Primer semestre 2012
Grupo de Estudios Internacionales Contemporรกneos
LOS EJES DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
GEIC.Internacional
GEIC_
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Director General Federico Trebucq Director Académico Joaquín Coniglio Director de Contenidos Nadia Nasanovsky Investigadores Luciano Liendo Santiago Calvo Virginia Iribarne Comisión Directiva GEIC Federico Trebucq Joaquín Coniglio Nadia Nasanovsky Virginia Iribarne Luciano Liendo Santiago Calvo Federico Magra Ignacio Romanutti Verónica Cipolatti Oscar Oñativia Diseño editorial Estefanía Borda Bossana Editorial GEIC Crisol 263 PB “C” – Córdoba – Argentina ISSN
Introducción Los asuntos mundiales que ocupan la portada de diarios y revistas en su sección de “internacionales”, al igual que la realidad global imperante, son diversos, complejos y, en particular, realmente cuantiosos. Por ello,
el objetivo de este documento es presentar las principales temáticas en torno a las cuales se centraron las Relaciones Internacionales en el primer semestre del año, y sobre las que continuará focalizada la atención mundial en los próximos meses.
Con ese propósito, el documento “Los Ejes de las Relaciones Internacionales”, es una iniciativa del Grupo de Estudios Internacionales Contemporáneos que pretende desentrañar los temas candentes de la agenda internacional y así, aportar un análisis que vaya más allá de los sucesos inmediatos, sin olvidar la actualidad global.
Los Ejes seleccionados se vinculan con los sucesos internacionales recientes que están instalados en las discusiones internacionales y que tendrán repercusiones en el corto y/o mediano plazo. Es pertinente esta
aclaración, dado que si bien desde GEIC se sostiene que se están gestando cambios estructurales a nivel
mundial, esto no deja de lado que, en el horizonte más cercano, haya temas que acapararán mayormente la atención mundial.
En este marco, las temáticas seleccionadas y analizadas serán: 1.
Crisis Europea
3.
Elecciones Presidenciales 201
2.
Inestabilidad en Medio Oriente
Crisis Europea La crisis europea puso en evidencia las debilidades
económicas de la Unión, permitiéndole imprimir
Continente. Las sustantivas diferencias entre las po-
economía germana, con una sólida base industrial
subyacentes en el proceso de integración del Viejo líticas económicas de los miembros de la eurozona
dieron paso a la inestabilidad de la región, obligan-
do a los gobiernos a salir en ayuda de las economías más expuestas e incluso a replantearse el futuro de la Unión Económica y Monetaria. A pesar de ello,
toda crisis también representa una oportunidad: aquella falta de acuerdos explícitos sobre políticas
fiscales dieron paso al Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en el cual se promueve una
nueva cesión de soberanía hacia las estructuras comunitarias.
Si bien aún debe ser ratificado por la mayoría
de los gobiernos, dicho tratado contiene implícita
una germanización de las economías de la eurozona, impulsando la constitucionalización de la regla
de oro que requiere un equilibrio entre ingresos y gastos públicos. En la antípoda de la política económica europea, el crecimiento se hace presente en la agenda económica de la región de la mano del nuevo
regente en el Eliseo, François Hollande, induciendo a su vez a flexibilizar los discursos focalizados en la austeridad.
Desde el comienzo de la crisis, Alemania
ha tomado las riendas de las decisiones políticas y
su visión de cómo hacerle frente. La fortaleza de la
y competitiva capaz de soportar un euro aún más
fuerte, y su capacidad para sortear los vientos de recesión que golpean al continente, le permiten ocupar ese lugar.
A su vez, estas acciones no han presentado
un vigoroso cuestionamiento por parte de sus socios dado que coexistió en la región un consenso político acorde con los parámetros alemanes de austeridad. En efecto, la histórica función de contrapeso francés
quedó relegada a un acompañamiento de las políticas esbozadas en Berlín, ratificando de esta manera
que las cumbres celebradas por el tándem Mercozy definiesen el futuro accionar de la eurozona.
La postura germana era clara: conociendo
las consecuencias de un derrumbe del euro estaba
dispuesta a sostenerlo, pero no a cualquier precio. Acompañó los consecutivos desembolsos a las economías más frágiles, aunque de manera sucinta y
bajo la condicionalidad de ajustes internos y mayores controles externos en cada uno de ellos, avaló la
renegociación de la deuda griega y aceptó la creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), ins-
trumento que permitirá ayudar con financiamiento
a otros países europeos afectados por la crisis y que
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sustituirá a largo plazo el Fondo Europeo de Estabi-
ropea, que podrá vetar las cuentas públicas anuales
de rescate europeo. Por otra parte, el MEDE será un
lidad Financiera.
Sin embargo, la ayuda germana encontró su
límite frente a la potencial emisión de eurobonos que permitiesen solidarizar las deudas o frente a la
creación de moneda por parte del Banco Central Eu-
ropeo (BCE). El fantasma de la inflación en Alemania llevó a plasmar su visión en la constitución del BCE,
dejando de lado cualquier posibilidad de inundar la
eurozona con emisión monetaria. Por otro lado, según Merkel, una emisión de eurobonos “igualarían
las tasas de interés de todos los países y eso nos impediría saber dónde están los problemas”. Es decir,
que se autorizaría a que los gobiernos mantengan
una laxitud en sus políticas fiscales en detrimento de aquellas economías ordenadas.
En esta dirección, se impulsó un singular
acuerdo denominado Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Mo-
netaria. El Tratado contiene dos grandes incentivos: la credibilidad que otorga constitucionalizar la llamada regla de oro y el acceso a los fondos del MEDE.
