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Podría ser Chile el primer país desarrollado de Latinoamérica
Socio Fundador de ABC Metrics, consultora de estrategia de negocio
Twitter: @maueliasc
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POR MAURICIO ELÍAS
Cuando hablamos de democracia en Latinoamérica, tenemos que viajar hasta el país más alargado y angosto del cono sur, Chile. Los electores del país andino lograron un hito muy importante, que un joven de apenas 35 años - 36 a la hora que asuma la presidencia - ganara la segunda vuelta o balotaje para ser el presidente más joven del país que cuenta con poco más de 19 millones de personas, según el Censo de 2020.
En los últimos dos años, Chile ha sido un punto de referencia para Latinoamérica, hace apenas el pasado 18 de octubre de 2019, la ciudadanía salió a las calles de Santiago a manifestarse por el alza del pasaje del Metro en Santiago, la capital. Dichas protestas fueron replicadas a lo largo del país, principalmente en las ciudades más grandes del país como Viña del Mar, Valparaíso y Concepción. En las protestas se pedía mayor igualdad social y económica, Chile es considerado el tercer país más desigual de los considerados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Las protestas llevaron a que la administración saliente convocara un plebiscito para consultar a la ciudadanía si quería que se redactara una nueva constitución con el propósito de hacer cambios sustanciales en el aparato institucional, así como, qué órgano debería redactarla:
Fotografía de entrada de Gabriel Boric dando su discurso de la victoria en 2021 por Fotografoencampana - Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=113694790
Una Convención Mixta, con representantes populares y parlamentarios en funciones, o una Convención Constituyente, con representantes populares elegidos exprofeso para ese trabajo. Nuevamente la ciudadanía chilena tomó una decisión histórica, la nueva constitución está siendo redactada por ciudadanos elegidos exprofeso para dicha actividad con una representación paritaria entre mujeres y hombres, además de asegurar que los pueblos originarios tengan representación en la misma.
La nueva constitución tendrá que ser aprobada por la ciudadanía en la segunda mitad de este año y se vislumbra que haya cambios significativos en el sector salud, sistema de pensiones y en educación.
En cuanto al sistema de salud, este podría pasar de un sistema mixto, -en el cual, la atención médica depende de los ingresos de los trabajadores: si el ingreso del trabajador o trabajadora es alto, entonces puede acceder a una buena atención de salud privada, en cambio, si el ingreso del trabajador o trabajadora es bajo, tendrá acceso al sistema público de salud que está caracterizado por largos tiempos de espera y saturación, lo que lleva a una mala calidad- a un sistema universal de salud, emulando las mejores prácticas a nivel mundial.
Concerniente a las pensiones, el sistema actual en Chile está basado en un sistema individualizado (sistema de capitalización) y los fondos de retiro son administrados por empresas privadas llamadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Sin embargo, los primeros pensionados bajo este sistema han notado que las pensiones recibidas después de su etapa laboral no son suficientes. Por lo que se pretende pasar de un sistema de capitalización individual a un sistema mixto estructurado con parte privada y con parte pública. Por ejemplo, el Estado lo regula y realiza los pagos, pero la gestión del capital corre por parte de una entidad privada.
Y, por último, en el sistema educativo que, como el sistema de salud, tiene una estructura mixta, en donde lo público está caracterizado por estar saturado y lo privado, en el cual la calidad la determina la escuela que se pueda pagar. En cuanto al ambiente empresarial, Chile en los últimos años ha dado pasos significativos para establecer mejores condiciones para las empresas. La Ley de pago a 30 días promulgada en 2019, obliga a pagar en un plazo máximo de 30 días a las empresas las facturas recibidas. Dicha ley favorece en mayor medida a las medianas y pequeñas empresas que no cuentan con suficiente capital de trabajo y el acceso a financiamiento es más complicado que para las grandes empresas.
Asimismo, en el año 2016, se promulgó la Ley de reciclaje que impone a las empresas el financiamiento y metas de recolección y valorización de los residuos que generan sus productos. Esta ley también obliga a reciclar dentro de las oficinas y establece puntos y días de recolección específicos por cada tipo de residuo. Una medida que ha cobrado gran relevancia durante la pandemia fue la modificación de la Ley de teletrabajo o trabajo a distancia que fue modificada y publicada en los primeros días para evitar contagios (26 de marzo de 2020). Sin embargo, esta ley ya había sido creada, las modificaciones motivadas por esta posibilitaron que los trabajadores chilenos pudieran quedarse en casa a laborar durante la etapa más álgida de crisis por la COVID-19.
En suma, el país andino tiene una posibilidad histórica de pasar de un país en vías de desarrollo a un país desarrollado si logra consolidar la agenda de cambios que la siguiente administración prometió en campaña, que podría facilitarse si una nueva constitución más incluyente es aprobada más adelante en este año.=