy solo. Tengo la costumbre de estar siempre con Salvador Dalí. Créame, eso es una fiesta permanente”.

En los siglos XI y XII, en plena opresión sexual de la Iglesia Católica, las canciones de los trovadores eran consideradas “escandalosas”.

La Panera I 5


Artes Visuales

Pilar Ovalle y la madera que dialoga

La artista expone en la Galería Patricia Ready la obra realizada en los últimos tres años, donde profundiza sus inquietudes en torno al ser humano, sus potencialidades y también sus bloqueos. Por Elisa Cárdenas.

E «Cabeza I», 2011. 0,60 x 0,35 x 0,25 m. Madera de alerce y paquio.

6 I La Panera

s difícil sospechar que esta mujer de apariencia frágil sea capaz de interactuar a diario con estructuras de enorme peso y dimensiones, bloques recogidos de la naturaleza, como las cortezas y troncos de árboles. Pero así es Pilar Ovalle (1970), una de las artistas más importantes de su generación; creadora de numerosas esculturas de gran formato y de factura minuciosa, que integran colecciones de Chile y del extranjero, como el acervo permanente de los Royal Botanical Gardens de Toronto y obras para el espacio público en San Francisco, California; en el Parque de las Esculturas y en el Museo de Artes Visuales (MAVI) de Santiago así como en sedes de importantes bancos. Al escucharla explayarse sobre su trabajo con una convicción tan inquebrantable, se comprende que esas creaciones hayan sido realizadas por esta mujer menuda. Ellas son producto de una pasión y de una inspiración creadora que sólo pueden explicarse cuando la búsqueda artística está totalmente ligada a una personal y existencial. Esa contundencia de su obra le ha permitido exponer en importantes galerías de Chile y del mundo y ha motivado a sus pares para nominarla en más de una ocasión para el Premio Altazor de Escultura. «Serhumano», que expone hasta fin de mes en la Galería Patricia Ready, profundiza en el factor humano como un asunto fundamental y transversal a toda su obra. El montaje cons-

Como muchos de los creadores que sobresalen, su obra está atravesada por la obsesión.

ta de esculturas de gran y mediano formato, realizadas en los últimos tres años, incluido un mandala de grandes dimensiones, instalado en el muro: “Mi obra siempre va ligada a la inquietud personal, a entenderme como ser que tiene una capacidad de aprendizaje, de ir más allá, de poder domesticar la propia mente”, confiesa. UN CANAL NATURAL

Pilar Ovalle estudió arte a inicios de los 90 en el recordado Instituto de Arte Contemporáneo que funcionaba en la Plaza del Mulato Gil. Cuando concluía sus estudios decidió se-

guir cursos en la Universidad Católica para perfeccionarse en escultura. Desde entonces está dedicada a crear obras en madera, material noble muy utilizado en la escultura clásica, que en sus manos adquiere nuevas posibilidades expresivas. Fruto de un trabajo persistente y prácticamente autodidacta, Pilar ha creado una técnica particular que contradice lo que uno podría esperar: en vez de desbastar un bloque, elabora sus esculturas mediante un método constructivista. “Voy cortando las maderas en mi taller; y adicionando una tabla con otra para formar un volumen. No tomo el bloque para desbastarlo, todo lo contrario; trabajo en base a


un mínimo comienzo. La idea de ensamblaje está inmersa en todo lo que hago, desde volúmenes de tres centímetros hasta de cuatro metros o más. Al final, entro a pulir, tallar y dar forma”. Los trozos de madera son la materia prima de sus creaciones, mayoritariamente vienen del bosque nativo: ciruelillo, alerce y raulí, entre otros, que ella misma recoge en riberas de lagos y ríos, así como en el mar. Este sistema de trabajo posee una particularidad que resulta algo épica; si bien tiene un concepto previo, su proceso se inicia con la búsqueda del material que posteriormente intervendrá. En esa búsqueda in situ, la artista recolecta cuidadosamente raíces, cortezas y trozos de troncos; sin embargo, la manipulación de esta materia prima está condicionada por el respeto hacia ella, por su apariencia y por sus ciclos, aspectos agudamente observados y resguardados por la escultora, que se deja guiar por ellos para utilizarlos en una suerte de intercambio entre lo que la madera ofrece y lo que ella requiere para concretar el trabajo: “Busco diferentes texturas y las distintas vetas de ciertas maderas, ciertos nudos que me permiten una gráfica determinada para cierta obra”. Sus esculturas están, de alguna manera, regidas por la naturaleza; establece un diálogo con despojos que portan las huellas del tiempo y que ensambla, combina, arma y desarma para re-significarlos. Su trabajo está elaborado con fragmentos, a la manera de un collage; son fracciones de naturaleza que acusan un ciclo vital. Así también recupera basura, deshechos de fábrica, recicla madera incluso en su estado más mínimo, como polvillo y astillas. Para Pilar, la madera respira, es materia viva y por ello busca ser un puente para transmitir todo el potencial que ésta tiene. Seducida por este elemento, ve en él un componente de nobleza y calidez: “Trabajo con material de escuela clásica, y me parece que eso tiene un mayor desafío, porque se lee como una tendencia a lo clásico, pero no significa que toda la madera sea clásica. La madera y el mármol participan del lenguaje contemporáneo. ¿Por qué debiera ser el plástico, por ejemplo, más contemporáneo que la madera?”. Ajena a modas, la artista no ha sucumbido a discursos conceptualistas, y sigue otorgando una especial atención al oficio y al trabajo de taller. Su énfasis está en crear siendo fiel a sí misma: “Nunca me he traicionado, en el sentido de intentar calzar con un movimiento que sea más atractivo para el otro. He seguido siempre mi manera de hacer. El arte, si no es leal con uno mismo, no tiene contenido. No busco el contenido ni el concepto, pienso que la obra lo integra en sí misma. La literatura, u otras áreas, hablan de contenidos… eso no es para las artes visuales. La idea es intentar ser siempre original contigo mismo”. En esa búsqueda es indispensable la experimentación en el taller. Ella es responsable

de todas las etapas de su creación, desde el hallazgo de la materia prima hasta el acabado final: “Mi trabajo se relaciona con la arquitectura y también con algunas prácticas manuales, como la costura. Trabajo mucho con mis manos. Me gusta el oficio más allá del preciosismo; tengo una necesidad enorme de comunicar lo mejor posible con la materia”. Como muchos de los artistas que sobresalen, Pilar Ovalle es movida por la obsesión. El arte atraviesa su quehacer cotidiano y ha contagiado incluso a sus hijos; ellos se involucran de tal forma, que incluso participaron en el montaje de la exposición. Así también los ha motivado en su afán casi antropológico por recolectar desechos de la naturaleza, una parte fundamental de su trabajo. Pese a dejarse llevar por el lenguaje de la madera, su abordaje responde a un concepto previo: “No trabajo en forma intuitiva, ni las cosas salen de la nada. El concepto y el tema están y son el motor para producir mi obra, pero no tienen que ser leídos literalmente por el «A-MOR (sin muerte)», 2012. 3,00 x 1,00 x 0,60 m. Maderas mixtas.

sus piezas son producto de una pasión y de una inspiración creadora no fáciles de encontrar y que sólo pueden

«Aurora», 2012. 1,35 x 0,85 x 0,85 m. Madera de paquio y lingue.

explicarse cuando la búsqueda artística está totalmente ligada a una personal y existencial.

espectador. No es la idea leer un folleto para entender una obra que nunca estuvo”. Ovalle plantea un lenguaje propio en esculturas que constituyen verdaderas plataformas simbólicas. Su sistema de trabajo, basado en el ensamblaje de piezas, alude en gran medida a los engranajes al interior de la mente: pensamientos, emociones, recuerdos. Su diálogo con la madera adquiere dimensiones metafísicas, entonces ella asume su rol creador: “Cuando el trabajo y la expresión fluyen, no hay tensión alguna. Cansancio físico sí, pero no existe el bloqueo, eso de no saber qué hacer. Estoy tan conectada conmigo para crear, que no peleo. Tiro el esfuerzo a un lado, no lo considero. Hay esfuerzo físico en mi obra, pero no fuerzo la forma”. El trabajo de Pilar Ovalle responde a la consciencia permanente del bloqueo de potencialidades en que vive y se desenvuelve el ser humano. La enorme capacidad intelectual, sensible e intuitiva que no utilizamos, y por medio de la cual podríamos llegar a identificar qué debemos hacer y qué no: “Puede sonar pedante, pero me siento muy ‘canal’. De alguna manera, de alguna parte, recibo información y dejo que ésta fluya”.

«Cabeza IV», 2012. 0,65 x 0,61 x 0,50 m. Madera de lingue, paquio y ciruelillo.

El Arte se define como virtud, disposición y habilidad para hacer algo.

La Panera I 7


Artes Visuales

VESTIGIOS, HALLAZGOS Y “ARQUEOLOGÍAS DEL HACER” según

SEBASTIÁN PREECE Los proyectos de este artista escapan a la realización de obras destinadas a los espacios exhibitorios tradicionales. De hecho, sus numerosas muestras, por las cuales ha recibido excelentes opiniones de curadores como Dan Cameron y Alfons Hug, son sólo la “cara visible” de un método de trabajo mucho más extenso y complejo, asociado con intervenciones espaciales que se alimentan de disciplinas como la arquitectura o la arqueología. Pareciera ser que la palabra que mejor traduce la tarea de Sebastián es “operación”, dado que ésta alude a un plan de trabajo, observación y reconocimiento de valores formales y sociales del lugar en que sus proyectos acontecen, donde surge un sistema que deconstruye para entender, y entiende para organizar. 8 I La Panera

POR VICTORIA JIMÉNEZ

S

ebastián Preece (1972) establece su metodología de intervención espacial a partir de la comprensión de los lugares y de cómo éstos son modificados por el actuar persistente del hombre, siendo la observación de huellas producidas por el constante tránsito y “conquista” del entorno la que determina su enfoque: “Las técnicas van apareciendo como una necesidad en la medida que el proyecto lo requiere. Cuando me empecé a meter con trabajos más arquitectónicos tuve que aprender sobre hormigón, enfierraduras, corte, etc. Según me daba cuenta qué necesitaba para construir una obra, lo iba aprendiendo”, señala Preece. En 2002, realizó «Fábrica se declara en quiebra al inaugurar…», un trabajo de gran escala en el


abandonados o cerrados al público; habilitándolos y creando espacios de circulación”. Durante la intervención que duró un año, Sebastián excavó un foso de tres metros de profundidad, encontrando cimientos, tuberías y diversos objetos como residuos de botellas, vasos y corchos. Finalmente, trazó con fierro y hormigón la geométrica estructura que hoy se dibuja en el suelo, y que ha quedado ofrendada al tiempo y a los árboles, que también han ido dejando su propia huella, tapando el lugar nuevamente con polvo y hojas caídas. Preece sabe bien que el propio territorio posee su organización, su comportamiento y sus límites, y es en base a ellos que establece un plan sobre qué elementos mantener y cuáles eliminar, restaurar o modificar, para que finalmente sus instalaciones queden a merced del espacio donde se van fusionando, acompasando o diluyendo. VISITAS GUIADAS

Hospital Salvador, cuyo nombre se asociaba al aparentemente extraño proyecto de crear una fábrica de tierra de hojas, y digo aparente, pues la intención central fue “legalizar un gesto” con el que los usuarios de ese espacio estaban familiarizados: “En un patio interior abandonado del hospital, encontré una pequeña puerta conducente a un entrepiso en el zócalo, utilizada para ventilar las vigas y el piso de madera. Este espacio bajo el edificio estaba lleno de hojas secas, porque ahí existe un ceibo enorme, donde por años de años fueron barriendo sus hojas, como quien barre la basura debajo de la alfombra. Mi excusa fue la fábrica de tierra de hojas para construir una especie de escultura subterránea que con el tiempo se empezase a sepultar con las mismas hojas que iban cayendo. Me interesó también realizar una intervención que permitiera recorrer el edificio por debajo, construyendo en los entrepisos una estructura que dejara entrar desde afuera y reactivar lugares

Hacer una especie de “arqueología urbana” nos permite centrar la mirada en esas constr ucciones que a veces han sido intervenidas con arquitecturas “espontáneas” o “criollas” para modificar el espacio interior. Sin embargo, cuando las intervenciones son demasiado “improvisadas”, no logran fundirse con la arquitectura original, lo cual es un aspecto que a Preece le interesa subrayar. Fueron inquietudes de esta naturaleza las que dieron paso al proyecto «Visita Guiada / la Ruta lógica», que funcionó entre los años 2003-2005: “Cuando estudié en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) en 1998, recorríamos y conocíamos todos los rincones del edificio, y desde ahí surgió la idea de otorgar esta experiencia a otros. En 2003 comencé con la construcción de un andamiaje de madera que recorría desde el zócalo hasta el techo, una torre de madera que se ubicó en el cañón vacío de escaleras, donde hoy se encuentra el ascensor. La intención fue habilitar circulaciones que estaban abandonadas. Esto permitía recorrer, dar un paseo por entre los techos y quedarse arriba con la vista del parque a tus pies. Un año después de esto, me invitaron a la Bienal de Arte Joven ‘Subversiones e Imposturas’ en el Museo de Bellas Artes (MNBA). Siempre me había llamado la atención que estos dos museos se juntan en un puro gran cuerpo, tapiado y dividido por el medio, donde desde fuera se ven todos los ventanales clausurados por una arquitectura de remodelación de interior. Los edificios son como dos hermanos siameses que se niegan.

Yo sabía que había puertas que unían ambos espacios y lo que hice fue abrirlos y conectarlos”. La idea era que para esa exposición en el MNBA la gente se inscribiera y el propio Sebastián pudiese hacerles la visita guiada, a través de un paseo que atravesase ambos museos por su interior, recorriendo el hall del Bellas Artes, las bodegas y el subterráneo, donde había sacado los tabiques que separaban los edificios, ahí se cruzaba hacia el MAC, donde el paseo terminaba subiendo a los techos por el andamiaje de madera realizado por el artista. Por asuntos institucionales el proyecto visitas guiadas a público general nunca llegó a realizarse, sin embargo, existen los registros de los primeros paseos. En 2005, durante la remodelación del MAC, una empresa constructora sacó la torre realizada por Preece. “AMPUTACIONES” Y “TRANSPLANTES”

“La construcción del andamiaje fue un trabajo lento. Tenía todo el tiempo y la libertad para poder hacerlo de a poco, pues no formaba parte de una exposición de calendario y porque intervine con sistemas arquitectónicos muy básicos que no incomodaban a la función institucional. Mientras se habilitaba el trayecto, en medio de los escombros aparecieron grabados, dibujos y partes de esculturas. En el MNBA encontraba cosas como una mano de mármol, litografías y al otro lado aparecían objetos de yeso o de greda, o sea todo lo contrario. Como siempre me demoro en construir mis proyectos, me interesa ir registrando el proceso y observando el surgir de toda una vida, una situación paralela a la propia faena que se levanta para poder construir un habitar”. En los muñones, yuxtaposiciones, mixturas, encubrimientos y falseamientos de las fachadas urbanas, Preece busca esos pequeños rastros de la memoria y del patrimonio urbano que toda ruina carga consigo. En este sentido, una de sus instalaciones más emblemáticas fue «De los Ángeles y demonios, modelo de un retrato de familia». Este trabajo se originó en 2004, cuando, después de varios años, se reencontró con las ruinas de una antigua casa de campo de su familia, ubicada en la periferia de la ciudad de Los Ángeles. Sebastián se instaló, estudiando el espacio, removiendo escombros y tierra, excavando y reabriendo las circulaciones de la casa y desenterrando diversos objetos, entre ellos, varios libros de su abuelo que trataban sobre territorialidad y que se encontraban a merced de la humedad

La palabra “chicle” viene del Nahuatl chictli, y éste del Maya sicte, nombre del sangrado del árbol nativo chicozapote de México y Centro América.

La Panera I 9


Artes Visuales

al mismo tiempo. A veces intervengo, otras reinstalo piezas, las saco de contexto, o las ‘transplanto’, como en el caso de «Cantera Galvez 5415, transplante de niveles Burgundy 5640», trabajo que realicé para Nueva Orleans en 2008”. LA ESTÉTICA DE LOS HÁBITOS

y del olvido. “Removí ruinas, desenterré cosas y recorrí. Estuve más de un año viviendo allí y aluciné cuando vi cómo la casa se transformaba en el invierno, el color de los musgos, las plantas, la maleza. Estaba en ruinas, pero seguía viviendo, dando vida. Eran sus últimos latidos. Debía volver a Santiago, pero no podía dejar todo botado. Tomé un muro, lo embalé y lo traje en camión, junto con los libros familiares y otros escombros”. Instaló el muro de adobe (junto a los libros) en un local perteneciente a la Universidad Arcis ubicado en el centro de Santiago. Durante dos años se dedicó a “cuidar” este muro mediante un complejo sistema de riego automático e iluminación. Así, los vestigios de su historia familiar fueron reviviendo: “En el adobe y en los libros comenzó a crecer musgo y pastito nuevo. Reaparecieron hongos y bichos, que empezaron a pelear con los Con los familiares libros bichos capitalinos”, secos, borrosos y rotos, el cuenta el artista. Estos libros, someartista construyó paisajes. tidos por años a un “Tienen acantilados y proceso de descomposición, integraron la piedrecitas, que son trozos muestra que exhibió de páginas. Algo se alcanza a recientemente en la 54 leer. Es como volver al origen. Bienal de Venecia. En 2008 y con su Esos textos, que eran de mi metodología de trabajo etnográfico, fue abuelo, hablaban de historia, invitado a la Bienal de poesía y territorio”. Nueva Orleans, Prospect 1. Estuvo un mes recorriendo las ruinas dejadas por el huracán Katrina hasta que decidió remover la loza de una casa y trasladarla a otra vivienda que estaba en proyecto de restauración. “No hay una planificación o proyecto absoluto, hay un trabajo de búsqueda, de investigación en terreno, que permite improvisación, donde, en la medida de lo que se descubre se va gestando la instalación. Voy pensando y excavando 10 I La Panera

recogiendo huellas de zapatos, de dientes, de la calle, del tiempo, de la saliva; del ADN curitibano. La idea era armar una especie de escultura con toda la tensión vital y urbana que eso llevaba. Hice un ordenamiento por color y logré establecer un mapa de movilización social a partir de estos desechos, porque después de un tiempo sabía que los de menta estaban en los bares, o los de fruta a las salidas de los colegios y entonces ordené esto en mesas, dando cuenta de cómo estos hallazgos mínimos lograban articular una distribución de actividades en la ciudad”.

Otro de los fuertes intereses de Sebastián al momento de orientar sus proyectos, guarda relación con los “refugios”, esos espacios precarios que favorecen la subsistencia en condiciones muy austeras. Este interés se notó en su “Hay una cierta arqueotrabajo «Refugios. Precorlogía en el ejercicio museal. dillera de Santiago», insLa arqueología ordena las talado en 2010 en el hall partes y las piezas, percentral del MNBA, en el mitiendo que uno mismo contexto de la exposición construya historias, evitan«Menos tiempo que ludo al máximo que el ordegar», donde emplazó en el nador condicione un dishall del Museo la casa y las curso. Entonces, lo que se pertenencias de un ermitainstala en el museo empieza ño fallecido. “Ahí encontré «Refugios. Precordillera de Santiago», 2010, a hablar desde las piezas, no huellas marcadas, grasa y hall central del Museo de Bellas Artes. desde la experiencia de los polvo. Todo el refugio estarecorridos, que es diferente. ba como suspendido, detenido en el tiempo. Una primera cosa es la intervencion in situ, Incluso, tenía la mesa puesta, ordenada, como y la otra parte de la obra son los fragmentos si en cualquier momento se pudiera volver a extraídos que se disponen en los lugares de usar. Ese personaje había elegido vivir del exhibición”. otro lado del límite de la ciudad, con lo esencial. Vivía para suplir sus necesidades, algo Los fragmentos recogidos y expuestos tertan preciso y precioso. Pura huella, sudor y minan siendo evidencia de un tiempo, de una desgaste; pura territorialidad es lo que des- actividad, de una presencia. Más que un intecubrí allí. El lugar estaba construido por las resado en el arte y en su comercio, el interés huellas y el desgaste de vivir en ese suelo, tal primero de Sebastián Preece está en adquicomo podría suceder en cualquier otro sitio”. rir experiencias y métodos de conocimiento constructivo, estético o social, donde a todas Tras sus procesos de intervención espacial, luces lo central es crear y señalar la idea de la ordenación visual de los hallazgos es una lugar como centro activo de los acontecitarea fundamental. De algún modo, este ges- mientos vitales. to de Sebastián nos recuerda que somos animales clasificadores y que esta característica nos ha ayudado a sobrevivir, física y mentalmente. Pero, justamente porque es parte de «Chicles, andar por Curitiba», Bienal de nuestra naturaleza, hay en potencia tantas Curitiba 2011. clasificaciones como personas. Preece instaló sobre tres “Todo lo que recupero, que recolecto de mesas-vitrinas, esos lugares que intervengo, son piezas que cientos de chicles me sirven para crear historias posibles. Rerecolectados por gistros que luego traslado a los lugares de las calles de la exhibición o museos. Es una estética de orciudad brasileña. denamiento que funciona bien, un ordenamiento de partes y piezas, como tú ordenas la cartera, el bolso, tus libros. Ordenar sentidos, desprender los elementos y de ahí establecer relaciones, dejando el hallazgo de la manera más pura posible”. Y, precisamente, fueron criterios de orden y clasificación los que vertebraron el trabajo «Chicles, andar por Curitiba», realizado en 2011 para la Bienal de esa ciudad brasilera. “Recolecté chicles y a partir de éstos, fui


[ notascul | por pamela marfil ]

> perspectiva kubrickiana

P

ara los conocedores del cine, el cuidado por la fotografía y por el encuadre de Stanley Kubrick (1928-1999) es único y convierte sus películas en verdaderas obras de arte. Es sabido que el controvertido cineasta se inició como fotógrafo autodidacta a los 17 años (en 1945) gracias a una cámara Graflex que su padre le había regalado para su duodécimo cumpleaños. Fotografiar se convirtió rápidamente en la primera actividad que cautivó su interés y que

posteriormente aplicó con maestría en sus películas. Su perfeccionismo, sumado a la obsesión por la perspectiva frontal con un único punto de fuga, aquella que observamos en la pintura renacentista, se transformaron en una verdadera firma de sus trabajos. Asista al http://vimeo.com/48425421 realizado por Kogonada para ver una recopilación de escenas en las cuales se puede apreciar claramente la «Perspectiva Kubrickiana».

> LASCAUX 360º

L

a caverna de Lascaux, sistema de cuevas en Dordoña-Francia donde se han encontrado grandes referencias del arte rupestre y paleolítico, fue descubierta casualmente por cuatro adolescentes en 1940, cerca de Montignac. El permanecer cerrada durante miles de años favoreció que se preservara intacta una gran cantidad de pinturas distribuidas a lo largo de los muros de la cueva y sus túneles. Con posterioridad a la II Guerra Mundial, se abrió al público, llegando a recibir a más de 1.200 personas diarias. El dióxido de carbono generado por los visitantes

comenzó a deteriorar las pinturas, lo cual obligó a las autoridades a cerrar la cueva en 1963. Fue restaurada y se construyó una réplica de las salas más representativas, «El Divertículo Axial» y «La Sala de los Toros». Gracias a internet, hoy podemos tener acceso a cada rincón de este increíble vestigio de nuestra historia más antigua. Ingrese a http://www.lascaux.culture.fr/?lng=es#/ es/00.xml, y además podrá acceder en castellano a una serie de artículos sumamente interesantes, Entrada de la cueva en 1940. De izquierda a derecha: en especial para los amantes del arte y de la Léon Laval, Marcel Ravidat, Jacques Marsal, Henri Breuil. © D.R. historia.

> cuestionada capacidad de síntesis

T

witter es una red social en la cual los usuarios envían y reciben actualizaciones de personas por medio de un servidor en tiempo real. A las actualizaciones se les llama “tweets”. Quien realmente quiera estar actualizado en las últimas tendencias, debe seguir a sus “trenders” en twitter. Desde su creación en 2006 por Jack Dorsey, ha ocupado un lugar de importancia y muchas veces se le ha llamado el SMS de internet, pero sin cobro por mensaje. Sin embargo, la que es su principal característica (no exceder los 140 caracteres) se ha vuelto la bandera de lucha de sus críticos. Por ejemplo, José de Saramago (1922-2010), Premio Nobel de Literatura 1998,

opinó tajantemente que esta herramienta nos estaba devolviendo a los gruñidos cavernícolas para comunicarnos. Para muchos, son pocos los twitteros que realmente aportan contenidos y la mayoría re-envía (re-twittea) lo que algunos opinan. Para otros, es una actividad imprescin-

dible y democrática, ya que permite a cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo, comunicarse directamente con artistas, políticos y líderes de opinión. Sea como sea, tenemos un predecesor en el siglo XIX que por muchos años ayudó a la humanidad a estar conectada. En el caso de los telegramas, el alto costo limitaba la cantidad de caracteres usados, motivando al emisario a las más ingeniosas abreviaciones. Ejemplos famosos hay miles, chistes también… e incluso sarcasmos, como cuando Edward Teller, el padre de la bomba de hidrógeno, anunció a sus colegas que la detonación de 1952 había sido todo un éxito con un simple “It’s a boy”.


Arte y Moda

DE BARBEROS, MONJES

Y TONSURAS San Bartolomé con tonsura romana. Detalle del altar principal de la catedral de Ascoli, realizado por Carlo Crivelli en 1473.

