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El arte de coleccionar lujo

EL ARTE DE COLECCIONAR ARTE

DECIDEN TENDENCIAS, AGITAN EL MERCADO, LANZAN CARRERAS Y ABREN MUSEOS. ESTOS SON ALGUNOS DE LOS MÁS GRANDES COLECCIONISTAS DE ARTE.

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TEXTO D. VALDEZ / J. PARRA

Guillaume Léage, anticuario al interior de un café parisino. “UNA COLECCIÓN DE ARTE SUPONE UNA RESPONSABILIDAD social, ya que si se tiene un bien de ese calibre, compartirlo es un compromiso con la ciudadanía”. La frase, de Carlos Urroz, exdirector de ARCOMadrid, nombrado el año pasado director de la fundación Francesca de Hamburgo –una de las protagonistas, precisamente, de este reportaje–, refleja una forma de entender el coleccionismo que trasciende el escaparate de grandes cifras y récords imposibles que en demasiadas ocasiones se ofrece como único reclamo al hablar de este sector.

De hecho, es quizás ese componente, el del compromiso social, el que define la figura del auténtico coleccionista. Decía Magnus Resch, galerista y autor de Larry’s List, la mayor base de datos sobre coleccionistas privados del mundo, que el uso extensivo de este término –“parece que hoy todo el mundo fuera coleccionista”– es consecuencia de que no exista una definición universal. ¿Cuántos obras de arte hay que tener para ser considerado coleccionista? ¿Con un mero afán acaparador o con un cierto criterio artístico? ¿Cómo inversión, como simple entretenimiento o, por qué no, como una snob demostración de riqueza?

Al margen del origen primero de las colecciones que aquí reseñamos –algunas heredadas; otras, efectivamente, como inversión en un valor considerado refugio; la mayoría movidas por auténtico amor al arte–, la responsabilidad ante la sociedad es, efectivamente, un valor compartido entre todos sus impulsores. La creación de espacios específicos para su exhibición, auténticos museos privados de valor cultural y artístico incalculable, es una muestra de ello. También, la disposición a promover fundaciones, concursos o iniciativas de mecenazgo para ayudar al descubrimiento y desarrollo de nuevos valores.

No cabe duda, por supuesto, de que el mercado del arte es también un negocio, un negocio multimillonario de hecho que, según datos de ArtMarket, movió en 2018 más de 67.000 millones de dólares. Muchos de ellos pasaron por las manos de los hombres y mujeres que aquí aparecen.

CARRERAS MILLONARIAS

CHARLES SAATCHI Reino Unido

Nacido en Iraq, originario de una familia judía, pero crecido en Londres, debe a la agencia de publicidad Saatchi & Saatchi, una de las más grandes del mundo en la década de los 80, gran parte de su fortuna. Es, sin duda, uno de los coleccionistas de arte más influyentes de nuestro tiempo. La Saatchi Gallery, un espacio de 7,000 m2 en Kings Road, es una de las galerías de arte contemporáneo más grandes del mundo, y la web saatchiart.com se ha convertido en una espectacular plataforma de venta online con más de 60,000 artistas por todo el mundo. Las exitosas y millonarias carreras de artistas como Damien Hirst o Jeff Koons tienen mucho que ver con su poder para situar en la escena artística a cualquiera sobre quien pose su interés. En el libro Mi nombre es Charles Saatchi y soy un artehólico ofrece muchas respuestas sobre el coleccionismo, los artistas, los vendedores incluso las inversiones en obras de arte.

EL SUEÑO PARISINO

FRANÇOIS PINAULT Francia

Dueño de un conglomerado de marcas de lujo que incluye a Gucci, Saint Laurent, Alexander McQueen o Balenciaga, este empresario y mecenas es el responsable del que se adivina como uno de los acontecimientos culturales más importantes en Francia y del que te hablamos en esta misma edición. Nos referimos a la apertura del edificio de la Bourse de Commerce que albergará la Colección Pinault. El proyecto está liderado por el arquitecto japonés Tadao Ando. Situado en el barrio de Les Halles, en pleno centro de París, que incluye más de 5,000 obras de arte contemporáneo de los siglos XX y XXI. Es la culminación de un sueño en el que Pinault se volcó especialmente cuando, en 2003, entregó a su hijos las riendas de su negocio y del grupo Kering, como se llama este conglomerado que le ha convertido en uno de los hombres más ricos del mundo.