En primer lugar, los adherentes al nuevo tratado
constitucionalizarán la regla de oro presupuestaria,
que requiere un equilibrio entre ingresos y gastos públicos, estableciéndose el tope máximo de déficit
público estructural en el 0,5% sobre el PIB. De esta manera, Alemania busca germanizar las políticas fiscales de sus socios y, para asegurar su cumplimiento,
los presupuestos y las políticas de reforma estructural pasarán a estar supervisados por la Comisión Eu-
si los países están recibiendo financiación del fondo instrumento económico de gran relevancia, con una
capacidad efectiva de préstamo de 500.000 millones de euros.
Entre las particularidades de este Tratado se
puede observar que, por primera vez en la historia del proceso de integración europea, no se estable-
ció el requisito de la unanimidad para su entrada en
vigor, sino que quedó supeditada a que 12 de los 17 miembros del euro ratifiquen el Tratado. Portugal,
Grecia y Eslovenia ya hicieron lo propio, sin embargo Irlanda optó por realizar un referéndum para
incorporarlo a sus políticas nacionales, dado que el tratado modificaría su Constitución, obligando al Gobierno a celebrar la consulta popular.
Frente aquel escenario de austeridad re-
gional esbozado a finales de 2011, las elecciones en Francia vinieron a modificar profundamente el
espectro político y económico de la UE. La posibilidad de una victoria del candidato de izquierda en la
primera vuelta en abril de este año produjo una alteración de la visión económica centrada en el control de las políticas fiscales. Desde ese momento, el
crecimiento económico comenzó a tomar cuerpo y a hacerse presente en los debates sobre el futuro de la UE.
Finalmente, la victoria de Hollande puso
sobre la mesa la necesidad de incluir políticas que potencien la reactivación económica y se planteó la
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posibilidad de renegociar el pacto fiscal. A su vez, los
ha perdido el apoyo de la ultra-derecha, obligando a
gobierno, sino que también tienen la mayoría en el
lado, el respaldo brindado por el G-8 a la necesidad
socialistas no solamente ganaron la presidencia y el Senado, la totalidad de las presidencias regionales, más de la mitad de los departamentos del país y la
mayoría de los gobiernos de las grandes ciudades. La segunda vuelta de las elecciones legislativas, celebradas a mediados de junio, otorgó también la mayoría en la Asamblea Nacional, generando una concentración de poder nunca antes vista en Francia.
En respuesta a esta situación, Merkel ha ma-
nifestado que una modificación del nuevo tratado es inviable, aunque se mostró dispuesta a realizar
concesiones. La flexibilización de la postura alemana responde no sólo a las presiones del nuevo presidente francés, sino también a una serie de limitantes internos y externos.
Entre las variables internas es necesario
comprender que la ratificación del Pacto Fiscal necesita dos tercios de ambas cámaras, lo que obliga a negociar con la socialdemocracia. Esta, por su parte,
se ha visto revitalizada por la victoria electoral en Francia, permitiéndole erguirse con mayor firmeza
a la hora de exigir la inclusión de incentivos al crecimiento en el tratado.
Entre los factores externos, se encuentran
el posible rechazo al pacto fiscal de un aliado his-
tórico de Alemania, como es el caso de Holanda. A pesar de lograr un ajuste presupuestario de emer-
gencia que respeta el 3% de déficit impuesto por Bruselas, el gobierno de liberales y democristianos
realizar nuevas elecciones en septiembre. Por otro
de promover el crecimiento y los empleos puede ser visto como un triunfo de Hollande sobre la canciller
alemana, al imponer su visión en el foro económico mundial más importante.
Como consecuencia de estas acciones se han
bosquejado una serie de medidas -aún por aprobarque permitirían promover la reactivación económica en la UE. Hoy en día parecen factibles la aproba-
ción de la tasa Tobin, el impulso al Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el uso inmediato de los fondos estructurales bloqueados para estimular el crecimiento. •
El primero de ellos es un impuesto global a
las transacciones financieras que podría ayudar a
ponerles un límite, algo que hubiera sido inimaginable en los tiempos previos al colapso financiero
de los últimos años. Dicho impuesto recaería sobre
todo movimiento, bien de compraventa de bonos o de contratos sobre derivados financieros. •
La siguiente medida apunta a recapitalizar
el BEI con 10.000 millones de euros. Si no fuera posible por la asfixia presupuestaria en las capitales
europeas, los planes de Bruselas pasan por hacer ingeniería financiera: inyectar hasta 11.700 millones
procedentes del dinero del presupuesto europeo no gastado en el fondo de rescate, como garantía para activar proyectos de infraestructuras, energía verde
y tecnologías avanzadas público-privados a través
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de los llamados Project Bonds. Ese dinero se utilizaría como palanca para atraer unos 200.000 millones de euros del sector privado.
A modo de cierre, se pueden observar dos
grandes aspectos que dificultan una pronta salida de la recesión que atraviesa el continente. Por un lado,
además de la necesidad de avanzar en la resolución de los controles fiscales y en la creación de mecanismos que fomenten el crecimiento económico, la UE
sigue atravesando problemas cotidianos que obsta-
culizan su recuperación. Hoy, los temores causados por los problemas del sistema bancario de España y el riesgo de una salida de Grecia de la zona del Euro son claros ejemplos de ellos.
Por otro lado, y a pesar de los avances hacia
una Europa más integrada, la Comisión se presenta aún carente de impulso político, expectante de las
decisiones que se tomen en Berlín y París. Por consiguiente, esta crisis no hizo más que refrendar el
hecho de que el Estado-Nación sigue siendo el epicentro de la toma de decisiones políticas, regla que rige, al menos, para aquellos Estados de mayor peso.
