Sistema de Formación
Curso Inicial
Estrategia de desarrollo de los animadores adultos
Documento de apoyo 5
Asociación de Guías y Scouts de Chile
Material transitorio de trabajo
Breve historia del Movimiento y de la Asociación Con más de 100 años de historia en el mundo y en Chile y con más de 180 países en que se practica el Movimiento, difícilmente se podría contar su historia en un Curso Inicial. Sin embargo, se pueden destacar algunos hitos, especialmente aquellos que hasta hoy marcan la vida del Movimiento y la originalidad de su método.
Robert Baden-Powell Ninguna idea o sistema de valores tiene tanta fuerza como una vida, y ningún método educativo puede reemplazar la personalidad del educador. Así, el origen y las características del Movimiento sólo se hacen comprensibles a partir de la figura de su fundador, el inglés Robert Baden-Powell. Enamorado de la vida, generoso, alegre y espontáneo, sólo pretendió compartir con otros su felicidad, su deseo de dejar el mundo un poco mejor de como lo encontró y, casi sin pretenderlo, dio origen a un Movimiento de jóvenes. Nació en 1857. Su padre, presbítero anglicano y profesor en Oxford, falleció cuando Robert tenía 3 años. Su madre asumió el timón de una familia en la que había 7 niños –el mayor de 13 años- y moldeó la conducta que luego Robert proyectaría en el Movimiento. Esta circunstancia acrecentó tempranamente su sentido del orden, organización y responsabilidad, lo que se refleja en más de una proposición scout: “nada se hace a medias”, “ser digno de confianza”, “valorar el trabajo”, “pensar en los otros antes que en uno mismo”. El propio sistema de equipos, elemento clave del método scout, no es ajeno a la vivencia con sus hermanos en estos primeros años de su vida. Esta vida en una familia de hermanos invita al juego, la aventura y la complicidad, más aún cuando su madre los alienta al contacto con la naturaleza y al desarrollo físico. La “patrulla” de los Baden-Powell construyó una nave a vela, recorrió las aguas del Támesis y las costas de Inglaterra, al mismo tiempo que observaba a los animales, dormía al aire libre y cultivaba un huerto. 1
Breve historia del Movimiento y de la Asociación Durante sus estudios se manifestaba inquieto. Sus resultados escolares eran regulares aunque destacaba en deportes -fue arquero del equipo de fútbol-, en actuación dramática y cómica -era improvisador de gran ingenio-, y en dibujo y pintura, lo que hacía con ambas manos. Se integró al cuerpo de músicos y fusileros, en el que tocaba el clarín y ganó varios concursos de tiro al blanco, además de obtener el grado de “sargento”. Cuando su escuela se trasladó al campo, Robert solía escaparse de clases para ir al bosque y disfrutar la naturaleza, cazar algún conejo y asarlo, seguir huellas y acechar a sus profesores. Esta tensión entre el orden y la aventura, la aceptación y la rebeldía, la norma y lo insólito, marca su niñez y se prolonga en su vida adulta. Hay en Baden-Powell una original mezcla de tradición y creatividad, de acatamiento e irreverencia, un atrayente encuentro entre valores, picardía y bohemia. Baden-Powell no formaría parte del mundo académico. Tras su escuela secundaria aprobó el examen de ingreso al ejército y fue comisionado como oficial en forma directa. Como se ha dicho, mucho de su aprendizaje provenía de la experiencia práctica, un modelo de auto-educación que continuaría durante toda su vida. A lo largo de su actividad como militar se destacó como explorador, formador de otros exploradores, organizador y hasta espía, mucho más que como combatiente, y tuvo experiencias de valorización de las culturas originarias de los lugares en que estuvo destinado. En particular, África ejercería en él un fuerte magnetismo: el Movimiento Scout se poblaría de símbolos tribales africanos y el propio fundador terminó viviendo sus últimos años en su cabaña “Paxtú”, en Nyeri, modesto poblado de Kenya donde hoy reposan sus restos junto a los de su esposa Olave Saint-Clair Soames, con la que contrajo matrimonio en 1912.
