Nﾃｺmero 116 / 12 de Junio de 2013
UN Aﾃ前 PARA NO OLVIDAR
GijónSport - Editorial
Se acabó (por fin...) Pocas veces en los últimos años “El Sporting puede engahabía tantas ganas como en esta ñarse, pero lo que no puede ocasión de que la temporada terminara de una vez por todas. El equipo es engañar a los demás. Y llevaba ya algunas semanas jugando no hay cosa peor que engapartidos de trámite, la ruptura social ñarse a uno mismo” cada vez es mayor y el optimismo parece alejarse por momentos del inquietudes y en muchas ocasiones Sporting. vuestro cabreo por todo lo que ha ocurrido en torno al Sporting. Ha sido una temporada complicada para todos; para el equipo, para la Ahora nos toca hacer un descanso, afición, para una directiva cada vez despejar un poco la mente y comenmás cuestionada... en general diez zar a preparar lo que será GijónSmeses que no pasarán al recuerdo port durante la próxima temporada. precisamente por algo positivo. Volveremos en agosto, justo en el En medio de todo este clima en GijónSport hemos tratado también de hacernos un hueco. Nuestro proyecto, que surgía por la inquietud de contar las cosas tal y como son ha superado todas nuestras expectativas iniciales. Desde el primer día habéis sido muchos los que nos habéis ayudado a desarrollar y hacer crecer nuestra marca. También habéis interactuado con nosotros, contándonos lo que os gustaba más y lo que directamente no os gustaba nada. Haciéndonos llegar vuestras
inicio de la competición y deseando poder contaros noticias mucho más agradables.
Nos vamos contentos, con la creencia de que estamos haciendo algo que merece la pena y que además cuenta con vuestro respaldo. Con el vuestro y con el de muchos amigos y compañeros que también han hecho posible que GijónSport siga adelante. Os invitamos también a disfrutar el verano (si es que llega algún día) y os esperamos de nuevo a la vuelta. Sin vosotros esto no sirve de nada.
Edita: GijónSport S.L. Contenidos: David González @DavidGonzalezzz A. Forcelledo @AForcelledo Fotografías: Gabino Jove www.gabinojove.es Maquetación: El Talajapiz S.L. Publicidad: Dani Arango Colaboradores: Marcos Martín Marta Tejerina Contacto:
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CONTENIDOS NÚMERO 116, 12 DE JUNIO DE 2013 Especiales 08. La generación Preciado Iván Hernández, Canella y Nacho Cases recuerdan para GijónSport sus experiencias con el técnico. 20. Mate Bilic Hablamos con el delantero sobre sus años en el Sporting, una etapa que concluye esta temporada.
Otros temas
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26. José Ángel Mientras disfruta de sus vacaciones en Gijón valora su futuro. El gijonés aún no sabe dónde jugará la próxima temporada. 30. Saúl Craviotto Hablamos con él sobre sus próximos proyectos.
Y además...
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18. Caprichos del destino Repasamos la temporada para exrojiblancos que sí han tenido un buen año y que han cumplido sus objetivos. 07. El diario de Jorge Última entrega del repaso semanal que hace el defensa desde Murcia.
GijónSport - Análisis
EL LARGO Y ¿CÁLIDO? VERANO La temporada no podía acabar de otra manera. Finalizó como empezó, con una derrota contra un equipo teóricamente inferior. Y dado que el destino se ha mostrado especialmente cruel esta campaña (más allá de los innumerables errores propios) la última derrota del Sporting 2012/2013 tuvo que firmarla el Mirandés con dos goles de Luis Morán, un exrojiblanco que llevaba más de tres años sin marcar. Rizando el rizo.
Al margen de que el Sporting pudiera haber merecido el empate y de que jugadores como Álex Barrera o Álex Menéndez volvieran a demostrar que el ostracismo al que les han sometido no tiene justificación, el partido dejó muy poco que llevarse a la boca. La temporada estaba tirada desde mucho antes. El fracaso es estrepitoso: el Sporting acaba décimo, a diez puntos del sexto puesto, la temporada en la que esperaba marcar las diferen-
cias en la categoría. No lo ha hecho en ningún momento; ni al principio ni al final, ni con un entrenador ni con el siguiente. Equipos mucho más limitados, con presupuestos muy inferiores, como el Alcorcón, el Girona o la Ponferradina, le han dado una auténtica lección. Ahora toca reponerse del desastre, en unas circunstancias adversas que no invitan precisamente al optimismo. Drástica reducción presupuestaria, descapitalización deportiva, incertidumbre sobre la línea a seguir y una ruptura social difícilmente reconducible, con una afición dividida entre el desencanto y la indignación, en algunos casos compartidos. ¿Y ahora qué? El Sporting podría apuntarse al discurso de Rajoy y vender aquello de que “el pesimismo está en retirada”, pero no muchos se subirán a ese carro si no es con hechos. El club habla de construir un proyecto ilusionante, pero sigue sin definir si su apuesta será
GijónSport - Análisis
un equipo de cantera aderezado con algún refuerzo o un equipo de veteranos aderezado con algún canterano. Por lo pronto, ya se ha cerrado el fichaje de López Garai y Sandoval aspira a conseguir la continuidad de Bustos y Casquero. Por si sirve como declaración de intenciones. Frenar una caída estrepitosa de abonados es uno de los deseos de los dirigentes, pero no se saben si manejan algún plan para hacerlo o si se limitarán a cruzar los dedos y confiar en que la sufrida parroquia rojiblanca haga un nuevo acto de fe. Una fuga masiva de abonados no sólo debilitaría el ambiente de El Molinón, factor que debería ser clave para marcar la diferencia, sino que supondría una merma importante en los ingresos. Ahora, en el nuevo escenario, los abonados sí cuentan. Aunque solo para pagar.