ARISTOCRACIA CONTEMPORÁNEA

FRANCESCA VON HABSBURG Alemania-Hungría La archiduquesa, conservadora y coleccionista de arte, actriz y modelo, es miembro de la casa imperial de Austria por su matrimonio con Karl HabsburgLothringen. Fue su padre, Hans Heinrich Thyssen Bornemisza, quien la introdujo en el mundo del arte. En 2002 creó en Viena la Fundación ThyssenBornemisza de Arte Contemporáneo (TBA21), que cuenta en la actualidad con más de 200 artistas y 600 piezas, no todas convencionales, puesto que incluyen vídeo arte, grandes instalaciones, performances y hasta composiciones musicales. Coleccionar, dice, no es una inversión ni siquiera un capricho, “sino un compromiso”. Por eso, además de coleccionar y organizar exposiciones por todo el mundo, incentiva proyectos a base de mecenazgos para lanzar carreras artísticas. Incluso ha proporcionado un enfoque medioambiental a su fundación con TBA21-Academy, algo así como un laboratorio de ideas artístico centrado en la defensa de los océanos.

LA GRAN INVERSIÓN

STEVE COHEN Estados Unidos

Dedicado a los fondos de inversión, su fortuna se calcula en unos 13,000 millones de dólares. Propietario de la empresa Point72 Asset Management, en las paredes de las oficinas que reparte en diversos países del mundo pueden encontrarse cuadros de Pollock, Hirst, Munch o Van Gogh, que colecciona con cariño y grandes desembolsos. En mayo del año pasado compró la obra Rabbit, de Jeff Koons, por 91.1 millones de dólares, la cifra más alta pagada hasta ese momento por una obra de arte de un artista vivo. Con una importante labor como mecenas junto a su mujer, Alexandra, en 2017 donó 50 millones de dólares al MoMA de Nueva York para la creación del Steven and Alexandra Cohen Center for Special Exhibitions. El inversionista, por cierto, también es dueño del histórico equipo de béisbol New York Mets.

TRADICIÓN FAMILIAR

HANS-ADAM II, PRÍNCIPE DE LIECHTENSTEIN, Liechtenstein

Su selección de arte data de hace más de tres siglos, pues no en vano el Príncipe de Liechtenstein –soberano del país más pequeño de Europa– proviene de una familia con una de las mayores colecciones de arte del continente: más de 1,600 piezas de grandes artistas renacentistas y barrocos, desde Rafael o Rubens hasta Rembrandt o Van Dyck. Muchas de ellas cuelgan en las paredes del Palacio Liechtenstein de Viena (Austria), en cuya rehabilitación y acondicionamiento la familia invirtió 27 millones de dólares y donde hoy podemos disfrutar de más de 200 obras. El propio Hans-Adam II ha dedicado buena parte de su vida a readquirir obras que ya habían pertenecido a la colección en algún momento. Su tradición familiar dicta que el arte que coleccionan debe estar a la vista, y así fue históricamente hasta la llegada de la Segunda Guerra Mundial, cuando su padre decidió ocultar tanto patrimonio entre 1938 y 2001.

ARTE EN EL LUGAR DE TRABAJO

ALISON Y PETER W. KLEIN Alemania

Cuando decidieron renovar su edificio de oficinas, en Eberdingen-Nussdorf (Alemania), allá por los años 80, el arquitecto Folker Rockel les animó a colgar obras de arte en sus paredes. Ahora, el lugar desde el que esta pareja de magnates gestionaba sus negocios de bienes raíces es un espectacular museo, Kunstwerk, de cuatro plantas para exhibir –solo una pequeña parte, claro– el resultado de más de 30 años de coleccionismo intenso en los que han logrado reunir 1,800 obras de arte. “Compramos solo lo que nos gusta –dicen–. No permitimos que grandes nombres o tendencias de la escena artística nos influyan”. Así, han formado una variada colección, sobre todo de pinturas, pero también de dibujos y fotografía, entre la que llama la atención un importante grupo de grandes y coloridas obras de arte aborigen contemporáneo, fruto de sus periódicos viajes a Australia. El edificio de grandes ventanales, no tan usuales en edificios museísticos, permite al visitante una interesante interacción entre arte y naturaleza exterior.