El sitio de Mafeking Es especialmente importante el período en que estuvo al mando de Mafeking, en África, resistiendo durante meses un sitio ante fuerzas muy superiores. La idea de uno de sus oficiales de convocar a adolescentes y pedirles que realizaran algunas de las tareas auxiliares que habitualmente hacían los soldados, le permitió observar tres hechos importantes: 1. Niños y jóvenes “sirven”, son útiles y pueden ayudar a los demás con eficacia cuando son alentados a asumir una responsabilidad. 2. Lo hacen “como si fuera un juego”, con alegría y satisfacción por la acción en que intervienen y no como una carga impuesta, mucho más si tienen oportunidad de ejercitar su iniciativa. 3. En el proceso “crecen”, se desarrollan, se educan. 2
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A partir de esta experiencia originaria, el Movimiento reafirmaría siempre que para mantenerse vigente debe ser relevante para las grandes necesidades y metas que afectan y movilizan a una comunidad. A su retorno a Inglaterra unos años más tarde, le produjo impacto la situación de los jóvenes de su país, muchos de los cuales no parecían encontrar un sentido para sus vidas, constituyendo un problema social importante. Así, Baden-Powell formuló sugerencias para contribuir a la educación de los jóvenes en la línea de lo experimentado en África: “...todo educador debe ayudar a los muchachos a formar su carácter y a desarrollar en ellos el espíritu de servicio a los demás. El método que yo aconsejo para lograr esta meta es aprovechar su natural curiosidad para acostumbrarlos a la exploración. El conocimiento de la naturaleza les reportará el agrado de vivir y en la observación atenta de las personas descubrirán la necesidad de prestarles ayuda.”
El campamento en Brownsea Ante la necesidad de probar la efectividad de sus ideas parecía evidente que la experiencia de Mafeking, en un contexto de conflicto, no podía ser reproducida en similitud de condiciones, pero sí se podía imaginar una forma de generar un ambiente en que la cooperación entre pares se practicase como en un juego y ello contribuyera a la educación de los participantes. Para ello, a fines de julio de 1907, BP invitó a jóvenes de diferentes sectores sociales a participar en un campamento de 9 días en la isla de Brownsea, con una propuesta de retorno al ámbito natural, a los ritmos propios del ser humano, en que se pone en juego la iniciativa y se aprende de la práctica misma. Así, un grupo de poco más de 20 jóvenes entre 11 y 16 años, con elementos simples, se organizaron en 4 patrullas y pusieron en práctica un sencillo programa de actividades: levantarse temprano, practicar ejercicios físicos, preparar su propia comida, recorrer la naturaleza, observar animales y pájaros, emprender grandes juegos, levantar rústicas construcciones, aprender nudos y amarres, compartir una fogata, entonar canciones, escuchar viejas historias, elevar una oración. Al despedirse, los pequeños grupos se comprometían pronunciando una breve promesa redactada por Baden-Powell. De manera espontánea y natural se había generado una pequeña organización social regida por la fraternidad. Los participantes habían crecido. Las experiencias vividas habían ampliado su conciencia y ahora estaban mejor preparados para comprender y comprenderse.
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Breve historia del Movimiento y de la Asociación Es decir, el campamento y la vida al aire libre en contacto con la naturaleza no se sugiere como una aplicación de lo ya aprendido sino como una ocasión de aprendizaje por sí misma: por la acción, por el juego, por el servicio, funcionando en pequeños grupos naturales, de acuerdo con los dinamismos característicos de la edad de los participantes. Si en los orígenes del ser humano naturaleza y cultura coincidían (cada persona tenía que interactuar con la naturaleza para obtener su alimento, su abrigo, su luz, en fin, para cada aspecto de su vida), con el tiempo y el desarrollo de la civilización se fue planteando un abismo entre una y otra. La propuesta de Baden-Powell sugiere así tender un puente. Mafeking ocurrió como experiencia de la cultura, en un conflicto entre los seres humanos por el dominio de un territorio. Brownsea es su reflejo en la naturaleza. Ir a Brownsea (al campamento, al aire libre) para estar preparados para el próximo Mafeking (los desafíos que cada uno encontrará en su vida cotidiana). El fundador lo resume en la propuesta del lema “estar siempre listos”, en inglés “be prepared”, y retoma la idea una y otra vez hasta en su último mensaje, de manera que cada uno vea siempre el lado luminoso de su vida y la oriente hacia el servicio a los demás.
