Número 119 / 2 de Octubre de 2013
LOS ZIPI Y ZAPE ROJIBLANCOS
GijónSport - Editorial
El objetivo de dos amigos A Cristian Bustos no le costó demasiado adaptarse a su nueva vida en Gijón. Llegó en el pasado mercado de invierno, cedido por el Celta, y con una idea muy clara en su cabeza; aprovechar la oportunidad y disfrutar del fútbol y de su profesión. Tampoco Garai tardó en hacerse un hueco en el vestuario. Ya desde el principio sabía a lo que venía e incluso desde Córdoba alquiló su casa en Gijón para adaptarse a la ciudad lo antes posible. Su mente sólo tenía una idea y así lo dijo en su despedida del club andaluz; venía al Sporting para lograr el ascenso. Ambos comparten muchas cosas que nos cuentan en este número de GijónSport y tienen una relación que viene de mucho antes de coincidir en el Sporting. Los dos tienen hambre por triunfar y valoran lo que significa este club y todos los medios que tienen a su disposición. Sin embargo, al margen de lo que pueden aportar en el campo, Bustos y Garai tienen también el carácter necesario como para no pasar desapercibidos en el vestuario. Ninguno de los dos lleva el brazalete de capitán pero tanto uno como otro acumulan ya suficientes galones en
“Los casos de Bustos y Garai son la demostración de que las ganas de comerse
el mundo no son patrimonio único de los más jóvenes”
su profesión como para ser tenidos en cuenta por el resto de sus compañeros. Los casos de Bustos y Garai son la demostración de que las ganas de comerse el mundo no son patrimonio exclusivo de los más jóvenes. Ellos acumulan galones; deben mantener la prudencia de quienes acaban de llegar y deben adaptarse a lo que había pero también aportar su experiencia y fuerte carácter. En la redacción de GijónSport hemos disfrutado y mucho compartido con ellos una gran sesión fotográfica de Gabino Jove y una entrevista que os ayudará a conocer mucho mejor a la pareja de confianza de Sandoval para el centro del campo. Y junto a ellos tampoco nos olvidamos de otros nombres propios. Jugadores como Dennis, que entraba a última hora en la convocatoria del primer equipo, o de Scepovic, que con sus tres goles ante el Eibar es ya la gran revelación de este Sporting.
Edita: GijónSport S.L. Contenidos: David González @DavidGonzalezzz Marcos Martín @MarcosMatin87 Marta Tejerina @MartaTeje Fotografías: Gabino Jove www.gabinojove.es Maquetación: El Tajalapiz S.L. Publicidad: Dani Arango Contacto:
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CONTENIDOS NÚMERO 119, 2 DE OCTUBRE DE 2013
Especiales 12. Los Zipi y Zape del Sporting El fútbol ha convertido a Bustos y Garai en una pareja inseparable. Esta semana nos cuentan su historia. 04. Stefan Scepovic El serbio parece imparable. El sábado hizo tres goles al Eibar y firma unos números de auténtico crack.
Otros temas
12
10. Borja López El jugador del Mónaco vuelve una semana más a GijónSport para contarnos su experiencia en la Ligue 1. 34. Dennis Díaz El portero rojiblanco espera su oportunidad en el primer equipo.
Y además...
34
04 42
42. Abel Serdio Hablamos con el jugador del Juanfersa Grupo Fegar sobre su historia dentro del balonmano. 50. La taberna zíngara En GijónSport and life nos acercamos a un nuevo local regentado por un entrenador de fútbol.
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Scep8vic ‘El Brujo’ de Belgrado
Su llegada a Gijón, el pasado verano, generó incertidumbre entre la afición. Pero con sus goles, 8 en 7 partidos, ha embrujado a una grada que ya ve en Stefan a un delantero especial, como en su día lo fueron David Villa o Enrique Castro ‘Quini’.
Gij贸nSport - Reportaje
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Por Marcos Martín Ocho goles en siete partidos. Es la mejor carta de presentación para un joven serbio que siempre ha preferido hablar dentro del campo. La llegada al Sporting de Stefan Scepovic avivó el eterno debate sobre Mareo. Muchas voces críticas censuraron su fichaje, al entender que suponía un freno para los chavales que venían desde abajo, como Guerrero o Carlos Castro. En silencio, Stefan trabajó durante la pretemporada para convencer a un entrenador que no lo conocía hasta su llegada. Ajeno a cualquier debate, el delantero balcánico fue ganándose la confianza de Sandoval, que le dio el puesto de ‘9’ en el debut contra el Real Madrid Castilla. Entonces, demostró que había venido para quedarse. Y para ser importante. Fue el gran protagonista de aquel partido, con un gol que permanece en la retina de muchos aficionados. El control dentro del área, previo a un escorzo que nadie esperaba y que acabó con el balón dentro de la portería madridista, reflejó lo que Stefan podía ofrecer: calidad y gol. Mucho gol. Sus números son propios de los mejores jugadores del mundo. Cristiano Ronaldo y Leo Messi han terminado las últimas temporadas sumando más goles que partidos disputados. Pero son cifras reservadas a los ‘dioses’ del fútbol mundial, lejos del alcance de cualquier ‘mortal’. Sin embargo, Stefan lo está consiguiendo. Su hat-trick contra el Éibar, sumado a los cinco goles que había conseguido en las cinco primeras jornadas, le ha encumbrado a lo más alto de la lista de goleadores de Segunda División. Parece cuestión de brujería…
GijónSport - Reportaje
Su hechizo con la afición, una relación especial que sólo consiguen unos pocos, le hace estar muy feliz en Gijón. Stefan ha vivido el lado difícil del fútbol; ha tenido que emigrar y cambiar de vestuario demasiadas veces en las últimas temporadas. Por eso, ahora mismo no cambiaría el Sporting por nada. Ni siquiera por el Partizán de Belgrado, el equipo de su ciudad y el segundo más laureado de Serbia. El jugador tendrá que volver, la próxima semana, a su país. Sinisa Mihajlovic, el seleccionador serbio, le ha convocado para los dos próximos partidos del combinado nacional. Pero será un viaje con vuelta. Porque Scepovic es feliz en El Molinón. Y El Molinón es feliz con Scepovic. Con ellos, con los aficionados rojiblancos que le cantan cada domingo, se entiende mejor que con nadie. Su voraz atrevimiento cerca del área rival contrasta con la timidez con la que se desenvuelve fuera del terreno de juego. Por eso, a pesar de su fluido español, sus tantos son su mejor firma. Contra el Éibar, completó el perfecto hattrick británico, anotando sus goles con la cabeza y ambas piernas. Entre el triplete de este fin de semana y el gol de su debut contra el Castilla; Recreativo, Mallorca, Ponferradina y Deportivo de La Coruña sufrieron la eficacia de Stefan. Sólo el Alavés, en Mendizorroza, se libró. Aunque suma ocho goles en siete jornadas, Scepovic sólo piensa en el ascenso del equipo. La afición, sin embargo, sueña con volver a disfrutar de un pichichi rojiblanco. ‘El Brujo’ Quini consiguió cinco. Tal vez ha llegado el momento de que le ceda la fórmula mágica a un serbio que ya ha hechizado a El Molinón.