Imágenes: www.realsporting.es
Ahora toca reponerse del desastre, en unas circunstancias adversas que no invitan precisamente al optimismo
Se desconoce si el verano será cálido; los pronósticos no son muy halagüeños. Lo que será es muy largo. Más de lo que cualquier sportinguista hubiera soñado. Los rojiblancos deberían estar ahora compitiendo por regresar a la élite o, en el mejor de los casos, celebrando el ascenso directo. Pero ha sido una entelequia. Ahora toca mirar al futuro, que resulta un auténtico misterio.
GijónSport - El diario de Jorge
El diario de Jorge Se acabó. Por fin. La liga termina con una derrota en Anduva en un partido poco más que amistoso. Este tramo se hizo demasiado largo dejando una sensación aún peor debido a los últimos resultados. Dato entendible ya que le pasa a todos los equipos que no se juegan nada año tras año. Eso sí, el fútbol no deja de sorprendernos, sigue siendo muy caprichoso. Así vimos como la parrochina se estrenaba en Anduva contra sus ex o como el Real Murcia “ascendía” de categoría tras la polémica del Guadalajara y la ayudina recibida por el Recre (para esto esta la familia, no).
Dentro de la actualidad sportinguista, hubo dos noticias más relevantes casi que el propio partido en Miranda del Ebro.
Ahora viene una época más interesante, un mercado veraniego que en Gijón se presume bastante activo. Un sin fin de rumores y nombres que a lo largo de los días que nos haran mas entretenidas estas jornadas sin actividad futbolista en Mareo Veremos lo que pasa y lo que nos depara a cada uno el futuro. Seguro que habrá sorpresas en todos los equipos. Me gusta a mi especialmente estar atento a todos estos movimientos en la categoría.
Hasta la próxima. Un abrazo fuerte a todos
Una, la más emotiva de todas, la inauguración de la estatua de M. Preciado. La otra, la despedida de Juan Pablo. Uno de esos futbolistas que dignifican nuestra profesión a través de su disciplina y esfuerzo diario. Comprometido y agradecido con un club. Seguro que en su próximo destino le irá muy bien, se lo merece. Espero que al Sporting también
Jorge G. Torre
GijónSport - 08/05/2013 - 07
Los guardianes del Preciadismo Por Marcos MartĂn / Fotos: Gabino Jove
Cada vez quedan menos. De la actual plantilla, sólo Marcos Landeira e Iván Hernández tuvieron minutos en aquel Sporting 1-3 Valladolid en el que Manolo Preciado empezó a grabar con letras de oro su nombre en la historia del Sporting. Iván Hernández vestía entonces la camiseta del Valladolid, pero no quiso perderse el estreno de aquel proyecto del que iba a formar parte y con el que se iba a devolver la ilusión por el fútbol a toda una ciudad. El gol del Sporting lo marcó Juanmi Gelabert, un veterano lateral izquierdo procedente del Córdoba que, con el paso de las jornadas, se rindió ante el empuje de un canterano que llegó al primer equipo para quedarse: Roberto Canella. Cuatro años más tarde, después de vivir un ascenso y aquella agónica permanencia contra el Recreativo, Manolo Preciado estaba en la cuerda floja y se la jugaba en Santander. Allí,
un instante condensó los casi seis años de ‘preciadismo’ en Gijón. Diego Castro marcó en el minuto 91 el gol que salvaba la cabeza del técnico y todos hicieron piña en torno al cántabro. Ese día, Nacho Cases debutó con el primer equipo del Sporting. Momentos y jugadores que aparecen y se cruzan en una historia única e irrepetible; la que Manolo Preciado vivió en Gijón. Él era el protagonista, pero hizo partícipe a un grupo de futbolistas y a toda una afición. Roberto Canella recuerda que “cuando lo veíamos negro, él nos decía que todo iba a salir bien. Nos lo transmitía con tal convencimiento que parecía imposible que saliese mal”. “Manolo era único y no vamos a volver a tener un entrenador como él –añora Nacho Cases–. Cuando las cosas estaban mal, sabías que en El Molinón ibas a ganar sí o sí; no sé si por él o por el ambiente que él generaba, pero ganabas”.
