CURSO INICIAL 03 - PROGRAMA DE JÓVENES

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Sistema de Formación

Curso Inicial

Estrategia de desarrollo de los animadores adultos

Documento de apoyo 3

Asociación de Guías y Scouts de Chile

Material transitorio de trabajo

Programa de Jóvenes Concepto Los jóvenes construyen su programa con el apoyo de los animadores adultos.

La propuesta de objetivos es “por Rama” y se funda tanto en los valores del Movimiento como en las tareas de crecimiento propias de la edad. Cada joven “personaliza” la propuesta de acuerdo a su edad. A medida que crece, mayor es “el diálogo con la propuesta” y mayor es su “personalización”.

El programa de jóvenes es uno de los principales componentes del método scout y consiste en un sistema progresivo de objetivos y actividades que se construyen y realizan en base al principio de aprendizaje por la acción y con la participación activa de niños, niñas y jóvenes. La expresión “de jóvenes”, pone énfasis en que son los propios jóvenes quienes proponen, eligen y ejecutan su programa, lo que le otorga un carácter dinámico y ubica a los animadores adultos en una posición de respaldo, ayudándoles a ver lo que a ellos solos les podría permanecer oculto.

Los objetivos. Cada niño, niña y joven “personaliza” sus objetivos Los objetivos del sistema constituyen un programa para la vida y no sólo para la actividad propiamente guía o scout, y son presentados a los jóvenes en una propuesta que se funda tanto en el proyecto educativo del Movimiento como en las tareas de crecimiento propias de la edad. Esto determina que los objetivos sean “por Rama”, y que incluso en las menores e intermedias, debido a la extensión de los rangos de edad de esas Ramas, se ordenen en dos grupos. De acuerdo a su edad y a sus inquietudes personales, cada joven “personaliza” los objetivos contenidos en la propuesta y agrega objetivos o reformula los existentes de la manera en que él o ella estiman más apropiado para sí mismos. Por supuesto que esta personalización de la propuesta es diferente según la edad. En la medida en que cada joven va adquiriendo conciencia de lo que quiere hacer con su vida, mayor es su “diálogo” con la propuesta y menos determinante es el marco ofrecido. En todo caso, esta personalización no considera la posibilidad de omitir conductas esperables que correspondan a los valores del Movimiento o a la necesidad de los jóvenes de obtener progresivamente su madurez. 1


Programa de Jóvenes

Los objetivos se agrupan en áreas de crecimiento Para guardar coherencia con la Misión del Movimiento y con las necesidades de crecimiento de los jóvenes, la propuesta de objetivos es coherente con el desarrollo integral de la persona. De ahí que el método invita a los jóvenes a crecer en forma equilibrada en áreas de desarrollo o crecimiento que incorporan las distintas dimensiones de su personalidad:

Corporalidad En este campo los objetivos buscan que los jóvenes adquieran el hábito de ejercitar la parte de responsabilidad que les corresponde en el desarrollo de su cuerpo.

Espiritualidad

Creatividad

Estos objetivos acompañan la búsqueda de la trascendencia de la vida humana como respuesta ante el misterio de su origen, naturaleza y destino.

Esta dimensión plantea objetivos que estimulan la capacidad de usar el conocimiento adquirido de manera original y relevante.

Carácter

Sociabilidad Las propuestas de esta área procuran integrar en la realización personal y la felicidad de los jóvenes su capacidad de ser solidarios y servir a los demás.

Estos objetivos procuran fortalecer la voluntad para actuar permanentemente de acuerdo a los valores que considera correctos.

Afectividad Los objetivos de esta dimensión tratan de lograr un tránsito armónico hacia la autonomía personal, integrando la vida afectiva en el comportamiento.

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Programa de Jóvenes

Las áreas de crecimiento ayudan a los animadores adultos a: 1 lograr progresivamente que los jóvenes aprecien las distintas realidades que viven en ellos; 1 evitar que el programa de actividades se concentre solo en algunos aspectos de su personalidad; y 1 orientar la evaluación para el crecimiento de los jóvenes en todas esas dimensiones. Conviene recordar que en nuestros actos casi todos estos ámbitos se entrelazan, determinando nuestro particular modo de ser, de tal manera que entre ellos es difícil distinguir fronteras. Esta consideración es particularmente importante al momento de la evaluación para el aprendizaje, teniéndose presente que estas áreas son una orientación y no un instrumento de medición.