POR VICTORIA JIMÉNEZ

E

l cabello es uno de los atributos físicos que mayor supervisión estética demanda para evitar que el mundo se tope con el “homínido” que llevamos a cuestas. En el acto de cuidarlo subyace el deseo de conquistar esa naturaleza que crece indómita, ajustando nuestro pasado “darwiniano” a las normas sociales de presentación personal. De la Edad Media en adelante, la exhibición de una cabellera suelta y libre se asociaba a los “pueblos bárbaros” o -en el caso de las damas- guardaba relación con la seducción y el desenfreno carnal. Y en diversas sociedades, el acto de cortarse el pelo se ha vinculado a instancias de adoctrinamiento y disciplina, bastando señalar que vidas como la militar o religiosa se han caracterizado por poseer reglas explícitas con respecto a su longitud y presentación. Particular es el caso de la “tonsura”, ese corte rapado que empleaban los monjes occidentales, resultante de un rito del mismo

Desde tiempos remotos, la forma de arreglar el cabello cambia a la par de modas, rituales de cortejo, normas de comodidad, penitencia o higiene. Respecto a la obediencia, ¿hasta qué punto ha sido el pelo un factor cultural determinante al momento de fijar un límite visual entre disciplina e indisciplina? Puntualmente, ¿por qué los antiguos monjes y clérigos cristianos se rasuraban el pelo?

nombre que formaba parte de sus ceremonias de iniciación a la vida cultural. MITOS, CERTEZAS Y estiloS

Al comienzo, la “tonsura” se introdujo en el catolicismo como una resignificación de antiguos ritos paganos. Los primeros ascetas cristianos siguieron esta práctica que durante el siglo IV d.C. se extendió al mundo clerical, siendo totalmente desaprobada por San Jerónimo (por sus orígenes idólatras). Sin embargo, su uso continuó hasta ser oficializada en el Sínodo de Toledo, en 633 d.C. En la Biblia, mientras en el Levítico se prohíbe la práctica de rasurarse, el profeta Ezequiel analoga el acto de cortar y esparcir el pelo con la corona de espinas de Cristo y con la destrucción de Jerusalén. San Pablo se rasura por completo la cabeza en Cencreas como acto votivo. Según los relatos hagiográficos reunidos en la «Leyenda dorada» (una suerte de best seller de la cristiandad del siglo XIII), la tonsura se habría originado cuando los paganos de Antioquía se burlaron de San

En la imagen observamos un icono de San Aidan de Lindisfarne con tonsura británica. San Aidan fue un misionero cristiano del siglo VII d.C., fundador y primer obispo del monasterio de la isla de Lindisfarne, en Inglaterra.

El detalle corresponde a un folio de la colección de la British Library, y presenta a dos monjes en la ceremonia de tonsura.

La imagen corresponde a un grabado en metal italiano donde se ilustraban los tipos de tonsura: a la izquierda vemos una de tipo clerical romana, y a la derecha, la menos frecuente tonsura griega. 12 I La Panera

Pedro, afeitándole la parte superior de su cabeza. Por ello se explicaba que sus seguidores convirtieran una marca vergonzosa en una marca honorable. Se dice que en el siglo VII d.C. existían tres tipos principales de tonsura: Tonsura romana o coronal: era la más conocida y es la que deja un círculo de cabello alrededor de la cabeza; supuestamente es la que llevaba San Pedro. En la Edad Media se acostumbró aumentar su tamaño según el rango del individuo. Tonsura céltica o británica: difería de la romana en que se afeitaba la parte de la frente. Fue general en la antigua Iglesia británica hasta cerca del siglo VII d.C. Tonsura griega (o “tonsura de San Pablo”): consistió originalmente en afeitarse la cabeza por completo, y es la que emplearon los ortodoxos para diferenciarse del look romano. El primer documento que tenemos de su uso es del siglo VII d.C. y sería por parte de Teodoro de Tarso, arzobispo de Canterbury. En 1972, la Iglesia Católica abolió el uso de la tonsura cuando el Papa Pablo VI declaró que era opcional. Llegaba así el ocaso de un signo corporal, que, junto al cambio de nombre y adopción del hábito, implicaba un elemento ritual de muerte y renacimiento. La palabra tonsura viene del latín tonsum, que significa trasquilar. Por influencia griega, las barberías se instalaron en Roma hacia el siglo IV a.C. Éstas comenzaron a ser centros de reunión, donde los caballeros se sentaban en largos bancos de madera y pasaban el tiempo contando noticias y jugando a los dados. Todos los hombres libres de Roma andaban bien afeitados, mientras que los esclavos eran obligados a llevar barba. Los que cortaban y arreglaban las barbas se llamaban “tonsores” y las barberías, “tonstrinaes” y –aunque usted no lo crea– los “tonsores” también hacían extracciones dentales y asistencias de cirugía.


El Arte de Mirar

VERANO

Giuseppe Arcimboldo

(Kunsthistorisches Museum, Viena, 1563) Pintados con una nitidez impresionante, los higos, ciruelas, cerezas, moras, duraznos, ajos, arvejas, maíz, zapallitos, cebollas y alcachofas que componen la efigie de este cuadro lo convierten en una verdadera cornucopia que celebra la abundancia y la armonía entre el macro y el microcosmos. POR SANDRA ACCATINO

D

Giuseppe Arcimboldo. «Verano», 67 x 51 cm, 1563, Kunsthistorisches Museum, Viena. Originalmente, el «Verano» se enfrentaba al «Fuego», puesto que en el sistema de correspondencias en el que se basó Arcimboldo, ambos se vinculaban y representaban a la juventud y al temperamento colérico que, dominado por la bilis amarilla, hacía a los hombres irascibles y violentos.

«Agosto» en el Panteón Real de la Colegiata de san Isidoro de León, hacia 1130. En los calendarios de la Edad Media y el Renacimiento, los meses estivales solían ser representados por actividades vinculadas a la siega y la trilla del trigo. En la pintura de Arcimboldo, la firma y la fecha del «Verano» han sido realizados como parte del tejido del trigo que conforma su traje.

Marcel Duchamp. «Escultura-muerta», 1959. Lejos de la interpretación irreverente que los surrealistas dieron a las pinturas de Arcimboldo, a las que consideraron un antecedente de sus propias trasgresiones, ellas exaltaban el buen gobierno y la potestad sobre el tiempo del imperio Habsbúrgico, en cuya corte el pintor trabajó por treinta años.

esde la Antigüedad,

la representación y la personificación de los meses y de las estaciones del año habían sido una forma de dar una imagen al tiempo. En los calendarios que ilustraban Libros de Horas y misales, o que decoraban el piso, los muros, capiteles y ventanales de iglesias y palacios, el retorno cíclico de las estaciones aparecía como el garante de un orden sagrado en la naturaleza, en el que también los hombres y las mujeres, con sus trabajos y afanes, quedaban inscritos. Hacia mediados del siglo XVI, el pintor Giuseppe Arcimboldo (1526-1593) dio a esta tradición una nueva imagen a través de la representación de cada una de las estaciones del año como un perfil compuesto por la superposición de los distintos frutos y vegetales que germinaban en cada período. Las cuatro estaciones fueron pensadas para enfrentar cada una a uno de los cuatro elementos y recrear, de esta forma, un sistema de correspondencias que asociaba a cada estación un elemento primordial, una edad del hombre, un humor y un temperamento. Sabemos que fueron realizadas para la corte de los Habsburgo y que eran, en su conjunto, una alegoría del poder universal del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y de su potestad sobre el tiempo y las actividades de los hombres.

Giuseppe Arcimboldo. «Fuego», 67 x 51 cm, 1566, Kunsthistorisches Museum, Viena. En esta personificación, detalles como el águila bicéfala y el collar del Toisón de Oro, hecho con eslabones para encender, aluden a distintos símbolos y emblemas de los Habsburgo. Enraizadas en el Manierismo italiano, estas artificiosas figuras formaron parte de una estética que había transformado a la sorpresa, a la maravilla y al ingenio en una forma de comprender y representar un mundo que –en medio de cismas religiosos, descubrimientos y transformaciones– parecía mudar constantemente su forma. A través de ellas, Arcimboldo quiso reflejar la secreta armonía cósmica que daba sentido y coherencia al universo, justo antes que la ciencia y la cultura barroca crearan a partir de la observación y la razón, una nueva imagen de la naturaleza y del hombre.

Sandra Accatino es académica del departamento de Arte de la Universidad Alberto Hurtado. Ha publicado diversos capítulos de libros, artículos y ensayos sobre pintura europea, arte de la memoria, coleccionismo y artistas chilenos contemporáneos.

El bistec a lo pobre es un plato popular en Chile. Se dice “biste”, “bisteque” o “bistoco” dependiendo de si uno está en un café, en La Vega Central o en el Parque O´Higgins.

La Panera I 13


Artes Visuales

La Arquitectura Formado como arquitecto en Milán, Steinberg nunca ejerció la disciplina, pero tampoco perdió el interés. Sus dibujos de fachadas e interiores convierten los edificios en personajes con vida propia. El ojo técnico e histórico del artista era capaz de reconocer y proyectar las contradicciones latentes del estilo moderno y del historicismo europeo. La arquitectura como encarnación del poder y la miseria de las sociedades. Un personaje de fierro, madera o concreto. Misteriosas y enrevesadas mansiones victorianas sobreviven junto a enormes y abstractos rascacielos, o la contradicción fascista: rituales antiguos frente a edificios modernos. En otro de sus dibujos, una hoja de papel milimetrado se convierte con unos pocos agregados en una aguda parodia del rascacielos modernista. La imaginación de Steinberg era prolífica y operaba a través de un sistema de variaciones: una idea inicial a la que extraía decenas de secuelas.

La última línea de

Saul Steinberg Todo aquel que practique el dibujo simple y el humor filosófico le debe algo y lo conoce indirectamente. Suele describírsele como un señor amable y distante, oculto tras unos lentes de marco grueso y oscuro. Por César Gabler

L

ibros y exhibiciones confirman el nuevo rol del dibujo en la escena artística. En su voluminoso tomo dedicado al arte del siglo XX, el cuarteto compuesto por los cerebrales Rosalind Krauss, Benjamin Buchloh, Yve-Alain Bois y Harold Foster apostaron sus fichas por dos nombres: Raymond Pettibon (1957) y William Kentridge (1999). A juicio de los cuatro fantásticos, son ellos quienes, en los 90, abrieron el espacio que el dibujo nunca antes había tenido. Indudablemente, ambos, con sus respectivas propuestas, han hecho mucho por la consideración crítica y comercial de la disciplina. Pero antes, mucho antes, hubo un artista que hizo lo suyo valiéndose de las herramientas del dibujo y de un sentido 14 I La Panera

del humor en el que campean la caricatura, la ironía y los cartoons. Franz Kafka, Mickey y los hermanos Marx de paseo en la Bauhaus y en el arte modernista. Me refiero a Saul Steinberg (1914-1999) rumano de origen y neoyorquino por convicción. A Steinberg lo conocemos por esos dibujos de líneas simples en los que un hombre se dibuja a sí mismo, por esas construcciones arquitectónicas levantadas en el aire. Lo conocemos, indirectamente, por sus seguidores, todo aquel que practique el dibujo simple y el humor filosófico le debe algo a don Saul. tonos sombríos

A Steinberg suele describírselo como un señor amable y distante, oculto tras unos lentes de marco grueso y oscuro. Un lector com-

pulsivo, dueño de una cultura exquisita y de una conversación refinada. Un perfil de una sola y amable línea, como si el mejor retrato del artista fuera él mismo, su propia máscara. Steinberg era experto en ellas y las convirtió en una de sus obsesiones. La recién publicada biografía de Deirdre Bair («Drawing the Line, and Crossing it») lo muestra con tonos harto más sombríos. Ahí está el prolífico creador de casi noventa portadas para la revista «New Yorker» y de más de 1.200 dibujos, el corresponsal del ejército norteamericano durante la II Guerra Mundial, pero también un tipo malhumorado, un infiel que se besa con otra mujer en la cocina a pocas semanas de casarse. Lo contaba Hedda Sterne (1910-2011), gran artista y esposa engañada, que, nostálgica y sin rencor, decía: “En cierto modo, el sexo fue su vida”, algo que difícilmente se puede adivinar en la humorística, pero siempre contenida, obra del artista. Pese al impasse, Steinberg y Sterne mantuvieron una larga amistad, algo que caracterizó a varias de sus rupturas de pareja. Pasaba de amante a amigo con endiablada facilidad.


Las costumbres A pesar de su rápida adaptación a la vida americana, Steinberg nunca dejó de ser un extranjero que miraba con distancia y sorpresa las costumbres estadounidenses: de Miami a Nueva York, pasando por el Estados Unidos profundo, Steinberg supo plasmar con su contención característica el carácter norteamericano. Abundan las reuniones sociales en las que distinguidos invitados se entregan a la plática de salón. Aquí, Steinberg traducía las diferencias psicológicas en clave gráfica. Como auténticas psicografías: líneas, manchas o tonos daban cuenta del perfil de los personajes. Eso evidencia otra de las características esenciales del universo del artista: su capacidad de encontrar elementos plásticos muy específicos para expresar sus conceptos. Trabaja con el dibujo de una manera distante, muy contraria al Expresionismo. Lo que hacía Steinberg era encontrar un elemento preexistente que identificara su discurso.

Recordando al artista

Exiliado profesional Entre las obsesiones recurrentes de Steinberg –además del hombre que se hace a sí mismo o las mesas de trabajo– estaban los pasaportes y documentos de identificación. «The Passport» (1954) se titula la tercera recopilación de sus trabajos tras «All in Line» (1945) y «The Art of Living» (1949). Los papeles de identidad –con sus fotos, timbres, sellos y firmas– representaban no sólo un rico universo gráfico, sino también el ámbito desde el cual explorar las fronteras, el viaje y el exilio. Documentos para administrar y controlar al sujeto. Judío en Rumania (condenado entonces a una traumática discriminación), estudiante de arquitectura en Milán y expulsado del país por las leyes antisemitas de Mussolini, Steinberg vivió un inquieto nomadismo en el que los controles y los documentos se convirtieron en una rutina. “Parece que he pasado mi vida cruzando de una frontera a otra, algunas reales, otras imaginarias. En otros tiempos fui viajero por necesidad y ahora lo soy por gusto. Las fronteras y la presentación de pasaportes son tan naturales para mí como una residencia fija para la mayoría de la gente”. La identidad puesta en juego en un papel sirvió entonces como un referente gráfico y un asunto existencial y es aquí donde se centra buena parte de la propuesta de Steinberg: leer objetos y costumbres como indicadores muy profundos de identidad.

2012 fue un buen año para sus seguidores: a la publicación en noviembre de la biografía de Deirdre Bair, se sumó la edición de dos libros en español: «Cartas a Aldo Buzzi (1945-1999)» y «Sombras y Reflejos», que recopila dos conversaciones sostenidas por el artista otra vez con Buzzi, amigo, confidente y antiguo estudiante de arquitectura como el propio Steinberg. Más datos para recordar a un creador que sigue vigente.

La palabra abolengo se refiere sobre todo a los bienes heredados de los abuelos.

La Panera I 15


Exposiciones que usted no debe perderse [ por César gabler ]

Pilar Ovalle «SERHUMANO» Galería Patricia Ready (Espoz 3125, Vitacura. Teléfono: 2953-6210). Hasta el 25 de enero.

E

l título de la muestra es ya un manifiesto. Primero, de la vocación de la artista por los grandes temas: el individuo, la vida espiritual o el amor; y, segundo, de su forma de trabajar la madera, que implica casi siempre la unión de dos o más trozos en una sola pieza. «Serhumano» supone entonces una aproximación a lo escultórico en que se funden preocupaciones escultóricas con otras de índole existencial. El trabajo de Pilar Ovalle se identifica con el de otros creadores chilenos que entienden el arte desde una perspectiva poética y universal. Artistas que creen aún posible hablar de lo humano sin circunscribirlo a ninguna de las particularidades que el discurso posmoderno se ha encargado de resaltar: los humanos de Ovalle, como los de Irarrázaval o los de Benjamín Lira, no tienen etnia, clase social ni una sexualidad específica. Son entidades metafísicas que se plantean las preguntas de Gauguin: ¿De Dónde Somos? ¿A Dónde Vamos? ¿De Dónde Venimos? Casi siempre en galerías del circuito comercial. Estas inquietudes sirven a los artistas para elucubrar sus discursos plásticos amparados en la nobleza de sus oficios. Ovalle da cuenta –una vez más– de su fascinación por la madera. Maneja el material con notable propiedad y sabe incluso someterlo a grados de máxima maleabilidad, como en la pieza mural montada sobre tela. La ma-

dera se fragmenta y se expande desde un centro similar a una célula. Uno de los puntos altos de la muestra. Las cabezas se convierten en un leitmotiv de la exhibición y desarrollan ciertos aspectos propios del Cubismo y de la Abstracción. En casi todas ellas, la artista recrea con entera libertad el referente, estableciendo un contraste entre las maderas naturales y las elaboradas. Troncos encontrados parecen sugerir la estructura de algunas piezas. La lógica del object trouvé tiene aquí una relectura en clave ecológica y escultórica. «Calce», una pieza que semeja estructuralmente a un triturador

manual, ilustra el punto con propiedad. La pieza puede ser una metáfora del encuentro entre lo masculino y lo femenino. Con las obras «Entre el Cielo y la Tierra» (en la foto) y «A-Mor (sin muerte)» la escultora alcanza –a mi juicio– los mayores logros formales, aportando una significativa dosis de espacio y tensión. El universo planteado es ya cuestión de fe, pero la artista logra expandir su escultura saliendo de los límites cerrados que parecen imponerle cierta manía laboriosa de sumar y sumar trozos de madera.

Narda Alvarado, Javier Arce, Marcos Chaves, Geert Goiris, Meiro Koizumi, Mateo Maté, Iván Navarro, Julia Oschatz, Gonzalo Puch, Lucy Skaer. «AGENDA SANTIAGO» Museo de Arte Contemporáneo (Matucana 464. Metro Quinta Normal. Teléfono: 297-71741). Hasta el 20 de enero.

U

n grupo de artistas internacionales viene a Santiago convocado por el curador español Emilio Navarro. Vincularse al país y reinterpretarlo es el objetivo. Tras el mes de estadía en la capital, los creadores convocados muestran su trabajo en las salas del MAC de Quinta Normal. Las propuestas fluctúan entre proyectos anteriores adaptados a las circunstancias (Mateo Maté y su intervención a una secuencia de Patton) y otros muy específicos. La primera sala está a cargo de Iván Navarro. Un montaje impecable para su pozo que repite hasta el infinito y más allá la palabra “cohecho”. Se adivinan resonancias políticas, pero cuesta identificarlas, al igual que su vinculación con la convocatoria. Muy específico en su relación con la ciudad es el proyecto del español Javier Arce, quien retrata con dibujos murales dos edificios signados por alguna reivindicación social. Su opción de una objetividad militante –en plan anti sistémico– implica acompañar las potentes vistas con una investigación impresa. Es el reverso del lirismo naif de la boliviana Narda Alvarado, quien saca partido de su estrategia de obra: describir proyectos utópicos. Santiago, en su video, se transforma en una ensoñación plagada de referencias históricas y visuales. Sorpresa muestra ante tanto 16 I La Panera

besuqueo capitalino y enseguida enseña una secuencia de besos en la ciudad. Esa clase de descubrimiento, a la manera del flâneur, es lo que registran los proyectos del brasileño Marcos Chaves y del belga Geert Goiris, ambos amparados en la fotografía. Chaves juega con múltiples paralelos visuales, descubrimientos ingeniosos y hasta sorprendentes, como un árbol de copa inclinada junto a una silla de respaldo ladeado. Goiris opta por grandes fotografías en las que alterna la estética del instante decisivo con apuntes visuales. ABC del arte contemporáneo. Gonzalo Puch se instaló en el Mac y produjo junto a un grupo de jóvenes músicos unas particulares piezas coreográfico-musicales. Aquí se plantea otra opción: trabajar con la gente del lugar. En ocasiones, la ciudad resulta un pretexto forzoso, eso me pasa con Lucy Skaer y su juego formal entre el atlas de Claudio Gay y ciertas obras de arte contemporáneo. La asociación parece arbitraria. Julia Oschatz ofrece una serie de sencillos dibujos en los que un hombre sin rostro experimenta con esculturas montadas en su cabeza. Un grupo de videos muestra a un actor encarnando al personaje de los dibujos. El escenario es un Santiago kafkiano. Misión cumplida.

Iván Navarro

Geert Goiris


Joaquín Cociña y Cristóbal León «LA COMUNIDAD DEL APOCALIPSIS» Galería AFA (Phillips 16, oficina A, Santiago Centro. Teléfonos: 2664-8450 y 2664-8631). Hasta el 30 de enero.

L

o que presentan Joaquín Cociña y Cristóbal León en la Galería AFA puede entenderse como una continuación de la muestra que exponen en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Quinta Normal. Se trata de videos narrativos que combinan desde el stop motion a las marionetas y cuya exhibición se complementa con elementos extraídos de sus propios relatos. Suerte de memorabilia, pero también de instalación teatral. En el MAC de Matucana, la sala oscura y los diversos elementos en volumen contribuyen a crear el clima siniestro, tipo casa del terror, asociado a los videos. En AFA, los artistas optaron por dividir la sala en dos. La primera parte es una muestra de dibujos y objetos escultóricos. Un tabique cierra el espacio y convierte a la otra mitad del recinto en un microcine en el que puede verse una producción titulada «La Comunidad del Apocalipsis». El video narra la historia de una bruja verde –encarnada por la actriz Ana María Fernández– que se interna en un bosque huyendo de su amante. Oculta en una diminuta casa de juguete –entra en ella con la magia de las brujas– es abordada, tiempo después, por un extraño hermafrodita

que la sorprende masturbándose. El personaje calvo y con anteojos nos resulta vagamente familiar, pero no tardamos en salir de nuestra incertidumbre cuando el muñeco (hecho de masking tape y pintura) declara –en plan “yo soy tu padre”– ser el mismísimo… ¡Jaime Guzmán! Ambos conversan del horror y de la desesperanza que reinan en el basural. La narración concluye con la bruja abandonando su refugio. ¿Cómo entender esta propuesta? Me parece que caben aquí dos alternativas complementarias: como alegoría y como puro artefacto visual. Alegoría: La dictadura concebida a la distancia como un espacio de horror mítico. Un teatro esperpéntico del que extraer personajes, encarnaciones de

una maldad sin matices. La historia convertida en un banco de imágenes para explotar a voluntad puede ser productiva en MTV (¿recuerdan «Celebrity Deathmatch»?), pero en general resulta peligrosamente efectista. En lo visual, los autores apuestan por un deliberado brutalismo, cuyo oficio parece guardar relación con la edad de la conciencia representada. El mundo infantilista, en toda su perversión, requeriría de un lenguaje similar. Adoptan, entonces, una estética expresionista cuyos mejores momentos se alcanzan en los pequeños retablos. Ahí el lenguaje plástico y la contención narrativa pueden más que los desbordes visuales del video. Más es menos, dicen.


Ilustración

El extraño y desconocido mundo de Obsesivo defensor de la infancia, ermitaño, loco, artista recluso, escritor prolífico, padre frustrado, el creador estadounidense cuenta con un culto mundial que crece cada vez más. Y con una vida gris que siempre se opuso a los colores de sus fantasías. Por Andrés Nazarala R.

