Ex-libris: cultura editada
1692 -7516 / animal / DIC 2013 /
1692-7516
NĂşmero 146
Revista Ex-Libris
2013 / Número 146 / ISSN 1692-7516
COMITÉ EDITORIAL Ignacio Mantilla Prada
Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá
Prof. Oscar Daniel Campo Becerra Mónica Vásquez
Diego Fernando Hernández
Revista Ex-Libris es una publicación interuniver sitaria e interdisciplinar, producto del trabajo vo luntario de un colectivo de estudiantes, egresados y personas interesadas en los procesos editoriales que conlleva la publicación.
Sara Trejos sara.trejos@revistaexlibris.com
Laura Liliana Escobar Laura Muñoz
Oscar Oliveros Carolina Alarcón carolina.alarcón@revistaexlibris.com
Carolina Alarcón
Elizabeth Moreno
www.revistaexlibris.com info@revistaexlibris.com /RevistaExLibris
Carolina Patiño Cuéllar Andrés Gulla-Ván
María Camila Castaño
Sergio Bolaños Cuéllar
redaccion@revistaexlibris.com
Año 21
Jefferson Mejía Jhon Ortega
GRACOM
María Elvia Domínguez Blanco
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Ciudad de Bogotá, Colombia Carrera 69K N° 70-76.
@RevistaExLibris issuu.com/gestiondeproyectos Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá www.unal.edu.co
Daniel Lara Cardona Angélica Conde dir.arte@revistaexlibris.com
Revista Ex-Libris es una revista de periodismo cultural, apoyada por la Universidad Nacional de Colombia y por los estudiantes vinculados al grupo de trabajo estudiantil Revista Ex-Libris. Los textos presentados en la siguiente publi cación expresan la opinión de sus respectivos autores y la Universidad Nacional no se com promete directamente con la opinión que estos pueden suscitar.
Atribución - Sin Derivar - No comercial
Índice Ilustraciones: Camilo Otálora
Portada. La ilustradora bogotana Carolina Alarcón, directora de arte de la revista se da garra con la tapa de una edición que marcará historia. Continuo. María Castaño/Poema. Un gato. Historia de amor o dependencia a lo largo de toda Ex-Libris.
6 Kon Yak Maunhar. Animal imposible. Por Mileconejo
Physis 8 The Libertine / Cine.
Desde Perú nos llegó un texto sobre, tal vez,el primer punkero de la historia.
10Pájaros en la boca / Libro.
Reseña de libro por Rául Durán. Asesinato contado a través de ojos infantiles.
11 Animals / Música.
Les recomendamos un álbum completo, con portada y letras legendarias.
12 Mirar palomas, ladrar mientras se mantiene el aire y Alicia entomóloga. Tres reseñas, tres libros, tres países, tres animales, tres tiempos verbales. Una página completa por el literato Rodrigo Bastidas.
Logos 16 ¿Qué si soy el Sr. Rayón?
26 Rafaela me enseñó a coquetear.
Catalina pordios sucumbió ante nuestra invitación, queríamos saber la historia de Rafaela. Ahora sabemos que mascota significa amuleto.
Logos comienza con el testimonio de dos tipos que al final es solo uno.
18 “A lo mejor a lo peor, termino
teniendo razón... Otra vez” Antonio Caballero habla con Andrés Páramo. Se toman un whisky y conversan sobre el país, la política y para esta edición, sobre toros.
28 32
Vecino Bestial . En Colombia el bestialismo no es un delito. Bocetos de Origen. Animal imposible. Por Juan Camilo Mayorga
Eros 34 Las Jodidas vacas.
Las vacas son tan correctas que ya entendemos por qué su leche es blanca. Fábula y queja de Lina Zarama.
36 Balada Pollina.
42 Avestruz.
Cuento tragicómico con desenlace paradójico.
44 Bandulios.
El Bandulio es una raza animal de carácter universal, son efímeros y eternos a la vez.
Estrofas sobre amores y placeres carnales, una canción traída a ustedes desde la costa caribe colombiana.
40 En muerta vida.
Cuenta la leyenda que existe un pájaro que sólo canta una vez, la más bella melodía antes de morir.
46
Comic. Una mosca es una mosca ¿o no?. Por Soma Difusa.
Demasiado Humanos Editorial
Por: Andrés Gulla-Ván Ilustración: Zamir Bermeo
Luego de deambular por los recovecos de la memoria y el espacio que habitamos, nos vimos en la necesidad de salirnos de ese yo cotidiano para retornar a una esencia proto-humana. Nos cansamos de pisar el áspero asfalto y de tocar nuestros cuerpos. Nos hartamos de vernos bípedos y sapientes, de tener un lenguaje y civilización. Porque, como dice Neruda, nos cansamos de nuestros pies, y uñas, y pelo y sombra. Por eso cambiamos piel por escamas y dedos por garras. Dejamos crecer la cola y olvidamos de a poco aquello que nos categoriza como humanos. Y una vez afilados los colmillos esperamos con paciencia el momento para correr tan rápido como el chita. No, incluso fuimos más allá, desafiando la física como el basilisco. Por eso nos pusimos frenéticos. Recibimos, escribimos, corregimos, editamos, ilustramos, fotografiamos, diagramamos e imprimimos como en antaño. Así como nos gusta. Recibimos más de 100 textos por convocatoria y casi 230 portafolios de ilustradores y fotógrafos. Y fue un trabajo titánico a realizar en pocos días con un pequeño pero sólido equipo editorial. Y acá seguimos como burros regalándonos. Todos somos voluntarios, nos gusta revolcarnos en el fango como cerdos y esta edición de Ex-Libris no se vende ni se venderá, así las cacatúas revoloteen por ahí. A pesar de ello, señor usuario/lector, tenemos el placer de dejar en sus manos este ejemplar, lleno de plumas y aletas. Con ubres y alas queremos que no piense en clave de humano, sino de ser sintiente y pensante que no oculta su parte animalesca. Que no teme decir que las ratas abundan y que los conejos no son tan adorables.
Carolina Alarcón
Jefferson Mejía
diana.alarcón@revistaexlibris.com Diseñadora Gráfica e Ilustradora egresada de la UNAL. Algunos niños en Polonia y otros lugares han visto sus dibujos. Además de ilustrar, gusta de dar talleres de creatividad para seguir aprendiendo.
fabian.gulla@gmail.com Cúcuta, 1991. Escritor, editor y estudiante de literatura en la Universidad Nacional de Colombia. Su gata se llama “Tiris”
jeffersonalfonsomejiabuitrago8 @gmail.com Bicho de veintidós años, gerascofobico con cada año que cumple. Criado con chancla en nalga y echado a perder a pulso.
Angélica Conde
angelicacondeg@gmail.com Bogotana, soy estudiante de fotografía, entre mis mayores hobbies esta visitar los museos y las galerías de la ciudad. Amo la fotografía. En especial retrato Creativo.
Fotografía e Ilustración tamirdg@gmail.com Soy diseñador e ilustrador freelance. Desarrollo piezas gráficas aplicadas a medios impresos, animación, web o multimedia. Me atraen los proyectos donde tengo la oportunidad generar ideas e imaginarios.
Santiago Restrepo
fotohuella@gmail.com Un gomoso más que un profesional, me disfruto el momento ya sea pintando, dibujando, o capturando fotos. Soy un soñador y me encanta poner a volar a todo el mundo a mi lado.
María Camila Castaño
mariaccast@gmail.com Octavo semestre de gobierno y relaciones internacionales en la Universidad Externado de Colombia. Le gusta leer y asistir a teatro.
El Sr. Rayón
Antihéroe de medio tiempo. Rayado hasta más no poder con diversas problemáticas, dejé la abstinencia de movimiento en la pared y salí en busca de nuevas experiencias
María Paula Díaz
mary_kstillo92@hotmail.com Desde pequeña vivo enamorada de las letras, el dibujo y la pintura. Más tarde apareció la danza, el ballet para ser más precisos. Ahora, sigo dejándome arrastrar por la misma pasión: el arte.
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cubides.carlos@yahoo.com Diseñador gráfico egresado de la UNAL, actualmente dedicado a la ilustración y el diseño web. Reciente admirador de la animación norteamericana de los años 30 y 40.
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retrooxisantana@hotmail.es Bogotana. Trabaja en Linotipia Martínez, una compañía de diseño. Apasionada por el diseño, ilustrar es su diario vivir. Ama las técnicas análogas, la tipografía y la fotografía. Los viajes son su mayor inspiración.
Andrés Páramo
andres.paramo.izquierdo@gmail. com Es editor de opinión de El Espectador. En sus ratos libres se dedica a escribir de otras cosas.
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caro.p.cuellar@gmail.com Escribo pa’ limpiar el alma, creo en la Eudaimonia y agradezco diciendo Namaste.
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Lauraluciatorres@gmail.com Bogotana. Soy Diseñadora Gráfica de la UNAL. He trabajado como ilustradora para varias editoriales como Norma y Santillana. También para agencias de publicidad como McCann Worldgroup y Lowe SSP3.
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juandapo@gmail.com Soy Ilustrador de tiempo completo y de comics cortos, director y esclavo en DeberiaSerFestivo.com. Fan de los tiburones y un día, de la nada, tenía barba. A veces oigo la TARDIS aterrizar.
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veronica.estandar@gmail.com Lic. En Artes Plásticas (2013) en UNEARTE, Caracas-Venezuela. Desarrolla sus ideas en piezas plásticas, las cuales varían de técnicas, desde video-instalaciones hasta ilustraciones tradicionales.
Geison Castañeda
Laura Ortiz
ilu.sionar@yahoo.com Bogotano. Ve en el dibujo la base para el desarrollo de imágenes versátiles que funcionen en diferentes contextos de la comunicación visual, dicta talleres sobre técnicas de ilustración tradicionales.
Camilo Otálora
violentaslunaselectricas@hotmail. com Soma Difusa. Hace mucho que la ilustración me sucede. No es algo forzado. Y la mosca. Aún no sé qué significa, es el único insecto al que no le temo.
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Julio Zeballos
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mielconejo@gmail.com Mielconejo Orejas y miel. Estrellas, nubes, Jack Daniels, Ciencia Ficción, Física y Hora de Aventura
zeta_lm@hotmail.com Economista, escritor y cinéfilo.
Paula Rojas
lopeztobias@yahoo.es Nací y crecí en el Caribe colombiano. Viví más de 10 años en Bogotá y hace 4 1/2 me fui de Colombia. A veces, para divertirme, escribo algunas cosas.