Como manifestación del aprendizaje por la acción todo se hace mediante actividades que los jóvenes proponen y eligen Las actividades realizadas son una expresión del aprendizaje por la acción, que permite que conocimientos, actitudes o habilidades incorporadas se “encarnen” de manera profunda y permanente. Además, en patrullas, equipos, grupos de trabajo y Unidades, las niñas, niños y jóvenes son protagonistas de las actividades: las seleccionan y proponen; las eligen por sí mismos; y las preparan, desarrollan y evalúan con el apoyo de los animadores adultos.

De las actividades a los objetivos Nunca debe olvidarse que lo verdaderamente importante para los jóvenes son las actividades que realizamos, por lo que su interés en el Movimiento transcurre “de las actividades a los objetivos”. Los y las jóvenes no ingresan al Movimiento para complementar su educación. Ingresan para pasarlo bien desarrollando actividades atractivas, luego se encantan e identifican con el ambiente que les ofrece el clima educativo; y sólo después de eso, transcurrido un tiempo que siempre es variable, estarán en condiciones de aproximarse a su propuesta de objetivos. De ahí que la puerta de entrada siempre serán las actividades y no la propuesta educativa.

Actividad y experiencia La secuencia de actividades permite a niñas, niños y jóvenes vivir experiencias personales que de manera bastante natural contribuyen a aproximar su comportamiento a las conductas deseables propuestas en los objetivos. La actividad es la acción que se desarrolla entre todos y que genera diferentes situaciones, mientras que la experiencia es la vivencia interior que cada joven participante obtiene de la acción desarrollada y de la diversidad de situaciones producidas. Lo verdaderamente educativo es la experiencia, ya que es una relación personal de cada niño, niña o joven con la realidad, lo que le permite analizar su comportamiento según su edad y, mediante una secuencia paulatina y acumulativa, practicar y adquirir progresivamente las conductas que se ha propuesto en sus objetivos personales. Como la experiencia es una relación personal del joven con la realidad, los adultos no pueden intervenirla, manipularla ni preverla con certeza; pero sí pueden actuar sobre las actividades para que éstas susciten o favorezcan experiencias conducentes al logro de los objetivos personales que los jóvenes se han propuesto.

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Programa de Jóvenes Lo anterior produce algunas consecuencias sobre las que se debe poner atención: 1 el programa debe comprender una gran variedad de actividades; 1 las actividades deben ser seleccionadas, diseñadas, preparadas, desarrolladas y evaluadas apropiadamente; 1 no basta realizar actividades ni que ellas sean exitosas; es necesario además estar atentos para observar las experiencias personales que obtiene cada joven, lo que se realiza a través del seguimiento de su progresión personal mediante una evaluación para el aprendizaje.

Actividades fijas y variables Es posible clasificar las actividades en varias categorías. La más importante es la que distingue entre fijas y variables. Son actividades fijas aquellas que utilizan una misma forma y generalmente dicen relación con un mismo contenido, se necesita realizarlas continuamente para crear el ambiente deseado por el método scout y contribuyen de manera genérica al logro de los objetivos educativos. Actividades fijas son, por ejemplo, las excursiones: su contenido siempre es similar, su realización frecuente contribuye a crear en la Unidad la atmósfera propia del clima educativo y no están dirigidas al logro específico de un objetivo o grupo de objetivos.

El programa debe lograr equilibrio entre actividades fijas y variables. Un recargo de actividades fijas puede centrar a la Unidad sobre sí misma y aislarla del entorno. A la inversa, un exceso de actividades variables puede desperfilar a la Unidad, ya que le faltará la atmósfera sustentadora creada por la continuidad de las actividades fijas.

Sin embargo, como dicen relación con varios aspectos de la personalidad de los jóvenes, contribuyen de un modo genérico al logro de los objetivos en las distintas áreas de crecimiento. También son actividades fijas las reuniones, los campamentos, los juegos, los cantos, los fogones, las rutinas de campamento, las celebraciones, los relatos, el mantenimiento del local y otras. Son actividades variables aquellas que utilizan formas variadas y se refieren a contenidos muy diversos como respuesta a las muchas inquietudes e intereses manifestados por los jóvenes; no se repiten continuamente, salvo que los jóvenes deseen hacerlo después de transcurrido cierto tiempo; y contribuyen a la obtención de determinados objetivos educativos claramente individualizados. Podrían ser actividades variables, por ejemplo, el aprendizaje de la técnica del reciclado de papel, el mantenimiento de un cultivo hidropónico, el montaje de un teatro de títeres, la elaboración de un audiovisual, un reportaje fotográfico o un campamento itinerante a través de distintos sectores rurales culturalmente atractivos.