“¿Q

uién salvará a la pobre pequeña niña?: Henry Darger”, se pregunta y responde Natalie Merchant en una canción que podría ser una melodía de cuna si no fuese tan perdidamente melancólica. «La balada de Henry Darger» (perteneciente al disco «Motherland», 2001) hizo que muchos fanáticos de la ex 10.000 Maniacs googlearan al escritor y artista del título, descubriendo a un personaje insólito. Tres años más tarde, la cineasta Jessica Yu realizó «In the realms of the unreal» (2004), documental que intenta descifrar a Henry Darger (18921973) usando el escaso material que existe sobre su vida (apenas tres retratos fotográficos) y la contundente obra literaria y gráfica que dejó en su paso por este mundo. Son sólo dos pilares de un reconocimiento tardío que aún huele a misterio. un solitario extravagante

La historia de Darger comienza al revés, en el ocaso de su vida, cuando en 1972 decide abandonar la pieza que arrendaba desde 1930 para 18 I La Panera

pasar sus últimos días en un internado. Es ahí cuando, al despejar la habitación, su inquilino descubre su prolífica obra literaria y gráfica. Nadie lo hubiese sospechado. Darger no tenía amigos ni familiares, rara vez cruzaba una palabra con alguien y tanto su arrendatario como sus vecinos pensaban que se trataba de una persona con algún tipo de trastorno mental. Parecía un mendigo y en las noches hablaba solo en su habitación, usando distintos tonos de voces. Pero lo que encontraron era asombroso: una obra de 15.145 páginas (en 15 tomos y sin espacio entre líneas) titulada «In the realms of the unreal» («En el reino de lo irreal»); otra de 10 mil páginas que lleva por nombre «Crazy House: Further adventures in Chicago» y una autobiografía de 4.762 páginas, además de cientos de acuarelas, cómics, basura acumulada, collages armados con recortes de diario y una recopilación de informes meteorológicos bajo el nombre «The book of weather reports». De pronto, el misterioso vagabundo (que estaba a punto de morir, a los 81 años) fue visto como un prolífico escritor y artista cuya obra –desarrollada a lo largo de seis décadas– comenzó a ser difundida por su inquilino, que

afortunadamente tenía cierto prestigio en el mundo del arte: el fotógrafo Nathan Lerner. Al igual que Max Brod con Franz Kafka, la conservación implicó una traición, ya que Darger le había pedido que todos sus trabajos fueran quemados. Hoy se pueden encontrar dibujos de Henry Darger en espacios reconocidos como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, pero también en plataformas más curiosas, como el Center of Intuitive and Outsider Art, de Chicago, donde el artista tiene una sala reservada. Sus trabajos cuestan millones de dólares. Paradójico para un artista que siempre lidió con la más dura pobreza. Toda la obra literaria y gráfica de Henry Darger está centrada en la infancia; la niñez como territorio amenazado y trinchera de resistencia. Sus heroínas son las Vivian Girls, siete pequeñas princesas cristianas que se rebelan contra la esclavitud infantil impuesta por el perverso John Manley (a través de la biografía se supo que este es el nombre de un compañero que tuvo Darger en la infancia) y los soldados Glandelianos. Todo ocurre en el reino de Abbiennia, situado en un planeta alrededor del cual orbita la Tierra. Es una guerra sangrienta, donde niños son


Henry Darger

torturados y asesinados. Un mundo que, en sus dibujos, Darger grafica mezclando paisajes de cuentos de hadas con infantes sacados de viejas viñetas, referencias bíblicas, imaginería a lo J.R.R. Tolkien y extravagancias personales: las niñas de Darger suelen estar desnudas, poseen alas y algunas tienen órganos masculinos. PARAOUBEK: su musa

“Los niños tienen derecho a jugar, a ser felices, a soñar, a dormir normalmente durante las noches, derecho a la educación”, escribió Darger en defensa del grupo etario que inspiró a sus personajes. Se supo también que en sus últimos años trató de adoptar a un niño, pero los permisos le fueron negados. Al igual que James Matthew Barrie (el autor de «Peter Pan») y, en menor grado, que J.D. Salinger, Darger estaba obsesionado con la inocencia infantil y cómo ésta es amenazada por el mundo de los adultos. Aunque los que lo conocieron aseguran que esto era sólo en teoría ya que nunca conversaba o se relacionaba con menores de edad. El comienzo del universo creativo de Hen-

Elsie Paraoubek Su asesinato inspiró el personaje de Annie Aronburg. Nunca se supo quién fue el autor del crimen. Darger intentó, de alguna manera, hacer justicia desde la fantasía.

ry Darger, que coleccionaba recortes de diarios, está marcado por un hecho puntual. El autor quedó profundamente afectado por una noticia que publicó el «Chicago Daily News» el 9 de mayo de 1911: el asesinato de una niña de cinco años de edad, cuyo cuerpo fue encontrado en un canal. Se llamaba Elsie Paraoubek. Nunca se supo quién fue el asesino. El artista perdió el retrato extraído de la prensa y ahí comenzó su obsesión, sus intentos por reconstruir la imagen de la pequeña víctima en la ficción y, de alguna manera, hacer justicia desde la fantasía. Aunque un hecho tan crudo no pudo ser borrado ni siquiera en los terrenos de la irrealidad. Annie Aronburg (alter ego de Paraoubek) se cuenta como uno de los crímenes más violentos del gobierno Glandeliano y el comienzo de la guerra que tendrá a las Vivian Girls como heroínas. El biógrafo John McGregor, entre otros, indica a Darger como el verdadero asesino de Paroubek, pero es uno de los tantos mitos que circulan en torno a un artista que genera más intrigas que certezas. La infancia miserable

Los delirios literarios de Darger –y esa mezcla de violencia, martirio y santidad aplicada a la niñez– se entienden un poco más al leer su biografía. En ella, se refiere a su nacimiento (en 1892), a la temprana muerte de su madre –dando a luz a una hermana que inmediatamente fue entregada en adopción (según algunos biógrafos, el origen de su obsesión por las niñas)– y el alcoholismo y

posterior fallecimiento de su padre. Desamparado, Henry tuvo que ingresar a los 8 años a un internado católico, donde lo tildaron de loco. Fue así como terminó en un hogar para “débiles mentales”, del que escapó. Entonces se instaló en el corazón de Chicago, donde realizó malos trabajos y se entregó cada vez más a la religión. Su obsesión por la infancia lo llevó a formar, junto al único amigo que tuvo, “La sociedad protectora de los niños”, del que terminó siendo su único miembro. En 1930, se instaló en la habitación donde permanecería por 42 años. Allí escribió su gran obra, saliendo al mundo exterior sólo para trabajar y comprar comida. En el documental de Jessica Yu, quienes lo conocieron lo definen como un hombre aislado y pobre, cuya creencia en Dios lo llevó a asumirse como una especie de mártir. Pero su fe no fue constante. Cuando sentía que sus plegarias no eran atendidas, Darger se entregaba a la blasfemia y a los insultos desesperados. Esta ambigua relación con el cristianismo refleja su postura ante el mundo, entre el pesimismo y la esperanza. Es así como «En el reino de lo irreal» cuenta con dos finales: uno en el que las Vivian Girls triunfan y otro en que sucumben en manos de los soldados. Henry Darger nunca dejará de ser un misterio, porque supo cómo mantenerse alejado de la luz pública. Como John Kennedy Toole, su reconocimiento fue póstumo. Pero, a diferencia del autor de «La conjura de los necios», él no hizo nada para ser conocido. Su obra se parece más bien a un acto religioso, una creación silenciosa para espantar demonios o complacer a los seres atrapados en su cabeza.

“Che” es una expresión popular argentina para llamar la atención de alguien sin decir su nombre. El guerrillero Ernesto Guevara la usaba siempre, por lo que fue apodado “el Che”.

La Panera I 19


Cómic

Por Rafael Valle M.

G

abriel Rodríguez (38, casado, dos hijos) es arquitecto formado en la Universidad Católica y ha construido una casa fantástica: Keyhouse, ubicada en el imaginario pueblo de Lovecraft, en el norteamericano estado de Massachusetts. A ella llega a vivir la familia Locke luego de un trágico incidente y en ella descubrirán una serie de misteriosas llaves que revelan secretos terroríficos y abren puertas a mundos misteriosos. Rodríguez es arquitecto, sí, pero principalmente dibujante de historietas y así se convirtió en el chileno que más lejos ha llegado en la exigente industria del cómic estadounidense como coautor de la serie «Locke & Key». La otra mitad del proyecto es Joe Hill, novelista en ascenso, guionista y bien formado en esto del terror y la fantasía por ser hijo del mismísimo Stephen King. ¿Cómo se dio el contacto entre ambos? El chileno empezó en 2002 a dibujar la versión en cómic de la serie «CSI» para la editorial IDW, con sede en San Francisco, y cinco años más tarde recibió una propuesta de Hill para hacer una historieta. “En IDW les encantó la idea y ahí le pasaron las pruebas de dos o tres dibujantes entre las cuales estaban las mías y a Joe le gustó lo que yo hacía”, cuenta Rodríguez. “Nos contactamos, le mandé algunas muestras de personajes para ‘Locke & Key’ en base a descripciones que me había mandado, y enganchamos perfecto”. «Locke & Key» (que en Chile edita Arcano Cuarto) no sólo ha sido una serie bien vendida y traducida a varios idiomas, sino que se ha llevado el aplauso de la crítica y ha recibido varias nominaciones a los premios Eisner, el Oscar del cómic en Estados Unidos. Y sigue cosechando: aparte de liderar listas de best sellers en al apartado ‘novela gráfica’ de «The New York Times», en octubre se llevó un British Fantasy Award, otro codiciado galardón. Pero Rodríguez no se duerme en los laureles. No tiene tiempo, la verdad; menos ahora que dibuja a full el último arco argumental, el tercer acto de la saga, que debería concluir en 2013. “Trabajo todos los días desde las nueve de la mañana hasta las nueve, 11 de la noche o una de la mañana, y tiene que ser así. Una página promedio demanda entre ocho y 14 horas, dependiendo de la dificultad, y hay que sumarle a eso almorzar, los niños, la casa…,

20 I La Panera

La puerta abierta de Gabriel Rodríguez Con «Locke & Key», el dibujante es el primer chileno que se instala en las grandes ligas del cómic estadounidense. Fruto de su sociedad con Joe Hill, guionista e hijo del escritor Stephen King, la serie se ha llevado aplausos del público y de la crítica con la saga de una familia que llega a vivir a una antigua casona donde llaves y cerraduras ocultan terroríficos secretos.


[ 2. Los otros ] Junto a Gabriel Rodríguez, otros dos chilenos hacen poco a poco su camino en el mercado de la historieta norteamericana: Nelson Dániel y Alan Robinson. El primero (coautor de la novela gráfica «1899: Cuando los Tiempos Chocan», junto a Francisco Ortega) dibujó este año para IDW el cómic «Road Rage: Throttle», con guión de Stephen King y Joe Hill. Y en 2013 hará una serie del Juez Dredd, popular anti-héroe que tuvo un reciente paso por el cine. El segundo, artista chillanejo, ha dibujado cómics de «Star Wars» para la editorial Dark Horse, y de «Terminator» para IDW. Con esta última compañía lanzará en 2013 una historieta que muestra al grupo Kiss con la franquicia Mars Attacks.

hay en la naturaleza o hasta en el clima; incluso, una cuestión atmosférica, de estados de ánimo, que dan apertura a visiones de lo que está más allá de lo cotidiano, que creo tiene que ver con la tradición de lo sobrenatural en el campo chileno. También está ese tema que en Santiago se está perdiendo, pero que viene de un acervo muy chileno, que en provincia aún queda mucho: estas grandes casonas familiares que subsisten por generaciones y que empiezan a derruirse”.

[ 1. Conociendo al ‘rey’ ] Pregunta de rigor: ¿Conoce Gabriel Rodríguez a Stephen King? “No todavía, pero quizás lo conozca el próximo año, porque pretendo visitar a Joe en su casa en una época en que vacaciona con sus papás. Pero no soy un gran fan de Stephen King; leí cuando más joven un par de novelas suyas que no eran de las mejores y ahora conseguí las buenas y las estoy leyendo. En lo personal, independiente de la capacidad productiva de Stephen King, que es insólita, me gusta más cómo escribe Joe”.

tener vida también”, se ríe. Lo de «Locke & Key» es casi pura colaboración virtual, puro pinponeo de ideas y tramas a través de internet. “Los únicos que viven en San Francisco son el editor y el letrista, pero el colorista vive en el Medio Oeste; Joe (Hill), en la otra costa, y yo, en Chile. Todos trabajamos vía e-mail”, detalla el artista, atrincherado en el estudio de arquitectura de su esposa y colega. Allí bocetea, al momento de esta entrevista, los dibujos que le han pedido para unas tapas de «The Walking Dead» –otro célebre cómic terrorífico made in USA– y se acompaña de preciados trofeos en su mesa de trabajo: los tomos de una edición de lujo de «Locke & Key», perfectamente encuadernados en tapas duras para recopilar las imágenes de sueño y pesadilla salidas de sus lápices y de sus tintas. La historieta sigue los pasos de la familia Locke, desmembrada tras el asesinato del padre y esposo, y lo que ocurre cuando la viuda

y sus tres hijos descubren las llaves mágicas de la casona Keyhouse, llaves que literalmente abren cabezas para ver todo lo que hay en ellas. «Locke & Key» es, así, un retrato de relaciones intrafamiliares sazonado de fantasmas, demonios, monstruos, asesinos, escenarios mentales y portales a otras dimensiones que coronan los 10 años de Rodríguez como ilustrador profesional, con una maduración importante en su arte. “(En ‘Locke & Key’) partí con un estilo que era un poquito más ingenuo y exagerado, con una forma de caracterizar a los personajes con rasgos más caricaturescos, ojos más grandes, con una línea más dura en algunos casos, acentuando mucho su emotividad”, cuenta. “Pero, a medida que la historia avanzara, quería ir volviendo sutilmente cada vez más realista el estilo de dibujo, ya que tenía que ver con la maduración de estos adolescentes, de manera que al final de la historia muestren un aspecto más adulto que el que tenían al principio”. Consciente e inconscientemente, el arquitecto reconoce un toque de chilenidad en esta obra, que revela “un vínculo con lo desconocido que

NO A LOS X-MEN

La serie «Locke & Key» es una de las historietas de terror más relevantes de los últimos años.

“Lejos, mi gran referente chileno de la infancia es Themo Lobos; sobre todo en términos de ‘vividez’, de generar personajes que tú crees que existen, que puedes abrir la puerta y encontrarlo al otro lado”, confiesa Rodríguez, que a partir de esa influencia ha hecho en Chile una carrera que incluye, entre otros trabajos, dibujos para la colección de cromos «Mitos y Leyendas», cómics de Diablo (un superhéroe local) y una reciente colaboración con relatos para «In Absentia Mortis», libro que trajo de regreso a las viñetas al siniestro Dr. Mortis. Con todo, el artista sabe que el futuro por ahora está en el mercado angloparlante, donde ha visitado eventos como la ComicCon de San Diego (el evento más importante del género en Estados Unidos) en calidad de invitado estelar, estuvo en la grabación del piloto televisivo que Fox hizo de «Locke & Key» y se ha convertido en un nombre que es seguido con atención por los gigantes del rubro. “En Marvel querían trabajar conmigo y con Joe, y nos dijeron que si queríamos realizar algo con ellos, particularmente con los X-Men, hiciéramos una propuesta. En este momento no tenemos ninguna idea concreta, pero casi lo más cool que me ha pasado en los últimos años es que tuve que decirle que no a los X-Men”, cuenta, orgulloso. Por ahora, lo importante es concluir con la saga creada junto a Hill, y a partir de ahí ver cuál es el nuevo rumbo. “Barajamos un par de ofertas de DC Comics y tenemos dos o tres ideas de proyectos de autor que queremos seguir desarrollando”, adelanta. Nuevas puertas se abrirán en 2013 y Rodríguez, se sabe, ya tiene las llaves en su poder.

El arte de la historieta se inició en 1829, cuando el pedagogo suizo Rodolphe Töpffer publicó su primer álbum sobre los viajes y aventuras del doctor Festus.

La Panera I 21


Música

LA CANCIÓN

DEL VERANO Desde los años cincuenta hay un cierto tipo de temas que todo el mundo tararea en la época de más calor y luego desaparecen hasta una nueva temporada estival. Acá revelamos algunos de sus secretos.

Por J.C. Ramírez Figueroa

U The Rolling Stones arrasaron el verano estadounidense e inglés de 1965 con «(I can´t get no) Satisfaction».

The Tornados, furor en los 60.

El inocentón, pero irresistible, «Sugar, sugar» (The Archies).

22 I La Panera

n piano, café humeante y papeles manchados con mayonesa. Esos eran los ingredientes que permitieron el origen de “la canción del verano” a fines de los años cincuenta. Un subgénero de la música popular tan pegajoso como estacional: durante las vacaciones, con el sol pegando en la cara y sin compromisos en el horizonte, el single es cantado y bailado por todos. Luego, desaparece. Como una ola chocando la arena, mientras atrás, va emergiendo otra. El lugar donde sucedía esto era el edificio Brill de Manhattan. Una imponente construcción de once pisos y elegante fachada dorada. Todos los compositores que trabajaban allí fabricando hits (desde Burt Bacharach a Ellie Greenwich) recuerdan que, tras una jornada extenuante de melodías y arreglos, pedían sandwiches a los deliverys cercanos. Como no querían dejar escapar el éxito, seguían trabajando con la comida en la mano, manchando con salsas las partituras. Tenían que tener una canción pop demoledora antes de volver a casa. Y es que el contexto era propicio: la radio era el gran medio de comunicación y los disjockeys funcionaban como auténticos curadores de la música que estaba saliendo y los discos todavía eran recopilaciones de singles. Es decir, a ningún compositor pop se le pasaba por la cabeza escribir canciones que –a la primera oída– no fueran lo suficientemente digeribles, entrañables y fáciles de tararear por multitudes. ¿Pero acaso esto no era perseguido también por Gershwin, Berlin o Porter? ¿Acaso Louis Armstrong o Frank Sinatra no buscaban esa gloria también? Sí, pero la diferencia es que la

“adolescencia” –ese estado del público enfervorizado y que arrasa con todo– todavía no se había inventado. Se puede decir que antes de la II Guerra Mundial había música que llegaba tanto a jóvenes como adultos. Después de los cincuenta, claramente una nueva tendencia musical conquistó a la adolescencia con temas más dirigidos a sus gustos y a sus problemas específicos y con una composición bastante más simple. A ello contribuyó decisivamente la instalación de “lo adolescente” como espacio mental. Antes se veía simplemente como un paso, como una transición a la juventud. Así, la efervescencia por el rock and roll de Elvis, Buddy Holly o Jerry Lee Lewis, instrumentales como «Tequila» o «Telstar» o los idílicos primeros hits de The Beach Boys, responden a las pulsiones de este nuevo público que más que dramas de amor, quiere diversión, descubrir el sexo y escaparse de la seguridad de una economía pujante. Una ilusión por supuesto: es ese mismo progreso el que posibilitó –y sostuvo– la industria discográfica que celebraba esa rebeldía, ese “portarse mal”, que ya en los sesenta terminó regalándonos, siempre en verano, desde el libertario «Born to be wild», de Steppenwolf, pasando por las maravillas del “sonido de la joven América” del sello Motown y hasta el inocentón –pero irresistible– «Sugar, sugar» (The Archies). Luego, para muchos, el género perdería la sofisticación y se volvería a algo tan frío como una fábrica de lápices con el “disco”, la brisa reggae, el electropop, los cantantes latinos y, hoy, el Gangnam Style. Canciones que arrasan en la temporada estival y que simbolizan esa maldad del adolescente que pasa la noche fuera, porque sabe que en el verano todos los desórdenes se perdonan.


¿se está perdiendo la calidad? Varios investigadores, como Simon Reynolds o Diedrich Diederichsen, insisten en que la música popular ha bajado la calidad, debido a la obsesión por revivir estilos del pasado y por la falta de ideas musicales nuevas. Por otra parte, el público latinoamericano debió convivir con éxitos propios y con los hits globales producidos en Estados Unidos e Inglaterra. Así, en 1983 «Vamos a la playa», de Righeira, convivía con total normalidad con «Flashdance... What a Felling», de Irene Cara, o «Maniac», de Michael Sembello. En general, el hit del verano en español –bajo la influencia de festivales como el de Eurovisión, San Remo o Viña del Mar– era más localista. Provinciano, si se quiere. Hablaba de playas y amores. En inglés la cosa era algo más elaborada. El cambio más dramático, sin duda, fue que el sintetizador y que las bases programadas evitaron los costos de tener una orquesta. Y eso derivó en que el pop, desde mediados de los setenta fuera abandonando vientos, secciones de cuerda o, incluso, los pianos acústicos. Y eso, sin duda afectó al sonido. Es decir, hay un abismo entre cualquier hit de 1965 y el techno noventero de Ace of Base o las boy-bands de los noventa o el hit brasileño del momento.

«Gangnam Style» del surcoreano PSY, combina con éxito la música dance con el rap. En 2012 registró 1.059 millones de reproducciones.

¿Cómo construir la canción del verano? 1. El frasco chico. Una canción del verano debe ser sorpresiva y breve. Como un puñetazo, una caída en bicicleta o un enamoramiento repentino. Algo corto, pero imposible de olvidar. La idea, claro, es volver a escuchar esa canción una y otra vez, no tanto para el goce estético de la instrumentación, de los juegos vocales o de la producción, sino para entender ese golpe al corazón que nos dejó sin aliento. Y de ahí directo a comprar el disco o, ahora, bajarse el mp3. 2. Un estribillo para cantar en el baño (y después con los amigos). Aunque las estrofas pueden tener alguna línea melódica extraña o, incluso, alguna disonancia, es el estribillo/ coro el que debe ser extremadamente tarareable. Es decir, que el mismo auditor se convierta en su promotor e intérprete. Pueden ser las Ronettes de «Be my baby» o Los del Río con ese trabalenguas para el público anglosajón llamado «La Macarena», pero el objetivo es el mismo. 3. Un arreglo que sorprenda. Aunque “la canción del verano” está en estricto diálogo con la tendencia del momento, siempre hay un detallito que la eleva del promedio. Puede ser el órgano Rhodes en «She´s not there», de los Zombies, o el ritmo demencial de «El gato volador», pero siempre hay

un gancho (no necesariamente innovador) que hace que el tema suene raro, distinto. 4. Humor. Nadie quiere llorar en verano, por eso hasta el desamor toma sorprendentes derroteros humorísticos. «Lola», de The Kinks, fue un hito en Inglaterra al narrar picarescamente cómo un adolescente se da cuenta que la chica que besó era en verdad un travesti. «Salta», de King Africa, es tan delirante en su letra absurda como «Aserejé» o «Mayonesa». 5. Baile. Desde los años setenta que la pista de baile es el ambiente natural para la canción del verano. Por ende, la base del tema debe ser poderosa y rápida, cosa de hacer saltar a la gente, gritar y buscar con desesperación a la pareja. Y aunque «Umbrella», de Rihanna, fue considerada una obra maestra del género bailable, fue el surcoreano Psy que este año arrasó con su “baile del caballo” en «Gangnam Style», un delirante chiste sobre el arribismo de Corea con sampleos de Technotronic. Se espera que «Dance again», de Jennifer López y Pitbull, le quiten el triunfo. 6. Que tenga en alguna parte de la letra las palabras “sol”, “playa” o “verano”.

Su hermano gemelo, el one hit wonder Hay sólo dos cosas que separan “la canción del verano” del one hit wonder. Primero, la fama del intérprete. Bandas como The Rolling Stones arrasaron el verano estadounidense e inglés de 1965 con «(I can´t get no) Satisfaction», pero siguieron disparando hits hasta hoy. Un one hit wonder, como su nombre lo indica, sólo tiene una canción. Eso les pasó a contemporáneos como The Lars con «The Jerk», o a Adam Faith y su «It´s alright». La otra diferencia tiene que ver con la época. Un one hit wonder puede acompañar la caída de las hojas de otoño o una feroz tormenta de invierno. http://www.onehitwondercenter.com

Verano es una localidad italiana de la provincia de Bolzano que tiene menos de 1.000 habitantes.

La Panera I 23


Música

En diciembre, Scott Walker publicó el álbum «Bish Bosch»; según los principales críticos, uno de los mejores discos de 2012. Quien escucha por primera vez esta música, creada por un hoy minoritario cantante de 69 años, queda impactado por la compilación de letras y sonidos extraños, terroríficos, infantiles y oscuros. Algo difícil de escuchar.

SCOTT WALKER

Knock me. Boot me, Down in the land of darkness. (1) Scott Walker, «Epizootics!»

HARD LISTENING Por Juan José Santos M.