Catalina Ruiz
Rodrigo Bastidas
catalinapordios@gmail.com Columnista de El Espectador, directora de Hoja Blanca.net. Maestra en Artes Visuales y Filósofa de la Javeriana. Tiene una Maestría en Literatura en Los Andes. Barranquillera.
jota.ortega@gmail.com Nací a los 20, aprendí a leer a los 25 y a escribir a los 30. Fervoroso bogoteño. Me gustan las panaderías y las barritas de chocoramo.
coneseyzeta@gmail.com Acumuladora de imágenes y verbos. De joven: diseñadora gráfica editorial. Ahora: aprendiz de gerente. De grande: la suma de las dos anteriores.
esteeselcorreorojasrodriguez@ gmail.com Cuarto semestre de Comunicación social-periodismo. Mis intereses van desde los implacables descubrimientos de la ciencia hasta las creativas muestras de entretenimiento. Me defino como una dulce amapola.
Alfredo López
Jhon Jairo Ortega
Diagramación
Nicolás Rocha Durán
Colaboradores Zamir Bermeo
Daniel Lara
@ RutiloBastidas Pastuso, adelantó estudios como magíster en literatura en la universidad nacional de Colombia y en la UBA, docente universitario y fan de la ciencia ficción -en especial la latinoamericana-.
Soy diseñador gráfico de la Universidad Nacional de Colombia. Me mueve la imagen en los libros para niños y lel libro álbum, la exploración de la forma y el color.
mosca_surrealista@hotmail.com De Buenos Aires, vive Iguazú. Cursa el cuarto año de la Licenciatura en Artes Plásticas en la Facultad de Arte y Diseño de la Unam en Obera, Misiones. Participa como colaboradora en el grupo Sección Historieta.
Diego Jaramillo
diegojaramillo888@hotmail.com El creador de los sueños, me volverá locamente sigiloso, mi único lenguaje es la imaginación.
Diego Portilla
edipotown@hotmail.com Se describe a sí mismo como un ser omnipresente y extraterrenal, gran admirador de las cervezas del planeta tierra, de robocop y de las mujeres en bikini con armas laser.
lugonzalezga@unal.edu.co Estudio Arte para ahogarme entre las mentiras y verdades que el mundo me revela a diario, escribo letras inconclusas para hacerme joven en una eternidad insuficiente.
Lina Zarama
lizavi95@hotmail.com Nací a las tres de la mañana, pero no lo recuerdo. La curiosidad es un pilar de mi existencia, otro la cacería de casualidades, quizá otro sea el amor por los gatos y libros.
Raúl Durán
raulduran67@gmail.com Puede decirse que de eventualmente escribe, frecuentemente lee, constantemente se pregunta y únicamente siempre, hasta el momento, respira.
Redacción Pablo Lamprea
pablolamprea@gmail.com Estudiante de Artes Plásticas con demasiados intereses no-plásticos.
Brayan Zapata
darkwiccan.56@hotmail.com Había una vez un tipo que se equivocó de mundo
Editorial / Colaboradores
Andrés Gulla-ván
sara.trejos@revistaexlibris.com Periodista y Socióloga, gestora cultural. Produce el programa Las Claves de Canal Capital y es editora del portal Hoja Blanca
5 ex-libris /animal
Sara Trejos
Animales Imposibles
Ilustradora Invitada 路 Mielconejo
Kon Yak Maunhar
Aquel que carga el Universo dentro de si
Pág. 8
Cine
The Libertine. Pág. 10
Cine
Pájaros en la boca. Pág. 11
Música Animals. Pág. 12
Libros
La novela luminosa. Perros héroes. Tratado sobre el futuro de América Latina visto a través de un hombre inmóvil y sus treinta Pastor Belga Malinois. La pasión según G.H.
Ex-Libris le recomienda,
USTED DECIDE
Physis RECOMENDAR tiene varios significados en la RAE. Hoy tomamos “aconsejar algo a alguien para bien suyo”. Physis habla de cosas tangibles que si se buscan y se encuentran, eventualmente traerán satisfacción: una película, un libro, un álbum de música, ir al teatro.
Dirección: Laurence Dunmore Título: The Libertine Género: Drama País: Reino unido Año: 2004
The Libertine
{cine}
En plena guerra civil inglesa, después de la ejecución de Carlos I de Inglaterra en 1649, el reino se debatía al borde del colapso absoluto. Por ese entonces emergió a la escena política la figura mítica de Oliver Cromwell, aboliendo todo rezago e influencia monárquica, transformándose en una república denominada “Commonwealth of England”. Bajo el título de Lord Protector, Cromwell se erigió como dictador acumulando más poder que el mismísimo rey, cegado por el fanatismo religioso y puritanismo, no dudó en perseguir a quienes censurasen su forma de gobierno autocrático. Enarbolando el discurso libertario y de equidad se transformó en un líder ambicioso y despótico. Una vez restaurada la monarquía, su cadáver fue desenterrado y decapitado, sin embargo para el historiador, ensayista y crítico social Thomas Carlyle fue un héroe de la libertad, convirtiéndose en una figura controvertida de la historia inglesa. La película está basada en una obra de teatro del mismo nombre escrita por Estephen Jeffreys y rodada por Laurence Dunmore. John Wilmot, segundo Conde de Rochester, dramaturgo encarnado por el camaleónico Johnny Depp (asemejándose a la imagen del pirata Jack Sparrow), poeta de vida licenciosa y disoluta que rompió con los cánones establecidos de la época, iconoclasta de vida desordenada y alcohólico irremediable. Amigo leal del rey Carlos II “El Alegre Monarca” (John Malcovich) se trocó en protector suyo, pero a la vez debía cuidar su reino de las intrigas y ambiciones de las potencias extranjeras, sumado a las tirantes relaciones en el parlamento y las rencillas políticas entre Tories(conservadores) y Whigs (liberales), disputas que se viven hasta hoy en día. En sus días de farra y alcoholismo, John Wilmot queda prendido de la belleza de Elizabeth Barry (Samanta Morthon), en aquellos días el oficio de actriz era visto como el de una prostituta, por así recordar de alguna manera la figura de la divina Sara Bernhardt. Wilmot pretende ser reconocido como el nuevo Shakespeare de la escena teatral londinense, entregándose a los vicios de la carne al montar una obra encargada por el monarca. Al final la obra de teatro termina siendo un fiasco por sus representaciones fálicas y sicalípticas semejantes a una representación del Marques de Sade, pero sobretodo de escarnio público a la imagen del regente de turno, acabando con la paciencia del rey y su buena voluntad hacia este último. Wilmot y su sirviente terminaran huyendo hacia el exilio, viviendo una vida de excesos, como actores errantes, cobrándole factura Por: Julio Zeballos Fotos: Alethia
al contraer la temida sífilis, una enfermedad que concluye mermando su salud hasta la muerte. Wilmot prototipo de rebelde vive como una estrella del rock en pleno período de la restauración inglesa, irreductible y ateo, se niega a seguir los dictámenes establecidos del statu quo del Reino Unido, errático e intemperante se atrevió a moldar la imagen de escritor maldito, sus poemas aun no soy muy conocidos en español, salvo algunas reseñas del escritor Graham Greene: “Lord Rochester’s monkey” (El mono del conde de Rochester) y la profunda admiración que sentían Voltaire y Goethe por sus escritos. Johnny Depp reflexiona acerca del personaje que interpreta: “Wilmot fue uno de los libertinos autodestructivos originales (…) Es fácil reducir su legado a un simple autor de sátiras, porque escribió chistes obscenos sobre el Rey Carlos, pero fue mucho más que eso. Fue un poeta asombroso y acaso el primer rockero punk”. La película es un homenaje al arte dramático a la Commedia del’Arte, una representación fílmica que no abandona su representación original. El segundo Conde de Rochester, prototipo de dandy burgués, fue un subversivo que en su corta vida de treinta y tres años se hizo célebre por sus excesos de vino y mujeres, siguiendo los pasos de los decadentes y librepensadores: Théophile de Viau colaborador de “Le Parnasse satyrique”, el condenado a la hoguera Claude Le Petit, y del amante del lujo, jugador, mujeriego empedernido y poeta español del barroco Conde de Villamediana, le sigue la estela Luís Vaz de Camões y el más representativo enciclopedista francés de todos los tiempos “Diderot” protegido del barón D’Holbach. No es mas que el retrato de un apasionado y un rebelde que vivió a su libre albedrío en pleno siglo diecisiete.
ex-libris/animal
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Physis/ Rese単a
{libro}
Pájaros en la boca Por: Raul Duran Fotos: Brayan Zapata
De misterios, animales y niños.
¿Quién puede fijar donde se traza la línea divisoria entre realidades y ficciones, o definir el momento exacto en que el niño se hace adulto o el adulto se hace niño, si no es que acaso siempre somos uno y los dos a la vez? En Pájaros en la boca los personajes son testigos que llegan a presenciar raros episodios por una casualidad perversa. Algunos los ven de cerca; como el padre de la niña que solo come pájaros vivos, y otros de lejos; como el personaje que escucha la historia de la desaparición de los niños de un pueblo, contada por un viejo minero en un paradero lejano. No siempre es clara la brecha que divide al personaje testigo del directo implicado. En los cuentos de Schweblin florece una dimensión infantil que en ocasiones se presenta como recordando que a través de los ojos de los niños toda fantasía, por más terrorífica y abrumadora que sea, puede aparecer con total comodidad en la realidad: “Comes pájaros, Sara –dije. –Sí papá. Se mordió los labios, avergonzada, y dijo: -Vos también. – Comes pájaros vivos, Sara. –Sí papá” (p.62). La realidad a través de los ojos de los niños aparece incluso si quien habla es un adulto: “Una bocina suena a lo lejos, desde la calle. La identifico enseguida: es el auto de Daniel. Miro. – Voy a quedarme acá –digo–, con el hombre sirena.” (pp. 84-85). El espectro infantil abarca tanto la mirada como el comportamiento, hasta alcanzar limites absurdos: “-¿No va ayudar? –le pregunté. –Me da impresión –dijo el desgraciado-, está muerta. Soltamos inmediatamente a la gorda y nos quedamos mirándola. –¿Cómo que muerta? ¿Por qué no dijo que estaba muerta? –No estoy seguro, me da la impresión. –Dijo que “le da impresión” – dijo Oliver–, no que “le da la impresión”. –Me da impresión que me dé la impresión.” (p.37) Esa mezcla de misterio e infancia en que se confunde realidad y fantasía; ya sea de formas supra naturales como en “El hombre sirena”, espectaculares e inexplicables como en “Mariposas” o “Bajo tierra”, o en apariencia muy sencillas como en “Mi hermano Walter” o “Papá Noel duerme en casa”; no solo logra impactar con lo extraordinario, sino que parece sugerir que más allá de buscar oscuros misterios en la fantasía, en la realidad se esconden secretos asombrosos. Al fin y al cabo ¿Qué puede ser más fantástico que la realidad? Autor: Schweblin, Samanta Titulo: Pájaros en la boca Editorial: Almadía S.C. 163 págs Pais: México Año: 2010
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Encontré sus ojos en la oscuridad cuando un sonido interrumpió el silencio,en él, una mezcla de curiosidad y miedo, sensaciones exteriorizadas en el erizado pelo.