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La Inestabilidad en Medio Oriente La actual situación en Medio Oriente nos lleva a re-
El Conflicto y la Violencia en Siria
ki, ex asesor de seguridad nacional de Jimmy Carter,
tocracia de al-Asad2 ha cumplido su año de vida, y
pensar la región dentro de lo que Zbigniew Brzezins-
definió hace más de tres décadas como el “Arco de
pese a la supervivencia del régimen y a la tenacidad
Crisis”1. Este arco atraviesa desde el subcontinente
indio en el este hasta el cuerno de África en el oes-
te, donde Medio Oriente aparece como su núcleo
central. La actual guerra en Afganistán, la retirada en curso de Irak, el despertar árabe, la situación en Siria, los movimientos terroristas que surcan el medio oriente ampliado, el programa nuclear iraní, las
cuestiones de seguridad de Israel; son todos indicadores de que una de las regiones geopolíticas más
importantes del planeta, se ha estado recalentado en este último tiempo.
La abrumadora cantidad de situaciones
planteadas y la complejidad de todas ellas, se han ido tratando de forma detallada en GEIC, por lo cual
este trabajo sólo busca detenerse en analizar el incremento de la conflictividad y la violencia en Siria y
los avances y contramarchas en el programa nuclear
iraní. Nuestro interés, se refuerza en la importancia geopolítica de ambos casos y los correlatos políticos que de ellos se derivan para la (in)estabilidad de la región.
Hoy por hoy, la rebelión siria contra la au-
de la oposición, la situación parece haber desembocado en un punto muerto. Lo problemático del caso radica en que las opciones que se vislumbran en el
corto plazo no logran destrabar el conflicto, y muchas de ellas, por su timidez, no harían más que profundizar la violencia abriendo las puertas hacia una guerra civil extendida.
Los orígenes de la revuelta en Siria no difie-
ren en sus condiciones subyacentes del resto de los levantamientos en el mundo árabe: falta de oportunidades políticas y económicas para la juventud, corrupción endémica de las clases gobernantes, autoritarismo y arbitrariedad en el uso del aparato estatal,
saqueo de las riquezas nacionales y profundización de las desigualdades sociales, entre otras. Frente a este marco común, el llamado a la realización del
“Día de la Ira” en febrero de 2011, se convirtió en la mecha que incendiaría al país y daría comienzo a
los brotes de violencia y al posterior surgimiento de una oposición armada, frente al accionar punitivo de los aparatos policiales y de seguridad del Estado3.
Singh, J. (2012), “Return to the Arc of Crisis”, Project Syndicate, February 21. Disponible en: http://www.project-syndicate.org/ commentary/return-to-the-arc-of-crisis 2 Contabilizando desde la llegada al poder de Hafez al-Asad, padre del actual presidente, la familia al-Asad lleva en la actualidad más de 30 años en el poder. 3 El sistema de seguridad del régimen está compuesto por: los servicios de inteligencia (mujabarat), las fuerzas de seguridad o mercenarios (shabihas) y las FFAA (300.000 miembros). 1
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La actual imposibilidad de romper el punto
dos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas
se explica tanto por condicionantes internos como
problemáticas a la paz y a la seguridad internaciona-
muerto entre las fuerzas de oposición y el régimen, externos. Las Fuerzas Armadas Sirias y sus aparatos de seguridad han ejercido, desde los comienzos del levantamiento, una función clave a la hora de evitar
la caída del régimen. Por su parte, la oposición, si bien ha permanecido segmentada hasta al momento, ha ido creciendo en peso y ha conseguido com-
plicar el despliegue y las operaciones de las fuerzas oficiales.
Pese a sus logros, la oposición no ha alcanza-
do todavía un grado de unidad operativa y de con-
senso sobre algunas temáticas decisivas, como la
(CSNU), evidencian que las instancias para atacar las les continúan estando teñidas de las prerrogativas de poder a las que aspiran los responsables máximos
de este órgano. La oposición china5 y rusa a repetir
la experiencia de Libia en Siria, se ha evidenciado en su continua negativa a aprobar una resolución del
CSNU que inste al uso de la fuerza en “el Levante”. El telón de fondo que amalgama a ambos países es evitar la injerencia de potencias extra-regionales en los
asuntos internos, con la vista puesta en sus propios conflictos. En el caso particular de Rusia, los víncu-
los económicos y militares con Damasco6 y el temor
invitación a una intervención militar externa, el pro-
a perder su último aliado fiel en la región, refuerzan
sionamiento de las fuerzas rebeldes4. Las divisiones
ceso de diálogo con el régimen Alauita y el aprovi-
entre el Consejo Nacional Sirio en el exilio, donde
los Hermanos Musulmanes retienen un gran peso, el Ejercito Libre de Siria que opera en el terreno y el Cuerpo Nacional de Coordinación para el Cambio
Democrático (NCB por sus siglas en inglés); elevan
la desconfianza de los actores internacionales sobre el futuro del país si el régimen cae, y disminuyen las
posibilidades de que la oposición en su conjunto actúe como un actor unificado.
A nivel internacional, los sucesos aconteci-
su accionar en el foro.
El resto de los miembros del Consejo, y Occi-
dente en su conjunto, han condenado enérgicamen-
te el hostigamiento que Damasco ha realizado sobre su población y la violación sistemática a los Derechos Humanos. Sin embargo, el temor a que el vacío
de poder incendie las líneas de fractura internas del
país y se esparza por la región, activando conflictos latentes o potenciales, como el de Líbano o la transición en Irak, es algo que preocupa de sobremanera a Occidente. Para ellos, lo que está en juego en Siria, es la estabilidad misma del conflicto suní-shií que
Sayigh, Yezid (2012), “The Coming Test of the Syrian Opposition”, Carnegie Endowment for International Peace, April 19. Disponible en: http://carnegieendowment.org/2012/04/19/coming-tests-of-syrian-opposition/acqs 5 Ver Tsang, S. (2012), “Chinas´s Syrian Folly”, Project Syndicate, February 8. Disponible en: http://www.project-syndicate.org/commentary/china-s-syrian-folly 6 Rusia no sólo posee una base militar en Tartus en la costa siria, sino que también ha firmado numerosos contratos de venta de armas al régimen, muchos de los cuales están en vigencia en el momento. 4
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surca toda la región, así como la pulseada constante
to, es que actualmente se enmarca la situación de
bién preocupa que la anarquía en Siria se traduzca
sucumbiendo, pero el temor a las implicancias de
entre opciones de gobierno laicas e islamistas. Tamen un caldo de cultivo para el ingreso de Al-Qaeda y de otros movimientos terroristas.