1965:

Las fans adolescentes de los Wa l k e r Brothers se lanzan como pulgas hacia su ídolo, el cantante Scott, para devorarlo a besos. Otro concierto cancelado por ataque de feromonas. El club de fans de los Walker Brothers supera en número al de The Beatles, mientras sigue coleccionando números uno en las listas. 2005: un Scott Walker oculto bajo una gorra de béisbol deja entrar a las cámaras por primera vez en décadas a su estudio de grabación para el documental «30 Century Man». Se registra en vídeo, entre otras cosas, cómo el músico enseña al percusionista a golpear con los puños un trozo de carne cruda a un ritmo preciso. El documental se estrena un año después, y comienza con una voz en off que emite una pregunta retórica: “¿qué le ha pasado a este hombre?”... 24 I La Panera

El líder de adolescentes se ha convertido en el carnicero del pop. Vuelve el terror

Scott Walker acaba de publicar nuevo disco, «Bish Bosch». Con él completa la trilogía iniciada con «Tilt» (1995) y «The Drift» (2006). Tres álbumes extraños, experimentales, vanguardistas, inclasificables y, por encima de todo, aterradores. Ha descuartizado el pop: ha desmembrado los estribillos, cercenado las melodías y convertido en carne picada cualquier concesión al oyente. Sin embargo, su creación es fascinante. Pruebe escuchar «Epizootics!» de su último disco. «Bish Bosch» contiene una mayor variedad de estilos que los anteriores, encontramos desde ritmos brasileños, electrónica, jazz hasta villancicos. Es continuista en cuanto a la bizarra elección de los instrumentos; desde cuernos hasta el sonido producido por espadas afilándose. Y las letras siguen siendo oscuras y escatológicas; mutilaciones, castra-

ciones, dictadores fascistas (una de sus obsesiones). Todo ello como telón de fondo de su profunda voz que nos transporta a una ópera tenebrosa y tétrica. En una entrevista en la que se habla de la canción «Pilgrim», que compara la tarea de los diseccionistas con la de niños deleitándose torturando ranas, comenta: “No estoy particularmente fascinado por la brutalidad. Quiero decir, a veces la uso en un nivel cómico, o colérico, pero nunca lucho por ello, simplemente sucede. No sé porqué, ¡Eso es para un analista!” (2). LA INCÓMODA FAMA

Noel Scott Engel cumplió 70 años el pasado nueve de enero. Sus inicios musicales tuvieron lugar en la soleada California de los sesenta, superpoblada por sus odiados surferos. Con su primer grupo, los Walker Brothers (que ni eran Walker ni eran hermanos) alcanzó un éxito mundial de difícil digestión. Más aún para un músico que estaba interesado en el jazz progre-


Arte disonante

Scott Walker pasó del easy listening al hard listening. Su música, que combina bloques de furia ruidosa con silencios, está plagada de disonancias y atonalidades. Referencias a los cantos gregorianos que estudió en un monasterio, a György Ligeti y, sobre todo, a Arnold Schönberg y sus “pantonales”, sus

Ha descuartizado el pop, desmembrado los estribillos, cercenado las melodías y convertido en carne picada cualquier concesión al oyente. Sin Latinstock/

sivo, la música clásica, el cine europeo (citando, por cierto, «El Carnicero», de Claude Chabrol) y la generación Beat. La fama le incomodaba y estaba cansado de actuar en conciertos en los que sólo se escuchaban los gritos de sus seguidoras. En algún momento el camino a la cima se torció, y Scott decidió ir en solitario por esa carretera secundaria. Dejó a los Brothers en el instante cumbre de su carrera una vez trasladados a Inglaterra, cuando luchaban flequillo con flequillo con los Beatles y los Stones. Se habla de depresión, reclusión en un monasterio e intento de suicidio. Pero eso no impide que vuelva al estudio de grabación, como solista, eso sí. En 1969 publica dos obras maestras, «Scott 3» y especialmente «Scott 4». Su potente e inquietante voz de barítono relataba como un crooner existencialista historias de prostitución infantil, decadencia, estalinismo... Influenciado por su adorado y versionado Jacques Brel, dio un giro tenebroso a su música, un viraje al que difícilmente podían acompañarle sus antiguos fans, adolescentes adictas al flower power. Esos dos discos fueron aniquilados por la crítica y el público. Scott Walker se retiró a una casa de campo para dedicarse a pintar y a publicar discos de bajísima calidad por obligación discográfica. Necesitamos un analista para explicar qué ocurrió con ese atractivo cantante ídolo de masas. O quizás no. Puede que no todo tenga que ver con la mala asimilación de la fama. Que en él no encontremos la típica historia que buscamos del juguete roto. Su interés hacia los límites y lo oculto siempre ha estado presente. Quizás su evolución sigue la lógica de un artista atraído por lo decadente, lo abyecto y lo prohibido desde parámetros artísticos, no como una traducción de patologías personales. Quizás no sea él quien necesite un analista, sino que es él quien analiza a los demás. A mediados de los setenta reunió a los Walker Brothers para sacar tres discos, el mejor, «Nite Flights» (1978). Incluye la primera canción que define una absoluta ruptura con cualquier tipo de accesibilidad: «The electrician». Se inaugura un nuevo sonido. Desde la aparición de esa nueva línea artística sólo ha sacado cuatro discos. Y prácticamente ninguna actuación en directo en 40 años.

embargo, su CREACIÓN es fascinante.

composiciones atonales. La “escucha difícil” no está hecha para ser reproducida a través de los altavoces de baja calidad de tu computador mientras miras tu muro del facebook, ni para ser distorsionada por los auriculares de tu iphone mientras vas en el metro. Las letras de sus canciones también son hard listening. Fragmentos inconexos, elementos discordantes, ideas contrapuestas combinadas... el mérito de este artista es que con la unión de opuestos logra un conjunto bien ensamblado, evocador y sugerente. Un ambiente, un paisaje. Expone el horror a través de retazos y sin una crítica o denuncia moral. Su mirada es distante/disonante. Y si esa crueldad, ese lado oscuro nos fascina es sin duda porque nosotros también somos crueles y tenemos una cara maléfica. ¿Dónde cabe aquí la denuncia moral? ¿de parte de quién? Tan hard listening es la música creada por Scott que, según admite, él jamás vuelve a escuchar sus discos una vez grabados.

«The Walker Brothers», Gary, John, y Scott. Mayo, 1966.

«Bish Bosch» completa la trilogía iniciada con «Tilt» (1995) y «The Drift» (2006). Tres álbumes experimentales, vanguardistas e inclasificables.

Los supermorientes

A través de sus canciones crea escenas muy visuales, vinculadas al cine y al teatro, dos artes en las que también ha incursionado. Es un artista de artistas, un inspirador, aunque no es un modelo entre sus colegas de generación. Los supermorientes de los Rolling Stones continúan erosionando la piedra y Paul McCartney organizando inmersiones colectivas en la gran piscina de «Cocoon» (4) de sus conciertos. A pesar de ello y de las millonarias cantidades de dinero que invierten/obtienen, en opinión de los críticos más prestigiosos, ninguno de sus últimos discos compite con los de Walker. «Bish Bosch» ha entrado en los diez mejores de 2012, según varias revistas. El último de Paul no entró ni en el top 1000. Como dice el refrán, quien ríe último ríe mejor. Acabemos riéndonos. Esta fue su respuesta cuando le preguntaron cuál era su posicionamiento ante la vida: “Soy un pesimista, en el sentido de que sé que esto no va a acabar bien, jajajaja” (3).

Golpéame, patéame, abajo en el mundo de la oscuridad. y (3) Entrevista concedida a Rob Young, septiembre 2012. http://www.bishbosch.com/biog/ (4) «Cocoon» (1985, Ron Howard), película en la que un grupo de ancianos se bañaba en una piscina y rejuvenecía varias décadas. (1) (2)

Los músicos tienen como patrona a Santa Cecilia, quien según la tradición cantaba a Dios y fue sacrificada por su fe.

La Panera I 25


Ópera

Por Vera-Meiggs

Fotos: Metropolitan Opera House

E

l listado de errores fundamentales de Richard Wagner (1813-1883) ha buscado alargarse desde la corrección política actual. Es fácil agregar capítulos, pero podríamos también agradecerlos porque nos han permitido gozar de sus penitencias, que en lo musical alcanzaron alturas espléndidas e inigualables. Adúltero, traidor, políticamente cambiante, codicioso, racista, lujurioso, egoísta e hipócrita. Eso y mucho más habrá sido, pero tuvo el tiempo y la inteligencia suficiente como para intentar enmendar tales defectos a través del cultivo irrestricto de la creatividad musical. Y podemos afirmar que después de él la ópera no fue la misma, ni tampoco la música en general. Por lo tanto, bienvenida sea la conciencia culpable. Pero esto es una hipótesis. No sabemos si una personalidad tan dada a la grandeza y arrogante por naturaleza hubiera sido capaz de penitencias. Quizás es sólo la voluntad de leer en clave moral y religiosa lo que pudo ser una búsqueda filosófica profunda. Es verdad que «Lohengrin» y «Parsifal» parecen cifras de una aventura espiritual, con mucho de claves cristianas y simbolismos al gusto de la época y que guardan poca intimidad con las óperas “paganas”, como la Tetralogía famosa. Nietszche fue su inspiración para ese primer y largo periodo. Se sabe que el filósofo asistió al grandioso estreno en Bayreuth. Pero no disfrutó mucho del trabajo siguiente, justamente «Parsifal», y finalmente rompió relaciones con Wagner, indignado por lo que consideraba una involución pequeño-burguesa que tenía como destino el catolicismo. Schopenhauer, otrora inspiración para Nietszche, se volvió el referente más importante de este cambio. Su idea del mundo como representación y su investigación sobre los símbolos indios y su coincidencia con el cristianismo, serían un recorrido que Wagner haría muy inspirado. Sabemos que no sería el único. EL ARGUMENTO

¿Qué quería decir todo esto? La historia de Parsifal pertenece al ciclo de los caballeros de la Mesa Redonda, que se mezcla con la búsqueda del Grial, mítica copa en la que José de Arimatea recogió la sangre de Cristo que salió de la herida provocada por la lanza de Longino. En la ópera, Parsifal (tenor) llega, matando un cisne sagrado, a los dominios del herido Amfortas (barítono), custodio del Grial y protegido por Gurnemanz (bajo). Su herida ha sido provocada por una lanza robada por el mago Klingsor (bajo), que tiene sometida a su voluntad a Kundry (mezzo soprano o soprano), encargada de seducir a Parsifal. Éste se sorprende que ella lo llame con 26 I La Panera

PARSIFAL O LA BÚSQUEDA DE LA REDENCIóN Richard Wagner y Giuseppe Verdi nacieron en 1813 y los teatros del mundo los celebran representándolos en sus mejores títulos y con los mejores intérpretes. Para conmemorar los doscientos años del nacimiento del compositor alemán y los ciento treinta de su muerte, la Metropolitan Opera House de Nueva York ha escogido su último título, interpretado por Jonas Kaufmann, el tenor del momento. Esta producción será transmitida el sábado 2 de marzo por el Teatro Nescafé de las Artes.


Verdi Y WAGNER en el Teatro Nescafé de las Artes «RIGOLETTO» Sábado 16 de febrero, a las 15:00 horas. «PARSIFAL» Sábado 2 de marzo, a las 14:00 horas.

el nombre que le escuchó a su madre. Kundry hará todo lo posible por cumplir su misión. Por supuesto, el argumento es más complicado, pero este apretado resumen permite entender el tejido de símbolos del relato. Parsifal, “un tonto sin malicia”, representa la pureza carente de intención, pero dotado de las cualidades que pueden producir los cambios en Montsalvat, el reino de Amfortas, ubicado en una imaginaria Cataluña. El mago Klingsor, que ambiciona el Grial, es el dominador de la sensualidad y de la esclavitud a lo material. Por eso, Kundry, su súcubo, es bella y seductora como las flores doncellas de su jardín que buscan tentar sexualmente a Parsifal, pero éste ya ha matado un cisne, es decir al hermafrodita interior. Por eso es que puede acceder a su nombre, es decir, a su verdadera identidad. Esto ha dado pie también para una lectura homosexual del personaje. Amfortas es la expresión de una sociedad enferma por el cumplimiento de un rito cuyo sentido se ha olvidado. Un tema similar aparece en el sueño de la Bella Durmiente y en «La caída de la casa Usher», de Poe. La redención proviene de un agente externo, como también ocurre en la bella película «El viaje de Chihiro», de Miyazaki. La herida de Amfortas (puede ser Arturo, o el rey Pescador) será cerrada por una pregunta. ¿Ahora está todo claro? Por supuesto que no, que si lo estuviera la fascinación del enigma no causaría gran efecto una vez que se tuviera la lectura definitiva. Y la última ópera de Richard Wagner no es una simple alegoría, por eso seduce e intriga. LA MÚSICA

«Parsifal», de Wagner, en una producción del canadiense François Girard. Ópera de Lyon. Foto: Jean-Louis Fernandez.

Al igual que en la pintura de la época, los bordes armónicos comienzan a disolverse en el desarrollo del ambiguo argumento. Wagner ya había alcanzado las vertiginosas alturas de su obra mayor, pero le quedaba espacio para la experimentación del cromatismo. Sería esta una nueva manera de hacer pasar los intervalos de una nota a otra, del Do al Re supongamos, por todas las variantes interme-

dias, creando una ondulante escala ascendente o descendente que disuelve la melodía en una atmósfera sonora de contornos imprecisos, pero muy envolventes. Esto hace que la música de «Parsifal» sea difícilmente memorizable, aunque eso no evite su seducción misteriosa, esencial para el tema al que intenta aludir. Las pasiones que experimentan los personajes tardan en manifestarse a plenitud, ya que se trata de verdaderas entidades espirituales atrapadas momentáneamente en los cuerpos que les sirven para manifestarse. Por eso mismo, la interpretación es uno de los desafíos mayores a los que pueda enfrentarse un gran cantante lírico. No han faltado los grandes intérpretes para los difíciles roles principales, los que se mantuvieron en estricto monopolio de Bayreuth hasta 1913, cuando recién se liberaron los derechos. Entre los más recordados Parsifal están Ramón Vinay, Jon Vickers, Plácido Domingo y Siegfried Jerusalem, que le han dejado la vara alta a Jonas Kaufmann (en la foto), sin duda el mejor de los actuales heldentenor (tenor heroico) wagnerianos. Dotado de una caudalosa voz dramática, con buenos bajos y altos que pueden ser muy sutiles, Kaufmann es además un excelente intérprete y, como si fuera poco, tiene un físico notable, que da muy bien la belleza de la inocencia heroica del personaje. Las Kundry han sido también numerosas: Christa Ludwig, Leonie Rysanek, Martha Mödl, Hildegard Behrens y Waltraud Meier, que no hace mucho dejó de cantarlo. Se la recuerda especialmente por sus cualidades de actriz y su gran belleza, que hacía comprensible su peligrosa seducción. Hizo una recordada interpretación en el Metropolitan en los 90 junto a Jerusalem. Ahora será el turno de la sueca Katarina Dalayman, que ha acumulado aplausos en el rol, en el que también destaca Violeta Urmana. Los Gurnemanz deben ser de una gran resistencia porque el personaje está casi siempre en el escenario. Hans Sotin y Matti Salminen están entre los más celebrados del último tiempo, y René Pape parece no tener rivales en la actualidad. Él lo hará en la versión que transmitirá el Teatro Nescafé de las Artes. El barítono Peter Mattei abordará el difícil rol del herido Amfortas. Daniele Gatti es el encargado de conducir por más de cuatro horas una orquesta enorme, en la que las cuerdas tienen la mayor responsabilidad en mantener los tempi. Y el régisseur y escritor canadiense François Girard («Treinta y dos historias cortas sobre Glenn Gould») es el responsable de esta nueva puesta en escena, co producida y estrenada por la Ópera de Lyon.

El Santo Grial es la copa usada por Jesucristo en la Última Cena.

La Panera I 27


AUDREY HEPBURN LA PRINCESA QUE QUERÍA FILMAR

A

udrey Hepburn parecía dibujada para hacer de Cenicienta, pero su vida real parecía haber comenzado después de la medianoche y tuvo que esforzarse mucho para no tener que comerse la calabaza que le había servido de carruaje. Su adolescencia la pasó bajo la ocupación nazi de Holanda, donde su madre, una baronesa, había quedado atrapada luego de la huida de la reina Guillermina. Su muy aristocrático origen no le ahorró penurias ni privaciones que duraron por muchos años después de la guerra. Educada en la disciplina y el rigor, con un padre británico, segundo esposo de su madre y dos hermanastros mayores, había nacido el 4 de mayo de 1929 en Bruselas. Creció hablando varios idiomas y estudiando en exclusivos colegios, tuvo además una excelente formación de danza en Londres, pero por la guerra sus padres consideraron que era mejor trasladarse a Amsterdam, donde estarían más seguros dado que el país se había declarado neutral y que ellos eran simpatizantes del nazismo. Pero todo anduvo mal y terminó peor, los alemanes invadieron Holanda y requisaron toda la alimentación disponible, desatando una hambruna espantosa que significó miles de muertos. Varios de los cercanos de Audrey perdieron la vida, un tío fue fusilado, un hermano deportado y a ella le tocó asistir a ejecuciones y bombardeos. Cuando llegaron las fuerzas de liberación, Audrey estaba famélica, pero no había parado de crecer. Dice haber recibido leche condensada y habérsela tragado toda sin pausa, lo que lógicamente la dejó devastada. Su organismo nunca se repuso de la experiencia, tampoco su ánimo, pasaría la vida tratando que ningún niño sufriera lo que ella. Retomando sus estudios de danza en Londres, llamó la atención de sus profesores, pero el baile no daba para comer y optó por estudios de actuación y algún ocasional modelaje que ayudara a paliar las persistentes carencias. Como en los cuentos, apareció un hada madrina, la escritora Colette que la encontró perfecta para la adapta-

Este mes se cumplen veinte años sin la belleza etérea que adelgazó al mundo.

ción teatral de su obra «Gigi». Su férrea voluntad la hizo imponerse a todas sus competidoras por el papel y debutó en Broadway con éxito notable, hasta que la vio William Wyler, uno de los más grandes directores de actrices que tuvo Hollywood y se empecinó en darle el rol protagónico de su próxima película, que había sido escrito para Elizabeth Taylor. De este modo la desconocida británica pasó de la nada a ser la princesa Ann de «La princesa que quería vivir» (1953), una comedia romanticona y cursi, pero filmada en Roma y protagonizada por Gregory Peck. Fue una sensación y la crítica la alabó hasta el exceso. Wyler había visto bien, Audrey tenía pasta de estrella y talento dramático de sobra, además de ser de una belleza luminosa, transparente, frágil, pero de gran intensidad emocional. En su escena final se lució cuando, volviendo a su rol de princesa, debe controlar sus emociones y mantener distancias que le duelen profundamente. Ganó el Oscar en su debut. LA CHICA DE MODA

Nada más peligroso para un intérprete que ponerse de moda. El nuevo Dragón que atacaba a la Princesa era su popularidad. Debió tener un carácter de acero para sobrevivir a tanta adulación como la que desató con su belleza y su figura. Obviamente, Hollywood le hizo reincidir en el rol. El mejor resultado de ello fue «Sabrina» (1954), deliciosa comedia protagonizada por ¡Humphrey Bogart! y dirigida con mano maestra por Billy Wilder, y que le significó a Edith Head repetir el Oscar al mejor vestuario que había ganado el año anterior con «La princesa que quería vivir». Pero había sido el conde Hubert de Givenchy

efe

Por Vera-Meiggs


1953

«La princesa que quería vivir» William Wyler

1954

«Sabrina» Billy Wilder

1956

«Funny Face» Stanley Donen

el que le diseñó el famoso vestido de pavo real actrices de la época, la guió con esmero, pero que luce en una fiesta, y quien la vestiría por el sometido al productor Warner, que impuso a resto de su vida, creando incluso un perfume una aristócrata auténtica para hacer de floen su honor, el famoso «Interdit». rista londinense. También la doblaron en las Stanley Donen insistiría en la historia, con- canciones, a pesar de que las había grabado fundiéndola con un poco de realidad cultural y de tener buena voz, como demostrara en –pero no mucha–, en «Funny face» (1956), con «Funny face». La sensación final es que ella Fred Astaire en el papel del descubridor de un trabajó muy duro para ser convincente y se nuevo rostro para la moda (Audrey, obviamen- nota. Pero de todos modos es otro de sus roles te) que prefiere estudiar una suerte de exis- inolvidables y su aparición en las carreras de tencialismo, pero no mucho. No fue una gran Ascot o con el vestido de gala para el baile película, pero dejó instalado el icono Hepburn pertenecen a la historia del diseño del siglo en la historia de la moda. Difícilmente pudo XX. La película ganó todos los Oscar y ella estar más bella y exquisita. Su delgadez se vol- no estuvo entre las candidatas. Su colega Julie vió legendaria. Ése era justamente su toque, el Andrews, que había hecho el papel de Eliza que la diferenciaba de las voluptuosas estrellas en Broadway, ganó el premio aquel año por de la época. «Mary Poppins». Todo parece indicar que el triunfo planetaCinematográficamente, lo mejor de todo rio de la joven Audrey, puede que sea «Dos en a comienzos de los años la carretera», de Stanley “Lo único que deseo es 50 fue la señal definitiva Donen, con Albert Findel triunfo de una nueva ney de coprotagonista un cuarto en alguna peste de postguerra: la y estupendo guión de parte, lejos del aire frío de anorexia. Pero ella no paFrederic Raphael. Una la noche. Con una silla decía este mal, más bien auténtica obra maestra, indujo a que otras lo sutan sofisticada como enorme, chocolate y una frieran. Fue una imagen aguda y desencantada. estufa a leña”. suya la que desesperó a Una suerte de cóctel María Callas, ya por ende Antonioni y Lu(audrey hepburn). tonces la máxima diva bitsch servido en copa de la lírica y una obesa de champaña. Después incontinente. Se arriesgó a tragar una lombriz de esto, Audrey comienza a perder interés en solitaria con tal de adelgazar y lo logró. la actuación. Se divorcia de Mel Ferrer y se Se cuenta que la aparatosa producción de casa con el psiquiatra Andrea Dotti, un noble «La guerra y la paz» (1956) que dirigió King italiano –con el que tiene a Luca, su segundo Vidor en Roma con unos costos siderales hijo– del que también se divorcia. Su autonunca recuperados, fue creada para Audrey. exigencia comienza a producir tensión en su La condesa Natasha efectivamente parecía habitual expresión dulce. cosida sobre la piel de la actriz y sus escenas Deja el cine por algunos años y se dedica a románticas con Mel Ferrer tenían el añadido sus hijos, regresando con la historia final de para el público de saber que él era el marido Robin Hood, en «Robin y Marian» (1976), de la estrella (con quien tuvo a su hijo Sean). dirigida por Richard Lester y teniendo de compañero a Sean Connery. Pero siente que UNA BELLA DAMA su lugar en el mundo está en otro sitio. Compra una propiedad en un pueblo suizo de Los años sesenta comenzaron con «Desayu- medio millar de habitantes y termina siendo no en Tiffany’s», dirigida por Blake Edwards una feliz embajadora de UNICEF. Sus últien un rol que Truman Capote había escrito mas imágenes públicas, muy conmovedoras, pensando en Marilyn Monroe. Quizás tan la muestran intentando alimentar niños desviolento cambio desequilibró la película, que nutridos en Somalía. nunca fue gran cosa, pero que da la medida de En ese rol fallece de cáncer al colon el 20 de la permanencia de Audrey y de sus capacida- enero de 1993 en su casa de Tolochenaz-sur des para darle estilo a lo que en otras manos Morges. Su féretro es cargado por sus ex maridos, nunca hubiera alcanzado la memoria colectiva. sus dos hijos y su última pareja, el actor holandés Algún crítico cruel dijo que el desatino ma- Bob Wolders. Su despedida del cine había sido yor de «Mi bella dama» (1964) era su actua- en «Always» (1989), una película menor de Steción. George Cukor, el otro gran director de ven Spielberg, donde ella hacía de ángel.

1961

«Desayuno en Tiffany’s» Blake Edwards

1964

«Mi bella dama» George Cukor

1.«Desayuno en Tiffany’s». 2. «La princesa que quería vivir». 3. Con pantalones capri en 1950. 4. «My fair lady». 5. Junto a Mel Ferrer en «La guerra y la paz». 6. El famoso vestido de pavo real que luce en «Sabrina», diseñado por Hubert de Givenchy.

Vera-Meiggs es director artístico con mención en cine (U. Católica); historiador y crítico de cine (universidades de Florencia, Siena y Roma). Se ha desempeñado como director escénico, director y guionista cinematográfico, comentarista de cine en prensa escrita y televisión, y profesor de cine en varias universidades.

La soprano estadounidense Mari Nixon (1930) dobló las canciones de Audrey Hepburn en “Mi Bella Dama”.


Cine

El American Film Institute eligió a Audrey como la tercera mejor estrella femenina de todos los tiempos, después de Katherine Hepburn y Bette Davis.

Su gran vocación

mito Audrey Hepburn es conocida por ser la primera actriz que impuso la elegancia natural por sobre la sofisticación del glamour. Su profunda convicción de ser “sólo un inseguro ser humano que busca darle un sentido a su vida”, la convirtieron en la pionera de las “las estrellas no divas”. Sin embargo, precisamente esa encantadora espontaneidad, la frescura y honestidad que transmitía en pantalla, su tajante negativa a transformarse en rostro de famosas marcas y su no ostentación de joyas ni de vestuario, entre otras características que definieron su sello, la transformaron en una de las más grandes leyendas del séptimo arte.

30 I La Panera

Latinstock

Más allá del

E

l primer gran sueño de Audrey fue ser bailarina y por ello estudió danza desde muy pequeña. Entre 1939 y 1945 acudió al conservatorio de Arnhem, donde tomó clases de piano y de ballet clásico, las cuales compaginaba con sus estudios escolares. En 1944, ya era una buena bailarina. Durante esta época actuaba secretamente para la resistencia holandesa y el dinero que recaudaba lo donaba a esa causa. En 1945, al finalizar la guerra, Audrey se mudó a Amsterdam, donde la profesora, coreógrafa y directora artística Sonia Gaskell le permitió entrar gratis a su escuela. En 1948, volvió a Londres, donde continuó su formación nada menos que con Marie Rambert, profesora de Vaslav Nijinsky, uno de los mayores bailarines de todos los tiempos. De vez en cuando, Hepburn preguntaba a Rambert sobre su futuro y la célebre maestra respondía que podría tener una buena carrera, pero el hecho de que fuera relativamente alta (1,70 m), sumado a su delgadez a causa de la malnutrición durante la ocupación alemana, dificultaban su posibilidad de llegar a ser una gran primera bailarina. Este vaticinio y la precaria situación económica de su familia, la llevaron a intentar ser actriz, profesión bastante mejor pagada que la de bailarina. Rambert diría más tarde: “Audrey era una estudiante maravillosa; si hubiera seguido, podría haberse convertido en una bailarina excepcional”.

En 1955 comenzó a trabajar para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), donde poco a poco fue encontrando ese sentido de trascendencia que tanto anhelaba. En 1988 fue nombrada embajadora de esta entidad: “Sé perfectamente lo que UNICEF puede significar para los niños, porque estuve entre los que recibieron alimentos y ayuda médica de emergencia al final de la Segunda Guerra Mundial”, afirmó la actriz en la ocasión. Poco después de ser nombrada Embajadora, viajó en misión a Etiopía, donde décadas de sequía y guerra civil habían provocado una terrible hambruna. Después de visitar las operaciones de emergencia de UNICEF, Hepburn las dio a conocer a los medios de comunicación de Estados Unidos, Canadá y Europa durante un viaje de varias semanas en el que llegó a conceder hasta 15 entrevistas por día. Con este viaje sentó un precedente de compromiso con la organización. En los años siguientes, Hepburn realizó una serie de visitas a terreno con proyectos de UNICEF, entre otros, de vacunación en Turquía, de formación de mujeres en Venezuela, para niños de la calle en Ecuador, de suministro de agua potable en Guatemala y Honduras, y de enseñanza del uso de la radio en El Salvador. Visitó también escuelas en Bangladesh, programas para niños desasistidos en Tailandia, de nutrición en Vietnam y campamentos de niños desplazados en Sudán. Además, Audrey colaboró en otras actividades: dio testimonio ante el Congreso de los Estados Unidos, formó parte de la Cumbre Mundial de la Infancia, diseñó tarjetas de recaudación de fondos, participó en giras musicales benéficas y dio innumerables conferencias y entrevistas de promoción de los trabajos de dicho organismo internacional. En diciembre de 1992, recibió la principal condecoración civil de los Estados Unidos, que otorga su Presidente: la Medalla de la Libertad. Ese mismo año, ya con el cáncer de colón muy avanzado, continuó viajando a Somalía, Kenya, Reino Unido, Suiza, Francia y Estados Unidos. En 1993, meses después de su muerte, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood le concedió el Oscar Humanitario Jean Hersholt por su labor como embajadora permanente del Fondo. Y el 7 de mayo de 2002, una estatua de bronce, de más de dos metros de alto, inspirada en su figura, fue inaugurada en la sede neoyorquina de la entidad humanitaria con la asistencia de diversas personalidades: “Nos hemos reunido para celebrar la vida de nuestra amiga Audrey Hepburn y su segunda carrera, más brillante incluso que la primera, como Embajadora de UNICEF”, dijo el actor Roger Moore, quien presidió la apertura de la ceremonia.


