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CUANDO LA NATURALEZA IMITA AL ARTE

LA INSTALACIÓN EFÍMERA DEL ARTISTA ALEMÁN NILS-UDO, REALIZADA ÚNICAMENTE CON ELEMENTOS NATURALES, ES UNA INVITACIÓN A ABRIR LOS OJOS HACIA EL MEDIOAMBIENTE. UNA INVITACIÓN Y UNA VISIÓN COMPARTIDAS CON RUINART.

En estas imágenes Habitats, la obra creada por el artista Nils-Udo (a la derecha) en el corazón del viñedo Ruinart de Taissy, encargada por la maison de champaña para la cuenta regresiva hacia el 300° aniversario.

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EN FRANCIA, en el corazón de los viñedos de Champagne, en Taissy, no lejos de Reims, donde brotes y racimos se entrelazan en un paisaje dominado por un verde bien diseñado, en 40 hectáreas de setos conviven insectos, pájaros, ardillas, mariposas, así como las manos del hombre que, con humildad, cosechan los frutos que esta región les ofrece desde la antigüedad, según los estados de ánimo del tiempo y del clima. Un paisaje en el que el artista alemán Nils-Udo, de 85 años, pionero del land art, ha insertado su obra efímera Habitats, que rinde homenaje a estas tierras que se caracterizan por su biodiversidad dinámica. La instalación ha sido encargada por Ruinart para celebrar la década que la separa de su 300° aniversario, mismo que será en 2029. Cada año la maison invita a un artista a expresarse sobre un tema inspirado en la historia y el ADN de la casa de champaña más antigua del mundo. Las mismas vides ofrecieron la inspiración para la obra de Nils-Udo. Gracias a las manos del artista, los brotes y tocones se han convertido en nidos que tienden hacia el cielo, sostenidos por troncos de robles provenientes del cercano bosque de Montbré y suspendidos sobre un rayo de ramas abiertas como una corola. Madejas hechas sin el uso de clavos o accesorios metálicos. “La obra de arte es el material mismo”, explica Udo, “pero mi trabajo también es un pretexto para invitarnos a abrir los ojos a la naturaleza que nos rodea”. Sí, porque detrás de estas esculturas efímeras de madera y vides, que se pueden ver desde lejos como las agujas de una catedral que se alza sobre una llanura, hay un verdadero objetivo sostenible: “Quería que mi creación artística se convirtiera en un refugio para la vida silves- tre local”. Los nidos interactúan, de hecho, con los elementos externos y están en constante cambio, moldeados por el sol, el viento, las lluvias y sus intrépidos habitantes: abejas, pájaros, orugas y catarinas. La operación se alinea perfectamente a la estrategia a largo plazo de Ruinart, dirigida a proteger y respetar el medio ambiente, a la cual el artista confiesa ponerse al servicio. “Todo proyecto comienza sin ideas preconcebidas. Lo que me desafía es el descubrimiento de una nueva vegetación, de una topografía. Trabajé con las mareas en el mar del Norte, con las dunas en Namibia, con la turba en Irlanda”, dice. La naturaleza, de hecho, ha sido fuente de inspiración desde el principio. Después de estudiar gráfica y pintura, Nils-Udo se ha embarcado en experiencias que ha descrito de la siguiente manera: “Dibujar con flores, pintar con nubes, escribir con el agua”. La idea del nido se le ocurrió en América, “recolectando plumas durante un paseo”. El primero fue creado en 1978, en las Landas de Luneburg, junto al cual posó para lo que aún sigue siendo su único autorretrato. Desde entonces, la temática ha sido declinada en diferentes contextos, pero siempre con materiales de origen natural, ya que el artista ha optado por trabajar únicamente con lo que le proporcio- na el entorno que le rodea. En esto, se ha distanciado gradualmente del movimiento del land art que había dado a conocer. “No me interesa la obra en sí, sino el hecho de que está compuesta de cosas que viven, se desarrollan y mueren. Me integro a la naturaleza, trabajo al ritmo de las estaciones”, dice, en plena resonancia con la experiencia-piloto emprendida por la maison francesa en Tassy, que tiene como objetivo aplicar prácticas agroforestales a los viñedos. “Queremos regenerar el suelo, devolver la fauna y la flora a estas parcelas”, enfatiza Frédéric Panaïotis, chef de caves de Ruinart. Desde 2021 se han plantado más de 12 mil árboles y arbustos, favoreciendo especies autóctonas y asegurando una diversificación del ecosistema, para devolver las hectáreas cultivadas a las condiciones de hace tres generaciones. Y así dar voz a una naturaleza que ya se revela como una obra de arte.

Abrigo de lana, jersey con apliques de tejido técnico, pantalones de lana suave y mocasines de piel. Todo de Tod’s.

“QUERÍA QUE MI CREACIÓN SE CONVIRTIERA EN UN REFUGIO PARA LA FAUNA LOCAL”.

Nils-Udo ha creado Habitats aprovechando las vides y los brotes de las hileras eliminadas. Junto a la instalación, en el viñedo de Taissy, hay otra obra, el Ruinart Blanc de Blancs, que se puede disfrutar en la bodega de la maison (abajo).

A la izquierda, esmoquin de terciopelo acanalado de algodón con saco de doble botonadura y solapa tipo chal, Brunello Cucinelli; suéter de punto de seda, Lorenzoni. A la derecha, peacoat de lana y cachemira con cuello redondo, suéter y pantalones de lana elástica. Todo de Canali.

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