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LA PERIFERIA COMO INSPIRACIÓN
EL COLECTIVO TERCERUNQUINTO DE MONTERREY ES EL ENCARGADO DEL DISEÑO MÁS RECIENTE DE LA CAJA PARA TEQUILA RESERVA DE LA FAMILIA. ESTA ES LA HISTORIA.
TEXTO JAVIER FERNÁNDEZ DE ANGULO
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Tercerunquinto de Monterrey se ha posicionado como uno de los más interesantes y creativos del panorama del arte mexicano. Sus intervenciones urbanas no dejan indiferente. Acaban de presentar la nueva edición de la caja de Reserva de la Familia, un espacio exclusivo para los grandes. Estructurando un paisaje se titula su obra.
Su propuesta se basa en la abstracción geométrica, inspirada en la estética de las formas más reconocibles del paisaje agavero de Tequila, para envolver con su caja el nuevo Reserva de la familia Extra añejo.
El colectivo fue elegido por un equipo de curadores de arte, entre los cuales se encuentran: Juan Domingo Beckman (CEO de Casa Cuervo), Patrick Charpenel (Director del Museo del Barrio en Nueva York) y Zélika García (fundadora de Zona Maco). Para Tercerunquinto el arte es una narrativa para contar historias.
El colectivo regiomontano Tercerunquinto en sus procesos de trabajo parte del reconocimiento del contexto que se les presenta, a manera de una investigación de campo. Ya sea abordándolo por medio de sus distintivas intervenciones escultóricas, o produciendo obras de taller. En ocasiones como en el caso de Tlatelolco, quitando símbolos como el escudo de México, en solidaridad con las tragedias del 68 en México y en el mundo que siguieron a las manifestaciones estudiantiles.
Para su inspiración en tierras de agave, les sedujo el brillo de la obsidiana, la rugosidad del tezontle y la suavidad de la piel del maguey. Aquel evento volcánico que produjo este paisaje es ahora la clave de su propuesta de arte. “Queremos identificar un paisaje natural, pero también un paisaje industrial, buscamos a proximidad el paisaje usando recursos de la expresión, de su tierra, su arquitectura y su naturaleza”, señalan y continúan: “Partimos de una idea de la historia, la geografía, el producto”, relata el proceso de creación, “hemos trabajado muchos años en cómo expresar paisajes, contextos, en el caso de Tequila no podíamos abstraernos del paisaje y su valor en los ancestros de nuestra cultura, siempre hay algo más que poder ofrecer, más allá de una mirada folclórica”. Argumentan.
Incluso una destilería en ruinas de tequila ha servido de inspiración. “La diversidad, el agave, el tren, es un camino de dos vías paralelas que nunca se tocan, tiene mucha fuerza esa imagen. Imprime carácter, con un apunte sobre lo social, el hormigón, el adobe, el concreto, el ladrillo, hay materiales que impactan en el carácter y la forma de pensar”, afirman los miembros del colectivo. En su obra se une el arte, la propuesta de reconstruir, de reaccionar, el cálculo y la inspiración como el poema de Alfonso Reyes: “Cifra y abstracción”, es el título de su exposición con materiales periféricos o poco convencionales, entre geografía y materiales pobres. Trabajan en contextos públicos para generar una experiencia que es completada por los usuarios.
Para ellos los muros, los restos de un edificio son esculturas y forman parte del paisaje, trabajaron en montajes de exposiciones y conocen las entrañas del arte en el lado de la construcción. Con más de veinte años de carrera su obra ya es reconocida internacionalmente y conocen la negociación institucional. El colectivo se gestó en la universidad, en 1998. Ellos desde Monterrey proponen una mirada más periférica del arte y la ciudad les ayuda a crear su identidad, y pensaron en la calle como una opción. Juegan con ironía con los espacios. En una ocasión presentaron una escultura de concreto en un entorno sin carretera y sin desarrollo, y se convirtió en un espacio de apropiación y participación colectiva. Un verdadero laboratorio social.
Su obra, genuina, original, contundente, no deja de cuestionar y de romper fronteras, como ellos señalan: “entre lo ético y lo estético.