{música}
Banda: Pink Floyd Genero: Rock progresivo Discográfica: Harvest/EMI. Año: 1977
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Por: Jefferson Mejia Ilustración: Andrea Santana
Aquí los perros son la cara de la ley y los cerdos son mandatarios, las ovejas los peones y el oyente, nuestro lector. Basado en la Animal Farm (Granja Animal) de George Orwell (profeta que escribió 1984), el álbum Animals es el décimo producido por los británicos de Pink Floyd en 1977, tan sólo tres años antes de The Wall. En este disco lanzado originalmente solo en LP, divido en apenas 5 canciones, dos por el lado A y tres por el lado B; Roger Waters, David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright describen y lanzan pestes contra los actores de un capitalismo frío e indiferente a la humanidad. Afortunadamente en esta versión, y no en la de Orwell, las ovejas se revelan, certeras contra los perros y los cerdos, quizás, tal como debería suceder en la realidad Con una portada legendaria en la historia del rock: el aclamado cerdo inflable de Waters volando entre dos chimeneas de la Battersea Power Station. Canciones como Dogs con una duración de 17 minutos o Pigs on the Wind con su primera y segunda parte al comienzo y final del disco hacen de este “difícil trabajo” según las propias palabras de Wright, un álbum que vale mucho la pena escuchar para intentar reconocerse, sacar el animal que se lleva dentro o, en el mejor de los casos escapar del encasillamiento y no ser el perro encontrado muerto junto al teléfono, el ahogado por el peso de las piedras.
Physis/ Recomendados
Animals
{libros} Por: Rodrigo Bastidas Ilustración: Geison Castañeda
Mirar palomas animales uruguayos
Autor:Levrero, Mario Título: La novela luminosa Editorial:Random House Mondadori Ciudad: Barcelona Año: 2008
Ganas un premio literario: beca por un año
para que dejes de trabajar y te dediques a escribir la novela que tienes aplazada. Con el dinero compras una silla para sentarte cómodo, aire acondicionado para el verano, comida y novelas policiacas en la librería de la esquina. Pero, ¡sorpresa!, nada sale. Ni una palabra. Las sensaciones están presentes, pero el cursor del ordenador titila sin moverse. Así que decides mirar por la ventana y encuentras algo más interesante que tu día: la vida secreta de las palomas citadinas. Redactas lo que ves: el cadáver de una paloma que se pudre, la visita constante de la que debe ser su pareja, los pichones que lloran todo el día, el intento fallido de sexo necrofílico de otra paloma. Vives a través de esa ventana: toda tu vida está representada ahí, en ese teatro burlesco que son las palomas ignoradas desde siempre. Las mujeres que has tenido, las culpas, las fallas, los sueños, son esas palomas sucias, groseras, deformes y luminosamente urbanas. Creas hipótesis deductivas, y logras entender el comportamiento de todas las palomas del mundo a partir de las cinco o seis que pasan volando por tu ventana y se asientan en el techo del vecino. Tomas notas diarias hasta que la escritura toma la forma de un diario en el cual se mezclan las impresiones de la silla nueva, la adquisición del aire acondicionado, la imposibilidad en la escritura de la novela, las medicinas que tomas en tus ataques de hipocondría, la digestión de las comidas, las novelas policíacas y, por supuesto, las palomas… siempre las palomas. No puedes parar de escribir, llamas al diario “El diario de la beca” y piensas enviárselo a tu mentor para explicarle por qué al final de todo no tienes la novela. Le cuentas de las palomas y cómo piensas en ellas como la representación ontológica del universo. Y le dices que no, que eso no es una novela, que es un diario y que la novela (pensabas llamarla “La novela luminosa”), ya no podrá ser. Nunca. Que en el texto le explicas todo, y que no piensas escribir más. Que el diario no se ha acabado, es el diario el que ha acabado contigo. 2/14
El latido se acelera, la criatura se congela y al final es desconocida su instintiva reacción.
Ladrar mientras se mantiene el aire Autor: Bellatín, Mario. Título: Perros héroes. Tratado sobre el futuro de América Latina visto a través de un hombre inmóvil y sus treinta Pastor Belga Malinois. Editorial: Interzona. Ciudad: Buenos Aires Año: 2003
El Pastor Belga Malinois es “usado por las fuerzas armadas, cuerpos de seguridad del Estado y ejércitos alrededor del mundo”; con una orden puede atacar y acabar con su presa.
Uno de los mejores entrenadores de esta clase de perros (inventa Bellatín), es un hombre inmóvil, vive con su madre y hermana, y un enfermero. Con su voz atronadora ordena a los perros cada movimiento, cada ladrido y cada mordida. En casa todos sonríen al hombre inmóvil, temen que su voz produzca el chasquido necesario para que uno de los treinta perros acabe con la vida de alguno.
Por eso mismo, quizá, Bellatín escribe esta historia con susurros: pequeños fragmentos que cuentan un dato, una palabra, una acción; fragmentos que parecen unirse y dispersarse al mismo tiempo. Los personajes, el autor y los lectores pasan las páginas reteniendo el aire… los perros pueden atacar, la voz puede ordenar, todos podemos morir. Mientras contenemos la respiración, vemos cómo el bulto (otrora llamado hombre inmóvil) pone rostros de perros en dibujos de naves espaciales, alimenta un ave de cetrería con pericos y da órdenes a todos en casa, como si se trataran de Pastores Belgas Malinois. Desde su voz resonante, conocemos la historia de todos en casa: el trabajo con bolsas plásticas que sostiene la casa, la conversión en entrenador del enfermero, la llegada del hombre que quiere comprar los perros, la idea de un niño de escribir sobre Pastores Belga Malinois. Los Perros Héroes, están siempre presentes, olfateando, esperando, muriendo y envejeciendo. Alrededor de los perros, los humanos se mueven como suplicando existir. El complemento de los Pastor Belga Malinois y el hombre inmóvil, parece abarcarlo todo, asfixiar la existencia misma de los otros personajes. Pero ahí están viviendo, ladrando y posando para las fotografías. ¡Click!
Physis/ Reseñas
animales mexicanos
ex-libris/animal
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Alicia entomóloga
animales brasileros
Autor:Lispector, Clarice Título: La pasión según G.H Editorial: Muchnik Editores Ciudad:Barcelona Año: 1988
Los espejos no siempre están bruñidos.
El reflejo se puede construir desde los espacios rugosos y vivos de los insectos. G.H. lo entenderá la mañana en que la sirvienta no va a su casa. G.H. decide pasar por el viejo cuarto lleno de polvo y objetos viejos. G.H. desconoce su casa y la sorpresa la deja paralizada: el mundo y su cuerpo le son ajenos. G.H. ve caminar, en una esquina, casi invisible, lenta y vieja, una cucaracha. Como si su mano dejara de pertenecerle, como si su brazo fuera pata de animal, G.H.
escribe aquello que le ocurre, el encuentro con el animal, la visión iluminadora y triste de su existencia. La cucaracha, lejos de horrorizar a G.H., otorga la presencia de un gran momento de lucidez: el instante que le permite destruir el mundo exterior de la materia (su materia, su ser insecto) para volver a construirlo desde adentro, desde su esencia, desde sus vitalismos, desde las imprescindibles obviedades de lo cotidiano, que ya no se ven porque ya no se buscan. Para destruir su materialidad de insecto, G.H. debe primero entenderla, nombrarla, señalarla. Así, G.H. aplasta la cucaracha, observa la cucaracha, lame la cucaracha, se alimenta de la cucaracha. Investigadora empírica del alma, G.H. nutre su animalidad instintiva con la materia blanca que se riega. Asesina su animalidad para tragarla y saber de su capacidad de amar, acepta el insecto como un centro desorganizador, como una marca para iniciar su accionar. G.H., como una Alicia entomóloga, cruza el espejo rugoso: los ojos del animal. Ahora es insecto, ahora puede entender, ahora escribe y nombra, ahora –insecto viejo y carcomido por el tiempo- comprende, y le dice a su mano que escriba. Que ya es hora. Que la vida le es, aún sin comprender lo que dice. Que entonces adora…
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Logos / Testimonio
Sí, el porqué ni aún yo mismo lo sé. Es quizás la batería extra para una linterna en una Preferí la relativa soledad desde pecueva oscura, es el motivo para regresar a la esperanza, es un sentido de vida. Es el queño y entonces recorrí otras posibilidaacceso a la vida misma, a esa que está al desnudo, a la que puedo tocar, sentir y ver des de sentido: el conocimiento, dispuesto a (así sea a través de un visor) sabiendo que no es de mentira. Es un paréntesis en dar de mí (literalmente) para recibir a cambio medio del ruido mundano, de la distracción familiar cotidiana, de las amistades conocimiento: líneas teóricas, datos fríos, ser electrónicas, de la risa cómoda, del autoengaño que sirve de propósito para conuna esponja; pero no, al final de mi colegio y, de tinuar respirando. nuevo, al final de mi carrera universitaria concluí que no es eso lo que me daría sentido. No es la acu¿Hacia dónde voy? ¿Hacia la acumulación de experiencias soportadas en un mulación de saber, ni de dinero. Tampoco la del plaimaginario de felicidad que puede ser comprado? La brisa en la cara desde el puncer personal, de nada sirve el sonido de la saliva bato más alto en Siena, una fotografía con un desconocido que sonríe en un mercado jando por mi garganta en la oscuridad, quiero escuchar cualquiera, una conversación sobre literatura en el paradero de un metro… ¿el éxito profeal mundo sin hablar, ver directo a los ojos al otro y acsional? Un portarretrato que tu madre pone en su mesa de noche para irse a la cama con ceder al mundo a través de ellos. Con Rayón puedo ser la una sonrisa, sabiendo que con su obra y dedicación constante fue el camino de su hijo a nariz a la que todas las flores se inclinan, accedo excepcioun lugar más alto que el que ella podría haber siquiera imaginado, como si cada generanalmente a todo lo que puede darme el mundo, atravieso la ción fuera una pequeña extensión hacia el pedestal cada vez más alto donde se ubica máscara, la apariencia, mi disfraz invita a desnudarnos, sin el éxito. Con cada hijo crece la imaginación, quizás de eso pueda sentirse orgulloso él soy el cada vez más el simple humano que nunca quise ser. cualquier padre, llegar más lejos es imaginar más. Sr Rayón es la puerta de entrada a El imperativo de la diferencia se concreta en él. Jamás había la imaginación, impone la necesidad de abandonar el letargo de lo ordinario, de lo establecido tantos y tan ricos puentes con los demás, abrieron ficticio, de las distracciones novedosas y brillantes. sus compuertas para Rayón, y silenciosamente entré, compartieRenuncio a buscar mi libertad a través de la manada, si bien ron conmigo la desnudez pese a sus ropas. Es la parte del mundo a me preocupa algo más que mí mismo, el sentido de mi vida no la que no puedo acceder a través de una enciclopedia, ni a través de se lo debo a nadie más que a mí, huyo a creer que sea el típico un acto de fe cuando creo en lo informado en una publicación cientíindividualismo que denuncian algunos de los que se sienten fica, es algo que toco sólo yo ahí. afectados por el actuar de mi alter ego (que quizás es más mi Necesito al otro para ser libre, al otro puedo ofrecer apoyo, escuchar auténticaverdadero yo), creo que es más bien una reivindicación de la mente. Eso significa, para mí –su operario- el Sr. Rayón, lo cual no compite con los importancia del individuo en una sociedad de masas. Cada propósitos utilitarios que le han sido asignados y que justifican su obra al margen de sus cual le fija un marco de sentido a su propia existencia, entrañas. Propósitos que no son importantes en esta confesión, y de los cuales mucho se algunos respiran del mismo aire con otros y les llaman ha especulado, inventado y a veces acertado. “amigos”, sus marcos de imaginación, sus condiciones de posibilidad, sus preocupaciones son similares; quizás es sólo el estilo del actuar, la estética asociada y el nombre lo que varía, pero en el fondo es lo mismo, los “mamertos”, “los fachos”, “los ñoños”, los del club, despliegan ante el otro el catálogo del que están provistos, esperando encontrar Anotaciones para mí: más semejanzas que diferencias y buscando /La máscara y los guantes me permiten tocar lo que como simple humano no tocaría ni olería, la unidad en una causa cualquiera. es el punto medio perfecto entre la misantropía del humano y la filantropía del personaje/.
