3 ISSN 1794-6239
CON LA TESTA Y CON EL ARTE, CON EL PENSAMIENTO Y CON LA IMAGINACIÓN UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE BOGOTÁ
Revista
N° 13 REVISTA CONTESTARTE 2014 / No 13 / ISSN 1794-6239 Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá -Facultad de Ciencias HumanasContacto del grupo CONTESTARTE revistacontestarte@gmail.com https://www.facebook. com/revistacontestarte @revContestarte http://revistacontestarte.com/ issuu.com/gestiondeproyectos RECTOR Ignacio Mantilla Prada VICERRECTOR Diego Fernando Hernández DIRECTOR BIENESTAR SEDE BOGOTÁ Oscar Oliveros COORDINADORA PROGRAMA GESTIÓN DE PROYECTOS Elizabeth Moreno Domínguez DECANO FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Sergio Bolaños Cuellar DIRECTORA BIENESTAR FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS María Elvia Domínguez Blanco COMITÉ EDITORIAL Profesor. William Duica Cuervo Departamento de Filosofía Corrección de Estilo Albalucía del Pilar Gutiérrez Ignacio Gónima Olaya Carlos Andrés Barbosa Cepeda (Portugués) Diagramación y Diseño Juan Pablo Nieto Oliveros Walther Sánchez Alvarado Andrés Felipe Barriga (PGP- Portada) Imagen de Portada y contraportada Portada Fernando Maldonado Deux ex machina. Mixta sobre lienzo. 160 x 160 cms Contraportada Fernando Maldonado "Sin título 2012". Mixta sobre lienzo.
EQUIPO DE COLABORADORES Fundadores Julio Enrique Bohórquez � Catalina Bohórquez Mendoza Editores Andrés Gulla-Ván � Catalina Bohórquez Mendoza Consejo Editorial Andrés Gulla-Ván, Ángela Blanco, Alejandra Guarín Téllez, Carolina Patiño Cuéllar, David Calderón, Esteban Zabala Gómez, Johanna Forero Rodríguez, Juan Diego Zabala, Luis Felipe Pulido, María Paula Díaz. Comité de Literatura Andrés Gulla-Ván, Juan Diego Zabala, Julio Enrique Bohórquez, María Paula Díaz. IMPRESOR GRACOM Gráficas Comerciales
Universidad Nacional de Colombia Cra 45 No 26-85 Edificio Uriel Gutiérrez Sede Bogotá www.unal.edu.co Permitida la reproducción total o parcial de los artículos publicados en los números de la revista contestarte con el debido crédito de los autores.
� CONTESTARTE es una revista cultural de la Universidad Nacional de Colombia y de los estudiantes vinculados al Grupo Estudiantil CONTESTARTE. Los textos presentados en la siguiente publicación expresan la opinión de sus respectivos autores y la Universidad Nacional no se compromete directamente con la opinión que estos pueden suscitar.
Papisa Fernando Maldonado Mixta sobre lienzo 90 x 110 cm 2012
contenido —Editorial— [Conversión//7] �
—Personaje— [Bogdan Piotrowski: por la providencia, el traductor del papa Juan Pablo II//9] � —Historia— [Capilla Cristo maestro – arquitectura, arte y universidad//19] � [Cruz de luz… la encrucijada de Camilo Torres, ¿Humanismo o lucha revolucionaria?//27] � [¿Necesitamos religión?//33] � —Crónica— [OM//39] � —Literatura— [Cthulhu: reflejo del lado oscuro del hombre//47] � [Homo Religiosus//52] � [Ojos azules y la revelación de San Santiago//53] � [Actos de magia – el poeta como aprendiz de mago//56] � —Arte— [Colección Pizano, itinerario del olvido//62] � [Arquitectura religiosa en Bogotá: esbozo histórico de cinco iglesias//70] � [El círculo de la palabra de vida: una apuesta por la multiculturalidad//85] � —Ritos— [La curación del espíritu: sobre la práctica del Temazcal//92] � [¿Necesitamos religión?//96] � [¿Está muriendo la muerte?//96] � [Construção e perpetuação da memória de carnavalescos (cantores e compositores) em cemitérios cariocas (1936-1983)//101] �
Iglesia, Cali, Colombia Experiencias en espiral DĂĄnae Roxana Correal Villegas FotografĂa 2012
Por: Andrés Gulla-Van
E
ntonces la oscuridad (obscenidad) se fue y la luz ilumina estas páginas. Luego de sabotear moralismos con un número sobre censura y sus reacciones, hemos abandonado lo profano. Dejamos los vicios del cuerpo, los males del espíritu. Decimos no a las tentaciones de la carne. Nos vestimos de blanco, sacamos las cuentas de madera, cantamos los santos nombres en dirección a oriente; honramos la tierra que todo nos da y ofrecimos gracias al ser que todo lo ve, todo lo sabe, todo lo puede. Y, rogando a este que nos bendiga, hemos decidido preparar este número que versa sobre Religiones, mitos, creencias y rituales. Sí, lo más incluyente posible. Porque hablar de credos y dogmas no es igual que hablar de fe y ritos. Porque si algo
hemos aprendido es que todas las palabras son válidas y los ismos absolutos poco benefician. Hemos tratado de abarcar de manera amplia todo lo que para nosotros significa creer en algo. Por eso abrazamos la sabiduría indígena; dialogamos con quien fuera amigo y traductor de Karol Wojtyla; pensamos cómo los fenómenos socio-culturales generan un credo tanto en la ficción como en la realidad; estudiamos la historia de algunas edificaciones sacras, dentro y fuera del campus de la Universidad Nacional y en la capital de Colombia; contamos cómo es ser devoto Hare Krishna, etc. En estas páginas no pretendemos que empiece a tener fe, ni siquiera esperamos que crea lo que le contamos. Solo queremos que despierte esa conciencia adormilada y mire más allá
* Estudiante de literatura. Universidad Nacional de Colombia.
�
7�
Bogdan Piotrowski María Paula Lozano Gómez Fotografía 2013
Por la providencia, el traductor del papa Juan Pablo II Por: Julio Enrique Bohórquez C.*
¡La Lengua es la Patria! Si este grito de los polacos oprimidos, sentimiento de todo pueblo avasallado por armas extranjeras, puede parecer una exageración, es indubitable que la lengua es a lo menos una segunda patria, una madre que nunca nos abandona, que nos acompaña en la desgracia y en el destierro, alimentándonos siempre con sagrados recuerdos y halagando nuestros oídos con acentos de inefable dulzura. Acta de Fundación Academia Colombiana de la lengua
† 10
E
El papa Juan Pablo II frente a la Nacho
se día, el miércoles 2 de julio de 1986, por casualidad, o por manos no santas, se fue el agua y la electricidad en la Universidad. Los laboratorios, el esterilizador de calor, el proyector de filminas del que tanto se valía el doctor Arturo Pinto para enseñarnos patología y cuanto aparato funcionaba con energía eléctrica quedaron inutilizados. Todos encontraron la excusa para no hacer las labores correspondientes. Los estudiantes quedamos libres de responsabilidades académicas por lo menos durante un rato
y, con un día tan hermoso, salimos en manada junto con los trabajadores, administrativos y profesores hacia la calle 45. Esa mañana la carrera 30 y la calle 45 estaban cerradas. No había automóviles ni buses, todo el espacio era para la ansiosa humanidad. Algunos no sabían qué sucedía. En todo caso, no se trataba de protesta alguna, sino que el Papa Juan Pablo II iba para el templete eucarístico, donde antes, en 1968, había estado el Papa Pablo VI. Un Mercedez-Benz blanco venía por la calle 45 y, en él, Juan Pablo II, el papa poeta, el 'magno', como lo designa el profesor Bogdan Piotrowski. Fueron apenas unos segundos.