A nivel regional, las implicancias del conflic-
to sirio se traducen en la disputa por el poder regional entre el Consejo de Cooperación del Golfo, liderado por Arabia Saudita y que aglutina a países de
confesión suní, y el polo de resistencia Irán-Siria, defensores del shiismo en la región. La Liga Árabe por su parte, si bien ha suspendido al país en noviembre
último, no parece ser el ámbito indicado para promover iniciativas de peso en la solución del con-
flicto, como su tenue misión de observadores lo ha demostrado. Turquía, por su parte, ha tomado una posición severa de condena a Bashar al-Asad y de
acercamiento a la oposición, especialmente al Con-
Siria. Ya pocos dudan de que el régimen terminará tomar parte en la solución frente a un escenario tan
imbricado, es lo que ha frenado acciones directas de los actores externos. Pese al papel jugado por Da-
masco en la resistencia a la influencia occidental en
la década pasada, el régimen espantaba gran parte de los fantasmas que hoy se les aparecen a occidente cuando piensa la Siria post al-Asad y en manos de una oposición fragmentada. En esta línea, el plan
propuesto por el ex Secretario de Naciones Unidas, Kofi Annan, pareciera que sólo buscó darle una última oportunidad al régimen para alcanzar una salida
negociada. Sin embargo, la foto de Mubarak tras las rejas en Egipto, le recuerdan a Bashar al-Asad y a su círculo íntimo que deben resistir hasta el final.
sejo Nacional Sirio. La respuesta de Damasco a las
El Programa Nuclear Iraní
ción, al igual que en los años ‘80 y ‘90, del Partido de
del programa nuclear iraní, con fuertes implicancias
políticas de Ankara se ha evidenciado en la reactiva-
los Trabajadores Kurdos. Por su parte, la postura de
sobre la estabilidad regional, las rondas de negocia-
Israel ante el régimen es ambivalente. Por un lado,
su caída debilitaría a Irán, desde donde provienen hoy las mayores preocupaciones de Tel Aviv. No obstante, el desmoronamiento de la autocracia de alAsad rompería la tranquilidad en la única frontera segura del país.
En la complejidad de este contexto y en la
configuración de las diferentes aristas del conflic7
En lo relativo al tratamiento internacional
ciones entre el P5+17 e Irán en Estambul y Bagdad,
han vuelto a posicionar en la agenda diplomática internacional la “cuestión iraní” y las ambiciones nucleares del régimen. Las nuevas rondas no sólo han
devuelto a Irán a la mesa de negociación, sino que también han abierto una ventana de oportunidad
para buscar y alcanzar una solución negociada sobre las cuestiones sensibles de su programa nuclear,
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China, Rusia (miembros del CSNU) + Alemania.
Los ejes de las Relaciones Internacionales
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tales como el nivel de enriquecimiento de uranio y
sus verdaderas intenciones. Si bien Irán expone que
das se desarrollan en un contexto de tensión donde
que el control del ciclo en su totalidad convierte al
las inspecciones de la OIEA. No obstante, estas ronBarack Obama expresó que Estados Unidos no aceptará un Irán con armas nucleares8.
El programa nuclear iraní tuvo sus orígenes
en los años ‘70 bajo el gobierno del Sha Reza Pahle-
vi. Pensado en un marco dual, pero expuesto como
un programa con fines civiles y pacíficos, Irán como firmante del Tratado de No Proliferación (TNP) ha-
cía uso de sus derechos soberanos e internacionales para el uso y producción de energía nuclear9. La Revolución Islámica de 1979, suspendería el programa
en pos de abocar sus energías a solucionar otros
problemas y a cimentar las recientes conquistas políticas.
Adentrado el Siglo XXI, Irán retomaría su
programa nuclear, profundizado en 2005 por el ac-
tual presidente Ahmadineyad y dando origen así a la actual crisis que enfrenta al país con la comunidad internacional. La reactivación de dicho programa, el encubrimiento en primera instancia de sus
capacidades y el confesado deseo iraní de controlar técnicamente todo el ciclo nuclear10 ; activaron
los temores de la comunidad internacional frente a
ejerce su legítimo derecho, sus detractores alegan
régimen de los ayatolas en una potencia con “capacidad nuclear militar” de facto. Lo que preocupa en
este punto ya no es una cuestión técnica, sino la imposibilidad de precisar las intenciones del régimen.
