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SASTRES Y TENDENCIAS
Jacobo Medrano Fotografía:
LANDER URQUIJO EL CLÁSICO BESPOKE QUE TRIUNFA
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ES UN FIEL DEFENSOR DE UNO DE LOS CLÁSICOS DE LA SASTRERÍA: los tejidos de pata de gallo. Lander Urquijo está dispuesto a recuperar esta temporada el estampado bicolor que tanto popularizó Christian Dior junto a otro de los atemporales de la moda masculina, los cuadros Vichy, “que van a estar de plena actualidad en americana y en traje este año”, asegura en declaraciones a GENTLEMAN. Y es que, desde hace algo más de una década, lo que marca este sastre en sus colecciones es, en gran parte, lo que se ve luego en la calle: desde que abriera su rma en 2009, se ha convertido en una referencia de la nueva sastrería en España, con tres tiendas en Madrid, Valencia y Bilbao.
Ganador del Premio Nacional de Moda en 2015, Lander Urquijo llegó al sector para cubrir ese a veces delicado hueco que separaba al hombre contemporáneo de la sastrería clásica. “Durante unos años ha habido un vacío generacional derivado de la falta de interés de enseñar el o cio –explica–. Pero de un tiempo a esta parte, debido al auge de los o cios tradicionales, los nuevos sastres nos hemos preocupado en formarnos y hay una buena remesa bastante interesante”, añade.
Podría decirse que Lander Urquijo comenzó en esto por casualidad: su carrera profesional se dirigía a la Arquitectura, pero a los 16 años entró de mozo en una tienda de Bilbao y de ahí hasta hoy: “No concebiría la vida sin tener contacto con la sastrería, es parte de mí”.
Con más de 15.000 seguidores en Instagram, sabe de la importancia que las redes sociales han tenido para su carrera: “Han ayudado a que la gente sepa más aún cómo es de laborioso el trabajo de sastre”. Y en su per l ya se pueden ver algunas de las apuestas de su rma para el 2022: “Hay una vuelta a los inicios, una apuesta por reinterpretar los clásicos y actualizarlos –adelanta–. Hoy, los iconos de la moda están muy presentes en las tendencias, como por ejemplo los pantalones gurkha, –de inspiración militar, recibe el nombre de los soldados de élite de Nepal– de pura actualidad”. Los cuellos más británicos o franceses son los que más se verán este año, frente a los italianos que llevan varias temporadas triunfando. Seguirán vistiéndose los trajes príncipe de Gales, los de granito en gris y azul y los de ojo de perdiz, siempre con la convicción de que una prenda exclusiva cortada y cosida a mano, como solo la sastrería puede garantizar, resulta más duradera y atemporal en nuestros armarios.
El auge del teletrabajo ha cambiado el presente del sector. Se viven tiempos más relajados en el vestir pero, según Urquijo, esto no signi ca que los cortes clásicos no hayan dejado de verse en las calles y en las ceremonias: “Por ejemplo, el tres piezas –que incluye chaleco– está cada año en nuestra colección; siempre hay tres o cuatro trajes de este estilo”.
Consejos al margen, sí se atreve con una recomendación a la hora de hacernos un traje: prestar especial atención a los largos: “es fundamental que estén en su sitio. Me gusta que un traje esté encajado”. Por lo que a él respecta, tiene claro cuál será su próxima prenda: “Tengo en la cabeza, para esta temporada, hacerme un traje gris de franela en tres piezas con solapa de pico”. Si lo viste Lander Urquijo, lo vestiremos el resto.
Arriba, Lander Urquijo cuenta con tres tiendas en Bilbao (Estraunza, 1. Tfno.: +34 944 77 26 26); Madrid (Claudio Coello, 65. Tfno.: +34 917 37 44 30) y Valencia (Jorge Juan, 32. Tfno.: +34 963 92 51 30). landerurquijo.com En la imagen, posa con un traje de chaqueta de doble botonadura en la tienda de Madrid.
Jacobo Medrano Fotografía:
GARCÍA MADRID LA PUERTA DE ENTRADA AL COLOR
DESDE EL AÑO 2006, LAS ALFOMBRAS ROJAS DE LOS EVENTOS de la capital son distintas. Al menos para actores, músicos, artistas y otras celebridades que dejaron de enfrentarse a los ashes de los fotógrafos enfundados en clásicos y repetitivos esmóquines de color negro o azul. Muchos de ellos encontraron (por n) una rma que no solo era capaz de vestirles elegantes, también les hacía los trajes a medida, jugaba con el color, favorecía el tallaje y, además, era española, lo que en muchos sectores comienza a cotizar como un valor añadido.