Literatura

Estampa de la FIL de Guadalajara Por Víctor Barrera Enderle

Desde México

© Cortesía FIL Guadalajara / Pedro Andrés

M

ás que a la inmovilidad

o a la veracidad del retrato, apelo al artificio, al registro simbólico y múltiple de la estampa para describir la puesta en escena de lo que podríamos llamar la vida literaria latinoamericana en el momento presente. Estampa como transmutación plástica de una visión religiosa; estampa como registro ideológico. El escenario es, por supuesto, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, considerada, de manera unánime, la más importante del orbe hispánico. Para elaborar esta estampa, voy a dar por supuesto la existencia de una geometría de la literatura, de un espacio cuadriculado donde se despliegan las estrategias simbólicas de un universo repleto de referencias. Idealmente, ese lugar debería construirse con base en la lectura, pero, en su lugar, intervienen ahora otros procesos, algunos más determinantes que otros. La relación entre el autor, la obra y el lector se encuentra mediada por infinidad de factores, Este año, la edición de la FIL tuvo algunos contratiemeso lo sabemos bien. Ya años antes de que Pierre Bour- pos; el principal fue la polémica desatada por la entrega dieu designara como “campo” al vasto y difuso territorio del Premio de Literatura en Lenguas Romances (otrora simbólico de la cultura, Robert Escarpit había señalado llamado «Juan Rulfo») al escritor peruano Alfredo Bryce que la literatura, en su dimensión material, pasaba invaria- Echenique, acusado y condenado de plagio literario. La blemente por la dinámica del mercado. nota, vista con mayor detenimiento, reflejaba la despiadada Hablar de mediaciones en el terreno de la percepción disputa por la legitimidad de un oficio que se mantiene, en estética implica la formulación de varias preguntas: ¿qué América Latina, gracias a una complicada y codificada serie factores participan para que alguien, en algún momen- de conductas y discursos más cercanos a la mercadotecto, acceda a un libro (material o electrónico) y lo lea? nia que a la literatura (la retórica de las políticas culturales ¿Es una feria del libro la mejor de nuestras naciones refleja consvía para acelerar este proceso o, tantemente la inadecuación entre la ubicación lo es todo. mejor dicho, para mejorarlo? No el discurso jurídico y el literario). estamos hablando del lo sé, pero tengo la impresión de Después estaba el inminente cieque aquí, y escribo esto en plena rre de sexenio: el cambio de gosimulacro de la lectura en Expo de Guadalajara, lo fundabierno y de partido, con todo y la un país sin lectores, donde mental es otra cosa: remarcar renovación de la plana cultural: los un estatus, definir una tendencia, altos funcionarios debían tirar la la retórica de la cultura mantener la hegemonía. Es, litecasa por la ventana –es decir, agoocupa un espacio central, ralmente, la exposición del canon, tar el presupuesto para no tener colocado estratégicamente al que devolverlo– porque luego no pero sólo discursivamente. centro, en la parte más vistosa, habría oportunidad. Y, finalmente, para, desde ahí, ir desplazando, la necesidad de procesar simbóde manera cuadriculada, su influencia al resto del territo- licamente la muerte de Carlos Fuentes. rio. La palabra feria pierde aquí su acepción medieval (la Ante tal panorama, se entregó el premio de manera reunión de artesanos para compartir e intercambiar los privada, y se dio prioridad a la consagración de Fuentes saberes de un oficio), y adquiere connotaciones cercanas como el segundo escritor clásico mexicano, después de al mercado de la bolsa: transacciones, contratos, secretos Octavio Paz. La inauguración de la FIL siguió este tenor profesionales, especulaciones, inflación y, sobre todo, cri- jerárquico: se convocó a las autoridades culturales, a sis. Los horarios de atención así lo confirman: la FIL está, las “celebridades internacionales”, a los “emporios” del durante buena parte del día, reservada para “exposito- mundo editorial y se dejó sobre la mesa la necesidad res”; el público (el supuesto “target market” principal) de un sucesor (¿Fernando del Paso, José Emilio Pachesólo puede ingresar después de las cinco de la tarde. co, Sergio Pitol?). Debo añadir que estamos hablando del simulacro de En esta estampa, la ubicación lo es todo: los protagola lectura en un país sin lectores, en una nación don- nistas se alojan en el Hilton, y los aspirantes a serlo se de la retórica de la cultura ocupa un espacio central, dedican a “hacer lobby”, a estar lo más cerca posible de pero sólo discursivamente: esa hegemonía territorial se este centro que, por una vez al año, deja de ser virtual y desvanece en cuanto uno se aleja de la Expo. Y yo no se convierte en un lugar concreto. Si uno pone atención puedo evitar comparar la escena del ingreso discrimi- al cuchicheo, al murmullo que producen los escritores, natorio a la FIL con la realidad de las políticas culturales los editores o los periodistas, podrá percatarse de que mexicanas: se invierte en el protocolo, en la ostenta- “alguien importante” está cruzando tal pasillo o dando ción, pero al público se le deja varado a su suerte. equis charla. Pero si hacemos un ejercicio contrario y

tratamos de adivinar quién es quién sin previa noticia: no distinguimos nada, vemos sólo personas andando de un lado para otro, alzando la vista en busca de algún saludo estridente y ostentoso. Es una estrategia de visibilidad, ante la invisibilidad que produce la carencia de un público consumidor de letras. Y no deja de ser irónico que la fila más larga para conseguir el autógrafo de un autor haya sido la de la ex golfista mexicana Lorena Ochoa, cuyo título es en sí representativo de las conductas lectoras nacionales: Soñar en grande. Los salones y auditorios (los pequeños designados con las letras del alfabeto; los mayores, con nombres de autores jaliscienses) contienen presentaciones y mesas de discusión. Se presentan las novedades; se discuten las posiciones en el canon: quién ocupa tal lugar y por qué. Así es, señoras y señores, aquí, y durante algo más de una semana, se dirá qué es la literatura latinoamericana, cuáles son sus nuevas manifestaciones y hasta quiénes ocupan los márgenes, en total actitud “disidente”. Se afirma, por ejemplo, que el carácter de “maldito” en algunos escritores reside en su estilo de vida (o forma de muerte); o que fulanito de tal va a ser traducido al polaco; o que una naciente editorial independiente, y con algunos buenos títulos en su breve catálogo, acaba de ser adquirida por una mayor, de carácter trasnacional.Y después, un brindis, y más tarde otro; y una celebración en tal cantina, y luego otra. Y uno no puede evitar sentirse testigo, espectador de un campo literario en apariencia vigoroso y existente. Pero sólo basta salir de la Expo, caminar a la esquina, abordar un taxi y escuchar la lapidaria confesión del taxista –“la Feria más importante que se hace aquí en Guadalajara es la de los ferreteros”– para regresar a la cruda realidad. La estampa representa más un acto de fe que un documento veraz. Víctor Barrera Enderle (Monterrey, México, 1972). Ensayista y crítico literario. En 2005 obtuvo el Premio Nacional de Ensayo «Alfonso Reyes» (México). Ha publicado, entre otros, «La mudanza incesante» (2002), «La otra invención» (2005), «De la amistad literaria» (2006), «Literatura y globalización» (2008) y «Lectores insurgentes» (2010). Actualmente dirige la revista cultural «Armas y Letras». La Panera I 31


Literatura

andrea jeftanovic Socióloga, editora, escritora, autora de «No aceptes caramelos de extraños».

LO BUENO: Constatar que la FIL de

Guadalajara es una feria vital, hecha con rigor y pasión, llena de mística. Todo eso es responsabilidad del equipo que lideran Nubia Macías y Laura Niembro. Hacen sentir a cada autor como alguien especial. Nos trataron realmente como invitados de honor, con mucha dedicación y profesionalismo al máximo. Un mérito de las anfitrionas. En términos personales, fue muy gratificante presentar mi libro de cuentos «No aceptes caramelos de extraños», publicado por Seix Barral México, con un lindo rito, buena prensa y que se haya agotado al quinto día. También conocer a Juan Murillo de Lanzallamas, mi editor costarricense, que llevaba una nueva edición de «Escenario de guerra», mi primera novela. Y, claro, participar en varias mesas con autores de todas las generaciones y países; aprendí mucho. Y por último, haber tenido la oportunidad de conocer y entrevistar a dos escritores que me gustan mucho: el israelí Etgar Keret y el serbio Goran Petrovic. LO MALO: Que los editores inde-

pendientes merecerían una mesa protagónica para contarnos cómo han realizado sus poderosos catálogos en un medio tan adverso. Hubiese sido importante escuchar a Marisol Vera, de Cuarto Propio; a Paulo Slachevsky y Silvia Aguilera, de Lom; a Galo Gigliotto, de Cuneta; a Gonzalo Badal, de Ocho Libros, y a tantos más. Todos ellos han nutrido la industria del libro y han generado circuitos muy estimulantes. Faltaron tantos ensayistas chilenos, intelectuales de primer nivel que han iluminado la literatura del pasado y acompañan a los actuales autores. LO FEO: No sé si feo, pero hubiera

sido bonito que la antología «.cl- Textos de frontera» hubiera sido presentada en el pabellón chileno. Debió merecer un espacio más oficial y destacado, pues reúne a 45 autores en pleno ejercicio con materiales inéditos y con interesantes textos sobre la frontera. Para mí es la mejor muestra de la narrativa actual y había casi 20 autores presentes en Guadalajara. 32 I La Panera

Lo bueno, lo malo y lo feo de la

FIL 2012

De dulce y de agraz supuso la Feria del Libro de Guadalajara, que este año tuvo a Chile como País Invitado de Honor. Una delegación multidisciplinaria acudió a la fiesta tapatía que tanto convoca al público en masa como a las cumbres del mercado editorial. Escogimos diez chilenos que destacaron con su participación, ya sea a través de lanzamientos, mesas redondas o en circuitos fuera del recinto ferial. Estas son su impresiones. Por CAROLINA ANDONIE DRACOS

Desde Guadalajara

CARLA GUELFENBEIN Bióloga, escritora, autora de «Nadar desnudas».

FRANCISCO ORTEGA Editor, periodista y escritor, autor de «Mocha Dick: la leyenda de la ballena blanca».

LO BUENO: La presencia de Chile fue sólida, festiva, y cada

LO BUENO: La oportunidad que se le

una de nuestras presentaciones reunió a un público numeroso e interesado. Esto habla bien de los mexicanos. Cada día cientos de miles de personas visitaban la FIL. El diseño del stand de nuestro país resultó un gran acierto. Una estructura que delimitaba un territorio y a la vez lo expandía; una casa abierta, que desde la distancia invitaba, con su estructura de madera y sus tonos cálidos, a visitarla.

dio a manifestaciones narrativas relacionadas con la literatura, tratándolas como un igual. Pienso en libros de divulgación científica, de cine y de música y, sobre todo, en lo que a mí compete y la razón por la que fui invitado: la novela gráfica. El interés mexicano por cómo se está tratando el cómic en Chile fue increíble.

LO MUY BUENO: Ecos de la FIL. Una iniciativa sencilla y

digna de ser imitada. La visita a un colegio rural de bajos recursos, donde tuve la oportunidad de conversar con más de 500 alumnos, oír sus preocupaciones y sus expectativas, presenciar su infinita curiosidad. Salí de allí llena de regalos: queques, chocolates, artesanías, y con la sensación de que todo esto vale la pena.

LO MALO: Autores locales que se bajaron a última hora sin dar explicación, provocaron mucho ruido entre el público mexicano y agujeros grandes en el orden del programa chileno. Esa sensación a ratos de actividades que surgieron como tapadera.

LO MENOS BUENO: Las fortalezas de las ferias son a la

vez sus debilidades. Como dice Carlos Franz en una de sus crónicas, las ferias son librerías elefantiásicas, donde las posibilidades de que exista ese libro que no conoces pero que estás secretamente aguardando, son altas, pero a la vez, las probabilidades de que lo encuentres, muy bajas.

LO FEO: Idem lo anterior.


[ Retweet] 1. @marcodelaparra: Terminé agotado tras la visita a la FIL Ofertas, de verdad difícil mirar por las turbas de visitantes. Mañana con más paciencia y con pinzas. 2. @revistaLeemas: Jonathan Franzen: “Siento un profundo compromiso de luchar por la novela”. http://bit.ly/V8YTsd@ FILGuadalajara 2012

DAW / www.daw.cl

3. @FILGuadalajara: “Prefiero la palabra antiflogístico que antiinflamatorio, me dice tantas cosas más”. Juan José Millás en la conferencia “Literatura y enfermedad”.

GONZALO CONTRERAS escritor, autor de «El gran mal».

PATRICIO FERNÁNDEZ Director de «The Clinic», escritor, autor de «La calle me distrajo».

ÓSCAR CONTARDO periodista, escritor, autor de «Santiago capital».

LO BUENO: Entre otras muchas cosas, el

LO BUENO: Los encuentros inesperados,

LO BUENO: La variedad de

stand chileno. Ahora, en la perspectiva, una gran casa, popular, pero abierta y transparente al interior, donde se colaba el aire, me parece una buena idea. También la gran venta de libros chilenos, si bien la muestra siempre deja vacíos o sobrerepresentaciones.

las conversaciones sin ruta, las sospechas disueltas, las sobremesas del hotel Camino Real, los tequilas como agua..., en pocas palabras, el buen ambiente que reinó entre los chilenos pertenecientes a un gremio más acostumbrado a descalificar al prójimo que a escucharlo con curiosidad.

títulos disponibles en el stand y la concurrencia convocada.

LO MALO: El vuelo. Una verdadera carrera de obstáculos para llegar a Guadalajara. La distancia entre los hoteles y el recinto de la Feria. LO FEO: El agravio sufrido por Silvia Castrillo

en la cena que la revista «Luvina» le ofreció a la delegación chilena. El crítico español Ignacio Echavarría, parte de la delegación oficial, más algunos de los suyos, en plena cena y con los platos servidos, se pararon y luego de un desagradable intercambio de palabras con quien muy gentilmente hacía de anfitriona, se largaron. Una actitud infantil, arrogante e inexplicable. Se le debe un desagravio a Silvia Castrillo, directora de la revista.

LO MALO: Nada fue tan malo, y romperme

la cabeza para encontrar defectos que no aparecen de buenas a primeras sería, digámoslo, volver a la tradición del gremio. LO FEO: Las jornadas de entrevistas

adentro de un cubículo infame, con olor a cartón, donde radio Guacamole, la revista Guacamayo o el noticiero Guacalá llegaban a preguntar, con maravilloso interés, sobre cosas que progresivamente uno ya no quería hablar. Y un par de cachetones que apenas se dignaban saludar. Esos también son siempre feos.

LO MALO: Los ausentes que le restaron variedad al paisaje de la representación. LO FEO: Cierta tendencia a la chimuchina y a la zancadilla sin destino.

4. @AntonioOrtugno: Guía mínima de supervivencia en la FIL. Mi columna de hoy en El Informador: http://opinion.informador.com. mx/Columnas/2012/11/28/unabrujula/ … 5. @cuevaspato: 200 personas se quedaron en la calle sin poder entrar a ver a Los Bunkers en el FORO FIL http://instagr.am/p/ Sj6tt7Bq6s/ 6. @QueLeer: Pabellón chileno impone récord en FIL de Guadalajara http://bit.ly/Tpti5Z 7. @errejpe: La mesa sobre Bolaño en la FIL fue un éxito; grata conversación, debate, puntos de vista encontrados. Fue un agrado participar. 8. @robertoampuero: ¡Qué bella es Guadalajara y su gente! ¡Cómo inundan FIL2012, se interesan por libros y hacen filas para comprarlos! FIL: ¡me saco el sombrero! 9. @lauritagarcia: Están como hiperventiladitos los chilenos con la FIL de Guadalajara. Relájense, cabros. 10. @yebra5n6: Las siglas FIL nos recuerdan que fuimos alertados muy a tiempo del daño que Televisa pretendía hacer imponiendo a un ignorante en la presidencia.

La palabra Alameda viene de álamo, porque antiguamente estos paseos estaban cubiertos de esos árboles.

La Panera I 33


Literatura

[ Retweet] 11. @yahaliresendiz: Más “best seller” y novelas y menos textos sobre narcotráfico es lo que predomina en la @FILGuadalajara.... 12. @correocultural: Los libros y los lectores triunfan en la FIL: http://www.correocultural. com/?p=49945 13. @berarte: Producción Editorial: 5 reflexiones acerca de la Fil de Guadalajara 2012... http:// produccioneditorialnf.blogspot. com/2012/12/5-reflexiones-acerca-de-la-fil-de.html?spref=tw … 14. @PabloTorche: “La literatura es insumisa”. Muy bien Diamela Eltit en el Artes y Letras a propósito de la FIL de Guadalajara.

ESTEBAN CABEZAS Periodista, escritor, autor de «Las descabelladas aventuras De Julito Cabello».

NONA FERNÁNDEZ Escritora, dramaturga, actriz y guionista, autora de «Fuenzalida».

LO BUENO: Primero en el ranking está la efervescencia y el tremendo interés del pú-

LO BUENO: La FIL es una fiesta del

blico mexicano por los libros en general y por los chilenos en particular. Se despierta una envidia mal sana al experimentar tanto cariño y tanta demanda. Luego “Los ecos de la FIL”, un gran programa que saca a la literatura y a sus autores a la calle, a los lugares que no pueden llegar a la Feria. Me tocó ir a la Prepa Número 13 de Guadalajara a conversar y compartir con los alumnos y profes sobre literatura y procesos creativos. Fue una experiencia preciosa de intercambio y realidad. Otro top ten fue el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, entregado a Lina Meruane por su novela «Sangre en el ojo». Una distinción importante, un gran regalo a la literatura chilena.

libro de verdad. Los mexicanos lo pasan bomba y los escolares se pasean en grupos por sus pasillos cuando tienen pase libre (sacándose fotos frente a los stands de sus novelas favoritas). Hay centenares de libros y decenas de personas dedicadas a promocionarlos con el corazón bien puesto en la lectura. Y respecto a lo infantil, el espacio dedicado a los pequeños es un lujo, muy espacioso y lleno de actividades para ellos. No hay nada malo ni feo. Es pura pasión, un ejemplo de que la literatura puede despertar pasiones semejantes –y además menos delirantes– que las que genera el fútbol. Me recuerda a lo que pasa con la feria gastronómica Mistura en Perú: hasta los taxistas te llevan con orgullo a sus puertas.

LO MALO: La falta de editores independientes en la delegación chilena. Muchos de los libros del pabellón estaban guachos, sin sus padres. Siendo una feria de negocio editorial, habría sido una tremenda ayuda para los editores independientes tener más presencia para negociar y gestionar sus libros. Finalmente ese es el objetivo de la Feria. También se echó de menos a los poetas jóvenes chilenos. Muchos colegas mexicanos esperaban con curiosidad escucharlos, pero fueron muy pocos de las nuevas generaciones. LO FEO: La obsesión por señalar el éxito de ventas del stand chileno. El énfasis de

15. @ALASDELALMARB: Manosean policías a chicas en protesta de FIL GDL @Desfiladero132 pic. twitter.com/5OSd19uw 16. @pbmartinez: Buenas fotos de la FIL está publicando @ BeltranMena. Dicen los que saben que habrá varias para la polémica. 17. @baradit: El piloto que traía a la delegación chilena de la FIL desde México (22:55) se llamaba Juan Luis Martínez. ... XD XD XD 18. @malamadremx: Desde conseguir la acreditación hasta superar los bloqueos. Las tribulaciones de @Amerikapa en la FIL 2012 http://www.animalpolitico. com/blogueros-pluma-lapiz-ycicuta/2012/12/07/mama-sobrevivi-a-la-fil-2012/ … 19. @yuri_herrera: “¿Había sido una trampa?” Luis Gatica escribe una crónica de la marcha que terminó en enfrentamiento afuera de la FIL: http://nuestraaparenterendicion.com/index. php?option=com_k2&view=item &id=1535:manifestaci%C3%B3n1-de-diciembre&Itemid=106 … 20. @CNNMex: La FIL de Guadalajara cierra con récord de visitantes y ventas http://cnn.mx/ n001ACX

34 I La Panera

toda la estrategia comunicacional parecía basarse en eso, en cuánto y en qué se vendió, fiel reflejo de nuestros comercializados y mercantilizados tiempos. Triste y feo, ¿no?

PATRICIA ESPINOSA Doctora en Literatura, ensayista, investigadora y crítica literaria.

LO BUENO: Que los escritores chilenos hayan podido acumular millas. LO MALO: Que volvieron demasiado rápido, la Feria debería durar por lo menos unos años. LO FEO: El diseño estilo Techo para Chile del stand nacional.

Andrea Palet Editora, socia de la editorial Los Libros Que Leo y directora del Magíster en Edición Universidad Diego Portales.

RAFAEL GUMUCIO Director del Instituto de Estudios Humorísticos de la Universidad Diego Portales, escritor, autor de «La situación».

LO BUENO: Estuve muchas veces en el stand de Chile y vi todas las conferencias

LO BUENO: La organización de la Fe-

llenas de público, incluso la mía –el diccionario como artefacto cultural–, que aquí no habría arrastrado a nadie. Se vendieron muchos libros, y como es una feria y no un congreso literario, ése es el mejor indicador de que las cosas se hicieron bien.

ria, que fue impecable, y la delegación chilena, que transmitía la sensación de un país con una cultura viva.

LO MALO: Entiendo que ProChile iba a imprimir un catálogo con todos los libros chilenos que estarían en Guadalajara, un instrumento muy importante para los editores que quisieran forjar lazos comerciales en el extranjero. No lo hizo. Malo.

LO MALO: Que el apoyo a los libros sea sólo para un evento. En el stand chileno se hablaba de una industria floreciente, cuando está lejos de serlo.

LO FEO: Lo de siempre, que no por repetido es menos feo: invitados que tienen una idea desmesurada de su propia importancia y ven que el mundo no gire en torno de ellos como un agravio.

LO FEO: La ausencia demasiado pre-

sente de Bryce Echenique, lo que hizo Bryce y lo que hicieron post Bryce.


brújula literaria

[ por carolina andonie dracos ]

La novela desconocida de la Bastilla

P

oco se sabe de Anne Gédéon Lafitte, que se autotituló Marqués de Pelleport (1754-1810) y fue uno de los destacados cronistas de la Francia prerrevolucionaria. Escritor, soldado y bohemio, fue contemporáneo y vecino de Donatien-AlphonseFrançois de Sade en la Bastilla durante cuatro años, en los que ambos se sumieron en la escritura. Recordemos que la fortificación funcionó como un vivero para la producción literaria, pese al ambiente de desesperanza que reinaba, o quizá debido a lo mismo. Fue en la Bastilla donde Voltaire empezó «La Henriade», La Beaumelle completó su traducción de «Tácito», y Sade bosquejó «Los 120 días de Sodoma». En 1790, mientras el autor de «Justine» desahogaba sus pasiones a través de la pluma, en una celda cercana el desconocido Pelleport redactaba una obra que expresaba una gama similar de emociones, pero con un estilo más incisivo: «Los bohemios», una novela que pasó inadvertida en su época, de cuyo original hay sólo unas seis copias repartidas por las bibliotecas del mundo y que hoy Papel de Liar edita por primera vez en castellano. El libro, igual de escandaloso que «Los 120 días de Sodoma», también repleto de sexo e improperios, se diferencia de la entrega de Sade por ser mucho más significativo con respecto a la situación de los escritores y la escritura misma. De hecho, con esta edición, como lo se-

ñala el catedrático Robert Darnton en la introducción del también él vivió en la pobreza, ya que su familia aristotexto, “sale a la luz una obra fundamental del libertinismo crática lo había desheredado y dependía de su habilidieciochesco que abre una ventana al mundo de los poe- dad y de su pluma para escapar de la ruina. tas miserables, los aventureros literarios y los filántropos”. Pelleport tiene mucho de los personajes descritos Estamos, pues, ante un relato que muestra en «Los bohemios»: una tropa de escritores a los primeros bohemios más de un siglo anque filosofa mientras recorre los campos de tes de la ópera «La Bohème», de Giacomo Champaña con un asno cargado de manusPuccini, estrenada en 1896 y que volvía la critos inéditos. Viven de la tierra, roban gallimirada hacia una época anterior, el París pre nas y sólo se detienen para engullir lo que Haussmann retratado por Henry Murger en van recolectando por el camino. Esta cuadri«Escenas de la vida bohemia» (1848), utililla de hombres de letras marginales vaga sin zando temas y situaciones que se hacían eco rumbo por el norte de Francia, en una sucedel París descrito por Honoré de Balzac en sión de episodios extravagantes, mientras el «Las ilusiones perdidas» (1837). narrador reflexiona sobre los temas más dis«Los bohemios» ¿A qué se debe, entonces, que Pelleport sea Marqués de pares, como viajes, tácticas militares, pobreza, hoy un perfecto desconocido? Para Darnton, su Pelleport mujeres y la dura suerte de los escritores. ausencia en el corpus de la literatura francesa Papel de Liar «Los bohemios» es una obra autobiotiene relación con las circunstancias en que se 292 páginas gráfica llena de humor, parodias, diálogos, publicó «Los bohemios», ya que apareció anó- $14.700 doble sentido, irreverencias, observaciones nimamente en 1790, sin el nombre del impresociales, incidentes escandalosos y obscenisor y con una dirección que podría ser falsa. dades, pero sin recurrir al lenguaje vulgar. También la vida de Pelleport estaba llena de cabos Se la puede ver como una novela picaresca, una cosueltos. Según quienes lo conocieron, era un sinver- lección de ensayos, un relato libertino y un panfleto güenza y un provocador. Tenía gran encanto y seducía a anticlerical. Un texto que se lee fácil, un clásico olviquienes se cruzaban en su camino, dejando un reguero dado y que ahora resurge en castellano tras 220 años de miseria y sufrimiento por donde pasaba. Aunque de purgatorio.