Las motivaciones de Irán para alcanzar sus
objetivos son variadas. El control completo del ciclo nuclear elevaría su posicionamiento regional, le
otorgaría prestigio internacional y serviría como un arma de disuasión frente a la injerencia externa. En este punto, no es casual que se haya reactivado el
programa en el marco de la guerra de Afganistán e
Irak y el desembarco norteamericano en la región bajo la administración Bush. Por otra parte, para
Irán el programa en cuestión es ya una temática de orgullo nacional que se refuerza en el recuerdo de la
guerra contra Irak en los ‘80, donde Bagdad utilizó armas químicas en los campos de batalla frente a la
impotencia del régimen. Finalmente, el desarrollo
nuclear ha permitido distraer en el país las convulsiones internas y aunar posiciones, retratando al
accionar internacional como un acto injusto que ex-
cede la cuestión nuclear y que busca atentar contra
Goldberg, Jeffrey (2012), “Obama to Iran and Israel: ‘As President of the United States, I Don´t Bluff ’”, the Atlantic, March 2. Disponible en: http://www.theatlantic.com/international/archive/2012/03/obama-to-iran-and-israel-as-president-of-the-united-statesi-dont-bluff/253875/ 9 Teherán firmó en 1968 y ratificó en 1970 el TNP. 10 El ciclo implica la obtención del Uranio en estado natural, su enriquecimiento y el reprocesamiento de los residuos, es decir el Plutonio. El Uranio de bajo enriquecimiento (hasta el 20% del isótopo 235 activo en el Uranio 238) es el que se utiliza para fines pacíficos y civiles. Un enriquecimiento tanto del Uranio como del Plutonio, superior al 90%, permite la construcción de armas nucleares. La importancia de controlar el ciclo, radica en que el salto del 20%, la capacidad que hoy Irán ya ha alcanzado, al 90% no es tan complicado y no lleva tanto tiempo. Ver: De Salazar, Gonzalo (2010), “El desarrollo de la energía nuclear y los riesgos de proliferación: el caso de Irán”, Real Instituto Elcano, ARI 156/2010, Octubre. 8
Los ejes de las Relaciones Internacionales
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desarrollo autónomo del país.
programa nuclear iraní fue tratada de manera dual.
para implicancias regionales directas. En primer
ta de Obama buscó impulsar diferentes instancias de
En términos geopolíticos, esta situación dis-
lugar, rompe el monopolio nuclear de Israel y aleja
aún más las posibilidades de declarar, en el marco del TNP, a Medio Oriente como una zona libre de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva.
Sumado a lo anterior, para Israel impone un fuerte tema de seguridad en su agenda, donde Irán es visto
desde el proceso de paz con el mundo árabe como su enemigo existencial. En segundo lugar, la consumación de los intereses iraníes podría desplegar una carrera armamentística en la región, en el caso
de que potencias regionales como Arabia Saudita o Turquía tratasen también de desarrollar su propia
capacidad nuclear. Por último, la adquisición de capacidad militar nuclear iraní, al cambiar la configuración de poder en toda la región y al relegar aún
más al mundo árabe de su tradicional papel de liderazgo, podría ser una nueva fuente de inestabilidad en la línea de fractura suni – shií11.
Para Occidente, y principalmente para Esta-
dos Unidos, la cuestión iraní presenta un serio desafío a la estabilidad regional de Oriente Medio. Este es
el punto principal, dada la importancia estratégica y económica de la región y los diferentes conflictos
en curso. Frente a este diagnóstico, la situación del
Desde 2009 en adelante la administración demócranegociación, donde se enmarcan las actuales rondas
entre el P5+1 e Irán. Simultáneamente, se orquestaron diferentes tipos de sanciones en pos de tratar de frenar el impulso iraní12.
Frente a la fuerte presión israelí y la dificul-
tad de doblegar a Irán, la opción militar ha logrado colarse en la batería de opciones, principalmente tras la presentación del informe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) en noviem-
bre último13. No obstante, la opción militar sería contraproducente por diversos motivos. Diferentes
ataques “quirúrgicos” sobre las instalaciones nucleares difícilmente pudiesen destruir todo el mate-
rial sensible; esto sólo demoraría un par de años el programa, pero no lo acabaría. A su vez, un ataque
de este tipo revertiría el proceso de descomposición en las bases de apoyo que el régimen de Jamenei y
Ahmadineyad viene experimentando desde 2009 con el surgimiento de la Revolución Verde, girando
así el sostén popular nuevamente hacia al régimen.
Al mismo tiempo, implicaría represalias inmediatas de Irán en el Estrecho Ormuz, donde pasa el 35% del petróleo comerciado por vía marítima del mundo;
como así también ataques directos a Israel o por me-
Botta, Paulo (2011), “Implicancias regionales de un Irán nuclear”, CEMOC – Documento de trabajo 01/2011 – Programa de Estudios sobre Irán Contemporáneo, enero. Disponible en: http://www.cemoc.com.ar/Documento%20de%20Trabajo%2001-2011.pdf 12 Ver Resoluciones 1737 (2006), 1747 (2007), 1803 (2008) y 1929 (2010) del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Estados Unidos por su parte, impartió sanciones contra el Banco Central de Irán y la Unión Europea decretó un embargo a las importaciones de petróleo iraní, ambos en 2012. 13 Hibbs, Mark (2012), “Iran and the IAEA Talk Again”, Carnegie Endowment for International Peace, May 12. Disponible en: http://carnegieendowment.org/2012/05/12/iran-and-iaea-talk-again/aqry 11
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dio de Hamas y Hezbollah, todo lo cual fomentaría el
pero al menos permite plantear otra veta de análisis
con un Irán nuclear en pos de sus intereses.
recalentamiento regional.
Es en este complejo escenario, en el cual la
evolución del programa nuclear iraní será dirimi-
da en el transcurso de este año. Cualquier decisión que implique salirse del marco de negociación es-
tablecido hasta el momento, sólo será factible tras las elecciones presidenciales de EEUU en noviembre próximo. Basta sólo recordar cuando Israel actuó
contra Gaza a fines de 2008, como para tener un parámetro de acción. Sin embargo, los ámbitos multilaterales de cooperación no han fallado todavía, las
actuales reuniones muestran que sigue habiendo espacio para negociar y más aún si se sopesan las
consecuencias antes mencionadas de una interven-
ción militar. Las sanciones han logrado su propósito y han devuelto al país a la mesa de negociación, lo cual hasta cierto punto es bueno. Sin embargo, asfixiar completamente al régimen tampoco parece ser la mejor estrategia, dado que crea espacios para irracionalidades de su parte.