Un libro que detona un Movimiento Baden-Powell dio múltiples conferencias sobre su “ensayo exitoso” en Brownsea y a comienzos de 1908 publicó su libro “Scouting for boys” en fascículos quincenales accesibles a los adolescentes que eran su público objetivo. Organizado en 26 “fogatas”, atraía a niños y jóvenes por sus episodios de investigación y espionaje, sus consejos prácticos para la vida al aire libre, sus ideas interesantes, sus proyectos por realizar, tanto como por el halo de leyenda y heroísmo que rodeaba a su famoso autor. Aunque el propio autor decía que su “método” era una propuesta que pudiera ser adoptada por cualquier organización que se ocupase de los jóvenes, el hecho que su libro no se pareciese a ningún manual de pedagogía posiblemente lo alejó de los círculos “serios” establecidos. A partir de febrero de 1908 empezaron a aparecer patrullas scouts en cada rincón del país y B-P se vio obligado a montar una oficina de coordinación para responder a las múltiples consultas de jóvenes e incipientes dirigentes, la que en seguida evolucionó hasta convertirse en la Asociación de Boy Scouts. En 1909 ya había niñas participando, para las que al año siguiente se estableció la Asociación de Guías. Baden-Powell se retiró del ejército como General en 1910, a pedido del rey, para dedicarse por completo a la dirección del Movimiento. El libro cruzó rápidamente las fronteras, se organizaron patrullas, y luego tropas, en las diversas naciones que componían el Imperio Británico. Incluso aparecían improvisadas tropas de Boy Scouts en otros países de habla inglesa o en las comunidades británicas de países de otra lengua. El texto de Baden-Powell se tradujo a muchos idiomas y en pocos años el Movimiento se extendió por numerosos países estando hoy presente en casi todo el mundo. 4
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El Movimiento en Chile En marzo y abril de 1909 Baden-Powell viajó por Sudamérica, pasó por Brasil y Argentina, y llegó a Santiago de Chile donde su presencia y sus palabras detonaron la internacionalización formal del Movimiento Scout. El 26 de marzo, en el Salón de Honor de la Universidad de Chile, a invitación de diversas sociedades deportivas y sin fines de lucro, el general Robert Baden-Powell realizó una presentación de su “hobby” predilecto, la actividad scout. Entre los que convocaban a la conferencia se encontraban el médico y fundador del Instituto de Puericultura don Alcibíades Vicencio y el profesor del Instituto Nacional y director fundador del Instituto de Educación Física don Joaquín Cabezas. Ante un auditorio repleto, y en un estilo sencillo y llano, el fundador explicó las bases educativas de su Movimiento. Sin duda sorprendió a los asistentes al decir: “Muchas instituciones se han propuesto formar hombres; dicen a los muchachos ‘vengan y sean buenos’. Yo confieso que si a mí se me hubiera dicho eso, habría sentido el impulso irresistible de ser malo. Entendamos la cuestión de otra manera y procedamos como el pescador que para atrapar a los peces les ofrece lo que les agrada. No pone en su anzuelo un pedazo de asado o una naranja, sino una mosca o un gusano, porque esto es lo que a los peces les gusta.” Así ilustraba elementos del Método que proponía: “Ante todo, es preciso tener muy presente que todo lo enseñamos por medio de juegos y ejercicios, y nada absolutamente por medio de lecciones propiamente tales. Puede desarrollarse lo mismo en las ciudades que en el campo, pero, por supuesto, el campo es el verdadero terreno para aplicarlo con todo su vigor. Procuramos también desarrollar en ellos el sentimiento de ayudar a su prójimo.” E invitaba a construir el programa de actividades a partir de la realidad local y personal: “Estas son sólo indicaciones hechas al pasar. Hay muchas más que pudieran hacer y otras muchas que ustedes mismos pueden descubrir dentro del espíritu general estudiando el carácter de los niños, las costumbres del país, los gustos y aficiones peculiares.” Se reconocen en estas palabras aspectos esenciales del Movimiento: acción educativa sobre la base de los intereses de los jóvenes, aprendizaje por la acción, por el juego y por el servicio, vida en naturaleza. Por otra parte, reconocía que la propuesta ya se estaba esparciendo por diversos países y agregó: “Estoy seguro que la idea hallará adeptos en Chile y que muy pronto estará la institución produciendo entre ustedes sus frutos.” Puso con ello la primera piedra de la que, pocas semanas más tarde, sería la primera asociación nacional de Boy Scouts después de Inglaterra. 5
Breve historia del Movimiento y de la Asociación La presentación generó un gran entusiasmo entre los participantes, particularmente en el Dr. Vicencio y en el Prof. Cabezas, quien tomó inscripciones a los interesados en la idea. Una reunión en la Sociedad Médica dio comienzo a los encuentros para dar forma a la iniciativa. El 5 de mayo fue elegido un directorio provisional, encabezado por el Dr. Vicencio; el 12 del mismo mes quedó formalmente constituido el primer Directorio Central y el 21 de mayo fue fundada la Asociación de Boy Scouts de Chile en una actividad al aire libre junto al río Maipo, en el puente Los Morros, con más de un centenar de jóvenes de diversos institutos de educación media y universitaria. Con ellos se formó el primer Grupo del país al que se denominó “Brigada Central”. El crecimiento