La voz de Irlanda

C

onsiderado uno de los mejores escritores en lengua inglesa, William Trevor (Irlanda, 1928) debe su fama a una sólida propuesta compuesta de cuentos y novelas. Su bagaje surge desde la infancia, en la Irlanda rural. Ya de adulto, trabajó como escultor hasta la década del 60, luego de lo cual se abocó por completo a la literatura. Títulos como «El viaje de Felicia», «La historia de Lucy Gault» y «Verano y amor», le han valido premios como el Whitbread y el David Cohen de la Literatura Británica, este último, en reconocimiento a toda su obra. Miembro de la Academia de las Letras Irlandesas, Trevor ha sabido conquistar a la crítica con un corpus donde predomina una prosa febril y conmovedora. Vía Salamandra llega ahora al mercado local «Una relación perfecta», conjunto de relatos que da cuenta con rigor de la compleja topografía de la conducta humana. El volumen se publicó originalmente en 2007 con el nombre de otro de los cuentos que lo integran, «Trampa jugando a la canasta», y recoge relatos publicados por primera vez en «The Guardian», «The New Yorker», «The Sewanee Review» y «Tatler». El libro abre con «La hija de la modista», donde un joven que trabaja con su padre en un taller mecánico lleva a una pareja de españoles a visitar a la Virgen Llorosa de Pouldearg, también conocida como Nuestra Señora de la Vera del Camino. En el trayecto de regreso, una niña con cierto retardo, acostumbrada a tirarse a la rueda de los autos que transitan por esa parte de la carretera, es impactada por el conductor, sin que éste se detenga. El joven mecánico intenta olvidar el suceso, hasta que la madre de la niña muerta, una costurera

poco dada a la socialización, comienza a perseguirlo, sa- que seguramente había caído en el olvido en el mobiendo que fue él quien atropelló a su hija. Sin quererlo, mento mismo de ser expresado”. se produce un vínculo, de culpa o conformismo, entre También están los cuentos de los amores a contraél y la modista. El mecánico volverá, entonces, una y pelo, como el de un joven que mata a otro sólo para otra vez, a la Virgen Llorosa de Pouldearg, cuya leyenda merecer el cariño de su amada («Valentonadas»). O cuenta que le aparecen lágrimas cuando un penitente el de la adolescente que cae en el juego de un acosuplica el perdón de sus pecados. sador virtual para olvidar los dramas que vive en su Son doce cuentos entrañables que hablan de las casa («Una tarde»). O el de una chica que abandona oportunidades perdidas, de las trampas de la a su pareja porque su vida, agradable como memoria y de los secretos que nos sofocan. era, había quedado detenida («Una relación Como en «La habitación», cuya protagonista perfecta»). O el de una mujer que en su maes una mujer que comienza una relación padurez observa cómo su marido se prepara ralela a la de su matrimonio, luego de soporpara reunirse por última vez con su amante tar en silencio la traición que cometió hace («Viejo amor»). nueve años su marido, consciente del placer La rabia, la desesperación y el cansancio que le brinda ahora a ella el secreto de la aparecen en «Olivehill», donde una viuda deocultación, el lado furtivo que, sin embargo, cide no salir más de su casa cuando sus hijos más tarde le pasará factura. optan por transformar el terreno familiar en «Una relación Todos las historias tienen un final abierto, perfecta» un campo de golf. El volumen cierra con «Focomo una acción que ocurrirá, pero que el William Trevor lie à deux», en la que un hombre de 40 años narrador deja en un estado de latencia. se encuentra en París con un amigo de la inSalamandra Relatos como «Hombres de Irlanda» ha- 220 páginas fancia que daba por fallecido y que nunca fue blan de la Iglesia Católica, de monaguillos que $13.200 el mismo después de la muerte de su perro ya de grandes buscan extorsionar al sacerdodurante unas vacaciones. “Un acto demasiado te de su infancia. O «Fe», en la que un párrovergonzoso para cometerlo uno solo, aproveco encuentra el sentido de su ministerio sólo cuando su chando una mañana soleada para averiguar si un perro hermana, que lo acompañó toda la vida, muere en paz. viejo tenía la astucia suficiente para sobrevivir”. Ahí comHay narraciones que calan, como «Trampa jugando prende que para su amigo “la traición cuenta, la insensaa la canasta», en la que un hombre vuelve a Venecia a tez, la negligencia que se habría perdonado, la crueldad”. pedido de su mujer con Alzheimer, quien también le ha «Una pareja perfecta» confirma la maestría de Trevor solicitado que, pase lo que pase, nunca dejen de jugar a la hora de dibujar con elocuencia y economía de mea las cartas. Él asiente, aunque se trate de “un capricho dios la cara dramática de ser humano. La Panera I 35


Literatura

Palabras encendidas en el huracán Discurso ofrecido por Lina Meruane en la recepción del Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2012, el 28 de noviembre en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

M

Hace veinte años, cuando se fundó este premio, le dije a alguien más, aferrada a la línea telefónica, las escritoras solían ser figuras únicas en cada país. No había espacio para más, ni estímulos. La que lograba entrar, jugándose todo, renunciando muchísimo, era una suerte de heroína trágica o una escritora fatal.

36 I La Panera

e h a n p e did o q u e dig a

unas palabras y he dicho ya tantas en las últimas semanas (muchas más de las que acostumbro). Quisiera entonces compartir apenas un par de reflexiones iniciadas en medio de una tormenta. Contarles que durante un violento huracán (y esto no es realismo mágico latinoamericano sino el realismo trágico del calentamiento global) sonó el teléfono y una voz distante me anunció que yo era finalista del premio Sor Juana Inés de la Cruz. Lo que dijo después me asombró aún más. Si estaría yo dispuesta a recibirlo. Era una extraña pregunta si se la piensa sin contexto, pero en esos días un célebre escritor español acababa de rechazar un importante premio nacional. Tal vez, a sus alturas, ya no fuera un premio necesario. Pero yo, en cambio, no he estado nunca en condiciones de rechazar un premio, pensé, yo no vivo de la literatura sino de su enseñanza, y un premio a una novela es, sobre todo, una beca para la próxima. No era pura matemática, la de ese cálculo. Se me cruzó por la cabeza que Sor Juana, sin premios a su enorme talento; sin estímulos sino al contrario, infinitos obstáculos; sin el amparo de sus protectores, que habían regresado a España; y ante el poder de la Inquisición, representada por unos “hombres necios”, se había visto doblegada y obligada a renunciar a su biblioteca, a sus libros, a su pluma, a su tinta, a morir de manera miserable en un México asolado por la peste. Un huracán se le vino encima después de esa forzada renuncia. En eso me quedé pensando. Y en todas las mujeres que durante siglos sacrificaron la letra empujadas por circunstancias sociales completamente adversas. Se me abrieron en la cabeza las páginas de Virginia Woolf, que siglos después de Sor Juana seguía insistiendo en la necesidad de un espacio y de unos medios que aseguraran la continuidad de la escritura. El cuarto propio y suficientes libras, escribió Woolf, que a pesar de tener ambos y de haber escrito libros grandiosos, llegado un punto insostenible para ella, se hundió en el río, se dejó arrastrar por sus remolinos. En eso pensé, en los doscientos cincuenta años que separaban los trágicos finales de esas predecesoras. El huracán pegado a mi ventana, las hojas de los árboles adheridas al vidrio. El reloj avanzando pero el minutero detenido mientras yo esperaba a que el jurado decidiera, en algún

oscuro o iluminado salón, a qué escritora de la lengua castellana otorgarle el premio, la beca, de una próxima novela. No era entonces sólo un cálculo económico, sino un pensar, yo, la delicada relación entre los medios que hacen posible una obra. Y digo la obra, no la escritura, porque se escribe contra viento y marea, se escribe aunque no se quiera escribir. Pero insisto: cómo sostener la obra. No la escritura de un libro o dos, sino su continuidad contra todos los impedimentos que se van sumando. Hasta doblar una mano, hasta torcer unos dedos, hasta maniatar la imaginación en el pensamiento de la necesidad. Porque esta es la situación de mucho escritor latinoamericano y es acaso aún más la realidad de la escritora en un continente donde tantos escribimos mientras empiezan a extinguirse los lectores. Cada hora de escritura es entonces una hora más de trabajo voluntario por una suerte de causa perdida. En ese sentido (el rumor del viento, los golpes del huracán en la ventana, hay que cerrar las cortinas y tomar distancia), en ese sentido, repito (dando pasos rápidos hacia una cocina desabastecida), no se puede negar que toda literatura tiene su precio. Y digo precio como digo horas de trabajo no remunerado, horas de no descanso, horas contra el mandato social de la belleza, horas hurtadas a los demás y en el caso de tantas escritoras-madres, horas de culposo extrañamiento de los hijos. En todo eso estaba yo mientras se inundaba la ciudad y se caían los postes de luz y grandes zonas de la isla quedaban a oscuras; pero mi barrio seguía a salvo y yo obtuve la fortuita confirmación del premio y empecé a recibir llamadas de periodistas que junto con felicitar preguntaban por la importancia que le asignaba, yo, a este reconocimiento literario para mujeres, a este premio femenino. La pregunta se repetía (y entre tanto, confieso, algo alarmados, llenábamos la tina de agua, y las ollas de la cocina, rebuscábamos en los cajones a ver si había pilas de repuesto y yo veía pasar por mi cabeza el Chile pobre de mi infancia, mi Chile de inundaciones y terremotos y catástrofes, mi Chile de toques de queda, la luz cortada por los bombazos a las torres de alta tensión, los caceroleos). Disculpen este desorden, se me vuelan las ideas. Qué estaba diciendo. Que la pregunta por el Sor Juana como premio de mujeres se repetía con un retintín que de pronto me resultó insidioso, y pensé que el tono de mis interrogadores portaba una acusación.


O sería el viento, que arreciaba, pero no, no era el huracán ni era mi catastrófica imaginación. Era el retorno de una vieja idea, implícita (aunque en otros contextos a veces ha sido también explícita) de discriminación positiva hacia las mujeres, de que otorgarles premios sólo a escritoras está obsoleto. O peor: la sospecha de que puestas a competir con sus pares, los premios se los llevarían las novelas de ellos.Y sin duda se los llevarían, han acostumbrado llevárselos. Basta con hacer números hacia atrás. O con examinar un caso iluminador: en España, donde hoy por ley todo jurado debe ser paritario, más escritoras, sobre todo escritoras mayores (en su doble sentido) empiezan a ser reconocidas en concursos abiertos. Temiendo que se cortara la conexión telefónica (porque ya la luz pestañeaba) me apuré a contestar esas preguntas. Este premio, dije, da cuenta de un ajuste todavía pendiente en el campo literario. Hace 20 años, dije, cuando las escritoras ingresaron de manera masiva y definitiva en el espacio letrado, hasta entonces regido por los escritores, la disparidad en el reconocimiento y en la difusión era escandalosa. Y continúa siendo muy acentuada, basta con mirar no sólo los números sino fijarse en las obras que mencionan los escritores en sus entrevistas, o en sus ensayos, cuando se les pide hablar de obras. Ninguna Lispector, ninguna Silvina Ocampo, nin-

guna Marta Brunet o para qué decir Bombal, ninguna Rosario Castellanos o Josefina Vicens o Amparo Dávila y, por supuesto, Elena Garro, por nombrar apenas a algunas en una estirpe de narradoras merecedoras de premios póstumos. Hace veinte años, cuando se fundó este premio, le dije a alguien más, aferrada a la línea telefónica, las escritoras solían ser figuras únicas en cada país. No había espacio para más, ni estímulos. La que lograba entrar, jugándose todo, renunciando muchísimo, era una suerte de heroína trágica o una escritora fatal; incluso, en un par de casos chilenos, hubo escritoras que le dispararon a sus hombres en una operación tan sorprendente como simbólica. Esa escena se ha pluralizado, las tensiones han remitido, pero este premio viene a señalar acaso tristemente, que la situación continúa siendo desigual. Y es un premio, así lo leo, que se ha propuesto incidir en el campo literario exigiendo una ampliación, iluminando un espacio de escritura invisible o menos visible, y confirmando, no tanto para la premiada sino para las otras, las que vienen con nosotras o detrás, que es posible abrir el campo literario. Ya no sé si dije esto o lo imaginé. Era tarde. Había ya dejado de sonar el teléfono. No se sentía ningún bocinazo en la calle, ningún rumor de autos. Sólo el viento y mi cabeza dándole vueltas a todo en la efímera euforia del instante, diciéndo-

me a mí misma que ha habido dificultades, estancamientos, retrocesos (¿cuántas escritoras inciden en la discusión intelectual, cuántas son llamadas a ser columnistas en periódicos?), ha habido encarnizadas disputas por el control del campo, pero también avances visibles en otros espacios de discusión centrados en los textos, donde escritoras y escritores se empeñan más en descubrir lo nuevo que en la confirmación de lo viejo. Cerré los ojos sin apagar todavía la luz y volví a abrirlos, me enderecé en la cama, no podía dormir. Llegará un momento en que este premio deje de tener sentido, me dije, y ojalá dejara pronto de tenerlo. Acabará por ser innecesario, sí, me dije, y cuando se clausure, quién sabe, en diez, cinco, veinte años, celebraremos a las escritoras que trabajaron mediante su obra por hacerlo superfluo, celebraremos, debemos empezar a brindar por ellas, las escritoras que con su obra pero también con admirable determinación empiezan a volverlo redundante, y celebraremos, celebremos, a Sor Juana por su grandeza y no por su tragedia, por su palabra, encendida, contra el apagón. Lina Meruane Periodista y escritora. Es autora de «Fruta Podrida» y «Sangre en el Ojo», entre otras obras de ficción, y «Viajes Virales» es su reciente libro de ensayo. Ha recibido los premios literarios Sor Juana Inés de la Cruz (México) y Anna Seghers (Berlín). Enseña literatura universal y cultura latinoamericana en la Universidad de Nueva York.

“Xxxxxx”, Xxxxxx

La Panera I 37


Arte Patrimonial

La sorpresa del Pampino Larraín

en dOCUMENTA 2012 Por Heidi Schmidlin M.

S

uspendida en el aire y disfrazada de neblina, el agua pasa inadvertida al humedecer las noches del desierto nortino, el más árido del mundo. A cualquiera engaña, menos a Horacio Larraín Barros. Como arqueólogo y antropólogo cultural, lleva más de tres décadas consagrando un romancero sigilo a estudiarla, “rodearla” y atraparla. Contagiado de su sutileza aérea, en Chile pasó igualmente inadvertida su prestigiosa y esencial contribución a la Feria de Arte Contemporáneo dOCUMENTA. Epicentro de la vanguardia europea, esta instancia reúne cada cinco años, en el “museo abierto” de Kassel, a los ciclones artísticos mundiales que repercutirán en los escenarios pensantes y creadores de los años venideros. El ancla de la versión 2012 –expandida a Kabul y Alejandría/El Cairo y Banff/Canadá– fue el lema «Colapso y recuperación», una reflexión que investiga el impacto del habitar humano sobre el equilibrio

El científico que ama su materia investigada, además de ciencia, hace arte.

planetario, su ordenamiento climático y el calentamiento global. Para dar una idea, el ágora artística anterior (2007) premió al creador chino Ai Weiwei, quien se instaló con 1.001 compatriotas para romper el aislamiento cultural del “milagro económico”. En la edición de 1980, Joseph Beuys plantó “7.000 robles” al lado de una columna de basalto (terminado un año después de su muerte), que hoy se alzan como un pulmón citadino, pese a su encendida polémica inicial. En rigor, dOCUMENTA no es una mera “exhibición” de arte. Es la concepción de un escenario “holístico y no logocéntrico”, emplazada a medio camino entre lo reflexivo y el entretenimiento, hasta llegar a la provocación. Con el sello de la imaginación que explora el compromiso, la materia, la corporalidad y la cotidianidad, transforma durante 100 días a Kassel, Kabul y demás localidades, en “un terreno donde la política es inseparable de una alianza sensual, enérgica y mundana. Una experiencia donde la ciencia se transforma en

arte y recrea como un enorme laboratorio de ideas y nuevos modelamientos”, manifiesta Carolyn Christov Bakarviev, la curadora general búlgaro-estadounidense. ÚNICA MUESTRA INDIVIDUAL CHILENA

El proceso creativo invita a unos 300 artistas a entrar en estado de crisálida para “deconstruir”, a lo Jacques Derrida, el pie forzado curatorial. Tras cuatro años de investigación y creación, al quinto emergen unas 180 obras que se postulan como instalación, performance, registro, obra visual o estructura arquetípica. Entre ellas, las 600 fotografías articuladas en la muestra «El cerebro», de Horacio Larraín; una creación de agua, cuyo personaje central, un atrapanieblas (inventado por Carlos Espinosa Arancibia, físico de la Universidad del Norte en Antofagasta), captura la camanchaca nocturna como fuente de agua para la vida en el Oasis de Niebla de El Tofo, La Serena. El invento renace con los profesores Larraín y Pi-

“Comparto y hago mía esa antigua y potente espiritualidad andina que ‘pide permiso’ a la tierra para su accionar (en la agricultura o en la construcción de un canal). Para mí, esta actitud es parte del respeto mínimo que se le debe. La tierra no es para mí ni debe ser una simple ‘cantera’ de donde extraemos riquezas y más riquezas, en un ‘siempre e inacabable más y más’. Es mucho más que eso. Es nuestro ‘hogar’ familiar en el que debemos aprender a vivir muy a gusto, en comunidad con ella, ‘en comunión’, por muchas generaciones más”. 38 I La Panera


La única muestra individual que representó la mirada creadora y pensante de Chile en el pabellón del Kuntshalle Fridericianum de la feria de arte contemporáneo más importante en Europa, fue el registro fotográfico que realiza hace décadas Horacio Larraín Barros. Este arqueólogo y antropólogo social y el equipo del Centro del Desierto de Atacama de la Universidad Católica de Chile están dedicados a capturar el agua aérea para transformarla en solución de riego en las estepas desérticas. lar Cereceda, ambos investigadores del Centro del Desierto de Atacama, para hacer de él la gran apuesta de vida futura. Para sorpresa de Larraín, su diseño para hacer frente a la desertificación nortina fue la única propuesta chilena exhibida como muestra individual en el pabellón del Kuntshalle Fridericianum, seleccionada por la española Chus Martínez, exjefa de exposiciones del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), y parte del staff de curadores de dOCUMENTA. A las imágenes de esta innovadora visión futura, se les transfiere un alma al adjuntársele los textos con que Larraín cala el imaginario alemán: …“la bruma cuando cubre como un manto tenue el reseco paisaje del desierto nortino y baña los cerros al penetrar desde la costa hacia el interior, impulsada por los vientos alisios… El paisaje así humedecido y ‘bendecido’ por la presencia de la humedad del océano, se torna diferente, exótico, desconocido, sugerente”. Así como la niebla, la distinción entró sorprendiendo a Horacio Larraín, que hasta aquí

no sabía que era un artista: “Un buen día me escribe Chus Martínez desde Kassel (Alemania), invitándome a exponer mis fotografías. Todavía no entiendo por qué. Siempre me consideré un científico, no un artista. Pero un científico muy cercano a la Naturaleza, cuya problemática siempre me ha atraído como un imán. He sido un amante de la naturaleza desde la época en que mi padre, Horacio Larraín Cotapos, nos llevaba a todos los hermanos a hacer excursiones a caballo por los cerros de La Leonera y nos enseñaba a ‘ver’ y ‘acariciar’ los detalles más ínfimos”. –Al experimentar la naturaleza del desierto, ¿cree –como Nietzsche y Heidegger– que la voluntad de un “poder creador”, en este caso la Naturaleza, puede inspirar al ser humano con una conciencia altruista? “Soy cristiano y católico, y creo firmemente en una voluntad divina creadora de este ‘paraíso’ que llamamos tierra para la felicidad del hombre. Creación admirable en la que nos

toca vivir por unas cuantas décadas y respecto de la cual tenemos una tremenda responsabilidad de cuidar y proteger para, ojalá, mantenerla incólume para las futuras generaciones. Por miles de años más. La imagen de un Dios que crea al hombre como un Homo Faber para que ‘explote’ la tierra ‘con el sudor de su frente’, no cabe en mí. La imagen de la Tierra como un ‘valle de lágrimas’ (como nos enseñaron algunos teólogos desde la Edad Media), está muy lejos de mi pensamiento. Me siento mucho más cercano a la espiritualidad de un San Francisco de Asís respecto al sentido profundo y amable de la naturaleza que nos circunda. Por eso, sumido en la soledad absoluta del desierto de Atacama, o inmerso en el manto espeso de la niebla costera, he sentido muchas veces la ‘presencia’ cercana de ese nuestro Padre Dios, creador y padre a la vez. Pero ‘creador’ en un sentido claramente evolutivo, tal como lo concibió y escribió en forma magistral ese gigante del pensamiento, el jesuita Pierre Teilhard de Chardin”.

“Curiosamente, mientras otros se extasían ante las imágenes atronadoras de la explotación minera y admiran absortos sus hoyos descomunales (como en Chuquicamata), o su gigantesca maquinaria, que convierte al hombre en un enano, yo trato de huir de esa realidad que me duele y atormenta, en la que la tierra, al igual que la pachamama andina, sufre verdaderos ‘dolores de parto’”.

¿El futuro? “Predicar urbi et orbi este nuevo ‘Evangelio’ de una ‘eco-antropología’ concebida como una terrible e inescapable responsabilidad de todos los seres humanos. ¿Y luego?... Morir en paz en los brazos del padre Dios, con la clara conciencia de haber hecho lo que debía hacer por mi país y por el mundo que me vio nacer”. La palabra inmundo significa sin mundo, vale decir, sin limpieza.

La Panera I 39


Gestión Cultural

Por Pilar Entrala V.

H

asta hace algunos años, la Unión Europea crecía rápidamente y América Latina se perfilaba en lo que algunos economistas han llamado “la década perdida”. Ahora, la brújula parece haber girado y la balanza 2013 está cargándose hacia este lado del fin del mundo: “La crisis nos sitúa frente a un cambio de paradigma en que los roles se están modificando”, advirtió en su reciente visita a Chile, Benita Ferrero Waldner, ex Secretaria de Estado austríaca y actual presidenta de la Fundación Unión Europea, América Latina y El Caribe. Ya a mediados de este año, los expertos invitados al VI Seminario Unión EuropeaAmérica Latina, realizado en Madrid, al que acudieron diplomáticos, altas autoridades y “comensales” de todas partes del mundo, reconocían: “Estamos acostumbrados a ver las grandezas de Europa y ahora estamos viendo sus debilidades”. Bajo el ambicioso slogan «América Latina y Europa: una alianza estratégica en la gobernanza económica global», Tristán Garel Jones, presidente de honor de la Fundación Euroamérica, en su calidad de anfitrión puntualizó sin timidez: “Os necesitamos, porque Europa comparte con vosotros valores viscerales. América Latina tiene por delante la tarea de hacer contrapeso al Viejo Mundo”. Mientras en la última década Latinoamérica mira atentamente hacia el bloque Asia Pacífico y pone la vista en China, ahora resulta que suena más rentable y hasta “prometedor” repensarnos en nuestra condición de “euroamericanos”. Aunque a algunos les suene un tanto insólito, este concepto forma parte de los escenarios internacionales, entre los que cabe citar la XXII Cumbre Iberoamericana de Presidentes, realizada en Cádiz, España, en noviembre pasado, y la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, El Caribe y Unión Europea, que se ha transformado, al menos para los que juegan de local, en una cita “imperdible” en Santiago, durante este acalorado enero. ¿Servirá la suma de esfuerzos de nuestros países en el ámbito de la cooperación multilateral para dar salida a la crisis Europea? ¿Asumir una identidad extrañamente “euroamericana” nos motivará a enfrentar retos comunes? 40 I La Panera

Habrá que ser cautelosos y no emocionarse tanto. Aunque las cifras de CEPAL auguran un crecimiento del 3,8% en esta región, nos enfrentamos a una necesaria redistribución de la riqueza y al recomendado término de las tajantes desigualdades sociales. En este escenario, la idea gira en torno a la necesidad de estrechar lazos entre dos mundos que sueñan utópicamente con trascender lo comercial, esbozar un mejor horizonte económico y hasta posicionar sus políticas culturales como puente de integración. UNA RAZA CÓSMICA

El “imaginario euroamericano” no es un término nuevo. Basta navegar por el sitio www.rebelion.org para reconocer el punto de vista genial con que el connotado ensayista y comunicólogo español Vicente Romano aborda el tema, desde siempre. Con una intensa labor centrada en la relación entre cultura, comunicación y conciencia, Romano pone el acento en el cruce entre América y Europa: “Los viejos ‘súbditos’ empiezan a marcar ahora las pautas para las viejas ‘metrópolis’. Así, si los reyes de la conquista estimulaban la emigración a América con la promesa de hacerlos gobernadores, el actual rey pide que los antiguos países sometidos acudan hoy, ya autodeterminados, a salvarnos del naufragio. En estos momentos estoy convencido de que Europa puede aprender mucho de América Latina”. –¿Qué significa ser Euroamericano? “No entiendo muy bien qué abarca el concepto. No sé qué tienen Evo Morales, Hugo Chávez y tantos otros, de europeos. Hasta donde yo sé, en América Latina hay tal variedad de poblaciones que, con cierta razón, José Vasconcelos (México,1882-1959) se prometía de esa mezcolanza una ‘raza cósmica’. Al utilizarlo en mis artículos, hago referencia a la relación Europa-América, simplificada en ‘euroamericana’. Es en este sentido que, en mi opinión, se justifica su uso. Porque no hay seres ‘euroamericanos’. Hay chilenos, bolivianos, venezolanos, argentinos y, entre ellos, algunos de origen europeo. Lo que sí sigue habiendo son unas relaciones entre los pueblos de uno y otro lado del Atlántico. Tal vez ahora, algunos dirigentes europeos echan mano de este término para barnizar a esos

Euro – ¿Una garantía de futuro? Con la tarea de hacerle contrapeso al Viejo Mundo, los ojos de la cooperación internacional se centran en un nuevo paradigma, el del imaginario euroamericano.