* Odontólogo, Universidad Nacional de Colombia. Fundador Revista Contestarte.julioebor@ hotmail.com
Vi al Papa sentado en el automóvil —yo no recuerdo que fuera el papa-móvil— y, luego, dando la espalda, volteó a coger la carrera 30, rumbo al parque Simón Bolívar. Creyentes, católicos o no, la emoción embargaba a quien lo veía pasar. Las lágrimas brotaron de mi compañero Juan Pablo Combariza, que estaba al lado mío. De verdad que el carisma de este Papa florecía con una energía radiante capaz de propagarse a quien estuviera cerca. Fue un momento de esos que nunca se olvidan. Bogdan Piotrowski habla de la Providencia, como un fenómeno encauzado por Dios. Ésa Providencia hará que, cuando hablemos de aquel lingüista, tengamos como referencia al Papa Juan Pablo II y su obra literaria. Karol Wojtyla y Bogdan Piotrowski La misma Providencia haría que el doctor Bogdan Piotrowski fuera escogido por Juan Pablo II para ser el traductor de su obra literaria al idioma español. La figura, la obra y las enseñanzas del papa poeta estaban en las mejores manos. Años atrás ellos se habían conocido en la Universidad Jagellónica de Cracovia: Bogdan Piotrowski, estudiante, y KarolJózef
Wojtyla, profesor de la universidad, quien, además, organizaba muchas veces tertulias, retiros y conferencias dentro del ámbito académico, tanto para profesores como para estudiantes. Era una época en la que la información oficial en Polonia se conocía por el medio comunista y “uno quería escuchar la otra parte —dice Bogdan— y Karol Wojtyla nos descubría una realidad muy distinta a la que trataba de imponerse, referente a todo: a la persona humana y a la realidad e interpretación histórica del momento, que tuvo mucha controversia y debate a favor y en contra” (B, Piotrowski, comunicación personal, 10 de diciembre de 2012). Otra circunstancia de encuentro entre Karol Wojtyla y Bogdan Piotrowski fue la literatura (Cf. Ferrer: 2006). Karol Wojtyla siempre fue poeta. Se conocen poemas suyos desde que tenía trece años, y, dos años antes de su muerte, publicó Tríptico Romano. En total, veinte y seis poemarios escritos en diferentes épocas. Bogdan Piotrowski se interesó en la poesía de Karol Wojtyla, especialmente, en la de la escuela polaca de poesía a la que pertenecía, contemporánea de Cezlaw Milosz y Wislawa Szimborska, ambos nobel de literatura, en 1980 y 1996,
11 �
Bogdan Piotrowski y el Papa Juan Pablo II. 1986. Archivo Bogdan Piotrowski.
† 12
respectivamente. La primera antología de poesía polaca que publicó el profesor Bogdan Piotrowski en Colombia incluía poesías del Papa Juan Pablo II. Beca del Instituto Caro y Cuervo Estaba trabajando en la Universidad Jagellónica, una de las universidades más antiguas de Europa, fundada en 1364 y donde estudió Copérnico, y haciendo el doctorado en la Universidad de Varsovia, cuando me ofrecieron una beca para el Instituto Caro y Cuervo y tuve que esperar cuatro años para poder venir a Bogotá. Fue un trago amargo porque se la dieron a otra persona por influencias y por la imposición oficialista. Sin embargo, me ofrecieron becas desde México hasta Argentina, y tercamente decía: “No, ¡tiene que ser Colombia, tiene
que ser Bogotá!”. Ya sabía de la tradición cultural y de su historia, y eso me llenaba de entusiasmo. Tuve que llenarme de mucha voluntad, que es muy importante, y me di cuenta que pude madurar durante esos cuatro años para descubrir qué era Colombia. Voluntad es otra de las dimensiones de Juan Pablo II. Hay que tomar las riendas de nuestras vidas; la vida es nuestra, no hay que dejarnos presionar ni influenciar, sino asumir la plena realidad de la vida. En esa época en Europa había poca información sobre América Latina y, de forma asombrosa, solo había cerca de treinta libros en el Instituto Iberoamericano de Cooperación (B. Piotrowski, comunicación personal, 10 de diciembre de 2012). Sobre su tesis de grado en el Instituto Caro y Cuervo La realidad nacional colombiana en su narrativa contemporánea: Aspectos
antropológico-culturales e históricos, el crítico literario y ensayista J. E. Jaramillo Zuluaga, a manera de premonición —por la que todo había sucedido—, decía: Un estudiante con suerte, Bogdan Piotrowski, ha realizado el sueño de ver publicada su tesis. Durante los próximos años distribuirá sus ejemplares entre amigos y colegas, dictará cursos y conferencias que amplíen sus páginas, animará a sus estudiantes para que las lean y buscará en los diarios, las revistas y las bibliografías alguna mención de su nombre. (1988, Párr. 1) La obra literaria de Juan Pablo II Según el profesor Bogdan Piotrowski, uno de los rasgos más característicos de la personalidad del Papa fue la coherencia en su vida. Su pensamiento no se alejaba de su actitud y su comportamiento afirmaba siempre sus ideas. Es importante entender el elevadísimo valor que Karol Wojtyla le daba a la palabra. No solo le satisfacía el aspecto estético de la literatura, sino que insistía en la relevancia del aspecto metafísico del arte. Karol Wojtyla siempre unía el pensamiento y el arte como medios para enaltecer al hombre mismo. También, como un misterio, en la revista Contestarte usamos