¿Que si soy el Sr. Rayón?
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Por: Sr. Rayón Ilustración: Diego Portilla
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Sumergido en el deslumbrante encantamiento del sonido, ni el olfato medirรก el peligro y dejarรก llevar su cuerpo en el misterio que lo perturbรณ.
Entrevista con Antonio Caballero.
19 Quince años después, en la realidad, Caballero nos recibió con su particular ceño fruncido. Con su voz grave y mínima que decía “bienvenidos”. Luego desapareció a la cocina y echó un murmullo ofreciéndonos distintos tipos de licor. Aceptamos whiskey. Todos tomamos whiskey, The Famous Grouse. El de él,con hielo y agua. La casa es una sola sala de estudio: libros atiborrados, tirados por el piso los unos, montados en desorden en una estantería, los otros. Revistas. Periódicos. Fragmentos de cosas que podrían bien no tener ningún sentido. Historia, política, violencia, literatura, arte. Todos esos temas que maneja y de los que escribe están en ese pequeñísimo rincón del mundo. Cuadros de Luis Caballero a lado y lado. Una mesa que, más que de un escritor convencional, parece la de un historiador huraño que busca la clave para resolver algo: una lupa, una máquina de escribir, un computador de última generación, portátil, diminuto. Garabatos aquí y allá. Nos sentamos en medio de libros tirados y sillones mullidos. Brindamos con él no sin cierta solemnidad. Se relajó, bebió, y dejó un trago casi intacto al lado suyo. Empezamos.
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Por: Andrés Mauricio Páramo Izquierdo Fotos: Daniel Lara Cardona
Llevo quince años siguiéndole la pista a Antonio Caballero. Al principio, se trataba de una imposición heredada probablemente de una tradición familiar mucho más vieja: la lectura obligada que Klim (Lucas Caballero, el tío) fue para la generación familiar anterior a la mía. Desde entonces, lo quise saber todo. Como en una pesquisa criminal que se va hasta el extremo del detalle. Fue obvio que con el paso del tiempo hice el tránsito corriente de la devoción absoluta al entendimiento. Y luego de éste al cuestionamiento. Yo tejí una relación abstracta, que no existía en el plano real, pero que, pese a la lejanía, se me hacía familiar.
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“A lo mejor, a lo peor, acabo teniendo razón… Otra vez”
Andrés Páramo /: En esta edición de la revista Ex-Libris se llama Animal, así que primero le haré unas preguntas sobre toros. Yo leí en un artículo que hizo Germán Santamaría, a propósito del Premio Simón Bolívar de “toda una vida” que usted recibió, en el que decía que su gusto por los toros no venía de una tradición familiar, ¿eso es verdad? ¿de dónde viene, entonces? Antonio Caballero /: Lo adquirí en España. Yo desde niño iba a toros pero una o dos veces al año, como quien va a cine. Al cabo de varios años en España descubrí, ya de viejo, que los toros eran mucho más que un espectáculo. Que eran mucho más que un entretenimiento. Lo descubrí viendo a un torero que se llama Rafael de Paula. Un torero gitano y, sí, el hecho de ser gitano es muy importante en su toreo. Pero no es solo eso, sino que él me descubrió en el toreo una profundidad que yo no había visto nunca. Yo creía que era simplemente un espectáculo pintoresco para pasar un rato. Y bueno, veía también el valor, y el colorido, y el peligro, y la muerte. Pero no había visto lo que era torear. /: En todos estos años que usted ha defendido la fiesta brava, ¿ha habido algún antitaurino que le haya presentado un argumento que lo haya hecho dudar de sus convicciones? /: No. Es decir, los argumentos de los antitaurinos son de personas que no han visto nunca lo que son los toros. Son argumentos de personas que han oído que se matan a los toros. Y “pobre torito” y “pobre animal”. Naturalmente, se trata de una pelea que es cruel y en la cual el toro lleva siempre las de perder. Porque está hecho para eso. No es una pelea de gladiadores de circo romano. Es un sacrificio y la víctima es el toro. Son, en su mayoría, argumentos “animalitarios”, como copia y caricatura de lo humanitario. La relación entre los hombres y los animales no es humanitaria. Son especies diferentes. Y yo no creo que ningún animal sea tratado mejor por los hombres que un toro de lidia. Es tratado con respeto. Es el único.
/: ¿Desde qué perspectiva ve usted los derechos de los animales? /: Yo no creo que los animales tengan derechos. Los derechos los tienen las personas: son los Derechos Humanos. Lo que tienen los animales es una relación con los hombres. No son sujetos de derecho, pero tampoco son objetos. Yo creo que hay tres o cuatro categorías de animales en su relación con los hombres. Hay las cucarachas, por ejemplo, que son una plaga que los hombres tratan de eliminar. Hay los animales salvajes. Hay los domésticos. Y hay una categoría particular, en la cual están los toros de lidia, que son los que le sirven a los hombres para los juegos. Los caballos de carreras también: ellos no harían carreras por su cuenta si estuvieran solos en el campo. Yo no creo que los hombres tengamos la capacidad de mirar las cosas como si fuéramos animales. Las miramos desde nuestro punto de vista de hombres. /:Cambiemos de tema y hablemos de su oficio como periodista. ¿Cómo es el proceso de hacer la columna? ¿Cómo escoge los temas? ¿Cuánto investiga? ¿Cuánto se demora? /: Yo no soy un periodista investigador. Yo escribo sobre lo que leo en los periódicos, lo que veo en televisión. Yo no tengo la capacidad ni los medios para ser un periodista investigador. Soy un periodista de opinión. Y bueno, he hecho otro montón de cosas en periodismo: he sido reportero, he hecho entrevistas… Pero no sé investigar. Digamos, eso que hace Daniel Coronell yo soy incapaz de hacerlo, ni creo que sea mi oficio. Yo escribo para opinar, pero nunca sé exactamente el tema. Depende de para dónde escriba: si escribo para Colombia o si escribo para periódicos españoles. A veces se me ocurre un tema, y trato de escribir y no me sale, lo abandono y lo cambio. A veces escribo una columna en dos horas y a veces en cinco días. /:¿Siente que se repite mucho en su columna? /:Sí, claro. Yo sé más o menos lo que pienso desde hace bastantes años y no he cambiado mucho de opinión. Puedo cambiar de opinión cuando hay hechos nuevos. Pero sí me repito. Entonces: “los malos son estos, los buenos son estos, los imbéciles son estos”. Más o menos eso es así. Siempre. /:¿Eso es por la realidad colombiana o por sus convicciones? /: Por las dos cosas. La realidad colombiana, la realidad mundial y mis convicciones. Es decir, a mí no me toma por sorpresa un golpe de Estado militar en Egipto. Porque los militares egipcios mandan en Egipto desde hace 50 años con el respaldo de los Estados Unidos. Entonces escribo. Y lo mismo pasa con Colombia. Bueno, Colombia se repite más que la mayor parte de los países. Pero, por ejemplo, yo no creo haber cambiado de opinión sobre los presidentes de Estados Unidos en los últimos 50 años. /: ¿Qué requisitos se necesitan para ser un buen columnista? Y en ese sentido, ¿para usted quién es el mejor de la prensa colombiana? /: Yo creo que la claridad es fundamental en un columnista de opinión: que se entienda lo que quiere decir. La claridad verbal pero también la claridad de concepto. El mejor columnista, yo creo, es Alfredo Molano. /: Me encargaron esta pregunta. ¿A usted no le dan ganas de dejar de hacer esto y dedicarse a hacer otra cosa? Fidel Cano, el director de El Espectador, dice a veces que le gustaría dedicarse a hacer quesos. /: No, es que yo ya no sé hacer otra cosa. Ya estoy demasiado viejo para aprender a… Yo qué sé, hacer quesos.
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Sabiendo que no es nada lo que lo ha logrado despertar, vela el sueño de aquel que sueña con poder dormir.
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Sus orejas son inmunes ante la imponente noche, la luna lo acompa帽a en la actividad biol贸gica.