“No deja de ser divertido que el monarca del ‘por qué no te callas’ mendigue hoy al aymara Evo Morales oportunidades de negocio para las empresas españolas”.

Alejandra Acosta

de Norteamérica, copiada luego por los padres fundadores de los Estados Unidos”.

América pueblos con el prefijo de ‘euro’. Precisamente cuando lo de ‘euro’, incluida la moneda, está de capa caída y las naciones latinoamericanas han empezado a mirar hacia el Pacífico y a los países que lo circundan”. –¿Y ahora se fija la mirada en el “patio trasero”? “Europa ha tenido y tiene otros patios traseros y más cercanos, como África. España tuvo, hasta su independencia, sus colonias americanas. Hacia allí marcharon las oleadas emigratorias de los siglos XIX y XX. No es sino lógico que los vínculos históricos, culturales y lingüísticos sirvan de acicate para esta orientación. Otra cosa es que el capital europeo y los gobiernos que lo representan tengan necesidad de ayuda. No deja de ser divertido que el monarca del ‘por qué no te callas’ mendigue hoy al aymara Evo Morales oportunidades de negocio para las empresas españolas”. –Parece consensuada la necesidad de estrechar lazos, ¿algunas luces de cómo se logra? “Parafraseando la máxima medieval europea, puede decirse que ‘necesidad obliga’. El peligro amarillo que asustaba al mundo occidental hace unos cuantos decenios reaparece hoy per-

sonificado en la China convertida en segunda potencia económica. En Europa resurge también el fascismo. La deuda inducida por el capital financiero está generando unos niveles de pobreza y de suicidios desconocidos hace mucho por estos lares. Y como ocurrió con la ‘década perdida’, lo que los muchos pierden, los pocos se lo encuentran. De ahí la necesidad de que nuestros pueblos estrechen lazos, sí, y aprendan de las experiencias propias y ajenas. De ahí la necesidad de reforzar el pensamiento crítico y la voluntad democrática. Y, ¡albricias!, hasta en Estados Unidos se empieza a dudar de que su país sea una democracia. En el resto del mundo no creo que quede ya nadie medianamente honesto que se lo crea”. –¿Será que no nos conocemos? “El conocimiento mutuo requiere, por parte de Europa, el abandono del discurso colonizador en la política y, sobre todo, en los medios de producción masiva de comunicación. El conocimiento de los pueblos de América Latina, de sus culturas y logros, se ha ninguneado, se ha mantenido secuestrado, encubierto. Ejemplos: los tambos incas, el respeto por la tierra y la naturaleza (la Pachamama), la organización federal de las ‘tribus’ salvajes

–¿Y qué implica conocernos? “El reconocimiento de la igualdad en la diversidad cultural, de su dignidad, de su subjetividad estigmatizada. Porque, como es bien sabido, la humanidad comienza con la atención a los otros. Apenas ahora empezamos a oír la voz de los vencidos. Y la levantan henchida de razones. Es mucho lo que tiene que cambiar en el imaginario que los europeos han tenido y todavía tienen de los pueblos de América Latina. Estos cambios llevarán tiempo. Véase el afán depredador con que las grandes empresas y carteles se han lanzado en estos últimos años a la compra de las mejores tierras suramericanas. Bolpress ha publicado el 14 de diciembre un ilustrador artículo a este respecto”. –Finalmente, ¿es el eurocentrismo una demanda justa o una garantía futura? “La principal aportación del eurocentrismo la hizo la Ilustración, cuyos ideales abrazaron los Libertadores y se incorporaron en las constituciones de la Independencia. Pero creo que ha llegado la hora de abandonar la idea de que el término ‘cultura’ es sinónimo de ‘cultura europea’, o es eufemismo de cultura occidental. Hoy, en cambio, sabemos que la cultura es universal. Y un ejemplo más: en el siglo XX se intentó construir en Europa la utopía del socialismo de cuartel (Hitler, Mussolini, Franco, Antonio de Oliveira). Su colapso ha desatado un torrente de escritos para demostrar que la utopía es imposible. Pero la utopía es lo que todavía no existe, lo que trasciende el topos. Puede existir, y, por tanto, es posible. Ese es su significado original griego. Aquí hemos tenido la utopía imposibilitada. Pero la utopía posible renace ahora y cabalga ufana por los llanos de Venezuela, por el altiplano boliviano y por la selva ecuatoriana, entre otros lugares de América Latina”.

La expresión “Amérique Latine” fue creada hacia 1860, cuando Napoleón III se dispuso a invadir México a fin de contener el avance de Estados Unidos.

cifras “La actual crisis del tardo capitalismo ha dejado ya sin empleo a 6 millones de españoles (el 26%, y para el 2013 se prevé el 27%). Más de un millón de jóvenes busca empleo (el 52,34%). Y sin perspectiva de hallarlo. ¿Qué de extraño tiene que lo busquen fuera del país? Entre enero de 2011 y septiembre de 2012 han emigrado de España 927.000 personas, 117.000 españoles. Las estadísticas dicen que el 80% se dirige a América Latina. El empobrecimiento que esto supone para nosotros se traduce en el enriquecimiento de vuestro bien común”.

La Panera I 41


Gastronomía

La dinastía Roux Y Por María Teresa Herreros

Desde Londres

H

ace 45 años fue inaugurado por los hermanos Albert y Michel Roux, llamados los “godfathers of British haute cuisine”, quienes decidieron nombrarlo “gavroche” en homenaje al inolvidable rapaz de la novela «Los Miserables», de Victor Hugo. Desde el comienzo, «Le Gavroche» destacó por la excelencia en su cocina y servicio, al punto de establecer estándares que sirven de pauta para catalogar a los demás restaurantes. Su reconocido prestigio es corroborado por sus fieles y entusiastas clientes que lo califican como superb, tanto por su espléndida oferta gastronómica como por la muy atenta, fina y discreta atención. A ello se suman los aplausos de la crítica especializada a través de los numerosos premios ganados año tras año y, muy importante, por haber sido agraciado con una, con dos, y con tres estrellas de la Guide Michelin. «Le Gavroche» horario es el primer restaurante inglés en haber obtenido Atiende de lunes a esta distinción. Galardo- viernes, de 12:00 nes estos que son el fruto a 14:00 horas al del entusiasta y profesio- almuerzo; y de nal trabajo de su actual 18:30 a 23:00 patron y chef de cuisine, el horas a la comida. El sábado abre famoso Michel Roux Jr. “Estoy inmensamente solamente a la orgulloso en la celebra- hora de comida. Se recomienda teción de este aniversario y nida smart casual de que a través de los años y se pide a los sigamos manteniendo el caballeros el uso compromiso de la mejor de chaqueta. calidad en los ingredientes y de la excelencia en el servicio”, afirma Michel Jr., quien sucedió a Albert, su padre, en 1991. Comenta todo lo gratificante que resulta ver a los clientes que se retiran después de comida no sin antes dejar reservada una mesa para su próxima visita. O la frecuencia con que los habitués se instalan y ordenan sus manjares preferidos sin siquiera mirar el menú. Caso especialísimo lo constituyen sus platos estrella; para comenzar, el irresistible Soufflé Suissesse(1), que fuera favorito de la Reina Madre, así como la Omelette Rothschild(2) para el postre, que se mantienen en la carta desde los días de la apertura de «Le Gavroche». Omelette Rothschild. También un soufflé pero como postre, con el especial sabor y aroma de damascos y vainilla. Se saborea casi tembloroso bajo abundante salsa de cointreau. Fue creado por Albert en los tiempos en que fue chef personal de la familia Rothschild. (2)

42 I La Panera

Le Gavroche


Ubicado en el elegante barrio Mayfair, este excelente restaurante, uno de los mejores de Londres, es reputado como el que introdujo a los ingleses a las delicias de la buena comida. La sencilla entrada al restaurante, en el 43 de Upper Brook Street, está flanqueada sólo por una simbólica flor de lis (logo de Relais & Chateau) y por una caricatura del gallo francés (Asociación de Traditions & Qualité) que aseguran al visitante su llegada a una de Les Grandes Tables du Monde. Luego de tocar el timbre será recibido por una encantadora joven que con amable y cálida bienvenida dará inicio a la inigualable experiencia que ofrece Le Gavroche. Empezando por la muy británica decoración formal y acogedora del tranquilo Salón Bar, en el cual, habiendo llegado con antelación para esperar a amigos o contertulios, se puede tomar una copa de champagne mientras se estudia la carta antes de dirigirse a los amplios comedores, donde se precian de poder atender a setenta personas simultáneamente. CHAMPAGNE DEL APERITIVO AL POSTRE

“No es fácil encontrar un mejor servicio en Londres”, comenta un conocido gourmet. La “brigada” de 68 personas, de los cuales 22 están en la cocina y 28 en el comedor, vestidos estos últimos de acuerdo a su rango, ciertamente saben cómo hacer sentirse en casa en este exclusivo entorno. Incluso, a quienes lo visitan por primera vez. La cuidadosa presentación de las mesas con elegantes manteles, fina cristalería y adornos de plata diferentes en cada una de ellas, parecen ser los adecuados e imprescindibles para recibir y enmarcar las delicias del menú. Tal vez, para empezar el increíble Coeur d’Artichaut Lucullus (Corazón de alcachofa relleno con foie gras, trufas y mousse de po-

Soufflé Suissesse (en la foto). Irresistible especie de isla etérea preparada con lenta suavidad sobre la base de los mejores quesos gruyère y cheddar y gran porción de doble crema. “Aun cuando lo he probado varias veces, no resisto la tentación de ordenarlo una vez más”, comenta entusiasmado uno de los conocidos habitués. (1)

llo), o la exquisita Mousseline de Homard au Champagne et Caviar (Mousse de langosta con caviar de Aquitania y salsa de mantequilla al champagne), continuando con la tan cuidadosa como difícil elección de los platos principales, quesos y postres. Sin faltar los tan creativos como sabrosos apetizers y petit fours especialmente elegidos para cada ocasión y que llegan a la mesa en el momento exacto. La carta de champagnes ofrece algo más de 60 diferentes tipos de gran categoría. Michel recomienda una copa de champagne como Michel Roux Jr. (1960) Chef de Cuisine, perfeccionó su oficio en aprendizajes con Master Chefs en París, Lyon, Hong Kong y Londres. Permaneció dos años con Alain Chapel, reconocido como el iniciador de la Nouvelle Cuisine, y también en el Palacio del Elíseo donde cocinó para el Presidente Mitterrand. Es autor de cinco clásicos libros de cocina e imparte Master Classes a través de la BBC. Con su primo Alain Roux –Chef Patron del restaurante The Waterside Inn, distinguido con 3 estrellas de la Guide Michelin– y sus padres, dirigen el «Roux Scholarship» destinado a promover a jóvenes chefs con muy exigentes condiciones otorgándoles una beca de la más alta categoría. Su hija Emily, ya una joven chef en la actualidad perfeccionándose en París, continúa la dinastía.

aperitivo ideal para esperar relajadamente las delicias de la comida que vendrá. Atención especial merece la lista de vinos, una de las más finas y extensas de Londres, con más de 2.000 opciones. “Tenemos cerca de 12 cosechas de Chateau d’Yquem, la más antigua de 1887”, comenta con orgullo Michel. La variedad y calidad de la lista garantizan que existe el vino indicado para cada paladar y para cada presupuesto. Con la asesoría de uno de los sommeliers, la perfecta elección se comprobará luego de su silencioso vaciado en elegantes decantadores. Como regla general, Michel propone los vinos suaves antes que los fuertes, los jóvenes antes que los antiguos, los blancos antes que los tintos. Si se prefiere mantener el mismo vino durante toda la comida, sugiere un Chardonnay con bouquet de roble o un suave Pinot Noir, como también champagne desde el aperitivo al postre. El carrito de quesos con unas 45 variedades (acompañados de apio, dulce de membrillo y chutney) es toda una sorpresa y un desafío para “redondear” una gran comida. Motivo también para conversar sobre la opinión de Michel Roux de que son pocos los quesos que van bien con vino tinto, como es la creencia general. Sea cual fuere la elección, siempre será una razón más para volver...

Los tubos con los que construyeron las alcantarillas en Buenos Aires llevaban la marca de fábrica francesa “A.Torrans”. Por eso, a quienes dormían en ellos los llamaron “atorrantes”.

La Panera I 43


Fundación El Observatorio

Verano (invierno) del 63 Hace medio siglo, los jóvenes de la posguerra iniciaron su cambio. Dramaturgos ingleses iracundos y escépticos ante toda la cultura occidental –los “angry young men”–, con su rabia sorda o su tristeza ante una vida ausente de rumbo, comenzaron a ser desplazados. Unos músicos, que al principio se vestían con un cuero tan negro como su humor insolente, empezaron a cambiar la banda sonora de esa época.

Por Miguel Laborde

L

o s

j ó v e n e s

iracundos británicos (“the angry young men”), hijos de la posguerra, portadores de manoplas aceradas, con atuendos de cuero negro y motos con estelas plateadas –e incluso púas laterales capaces de romper neumáticos–, dominaban las calles. El cine, el teatro, rezumaban rencor. Sus padres, sobrevivientes de una guerra mortífera, sólo querían vivir tranquilos, con un sillón ancho para terminar el día frente al televisor. Ir al bar, lanzar dardos ligeramente embriagados, era toda la adrenalina que necesitaban. Pero los hijos de la guerra no estaban dispuestos a vivir así, en los años 50. «Recordando con ira», de John Osborne, fue, en 1958, una obra clave. También «La soledad del corredor de fondo» (1959), de Alan Sillitoe. Con héroes, escépticos, irónicos o simplemente amargados. Harold Pinter, dramaturgo, fue un personaje clave. Niño durante la guerra, alejado de Londres por los bombardeos, conoció en el campo una soledad gris. Ahí empezó a escribir. La adolescencia fue de pandilla, con espíritus afines, incrédulos del mundo occidental. Algo impensado lo salvó de la depresión o del alcoholismo: le gustaba correr. Su recelo ante la vida lo disolvió agotándose, hasta caer exhausto. Llegará un día el Premio Nobel de Literatura por ser “autor de dramas que reflejan la desorientación del hombre contemporáneo”, y por haber sido alguien que aprendió y enseñó a vivir. Algo que no parecía fácil en un Londres sucio, oscuro de humo y carboncillo, lleno de escombros y rostros estragados. Una frase de Pinter fue bandera de 44 I La Panera

esa generación: “No dejes que te digan qué hacer”. Un norteamericano, que llegó a Londres en esos 50 –Joseph Losey–, compartía muchas de sus intuiciones. El fin de la guerra en una Gran Bretaña libre, por la cual tantos, como pidiera Churchill, habían dado sangre, sudor y lágrimas, no era un paraíso. Al interior de las casitas ladrilleras, con sus pequeños autos negros a la puerta, se ocultaban actos de violencia doméstica, veteranos de guerra insomnes, demasiada soledad. Muchos soldados ya no conocían a sus esposas, ni ellas a ellos. Los ritos de la vida familiar, forzados, enervaban a cualquier adolescente. Hubo signos de fin de época. Como ver al anciano Churchill abandonando el hospital, en su última aparición pública; o los escombros retirados para construir bloques de viviendas; salones de té nuevamente abiertos; programas de televisión desenfadados que traían de vuelta la risas a los bares. Otro aire. También cosas nunca vistas; inmigrantes de piel oscura multiplicándose en las calles, junto a homosexuales tomados de la mano. El cine llevará obras literarias a la pantalla, con aportes de dramaturgos notables, como Harold Pinter, para elaborar los guiones. El checo Karel Reisz dirige varias de esas películas emblemáticas, como «Sábado por la noche, domingo por la mañana». Basada en una novela de Alan Sillitoe y protagonizada por Albert Finney, es sobre otro joven inglés rebelde, ebrio, indiferente, dispuesto a morir en una estúpida pelea callejera. Daba lo mismo. «Morgan, un caso clínico» (1966), a partir de una obra de David Mercer, representa, cercana al absurdo, la trayectoria del hijo de una sólida inte-

La intelligentzia reaccionó irritada. En un mundo de hambre y tantos abusos, cuando urgía transformar las sociedades, aparecían estos músicos que sacaban a los jóvenes de la realidad y se los llevaban a bailar desnudos por los prados.

lectual que, en busca de alguien honesto y transparente, terminará acercándose, cada vez más, a un gorila. Más tarde vendrá su homenaje a Isadora Duncan, emblema de la mujer nueva y libre, fuerza también de la naturaleza. Entre 1962, y comienzos del 63, algo cambió. Como si hubiera llegado la primavera, luego de un invierno demasiado largo, y todos hubieran abierto sus ventanas para hacer aseo profundo. En los años finales de la posguerra –1958 a 1962–, apareció una banda musical como de otro mundo: Cliff Richard y The Shadows. Las letras en la película «Summer holiday» eran de una obviedad inaudita: “Todos nos vamos de vacaciones en verano, no más trabajar en una semana o dos, vamos donde el sol brilla, vamos donde el mar es azul, lo hemos visto en películas pero ahora lo queremos ver en realidad, que nuestros sueños sucedan de verdad, para ti y para mí…”. Era mucha audacia, letras tan sencillas en un medio tan áspero. Pero Cliff Richard fue más allá: convertido públicamente al cristianismo partiría de misio-


Rosario Briones

nero a Kenia, Haití, Bangladesh y Brasil, donde hubiera pobreza. Incluso, fue invitado por el Vaticano como modelo de cristiano ejemplar. Perdió muchos seguidores. Cuando el sello Parlophone contrató a Los Beatles, buscaba algo parecido; los llevaron a mirar cómo se vestían Cliff Richard y sus Shadows, cómo se peinaban y comportaban. Años más tarde, John Lennon, Eric Clapton y Elton John indicarían a Cliff como referente, “el Elvis Presley británico”. Fue el primer músico popular distinguido por la Reina Isabel II. Aunque Lennon lamentaría su alejamiento del mundo popular, los propios Beatles serían percibidos como portadores de algo que era rock, por sonido y voces ásperas, pero con algo diferente; un toque de dulzura según un periodista (“a touch of sweetness”). Nada peor se podía decir de una ban-

da de rock, casi una sentencia de muerte. Pero a fines de 1962, en un invierno con neblinas tan espesas que hubo alerta roja y más de 90 muertes de neumonía, las canciones de los Beatles inyectaron una vida nueva a las oscuras y todavía húmedas ciudades británicas: «Love me do», «Someone to love», «I’ll always be true», «She loves you», «I want to hold your hand»… Títulos también ingenuos, pero que dieron satisfacción a cientos de miles de jóvenes en el mundo. Lennon había sido un iracundo típico, siempre rayano en la insolencia e incluso en la agresividad. Mal alumno, líder negativo, expulsado de la academia de arte de Liverpool sin titularse, un buscapleitos que andaba a patadas con la vida. El 18 de agosto de 1962, ya con Ringo Starr, el desconocido cuarteto tocó en un evento impensable; el baile anual de la Sociedad de Horticultura… Había que comer, diría Lennon. Pero, y en eso no transaron, cantando lo propio. Mientras muchos iracundos quedaron pegados en la ira amarga, Los Beatles flotaron gracias a su energía, sus elementales ganas de vivir, su placer de hacer música. La intelligentzia reaccionó irritada. En un mundo de hambre y tantos abusos, cuando urgía transformar las sociedades, aparecían estos músicos que sacaban a los jóvenes de la realidad y se los llevaban a bailar desnudos por los prados. No hubo caso. La respuesta mundial –en el caso de Chile, ese verano del 63–, fue incontrolable. Esa vitalidad del rock, puramente intuitiva, arrasó. Un deseo de volver a vivir, viajar por el mundo, hacer música, usar colores y reencontrarse con la naturaleza. La guerra quedó atrás. Un antiguo poema de William Blake fue aprendido de memoria; si abres las puertas de la percepción, verás el mundo como realmente es, infinito. Los indios fueron descubiertos, por vivir sin ayer ni mañana, en un presente eterno. Era posible vivir ardiendo en la noche alguien sintió-, mientras del cielo caían las estrellas, una a una.

Miguel Laborde es Director Cultural de la Fundación El Observatorio (Centro de Estudios Geopoéticos de Chile), director de la Revista Universitaria de la UC, profesor de Urbanismo (Ciudades y Territorios de Chile) en Arquitectura de la UDP, miembro del directorio de la Fundación Imagen de Chile, miembro honorario del Colegio de Arquitectos y de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, y autor de varios libros. La Panera I 45


Educación

LA EDUCACIÓN HOY

MARCHA A CIEGAS

Por Edison Otero

Q

u e

l a

e d u c a c i ó n

e s t á

en crisis debe ser ese tipo de afirmaciones que resultará siempre verdadera, no importa la época en que se la formule. Tensionadas entre establecer la continuidad de ciertas tradiciones y adaptarse a un entorno exasperantemente cambiante, las instituciones educativas viven en crisis permanente. Sólo que, en cada caso, el diagnóstico tiene matices que vuelven singular la situación específica de que se trate. Entre muchos expertos se generaliza la conclusión de que por estos días se trata de una crisis distinta por su gravedad y alcance. A diferencia de otros tiempos, el diagnóstico tiene valor planetario. En lo fundamental, se afirma que las instituciones educativas, en todos sus niveles, están siendo forzadas a servir a las finalidades del crecimiento económico, de cialistas– profundamente elitista, individualista y moralmanera exclusiva y monopolizadora. Se trata, pues, de mente neutral. De una parte, se elogian la codicia y el formar individuos para el éxito personal, definido ante éxito a todo evento. De la otra, se acentúa el carácter todo como la consecución de logros materiales. En len- decididamente personal e individual de la conducta en guaje reciente, la lógica consiste en poner la formación pro de este éxito. En una palabra, esto define la filosofía al servicio del emprendimiento económico. Sin lugar del emprendimiento. Se trata de aventuras personales, a dudas, el supuesto básico de esta concepción de la cuyos protagonistas ponen en tensión su carácter y se educación es la tesis de que el crecimiento económico enfrentan, como héroes de la épica clásica, a los obstáculos. No se trata, por cierto, de es la llave maestra para la soarte, ciencia o filosofía: hablamos lución de los problemas fundaLA EVOLUCIÓN RECIENTE DE los de negocios. Así, el triunfador se mentales de las sociedades accurrículos de las carreras desempeña en las arenas movetuales, se trate de la pobreza, del dizas del mercado, y es el nuevo subdesarrollo, de la inequidad y universitarias revela UNA modelo humano, el clímax del de la desigualdad de las oportutendencia MONOPOLIZADORA ingenio, de la creatividad, de la nidades. Habiendo crecimiento innovación y de la inteligencia. económico, se produce chorreo y la creciente disminución de No debe sorprendernos la y la riqueza termina distribuyéntodo contenido o materia ausencia, en esta completa aundose para todos en el tiempo. que minúscula concepción del Esta última tesis ha recibido que promueva el desarrollo mundo, de algunas palabras que un mentís tras otro. En su mede un sano espíritu crítico. parecen tener su propia imporjor momento económico, la tancia: comunidad, servicio púRepública de Sudáfrica alcanzó los peores índices en los niveles de ingreso y –según blico, solidaridad, democracia. Aquí está, precisamente, lo sostienen autores tan diversos como Jeremy Rifkin, el núcleo central de la crisis educativa a la que aludimos. Tony Judt, Amartya Sen o Martha Nussbaum– el creci- El sometimiento prácticamente servil de la educación miento económico estadounidense –la mayor econo- a las necesidades del mercado significa, sin dar rodeos, mía del mundo– no ha hecho sino aumentar la enorme una franca amenaza para la continuidad de la demobrecha entre los ingresos más altos y los ingresos más cracia. Como sabemos, la democracia es una tarea cobajos. Cuanto más ganan los que más ganan, menos lectiva y requiere de ciudadanos lúcidos y capaces de ganan los que menos ganan. Así, el crecimiento resulta reflexionar de manera crítica. Precisamente, en la medida en que las instituciones educativas abandonan su ser la ideología del enriquecimiento de minorías. En uno de sus rasgos más notables, el supuesto del vocación comunitaria y colectiva, terminan formando valor igualador del crecimiento económico es acompa- sujetos para el desempeño individual, reforzados por ñado de una cierta filosofía –con perdón de los espe- ideologías básicas inspiradas en el narcisismo infantil y

en una peculiar insensibilidad por la suerte de los congéneres. De este modo, no se hace sino reproducir la irritante desigualdad social y el lucro aún mayor de las élites financieras, económicas y políticas. Así, la educación es un retrato de la sociedad. En lo específico, la evolución más reciente de los currículos de las carreras universitarias revela la monopolizadora tendencia de las corporaciones profesionales y la creciente disminución de las asignaturas humanistas y, particularmente, de todo contenido o materia que promueva el desarrollo de un sano espíritu crítico. El resultado está a la vista: los desempeños profesionales no parecen haber rozado siquiera algo relacionado con la ética profesional. El emprendimiento y el éxito no saben de ética: ésta viene a ser simplemente otro obstáculo en el camino. No hacen falta pruebas para respaldar este aserto: basta hojear los diarios y perder algunos minutos en los noticiarios televisivos. No se tiene mucha conciencia de todo lo que está siendo hipotecado. Sin dramatizar, algo muy parecido a nuestros peores sueños. La filósofa Martha Nussbaum ha señalado en los años recientes la urgencia de implementar una formación que recupere las humanidades, en suma una formación para la democracia. Sin espíritu crítico y conciencia social, no hay ciudadanos. Y sin ciudadanos no son posibles la solidaridad, la comunidad, la justicia, todo lo que está reunido en el concepto de democracia. Ella no es, simplemente, una forma de gobierno entre otras: es la única que nos convoca sin prerrequisitos. Edison Otero Bello Licenciado en Filosofía y profesor titular por la Universidad de Chile. Se ha especializado en las áreas de la epistemología, el desarrollo del pensamiento crítico y la teoría de la comunicación.