Y es que la atmósfera del ‘preciadismo’ iba más allá de los resultados, era una cuestión de fidelidad y de gratitud a un hombre que apostó por el Sporting cuando ni su propia afición era capaz de hacerlo. Por eso, Preciado se hizo eterno el viernes y celebrará, en su alameda, todos los goles del Sporting, levantando los puños al cielo y con el nudo de la corbata aflojado, como hacía en la banda de ese estadio del que ya no se irá nunca. “Cuando se le hace una estatua a una persona, no es sólo por sus éxitos deportivos; él sabía llegar muy bien a las personas y todo el mundo le tenía mucho aprecio”, rememora Iván Hernández. “La estatua te pone la piel de gallina”. Roberto Canella la ve cada mañana, de camino a Mareo. “Todos sabéis lo que era Preciado para mí; estoy contento por tenerlo aquí cerca, en El Molinón, porque parece que no se ha ido y sigue entre nosotros”. Vicente Santarúa ha sabido plasmar a Preciado en su escultura. Nacho Cases le reconoce perfectamente: “El gesto
es muy suyo. De hecho, uno de los momentos más emotivos en la inauguración fue cuando su madre le abrazó porque lo vio ahí, es él”. En la estatua, se queda el pedazo de corazón que Preciado dejó en Gijón. Junto al suyo, bajo el recubrimiento de bronce, los de las miles de personas que han querido estar con él para siempre. Su cara de felicidad plena evocará decenas de miles de instantes en aficionados y amigos. “El día del ascenso, me dijo que era como un hijo para él, que le había dado mucho. Yo le contesté que él me había dado más: la oportunidad de jugar en el Sporting y en Primera”. Al principio, a Canella le cuesta recordar su momento más especial con Preciado, pero enseguida se le vienen más a la cabeza: “¡Ah! Una vez, estaba Preciado en una cafetería y mi madre le saludó. Él no la conocía, pero después le escribió una carta muy emotiva”.
Cada uno tiene su momento. Nacho Cases se acuerda de los días previos a su debut: “Preciado me había dicho el jueves que iba a ser titular, pero que sólo se lo dijese a mi padre para que pudiese verme. Si se lo decía a alguien, no debutaba. Me callé como un zorro”. Su mejor día, lo vivió en el Bernabéu. “Él lo había pasado mal con la polémica con Mourinho y fuimos a muerte por él y porque se nos había faltado al respeto. Fue una gran alegría y se cumplió su frase: ‘El que escupe para arriba, le acaba cayendo’”. El primer recuerdo de Iván con Preciado es de antes de su fichaje por el Sporting. “Yo estaba en el Valladolid y Diego Castro, aquí. Jugábamos en Zorrilla y fui a verles al hotel. Cuando salió Preciado, le dije a Diego: ‘Tienes un entrenador con una cara muy graciosa’. ¡Quién me iba a decir a mí que íbamos a coincidir en el Sporting y a acabar siendo amigos!”. Pero se queda con el ascenso a Primera. “Lo que vivimos, trabajamos y sufrimos todos juntos aquel año va a ser inolvidable para los que estuvimos. El ambiente en la ciudad, el apoyo de la afición,… No sólo es el mejor momento que he vivido con Manolo, va a ser el mejor de mi carrera”. Recuerdos, anécdotas, momentos felices, momentos difíciles pero finalmente superados,
siempre superados,… Más que un grupo de futbolistas; Preciado dejó en Gijón a un equipo, a ‘su’ equipo. Quizás ése es el motivo por el que nadie ha sabido ocupar su hueco con éxito. Cada uno de los futbolistas que se entrenó a sus órdenes le recuerda de una manera. Para Canella, “era todo lo que un jugador puede querer de su entrenador. Te decía las cosas claras: si te tenía que reñir, te reñía y si te tenía que dar una palmada, te la daba. Quería que todos fuésemos a una”. Para Cases, era como “un amigo; tenías confianza para decirle las cosas sin que le pareciese mal y si no estaba de acuerdo, lo debatía contigo. Además, generó esa ilusión que el sportinguismo tenía olvidada. Fue una luz en el camino que la gente tuvo que seguir, porque era ilusionante”. A Iván le cautivó, “era un tío normal, pero siempre te parabas a escuchar lo que decía”. Su voz ronca no volverá a sonar en Gijón, pero Preciado se ha hecho eterno para insuflar ánimos al sportinguismo cuando sea necesario. Él estará ahí, celebrando las victorias y sufriendo con las derrotas. Como uno más. Cada vez quedan menos muestras en la plantilla del Sporting, pero el ‘preciadismo’ ya nunca abandonará El Molinón.
GijónSport - Opinión
Miguel Barrero Periodista @MiguelBarrero Igual que aquellos cronicones donde se glosaban las gloriosas y épicas gestas de un imperio extinto sirvieron de lenitivo contra la tenaz depresión que anidó en el subconsciente español tras la pérdida de las colonias, la inauguración de la estatua erigida en recuerdo de Manolo Preciado vino a ser una catarsis necesaria para sobrellevar el último estertor de una temporada que sólo ha sido pródiga en melancolías. Estábamos allí todos sin saber muy bien a qué obedecía nuestra tristeza, si a la lógica consternación que emana de toda pérdida o a las incertidumbres que en este año terrible se han desparramado sobre aquello que hasta ahora creímos firmemente afianzado, a la implacable y sobrevenida certeza de que todo cuanto aconteció aquí entre los años 2007 y 2012 no fue más que un espejismo, un oasis de dicha abierto en las arideces del desierto que el Sporting empezó a atravesar hace ya década y media, cuando él también padeció su particular Desastre del 98, y que acaso terminemos recordando como un bello paréntesis entre dos océanos de nada.