de la Asociación fue considerable desde el principio. En menos de un año se constataba la presencia del Movimiento en La Serena, Valparaíso, Concepción y Valdivia, además de Santiago, y hacia 1914 ya había “brigadas” desde Arica a Punta Arenas. La primera Unidad de niñas fue establecida en Rancagua en 1913 bajo la conducción de Sara Vásquez, Lidia Pino e Irene Morales, aunque hay testimonios de experiencias similares en Valparaíso y Valdivia aproximadamente en la misma época. El Movimiento congregó, especialmente en sus primeros años, a varias personalidades del acontecer nacional. Además, la acción intensa en establecimientos educacionales fiscales logró difundir entre el profesorado los conceptos metodológicos básicos del Movimiento. También, la acentuación de los aspectos formales obtuvo una imagen favorable en la comunidad, la que aceptó el Movimiento como algo bueno para los jóvenes. Así, la Asociación obtuvo un reconocimiento estatal de importancia: en el año 1925 fue declarada Institución Nacional y se le concedió un estatuto privilegiado dentro de las organizaciones sin fines de lucro. Sin embargo, si bien la semilla sembrada por Baden-Powell tuvo notable éxito, también es cierto que los dirigentes que pusieron en marcha la asociación chilena carecieron durante muchos años de la información apropiada para desarrollar el Movimiento de acuerdo a su método educativo. Este y otros factores llevaron a que a lo largo del tiempo existieran diversas expresiones del Movimiento, en organizaciones que funcionaban en forma paralela, con pocos contactos entre sí, y que en la década de 1970 participaron en procesos de unidad que configuraron a la Asociación de Guías y Scouts de Chile. Consolidada en su plano interno, la Asociación experimentó un notable crecimiento que la llevó a contar con 70.000 miembros hacia 1992. También ha tenido una intensa participación en la vida internacional del Movimiento; en la cual, entre muchos hechos destacados, cabe mencionar que ha sido sede de importantes eventos tales como la Conferencia Scout Interamericana en 1980, el Jamboree Panamericano en 1989, la Asamblea de la Unión Parlamentaria Scout Mundial en 1994 y el Jamboree Mundial en 1998-1999.
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Visión 2020 como proyecto de futuro Como parte de un proceso de análisis y reflexión sobre el desarrollo de la Asociación que se inició el año 2007, la Asamblea Nacional de noviembre de 2009 convocó al 8º Congreso Nacional Guía y Scout. En enero de 2010, el Consejo Nacional, al aprobar el documento que establecía los fundamentos y el cronograma de trabajo del Congreso, expresó que el inicio de su segundo siglo de vida era “un momento emocionalmente apropiado para que la Asociación dedique un tiempo importante a reflexionar de dónde viene, dónde está y para dónde va.” Por ese motivo, bajo el lema “La Asociación que viene”, y con la participación de casi 500 guiadoras y dirigentes de todo el país, en septiembre de 2010 se realizó el 8º Congreso Nacional, el que acordó y propuso un proyecto de Visión 2020, que es una respuesta compartida a la pregunta “¿hacia dónde vamos?” y que marca un punto de llegada, un “deber ser” de la Asociación para un plazo de 10 años. Finalizado el Congreso, el Consejo Nacional aprobó oficialmente la Visión 2020. Fundado en la Visión 2020, fue elaborado el Proyecto Estratégico 2015, que marca los estados institucionales a consolidar en las distintas áreas cuando se esté a mitad de camino hacia el punto focal determinado por la Visión.
VISIÓN 2020
En el año 2020, a ciento once años de su nacimiento en Chile, Vemos al Movimiento Guía y Scout como una fuerza social educativa vigente, valorado por la familia y la comunidad, fiel a su propósito, a sus principios, a sus valores y a su método, contribuyendo a satisfacer las necesidades de los jóvenes y de la sociedad. Lo vemos integrado por la mayor cantidad de niños, niñas y jóvenes de su historia, sin distinciones de ningún tipo, que participan con entusiasmo en la determinación de sus proyectos y de manera progresiva llegan a ser agentes de cambio, que promueven la protección del medioambiente y el desarrollo sostenible, y que contribuyen a crear en el país condiciones de equidad, inclusión y justicia social. Lo vemos apoyado por jóvenes y adultos de ambos sexos, comprometidos con su crecimiento como personas y dispuestos a servir, competentes como educadores voluntarios, que son testimonio de los valores del Movimiento y contribuyen de manera significativa al desarrollo de niñas, niños y jóvenes. Vemos a la Asociación de Guías y Scouts de Chile como un espacio acogedor, cuyas estructuras nacionales y territoriales respaldan a sus dirigentes y guiadoras y se enfocan en el servicio a los Grupos Guías y Scouts, estructura base donde el método prueba su eficacia en beneficio de los jóvenes. La vemos democrática, participativa y descentralizada, eficiente en la gestión, efectiva en la comunicación, aplicando procesos institucionales ágiles y simples, siendo capaz de obtener los recursos financieros suficientes para su solvencia. La vemos, en suma, como una organización inteligente, innovadora, que promueve la excelencia en su labor y tiende a la superación continua, posicionada como referente en la educación de los jóvenes.
República 97, Santiago, tel (56 2) 26899000 http://www.guiasyscoutsdechile.cl 7