La rma García Madrid lleva 15 años realzando la sastrería, haciéndola más divertida, so sticada y contemporánea. Manuel García es su director creativo, amante de las prendas hechas a mano e impulsor de una moda masculina distinta en España, que le ha llevado a ser Premio Nacional en 2017 y a des lar en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. “La sastrería es un lenguaje propio, donde el o cio, la tradición, la creatividad, la calidad y un toque de fantasía van unidos de la mano; y es lo que me ha dado una forma de vivir”, explica el diseñador.
García Madrid, con una producción localizada exclusivamente en España, Italia y Portugal, ha impulsado una sastrería fuera de los cánones tradicionales desde sus dos tiendas de la ciudad que dan apellido a la rma. Vestir al hombre con más color será su legado para la próxima temporada, con varios modelos de tres piezas en todo tipo de tonos: “Proponemos una amplia gama cromática, que incluye desde los negros y azules más clásicos hasta rojos, verdes, tierras y malvas –adelanta al hablar de las tendencias que saldrán de su taller–. Las siluetas son más dinámicas, realzando la gura, y hemos mezclado prendas más formales con elementos deportivos”.
La rma apuesta por tejidos con mucho más textura, donde la trama está muy presente, pero que, a su vez, aporta elasticidad natural y un tacto más agradable. “Además, le damos mucha importancia a conocer su origen y trazabilidad”, explica Manuel; y es que la sastrería del siglo XXI también es sostenible, y en esto la calidad del tejido es indiscutible para garantizar la durabilidad de una prenda y que permanezca atemporal en nuestro armario. No en vano, García Madrid trabaja con casas europeas como Loro Piana, Vitale, Dormeuil o Cerruti.
El diseñador, al que le gustan que los trajes le queden “entallados, pero sin sentirse aprisionado”, apuesta para su propio armario en 2022 por tejidos de franela en cashmere, más ligeros y cálidos. “Quiero un traje con solapas no muy anchas, con los bolsillos de la chaqueta pegados y en algún tono tierra que me permita llevarlo desde por la mañana hasta por la noche”.
En cuanto a las camisas, Manuel García insiste en los detalles que hacen que una prenda de este tipo sea única: “Reconoces una buena camisa en cuanto la ves: botones de nácar, iniciales bordadas a mano, hilatura na de un algodón de excelente calidad; todo junto, funciona a la perfección, sin llamar la atención; preferimos cuellos equilibrados, que no sobresalgan del conjunto”. La elegancia es discreta, el “menos es más” llevado al bello o cio de un sastre.
García Madrid cuenta con dos tiendas en Madrid (Corredera Baja de San Pablo, 26. Tfno.: +34 91 522 05 21 / Conde de Aranda, 6. Tfno.: +34 91 431 46 16). garciamadrid.com En la fotografía, Manuel García director creativo de la firma, viste un traje de tres piezas. uno de los modelos que marcarán la tendencia de la firma esta temporada.
Jacobo Medrano Fotografía:
JOAQUÍN FERNÁNDEZ PRATS LA FLUIDEZ DE UNA COSTURA A MANO
A LOS 13 AÑOS YA SABÍA LO QUE QUERÍA: SER SASTRE. Hoy, con 45, Joaquín Fernández Prats está en una posición destacada entre los nuevos popes de la sastrería en España, lo que le lleva a analizar con perspectiva las tendencias que el sector traerá este otoñoinvierno. Una de las nuevas corrientes es la ya con rmada relajación de los cortes y los tejidos: “Es algo que se lleva haciendo los últimos 15 años, pero no en España, sino en todo el mundo. Yo siempre he buscado ofrecer algo más moderno. Hay sastres en España que no trabajarán nunca con tejidos por debajo de cierto peso; a mí, en cambio, no me importa –con esa–. Es más difícil de trabajar, pero es el camino por el que vamos. Tejidos más ligeros, chaquetas con menos estructura, prendas que se sienten más como una segunda piel que la tradicional armadura que se hacía antes. Sobre todo en americanas de sport”.
Tras comenzar en el taller familiar y pasar por otras sastrerías de la capital, Fernández Prats abrió su propia rma en 2019. Trabajo artesanal, clásico, con esmerada construcción y cortes contemporáneos para una vida cosmopolita, y sobre todo, buena mano: “Soy uno de los pocos sastres que no solo saben cortar, sino hacer un traje al completo, lo que me permite tener una comprensión total no solo de lo que consigo con el corte, sino de cómo trabajar la construcción de cada prenda para cada cliente y poder explicárselo al taller de forma clara”.