Lágrimas “La inauguración de la estatua erigida a Preciado vino a ser una catarsis necesaria para sobrellevar el último estertor de la temporada” Lo bueno fue que, para no ponérselo fácil a los periodistas sensibleros, las nubes supieron contenerse y nadie pudo escribir, en su artículo del día siguiente, que también había llorado el cielo. No hacía falta, porque quienes estábamos allí derramamos ya lágrimas en abundancia. La duda es si nuestro llanto se debía a la falta de Manolo o si, en realidad, llorábamos por el incierto porvenir que nos espera a la vuelta de la siguiente esquina, como un atracador que aguarda amparado en la noche para obligarnos a escoger, una vez más, entre la bolsa y la vida.
CAPRICHOS DEL DESTINO Por David González El destino ha querido ser caprichoso este año con el Sporting. Como si de un castigo divino se tratara. El guión es retorcido, pero real. Mientras el Sporting consumaba su fracaso, una legión de exrojiblancos celebraba éxitos. Justo cuando se cumplía el primer aniversario de la pérdida de Manuel Preciado, al que no solo se recordaba esta semana en la inauguración de su estatua.
El Sporting ha visto desde una distancia kilométrica cómo ascendían a Primera el Elche y el Villarreal. Precisamente los dos equipos que con más intensidad pretendieron el pasado verano a Manuel Preciado para sus respectivos banquillos. El Elche no acabó de convencerle; el Villarreal llegó a anunciar su fichaje horas antes de su muerte. Por eso en ambas celebraciones estuvo presente el recuerdo del cántabro.
El Villarreal, en plena euforia tras lograr el ascenso, tuvo un detalle de club señor. En el videomarcador del estadio apareció la imagen de Manolo Preciado. Toda la grada le tributó una cariñosa ovación. Curiosamente, sobre el césped otro técnico asturiano, otro ex del Sporting, sumaba un nuevo éxito a su palmarés. Marcelino García Toral devolvía al Submarino a la élite.
En el ascenso del Elche la imagen de Preciado apareció en una camiseta que lució Alberto Rivera, otro al que el sportinguismo añora y al que el club no supo, no pudo o no quiso retener. Pieza clave en el éxito ilicitano fue también el uruguayo Damián Suárez, que tras salir a las bravas de Mareo ahora se ha hecho un hueco en un equipo que ha demostrado ser mucho mejor que el Sporting este año. Y otro protagonista, vilipendiado en Gijón y reconocido en Elche, fue Josep Alcácer, al que Fran Escribá reclutó para su proyecto tras la muerte de Preciado, al que iba a acompañar en Villarreal.
La sombra de Preciado es tan alargada que también en Miranda de Ebro estuvo presente, y no solo durante el minuto de silencio previo al partido. Los dos goles que tumbaron al Sporting fueron obra de otro que no valía para el Sporting, Luis Morán, que además rompía así una fase de sequía. La dedicatoria del luanquín, que hizo bueno una vez más aquello de que no hay peor cuña que la de la misma madera, estuvo clara: un dedo a modo de bigote y otro al cielo. Para Manolo y para su abuelo. El fin de semana dejó otra noticia llamativa. Hace no mucho, Luis Enrique lamentaba que el Sporting no le hubiera llamado para entrenar. El Celta de Vigo sí le llamó y un símbolo rojiblanco volverá a dirigir en España, pero no en su casa.
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GijónSport - Opinión
Alejandro Forcelledo Periodista @AForcelledo Llevo semanas pensando en escribir estas líneas y en el cómo debería hacerlo. Resulta que los ánimos están muy tensos alrededor del Sporting. Como dicen los policías en las películas de Hollywood “todo lo que digas podrá ser utilizado en tu contra” y uno, que ya lleva algunos años en esto, a veces no tiene ganas de pisar ciertos jardines. Vaya por delante que me parece correcto que cada uno haga con su dinero lo que crea oportuno, yo con el mío haré lo que me parezca. Lo digo porque parece que la estatua de Preciado se está tomando como un ajuste de cuentas contra todos aquellos que no han tenido a bien inscribir su nombre junto al del ex entrenador rojiblanco. Yo personalmente lo he hecho. Dicho esto hay que ser muy torpe para no gastar diez míseros euros en una placa y evitar los comentarios de quien está o deja de estar al lado de la estatua. Muy torpe. Tan torpes como los que se preguntan ¿por qué no se le ha hecho una estatua a Castro o a Valdés?
La estatua de los retratos “Hay que ser muy torpe para no gastar diez míseros euros y evitar comentarios de quien está o deja de estar al lado de la estatua”
A estos decirles que la elaboración de la estatua a Preciado corre a cargo y cuenta de la generación actual de sportinguistas. ¿Dónde estaban ellos en aquel momento? No creo que a nadie le deba parecer mal que otro no se haya querido sumar a la iniciativa, lo peor viene cuando te das cuenta que las lágrimas de cocodrilo están agotadas en Mareo. Espero que el día que haya que hacerle una estatua al santo y seña del Sporting, por una vez, nadie falte a la cita, eso ya sería de torpes de campeonato.