Imágenes: www.realsporting.es
GijónSport - Análisis
SCEPOVIC Y EL SUFRIMIENTO El Sporting sigue sumando y eso, independientemente de otras valoraciones, es un hecho objetivo positivo. Sobre eso, no hay debate. Ni sobre el extraordinario acierto que, por lo visto hasta la fecha, ha supuesto la incorporación de Stefan Scepovic. Pero a partir de ahí se puede debatir. Quedarse simplemente con el buen botín de puntos sumado hasta la fecha sería simplista y puede resultar hasta engañoso. Pero mejor así; asumiendo que el equipo está en plena fase de rodaje, hacerlo sumando puntos y ganando confianza. Los rojiblancos tenían una papeleta importante este sábado. Necesitaba pasar página de la derrota y la pésima imagen de Vitoria. Y hacerlo frente al Éibar, un rival con más fútbol que nombre. Era fundamental vencer y convencer. Lo primero se logró. Lo segundo no tanto. El Sporting volvió a vivir de su héroe, Stefan Scepovic, un jugador al que de momento la
categoría se le queda pequeña. Ocho goles en siete partidos es un balance asombroso, teniendo en cuenta que el serbio tira además de repetorio (marca con el pie derecho, con la zurda, con la cabeza, de penalti y hasta con el pecho) y que los goles no es lo único valorable de este jugador en el campo.
El Sporting volvió a vivir de su héroe, Stefan Scepovic, un
jugador al que de momento la
categoría se le queda pequeña. Pero al resto, de momento, les cuesta más. Scepovic fue el héroe, pero Cuéllar fue el salvador. De no haber sido por la mano prodigiosa del portero en los últimos minutos, el hat-trick de Scepovic hubiera servido de bien poco. El propio Cuéllar invitaba a sus compañeros a que los árboles no impidieran ver el bosque.
GijónSport - Análisis “Si marcando tres goles hemos acabado sufriendo, es que hemos hecho cosas mal. Esta semana toca estudiar qué es lo que hay que mejorar para que estas situaciones no se repitan”, decía el extremeño.
Sus compañeros tienen que
ponérselo más fácil a Scepovic:
que no le haga falta marcar tres goles siempre para ganar.
La afición fue partícipe de ese sufrimiento. Celebró la victoria, aplaudió a lo suyos, pero también les reprochó el nerviosismo que les hizo pasar al final, cuando se vieron encerrados por el rival y no eran capaces de salir de su campo. Y, por supuesto, se rindió a Scepovic, el hombre que está sosteniendo al equipo en este inicio de temporada.
Imágenes: www.realsporting.es
Este Sporting sigue siendo un equipo en construcción, con muchas caras nuevas y muchas ideas nuevas. Todo se construye mejor cuando los resultados llegan, pero no deben olvidarse que quedan muchas cosas por mejorar. Sus compañeros tienen que ponérselo más fácil a Scepovic: que no le haga falta marcar tres goles siempre para ganar.
Desde
do
a p i c n i r P el otro a Por Borj
López
Capítulo
III
Buena victoria la de este fin de semana en El Moli-
Cambiando de liga, aquí en la Ligue1 seguimos
nón frente al Eibar. Era un partido de los que se les
líderes, pero ahora compartiendo liderato con el
suele denominar “trampa”, ya que pese a que fuera
PSG. Fue una semana intensa ya que tuvimos
un rival recién ascendido, es un equipo muy peli-
partido tanto el miércoles como el domingo. En el
groso, aunque son mucho más fuertes en su propia
primero ganamos al Bastia tres a cero, con dos go-
casa.
les de Falcao y uno de Rivière, los dos están en una forma espectacular y hasta ese momento, los 13
Con el factor campo jugó el Sporting y lo hizo muy
goles que había marcado el equipo se los repartie-
bien. El tempranero gol de Scepovic hizo ver que
ron entre ellos dos. Hasta que llegó el fin de sema-
podía ser un partido fácil, pero no fue así ya que
na y Moutinho fue el autor del gol. Ese gol de falta
llegó el empate de los visitantes justo antes del
nos dió el empate a uno contra el Stade Reims.
descanso. En la segunda parte me gustó mucho el Sporting, que supo resarcirse del mal partido de
Todavía no tuve la oportunidad de debutar, pero
Vitoria y sumar otros tres puntos más.
en cada entrenamiento sigo aprendiendo muchas cosas. Por lo demás todo bien. Ahora mucho más
Como no, tengo que destacar el partidazo que hizo
tranquilo ya que por fin encontré una casa aquí,
Stefan Scepovic con hat-trick incluido. Desde 2002
cosa que fue mucho más difícil de lo que pensaba.
