GUIAS Y SCOUTS DE CHILE Zona Santiago Oeste
Equipo Zonal de Formación
UN SISTEMA DE FORMACION 1.
¿QUE SIGNIFICA FORMAR?
1.1
Desde la perspectiva de la persona
La formación es el proceso interno que vive cada individuo en el desarrollo de su personalidad, en la toma de sus propias decisiones, a su ritmo, con las características que le son propias y con la "presencia del mundo" en el que se desenvuelve. No es sólo el resultado, sino principalmente el proceso que en cada momento la persona vive. La persona es plena en cada momento y su plenitud no es estática sino un permanente proceso de desarrollo. No tiene mayor sentido la comparación de uno con otro, puesto que cada uno es su propio modelo, su propia personalidad. Los “modelos” sirven para motivar actitudes que en épocas distintas, encarnados por personas diferentes, se expresan en hechos nuevos, originales. 1.2
Desde la perspectiva del formador
Esta formación la podemos considerar desde otra perspectiva, desde la función del formador: Es acoger a la persona en su propia realidad, y crear la situación propicia para que la propia persona descubra, se motive y ejecute las acciones necesarias para el logro de la realización de su propósito de vida, que en última instancia es su realización personal. Hemos hecho una opción, coherente con el concepto de persona y de educación de la Asociación: • La acción del formador no es buscar un cambio “en otro”... ¿Cuál sería? ¿quién define qué es lo mejor y qué es lo que hay que cambiar? • Tampoco es una pasividad frente a la “libre decisión de cada uno”. • La acción fundamental es “acoger”: conocer, ser descriptivo en observar y reconocer en cada uno su modo de ser, sus valores, limitaciones, capacidades... su propia personalidad. • Y a partir de ella, también ser honesto, leal y asertivo en presentar los valores, el Proyecto Educativo del Movimiento, creando los espacios y situaciones para que cada uno sea capaz de descubrir, motivarse y adherirse de un modo propio, dando a los valores el carisma y la riqueza del estilo personal. Con estas “personalidades” toda comunidad se enriquece, con “individualidades” una comunidad se va paulatinamente empobreciendo.
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1.3
En este sentido la libertad no es “hacer lo que me da la gana”, sino la decisión personal por tomar los medios coherentes para desarrollar mis capacidades y lograr mi plenitud humana. Por una mal entendida libertad, “libertinaje”, puedo por mis opciones hacerme esclavo de mis debilidades, hábitos... Actores en la formación
Por lo cual “el gestor de su propio desarrollo” no está solo, él toma sus propias decisiones, pero no vive aislado. El formador tampoco es el “orientador o guía” que decide cuál es el mejor camino para otro, ni se encuentra solo en su labor. Para que la formación sea efectiva, el Conductor de Sesión, tiene que respetar el equilibrio entre: *
La tarea por cumplir
*
El grupo
*
La persona
Estos tres elementos están muy relacionados entre sí. Cuando el conductor ignora uno de ellos, todo el proceso se ve afectado. La dificultad y el arte del trabajo de un conductor es saber evaluar en cada circunstancia cuál de los tres elementos es necesario favorecer. La TAREA por cumplir es el objetivo de la actividad. Puede ser concreta, requerir habilidades técnicas o apuntar a contenidos más abstractos. El GRUPO es el conjunto de personas que cumplen la tarea. Por eso, deben: * trabajar juntos * desarrollar un espíritu de unidad * desarrollar un sentimiento de utilidad La PERSONA, al interior del grupo, tiene sus propias necesidades. Para que esta persona se sienta bien, para que esté dispuesta a aprender, a participar, a intercambiar con el grupo sus necesidades, sus propias motivaciones tiene que recibir una atención especial. Estos tres elementos se interrelacionan y se influyen mutuamente en distinto nivel y grado de intensidad, cuyo resultado puede favorecer su integración y desarrollo, obstaculizado e incluso impedido. El FORMADOR, como elemento articulador, tratará de orientar esta interacción, tratando de satisfacer sus respectivas necesidades, aunque no necesariamente al mismo tiempo. PROCESO DE FORMACION
Grupo
Formador
Tarea
Persona
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Para ello, elegirá una u otra técnica metodológica según el momento. Tendrá por eso que dominar a la vez conocimientos, técnicas y actitudes para poder equilibrar los tres elementos anteriores. 1.4
Las tres dimensiones de la formación
Para quien tiene por función animar y conducir el proceso de formación de otro, debe manejar estos tres conceptos: * El saber, es decir, los conocimientos, el dominio de la teoría y la fundamentación * El hacer, es decir la habilidad intelectual o técnica, el expresión concreta en hechos * El ser, es decir las actitudes, los valores, la riqueza interior de cada persona. Uno no puede ir sin el otro, porque están relacionados entre sí. Un formador puede tener conocimientos y técnicas, pero tiene que adoptar el comportamiento adecuado para que su mensaje sea bien recibido. EL AREA DEL SABER Para presentar conocimientos y favorecer el aprendizaje, es necesario: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.