Mate Bilic
“En Gijón he pasado la mejor etapa de mi vida” Por Alejandro Forcelledo
Aunque aún no tiene claro su futuro, Mate Bilic sabe que su etapa en el Sporting ha llegado a su fin. Atrás quedan más de seis temporadas en las que pudo ser uno de los importantes en el ascenso. Bilic hace ahora las maletas para viajar a su país pero con ganas de seguir jugando al fútbol. Se termina una relación muy especial… Pues sí, todo hace ver que no seguiré. Son muchos años buenos, muchas emociones, muchas cosas impresionantes. Cada ciclo toca a su fin y yo estoy contento con mi paso por el Sporting. Quiero darle las gracias al club y a toda la gente que me ha hecho sentir como uno más de la casa. ¿Recuerdas tu primer contacto con el Sporting? Por supuesto. Estaba en Holanda, con Villa y el Guaje me habló muy bien del equipo y decidí venir. Fue un buen año a nivel colectivo y personal. La afición se unió al equipo como nunca y me sentí muy orgulloso. Lo malo es que al año siguiente el Zaragoza tenía pensadas otras cosas para mí y lo tuve que aceptar, es futbol. Pero volviste… Arriesgué mucho al volver en mi segunda etapa. Yo estaba en un equipo que jugaba la Europa League y no fue fácil venir. Lo bueno es que luego todo salió bien y el equipo ascendió a Primera. Han cambiado muchas cosas desde aquella época y ahora todo el mundo puede estar orgulloso de aquel equipo y yo de haber contribuido a devolver al Sporting a donde se merece.
Pasaste una época muy mala dentro del club ¿qué recuerdas? Nos duchábamos con una ducha o dos nada más, hacía mucho frío en los vestuarios, lo bueno es que esto era una familia. Sufrimos hasta un encierro de los empleados del club, fue muy duro. La gente se mereció después ver a su equipo en Primera División, su lugar natural. ¿Por qué te vas? Soy un jugador que lleva mucho tiempo en el Sporting. Llevo once años en el futbol profesional y pienso con la cabeza, no con los pies, tengo que pensar en mi familia, en mis hijas, el fútbol son muchas cosas, entre ellas mi vida. No es fácil y tengo que pensar en descansar y luego ver cómo van las cosas. Siete años maravillosos dan para mucho, de las mejores etapas de mi vida. ¿Y qué va a hacer Bilic? Tengo propuestas de todos los lados. No tengo nada concreto pero simplemente me preguntan por mi situación. Me llaman tanto de mi país, como de España, como del resto de Europa. Primero vacaciones, luego ya pensaré en qué hacer. ¿El ascenso fue el mejor momento de tu carrera? Uno de los más felices sin duda. Cuando llegué con Marcelino tuvimos la mala suerte de no poder ascender. La segunda etapa si el equipo no seguía pasaba a estar en una situación muy complicada. Ver a toda esa gente tan feliz me hizo más feliz aún a mí.
“El ascenso a Primera División fue uno de los momentos más felices de mi carrera. Ver a toda la gente tan feliz me hizo a mi más feliz aún”
El Sporting te debe mucho pero también tu le debes mucho al Sporting… Creo que nos debemos muchas cosas el uno al otro, es cierto. Agradezco la confianza que el Sporting ha depositado en mí y viceversa. Yo no podría estar en un club sin dar el 100% y lo he dado todo por esta camiseta si no, no me hubiera quedado tanto tiempo, es imposible. De todos tus compañeros ¿con quién te quedas? Con Sastre, nos llevábamos muy bien, ya era mi compañero en mi primera etapa. Roberto o Jorge también me ayudaron mucho, eran un gran apoyo dentro y fuera del campo. Me quedo con muchos, ellos estaban al principio, cuando llegué será por eso. Se dice que desde la marcha de Sastre, no hay un líder… Un asturiano debe ser el capitán del equipo.
Representan a esta tierra, deben ser los líderes naturales del Sporting. El entrenador debe apostar por un enlace entre el equipo y la afición y también el club. Son los que maman la camiseta desde pequeños, son los más preparados. ¿Qué recuerdas de Preciado? Con Preciado me llevaba muy bien, teníamos una relación muy especial. Nos entendíamos siempre. No teníamos problemas de hablar las cosas a la cara, es lo mejor que puede pasar entre un jugador y un entrenador. Éramos muy profesionales el uno con el otro. No pasaba nada por decirnos todo en cinco minutos. Tuviste una mala racha… Cualquier jugador lo pasa mal. Cualquier persona espera mejorar en su trabajo, yo así lo veo y creo que todas las cosas que pasé me han hecho más fuerte. He aprendido mucho en
estos siete años, ahora se qué puedo hacer y que no debo hacer en el mundo del fútbol. Tuviste críticas… Acepto las críticas, primero porque soy muy exigente conmigo mismo y segundo porque se que la afición del Sporting es muy exigente con nosotros. Las criticas son buenas, nos hacen espabilar, aunque reconozco que nunca he recibido muchas críticas. Me motiva que me digan que lo hago mal, esas críticas me hacen mejorar. Y ahora ¿Qué le depara al Sporting? El futuro pasa por dos años con Sandoval y ahora deben apostar por el ascenso porque tendrán mucho tiempo para planificar qué hacer. Habrá cosas complicadas pero hay tiempo suficiente y espero que el Sporting sea la sorpresa el año que viene y el club vuelva a Primera. Es mi deseo de corazón.
