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Estrellas en el mar
LA SENSACIÓN DE LIBERTAD, LA SOLEDAD DESEADA, EL TIEMPO CONGELADO. GRANDES NOMBRES QUE VISTEN DE GLAMUR LA AVENTURA DE NAVEGAR.
TEXTO J.L. GALLEGO
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Guillaume Léage, anticuario al interior de un café parisino. EL PODER DEL MAR
Fue algo así como el inicio de su campaña presidencial: una serie fotográfica del joven senador John F. Kennedy junto a su entonces prometida, Jacqueline Lee Bouvier, disfrutando de un fin de semana de navegación en Cape Cod (Massachusetts), en junio de 1953, apenas dos meses y medio antes de la boda. El pequeño velero de la imagen es el Victura, patrimonio familiar que más tarde se vería relegado por las variadas embarcaciones con que el carismático político seguiría cultivando su afición a la navegación. Como ocupante de la Casa Blanca, ‘heredó’ un yate a motor de 28 metros, Eleonore, que rebautizó como Honey Fitz en honor a su abuelo; y encontró el velero que anhelaba en la US Coast Guard, Manitou, de 19 metros, que llegó a ser conocido como La Casa Blanca flotante por las reuniones de alto nivel que acogió.
ESCENARIOS DE PELÍCULA
No figura la navegación entre las aficiones conocidas del actor Gary Cooper (1901-1961). Sí, a saber, otras actividades deportivas como montar a caballo, el esquí o el tiro. Y, según la biografía llegada a nuestros días, también las mujeres. Entre los numerosos romances que se le suponen, se encuentra el que mantuvo con la actriz Carole Lombard, con quien rodó Ahora y siempre, dirigidos por Henry Hathaway, en 1934. Un año antes, ambos protagonizaron una sesión de fotos para la Paramount de look marinero a la que pertenece esta fotografía: Gary Cooper, de pie y con gorra de capitán, en la cubierta de un yate atracado en el puerto de Boston.
EL BARCO SALVAVIDAS
El velero Zaca nació de un sueño en 1929, cuando un magnate estadounidense pidió al arquitecto naval Garland Rotch que diseñase el yate más lujoso jamás construido. Cuando el actor Errol Flynn (1909-1959) lo adquirió en 1941, el Zaca ya había dado la vuelta al mundo e incluso combatido en la Segunda Guerra Mundial. En 1950, machacado por una vida de juergas, alcohol y aventuras dentro y fuera de la pantalla, el actor veía cómo su carrera naufragaba y su salud le estaba ahogando, pero seguía aferrado a su barco. En los siguientes nueve años, se volvió a enamorar y a casar; tuvo una cuarta hija y dio la vuelta al mundo con Zaca, en el que resucitó sus fiestas, disfrutó de la brisa mallorquina e incluso volvió a Hollywood.
En la página anterior, Errol Flynn, subiendo al mástil del Zaca, en 1941.
De arriba abajo, la majestuosa silueta del Zaca; en Acapulco, celebrando a bordo el cumpleaños de Rita Hayworth (en el centro) también con Orson Welles (tercero por la derecha), en noviembre de 1946; y con la actriz Dorothy Malone, en 1958.
LA LIBERTAD ERA ESTO
En alguna ocasión, Gianni Agnelli (1921-2003), el heredero e impulsor del imperio FIAT, presidente durante siete años del club de fútbol Juventus de Turin, emblemático icono de la jet set más excelsa, confesó que le encantaba bañarse desnudo en alta mar, que arrojarse al agua sin ropa desde la cubierta de un yate era una de las mayores sensaciones de libertad que puede experimentar una persona. Tuvo, sin duda, infinidad de ocasiones de hacerlo, como demuestran las numerosas imágenes existentes de un Agnelli bronceado llevando el timón y disfrutando del sol en algunos de los yates de su propiedad, Agneta y Capricia, en el cual fue tomada, en 1975, la foto superior.
A ORILLAS DEL LAGO
En 2002, el actor estadounidense George Clooney (1961) compró Villa Oleandra, una casa palaciega del siglo XVII a orillas del emblemático Lago de Como, en Italia. Además de 25 habitaciones, cine al aire libre, piscina y garaje para guardar las motocicletas del actor, la finca cuenta con un embarcadero privado. Imposible imaginar lo contrario para un confeso aficionado a la navegación, a quien lo mismo encontramos al timón de una embarcación asistiendo a la inauguracion del Festival de Cine de Venecia que invitando a los Obama a un paseo marítimo junto a su villa italiana. Precisamente en el Lago de Como fue tomada la imagen superior en 2015, perteneciente a la campaña de la firma de relojes Omega.