/:En mayo usted escribió una columna titulada “Sí o sí”, en la que le preguntaba directamente al presidente Santos si se lanzaría o no a la Presidencia. En esa ocasión usted también hizo una defensa del proceso de paz. Él ya dijo que sí, ¿usted votaría por él? /: No sé. Me parece que Juan Manuel Santos ha hecho dos cosas muy importantes. Una es la promesa o el anuncio (porque son promesas y anuncios) de la restitución de tierras y la reparación de víctimas. Y la otra es estar tratando de hacer la paz en la Habana con las Farc. Eso me parece muy importante y no veo a ningún otro de los posibles candidatos haciendo eso. Pero, a la vez, Juan Manuel Santos es la derecha. La derecha neoliberal. La derecha económica neoliberal, que, en mi opinión, es tremendamente dañina para un país como Colombia. No solo para Colombia sino para el planeta entero. El neoliberalismo es lo peor que nos ha ocurrido desde el fascismo. La parte de la paz, que me parece necesaria, solo veo a Juan Manuel Santos haciéndola. No veo ni a los de la derecha santista, ni, por supuesto, a los de la derecha uribista. Y tampoco le veo posibilidades a la izquierda. Usted me pregunta si votaría por Juan Manuel Santos: probablemente no votaría por él, pero sí querría que ganara él. /: Usted tiene una teoría en política colombiana: “cada gobierno es peor que el anterior”. ¿Santos sería la excepción a esa regla? /: Pues no sé. Estaba sorprendido porque creía que mi regla era absolutamente férrea. De pronto Santos empezó a anunciar eso: la restitución de tierras, la reparación de víctimas. Ya con Uribe había ganado yo: el segundo Uribe fue peor que el primer Uribe. Yo pensaba que Santos iba a ser peor. Pero, resulta que con sus anuncios del primer año, no. Pero ahora se le está desbaratando todo y a lo mejor, a lo peor, acabo teniendo razón… Otra vez.
/: ¿Cuál es el personaje más nefasto de la política colombiana? /: Cristóbal Colón. /: Pero el actual… /: Ahorita, Álvaro Uribe. /: ¿Sin poder? /: No, es que sí tiene mucho poder. No directo, pero tiene una capacidad inmensa de enredar las cosas. Pero, bueno, ¿poder? Poder no tiene nadie en Colombia. Los poderes económicos. Posiblemente Luis Carlos Sarmiento sea más dañino que Álvaro Uribe. Su poder está en todas partes: en los medios de comunicación, pero también está en los bancos. Los banqueros son los tipos más dañinos que hay en este momento en el país. /: ¿Y de la realidad nacional, Plinio Apuleyo Mendoza? /: No, porque Plinio no tiene ninguna influencia ni ningún efecto. A mí me parece un tipo maligno, pero con muy poco efecto. ¿Quién es Plinio? Mucho más dañino un cura de pueblo que Plinio. /: En una columna de Arcadia usted dice, describiendo una foto de Álvaro Uribe en la que aparece con poncho y carriel, que está disfrazado de él mismo. ¿Se puede decir lo mismo de Santos o es muy variable su pinta? /: Supongo que también podría. Nunca he visto una buena foto de Juan Manuel Santos disfrazado de Juan Manuel Santos. Pero él sí es una persona que se disfraza de él mismo. Habría que ver una de él jugando golf en el Country. Pero como lo vemos es en calzoncillos en Valledupar, pues no, no está disfrazado de él mismo. /: Sin Remedio es una novela sobre el malentendido. ¿Leeremos más literatura suya en el futuro? ¿No hay otro tema que lo apasione para volver a escribir? Oí que de la fealdad… /: Sin Remedio no es solo sobre el malentendido. Ese es el centro, pero hay más temas. Pero lo que pasa es que a mí no me parece que uno deba escribir en forma de novela, de ficción, algo que se pueda decir de otra manera. Y la verdad no tengo ningún tema. Hay escritores que escriben muchos libros, y yo podría escribir otros cuatro libros iguales sobre el malentendido: la dificultad de que se entiendan las cosas como se dicen. O la imposibilidad. Pero para eso basta con dar entrevistas. /: ¿Pero ahora está escribiendo algo? /: No. Tengo pedacitos de cuentos. Digo cuentos porque en un cuento uno puede decir una cosa mucho más inmediata, breve, rápida. Pero tampoco creo que los termine ni los publique.
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/: ¿Lo hicieron? /: No. A mí me han amenazado los militares, no las derechas políticas. Aunque sé que sí, que hay gente que mata gente sin cesar en este país, pero nunca me he sentido amenazado. Ni siquiera cuando me han amenazado.
/:Usted, generalmente, vota por la izquierda. Hace poco, sin embargo, dijo que la izquierda se convierte en derecha una vez llega al poder. ¿Por qué vota así entonces? /: Para que haya una oposición fuerte. A mí me parece que la oposición debe ser de izquierda. Cuando la oposición es de derecha, como está sucediendo en Colombia ahora con el fenómeno de Uribe y su Centro Democrático, es grave. Es grave que el poder sea la derecha y la oposición sea la extrema derecha. La función de la izquierda es la oposición a la autoridad. Cuando la izquierda se convierte en autoridad se vuelve, en mi opinión, derecha. Eso es visible en la historia. Desde la Revolución Francesa, cuando la izquierda, es decir, los jacobinos y Robespierre, toma el poder, se vuelve en la más extrema derecha imaginable.
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/: Usted hizo una columna sobre Álvaro Gómez Hurtado cuando lo asesinaron. La idea general era que sí había muertos malos. Cito esto por la autocensura: ¿nunca le ha dado miedo escribir cosas así, que se enfrenten a una opinión mayoritaria en un país violento que puede tomar represalias? /: Por alguna razón absurda yo nunca he creído que me va a pasar nada. Pero tampoco he creído que me va a pasar nada cuando cruzo una calle. No es que me considere valiente: uno no atraviesa la calle porque se considere un valiente. A mí me han amenazado y me he ido del país cuando me han amenazado, porque sé que es en serio. Pero eso viene después. Por ejemplo, con la columna de Álvaro Gómez, que causó muchísimo escándalo en su momento, no se me ocurrió que me fueran a amenazar.
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Llevado del aburrimiento intenta atrapar la atenciรณn de aquellos que estรกn mรกs allรก que acรก.
/: ¿Lee nuevos escritores de literatura colombiana? /: Sí, a varios. Pero cada vez leo menos ficción, no solo colombiana, sino del mundo. Pero sí, he leído a Gamboa, a Silva, a Vásquez… La mayor parte. /: ¿Cómo ve el estado de la literatura con estos representantes? /: La verdad es que no me interesan mucho. /: ¿Cuál es su relación con el trago? ¿Busca en él el efecto sutil de la embriaguez, como sugiere en un artículo, o la borrachera brutal, como sugiere en otro? /: Depende. Yo he dicho ya muchas veces, cada vez más, que el filósofo que me inspira a mí con respecto a toda la realidad es Julio Iglesias, que dice: “a veces sí… A veces no”. Entonces, depende. El trago me parece maravilloso y me parece dañino. Entonces depende, como todo.
/: ¿Esto de la televisión, su participación en un programa de Canal Capital, es nuevo? /: Sí, nunca lo había hecho. Yo había hecho radio de joven. No es nuevo en el sentido de que he participado en programas de televisión. Pero nunca como semiprotagonista. /: ¿Le gusta? /: No. Creo que yo lo hago muy mal. No me gusta. /: En Ex-Libris le damos mucha importancia a la parte gráfica. ¿Cómo es la relación con los personajes que ilustra y cómo empezó eso? /: Siempre me ha gustado dibujar. Me gusta más dibujar que escribir, pero, a la vez, nunca me he puesto a hacerlo en serio. Porque cuando mi hermano y yo éramos chiquitos, a los ocho o nueve años, yo era mejor que él y ambos queríamos ser pintores. Pero a los once años él empezó a ser mejor que yo, entonces lo abandoné. Le cedí los pinceles a mi hermano. Ahora lo hago por distracción. Y, a la vez, yo tengo una visión caricaturesca de la realidad y hacer caricatura me permite expresarla libremente sin los circunloquios que exige la literatura. Es mucho más directo lo que digo con las caricaturas que lo que digo por escrito.
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/:¿En Colombia hay buen humor político? /: ¡No! En Colombia no hay buen humor en general. Hay muy pocos humoristas. Hay algunos caricaturistas. Pero no hay escrito, ni de radio, ni de televisión. Jaime Garzón era un tipo absolutamente genial pero también absolutamente excepcional. Aquí no había habido algo así ni se ha vuelto a presentar. El humor en Colombia tiende a ser zafio y procaz, como era hace 3.000 años en Grecia: la gente se reía cuando se hablaba del culo de Sócrates. Un humor muy primitivo, muy elemental.
Por: Catalina Ruíz Ilustración: Carlos Cubides
Rafaela me enseñó a Coquetear Rafaela y yo vivimos juntas desde hace once años. Ambas, y por distintas razones
(ella estrenaba dientes, yo estudiaba artes) destruimos varias veces este apartamento. Dormimos en cucharita. Ella se acurruca ergonómicamente en mi cintura y en las corvas de mis rodillas cuando tiene mucho frío. Cuando llega visita se sienta en la sala, elige a alguien y le dedica su atención hasta conquistarlo. El visitante termina hechizado en los ojos gigantes y bicolores de Rafaela. Yo no tengo esas dotes sociales. Soy una ríspida hija única. Llevo once años observándola, tratando de entender cómo es que seduce y enamora sin decir una palabra. Así es como Rafaela me enseñó a coquetear. El gran acierto evolutivo de los perros es poder entender nuestras emociones y comunicarnos las suyas. La empatía es la habilidad social que ha hecho que, como los humanos, estén en todas partes y tengan todas las formas. Si un perro puede seducirnos es porque en realidad no hay amo y esclavo. El perro no sabe de nuestra autroproclamada jerarquía interespecie. ¡Qué torpes somos emocionalmente los humanos! Necesitamos del lenguaje, de complicadas construcciones y máscaras y aún así fallamos estrepitosamente en decir lo que sentimos o conseguir lo que queremos.
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Rasca puertas y cobijas excitado por el juego eterno, trota en pisos de madera y se desliza entre tapetes pero nada despierta a su amada dueña.