¿Cómo ves a los canteranos? Los veo muy bien, la gente de casa debe amoldarse al equipo y darlo todo. Deben ser los nuevos líderes, el mejor ejemplo son ellos, ya están aquí con dieciocho años, ellos nos defienden muy bien. Llevan mucho tiempo entrenando con el primer equipo y deben dar un paso adelante y decir “aquí estoy y quiero jugar”. ¿Volverás a Gijón? Bueno a mí me gustaría, Gijón me encanta, mis hijos son de aquí y no descarto nada. Tengo mucho tiempo por delante. Me quedan unos dos o tres años de futbol que quiero aprovechar y el tiempo me dirá si sigo o no viviendo en Gijón pero quien sabe…
José Ángel
De La Concha a San Pedro Por Marcos Martín / Fotos: Cristina Valle
E
l traspaso más caro en la historia del Sporting. Con este cartel, se marchó José Ángel Valdés ‘Cote’ a la Roma de Luis Enrique, Totti, Bojan, Osvaldo y otro puñado de estrellas del fútbol mundial. Ahora, después de un año con sabor agridulce en la Real Sociedad, disfruta de las vacaciones en Gijón con su futuro todavía en el aire. ¡Enhorabuena por la clasificación para la Champions! ¡Muchas gracias! La verdad es que nadie se esperaba que la Real se metiese en Champions. Teníamos un buen equipo, hemos hecho un buen año y ha sido un auténtico éxito para la Real Sociedad y para los jugadores que estuvimos ahí. Colectivamente, ha sido un temporadón... Pero, ¿cómo te ha ido en lo personal? El equipo estuvo muy bien durante todo el año. En la primera vuelta, tuvimos nuestras dudas pero dentro del vestuario nos fuimos creyendo
que podíamos mejorar y cogimos una buena racha. Individualmente, no fue lo que esperaba, pero de todo se aprende y la experiencia me sirve para madurar y mejorar. Y ahora, ¿qué? Ahora estoy a la espera porque no sé lo que va a ser de mí. Soy jugador de la Roma, tendría que volver a Italia, pero vamos a ver lo que me comunican y las opciones que puedan surgir durante el verano… Desde Gijón, muchos apuntan a la Real Sociedad como el espejo en el que debe mirarse el Sporting… Sí, pero eso depende del proyecto que quieran plantear los que mandan. Está claro que en Mareo, hay una buena base. Si sacan jugadores, será mejor para Gijón. Yo siempre he dicho que un jugador de la casa siempre va a dar más por el equipo porque siente mucho más al Sporting.
“Ha sido un año complicado para el club y me da mucha pena porque soy un sportinguista más” ¿Es de verdad un proyecto de apuesta por la cantera o ha sido una buena temporada? La Real apuesta por la gente de la casa y si miras su plantilla, lo ves. La mayoría son canteranos y han buscado algún retoque de fuera. El año que viene estarán en tres competiciones y quizá les cueste un poco más, pero con trabajo, acabarán arriba. Es una pena, pero parece que en Gijón la cantera va a tener muy poco peso… Sí, es una pena. Sé lo difícil que es llegar y si no te dan la oportunidad… En mi época, teníamos a Preciado que apostó por nosotros y es lo que hay que hacer ahora: tener un poco de paciencia con los chavales porque acabará dando sus frutos. Volviendo a la Real Sociedad. También se debería copiar la ‘paciencia’ que se tuvo con Montanier… Sí, pero como te decía antes, son decisiones
que toman los que mandan. Allí, tuvieron paciencia con Montanier, supieron aguantarle en momentos críticos y la apuesta salió bien. Oye, ¿cómo se ve el Sporting desde fuera? Con tristeza. Ha sido un año complicado para el club y me da mucha pena porque soy un sportinguista más. Hay que tener paciencia porque estoy convencido de que, en unos años, estarán otra vez dando guerra. ¿Has hablado con los jugadores durante la temporada? ¿Qué te iban diciendo? Sí, ha hablado mucho con Lora. Me dijo que no eran capaces a adaptarse, que no les estaban saliendo las cosas… El Sporting pagó el mal inicio de temporada y no llegaron al play-off por puntos que pudieron perder en aquellos primeros partidos.
Cómo han cambiado las cosas en dos temporadas… Se hace duro. Mi última temporada en el Sporting fue increíble y es difícil verlo así ahora. Pero de peores hemos salido: estuvimos 10 años en segunda y volvimos a Primera. Estoy seguro de que el año que viene, estaremos luchando por el ascenso. Puede ser coincidencia, pero es una muestra de la importancia de la figura de Manolo Preciado… Sí, porque además de entrenador era un amigo. Supo hacer una ‘panda de amiguetes’ en torno a un equipo de fútbol y eso fue lo que nos llevó al éxito. Hablando de entrenadores, Luis Enrique ha firmado por el Celta, pero ya ha dicho que quiere entrenar en el Sporting. Tú que has estado a sus órdenes… ¿Lo ves como entrenador para el Sporting? Tiene cualidades de sobra para entrenar al Sporting, pero tendrán que ponerse en contacto con él. De momento, está en el Celta y le deseo toda la suerte del mundo. Seguro que le van bien las cosas y les deja bien clasificados. Oye, habrá que mover la opción del Celta, ¿no? Cerca de casa, el entrenador te conoce,… (Risas) No sé nada del Celta. Es un gran equipo y un gran club. Pero como ya te dije, mi objetivo es la Roma porque es mi equipo. No sé lo que va a suceder y lo que venga, bienvenido será. ¿Y el Sporting? Es un club que me lo ha dado todo. Le guardo un sentimiento muy especial, pero ahora mismo no me están siguiendo… Ya habrá tiempo de volver.