la frase “con la testa, con el arte, con el pensamiento y la imaginación” con el mismo fin: exaltar al ser humano. El profesor BogdanPiotrowski nos cuenta que en muchos de los poemas del Papa Juan Pablo II hay frases que no dejaban de golpearlo porque pensaba que eran proféticas, así que se decía a sí mismo: "Si nadie habla de las poesías de Juan Pablo II como proféticas, ¿qué derecho tengo yo de decir que lo son? Entonces consulté a Juan Pablo II, el ‘magno’, y me dijo: 'Si el profesor considera que son profecías, pues hágalo'". A la edad de dieciocho años, Karol Wojtyla no pensaba en el sacerdocio, sino en dedicarse al arte, la literatura y el teatro, por lo que las siguientes frases, de entre muchas, resultan reveladoras: “Vestido con un manto blanco para ser ridiculizado —él— vocero de las multitudes”(Wojtyla, 2003: p. 15), “Ordenaste esperar y durar en el poder, aunque me doblabas con el peso, en las penas y la lucha de la larga noche, antes de que resplandezca la aurora con incendio” (2003: p. 15). Al respecto dice el profesor Piotrowski: “Uno podría pensar que esas frases parecen más un testamento que hechas por un muchacho que acaba de salir de la adolescencia, en la primavera del
13 �
treinta y nueve” (B, Piotrowski, comunicación personal, 10 de diciembre de 2012). Bogdan, muy colombiano
† 14
El profesor Bogdan Piotrowski se conoce por ser el traductor del Papa Juan Pablo II, pero su discurrir por la literatura colombiana e Hispanoamericana es muy amplio. Un estudio sobre la Marquesa de Yolombó, de Tomás Carrasquilla, durante su estadía en el Instituto Caro y Cuervo, recibió los mejores elogios, y, desde entonces, numerosos escritos, compilaciones y editoriales sobre literatura colombiana han sido publicados. Casado con una colombiana y con tres hijos nacidos en la sabana de Bogotá, él dice sentirse enamorado de Colombia. Pero las raíces son fuertes y se notan cuando escribe sobre la vida de los polacos en Colombia, tanto de la de los soldados y oficiales
Biografía de Bogdan Piotrowski Bogdan Piotrowski es licenciado en Filología Romance de la Universidad Jagellona de Cracovia (Polonia), especialista en Literatura y en Lengua
que estuvieron al lado de Bolívar, como la de sus paisanos en los tiempos modernos. Y los polacos que lo visitan no pueden creer que viva en una montaña a dos mil seiscientos metros sobre el nivel del mar, cuando en Polonia la montaña más alta no llega a los seiscientos metros. En diciembre de 2012, cuando se realizó la entrevista, el profesor Piotrowski acababa de llegar de la república de Santo Domingo, donde había sido nombrado miembro de la Academia Dominicana de la Lengua. Una gran ilusión y un reto más, porque allá, como en la Academia Colombiana, tienen como lema: “la lengua es la patria”. “Y yo también les aclaré —dice Bogdan Piotrowski—, y díganme si no es misterio que Miguel Antonio Caro, el fundador de la Academia Colombiana de la Lengua, en el acta fundacional consignó: 'Como dicen los polacos, la lengua es la patria'”
�
Francesa de la Universidad de Grenoble (Francia), magíster en Literatura Francesa de la Universidad Jagellona de Cracovia (Polonia), postgraduado en Literatura Hispanoamericana del Instituto Caro y Cuervo de Bogotá (Colombia) y doctor en
Ciencias Humanas de la Universidad de Varsovia (Polonia). También es miembro de la Academia Colombiana de la Lengua; de la Asociación Polaca de Escritores, Periodistas y Traductores en Europa (APAJTE); de la Academia de Literatura Polaca y Eslava en Bolonia (Italia); del Instituto Ricardo Palma, en Lima; de la Academia Hispanoamericana de Letras y Ciencias; de la revista Litterae del Instituto Caro y Cuervo; de la Cátedra Juan Pablo II, el magno, en la Universidad Sergio Arboleda; de la Corporación Cultural Inter Colombia y es Secretario General de la Unión de Escritores de América —UNEDA—. Actualmente es decano de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de la Sabana. Habla francés, ruso, rumano, español y su natal polaco.