De su sastrería salen muchos de los trajes que después se ven en los despachos de los jóvenes líderes que pueblan las o cinas de Azca o de las Cuatro Torres de Madrid. Prendas atemporales, “hechas para durar décadas. Las tendencias cambian de una temporada para otra, en la sastrería no nos podemos permitir eso”, explica Fernández Pratas. Aunque su buen ojo también identi ca que en 2022 volveremos a vestir pantalones más anchos: “Parece que dejamos atrás esos pantalones muy estrechos sin pinzas; los pantalones que vamos haciendo son más altos y cómodos. Los tejidos son, en cambio, los de siempre”.
Con rma que el uso del tres piezas está cada vez más en desuso, desde los años 50, aunque es un clásico que nunca morirá del todo. En sus camisas combina la costura a máquina, más rme, limpia y precisa, con otras costuras a mano que acompañan los movimientos del cliente, aportan más uidez y libertad en el día a día, “sobre todo en cuello y mangas”, asegura. Y, precisamente, es en los cuellos de camisa donde la tendencia puede verse más re ejada: “Tenemos más de 40 cuellos para elegir: nos gusta mucho el cutaway (recortado), pero de un tiempo a esta parte, igual que con los pantalones, se va cerrando el cielo y vemos cosas más clásicas. De todos modos, teniendo un camisero en la casa, podemos permitirnos diseñar y crear cuellos para cada cliente si hiciese falta”.
Fernández Prats siempre quiere ir un paso más allá, y con esa que para este otoño se está confeccionando para sí mismo un traje en denim tostado, en un tono caramelo: “Es el material menos habitual para un traje, pero con las nuevas innovaciones de muchas casas, hay mezclas con seda de gran ligereza y exibilidad que hacen que sea una prenda de sport estupenda”. ¿Veremos trajes de tela vaquera en los próximos meses? Al tiempo.
El taller principal de la Sastrería Prats se denomina Prats Bernabéu y cuenta con 300 m2 que incluyen salón privado y bar (Hermanos Pinzón, 4. Madrid. Tfno.: +34 91 240 18 45). Además, dispone de un rincón en el hotel Wellington, también en la capital. (Velázquez, 8. Mismo teléfono). sastreriaprats.com En la otra página, Joaquín Fernández Prats, en su taller.
Jordi Bardajil Fotografía:
ÓSCAR H. GRAND IMPROVISAR EN LA PUNTADA Y EL CORTE
EN LA SASTRERÍA, LA IMPROVISACIÓN TAMBIÉN VALE. Al menos Oscar H. Grand se permite ciertas licencias a la hora de confeccionar alguno de sus trajes. “Mi propuesta está basada en el deseo de experimentar con nuevos detalles, no realizar colecciones jas; el cambio, la novedad, la improvisación… basada en mi inspiración, es la base para mis nuevos diseños”, cuenta.
Comenzó a trabajar en una fábrica textil en 2001 para, poco tiempo después, arrancar ya con sus primeras colecciones, que distribuía en unas pocas tiendas ajenas hasta que se decidió, por n, a abrir la suya propia en 2006, en el barrio del Born de Barcelona. En ella, el cliente puede apreciar en directo la elaboración artesana de sus piezas. “La sastrería está viva, sigue habiendo muchísimas personas que buscan ropa a medida, ya sea por un evento, por trabajo, por placer, por querer comunicar a través de la ropa lo que sienten o lo que son, eligiendo tejidos, detalles...”, explica el sastre.
El trabajo de Oscar no sigue los cánones del sastre al uso, al menos en apariencia, pero la minuciosidad y el mimo de lo hecho a mano es algo intocable. Sus trajes son atemporales, de un marcado estilo británico, pero es en los tejidos donde este creador marca su diferencia y el sello inequívoco. “Utilizo tejidos mayoritariamente italianos e ingleses, Vitale Barberis, Cacciopoli , Ringhart, Albini, British Millerain, Edwin Woodhouse, Moon… Muchísimos diferentes cada temporada, y me dejo llevar semanalmente por colores y formas que me atraen continuamente; mi intención es sorprender al cliente”, explica.