Logos / Columna También es notable que yo pueda aprender de Rafaela. Que mi vida con ella modifique mis maneras de ser en el mundo. Esto desestabiliza ese dualismo naturaleza/cultura, tan opresor para eso que llamamos naturaleza. Sería más fácil sacudirnos esa nociva actitud utilitaria si entendiéramos que no estamos separados, que nosotros somos la naturaleza, que la cultura y la tecnología también son naturaleza, que no hay un aquí y un allá, un adentro y un afuera. En el primer libro de la trilogía La materia oscura de Philipp Pullman, Luces del norte (llevado al cine desastrosamente como La brújula dorada) propone una dimensión paralela en donde los humanos no son un solo organismo sino dos, unidos inextricablemente por un lazo inviolable, dos cuerpos (cada uno con un nombre es decir, una suerte de identidad) y una misma alma. Uno de estos cuerpos tiene forma humana. El otro, llamado daimonion, tiene forma animal, una forma que al principio cambia según las circunstancias, pasa de libélula a pez, a mono, a pájaro, pero un día se fija en la apariencia de un animal que de alguna manera devela la forma del alma que el daimonion comparte con el humano y marca el lugar que ambos -como uno- ocupan el mundo. Mascota es un “animal que lleva felicidad y buena suerte a la casa en que es acogido”, o al menos así se entendía el término en tiempos más animistas. La palabra viene del francés mascotte que significa amuleto, y que a su vez viene del provenzal masco, que significa hechicera.
Lastimosamente en la vida diaria el término ha tomado unos tintes peyorativos: implica propiedad y sumisión. Por eso, cuando alguien se refiere a Rafaela como “mi mascota” me inquieta esa jerarquía implícita. Sí, es cierto que Rafaela es mía. Pero yo también soy suya. Ella me tiene y yo la tengo. Conocemos nuestros olores, nuestros sonidos, anticipamos nuestros movimientos. Confiamos la una en la otra. Ella me defiende y yo la defiendo. Es evidente que no todo el mundo tiene con su perro la relación que tengo yo. Yo misma no he tenido esta relación con todos mis perros. Los humanos y los perros somos todos diferentes, lo mínimo es que nuestras relaciones sean igual de múltiples y variadas. No pueden estandarizarse las relaciones que entablamos con los perros en la dicotomía amo-mascota, que uno incluso podría decir que es violenta -e ingenua- en sus simplistas jerarquías. Por el contrario, sí sería muy provechoso pensarnos desde fuera del ombliguismo narcisista humano. Los perros nos enseñan a ser mejores humanos. La fortuna que trae el animal es una perspectiva descentralizada del mundo, darle un poco de humildad a nuestra especie tan arrogante. La fortuna está en la compañía, en aprender a cuidar a un otro como a uno mismo, en saberse cuidado de la misma manera por ese otro tan otro, que tiene cuatro patas y no necesita las palabras. Un día de julio, Rafaela y yo nos vimos y desde ese día fuimos juntas. Más que perro y humano, daimonion o mascota, un hogar la una para la otra.
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Vecino Bestial No durmieron muchas noches, escuchando horrorizados cómo en el piso de arriba los animales se lamentaban, alaridos desgarrados de dolor llegaban desde el techo a sus oídos para enturbiar la noche, rasguños para espantar al sueño.
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Busca la emoción en sí mismo al impulsarse entre paredes y disputar la carrera contra del destino.
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Desafío en el que está él y solo él, convencido de que es más rápido que el viento.
La tenencia inadecuada de animales fue la excusa para una visita de funcionarios del Programa Integral de Esterilizaciones Caninas y Felinas (PIECF) del Hospital de Usaquén, en diciembre del 2008. Al llegar el personal a la portería, el hombre sencillamente negó la entrada. Ante las actas del consejo de convivencia que le presentó el administrador del conjunto, en las cuales exigía que cumpliera con la ley que prohíbe tener más de una mascota, el sujeto siempre alegó tener mala vista para leer el papel que se le solicitaba firmar, y jamás firma. En el año 2009 se entabló una querella. Es citado por la Alcaldía local y el 17 de julio no se presenta; en octubre del mismo año el caso fue archivado. Tras ser anunciada la existencia de la imagen con la cual comienza este artículo, un felino en la ventana, un joven policía llegó a hacerse cargo: descolgó el cadáver y lo botó a la basura. ¿Qué otra cosa podía hacer? Frente a la actitud de desidia, un residente se quejó ante la Policía Nacional, recibió una carta con una actitud no muy distinta de la indolencia del primer oficial.
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Por: María Paula Díaz Castillo Fotos: Ángelica Conde
Algunas veces el hombre llevaba habitantes de la calle a su apartamento, quienes en ocasiones llegaron a agredir físicamente a los habitantes de la urbanización. Uriel decía ser veterinario, llevaba consigo a un perro o gato por una noche, y luego lo devolvía a su dueño. Salían en la mañana hacia la portería de su conjunto Una pareja con una niña de 11 años se mudó al apartaresidencial, dirigiéndose al colegio como siempre. Pero mento ubicado debajo en el año 2013, al poco tiempo el nuevo este día sería diferente porque verían el cadáver de residente escribió una carta a la administración donde describía un gato colgado en la ventana de la cocina de un la situación insoportable de las noches plagadas de gemidos; la apartamento del Interior 2. nueva encargada intentó emprender otra querella, pero en la AlNo durmieron muchas noches escuchando, hocaldía le sugieren reactivar la que se había archivado. Hasta ese rrorizados, cómo en el piso de arriba los animales se momento, el proceso de cinco años no ha dado ningún resultado, lamentaban, alaridos llegaban desde el techo a sus la tensión ha aumentado, la espera se ha agotado y la impotencia oídos para turbar la noche. Rasguños para espantar comienza a generar sus efectos. al sueño. Hasta un pequeño sufriría de temor nocturno Ya fuera por la sorpresa, el asco o el escozor que generaba y necesitaría ir al psicólogo a causa del ruido interminaeste caso de crueldad humana, por la indignación de los espectable que, seguramente se convertía poco a poco en las imágenes dores, por la brutalidad de los acontecimientos o sencillamente que lo producían. Pesadillas escalofriantes con rasgos auditivos por nuestra alta capacidad comunicativa; los hechos se convirde realidad, eran consecuencia de la inminente violencia y maltieron en rumor, y el rumor corrió de boca en boca. Aquello que trato animal que practicaba constantemente su vecino. había ocurrido al interior de un conjunto, llegó a oídos de un grupo anónimo de jóvenes animalistas. En un conjunto residencial cercano a la Fundación CarEl 3 de agosto de este año, llegaron al lugar con dioinfantil vivía desde el año 2007 un personaje que atorpancartas y gritos, llenos de coraje y decisión. En mentó la vida de sus vecinos y la de unos cuantos animales. la primera oportunidad, entraron al apartamento Uriel Eduardo Campos compartía un pequeño apary rescataron a los animales, sacaron a 12 perros y tamento de dos alcobas con un número considerable 2 gatos: uno de los gatos estaba amarrado debajo de animales de distintas razas. Sus vecinos se quejaban de la nevera; cuatro perros encerrados en el baño. constantemente, no sólo por los ruidos en la noche, sino Todos en muy mal estado de salud, desnutridos, por el mal olor que se filtraba por las ventanas, producto sucios de sangre y heces, heridos. Una perra Bulldel desaseo y el hacinamiento. dog temblaba, no podía caminar.Se comprobó que había sido violada bestialmente; tenía quemaduras en el lomo, quizás producidas por un cigarrillo. La policía estuvo presente. Uriel también, amenazó y escupió argumentando que los animalistas habían sido quienes llevaron la suciedad a su apartamento. Su última estocada fue denunciar a la administración por permitir el abuso de su apartamento. No ha vuelto a aparecer por el conjunto. En Colombia el bestialismo no es un delito.
Logos / Reportaje
Nuestro personaje es visto por una mujer del mismo conjunto, primero ahorcando a un perro con una correa y luego arrojándolo a un caño.
Animales Imposibles
Ilustrador Invitado 路 Juan Camilo Mayorga
Bocetos de Origen
Cuando las aves y las plantas eran uno
Eros
RELATOS, CUENTOS, FICCIÓN.
Una dosis de escritura creativa en cuatro partes. PARA LEER EROS, se permite cantar con una balada traída desde la costa del país o irse al fondo del mar.
Pág. 34
fábula
Las jodidas vacas Pág. 36
Microrelatos Balada pollina Pág. 40
Leyenda
En muerta vida Pág. 42
Cuento Avestruz Pág. 44
Cuento Bandulios
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Y se me acaba el suspiro, y nada, las vacas cuadradas o rectangulares van a decidir abandonar el mundo. Pero no saben quién les dará una visa al fondo del mar. Ningún humano quiere atenderlas en ninguna embajada. Todos huyen, algunos ríen, otros se tiran por las ventanas. Las vacas se ponen trajes, gorros y gafas. Y nada, siguen sin visa. ¿Cómo podrían irse sin visa al fondo del mar? No se puede, hombre, las vacas son cosa seria, son seres legales. Una vez discutí con una vaca y tenía unos argumentos tan increíblemente moralizantes que uno entiende por qué la leche es blanca. Y si, es que es blanca. No como el blanco que se inventó Juan Grulla. No, que le pasa, ¿por qué no madura? Es totalmente distinto. Verá, es un blanco blancuzco créame. Yo sé que usted no sabe casi nada de leche, en su planeta no venden, ¿cierto? Pues en el mío solían vender. Pero ya no. Porque verá, nadie les dio visa a las miserables vacas, y ¿uno que hace cuando es débil? Pues saca otras habilidades o se muere. La vacas son cosa seria, porque hicieron ambas, si, ambas, créame, son cosa seria. Dijeron: pues nadie nos dio visa, que cosa tan jodida. No podemos ir como visitantes, que cosa tan jodida. Nos tocó colonizar el fondo del mar, que cosa tan jodida.