Nota: A su arribo a Colombia, Juan Pablo II fue recibido en el aeropuerto Eldorado por el arzobispo de Bogotá Mario Revollo Bravo. De este arzobispo, por razones del destino, tengo la invitación de su ordenación sacerdotal en Roma, el 31 de octubre de 1943, como legado del científico y Monseñor Enrique Pérez Arbeláez, quien fue fundador del Jardín Botánico de Bogotá y profesor de la Universidad Nacional de Colombia. Para hablar del profesor Bogdan Piotrowski se me han venido mezclando, como un misterio, situaciones y personajes que aparentemente nada tienen que ver. El Papa Pablo VI, Juan Pablo II, el arzobispo Mario Revollo Bravo y el científico monseñor Enrique Pérez Arbeláez. Será porque de alguna forma todos están en mis recuerdos y el más cercano es el del botánico y monseñor que emuló en otra época y en otras circunstancias a José Celestino Mutis.
15 �
† 16 Archivo: Dr. Enrique Pérez Arbeláez. Familia Bohórquez.
Referencias Bibliográficas Ferrer, María del Pilar. (2006).Intuición y asombro en la obra literaria de Karol Wojtyla. España: Ediciones Universidad de Navarra. Jaramillo J. E. (1988). La realidad nacional en su narrativa contemporánea. (Aspectos antropológico-culturales e históricos). Bogdan Piotrowski. Cuadernos del Seminario Andrés Bello, núm. 2, Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1988, 290 págs. Versión electrónica disponible en: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/ boletin/boleti5/bol20/resena22.htm Wojtyla, Karol /Juan Pablo II. (2003).Pensamientos de Luz, compilación, traducción y estudio crítico de Bogdan Piotrowski. Bogotá: Grupo Editorial Norma. Fundación de la Academia Colombiana. Versión electrónica disponible en: http://repository.javeriana.edu.co/bitstream/10554/1219/1/ FAC.pdf
Salida iglesia, Cali, Colombia Experiencias en espiral DĂĄnae Roxana Correal Villegas FotografĂa 2012
Ché Guevara David Calderón Fotografía 2012
Arquitectura, arte y universidad
Por: Carolina Patiño Cuéllar*
† 20
E
l campus de la Universidad Nacional es un flujo de información constante y contingente. Prueba de eso es la multiplicidad de seres humanos que habitan en él, reunidos en condición de estudiantes, administrativos o profesores, con diversas edades. Etnias; religiones; condiciones socioeconómicas y socioculturales; ideologías políticas; tendencias sexuales; valores éticos y objetivos de vida. Dicha contingencia, vista como trasgresora del tiempo, parece no haber tocado un espacio del campus: la Capilla Universitaria Cristo Maestro. Como en los pueblitos colombianos, todos los días sus campanas anuncian
las doce en punto, a modo de llamado para la eucaristía. Hay varias fuentes que han contado la historia de la Capilla Cristo Maestro, así como la vida de las personas que han trasegado a su alrededor (físico y espiritual). Por eso, a continuación hay una breve reseña sobre su arte y arquitectura, su relación con la vida universitaria y su papel en la actualidad. Contexto arquitectónico Los edificios de la Universidad Nacional, tal como hoy la conocemos, han pasado por varias etapas de construcción. Antes de poseer la composición actual, la Universidad funcionaba en
* Estudiante de Filosofía. Universidad Nacional de Colombia. caro.p.cuellar@gmail.com.