no se veía uno en El Molinón, y aquella vez lo había hecho el “Guaje” Villa, a mí me cuesta hasta recor-
Para el próximo fin de semana nosotros recibimos
darlo. Eso sí, sin contar lo que le hizo el año pasado
al Saint-Étienne, un equipo que todas las tempo-
Guerrero al Oviedo metiéndoles cuatro con el filial,
radas suele estar arriba en la clasificación, y qal
ese día como para no recordarlo, ¡increíble!. Y tam-
ue no va a ser nada fácil ganar. Y el Sporting visita
bién me alegra ver que ya se han recuperado de
Los Pajaritos, un campo que es de los más com-
sus lesiones dos hombres de Mareo. Tanto Canella
plicados de Segunda y que el año pasado hizo que
como Nacho Cases, van a ser muy importantes
empezáramos mal la temporada.
este año, y los vamos a necesitar. Un abrazo a todos.
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Zipi Bustos y Zape Garai en...
Compa帽eros... y sin embargo, amigos
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E
l día que se conocieron no fue, precisa mente, idílico. Hubo, incluso, derramamiento de sangre. Cuando López Garai se retiraba de aquel Salamanca-Castellón con la ceja partida y Cristian Bustos abandonaba el campo expulsado por aquel codazo, pocos imaginaban que entre ellos se fuera a establecer un vínculo personal y profesional tan grande. Son los Zipi y Zape del Sporting, uña y carne, siempre juntos, en el campo y fuera, enfrascados en la aventura común de elaborar el juego del Sporting y destruir el de los rivales. En la página final del cómic de la temporada, sueñan con una viñeta en la que hay un abrazo, un Molinón lleno y, en un bocadillo común, la frase “¡Somos de Primera!”. “Esa fue la carta de presentación. ‘Hola, soy Cristian Bustos’. Y seis puntos de sutura en la ceja”, recuerda entre risas López Garai, que ya tenía referencias de su futuro compañero de batallas a través de un amigo común, el jugador del Salamanca Tomás. Pero nunca habían coincidido. Hasta aquel día. Curiosamente, Cristian Bustos llegó a Sala-
manca para suplir a López Garai. El mismo verano que se fue el vasco, llegó a la ciudad universitaria el alicantino. Garai recuerda que “yo, con mi punto egoísta, me preguntaba cómo sería aquel chaval que venía a sustituirme. Y él diría ‘ahora que no está Garai, aquí soy el sheriff”. Y aquel codazo marcó, curiosamente, el inicio de una relación que trasciende lo futbolístico para convertirse en casi fraternal. Bustos recuerda que “en el parking del estadio Helmántico me disculpé, primero con sus padres y luego con él. A partir de ahí empezamos a hablar, pero puntualmente. Hasta que jugamos dos años juntos en el Celta y establecimos una gran relación. De hecho, Aritz es mi mejor amigo en el fútbol. Sin duda”. El mensaje es recíproco. “Yo sé que a Cristian le tendré de amigo para toda la vida”, apunta Garai. Aquellos dos años en Vigo fueron fructíferos en lo deportivo. “Mis mejores temporadas fueron con él a mi lado”, explica el de Barakaldo. “Yo a su lado soy mejor futbolista”, añade el levantino. Pero el nexo va más allá.
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Aritz es mi me amigo dentro e f煤tbol. Sin du
ejor en el uda
A Cristian le tendrĂŠ de amigo toda la vida
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Tienen tantas cosas en común que, cuando se les pregunta cuáles son las diferencias entre ellos, resoplan, se miran y dudan. “Es que somos muy parecidos. Compartimos casi todos los gustos y las aficiones. Nos encanta el cine, viajar a sitios raros y, sobre todo, nos une la forma de vivir el fútbol. Somos unos enfermos. Vemos fútbol, hablamos de fútbol… Nuestra vida es el fútbol”, cuenta López Garai, que lleva el peso de la conversación. Bustos asiente y sonríe. Y apunta. “Cuando estamos cada uno en su casa, nos intercambiamos mensajes permanentemente. ‘¿Has visto el gol de tal equipo?’ ‘Pon tal canal, que empieza el SampdoriaAtalanta’. Y no sólo fútbol. Nos encantan todos los acontecimientos deportivos a gran escala. La NBA, la Copa Davis, Wimbledon…”. La llegada del wathsapp les permite ahorrarse un buen dinero, aunque ya tienen claro en qué se lo gastarán. “Vemos la Ryder Cup, y decimos que ahora porque no podemos, pero que cuando dejemos el fútbol hay que ir a una. O a tal Gran Premio de Fórmula Uno, o a un partido de la NBA…”. Hasta comparten una pasión
gastronómica: el shushi, que descubrieron de la mano de su excompañero en el Celta Pablo De Lucas. No es la única. También adoran la comida que elabora el padre del vasco. “Es un cocinero espectacular. Ponlo, que le gustará leerlo”, exige Bustos, que no sabemos si exagera o no cuando dice que “el día que toca ir a cenar con ellos, yo apenas como. Para hacer hueco”. Los dos proceden de familias humildes, que se conocen entre sí a raíz de su amistad. Y ambos comparten un camino duro, han pisado el barro y les ha costado llegar a la élite. “Lo hemos pasado mal. Hemos peleado desde abajo. Nadie nos ha regalado nada. Eso también une. Por eso tenemos tantas ganas de llegar a Primera División. Y hacerlo juntos sería un sueño”, explica Bustos. Él ya lo ha vivido con el Celta. Garai no conoce la élite. Y desea probar el sabor de la Primera División, no tanto por él como por sus padres, que verían recompensados tantos años de esfuerzo y sacrificio.