TODO POR AMISTAD

HARYANTO ADIKOESOEMO Indonesia

Hijo y heredero del fundador de la empresa AKR, de productos químicos y energías, y con negocios también en propiedades de lujo, este empresario indonesio cuenta con más de 800 piezas en una colección que incluye nombres ilustres del arte moderno y contemporáneo, como Jeff Koons, Andy Warhol, Basquiat, Rothko o Richter junto a otros, quizás menos conocidos, pero exponentes de la cultura de su país y regiones colindantes: Affandi, Srihadi Soedarsono, FX Harsono y Entang Wiharso, entre ellos. Él mismo cuenta que su relación con el coleccionismo tuvo un inicio algo atípico, cuando un amigo suyo organizó una exposición en Bali con los autores Chu Teh-chun y Zao Wou-ki. No vendió nada o casi nada, así que Adikoesoemo decidió echarle una mano comprando casi toda la muestra. Ahora, Wou-ki bate récords en las casas de subastas, como también Basquiat, una de cuyas obras adquirió este coleccionista en 2002, pese a las críticas de su entorno. “En ese momento –cuenta–, no muchos coleccionistas asiáticos sabían quién era, y mi familia pensó que estaba loco por comprar obras de arte tan feas”. Muchas de las obras de Adikoesoemo pueden verse en el Museo MACAN de Yakarta, que él mismo financia.

AQUELLOS PRIMEROS CUADROS DE JUAN GRIS

EZRA Y DAVID NAHMAD Mónaco

Descendientes de una familia judía con orígenes en Aleppo (Siria), estos dos hermanos –nacidos en Beirut, Líbano, tras una constante diáspora familiar que ha acabado en Londres y Nueva York, Ezra y David, cuentan con una colección de arte de un valor estimado en más de tres mil millones de dólares. Entre los nombres que la componen, Da Vinci, Klimt, Modigliani, Van Gogh, Miró, Dalí, Calder, Braque y Picasso, de quien tienen más obras de arte que ninguna otra colección privada. Cuentan que el origen de su afán coleccionista nació en la década de los 60, cuando asistieron en Roma a una exposición de Juan Gris y fueron de los pocos, si no los únicos, que se decidieron a comprar obras del autor español –cuyas pinturas alcanzan en la actualidad un valor de varias decenas de millones–. La Helly Nahmad Gallery en la que exponen gran parte de su colección tiene sedes en Londres y Nueva York.

UN DIÁLOGO DE SIGLOS

JANINE Y J. TOMILSON HILL Estados Unidos

J. Tomilson Hill es el vicepresidente de la firma de capital privado Blackstone Group y, junto con su esposa, Janine, lleva años formando una colección de arte verdaderamente impresionante que, además, abarca muy diferentes obras y estilos, algo no tan habitual entre los coleccionistas de su época. “Es un fenómeno más reciente –explicó en cierta ocasión–. ¿Puedes juntar bronces, artistas posteriores a la II Guerra Mundial y viejos maestros en un diálogo artístico?”. Para demostrarlo, el matrimonio ha abierto un espacio de dos pisos en Chelsea, The Hill Art Foundation, donde, además de ofrecer cursos y educación gratuita relacionada con el arte, exhiben obras de autores como Wool, Bacon, Twombly, Picasso o Kooning, junto a decenas de esculturas del Barroco y el Renacimiento. “Quiero que los niños y jóvenes puedan venir y ver arte. ¿Te imaginas tener a Christopher Wool en mi espacio hablando sobre su arte a un grupo de estudiantes?”.

EL GRAN DESEMBOLSO INICIAL

ROMAN ABRAMOVICH Rusia Multimillonario gracias al petróleo, es probablemente uno de los magnates rusos más conocidos, gracias a la popularidad que le otorga ser el dueño del Chelsea Football Club, y a que combina una contenida discreción con noticiosos desembolsos en diferentes ámbitos. Con una fortuna estimada en 10,000 millones de dólares, Abramovich comenzó a interesarse por el arte gracias a la influencia de su entonces novia, Daria Zhukova, propietaria de una galería en Moscú. En 2008, entró de lleno en el coleccionismo con una inversión de más de 70 millones, en apenas un día y dos subastas: 20 para comprar una obra de Lucien Freud y otros 50 para un tríptico de Francis Bacon, cifras ambas de récord en su momento. La galería de Zhukova, llamada Garaje, es ahora un espectacular edificio en el Parque Gorky de Moscú diseñado por el arquitecto Rem Koolhaas y que ambos, a pesar de su separación, continúan gestionando, así como el centro cultural New Holland Island de San Petersburgo.