varios edificios en el centro de la ciudad. En 1935 se le asignó este pedacito de Bogotá y empezó la construcción. El pedagogo Fritz Kartzen y el arquitecto Leopoldo Rother fueron quienes diseñaron el campus que hoy conocemos, ubicado en la Carrera 30 con calle 45 Bogotá, Cundinamarca. Un objeto en la construcción de la Universidad era que todos los edificios estuvieran ubicados equidistantemente para generar una apariencia de equilibrio e igualdad; siguiendo las simbologías de la organización, cabe agregar que el anillo vial que rodea el campus tiene forma de búho, animal asociado con la sabiduría y la academia. Las facultades que se construyeron en esta primera etapa fueron: Bellas Artes, Conservatorio de Música, Biblioteca Central, Ingeniería, Laboratorio de Ensayo de Materiales, Derecho, Veterinaria, Cine y Televisión, Ciencias, Estadio Alfonso López (el primero construido en el país), la Concha Acústica, los Edificios Gemelos, ubicados paralelamente: Antonio Nariño (Lingüística) y Francisco de Paula Santander (Diseño Gráfico), así como los departamentos de Lenguas Extranjeras, Filosofía y Contaduría. Una segunda etapa de construcción, llevada a cabo en
las décadas de los cincuenta y sesenta, atropelló el ideal de equidistancia y ya no todas las fachadas eran blancas. En esta etapa se construyeron el Auditorio León de Greiff, el edificio (ahora museo) Leopoldo Rother, Química, Sociología, Economía, Aulas de Ciencias Humanas y de Ingenierías, Medicina, Odontología, Laboratorio de Hidráulica, Matemáticas y Física. El primero de estos edificios, el que atropelló el molde de ‘Ciudad Blanca’ se irguió en 1953: una fachada de concreto y piedras, edificación aislada de las demás construcciones, con un campanario en el exterior. Egresados de Arquitectura del alma mater, Edgard Burbano (quien diseñó una de las avenidas principales de Bogotá, la Av. Caracas) y Alberto Iriarte (más conocido como ‘Mefisto’ en el mundo de la pintura, a la que dedicó el resto de su vida) fueron los encargados de llevar a cabo esta obra. Fue la primera capilla en Colombia cuyo interior fue diseñado pensando en la comunicación entre el oferente y los asistentes, pues la tradición era que el oferente diera la espalda a quienes lo escuchaban. Se trata, nada más y nada menos, que de la Capilla Cristo Maestro, situada en lo que sería el vientre del búho. Hasta estos días no se ha hecho ninguna construcción aledaña,
21 �
Capilla Cristo Maestro, Universidad Nacional de Colombia. Foto: Catherine Moore Torres
† 22
“El templo es lugar de encuentro y reunión de los creyentes, es cátedra de proclamación de la palabra divina para el pueblo de Dios; es casa de oración y reflexión; es el sitio visible del culto y las ceremonias litúrgicas” (Rozo, 1988: p. 16)
salvo la escultura Naturaleza Herida que se realizó en 1994, ubicada en frente de la capilla1. El arte en la capilla El nombre de la capilla se debe al vitral ubicado en la pared ubicada hacia el oriente, obra del pintor francés Paul Boné. Sus símbolos, relativos a la vida y obra de Jesús, en su mayoría de colores oscuros, resaltan la figura de Cristo Maestro,
quien se enmarca en potestad. “Además otros signos del día y de la noche, de los tiempos, entran en la composición de este vitral” (Rozo, 1988: p. 19). Las puertas de la capilla son transparentes, ligando las aulas del alma mater y su espacio exterior con la casa de Dios. Para evocar el espacio que ocupaban los catecúmenos (creyentes a la espera de recibir el sacramento del bautizo y empezar su camino en la fe católica), se incluyó