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Hemos peleado desde abajo, nadie nos ha regalado nada
Vemos fĂştbol, hablamos de fĂştbol... es nuestra vida
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Del alumno Bustos sí recuerdan sus profesores las ‘pellas’ que hacía o cuando se escondía pasando de un balcón a otro de la residencia de estudiantes para seguir durmiendo. Esos viajes que planifican para el futuro no serían los primeros. De hecho, ambas familias estaban en Ibiza cuando el Celta le comunicó a Bustos que no contaban con él. Garai, discretamente, se frotaba las manos sabiendo que volvería a jugar con su amigo. Después de mucho pensar, por fin encuentran algo en lo que difieren. Una cuestión de carácter. Hasta coinciden en el análisis. Bustos, dicen, es más temperamental, más visceral. Garai es más reflexivo. “Lo mismo cuando vamos a tomar un café si el camarero es borde o pasa de nosotros, como en el campo”. Garai suele reclamarle a Bustos “un metro para pensar, que no quiera hacerlo todo tan rápido”. En el sentido contrario, el de Petrer admira de su amigo “el poso, la tranquilidad, la paciencia y el saber estar que muestra en el campo”. Son tan complementarios que Garai empieza la frase: “Lo que él tiene, a mí me gustaría tenerlo…”. Y Bustos la completa: “Y lo que tiene él, a mí también me gustaría”. Poco a poco, los matices diferenciadores aparecen en la conversación. Las travesuras de Zipi y Zape iban más con el pequeño Cristian que con Aritz, más formal, más estudioso, siempre preocupado por sus hermanas gemelas. En el cómic de Escobar, más que Zipi o Zape, el pequeño Aritz se correspondería más con el primo de los protagonistas, Sapientín Empollínez.
¿Cómo de importante fue Bustos en la llegada de Garai? El alicantino se quita importancia, pero su amigo se la reconoce. “Fue el que me lió para venir. (Risas). No, yo veía al Sporting como un club espectacular, desde fuera. Cuando Cristian vino en Diciembre, tenía varias cosas encima de la mesa. Yo le dije que ni se le ocurriera ir al Almería, que era otra de las propuestas que tenía”, explica Garai. “Vete al Sporting. Ni te lo pienses”, le recomendaba. “¡Pero si va el 15 y el Almería tercero!”, le respondía Bustos. “Da igual, no compares una cosa con la otra”, zanjaba el vasco. Luego llegó el fichaje del jugador del Córdoba. Dice Bustos que fue Lozano el primero que contactó con Garai, pero que después tanto el secretario técnico como Sandoval le pidieron referencias. Obviamente, fueron excelentes. “El día que el árbitro pite el final del partido del ascenso, fijaos en nosotros. No sé lo que haremos, pero será la mayor celebración de nuestra vida”, advierte Cristian. “Parecemos un matrimonio. Sin serlo”, dice Garai. Son, sin duda, uña y carne. Los ‘Zipi y Zape’ del Sporting. Dispuestos a hacer de las suyas-
...Los chicos se esforzaban en la tarea
Era una ma単ana tranquila en la escuela... ...y en ser pillados por la maestra
Pero no tardaron en hacer de las suyas...
Al final, Zipi Bustos y Zape Garai terminan castigados y estudiando tras las clases.
Parecemos un matrimonio. Sin serlo.
Si logramos el ascenso ser谩 la mayor celebraci贸n de nuestra vida
GijónSport - Opinión
Antón Meana Periodista @antonmeana
ESPERANDO A SANDOVAL
Líder en más de una ocasión, el delantero revelación fichado por Lozano, pleno de victorias en El Molinón, más puntos de los que se podía soñar antes de empezar el campeonato... pero los hay que no están contentos. Y no hablo de la crítica deportiva que ejercen muchos compañeros a los que admiro. Me refiero al ambiente general de la ciudad. Hay un pesimismo desmedido, unas ganas terribles de criticar en lugar de disfrutar. Muchos están esperando a Sandoval con la escopeta cargada, pero por el momento toca esconderse en la madriguera Decía Rafa Quirós en Caverna Sporting que el clima de guerra civil entre sandovalistas y antisandovalistas es evidente y no beneficia a nadie. Hay que ser feliz con el fútbol, reírnos más, desdramatizar las cosas. Hace años decidí enterrar para siempre mi lado más forofo. Es más, creo que los forofos sobran en el fútbol, del mismo modo que sin los aficionados esto dejaría de tener sentido. Y en Gijón hacen más ruido los primeros que los segundos. Muchos están esperando a Sandoval con la escopeta cargada, pero por el momento toca esconderse en la madriguera. Sandoval no engaña a nadie. Lo intenta, pero no puede.
Su propuesta deportiva es firme desde el minuto 1 e impone su ley con decisiones bastante discutibles, pero suyas. Y por ahora la jugada, su jugada, le está saliendo bien. Al entrenador del Sporting le perseguirá toda la vida haberse sentado a comer con un grupo de periodistas cuando estaba sin equipo. El desconocimiento y la envidia han hecho que de aquel encuentro se hayan dicho barbaridades varias. Como yo organicé aquel almuerzo lo vuelvo a explicar: Un seguidor del Sporting que ejerce el periodismo llama a varios sportinguistas para comer con un entrenador en paro que suena para dirigir a su equipo. Y durante dos horas hablan de fútbol y del Sporting. Fin de la cita. No hay más. Ni camas, ni saltillos ni películas de vaqueros. El anterior entrenador iba a ser destituido sí o sí y Jose Ramón, tras recibir una invitación, se puso al día del funcionamiento del club más importante de Asturias gracias a unos seguidores por si le llegaba a él la oportunidad de dirigirlo. Ya está. Pero a más de uno eso le sirve para juzgar a Sandoval. Al ‘Huracán’ le juzgarán los resultados y por ahora triunfa, aunque los “anti todo” le están esperando a la vuelta de la esquina. Y lo firma uno que sigue defendiendo que no vale ganar de cualquier manera y que renunciaría al ascenso si fuera necesario por ver a Sergio o Álex Serrano con 40 partidos a sus espaldas.