La comunidad internacional no debe tam-
poco perder de vista que la principal fuerza motriz del programa nuclear iraní es la misma que tuvieron India y Pakistán en su momento: adquirir capacidad
de disuasión y status de potencia regional. No es el deseo de destruir Israel, de dar armas nucleares a
Hamas o Hezbollah, o chantajear a la comunidad internacional como lo hace Corea del Norte. Esto no quita que lo que Irán persigue atente contra el
avance normativo alcanzado en los últimos tiempos,
contra quienes construyen un mundo mucho peor
La situación en Siria y en Irán insumirá gran
parte de la agenda internacional en lo que resta del
año, con posibilidades de extenderse aún más. La complejidad de ambos casos y la red de intereses
e implicancias que se tejen a su alrededor, no habi-
litan ningún curso de acción simple. Esto lo hemos observado en el titubeo de la comunidad internacional en su conjunto, y en la dificultad de ambos regímenes para alcanzar sus objetivos. Desde GEIC se intentó desentrañar dicha complejidad a través de
este breve análisis, para poder dimensionar ambas situaciones y sus correlatos.
Elecciones Presidenciales 2012 El 2012 ha sido, y aún sigue siendo, un año de elec-
Rusia está cambiando
Vladimir Putin como Jefe de Estado por tercera vez,
Vladimir Putin en sus próximos años como Presi-
ciones presidenciales. En marzo fue elegido en Rusia
Para comprender qué tipo de liderazgo asumirá
luego de haber ejercido dicho cargo desde el año
dente de la Federación Rusa, es necesario enten-
2000 hasta el 2008. Entre abril y mayo, se definieron
las presidenciales en Francia, dando como resultado el triunfo del socialismo, de la mano de François
Hollande. Asimismo, el 6 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones en Estados Unidos, momento en el cual se definirá el renovado apoyo a Obama, con
sus políticas y estrategias más próximas a la centro – izquierda, o bien la elección de un nuevo Presidente
Republicano, Mitt Romney, partidario de una posición más cercana a la derecha del espectro político
estadounidense. En este contexto, se entiende que uno de los ejes de las relaciones internacionales gira
en torno al siguiente interrogante: ¿hacia dónde se dirigen los liderazgos mundiales? ¿Responderán a una lógica statuquista o a una tendencia de cambio?
Si bien los procesos objeto de estudio se es-
tán desarrollando en diversos países del mundo, se
entiende que en aras de dar respuesta a los interro-
gantes planteados, los casos antes mencionados nos ayudarán a comprender, no sólo el contexto y la situación en cada uno de los tres países, sino también cuál será el escenario venidero a nivel de liderazgos internacionales.
der que Rusia está cambiando. Ya en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2011, importantes
sectores de la población expresaron su malestar y
descontento por el probable fraude electoral, dando
lugar a numerosos debates públicos en los medios y redes sociales, a lo que se han sumado algunas dudas respecto a la validez y transparencia de las elecciones presidenciales del 4 de marzo de 2012.
Putin ha inaugurado su tercer mandato en la Presidencia, esta vez por seis años, relevando a Dmitri
Medvédev, quien ahora asumirá como primer ministro.
Claramente, este “recambio” no ha sido vis-
to con buenos ojos por parte de la ciudadanía rusa, más aún cuando a los doce años de “Putinismo” se le adicionan los seis venideros, profundizando el tándem del poder.
No es tarea simple saber cómo va seguir esta
historia, pero estos fenómenos parecen indicar que el “consenso Putin” se ha quebrado y que la población de Rusia ya está agotada ante una extendida corrupción en la vida política cotidiana, asociada al partido en el poder, Rusia Unida.
En el plano doméstico, Putin enfrenta un
Los ejes de las Relaciones Internacionales
Primer semestre 2012
gran desafío de carácter económico. No obstante
externo. En el ámbito doméstico parece emerger un
tante positiva, las preocupaciones radican en la alta
do mayores niveles de democracia y transparencia
actualmente la situación macroeconómica es basdependencia de los precios del petróleo. Existe un
amplio consentimiento en la elite política rusa respecto a la necesidad de generar nuevas fuerzas de
crecimiento, más allá de aquellas que fueron las
responsables del gran desarrollo económico desde 1999 hasta 2008.
En este contexto de bienestar,
los rusos están comenzando a demandar un mejor y más amplio modelo de gobernanza pluralista y una
efectiva distribución de bienes públicos y sociales. Es paradójico observar que fue Putin quien, de algún
modo, creó las condiciones para tal crecimiento, y es Putin hoy quien debe hacer frente a las consecuencias de dicho mejoramiento en el bienestar de la población.
Respecto a sus relaciones con Estados Uni-
dos, el reto será superar el pico máximo del pacto entre Obama y Medvédev (“reset”) y dar cuenta de
una agenda mucho más contenciosa en las relaciones entre Washington y Moscú, que incluirá temas
como la situación en Siria, Irán, y el escudo antimisiles en Europa. Putin necesita una relación construc-
período de disturbios y manifestaciones, reclamanen la gestión de políticas públicas, demandando al
mismo tiempo nuevas condiciones de crecimiento
económico que sostengan el desarrollo de la economía rusa. En sus relaciones exteriores, Rusia también debe renovarse protegiéndose, en palabras del
actual Presidente, “de presiones exteriores cuya intensión sólo puede ser debilitarle.”
Ante este contexto de desconfianza, cambio y
movilización social, los analistas se preguntan ¿cuál
será el rasgo predominante de este nuevo mandato?
