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CONCEPT CARS Leyendas en un castillo
LEYENDAS EN UN CASTILLO
EN EL MISMO LUGAR DONDE ESTÁ EL MUSEO DE LOCOMOCIÓN MÁS ANTIGUO DEL MUNDO, EN COMPIÈGNE, FRANCIA, SE EXPONEN AUTOMÓVILES Y MOTOCICLETAS CREADOS ENTRE 1899 Y 1975.
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TEXTO ABRAHAM DE AMÉZAGA FOTOS D.R
ES UNA PRIMICIA EN EL PAÍS DE MOLIÈRE Y EN EL RESTO DEL PLANETA. Si bien el château de Chantilly y su dominio son testigos desde 2014 de Arts & Elegance, que reúne grandes joyas de cuatro ruedas en su exterior, lo de ocupar las diferentes estancias de un castillo es algo nuevo. Más aún con prototipos de coches y motocicletas. Un evento único en su clase.
A pesar de estar ubicado no muy lejos de París, a alrededor de noventa kilómetros o una hora en tren desde la Gare du Nord, el castillo de Compiègne es más confidencial que localidades como Versalles, Fontainebleau o Chambord.
Ciudad imperial, su residencia más imponente, se erigió por encargo del rey Luis XV. Ahí, el último monarca de Francia, su sucesor, conocería a María Antonieta y, años más tarde, acogería a Napoleón I y a la que se convertiría en su segunda esposa, María Luisa de Austria. El que se tiene por su sobrino, Luis Luciano Bonaparte, pasó temporadas en Compiègne junto a su mujer, la emperatriz Eugenia de Montijo.
Dentro de los muros de este lugar tan cargado de historia se devela la exposición Concept Car. Beauté Pure, que reúne alrededor de una treintena de automóviles y motocicletas antiguos. El vehículo más longevo es el modelo de récord La Jamais Contente de 1899,
47 Arriba a la derecha En las salas se dejan ver autos icónicos, como el Fiat Stanguellini 1200 Spider America.
El museo abrió sus puertas el 21 de octubre de 1959.
Fachada e interiores del castillo Compiègne en Francia.
mientras que el más moderno es el side-car, también de récord, MOC Kawasaki de 1975. Es obvio que han tenido que hacer espacio en el interior del castillo, retirando de manera provisional multitud de muebles, como la mesa del gran comedor del Emperador, espacio que ahora ocupa un flamante Alfa Romeo Giulietta rojo descapotable.
“Lo que hemos querido hacer con esta exposición es una confrontación entre el diseño del siglo XX, en su expresión del automóvil más elaborada, y la arquitectura del XVIII. De este modo, se ponen en evidencia dos universos que hubiéramos opuesto y que corresponden a una búsqueda de belleza plástica y de armonía”, comenta a Gentleman Rodolphe Rapetti, artífice del evento. Al pedirle que nos defina la exhibición en una frase, responde: “Es una confrontación en la óptica de una celebración de la belleza”.
De formas futuristas, la mayoría de los coches y motos se revelaron vanguardistas para su época. Muchos de esos diseños surgieron del talento de destacados italianos, como Scaglione, Savonuzzi, Sartorelli... como se aprecia en los modelos y maquetas que igualmente se exponen junto a revistas
especializadas. Abierta hasta el 23 de marzo, la exposición se extiende a otros espacios del castillo de Compiègne, concretamente a su poco conocido museo, que data de 1927. “Es el primero en el mundo en estar dedicado a la locomoción. Cuando se abrió, tenía el propósito de trazar la historia de la civilización a través de los medios de transporte”, precisa Rapetti.
Durante el tiempo que dure Concept Car. Beauté Pure se están organizando, de manera paralela, visitas guiadas, talleres y conciertos. Una manifestación cultural que el más ferviente amante del motor clásico no se puede perder y que está atrayendo a un gran número de personas, no sólo de Francia, sino también de otros países.
Algunos de los autos que se pueden ver son Chrysler-Ghia Streamline X Gilda; el auto L’Oeuf de 1942 y el Bugatti T28 de 1921.