“Mi objetivo es la Roma porque es mi equipo... el Sporting no me está siguiendo, ya habrá tiempo de volver”
El álbum de recuerdos de Saúl Craviotto
Por Marta Tejerina / Fotos: Gabino Jove
Cuando Manuel Craviotto se subió a la piragua y sentó sobre sus rodillas al pequeño Saúl (de tan solo siete meses) para inmortalizar el momento, no imaginaba que las mayores alegrías de la vida de su hijo llegarían gracias a esa alargada embarcación que tan feliz le había hecho también a él. Aquella fotografía inocente supuso el inicio de una carrera meteórica. Hoy, a sus 28 años, Saúl Craviotto (Lleida, 1984) conserva con cariño aquella imagen en un álbum de recuerdos en el que comparte protagonismo con muchos otros retratos imborrables. Dos de ellos brillan con fuerza: el oro de Pekín 2008 y la plata de Londres 2012.
El pequeño de la casa y único varón de tres hijos, “el mimado” como él mismo dice, heredó la pasión de su padre por el deporte. Practicó fútbol y taekwondo entre otros, pero el piragüismo era casi una religión en la familia y, al final, se impuso la tradición. “Mi padre también era piragüista, estuvo en el equipo nacional, y fue quien me lo inculcó desde niño. Era el deporte que mejor se me daba así que me centré en él y no me fue del todo mal…”. Pronto tuvo que sufrir en sus carnes las exigencias de la
competición de alto nivel. A los 15 años se marchó de su casa para iniciar un camino que le llevaría a conquistar grandes éxitos, pero que no sería fácil. “Al principio lo llevé mal. Echaba mucho de menos a mis padres, a mis amigos, a mi gente… Pero ahora lo ves de otra manera. Llevo muchos años lejos de Lleida y he hecho amistades por toda España. Aquí en Asturias me hacéis sentir como uno más”.
Saúl Craviotto se siente, en parte, asturiano. Son ya muchos años en Gijón, ciudad en la que compagina el piragüismo con su trabajo como policía. Aquí conoció a su novia, con la que se casará este verano, añadiendo así a su álbum personal una página clave en un lugar emblemático. “Me caso en San Pedro, ¡no puede ser más gijonés! Me siento uno más. Echo de menos mi casa pero aquí me encuentro muy a gusto”. Habla a diario con sus padres y hermanas que le siguen incondicionalmente. “Han ido a todas las competiciones. Estuvieron en la grada tanto en Pekín como en Londres. Siempre hemos sido una familia muy unida. Sin su apoyo no habría conseguido nada”.
“Mi padre también era piragüista, estuvo en el equipo nacional, y fue quien me lo inculcó desde niño”
“Para un deporte minoritario como el mío, los JJ.OO. son un escaparate fundamental”
Cuando se le pregunta por todas las medallas que ha ganado a lo largo de su carrera necesita consultar el currículum. Han sido muchas. Pero sin duda dos de ellas le harán pasar a la historia del deporte. “Las de los Juegos Olímpicos son de las que todo el mundo se acuerda. Y en realidad un Mundial tiene el mismo nivel o más que una Olimpiada porque competimos los mismos… Pero para un deporte minoritario como el mío, los JJ.OO. son un escaparate fundamental”. Saúl lleva esa experiencia grabada en la piel. Un tatuaje de los aros olímpicos en el bíceps del brazo izquierdo le recordará para siempre que fue capaz de llegar a lo más alto. Dos medallas muy especiales y muy diferentes. “No sabría decir cuál lo es más, es como cuando te dan a elegir entre dos hijos. ¿A quién quieres más? Es imposible decantarse. La primera fue muy especial porque era muy jovencito, tenía 23 años, y mi sueño siempre había
sido ir a unos Juegos y conseguir una medalla de oro. Era algo que consideraba inalcanzable, y lo logré. Pero la de Londres también es muy importante porque fue en k1, la gané yo solo, y quieras que no es algo diferente”.
Ahora compite en la modalidad individual de 200 metros, pero Craviotto ha pasado por todo. K4, k2, k1 y las distancias de 1000, 500 y 200 metros. “Soy un piragüista muy polivalente, he tocado todas las modalidades. Pero en la que me siento más a gusto es en la que estoy ahora”.
Son muchas las fotos de su álbum en las aparecen los compañeros con los que ha coincidido a lo largo de su carrera pero sin duda uno de ellos es, por lo que consiguieron juntos, el más especial para Saúl. “Perucho (Carlos Pérez Rial) es una persona importantísima para
mí. Hemos compartido una de las mejores experiencias de nuestra vida y tenemos muchas anécdotas, muchas historias juntos… Es mucho más que un compañero, es un amigo”. ¿Alguna anécdota confesable? “Somos muy despistados los dos así que siempre cometemos pifias como poner el reposapiés al revés, el asiento con la altura mal regulada… Por ejemplo, y es algo que nunca he contado, yo remé la Olimpiada con una dificultad añadida… Tengo una pierna más corta que otra, una dismetría muy pequeña, a simple vista no se nota, pero para remar utilizo un taco para regularlo. Con los nervios, lo coloqué en la pierna equivocada. Así que la diferencia era el doble… ¡Y aún así ganamos el oro! (Risas)”.