Definir claramente los objetivos con la ayuda de la siguiente pregunta ¿ de que serán capaces los participantes al final de la sesión? Hacer un plan de la sesión. Elegir una idea central alrededor de la cual se construye la sesión. Satisfacer las necesidades de los participantes, ajustar los contenidos durante la sesión, con un vocabulario más denso o más sencillo, el apoyo de una pizarra o de transparencias, etc. Ofrecer a los participantes la posibilidad de expresar lo que ya saben, lo que aprendieron o lo que quieren discutir. Utilizar un lenguaje claro y conciso, usando un código conocido y común. Permanecer en el tema el tiempo necesario para permitir a todos entender y seguirlo, sin aburrir y sin hacer perder la hilación. Presentar sesiones cortas y exposiciones breves, porque la capacidad de atención de los adultos requiere agilidad y el tiempo de que se dispone siempre es poco.
EL AREA DEL HACER Para favorecer el aprendizaje en el área del saber hacer, el conductor debe: 1. 2. 3. 4.
Tener un objetivo preciso, para poder lograr los aspectos prácticos o utilitarios de su sesión. Tener el material necesario para desarrollar las habilidades elegidas. Formar pequeños grupos que permitan a todos ejercitarse. Proponer un aprendizaje progresivo, etapa por etapa, con fases que permitan verificar si las cosas evolucionan bien y favorecer el proceso gradual. 5. Prever un tiempo de intercambio de las experiencias. 6. Estar atento a las capacidades de cada uno. EL AREA DEL SER Es el área que requiere mayor dedicación, porque implica a la persona en todo lo que es, y además comprende un aprendizaje a largo plazo. Para favorecer el crecimiento de todos en esta área, el conductor debe: 1. Trabajar con grupos pequeños para permitir a todos expresarse, o proponer regularmente el trabajo en equipos. 2. Favorecer un ambiente agradable que invite a abrirse, comunicarse y crecer en esta área. Que cada uno se sienta cómodo, tanto en sus aciertos como en los errores, ya que ambos se dan naturalmente y
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se necesita sencillez para aprovecharlos en la madurez personal y grupal. 3. Preocuparse personalmente de conocer cada persona. 4. Observar hechos que reflejan actitudes, felicitar y estimular a la superación personal. 5. Crear los espacios para favorecer la formación del hábito en describir los hechos, evitando la calificación o descalificación de las personas. 6. Ejercitar la asertiva retroalimentación. 2. OBJETIVOS DE LA FORMACIÓN El Sistema de Formación tiene por objeto la capacitación, formación y desarrollo personal de los adultos que participan en el Movimiento, contribuyendo a proporcionar la idoneidad y efectividad en el desempeño de su función y en el proceso de vivencia del correspondiente perfil. Está al servicio de aquellas personas que asumen, en la Institución, responsabilidades como adultos en el Movimiento. Desde el punto de vista del común de los dirigentes la formación parece ser exclusiva responsabilidad de las personas que trabajan en cargos relativos a la coordinación de esta labor, en sus distintos niveles, sin embargo el proceso de formación es la interacción de personas, por lo cual es responsabilidad de todos y depende principalmente de la actitud y valoración que cada uno haga de los aconteceres diarios. Por lo cual sea cual sea el Sistema de Formación, lo más importante es cómo se aplica a las necesidades socioculturales y a la realidad de las personas. Por otra parte se piensa que la formación sólo se entrega a través de los cursos formales, sin embargo una visión más amplia de esta misión nos indica que dichos cursos, si bien son importantes, son sólo ocasión para recibir y ordenar los contenidos que posteriormente el dirigente hace suyos poniéndolos en práctica. Así se torna en fundamental la labor formadora del Consejo de Grupo y de los tutores que apoyan en terreno y que colaboran en la solución de la problemática particular. Finalmente todos los esfuerzos antes mencionados serían estériles si cada dirigente no asume la formación como una tarea personal investigando, participando en seminarios y jornadas informales, buscando fuentes de información fuera de la Institución y ,desde luego, estudiando en forma personal los textos propios del Movimiento y de cada Rama.
3. EL EQUIPO DE FORMADORES AL SERVICIO DE LAS PERSONAS El adulto que se compromete a integrarse a un equipo de formadores, ya sea como tutor, conductor de sesión o director de curso, debe analizar y buscar la consecuencia del compromiso de “servicio a las personas” que asume. Esta es una tarea permanente y de la cual también es responsable de aportar su experiencia y creatividad. Revisar su función y las tareas que se derivan. Confrontar la coherencia con el servicio a las personas y buscar los procesos de cambio, tanto en los propios formadores como en las estructuras y procesos de formación. Responsabilizarse de crear un ambiente de sencillez y naturalidad en el servicio, donde no existen rangos y donde quien tenga una mayor autoridad tiene un mayor compromiso de servir. Los equipos de dirección son una escuela de formación, principalmente por: - El espíritu de trabajo, investigación y profundización previa de las diversas unidades temáticas. - Por la creatividad y permanente búsqueda de alternativas de técnicas y recursos pedagógicos que motiven y faciliten el autoaprendizaje. - Por el ambiente de equipo, de comunidad que comparte no sólo una “tarea” sino una experiencia de vida y desarrollo personal. - Por la sincera retroalimentación y asertiva exigencia, que permite el verdadero crecimiento. Las personas con más experiencia no siempre deben ser los “directores”, éste también es un espacio para el aprendizaje y crecimiento, y aquellos pueden aportar mejor su experiencia como integrantes de un equipo de trabajo y comunidad de vida.