Son confecciones más relajadas que aquellas que los prejuicios podrían esperar de una sastrería, acorde con los nuevos tiempos que corren, no solo para el día a día de una o cina, también para cualquier tipo de ceremonia. Y, aunque mani esta que no sigue las tendencias, es precisamente este tipo de traje más informal la línea que sugiere para la próxima temporada. “Mi apuesta es por cortes relajados, y por incluir elementos externos a la sastrería clásica”. Sin embargo, reconoce que el traje tres piezas también está presente: “El 70% de mis clientes lo quiere, viste más, yo lo recomiendo para una boda, pero no siempre es necesario”.
Oscar H. Grand, además, juega con los colores en muchas de sus confecciones, del verde botella a la gama de azules, con rayas sutiles, e incluso añade pespuntes marcados en las costuras, botones de otros tonos y pantalones bastante holgados en la pierna de talle alto. Para este año, el tipo de corte ranglan, que incorpora un tipo de manga que se extiende en una sola pieza desde el cuello, cubriendo hombro y con una costura en diagonal, será la gran apuesta del creador.
El diseñador, por otro lado, está abierto a que el cliente escoja el tipo de cuello que quiera –“yo me adapto y aprendo de ellos, me piden todo tipo de cuellos diferentes”–, pero insiste en la importancia de los detalles: “La camisa tiene que quedar ajustada. También hay que ver cómo va montada la manga; su largo es muy importante y debe ser el correcto: si se lleva traje, la manga solamente debería sobresalir uno o dos centímetros”. Hay detalles que, por muy informal que sea el traje, siempre se deben cumplir.
Oscar H. Grand cuenta con una tienda en Barcelona (Carrer de la Barra de Ferro, 7. Tfno.: +34 93 319 76 62). oscarhgrand.com En la página anterior, el sastre, en la tienda, junto a algunas prendas de su creación.
Jordi Bardajil Fotografía:
ARNAU AGUILAR LA APUESTA POR EL PANTALÓN ANCHO
SE PODRÍA RECURRIR AL TÓPICO DE QUE ARNAU AGUILAR ha desarrollado su carrera como sastre “puntada a puntada”, si por eso se entiende que ha ido aprendiendo el o cio poco a poco, con paciencia y de la mano de grandes maestros. Y lo cierto es que ha sido así, porque los clichés a veces también dicen verdades. El artesano estudió y trabajó como diseñador industrial, hasta que decidió aprender patronaje como a ción. Un día conoció a un sastre de 70 años que le hizo de cicerone en el o cio: “Un día, pasando por delante de su taller, sin conocerle de nada, me propuso que entrara para contarme todo lo que hacía”. Y a los cuatro años ya estaba dejando su trabajo para dedicarse a la sastrería artesana de manera profesional; primero en Blasi, después en la prestigiosa Santa Eulalia, ambas en Barcelona. “La sastrería para mí es arte, es una manera de interpretar lo que necesita una persona para transmitir carácter y personalidad”, apunta.
En 2015 se independizó y montó su propia rma: clásica en el o cio, contemporánea en ciertos cortes. “La sastrería no vive de las tendencias, entendiendo que son prendas de larga durabilidad; para mí la tendencia de la sastrería la marca cada cliente. Yo interpreto y realizo una prenda personalizada en base a las peticiones y necesidades de la persona en cada momento”, explica. Y, de hecho, cuenta con orgullo que ha adaptado y ajustado de un padre para su hijo trajes realizados hace 50 años, y “parecen como nuevos”.
Es un sastre bespoke 100% artesanal, que confecciona desde trajes a gabardinas, tabardos, saharianas..., con tejidos de fabricantes como Loro Piana, Drapers, Caccioppoli o Gorina. Sus camisas están hechas a medida y a mano: “Es mi punto diferencial, hoy en día es muy difícil encontrarlas en ningún lado (...). La sociedad cada vez más valora la calidad y durabilidad de la ropa, y la proximidad en la producción, y ambas características las cumple la sastrería. El público valora cada vez más el trabajo artesano y personalizado de un sastre”.
Para esta temporada, Arnau Aguilar apuesta por una prenda clave en el traje masculino: el chaleco. “Es una prenda que hasta hace poco casi no se utilizaba, solo en ceremonias, pero cada vez se lleva más en el día a día; creo que el tres piezas está de vuelta con más fuerza, el chaleco empieza a ser tendencia de nuevo”. El sastre también hace un alegato a favor del pantalón ancho, que viene con fuerza “después de unos años de haberse llevado modelos más slim”. En cuanto a cuellos, apuesta por el collar club, “un cuello de camisa con puntas redondeadas que marca una diferencia importante con el resto, y le da un toque más desenfadado a la clásica camisa a medida”, añade.