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Programa de Jóvenes

Se dice que las actividades variables deben ser “duras”, lo cual es un acróstico que recuerda cinco características que deben tener: desafiantes, útiles, recompensantes, atractivas y seguras. No existen actividades variables propiamente “scouts”. Toda actividad que interese a los jóvenes y pueda representar para ellos una oportunidad de crecer, puede ser considerada una “actividad scout”.

Toda acción que los jóvenes deseen emprender puede convertirse en una actividad variable que interese al programa de jóvenes, siempre que reúna los siguientes requisitos: 1 que represente un desafío proporcionado a las capacidades de los jóvenes; 1 que sea útil para su crecimiento; 1 que recompense a los jóvenes, es decir, que tenga para ellos el sentido de obtención de un logro; 1 que sea atractiva para los jóvenes; y 1 que sea segura, esto es, que una vez analizada se haya reducido su riesgo al mínimo. Esta distinción entre fijas y variables es importante para el equilibrio del programa de actividades. Un programa recargado de actividades fijas puede conducir a un Movimiento centrado sobre sí mismo y aislado de los acontecimientos del entorno. Por el contrario, un programa concentrado en actividades variables corre el riesgo de desperfilar a una Unidad, ya que le faltará la atmósfera sustentadora creada por la continuidad de las actividades fijas.

Las características específicas del programa de jóvenes varían según la Rama, pero siempre se mantienen rasgos que son transversales a todas ellas, y que le dan unidad al método. Reiteramos los rasgos transversales del programa de jóvenes que han sido señalados en este documento: 1. El Programa de Jóvenes es un componente del método scout centrado en el aprendizaje por la acción. 2. Está compuesto por actividades que generan experiencias que conducen al logro de los objetivos. 3. Los jóvenes siempre “personalizan” sus objetivos en el momento apropiado. 4. Las actividades son lo más importante desde la mirada de los jóvenes y es responsabilidad de guiadoras y dirigentes convertir esa atracción en un hecho con resultado educativo. 5. La participación es un elemento esencial. Niños, niñas y jóvenes son protagonistas en distintas formas de todo lo que se hace: ellos y ellas seleccionan, eligen, proponen, preparan, ejecutan y evalúan las actividades que se realizan. 6. La evaluación de la progresión es siempre en torno al logro de objetivos personales y es una evaluación para el aprendizaje, que acompaña en la tarea, no amenazante. 7. Guiadoras y dirigentes acompañan a niños, niñas y jóvenes como respaldo y aseguran que el juego y la aventura ocurran según las reglas establecidas.

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Programa de Jóvenes

Y también hay rasgos transversales al programa de jóvenes que no están descritos en el proceso anterior de actividades/experiencia/objetivos, algunos de los cuales, los más importantes, mencionamos a continuación: 1. Sabemos que los diferentes componentes del método están articulados entre sí. De ahí que el sistema de equipos sea esencial para el funcionamiento del sistema de objetivos y actividades: se necesita un equipo relativamente estable que participe en la selección, propuesta y preparación de actividades, y en la evaluación para el aprendizaje. 2. Además, el sistema de equipos empodera a los jóvenes y genera liderazgos, lo cual es necesario para que la dinámica de la relación entre pares active la participación, la que en materia de propuesta de actividades no siempre se produce de manera inmediata o espontánea.

Los rasgos transversales del programa de jóvenes son aspectos que están presentes en todas las Ramas y que tienen el valor de dar unidad al método en las diferentes edades.

3. La estructura de la Unidad debe ser simple y clara, de manera que se sepa con anticipación las tareas específicas que asume cada instancia u organismo y los tiempos en que lo hace, dando fluidez al sistema. Basta con 3 instancias: una de decisiones, con amplia participación; otra de organización, conducida por los líderes de los pequeños grupos con apoyo de guiadoras y dirigentes; y una tercera de orientación educativa, propia de guiadoras y dirigentes adultos. 4. El sistema fluye y produce resultados en Unidades que mantienen los números mínimos de equipos e integrantes. Es difícil que funcione si la Unidad es poco más que un equipo.

República 97, Santiago, tel (56 2) 26899000 http://www.guiasyscoutsdechile.cl 6


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