GijónSport - El rival
C.D. Numancia
E
l Numancia, próximo rival del Sporting, es un equipo que en su campo se muestra mucho más fuerte que a domicilio. Ha conformado una buena plantilla, con incorporaciones con experiencia en la categoría, para intentar suplir bajas importantes como Cedric, Nagore o Herrerín. Los sorianos apuestan por el buen trato de balón, con paciencia para intentar posesiones largas y llevar la iniciativa, sobre todo en Los Pajaritos. Lo más novedoso en comparación con el año pasado es que tras la pérdida de la pelota son mucho más agresivos y más intensos en la presión. Intentan robar rápido y son fuertes en la disputa. Además es un equipo peligroso en las jugadas a balón parado, ya que cuenta con buenos lanzadores y bastante gente con gran altura que domina este aspecto de juego.
Entrenador: Anquela Estadio: Nuevo Los Pajaritos Capacidad: 9.025 Puesto en la clasificación: 14º (zona media)
Últimos resultados
PORTERO Biel Ribas: El año pasado fue suplente de Herrerrín, ahora en el Athletic de Bilbao. Este año, a pesar de la competencia, empezó como titular y de momento está dejando en el banquillo a Raúl, segundo portero del Athletic el año pasado. Es rápido y ágil. DEFENSA Gafoor: Central proveniente del Guadalajara. Fuerte, muy agresivo en la marca y con velocidad. Mucha decisión a la hora de ir al corte. A veces demasiado agresivo, por lo que comete bastantes faltas innecesarias. Juanma: Ex jugador del Oviedo. Titular indiscutible tanto la temporada pasada como esta. No es tan rápido ni tan agresivo como su compañero pero tiene buena salida con el balón jugado desde atrás y golpea con precisión tanto en largo como en corto. En estrategia ofensiva es un jugador muy a tener en cuenta. Akapo: Proviene del Huracán de Valencia. Buen lateral con buena colocación. Se defiende bien en el uno contra uno y no suele incorporarse demasiado en ataque aunque cuando lo hace suele crear peligro. MEDIO Palanca: Ex del Elche. Llegó a debutar en Primera con el Real Madrid en el Camp Nou. Suele jugar pegado a banda dando amplitud al equipo. Vertical, habilidoso y con buena conducción de balón. Es rápido y le gusta encarar. Julio Álvarez: Futbolista de mucha experiencia. Hace jugar al equipo. Gran visión de juego y mucha técnica. Se asocia bien en corto y siempre busca salir combinando. Ya marcó un gol al Sporting con el Mallorca de una falta lateral. Antonio Tomás: Ex del Dépor y del Racing de Santander entre otros. Mediocentro que guarda más la posición que Julio Álvarez. Juega fácil, no arriesga tanto el pase. Abarca mucho terreno y corta multitud de jugadas de los rivales. Natalio: Técnico y rápido. Tiene buen desborde y buena movilidad. Puede jugar por la banda o por el centro en las distintas posiciones
GijónSport - El rival de ataque. En Soria tiene buenos números en cuanto a goles y desde que llegó está ofreciendo un buen rendimiento. Peligroso dentro del área debido a que suele acabar con claridad las jugadas. DELANTERO Pedro Martín: Canterano del Atlético de Madrid. Corpulento, pero posee una técnica aceptable. Aprovecha bien su envergadura y es potente. Dentro del área se muestra peligroso. Se las ingenia bien para sacar ventaja de cualquier situación y tiene un buen remate al primer toque. Sergi Enrich: Rescindió en el Mallorca este verano. Anteriormente estuvo cedido en el Recre y en el Alcorcón pero sin demasiada suerte. Busca bien la espalda de la defensa y tiene buena técnica. Define bien, con facilidad para crearse la ocasión pero le falta continuidad en el juego. No es demasiado rápido. Defensivamente flojo.
Balance histórico
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Rodrigo Fáez habla con...
Esteban
Amanece en Almería tras un sábado incómodo: viento, nubes, lluvia y, en definitiva, un día bastante más asturiano que andaluz que acabó con el 0 a 2 que el Barça se llevó del Estadio de los Juegos del Mediaterraneo. El UD Almería juega genial, pero los resultados no acompañan. A poco más de diez kilómetros, ya en la playa de Aguadulce, me encuentro con Esteban: avilesino, gran portero y oviedista militante. Una conversación sobre rivalidad.
Gij贸nSport - Reportaje
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¿Cómo van los ánimos? De momento bien. Estamos trabajando a tope y nos falta esa racha que nos permita levantar la cabeza...
Eso es, ¿nuestro derby, el asturiano, qué? Porque ya te veo la carita de emoción... Es que nuestro derby es único y especial. Es fútbol. Fútbol. La rivalidad es entre dos ciudades pero es la confrontación mejor entendida. Pero, ¿hablas del Real Oviedo o del Almería? Fútbol, de verdad, fútbol. Cuando yo voy a El (Risas) Del Almería. El Oviedo tendrá que luchar Molinón me tratan genial, al igual que cuando y tener esa pizca de suerte que no tuvimos el Sporting va al Tartiere. Lo repetiré siempre: otros años... fútbol. Llevas un montón de tiempo fuera de Asturias... Atlético de Madrid, Sevilla, Celta, Almería... Cada vez más lejos. Sí, pero como todos los asturianos en el exilio ya te digo que no hay nada como Asturias, es el paraíso.
Dice un amigo que el Sporting ha tenido siempre mejores jugadores, pero el Oviedo ha tenido mejores entrenadores. Hombre, nosotros siempre hemos tenido grandes nombres en el banquillo. El primero que se me viene a la cabeza es Luis Aragonés.
Toda la razón. A ver si en esto estamos de acuerdo también: ¿es hora de ver a Sporting y a Oviedo en la misma categoría? Sin duda. La rivalidad en Asturias es fútbol. Y como eso no hay nada en España. Y yo he vivido varios derbys.