En ese álbum de recuerdos que inaugura la fotografía en los brazos de su padre hay otra imagen que Saúl guarda con un cariño especial. En ella porta orgulloso la bandera de su
país, en la grandiosa ceremonia de clausura de los JJ.OO de Londres. “El día después de ganar la medalla me llamó Alejandro Blanco para proponérmelo y la verdad es que al principio no me lo creía. Fue un momento muy bonito, muy especial… Un fin de semana redondo. Ser abanderado de tu país después de ganar una plata es algo increíble”. Craviotto estuvo a punto de ser el elegido para representar a España en el acto de inauguración pero al final, y con cierta polémica, Pau Gasol desempeñó ese papel. “Hubo un poco de lío porque el primero era Rafa Nadal, pero no podía ir. Así que por palmarés el siguiente en la lista era yo. Pero bueno, a mí tampoco me venía demasiado bien por las fechas, tenía que adelantar el viaje una semana…”. ¿Tal vez en Río? “¡Ojalá! ¡Si soy el elegido me marcho a Brasil un mes antes si hace falta! (Risas)”. Craviotto se define como un chico normal, humilde y trabajador. Le cuesta ponerse califi-
cativos a sí mismo, “eso es algo que deben decir los demás…”. El poco tiempo que le dejan los entrenamientos diarios en Trasona (Avilés) y su trabajo en Gijón lo aprovecha para disfrutar de sus aficiones: ver y practicar otros deportes (es simpatizante del Barça y del Sporting), leer, ir al cine, pasear por la montaña andando o en bici… Y desde hace unos meses, posar ante las cámaras. “¿Modelo? ¡No, no, nada de eso!”. Todavía le produce cierto rubor encontrar su imagen en las páginas de una revista o en las marquesinas de las ciudades. “Reebook y Cortefiel se pusieron en contacto conmigo porque les interesaba que hiciéramos juntos una campaña y yo acepté encantado. Aunque es una faceta en la que me siento algo extraño, no es lo mío y no tengo intención de dedicarme a esto. Pero bienvenido sea. Que dos marcas tan importantes se fijen en ti es un honor, te llena de orgullo, así que yo encantado de poder llevar su imagen”. ¿Le reconocen más ahora que es un reclamo publicitario? “¡Qué va, qué va! Hombre, a veces noto que alguien se me queda mirando como diciendo: “este chaval me suena”. Pero tampoco soy famoso ni nada por el estilo, ¡ni quiero serlo! (Risas)”.
El hecho de que un piragüista goce de esta repercusión mediática es, sin duda, positivo para un deporte condenado a salir a la palestra solo con motivo de las grandes citas. “Todo lo que sea aparecer en medios de comunicación y que marcas grandes se fijen en nosotros es muy importante. Sobre todo para la gente joven que sube ahora, que sientan esa motivación de ver que se va reconociendo su trabajo. Siempre hay un “boom” tras unos JJ.OO y después se calma mucho la cosa. Pero bueno, yo de momento no me quejo, me siento muy reconocido y muy querido por todos”.
El próximo fin de semana, 14, 15 y 16 de junio, Craviotto disputará en Portugal el Campeonato Europeo. La primera cita de un verano que culminará con el Mundial, en Alemania. “Este año es especial por ser post-olímpico. No es una excusa y si alguna prueba me sale mal no lo voy a achacar a eso. Pero sí que es verdad que hemos bajado un poco el nivel de entrenamientos, he tenido un parón de tres meses después de Londres y he viajado mucho, así que todo eso influye. Estoy tratando de recuperar la forma para llegar lo mejor posible tanto al Europeo como a las próximas competiciones. La siguiente, los Juegos del Mediterráneo, en Turquía, los días 26, 27 y 28 de junio. Y por último, la cita más importante del año, el Mundial, para la que sí voy a tratar de llegar en las mejores condiciones”.
En el horizonte, Saúl ya vislumbra su gran objetivo: Río 2016. “Estoy convencidísimo de que puedo conseguir el oro, tengo muchísimas ganas, pero hay que ser cauteloso, ir con calma, porque se decide todo en milésimas de segundo y es muy difícil. Además, los años juegan en mi contra. En los Juegos Olímpicos tendré 31 y los jóvenes están subiendo con mucha fuerza… Yo lo voy a intentar, por supuesto”. Craviotto tiene claro que se retirará en Brasil, cerrando así un círculo que comenzó cuando tenía solo 16 años. Sería el mejor colofón posible para una exitosa carrera. “Gané mi primera medalla internacional en un Mundial Junior disputado en Brasil, así que sería una manera perfecta de finalizar mi trayectoria”. La última página de su álbum de recuerdos está aún en blanco. Aguarda albergar, para siempre, una fotografía de oro.
Me lo dijo un pajarĂn...
@_ivanh14 (10/06)
Se va un amigo.Que buenos momentos hemos vivido Juanpa.
@eterno_preciado (11/06)
Estamos trabajando para fotografiar TODAS las placas pensando en la gente que no puede acercarse al monumento. Gracias a todos.
@Borjalopez3 (10/06)
Vamoooos!! Estamos en el Europeo de Lituania despuĂŠs de un merecido empate!!Tuvimos muchas ocasiones pero hasta el min80 no entrĂł. GRANDES!!
@AngelaPumariega (11/06)
Primer dia del Europeo con 15 nuditos! Las sensaciones van mejorando, hay q ir intentando cometer menos errores!
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