Eros / Fábula
Y eso hicieron las vacas, créame, y ya no venden leche porque ahora el mar es de leche. Ahora es más salada que antes, y a veces más aguada. Las vacas se fueron a vivir al fondo del mar, fueron más inteligentes que la gente que da visas. Pero a nadie se le ocurrió que se podían morir allá al fondo. En efecto, se murieron. Se murieron todas. Pero aún no se han dado cuenta. No se les ha ocurrido que están muertas. No, es que son cosa seria, son cosa jodida. Mientras no se den cuenta que están muertas van a seguir produciendo leche y seguir muriendo o naciendo para morir o nacer muertas. Pero se dará cuenta, no es tan distinto esto último a nuestras vidas. Usted no es de este planeta, pero usted si está vivo. Usted entiende. Y si no entiende cállese porque no me interesa que entienda, me interesa que oiga, que absorba, que nade en la nada. Aprenda a nadar, de verdad, deje de estar jodido y aprenda a nadar. Con eso cuando se angustie puede llamar a Sartre y se van a la piscina municipal a nadar. Y ya está, se soluciona el mundo. Maldito mundo fragmentado. Si, este mundo, no se lo tome personal que usted ni es usted. Y si no entiende entonces defínase, si puede de pronto cambie algo, pero apenas lo logré se dará cuenta que está equivocado. Acostúmbrese a la idea, siempre va a estar equivocado, solo que tiene que elegir el error que le guste más. A mí hay muchos errores que me gustan, me gusta cuando pierdo el equilibrio al pisar las líneas de las aceras. Me gustan algunas personas que conozco. No más. ¿Qué le pasa? ¿Por qué voy a hablar de mí? Lo hago todo el tiempo, pero hacerlo de forma directa es una ilusión que me fastidia, que me pica como un saco de lana áspera sobre piel desnuda. ¿Por qué no se mata? Deje de leer esto y mátese. Hágalo por usted, o por el mundo, mire que en realidad usted no va a faltar, solo dejará de estorbar, encuentre la excusa que quiera, hay miles. Las vacas lo hicieron porque no les dieron visa para ir al fondo del mar, pero igual querían ir las muy jodidas. Disque mátese, hay que ser muy ingenuo para creer que eso soluciona algo. Pero si quiere hágalo, aunque si salta de un edificio quizá se dé cuenta justo antes de morir que nada, ni ventanas ni caos. Y flap. Mátese y luego viene a contarme un cuento. Me parece justo y necesario, y si no quiere no lo haga. Pero en realidad se está matando todos los días, el precio de vivir. Pero no sea como las vacas. Se murieron todas. Pero aún no se han dado cuenta. No se les ha ocurrido que están muertas.
Jodidas Vacas
Una vez discutí con una vaca y tenía unos argumentos tan increíblemente moralizantes que uno entiende por qué la leche es blanca.
Las
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Por: Lina Zarama Ilustración: Juan David Poveda Uribe
Homenaje a la Niña Emilia,
Música de Carnaval
Balada
pollina Por: Alfredo López Ilustraciones: Verónica Alvarado
Mambaco, mambaco, mambaco, baco mambaco
Mambaco, mambaco, mambaco, baco mambaco
Voy a contarles una historia múltiple, tan humana como los cuarenta y seis cromosomas de la especie, como el pulgar, como la sonrisa, como el caminar erguido, como la cópula multipostural del kamasutra global, como la vileza, la razón y la vulgaridad. Y como vulgar y de mal gusto podrá ser considerada, será mejor que las castas mentes de mamasanta aparten sus ojos y se vayan a rezar una tira de avemarías mientras se aprietan un sílice en la pierna.
Cuenta el más críptico de los papiros hallados en las cuevas de Qumrán, a orillas del Mar Muerto, que en el Paraíso, además de Adán y Eva, había también una burra, una chiva y una perra. Relata el arameo que la manzana era la burra, era la chiva, era la perra. Narra alucinado el amanuense que Adán mordió a la burra, mordió a la chiva, mordió a la perra. En la cima de su relato el ignoto predicador afirma que la primera tentación de Cristo no fue humana. Además, el texto relata, en imágenes propias de la grafía de la porné, cómo el Paráclito, es decir la Paloma, inoculó su semilla divina en la humanidad de una virgen aficionada a los pichones.
Mambaco, mambaco, mambaco, baco mambaco Según una versión gnóstica del Mahabarata desarrollada y difundida por los Paja-iza, tribu de los altos pastizales del Ganges más septentrional, Krishna, el inconsolable, a quien no saciaban todos los agujeros de la humanidad, hallaba un atisbo de alivio gimiendo en medio del redil. Sentía que sólo las vacas calmaban el ímpetu desbocado de su tranca descomunal. 10/14
Ha llorado, ha gritado el pesado sueño, la indiferencia lo debilita como si su respiro valiera de ello.
Eros / Microrelatos
Mambaco, mambaco, mambaco, baco mambaco En textos de Virgilio, Apolodoro, Pausanias y otros compiladores de historias, puede leerse que Pasifae, reina de Creta y mujer de Minos, sufría incontenibles efluvios febriles cada vez que pensaba en el más hermoso de los toros blancos que pertenecían a su marido. De tanto ardor la reina ordenó construir una hueca estatua de vaca con un orificio justo debajo de la cola. Por órdenes de la reina la estatua fue llevada a los establos. Pasifae, una noche de luna llena, acomodada dentro del artificio y mejor dotada que cualquier fémina viva, recibió la envestida de la bestia. De aquel encuentro nació el Minotauro.
Mambaco, mambaco, mambaco, baco mambaco Entre las páginas de Il Milione de Marco Polo, en una nota al pie, se relata que Kublai Khan, emperador de emperadores, nieto de Gengis Khan, último Gran Khan mongol, primer emperador chino de la dinastía Yuan, contaba con una recua de mil yeguas y mil camellas que abastecían de leche a toda la corte. Reza la cita: “El Khan se jactaba diciendo a todos los hombres llegados a sus dominios que entre toda la vasta biología animal ningún aparato como el de sus yeguas para succionar”.
ex-libris/animal
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Mambaco, mambaco, mambaco, baco mambaco Cuenta la Saga nórdica del valle de Jostedal que a bordo de cada embarcación guerrera había siempre una cabra montés a la que llamaban Valkiria. La cabra era sagrada. Valkiria regulaba la tención sexual y el exceso de testosterona en la sangre, lo que disminuía la posibilidad de roces homosexuales entre los guerreros vikingos; roces odiosos a los ojos de Óðinn. Las tradiciones posteriores, en detrimento de la cabra, redujeron el papel de Valkiria a la categoría de mera mascota.
Mambaco, mambaco, mambaco, baco mambaco Según la crónica de Indias transcrita por el monje benedictino Juan de La Embustería, en su camino hacia Cuzco el comandante Francisco Pizarro, desde la orilla de un pantano selvático que recibía sus aguas del Amazonas, observó a un grupo de manatíes nadando en la superficie. Sumido en un delirio palúdico el conquistador ordenó a sus mejores hombres que atraparan a una de esas sirenas y se la llevaran a su tienda. Cinco noches y cinco días yació Pizarro con la sirena rechonchona, hasta que escuchó su canto.
Cundé, cundé, cundé, con qué me lo limpiaré, con qué me lo limpiaré Registrado ya en los códices precolombinos y embarcado en las carabelas españolas, el comercio venéreo con los animales llegó al Caribe colombiano para quedarse. ¿Cuántos en esa región, me pregunto, no llevan como un inri vergonzante el fabuloso apodo de “mamaperra”? Se dice que no es la perra la más apetecida por los varones caribeños, quienes antes de conocer mujer alguna juegan su corazón al azar y se los gana una burra. ¡Una burra! ¡María Casquitos de mi corazón! Pero el calor excesivo seca lo sesos, y el machito caribeño, además de burras y perras, explora entre terneras, vacas, chivas y puercas. Sin embargo, no satisfecho entre el orden de los mamíferos, el pequeño perverso polimorfo extiende sus escarceos al orden de las aves de corral. En múltiples ocasiones he escuchado que más de una gallina ha exhalado su último aliento en una cópula fulminante que supera en exceso las dimensiones de cualquier plumífera. A excepción del ñandú y el avestruz. Pero estas dos últimas, por el bien de sus propias especies, no medran en el Caribe colombiano. De la vaca se dice que ni siquiera se inmuta, de la chiva que aprieta, de la puerca que se queda quieta, quietecita, de la perra que es mejor que te conozca, y de la burra infinitas historias, como esta:
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Erase una vez Marimonda y Mondaquita, máscaras para ocultar el rostro plural de muchos amigos y conocidos que no estarían dispuestos a reconocer sus nombres en la larga lista de los que solían frecuentar a María Casquitos ¡Ahh! ¡La vergüenza del viejo amante de la burra! A la edad de catorce años, este par de burreros empedernidos, padecían de un trastorno psiquiátrico catalogado en el DSM IV como El mal de la picha ciega. A esa edad ya habían acabado con toda la fauna domestica circundante, de la que no se habían salvado ni siquiera las morrocoyas. Expertos en el arte amatorio de la burra, solían frecuentar a la casquivana en una finquita, chiquita, una parcelita, o, cuando se presentaba la ocasión, en cualquier monte, solar, trocha, patio o traspatio. La burra, sépanlo ustedes señoras y señores, es una hembra rural, a la que se visita en un lugar apartado. ¡Jamás he escuchado a un burrero decir que tenía a la Casquitos encerrada en casa! Cundé, cundé, cundé, con qué me lo limpiaré, con qué me lo limpiaré Entonces Marimonda y Mondaquita frecuentaban la finquita. En la finquita había una burrita. Una burrita con la barriga redondita. Marimonda y Mondaquita le sobaban la barriguita y se la llevaban para la sombrita, debajo de un palo de mango, y allí se disponían a compartirla. “Compartirás a tu burra”, reza el primer mandamiento de la ley del burrero.
En un corredor rodeado de habitaciones, la soledad es inmensa cuando ni un zancudo sale a jugar con su paciencia.
Cundé, cundé, cundé, con qué me lo limpiaré, con qué me lo limpiaré
Esquirla: a propósito de la Niña Emilia, ¿Alguien podría decirme qué dice la vieja después del estribillo: mambaco, mambaco, mambaco, baco mambaco? Eros / Microrelatos
Desde hacía varias semanas el suelo de la finca estaba tapizado por cientos y cientos de mangos que, al estar maduros, se caían de los árboles. Mondaquita, afanado, procedió al ensamble interespecie. Mientras se agitaba en posición vertical, aquel pequeño pervertido comenzó a sentir una viscosidad inusual. Los animales son incontinentes por naturaleza. La pollina había sentido el llamado primordial de las heces. Mientras aquel macho extraño intentaba sin éxito aparearse con ella, la burra soltó un chirrete de mierda por el conducto regular desde lo más profundo de sus intestinos. Con el hocico a ras del suelo, se había pasado todo el día comiendo mangos podridos. Cagado y avergonzado, Mondaquita aun hoy no lograr superar el trauma ni la vergüenza cada vez que le recuerdan lo sucedido.
Ante la imagen de Mondaquita cagado, con los pantalones abajo, vienen a mi mente unas preguntas de carácter ético. Cualquiera de ustedes, queridos lectores, podría ayudarme a responderlas. Primera: ¿Será posible algún día, en aquel país libérrimo consagrado al Corazón de Jesús, el matrimonio civil entre la burra y el burrero? Segunda: ¿Si alguno de los lectores copula con una burra, le es infiel a su pareja? Tercera, dirigida en exclusiva a las hembras humanas, mujeres hechas y derechas nacidas y criadas bajo la canícula solar del medio día en el Caribe colombiano: ¿Qué piensan de la ineludible posibilidad de que sus padres, amigos, novios o maridos, sean o hayan sido burreros empedernidos?