Agenda Santiago / enero Agenda

Teatro Nescafé de las Artes

Manuel Montt 032, Providencia - Teléfono: 2236 3333 www.teatro-nescafe-delasartes.cl - www.ticketmaster.cl

«AMORES DE CANTINA» 16, 17 y 20 de enero, a las 20:00 horas; 18 y 19 de enero, a las 21:00 horas. Entradas: $5.000 a $15.000.

Basada en las décimas y versos libres de Juan Radrigán, Premio Nacional de Artes 2011, la obra presenta a ocho fantasmagóricos seres que deambulan por una cantina, ansiosos por expresar sus amores, desamores y la marginalidad que los embarga. La directora Mariana Muñoz despliega una alegoría al compás de cuecas urbanas, tangos, baladas, cumbias, boleros y rancheras, graficando los resplandores de un Chile olvidado y en extinción. ÓPERA «MARIA STUARDA» 19 de enero, a las 15:00 horas. Entradas: $25.000 y $30.000.

En directo desde el Metropolitan Opera House de Nueva York llega «Maria Stuarda», de Gaetano Donizetti. La mezzosoprano Joyce DiDonato asume este virtuoso rol del bel canto sobre la condena a María, reina de Escocia. Elza van den Heever es Isabel I de Inglaterra. La régie es de David McVicar y la dirección musical, de Maurizio Benini.

«PAMPINAK: EL TRUCO DE OLEJ» 25 y 26 de enero, a las 19:00 horas; 27 de enero, a las 18:00 horas. Entradas: $10.000 a $16.000. Niños hasta 10 años, desde $5.000.

Regreso de la compañía uruguaya Pampinak, con lo mejor de su repertorio de teatro negro. «El truco de Olej» es un mágico despliegue de marionetas a cargo de seis artistas, bajo la dirección de Martín López Romanelli. El eje temático de esta obra se desarrolla entre la experiencia de lo visual y de lo universal, con el objetivo de generar una máxima experiencia sensitiva. Para espectadores de todas las edades. ÓPERA «RIGOLETTO» 16 de febrero, a las 15:00 horas. Entradas: $25.000 y $30.000.

En esta producción de la Metropolitan Opera House, el régisseur Michael Mayer traslada «Rigoletto» –ambientada en la Italia del siglo XVI– a Las Vegas del Rat Pack que lideraba Frank Sinatra en los años 60. El barítono Zeljko Lucic (Serbia, 1968) protagoniza esta ópera de Giuseppe Verdi. A él se suman Diana Damrau (Gilda), Piotr Beczala (duque de Mantua) y Stefan Kocan (Sparafucile). La mezzo-soprano Oksana Volkova debuta en el Met como Maddalena. Dirige Michelle Mariotti.

Centro Cultural de España Providencia 927 – Teléfono: 2795-9700 www.ccespana.cl

«CINE A LA FRESCA». Enero/Febrero 2013

EXPOARTE 2013 Rocas de Santo Domingo. Colegio People Help People. Hasta el 10 de febrero. Inauguración: 26 de enero, a las 19:00 horas. Entrada Liberada.

EXPOARTE es una de las actividades interesantes para este verano. Organizada por la Agrupación Cultural Rocas de Santo Domingo, se espera que unas cinco mil personas visiten esta atractiva feria que reúne a 85 creadores hasta el 10 de febrero. Distribuida en un total de trece salas dedicadas a las artes visuales, cabe destacar la muestra a cargo de la Asociación de Pintores y Escultores de Chile, que incluye obras de Gracia Barrios, Bororo, Andrés Vio, Manuel Gómez Hassan yTeresa Ortúzar, entre otros, junto a su Presidente, Alex Chellew. Por primera vez, en la Sala Down se dará cabida a las obras de los niños con capacidades diferentes. A los Talleres de Escultura de Consuelo de la Maza, Francisca Cerda, Paula Baraona y del Taller de Escultores de Viña del Mar, se suma un espacio de novedosa artesanía local. En su vigésimo cuarta versión, esta cita es patrocinada por la Embajada de la República Árabe de Egipto.

28, 29, 30 y 31 de enero; 1, 2, 4, 5 , 6 , 7, 8 y 9 de febrero. 21:00 horas. Entrada liberada.

«Cine a la Fresca» es un proyecto del Centro Cultural de España que tiene más de seis años de realización y contempla la exhibición de un ciclo de películas al aire libre. Esta versión 2013 cuenta con premiadas cintas provenientes de Alemania, Argentina, España, Francia, México y Uruguay. Siempre con el ánimo de seguir generando la instancia de ver y de apreciar el cine europeo y latinoamericano, la cartelera incluye los siguientes títulos: Lunes 28/01: «Un cuento chino» De Sebastián Borensztein (2011, Argentina-España), 100 min. Drama.

Lunes 4/02: «El milagro de Candeal» De Fernando Trueba (2004, España), 128 min. Documental musical.

ROBERTO PARRA: «PURA VIDA PURO PUEBLO»

Martes 29/01: «La bicicleta» De Sigfrid Monleón (2006, España), 98 min. Drama.

Martes 5/02: «El viaje de Carol» De Imanol Uribe (2002, España), 104 min. Drama.

Biblioteca Nacional (Avenida Libertador Bernardo O´Higgins, nº 651). Hasta el 28 de febrero. Lunes a viernes, 9:00 a 19:00 horas; sábado 9:00 a 13:45 horas. Entrada liberada.

Miércoles 30/01: «Yo, también» De Álvaro Pastor y Antonio Naharro (2009, España), 103 min. Drama.

Miércoles 6/02: «Mal día para pescar» De Álvaro Brechner (2009, Uruguay-España), 104 min. Comedia dramática.

Jueves 31/01: «Chico y Rita» De Fernando Trueba, Javier Mariscal y Tono Errando (2010, España), 94 min. Animación musical.

Jueves 7/02: «Morirse está en hebreo» De Alejandro Springall (2007, México), USA, 98 min. Comedia.

Viernes 1/02: «El secreto de sus ojos» De Juan José Campanella (2009), Argentina, 126 min. Drama.

Viernes 8/02: «Un novio para Yasmina» De Irene Cardona (2008, España-Marruecos), 97 min. Comedia.

Sábado 2/02: «Tanguy» (Grupo de familia) De Étienne Chatiliez (2002, Francia), 108 min. Comedia.

Sábado 9/02: «Cuatro minutos» (Vier minuten) De Chris Kraus (2006, Alemania), 112 min. Drama.

La Biblioteca Nacional celebra a uno de los más destacados creadores de la cultura popular chilena del siglo XX. Organizada por el Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares, la muestra contempla parte de la herencia artística de Roberto Parra contenida en manuscritos, libros, discos y objetos personales. El recorrido invita al espectador a usar la imaginación para descubrir la vida y obra de este genial autor popular, a partir de la visita de una serie de estaciones de trenes diseñada con la ayuda del artista Ignacio del Real, quien, inspirado por la voz del “tío Roberto”, ilustra los escenarios y fotografía a los que fueron protagonistas de la historia de este representante de nuestra cultura. Información en www.bibliotecanacional.cl


Agenda internacional / enero Agenda

MUSEO DE ARTE MODERNO Nueva York Hasta el 15 de abril www.moma.org TATE MODERN Londres Hasta el 1 de abril www.tate.org.uk

once salas

L

a Tate Modern de Londres expone la influencia de la performance en la pintura de los últimos 60 años. «A Bigger Splash: Painting After Performance», se inspira en la obra homónima de Hockney y revive una de sus coloridas escenas de un chapuzón en una piscina ubicada frente a una casa de estilo moderno, pintada en 1967, en California. Destaca también «Summertime», de Jackson Pollock, un lienzo de cinco metros de ancho que refleja la enormidad geográfica de Estados Unidos, producto de uno de sus viajes por la carretera de la costa, en los años 40. A lo largo de once salas, la galería londinense despliega lienzos, videos y fotografías de más de cuarenta artistas del último siglo, entre ellos, Cindy Sherman, Karen Kilimnik, Hermann Nitsch, Lucy McKenzie o Lynn Hershman. Del artista francés Yves Klein, famoso por sus obras diseñadas con esponjas, la exposición incluye «Anthropometries», una fotografía en blanco y negro en que una mujer desnuda y cubierta de pintura posa sobre un lienzo sin terminar. Una de las salas está adornada por un grupo de espejos cuadrangulares suspendidos en el aire, con los que el artista polaco Edward Krasinski provoca en el visitante la sensación de que el espacio avanza y retrocede. Entre las instalaciones de gran tamaño está «Jean Cocteau...», de Marc Camille Chaimowicz, que refleja cómo los artistas de estas últimas décadas han logrado recrear la idea de un set de actuación en sus creaciones.

HAYWARD GALLERY Londres Hasta el 28 de abril www.haywardgallery.org.uk

48 I La Panera

LUZ Y ESPACIO «Light Show» explora la naturaleza experimental de la luz, reuniendo esculturas e instalaciones que emplean el color para crear condiciones específicas. La exposición muestra piezas que van desde la década de los 60, en las que la luz se utiliza como material para dar forma al espacio, hasta algunos de los trabajos visualmente más estimulantes creados recientemente. El recorrido incluye obras raramente vistas durante décadas, y otras que han sido recreadas especialmente para esta cita en la Hayward Gallery. Se anuncian grandes nombres, entre los que destacan la presencia del artista chileno Iván Navarro junto a David Batchelor, Carlos Cruz-Diez, Olafur Eliasson, Dan Flavin, Ceal Floyer, Jenny Holzer, Ann Veronica Janssens, Anthony McCall, François Morellet, Katie Paterson y Conrad Shawcross.

GALERÍA NEW SOUTH WALES Sydney Hasta el 24 de febrero www.artgallery.nsw.gov.au

CROMATISMO EXUBERANTE Situada en los tranquilos jardines The Domain, a poca distancia del distrito financiero, la Art Gallery of New South Wales es uno de los recintos más destacados de Sydney. En ella, hasta el 24 de febrero se podrá disfrutar de un recorrido por un total de 50 obras de Francis Bacon (1909-1992), el controvertido artista británico figurativo de post guerra. Es un repaso a cinco décadas de trayectoria, desde sus reflexivos trabajos de los años cuarenta, hasta las obras más viscerales y de exuberante cromatismo de los setenta y ochenta. Las piezas proceden de 37 colecciones internacionales, incluyendo las de la Tate Modern y de los museos Metropolitano y de Arte Moderno, de Nueva York.

GALERÍA SERPENTINE Londres Hasta el 27 de enero www.serpentinegallery.org

VELADA SORPRESA La Galería Serpentine de Londres presenta una muestra dedicada al destacado cineasta lituano Jonas Mekas (1922), próximo a cumplir noventa años. Junto a la serie de imágenes extraídas de fotogramas fílmicos así como de proyecciones de películas y de videos especialmente seleccionados para esta ocasión, la propuesta incluye la realización de un seminario y de una velada sorpresa de poesía, música y otras actuaciones protagonizadas por amigos de esta gran figura del cine experimental. Sus obras nos hacen reflexionar sobre nuestra existencia, sobre lo que hemos hecho, lo que no, lo que admiramos, los lugares que hemos visitado, las personas que admiramos y las distintas situaciones que se encargan de marcar nuestro rumbo diario. El propio artista ha declarado que todas sus películas son una misma que continúa, y agrega que cada nuevo filme es la continuación de su propia vida. Dice ser “un filmador”, no un cineasta.Y aunque declara “no hacer películas”, simplemente no para de filmar.

GLADSTONE Nueva York Hasta el 19 de enero www.gladstonegallery.com

PODER Y RELIGIÓN Insectos de diverso tipo, serpientes o arroz, son algunos de los elementos que le gusta utilizar a Huang Yong Ping (Xiamen, 1954) en sus trabajos. Anclado en ideas de la historia de la mitología, la filosofía y la numerología de su China natal, así como también en aspectos del Dadaísmo y del Arte Povera, este creador desarrolla una obra curiosa, con sentido occidental y carácter postmodernista, que cuestiona ideas básicas de la acción del arte. Además, se interesa por la relación entre algunos hitos conocidos de la historia y por los comportamientos sociales asumidos en torno a lo que se entiende por identidad nacional. En 1985, acompañado de cuatro creadores chinos, Yong Ping funda el Xiamen Dada Group, un colectivo que buscaba la reivindicación de la concepción tradicional de belleza y arte. En la Galería Gladstone de Nueva York, el artista presenta una muestra en la que incluye una serie de animales disecados para explorar nociones de tiempo, de caos y de la relación existente entre religión y poder.

PRIMERA VEZ «Inventing Abstraction, 1910-1925» celebra el centenario de una novedosa y audaz propuesta de arte de vanguardia, a partir del trabajo de una red de artistas modernos, entre los que figuran Marsden Hartley (1877-1943), Marcel Duchamp (1887-1968), Piet Mondrian (1872-1944) y Malevich Kazimir (18781935). Esta exposición del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) reúne muchas de las obras más influyentes de la historia temprana de la Abstracción, y cubre una amplia gama de producciones artísticas, entre pinturas, dibujos, libros, esculturas, películas, fotografías, poemas sonoros, música y danza no narrativa.


LACMA LOS ANGELES Hasta el 10 de febrero www.lacma.org

MUSEO DEL PRADO Madrid Hasta el 3 de marzo www.museodelprado.es

POCO COMÚN El Museo de Arte del Condado de Los Angeles (LACMA), California, presenta ocho obras del pintor italiano Caravaggio (1571-1610), uno de los genios más sobresalientes de la historia del arte europeo. «Bodies and Shadows: Caravaggio and His Legacy» reúne además los trabajos de otros importantes pintores que fueron influenciados por este artista, como Diego Velázquez y Simon Vouet. 50 cuadros conforman la exposición, organizada por LACMA, junto a los museos Fabre de Montpellier, des Augustins de Toulouse, y el Wadsworth de Atenas. Una de las sorpresas es «Retrato de Maffeo Barberini», pintado entre 1596 y 1597, y exhibida por primera vez al público hace dos años, en Florencia. Este maestro, cuyo nombre real es Michelangelo Merisi da Caravaggio -región italiana donde nació-, es más conocido por pintar temas religiosos y mitológicos. Su exuberante talento se impuso en Roma, cuando tenía apenas 20 años. Su vida productiva, que abarcó periodos del Barroco y del Renacimiento, duró sólo 15 años. Murió en Grosseto, Italia, luego de huir de una localidad a otra debido a sus permanentes rencillas. TALENTO PRECOZ El Museo del Prado expone noventa pinturas y dibujos realizados por Anton van Dyck (1599-1641). Es la primera muestra que se centra en la obra de juventud de este artista holandés y abarca un período de ocho años: desde 1913, cuando tenía sólo 14 años y trabajaba al servicio de Rubens (1577-1640), hasta finales de 1621, momento en que partió de Amberes a Italia. El recorrido cuenta con obras maestras como «El Prendimiento» y «San Jerónimo en el desierto», y permite apreciar el talento precoz de uno de los creadores clave en la pintura del siglo XVII, gran impulsor del trabajo al óleo.

FUNDACIÓN CARTIER París Hasta el 17 de marzo fondation.cartier.com

EXTRAVAGANTES Con «La sombra de la risa loca», la Fundación Cartier para el Arte Contemporáneo de París despliega la obra del creador chino Yue Minjun, tan célebre como discreto. Coloridos personajes de aire embrujado y de risas enigmáticas abordan –desde el cinismo, la ironía y una estética difícilmente interpretable– el contexto social de la China moderna y las características de la condición humana en la sociedad contemporánea. Cuarenta pinturas y un centenar de dibujos llaman poderosamente la atención del espectador por los rostros representados: boca abierta, ojos cerrados y la fijeza de las máscaras convierten a estas obras en piezas impenetrables y extravagantes.

MUSEO METROPOLITAN Nueva York Hasta el 17 de marzo www.metmuseum.org

AUTOEXIGENCIA El Museo Metropolitano de Nueva York presenta hasta el 17 de marzo la exposición «Matisse: En busca de la verdad de la pintura», un recorrido por el proceso pictórico del artista a través de 49 óleos. En Matisse (1869-1954), la creación no fue sólo un medio sino una dimensión del arte. Durante su carrera se cuestionó, replanteó y revaluó su propio trabajo, repitiendo composiciones y comparando los resultados para alcanzar la perfección. Esta cita devela su extenuante autoexigencia para transgredir las convenciones del arte contemporáneo y su necesidad de progresar metódicamente de una pieza a la siguiente, poniendo de manifiesto la dificultad del propio autor, líder del Fauvismo, a la hora de dar por cerrado un ciclo pictórico.

CENTRO GEORGES POMPIDOU París Hasta el 25 de marzo www.centrepompidou.fr

todo dalí

L

a exposición dedicada a Dalí en el Centro Georges Pompidou, reivindica a este genio del Surrealismo como una de las figuras capitales que renovaron el arte del siglo XX. Es una de las muestras más completas realizadas hasta el momento en homenaje al artista catalán, la misma que podrá ser visitada en la capital francesa hasta el 25 de marzo, ya que luego viajará a Madrid para presentarse en el Museo Reina Sofía, a partir del 24 de abril. A través de más de 300 piezas (pinturas, esculturas, dibujos, fotos, cortos cinematográficos), esta imponente propuesta está comisariada por Jean-Hubert Martin, Montse Aguer, Jean-Michel Bouhours y Thierry Dufrêne. El recorrido se desarrolla cronológicamente, partiendo con la primera sección titulada «Lo ultra local y lo universal», para continuar con «El Surrealismo y el método paranoico-crítico», «Mitos e historia», «Teatralidad», «Ciencia, mística y teoría» y, por último, «Autorreferencias y grandes máquinas».

NATIONAL GALLERY OF VICTORIA Melbourne Hasta el 17 de marzo www.ngv.vic.gov.au

CAJitAS DE LUZ El canadiense Jeff Wall (1946) es uno de los más inquietantes e influyentes artistas actuales del llamado movimiento Fotoconceptualismo. Sus trabajos, que parecen situarse entre los medios de comunicación y la creación plástica, son producto tanto de su profundo conocimiento de la historia del arte como de las teorías que la sustentan. Sus escritos lo sitúan entre los pensadores más renombrados en el ámbito de la teoría cultural. La National Gallery de Victoria, en Melbourne, Australia, presenta una serie compuesta por 26 de sus mejores fotografías, incluyendo sus conocidas cajas de luz, así como algunas de sus gigantografías más relevantes.

MUSEO HIRSHHORN Washington Hasta el 24 de febrero www.hirshhorn.si.edu

DIVERSIDAD DE MEDIOS Con sus trabajos, Ai Weiwei (1957) ha puesto en evidencia internacionalmente el rostro menos amable del sistema que rige su país. Nacido en Beijing, viajó a Estados Unidos en 1981 y dos años más tarde se mudó a Nueva York para estudiar en el Parsons School for Design. En 1993 regresó a China porque su padre –el poeta Ai Qing, perseguido por el gobierno– había enfermado. La muestra en el Museo Hirshhorn de Washington contempla 40 piezas que reflejan la diversidad de medios empleados por este creador para seducir al público, con elementos que van desde lo puramente conceptual hasta lo más comprometido políticamente. La cita incluye piezas como «Cube Light» (2008), la misma que forma parte de la colección permanente de este recinto. La Panera I 49


[ popurrí | por luciano lago ]

AÑORADO SILENCIO Durante los años en que Arturo Toscanini (1867-1957) fue director de orquesta en la Metropolitan Opera House de Nueva York, tuvo varios altercados verbales con ciertas cantantes demasiado sensibles. En un ensayo, después de cambiar gritos con una soprano, Toscanini se puso a trabajar en un número en que intervenía el cuerpo de ballet. Al ver deslizarse ágilmente por el tablado a la primera bailarina, cambiando su expresión de ceñuda a benevolente, el músico exclamó: –¡Qué maravillosa es! ¡Estuvo en el escenario diez minutos y ni una sola vez abrió la boca!

EN NO PEDIR NO HAY ENGAÑO Hans Christian Andersen (18051875), el célebre autor de cuentos infantiles, fue invitado por el rey de Dinamarca, quien quería conocer detalles de la vida del afamado escritor. Al ser consultado en qué consistía su vida y qué necesitaba, Andersen respondió que su vida era su trabajo, sus cuentos y que no necesitaba nada más. Cuando un funcionario de la corte salió a despedirlo, le dijo: – Su Majestad deseaba favoreceros de alguna forma, lástima que no hayáis pedido nada.

urbujeante publicista Una vez preguntaron a Madame Lily Bollinger, directora durante 30 años de la famosa empresa fabricante del champaña que lleva su nombre, si ella bebía el espumante de su marca. –Lo tomo cuando estoy triste, o cuando me siento alegre. A veces también cuando me siento sola; y si tengo visita, naturalmente, es lo único que sirvo. Si estoy desganada, tomo un poquito, y lo paladeo de veras cuando tengo hambre. Aparte de eso, ni siquiera lo pruebo, a menos que tenga sed–, explicaba la ejecutiva, incansable promotora de la champagne preferida de James Bond.

DURA REALIDAD La célebre cantante y actriz Barbra Streisand recuerda su niñez en el barrio neoyorquino de Brooklyn: –Éramos sumamente pobres entonces, pero teníamos muchas de esas cosas que no se compran con ningún dinero... como, por ejemplo, cuentas sin pagar. PREVISOR Un multimillonario preguntó una vez a Pablo Casals (18761973): –Quisiera saber si el día que yo muera, usted aceptaría tocar algo en mis funerales. –Con mucho placer, caballero, ¿qué le gustaría escuchar?–, respondió el célebre compositor, director de orquesta y violoncelista español.

rabajo de equipo Es sabido que Alejandro Dumas (1802-1870), creador de «El Conde de Montecristo», contaba con un equipo de colaboradores que a menudo le ayudaba a terminar sus novelas. Generalmente, él recogía los datos, esbozaba la trama y sus ayudantes la escribían. Sólo así pudo publicar tanto en tan poco tiempo. En una ocasión, su hijo, Alejandro Dumas (1824-1895), autor de «La Dama de las Camelias», reprochó a su padre la gran cantidad de colaboradores que tenía. –Hijo mío, todas las grandes obras se han hecho en colaboración..., por ejemplo, tú–, se defendió el escritor.

USTO “¿Miedo?” Sí, Alfred Hitchcock, el más famoso director de películas de terror y suspenso, disfrutaba la palabra con el placer de un sibarita. En su biografía escribió: “El miedo es una emoción fundamental, ¿verdad? Al fin y al cabo, ¿qué incita a una madre, teniendo en los brazos a su hijo de tres meses, a decirle: ‘¡Bú!? Todas las madres hacen lo mismo, bien lo saben ustedes. Al decirle ‘¡Bú!, ella le da al niño un susto mayúsculo. Al pobrecito le da hipo y hay que consolarlo y darle palmaditas en la espalda. ¿Qué hace a la madre decir ¡Bú!? Lo ignoro... Pero ese es el elemento principal de mis películas”.

PROPORCIONES El Príncipe Rainiero y la princesa Grace, gobernantes del diminuto principado de Mónaco, visitaron Houston, Texas, donde los llevaron a conocer el Astrodome, enorme estadio cubierto. –¿No les gustaría tener el Astrodome en Mónaco?, preguntó a los príncipes el juez Roy Hofheinz, propietario del estadio. –Sería magnífico, contestó Rainiero. Así tendríamos el único país bajo techo que habría en el mundo. VALE UN VIRÚ Virú es una expresion muchik que posiblemente signifique “agricultura variada”. El reino sudamericano Virú era muy floreciente y reconocido en la región en 1530, fue el último conquistado por los incas. Cuando los españoles llegaron a este reino, preguntaron a unos indios cómo llamaban ellos al lugar, ellos respondieron “Virú” Los españoles entendieron “Perú”, de ahí el nombre.




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.