Algunos arriesgan a pensar en un giro reformador, o lo que J. Nye denominaría un líder transformacional,
en este caso en el plano doméstico. Otros, creemos que Putin mantendrá ante todo un modus operan-
di statuquista, signado por estoicas declaraciones y cambios engañosos. En otras palabras, Putin será
un líder transaccional, pero cabe preguntarse si su gestión y ejecución serán tan buenas como para pre-
servarse en el poder y responder a las demandas de una sociedad cada vez más hostil.
tiva con Estados Unidos, y su reunión próxima con
El significado de la victoria de François Hollande.
le ayuda a Rusia a balancear el rápido crecimiento
Hollande el pasado 6 de mayo, tras imponerse con
Obama será la oportunidad. Un vínculo de este tipo
e involucramiento chino en las áreas de influencia rusas, que es mirado con gran desconfianza desde Moscú.
Putin enfrenta un doble desafío, interno y
La izquierda europea ha renacido con la victoria de el 51,67% de los votos sobre Nicolás Sarkozy. Así, el
actual presidente francés se convierte en el segundo
mandatario socialista de la Quinta República francesa, luego de la presidencia de François Mitterand
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Primer semestre 2012
desde 1981 hasta 1995.
considerar el acuerdo en aras de ejecutar estímulos
to en Europa como las presidenciales de Francia e,
bras, Hollande no rechaza el rigor fiscal que implica
Raramente una elección ha resonado tan-
igualmente resulta extraño que un cambio de lide-
razgo en uno de los países miembros de la Unión Europea cree tantas expectativas de un verdadero cambio de política regional.
En tal sentido, la elección de Hollande por
parte del pueblo francés implica dos cosas. Por un lado, marca un cambio de rumbo para Francia y un
evidente repudio de los votantes a Sarkozy, más que
un giro del electorado hacia la izquierda. Los ciudadanos franceses aún recelan el estilo monárquico y
elitista del sistema de gobierno, y el saliente presidente, con su hiperpersonalismo e hiperactivismo,
menoscabó esa condición. Al mismo tiempo, el re-
sultado de los comicios supone una resistencia al giro extremista de Nicolás Sarkozy, quien buscó la
reelección adoptando las ideas de la extrema derecha.
Por otro lado, la victoria de Hollande tiene
un gran significado para Europa: es un claro recha-
zo a la política de austeridad que ha sido defendida y aplicada como el remedio para los problemas de la eurozona. El triunfo socialista implica un nuevo
aire para el viejo continente, comprometiéndose a
acabar con una política centrada exclusivamente en la reducción del déficit. Hollande, además, se ha
comprometido a renegociar el Pacto Fiscal, firmado a principios del 2012 por Ángela Merkel y el ex
presidente francés, sosteniendo la necesidad de re-
tendientes al crecimiento económico. En pocas palael pacto impulsado por Alemania, sino que pretende añadirle una política de crecimiento a escala europea.
Las ideas enarboladas en la campaña presi-
dencial por el candidato socialista encuentran eco en los dirigentes de otros países europeos: en la Italia de Monti, en la España de Rajoy y en la Bélgica
de Di Rupo, quienes están de acuerdo con la necesidad de reactivar la economía europea. La mayoría
de los Estados miembros de la UE se han sentido apartados por el famoso eje “Merkozy”, lo que hace necesario un retorno hacia la Europa comunitaria, reforzando las instituciones de la Unión.
Tanto para los franceses como para los eu-
ropeos en general, la UE no es una entidad extraña
ni, mucho menos, extranjera, por lo que sus decisio-
nes son parte integral de las políticas nacionales de cada Estado. De este modo, y teniendo en cuenta que Francia se beneficia actuando a través de organizaciones multilaterales para incrementar su influencia diplomática en el mundo, Hollande se encuentra
ante la posibilidad de posicionarse como un líder pro-europeo en la escena internacional, dándole al país la notoriedad que los franceses desean.
En el ámbito de la política exterior, se espe-
ra que el líder francés no genere cambios radicales. En su libro Changer de destin, publicado en febrero, se pueden inferir algunas líneas de acción: respalda
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Primer semestre 2012
un accionar duro contra Irán, apoyó la intervención
Barack Obama Vs Mitt Romney
presidente sirio Bashar al-Asad. En efecto, es proba-
ciales en Estados Unidos, las primarias Republica-
militar en Libia y también la condena al régimen del
A menos de cuatro meses de las elecciones presiden-
ble que si se decide una acción militar en Siria, Fran-
nas se han definido, ubicando a Mitt Romney como
cia termine participando de dicha iniciativa.
Adicionalmente, más allá de haber decidido retirar
las tropas francesas de Afganistán para fines de 2012, Hollande no está en desacuerdo con la plena reincorporación de Francia a la OTAN, habida cuenta
de las debilidades de una política de defensa euro-
pea, más aún tras la crisis económica que atraviesa el continente.
Pues bien, podría señalarse que Hollande se
presenta como un líder transformacional en cuanto
a su postura frente a la crisis, el Pacto Fiscal y la variable crecimiento económico, convirtiéndose en el
primer político europeo que ha rechazado formalmente la línea de rigor fiscal sin crecimiento. Además, en su escaso tiempo ejerciendo la presidencia
ha demostrado más impulsos hacia el cambio que hacia la continuidad, con la retirada de Afganistán
como un claro ejemplo. Sin embargo, es cierto que
no pretende deshacerse del papel amigable con Estados Unidos, ni abandonar sus principales alianzas.