¿Cómo era Luis? Un crack que me enseñó muchas cosas. Recuerdo que al llegar al Atleti me dijo que fuera a su despacho porque estaba en un club que no era el Oviedo y quería explicarme cómo funcionaba todo. Llegué al despacho y a los tres minutos levantó la mirada y me dijo: “¿Pero usted qué hace aquí? Váyase a entrenar, hombre” (risas). Era un crack.
Claro porque tu has jugado el derby gallego, el madrileño y el andaluz. Sí, sí. El gallego es más frío porque es un derby que dura una semana y ya. El madrileño es en la misma ciudad entre el hermano rico y el hermano pobre, pero tampoco es nada del otro mundo. Con el derby sevillano hay que tener cuidado porque un fallo supone tener que aguantar chistes durante cuatro meses y el asturiano...
Antes de irme, mi gran duda. En tu ciudad os repartís entre rojiblancos y azules ¿Cómo alguien de Avilés escoge el Oviedo? Simplemente porque cuando yo estaba jugando en el Avilés Industrial teníamos a muchos compañeros que habían jugado en el Oviedo, por lo que nos daban entradas e íbamos al Carlos Tartiere que era la caña.
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Sería la caña pero mucho mejor El Molinón eh... (Risas) Para mí lo más grande era subirme a la valla y celebrar los goles del Oviedo, al igual que la gente haría lo mismo en Gijon... Lo que te dije antes, somos dos grandísimas aficiones que se merecen estar en lo más alto luchando de tú a tú. La rivalidad es lo que tiene, una piquilla sana entre dos clubes que son fútbol. Tengo que irme, pero antes la gran pregunta. Villa, Javi Fuego, Colunga... Si por ellos fuera volverían algún día al Sporting. ¿Tu harías lo mismo y volverías al Oviedo? Sin duda. Acabar mi carrera allí sería mi ilusión. Conllevaría cerrar un círculo: allí aprendí a ser lo que soy, más tarde me fui a ampliar mi carrera y volver sería aplicar todo lo aprendido al sitio donde todo empezó. “Volverás”, por tanto, esa gran frase que no paráis de repetir los del Oviedo... Sí, volveré y volveremos. Jaja.
Con este buen rollo nos despedimos. Esteban es de esos tipos que tienen claro de qué va esto. Lo ha repetido durante toda la entrevista, lo ha explicado perfectamente y lo ha resumido en una palabra: fútbol. Buena charla de rivalidad con un portero que lo ha vivido todo y que más claro no lo puede tener.
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Al sol en Mareo y a la sombra en El Molinón Como cualquier jugador criado en el seno de Mareo, Dennis Díaz sueña con debutar algún día defendiendo los colores de su Sporting en El Molinón. Mientras ese momento llega, el portero del filial rojiblanco trabaja para hacerlo realidad. La pasada jornada, la lesión de Alberto le llevó a estar un poco más cerca de ese objetivo.
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Por Marta Tejerina / Fotos Cris Valle El marcador de El Molinón señalaba 3-2. El Sporting ganaba ante el Éibar a falta de alrededor de diez minutos para el pitido final. Diez minutos que resultaron eternos. El equipo vasco apretó tratando de buscar el empate y poniendo ante las cuerdas a los rojiblancos que se vieron desbordados cuando parecían tener controlado el partido. Cuéllar, con una gran parada, evitaba que los tres puntos se escapasen casi en el último suspiro, y dejaba sin aliento a una grada que vivió el desenlace como una final. Muy cerca del césped, unos metros más atrás de la línea de cal, un joven portero celebraba la acción de su colega prácticamente como si él hubiese estado bajo los palos. Podría haber sido así. Algún día, quizás, lo será. Dennis Díaz, el guardameta del Sporting B, vivió el choque ante el Éibar desde el banquillo del estadio en el que sueña poder debutar algún día defendiendo la portería del primer equipo. La lesión de Alberto hizo que Dennis entrase por primera vez en una convocatoria de José
Ramón Sandoval. Después de hacer la pretemporada a sus órdenes y tras entrenar en alguna ocasión con “los mayores”, el sábado recibió la noticia con cierta sorpresa. El actual portero suplente de Cuéllar se caía de la lista, así que el chaval, que entrenaba tranquilamente con el filial, debía suplirle. “Fue una gran satisfacción, es una alegría que el míster te convoque. Aunque haya sido por la lesión de un compañero que eso nunca es agradable, claro. Ha sido una experiencia bonita”. Sentado junto a los que fueran sus compañeros la pasada temporada en el filial, Guerrero y Santi Jara, Dennis presenció el encuentro sintiéndose parte del mismo. Unos nervios algo diferentes a los que se viven desde la grada. “Estuvimos comentando cómo estaban haciéndose las cosas, cómo iba transcurriendo el partido… Al final lo pasamos bastante mal. La parada de Cuéllar nos salvó. Me alegré muchísimo, por él y por el equipo. El fútbol es un deporte de equipo, no valen las individualidades. Aunque a veces un jugador resulte decisivo… Yo, como portero, celebré mucho su acierto”.