1. Para conocer más sobre esta obra se puede leer Once piedras enigmáticas frente a la Capilla, Contestarte No. 8, 2010.
un espacio introductorio en la capilla. En su piso hay elementos que hacen un preámbulo al sentido religioso del lugar: Se usaron colores primarios simples: gris, negro, azul y amarillo, combinados en diseños abstractos que representa el espacio infinito, recuerdan tierra, mar y cielo. Dentro de esos elementos aparecen los símbolos de la Augusta Trinidad, representada en la mano creadora del Padre, la cruz redentora del Hijo; la paloma, figura del espíritu Santo y el Trébol como símbolo sintético de las tres personas. Dentro de todos estos elementos, se mueve la barca, representación de la Iglesia” (Rozo, 1988: p. 18). Los otros elementos pictóricos y escultóricos que se encuentran en la capilla revelan parte de la historia del arte nacional. El maestro Miguel Sopó destinó tres grandes obras para este edificio. Él ganó el concurso para la realización del frontis de la capilla y también hizo el viacrucis (14 estaciones en bronce, que representan la Pasión de Jesucristo hacia el Calvario) y el Cristo crucificado (escultura en bronce, apoyada en madera de eucalipto). Rozo Rincón, en su libro La Iglesia en la Universidad Nacional, hace una reconstrucción de la simbología de estas obras. Así pues, nos cuenta que: El frontis de la capilla representa a Jesucristo resucitado en postura humilde, de rodillas, para respetar las proporciones del lugar, rodeado de los cuatro
evangelistas con sus respectivos símbolos: Mateo, al lado del rostro humano, para recordar el inicio de su evangelio (el origen de Cristo); San Marcos, quien comienza su evangelio con la predicación de San Juan Evangelista en el desierto, está al lado del león (animal del desierto); San Lucas, quien inicia su narración con la figura del sacrificio de Zacarías, padre del Bautista, con el símbolo del ternero (animal por excelencia de los sacrificios; finalmente san Juan, con el símbolo del águila, animal que se remonta a las alturas, por dar comienzo a sus páginas con la sublime narración de la generación eterna del Verbo Divino. (Rozo, 1988: p. 20). Para finalizar el conjunto de obras de la capilla, está la imagen de la Santísima Virgen, ubicada en la entrada de esta, obra del maestro Sergio Trujillo. La imagen, “rodeada de símbolos de las Facultades y del variado saber humano, como otras tantas estrellas de la visión bíblica […] recuerda cómo en el regazo de la Santísima Virgen tuvo su Trono el Verbo Divino” (Rozo, 1988: p. 18). Para el padre Rozo Rincón, todos esos símbolos de conocimiento mezclados con la Sabiduría Divina evidencian el diálogo entre la fe y la ciencia. Iglesia y Universidad Desde la fundación de la capellanía hasta el año 1974, hubo un delegado del Señor Arzobispo
23 �
† 24
en el Consejo Superior Universitario (CSU). Varios directivos de la universidad manifestaron entonces su inconformidad con este hecho, pues dado el carácter estatal, pluralista y no confesional de la Universidad, no veían la necesidad de tener un representante de la iglesia en el CSU y dicho cargo fue eliminado. Si la ciencia y la fe son o no excluyentes entre sí, es un cuestionamiento abierto al lector. Actualmente, la capilla cumple una función social dentro del campus, apoyando los acompañamientos de Bienestar Universitario y ofreciendo una guía espiritual. La comunidad universitaria misma requiere, más allá de las urgencias académicas, que se establezca en ella un clima propicio para la formación integral del individuo; para el logro de los verdaderos líderes capaces de asimilar y luego promover los valores que dan dignidad a la persona humana; para iluminar los cambios de estructuras que llevan a una sociedad más humana y fraterna. (Pág. 66) Tal parece que es la consigna que hasta hoy lleva por bandera la capellanía de la universidad. Sin embargo una investigación sobre si dichos tipos de saberes, el científico y el de la revelación, pueden comulgar, se extendería más allá de una revista. Pero para comenzar, busqué al capellán actual.
Manuel José Jiménez Rodríguez lleva 10 años en la Universidad Nacional como capellán. Él cumple dos funciones: 1) acompañar los programas de Bienestar y 2) escuchar a los estudiantes que deseen aproximarse. Respecto a la inquietud de la dicotomía fe-ciencia, considera que la relación actual de la Capilla y la Universidad sigue siendo la formación integral del ser humano. La relación que cada estudiante tenga entre su fe y su ciencia es una opción abierta para quien quiera explorar su espiritualidad. Con la Dirección de Bienestar se ha establecido una base de diálogo y apoyo para la comunidad universitaria; por ejemplo, la capellanía fue la primera dependencia en pensar y guiar la semana de inducción. Después, Bienestar Universitario adoptó la iniciativa. Por otro lado el grupo de la pastoral universitaria está enfocado en los estudios teológicos más rigurosos. Actualmente hay cuatro grupos que están trabajando en varios proyectos con la capilla, los más destacados son el de acompañamiento a parejas y las conferencias en teología, enfocadas estas últimas en pensar la existencia sobre el contexto colombiano aquí y ahora, etc. La capilla asume una relación de respeto hacia otras religiones presentes en la
Universidad Nacional. “Si otras religiones quisieran acercarse a este templo, lo podrían hacer” (Jímenez Rodríguez, comunicación personal marzo 22 del 2013). Si usted en algún momento necesita un silencio inmutable
Capellanes representativos Camilo Torres Restrepo (1961 1964). Un edificio administrativo de la Universidad lleva su nombre, y la silueta de su cara está pintada en el frente de la Biblioteca Central. En palabras de Rozo Rincón, “Esta opción en el amor y la ciencia que había adquirido en su formación sociológica le hicieron comprender que el servicio a los pobres estaba en lograr el cambio de estructuras existentes, aptas para permitir la opresión y la violencia” (Rozo, 1988: p. 30). Padre Alfonso Rincón González (19701974). En su periodo se conformó la extinta Escuela de Adultos de la Universidad Nacional, para completar la primaria de los trabajadores de la Universidad que querían validar sus estudios.