Tal vez a Hollande le interesaría centrarse
sólo en Francia y en la economía europea. Sin embargo, la realidad internacional y la interdependen-
cia que afecta al mundo en su conjunto lo obligan a encontrar un balance entre lo que debe y lo que
desearía hacer, y a demostrar que puede trabajar efectivamente con los líderes mundiales.
candidato por dicho partido. Si bien no es objeto de este documento hacer algún tipo de futurismo, los indicadores políticos y económicos vislumbran una
elección muy cerrada, donde el histórico nivel de polarización partidaria asegura que será muy reñida y dividida.
Por años, los Republicanos han utilizado las
cuestiones de seguridad nacional en contra de los
Demócratas. Sin embargo, esta vez las elecciones presidenciales se resolverán considerando la evolución de un único indicador: el desempeño de la economía, y la percepción de los votantes acerca de su futuro económico con cada uno de los candidatos.
En este contexto de polarización partidaria e
ideológica, los escenarios se plantean radicalmente opuestos. En política doméstica, los temas más relevantes en el debate por la competencia presidencial
parecen ser la economía, el empleo, la política fiscal y la inmigración, entre otros. Si bien las cuestiones de defensa y política exterior han sido ubicadas
como más importantes que algunos temas sociales, la mayoría de la población estadounidense no las considera verdaderamente relevantes.
En relación a la economía, se distinguen es-
trategias muy contrapuestas. El debate entre austeridad y economía, tan presente en Europa, cobra
relevancia también en Estados Unidos. Romney se
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Primer semestre 2012
ha alineado a la visión republicana de la Cámara de
sidad, ha definido con claridad su posición, en línea
presupuestarios y las reducciones de impuestos son
Representantes, que argumenta que los recortes la combinación de políticas necesarias para reducir la deuda norteamericana y reactivar la economía en crisis. El Presidente Obama, por su parte, aboga por un mayor estímulo para generar crecimiento en el
corto plazo, mientras que busca trazar un plan a largo plazo para reducir el déficit y la deuda. Claramente, se ponen de relieve las diferencias filosóficas entre republicanos y demócratas, donde los primeros tienden a favorecer la estricta austeridad, en línea
con Alemania y otros países de la UE; y los segundos
se alinean con la posición de crecimiento económico defendida por el electo Presidente francés, François Hollande.
Respecto de la inmigración, un tema muy
controvertido no sólo en esta campaña sino también
durante todo el mandato del actual Presidente, aunque es conocida la distancia en las visiones de ambos partidos, la posición de Romney no ha sido aún
determinada. Algunos analistas se arriesgan a apostar por una línea rígida y alienante, de “mano dura” contra los inmigrantes ilegales.
Sin
embargo,
lo cierto es que la política de inmigración del candidato no ha sido definida, más allá del categórico rechazo al Dream Act. Dicho proyecto es el caballo de
troya de Obama, quién, apostando de nuevo por la
aprobación de una ley que permitiría a los estudiantes indocumentados regularizar su situación a cambio de alistarse en el ejército o acceder a la univer-
con la tradicional ideología del Partido Demócrata.
En política exterior, el más serio e inmediato
desafío que tendrá el próximo Presidente de los Estados Unidos será definir la estrategia a llevar a cabo en Irán. Las siguientes prioridades deberían ser, tal
vez, China y Rusia. Por un lado, Obama ha utilizado con grandilocuencia el recurso a la diplomacia y a
las negociaciones con el régimen iraní, evitando, hasta el momento, el uso de la fuerza. Esta estrategia
ha sido ampliamente criticada por el Partido Republicano, el cual afirma que Estados Unidos debe es-
tar preparado para un ataque militar, dado que una vez que las negociaciones y las sanciones fallan, la
diplomacia deja lugar al accionar militar. El objeto, entonces, es evitar el surgimiento de un Irán con capacidad de fuego nuclear.
Pues bien, empero la economía será deter-
minante, otros eventos podrán tener un impacto decisivo en la competencia por la jefatura de la Casa
Blanca. Las decisiones en temas sociales como el seguro médico o el futuro de los inmigrantes podrían redibujar las líneas de batalla política. Asimismo, los
efectos de la austeridad y recesión en España, Grecia e Italia podrían generar una nueva crisis europea, los precios del petróleo y otros combustibles
podrían reanudar su ascenso, la peligrosidad de la
península coreana podría incrementarse, etc. Hoy no podemos saber qué pasará, sólo destacar que serán temas que podrían afectar el resultado final.
No obstante, dos elementos son claros. En
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primer lugar, los candidatos presidenciales repre-
por defecto, al ala conservadora de la política nor-
objetivos políticos, y la elección parece concentrarse
que refleja Barack Obama.
sentan visiones muy diferentes en sus principios y en esas diferencias. Bajo las presidencias de Clinton
y Obama, los Demócratas se han convertido en un
partido más statuquista (o transaccional), situado en la centro – izquierda del espectro político. Con-
trariamente, el Partido Republicano, después de George W. Bush y ahora con Mitt Romney, se ha convertido en un partido poco tradicional y muy conservador, ubicado cada vez más hacia la derecha del tablero político estadounidense.
En segundo término, la evolución de la eco-
nomía condicionará y, quizá, determinará la decisión última de los votantes en Estados Unidos. La economía podría crecer rápidamente en los próximos meses, dando una clara ventaja a Obama. Sin embargo,
las actuales condiciones favorecen al candidato republicano.
A modo de cierre, se podría decir que em-
pero Putin y Obama se situán más hacia una línea de líderes transaccionales o statuquistas, salvando
las grandes distancias entre ambos; el recién electo Presidente francés y el candidato a presidente por el Partido Republicano en Washington se acercan a
la idea de un líder más propenso al cambio que a la continuidad. Hollande por responder básicamente a unos valores y concepciones muy alejados de lo que
representaba Nicolás Sarkozy, y Mitt Romney, simplemente por pertenecer al Partido Republicano y,
teamericana, muy distante de la imagen progresista