“Desde que llegué a este club con ocho años he soñado con poder defender la portería del Sporting en El Molinón, el estadio que me ha visto crecer”
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“Es posible ascender este año. El equipo está muy bien, solo han perdido un partido y son un grupo de futbolistas magnífico”
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Dennis se marchó feliz de El Molinón tras la victoria pero no tuvo tiempo para muchas celebraciones. Al día siguiente tocaba madrugar para volver a vestirse de corto. El filial se enfrentaba al Marino de Luanco en Mareo y necesitaba a su portero. Las cosas no pudieron salir mejor. El Sporting B venció por dos goles a cero recuperando las buenas sensaciones en un comienzo de Liga un tanto irregular. “Creo que deberíamos tener algún punto más de los que hemos conseguido porque el equipo está jugando bastante bien. Tal vez adolecemos un poco de falta de gol, sobre todo fuera de casa. Pero después de esta jornada esperemos que las cosas empiecen a ir cada vez mejor”. Después de formar parte del vestuario del primer equipo en esta jornada, Dennis asegura que es muy optimista de cara al desenlace de la temporada. Aunque todavía es muy pronto para hacer apuestas, lo que tiene claro es que el equipo es una piña, algo fundamental para lograr cualquier objetivo. “Hay un gran grupo. He visto cómo se animan unos a otros, se corrigen entre sí. Eso es bueno también, aceptar las críticas de los compañeros y aprender de
ellas. Los momentos antes de salir al campo ante el Éibar todos nos animamos los unos a los otros. Estábamos muy motivados. Yo creo que esa es la actitud. Si todo sigue así durante la temporada las cosas saldrán bien”. Algunos temen pronunciar la palabra ascenso, aún quedan muchos partidos por jugar y todo puede pasar, pero Dennis responde sin dudarlo. “Yo creo que es posible ascender este año. El equipo está muy bien, solo han perdido un partido y son un grupo de futbolistas magnífico. Si las cosas siguen así, hay equipo para conseguirlo”. De momento, él espera su oportunidad trabajando en el filial, equipo en el que es una pieza fundamental para Abelardo. “Yo voy a seguir esforzándome y tratando de hacerlo lo mejor posible para poder lograr mi objetivo algún día. Desde que llegué a este club con ocho años he soñado con poder defender la portería del Sporting en El Molinón, el estadio que me ha visto crecer”. Su sueño ha estado un poco más cerca este fin de semana, pero todavía está por llegar.
GijónSport - Análisis
A LA TERCERA LLEGÓ LA DERROTA El Juanfersa Grupo Fegar Gijón Jovellanos no pudo mantener su condición de invicto, este sábado, frente a Granollers. El buen hacer de los gijoneses no fue suficiente para evitar la victoria de los catalanes, uno de los gallitos de ASOBAL.
El camino no va a ser sencillo. Cada partido de esta temporada supondrá un muro difícil de saltar. Habrá días en los que, por mucho que se trepe, no se conseguirá el objetivo. Y precisamente, la dificultad que conlleva este nuevo reto, lo hace el más especial de todos los vividos en estos años por el club. Eso lo sabe la afición. Una hinchada acostumbrada a ganar y a disfrutar plácidamente del balonmano que, este fin de semana, supo aceptar su cambio de rol. Las más de 1.500 personas que acudieron a La Guía insuflaron el ánimo necesario a un equipo que, más de un año después, se vio inferior a su rival en casa.
Es difícil de asimilar. Al término del partido, los más jóvenes estaban disgustados consigo mismos. El enfado de Álex Costoya y Ángel Paraja contrastaba con la resignación de otros jugadores, más experimentados, como Santi Acetti y David Pellitero. Ambos saben que, en ASOBAL, cualquier rival te puede superar.
El camino no va a ser sencillo. Cada partido de esta temporada supondrá un muro difícil de saltar Granollers está llamado a terminar el año en los puestos altos de la clasificación. Pese a ello, el Juanfersa Grupo Fegar plantó cara en una primera mitad en la que disfrutó de varias ventajas.
GijónSport - Análisis Tras el descanso, Granollers sentenció. La diferencia entre los conjuntos y un arbitraje que perjudicó al equipo gijonés fueron claves.
Los jugadores son los primeros en reconocer que, el del sábado, no fue su mejor partido.
El entrenador, Alberto Suárez, no quiso buscar factores externos a la derrota. Terminó enfadado porque, árbitros y presupuestos aparte, no
le gustó el rendimiento de su equipo. No quiere que “el buen nivel de los históricos de ASOBAL” se convierta en una recurrente excusa. Sus jugadores lo saben. Y son los primeros en reconocer que, el del sábado, no fue su mejor partido. Pero, entre todos, han conseguido el sueño de devolver a Asturias a la máxima categoría del balonmano español. Este sábado, ha tocado despertarse y enfrentarse a la cruda realidad. El calendario de la Liga ASOBAL, implacable, hará que el tropiezo se olvide pronto. Partido el miércoles y, el sábado, otra vez a La Guía. Habrá que sufrir, pero merecerá la pena.
Imágenes: http://www.abgijonjovellanos.com (Fotógrafo: Alberto Azcárate
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El gran salto de Abel Serdio Por Marta Tejerina / Fotos Cris Valle
El Juanfersa Grupo Fegar completó su plantilla para esta temporada con la incorporación de Abel Serdio, pivote avilesino formado en el Grupo Deportivo Bosco y procedente de la Atlética Avilesina. Este joven de 19 años ha vivido una proyección espectacular, pasando de competir en categoría cadete a ser jugador de Liga Asobal en tan sólo cuatro años.
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Hay quien piensa que la vida es, en definitiva, una concatenación de casualidades. Otros opinan que éstas no existen y que todo lo que nos ocurre responde a un guión ya escrito que no podemos modificar. Sea fruto del azar o del destino, lo cierto es que para Abel Serdio todo cambió por culpa de la talla de unas botas de fútbol… Como la mayoría de los niños, el ahora pivote del Juanfersa Grupo Fegar se inició en el deporte dando patadas al balón. Le gustaba y disfrutaba jugando con sus amigos hasta que, con catorce años, tuvo que abandonarlo para siempre. El motivo fue su imponente físico, mucho más desarrollado que el de cualquier otro chaval de su edad. Calzaba un cincuenta de pie y le resultaba imposible encontrar botas de su número. Esta contrariedad, aparentemente banal, cambió la vida de Abel. Gracias a ella descubrió que su futuro estaría ligado al balonmano. Hoy es una de las principales promesas de este deporte en Asturias. Al tener que dejar el fútbol, su amigo desde la infancia y actual compañero de equipo Adrián Fernández le animó a probar suerte en el balonmano junto a él, que ya lo practicaba desde hacía años gracias a su padre, ex jugador y entrenador. Así fue como Serdio llegó al Grupo Deportivo Bosco y se enamoró de un deporte que hasta entonces apenas conocía.