para concentrarse, leer, llorar o dormir, ya sea o no una persona religiosa, puede acercarse a conocer este edificio, aunque tal vez se lleve una sorpresa y a cambio de silencio encuentre un concierto o una obra de teatro
�
Padre Raúl Méndez Munévar (1970 - 1973), recordado porque acompañaba las marchas estudiantiles y en una ocasión resultó golpeado por la Policía. Padre Enrique Pérez Arbeláez (1936 - 1940). Fundador del Herbario Nacional Colombiano y profesor honorario de la Universidad Nacional. Padre Gustavo Huertas González (1957 - 1980). Fundador del Museo Paleontológico de la Universidad en Villa de Leyva. Allí mismo se encontró el fósil de un gran Cronoplesiosaurio de más de 7 metros de largo. Monseñor Germán Guzmán Campos (1961 - 1962). Párroco del Líbano (Tolima), invitado a hacer un estudio sobre las causas de la violencia por el presidente Alberto Lleras Camargo. Publicó, junto con Fals Borda y Camilo Torres, el controversial libro La violencia en Colombia.
25 �
Capilla Cristo Maestro, Universidad Nacional de Colombia. Foto: Catherine Moore Torres
Referencias Bibliográficas Efraín Rozo Rincón. (1988). La Iglesia en la Universidad Nacional. Bogotá: Departamento de Publicaciones de la Universidad Nacional.
† 26
Salida iglesia, Cali, Colombia Experiencias en espiral DĂĄnae Roxana Correal Villegas FotografĂa 2012
la encrucijada de Camilo Torres, ¿Humanismo o lucha revolucionaria?
Por: David Alexander Calderón Beltrán*
Donde cayó Camilo nació una cruz,
pero no de madera sino de luz.
Lo mataron cuando iba por su fusil,
se encontraron que el pueblo tiene cien mil.
para vivir.
Camilo Torres muere
Camilo Torres muere
Cuentan que tras la bala se oyó una voz.
Era Dios que gritaba ¡Revolución!
A revisar la sotana, mi general,
que en la guerrilla cabe un sacristán.
† 28
lo llamaron bandido como a Jesús.
Y cuando ellos bajaron por su fusil,
Cien mil Camilos prontos a combatir, para vivir.
Daniel Viglietti
Canciones para un
Lo clavaron con balas en una cruz,
hombre nuevo (1968)
acrificio. Al parecer esta es la virtud más noble y altruista del ser humano. Entregarse, consagrarse en busca del bienestar del prójimo, incluso por encima del mismo propio. Camilo Torres así lo entendió, lo promulgó y —más importante aún— lo llevó a la práctica como parte fundamental de su quehacer cotidiano. Trabajó por un nuevo humanismo, por el pluralismo, por la unión. Profesó el amor eficaz. Para el comandante Ernesto Che Guevara, ser revolucionario era el valor más alto al que puede llegar un ser humano, y efectivamente arrastró hasta las últimas consecuencias su premisa de llevar la revolución en las venas para morir
por ella. Pero, ¿era este el camino que debía seguir Camilo? Ambos, el médico y el sociólogo llegaron al punto extremo de entregar la vida por sus ideales filántropos aquel trágico suceso en que la existencia de un hombre íntegro se extingue, al tiempo que él, junto con su espíritu, se eleva a la categoría de mártir (alguien a quien le espera la inmortalidad en el pensamiento colectivo convertido en héroe). No podemos afirmar que Camilo haya pretendido inmolarse cuando decidió hacer parte en la lucha armada —seguro que no—, pero, a diferencia del Che, no tenía experiencia alguna en la guerra de guerrillas. No obstante, está claro que sabía de la muerte
S
* Estudiante de Ciencias Políticas. Universidad Nacional de Colombia. patosod2@hotmail.com