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Pantalones y calzoncillos abajo, Marimonda copula con la burra, y en un santiamén termina agotado ¿Qué pensará ella, si es que piensa algo? Diseñada biológicamente para recibir el impacto de una chorra de dimensiones burriles, cincuenta de largo con veinte de diámetro, la pollina sintió apenas un pequeño hormigueo en sus entraña. Entonces le tocó el turno a Mondaquita.
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Hasta las estrellas lo ignoran en su desesperado insomnio. Y entre la rareza de tomar lo que no es debido, inconsciente de la tentativa suicida, mastica la verdura prohibida que encuentra en el primer florero.
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En Muerta Vida
Eros / Leyenda
Por: Paula Rojas Ilustración: Lulla
Silencio. Por muchos años, después de que abandona el nido, donde es testigo de infinidad de crepúsculos, las más altas puestas del sol, inviernos tormentosos y excéntricos equinoccios, el pájaro espino sólo tiene un propósito: encontrar un árbol espinoso para clavarse en él. Y el largo viaje que hace para encontrarlo está repleto de abstenciones, intensas y secretas, que prohíben proferir cualquier tipo de sonido. Sin importar las condiciones, debe obligar a su organismo a internarse en un profundo silencio. Ir en contra de su naturaleza, batallar contra su esencia y concentrarse en su objetivo sin pensar en obtener una regeneración bestial. Su eterno mutismo no busca exhibir una enfática percepción de inferioridad o, peor aún, de invisibilidad. ¡NO! Se mantiene en profundo silencio porque desde su nacimiento ha buscado desesperadamente el dolor, cruel, agudo, enloquecedor, superlativo… Un dolor que lo saque del aturdimiento, que lo incinere por dentro, que haga que arda su medula, su lomo, sus alas. Un inmenso desconsuelo que haga que sus plumas caigan, se desvanezcan en el aire, promoviendo remolinos intensos de paraísos cromáticos. Pero ¿Cuál es el atractivo que ve aquel pájaro en el dolor? Masoquismo animal, tal vez. Su viaje es incansable. Vuela sobre la faz de la tierra sin detenerse en la copa de los árboles para maravillarse con el paisaje, no busca ramas con la intención de crear un nido y sorprender a las señoritas que lo acorralan, no busca ningún tipo de atención en los demás pájaros, no le interesan las semillas ni los frutos salvajes, además que ni de la existencia de los peces se atiene. Convirtiéndose en un pájaro desconocido, forastero y solitario, un nómada con propósito, una ave diferente e indómita. Pero es ahí, en ese largo, a veces corto viaje, cuando de pronto encuentra el árbol, lo divisa, lo huele, vuela sobre él, detallándolo, rozando con sus alas sus hojas, mirando de cerca sus despiadadas espinas puntiagudas, filosas, orgullosas de infligir dolor, porque para eso han sido creadas, para ser bañadas por la sangre de su víctima, su bien visto por todos como mal, el efluvio rubí que las empodera y las honra. El pájaro espino lo descubre, se entusiasma, se excita, una excitación feroz que hace que sus alas se agiten más rápido y vibren, empieza un vuelo radial lleno de un placer apoteósico que lo sitúa en su propio empíreo. Allí está, la espina más larga y afilada esperando para matarlo, el pájaro aumentando su velocidad la contempla desde el cielo, siente al aire ayudándolo para continuar, las hojas de un limitado verde abrazándose para salvaguardarlo y las fuertes ramas, teñidas de un profundo marrón, alzadas para darle paso. El pájaro toma impulso y sin antagonismos, dudas o falsos miedos, abre su pico y se entierra en la espina. ¡GLORIA! El mundo se enmudece, los demás animales de la tierra abren sus ojos, se dilatan sus pupilas, agudizan sus oídos y escuchan por primera y última vez, el canto más hermoso que nunca jamás hayan escuchado. Es un canto eterno, divino, exultante, un sonido que posee una fuerza estimada a la de mil volcanes en erupción, un canto que reduce a nada al canturreo del ruiseñor. Es la voz de Dios, quien sonríe en el cielo, rebosante de felicidad divina, por haberlo creado para morir. Después de que su sangre ha besado la tierra fértil, su cuerpo se desploma inmutable. Si alguien se acercara con intención de tocarlo, lo sentirían caliente, fogoso, vivo. ¡Jamás muerto! Oirían su corazón latir porque ha materializado su ilusión, porque ahora es un ser vivo, que ante los ojos frívolos de los demás está muerto. Sin embargo, las almas puras y sensibles sienten su corazón hinchado, robusto, inflado, es tanta la dicha que entienden, por primera vez, lo que declaraba Collen McCullough “Lo mejor sólo se compra con grandes dolores… al menos, así lo dice la leyenda del pájaro espino”.
Por: JJ Ortega Fotos: Nicolás Rocha
Avestruz era una gallina que se creía gallo. Se llamaba así porque tenía la cabeza y el pescuezo desnudos y apenas le brotaban unas cuantas plumas que la hacían ver idéntica a su prima africana. Fea desde huevo, hasta su propia madre la rechazó. Nació en una caja de cartón llena de aserrín y una bombilla de sesenta watts reemplazó el calor de su mala madre. Un misterioso capricho de la naturaleza permitió que aquél amasijo de pellejo, flácido y enjuto, sobreviviera y se convirtiera en gallina. Y aquella vida que por poco le es arrebatada, lejos de recompensarla por su dantesco acto de supervivencia, le cobraría por adelantado la osadía de haber contrariado su destino. Las otras gallinas jamás la aceptaron. La sacaban a picotazos del gallinero y la pobre infeliz pasaba las noches sola y engarrotada en cualquier rincón. El gallo se regocijaba de placer al pisarla tanto y más que a las demás, al punto que le arrancaba las pocas plumas, y en más de una ocasión tuvimos que sanar sus terribles heridas. Avestruz no era una gallina cualquiera. Desde que vino al mundo tuvo que hacerle el quite a la muerte y se aferró a la vida con desesperación. Cierta madrugada un espantoso quejido irrumpió entre la niebla y, cuál no sería nuestra sorpresa al descubrir a Avestruz trepada sobre el palo de tomate de árbol, aleteando como el más macho de lo plumíferos y cantando con la mayor solemnidad el inicio del día. No salíamos del estupor cuando de repente apareció el gallo, desplumado de la ira, y de un brinco alcanzó a Avestruz con todo el rigor de sus espuelas y la mandó de un sopetón al suelo. Cayó como una hoja seca, mientras el gallo alfa cantaba más fuerte que nunca y aleteaba con todo su poder, recordándole a la plumífera disidente cuál era su lugar en el gallinero. Pero Avestruz era terca y tenía los huevos bien puestos. Pronto aprendió a sortear los embates del matón, y al pajarraco violador no le quedó más que descargar toda su frustración de la peor manera entre las encopetadas del corral, al tiempo que Avestruz, día tras día, lograba cantar mejor que el gallo mismo, y hasta se trepaba en aquel árbol con la destreza de una ardilla. Una noche cualquiera y enceguecido de ira, el gallo se ocultó entre las ramas del tomatero y espero paciente a la madrugada. Cuando Avestruz apareció en medio de la niebla, el pajarraco le cayó de la nada y descargó en la miserable gallina toda su furia. La encontramos horas más tarde, refundida entre el pasto y ahogada en su propia sangre. Mamá lloraba y Papá se desdoblaba en improperios contra el infame avichucho. Organizamos un grupo de búsqueda, fuimos tras el convicto y antes de que pudiera cacarear nuevamente, sus poderosas espuelas ya flotaban en un espeso cocimiento de arracacha y hojas de guasca. Por desgracia, la suerte de Avestruz no fue diferente y a los pocos días sus aporreados ojos se cerraron para siempre. Fue el primer sancocho de avestruz que se vio por estas tierras.
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A medio digerir vomita y vomita lo comido. El pecho del animal se contrae en un grave sonido.
Avestruz ex-libris/animal
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Eros / Cuento
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Las luces se encienden, el cosmos se transforma, la mujer lo mira con pesar. Asustada por la sustancia lo lleva a su pecho y este comienza ronronear.
Los Bandulios, se parecen a los elefantes, pero viven en el mar, como caballos de mar. Son de cualquier color pero hay condiciones. Gonzalo se llama el que conocí una vez en aquel lugar. Es un animal curioso, a veces nace de día y otras veces en la tarde, pero cuando nace de noche es más feliz porque nace púrpura, entonces su piel brilla más con el reflejo de la luna en él. Tiene su piel muy arrugada a pesar de su anacrónica edad y su trompa es tan larga que puede usarla como bufanda. Gonzalo no sabe nadar, porque los bandulios solo flotan, como las almas, como las plumas. Flotan por cualquier lugar, pero adoran la vida del mar y asientan allí hasta que otra vida bandulia los llama así que vuelven a flotar y acuden al llamado. Cuando van muy lejos y cambian de planeta les da cosquillas, se ríen y empiezan a buscar una risa igual, así que si la encuentran nace un bandulio en algún universo aledaño. Si el nuevo bandulio nace de una risa y bajo el sol, puede decidir el color de su piel, pero si nace de una risa y bajo la luna pues es púrpura como Gonzalo. No todos son como Gonzalo, él nace y nace otra vez, la mayoría solo puede nacer un par o como máximo unas tres veces, él ya ha nacido siete y creemos que será su última vida bandulia. Tiene miedo de su último estornudo, pero le he dicho que tal vez reencarne en un animal bello de algún planeta como el mío, así como los gatos o las medusas .Le expliqué que las medusas flotan y viven en el mar como él, así que le gustó la idea. Cuando estornude la próxima vez, será su último estornudo bandulio y tal vez sea una medusa como le dije, pero nunca se sabe, tal vez nace planeta o incluso estalla y se hace estrella.
Ojalá.. ojalá Gonzalo en su próxima vida animal, me recuerde así como recordaré siempre esa lluvia de estrellas que me llevó a él aquella tarde que nació amarillo.
Eros / Cuento
Bandulio es una raza animal de carácter universal, pero son efímeros y eternos a la vez. Nunca se sabe.
45 ex-libris/animal
Por: Lucía Gonzales Ilustración: Diego Jaramillo
Bandulios
ex-libris/animal
46 Eros / C贸mic. Por: Soma Difusa