presenta LA RUTA DEL ARTE

UNIMOS DOS MUNDOS, EL DEL ARTE CONTEMPORÁNEO Y CUPRA QUE COMPARTEN EL UNIVERSO DE EXPERIENCIAS POCO CONVENCIONALES CONECTADAS CON UNA NUEVA Y EXIGENTE GENERACIÓN.

TEXTO CARLOS SEMPRÚN.

ESTA ES UNA EXPERIENCIA SEDUCTORA: recorrer un camino poco común y descubrir algunas de las más destacadas galerías de la Ciudad de México. Acorde con CUPRA ofrecemos un paseo donde se une alta tecnología e innovación con asombroso diseño.

Precisamente el diseño y el arte estarán presentes en la semana dedicada al talento creativo de 27 de abril al 2 de mayo. CUPRA nos ofrece modelos de vanguardia, pretexto perfecto para ir en búsqueda de arte. La primera parada de nuestro paseo la hacemos en la galería de prestigio internacional Kurimanzutto, en la colonia San Miguel Chapultepec, que alberga artistas de la talla de Abraham Cruzvillegas y Carlos Amorales. Fundada en 1999 por Mónica Manzutto y José Kur, ha sido calificada por Art Review como la galería más prominente de México. Entre los primeros artistas con los que contó la galería fue Gabriel Orozco, con una obra contundente. Artistas, coleccionistas, galeristas y curadores se han puesto a la tarea para presentar interesantes obras al público. Una tarea retadora, como la de CUPRA, que pone el acento en los detalles y la actitud.

Fiel a su compromiso de ofrecer nuevas experiencias, CUPRA y Gentleman nos llevan a descubrir espacios artísticos. Nuestra segunda parada, el espacio de Travesía Cuatro, una de las grandes galerías de arte latinoamericano que tiene presencia en Madrid, Guadalajara y recientemente en Ciudad de México y localizada en la calle Valladolid en la colonia Roma. Cabe destacar que esta reconocida galería forma parte de la semana del arte de ZsONAMACO, donde es galería curadora y que presenta a un interesante artista alemán, Friederich Kuanth. En su obra conviven el romanticismo alemán con el arte pop europeo, bodegones de naturaleza muerta con dibujos animados y carteles comerciales.

Unos kilómetros más adelante y que nos sirven para poner a prueba uno de los autos de CUPRA, así como sus eficaces prestaciones, se localiza el destino ideal para los amantes de la fotografía: Patricia Conde Galería, en la colonia San Miguel Chapultepec, misma que es reconocida en toda América Latina y que se presenta por primera vez una selección de fotografías y videos del artista holandés Erwin Olaf, que celebró cuarenta años de creación en 2019. Pero la pasión por el arte y la conducción nos hacen seguir nuestro recorrido guiados por el espíritu innovador de CUPRA, que viste sus autos con líneas de diseño disruptivas y nos llevan esta vez a la galería de Hilario Galguera en al colonia San Rafael. En sus paredes se dejan ver obras de artistas consagrados, no solo del momento, sino del siglo como Damien Hirst o el fotógrafo David Bailey. Obras para un público escogido y sofisticado, como los nuevos vehículos CUPRA, lejos de cualquier convencionalismo.

Con la ruta artística en la que nos ha acompañado CUPRA, se fomenta un movimiento dentro de la ciudad con la visita a colonias como Roma, San Rafael o San Miguel Chapultepec. El objetivo es generar un programa de propuestas especiales y distintos circuitos artísticos donde la vanguardia, creatividad y tecnología se dan la mano, como en nuestro CUPRA para construir un mejor mañana. Nuevos caminos, nuevas emociones.

La estética en el diseño de los autos de CUPRA es el pretexto para recorrer algunas de las mejores galerías de la Ciudad de México: Kurimanzutto, Galería Hilario Galguera, Patricia Conde Galería y Travesía Cuatro. Conoce más de CUPRA en cupraoficial.mx

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