Para este otoño-invierno, Arnau se elaborará a sí mismo un traje con un tejido con una mezcla de lana y seda de 450 gramos, de tres piezas, con una americana de tres botones, dos aberturas laterales y algún detalle más especial. “Será elegante pero con estilo sport. Cada vez más personas visten de sastre con un estilo más informal y desenfadado, pero quieren hacerlo con estilo y personalidad propios y que esas prendas tengan una alta calidad; les gusta que les quede perfectamente, lo que ayuda a estilizar cualquier tipo de cuerpo; cada vez tengo más pedidos de ropa a medida con un corte más deportivo”.
Arnau Aguilar se encuentra en Barcelona (Llull, 82. Tfno.: +34 654 22 92 82). arnauaguilar.com En la página anterior, el sastre, fotografiado por GENTLEMAN.
Eduardo Manzana Fotografía:
ADRIÁN SELIGRA LOS AÑOS 50 NUNCA SE FUERON
ADRIÁN SELIGRA, CON 31 AÑOS, LLEVA EL OFICIO DE SASTRE desde la cuna. Ya su tatarabuelo se dedicaba al ilustre trabajo de hacer trajes a medida, pero fue su abuelo el que, en 1965, abrió el negocio en el que hoy despliega su maestría en un bajo comercial a pie de calle en Valencia. “Es mi vida, cada cliente es un diseño y un patrón nuevo. La sastrería como diría mi abuelo es ‘darle vida a un paño”, a rma Seligra.
La sastrería familiar lleva décadas adaptándose a las tendencias que la moda masculina impulsa cada nueva temporada. Para el próximo año, Seligra asegura que volverán las solapas anchas, hombros más estrechos y coronas más marcadas a modo artesanal: “Como se han hecho siempre: son entalles ajustados en chaquetas, de una sola abertura en la espalda y bolsillos cada vez más inclinados para marcar y estilizar cinturas y caderas”. En cuanto a los pantalones, sugiere que sean estrechos en pernera y gemelos, más cortos, pero sin descubrir del todo el tobillo, y luego “más anchos en cadera, que aportan mucha identidad con los pliegues o las pinzas que, sin son dos, mejor que un solo pliegue”. Nada de trabillas, sin cinturón, pero sí con cinturillas más anchas para marcar la cintura a modo de fajín, en la que los ceñidores laterales podrán hacer el pantalón más funcional, cómodo y versátil.
Hasta el taller de Adrián Seligra acuden hombres que buscan un traje a medida principalmente de corte clásico. Son clientes que, pese a que la corriente actual impone la relajación de las formas, insisten en líneas más armadas y ajustadas al cuerpo: “Nos piden confecciones cercanas a la moda de los años 50, pero con cambios sustanciales en hombros y entalles –explica Seligra–. Se está buscando modernizar la prenda re ejando las líneas de décadas anteriores que, aunque parezca una contradicción, no lo es; la moda masculina siempre ha sido cíclica y aunque haya una tendencia a la diferenciación y personalización en la sastrería, al nal el cliente nos exige más en cuanto a líneas y procesos artesanales”.
Para los cuellos de las camisas, Adrián impulsa este año el italiano, más polivalente y versátil a la hora de elegir el nudo de una corbata: “Te permite llevar el cuello desabrochado y dar un aire más informal y desenfadado, para después abrocharlo, y una buena corbata”. A esto se añadirán iniciales, ojales y pespuntes en canesú y, si se apuesta por algo diferente, el sastre recomienda el puño mosquetero, aquel que en la vuelta no se llega a cerrar del todo.
En cuanto a tejidos, Adrián Seligra habla de una vuelta a los falsos lisos, como el príncipe de gales, pero sin los cuadros tan marcados y en otros colores; el l a l (hilo a hilo), un tejido que suele encajar en todas las estaciones del año y que permite obtener muchas variantes de color; o las esterillas, tanto para verano como para invierno y que, según Adrián, entrarán con mucha fuerza en 2022. También apunta al regreso de un clásico en la sastrería masculina: el tres piezas. “Lo veremos este año sobre todo en invierno (...). Volver a traer tendencias del pasado, que ahora no se llevan, y ponerlas de moda, es símbolo de distinción y de protagonismo”.
Seligra Sastre se encuentra en Valencia (Hernán Cortés, 1. Tfno.: +34 963 51 67 00). seligra.eu En la página anterior, Adrián Seligra posa en la tienda familiar con un traje de corte clásico.