Su crecimiento desde el primer contacto con un balón en la mano fue espectacular. A los cuatro meses fue preconvocado con la Selección Asturiana y, al año, con la española juvenil. Su buen rendimiento le llevó a fichar por la Atlética Avilesina, equipo en el que militó durante dos temporadas (la última la pasada, jugando en Primera Nacional). Pero sin duda su gran salto llegó este verano, cuando recibió una llamada que significó un antes y un después. “Estaba en la playa con mi hermana y me llamó el presidente de la Atlética para decirme que el club tenía problemas y estaba obligado a bajar de categoría. Me habló del interés del Juanfersa Grupo Fegar. ¡Para jugar en Asobal! Y me animó a meditarlo y valorar la oportunidad. La verdad es que no necesité pensármelo mucho…”. El día que el Juanfersa confirmó su ascenso a la máxima categoría en el pabellón de la Arena frente al Puente Genil, Abel Serdio era uno más entre los cientos de aficionados que vivieron la emoción desde las gradas. Entonces no podía imaginarse que, tan sólo unos meses después, él formaría parte de aquel grupo de luchadores a los que tanto admiraba por lo que acababan de conseguir. “Fue una alegría enorme. Y más todavía después de tantos años sin tener un equipo de Asobal en Asturias. Me alegré mucho, además, por mis amigos Adrián (Fernández) y Álex (Costoya)”.
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“Pasar de jugar en Primera Nacional a hacerlo en Asobal es un gran cambio. Me costó al principio. Pero poco a poco voy adaptándome”
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La noticia del interés del Juanfersa llenó de ilusión la casa de los Serdio. Después de unos meses complicados por los problemas de salud del padre, el éxito de Abel significó una inmensa inyección de moral. “Mis padres estaban incluso más ilusionados y nerviosos que yo, era yo quien les decía que se tranquilizasen… (risas). Lo hablé con mi familia, con Falo (Méndez) que es para mí el entrenador que más me ha marcado, con Adrián y con su padre… Y me decidí”. Abel Serdio jamás llegó a imaginar que viviría todo lo que está viviendo actualmente. En realidad, es posible que ni siquiera le diese tiempo a imaginarlo. En tan sólo cuatro años, su vida ha dado un giro radical. De competir en categoría cadete a ser jugador de Liga Asobal. Una impresionante escalada que ha vivido de forma totalmente natural. “Yo empecé a jugar por practicar deporte, como un hobby. Y me fue enganchando. Si algún día no podía entrenar por cualquier motivo, me moría de ganas de hacerlo. Ahora lo siento de la misma forma, con la misma ilusión o incluso más. Todo ha ido llegando, muy rápido sí, pero de una forma muy natural...”.
Después de tres partidos en Asobal, Abel reconoce haber notado el salto de categoría. Un salto que para él ha sido el doble de grande que para el resto de sus compañeros. “Pasar de jugar en Primera Nacional a hacerlo en Asobal es un gran cambio. Me costó al principio, la verdad. Pero poco a poco voy adaptándome. Del primer partido, la victoria frente al Guadalajara en casa, salí un poco desilusionado porque no me salieron bien las cosas, aunque muy contento por el resultado. Estos dos últimos, en Puente Genil y en Gijón contra el Granollers, me he sentido mejor. Alberto (Suárez) está apostando por los jóvenes, nos está dando oportunidades y eso es muy importante”. Algunos ya le han bautizado como el futuro Carlos Prendes. Serdio se sonroja con la comparación. “Eso para mí son palabras mayores… Me dicen que me parezco en que soy un pivote estático, como él. Me queda todavía mucho para llegar a su nivel, no sólo en cuanto a envergadura, tengo que coger mucho cuerpo aún, sino también en el juego. Prendes es un referente”. Abel tiene 19 años y mide 1’95. Su polivalencia en la pista le hace poder asumir roles tanto en ataque como en defensa.
“Yo empecé a jugar por practicar deporte, como un hobby. Y me fue enganchando. Todo ha ido llegando, muy rápido sí, pero de una forma muy natural...”
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“Mi padre lo vive incluso más que yo. El año pasado fue
a todos los partidos de la Atlética. Yo creo que le ayudó mucho a sobrellevar la enfermedad, que gracias a eso sigue con nosotros...”
Se define como un chico tímido y los que le conocen dicen que es además muy responsable, educado y respetuoso. Asegura que está “muy feliz” en un vestuario que le ha recibido con los brazos abiertos. Estudia segundo de Magisterio, quiere especializarse en Educación Física y, de momento, lo compagina bien con los entrenamientos a pesar de que sí ha notado que la exigencia es ahora mayor. “Antes tenía más tiempo libre, pero de vez en cuando puedo ir a dar una vuelta con mis amigos. Estoy haciendo lo que más me gusta así que no me puedo quejar”.
Cada tarde, su padre coge el coche desde Avilés y le lleva al Palacio de Deportes de La Guía. Mientras su hijo entrena, él hace tiempo paseando por Gijón y planeando los futuros viajes para verle jugar. “Mi padre lo vive incluso más que yo. El año pasado fue a todos los partidos de la Atlética, ¡hasta vestido con el chándal del equipo! Yo creo que le ayudó mucho a sobrellevar la enfermedad, que gracias a eso sigue con nosotros…”. El gran salto de Abel Serdio ha cambiado para siempre la vida de los dos.
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Hoy visitamos... La taberna zíngara C/ Linares Rivas Nº 1, 33201 Gijón ----------------------------Teléfono: 984 39 54 77
Ismael Díaz Galán, además de regentar este nuevo local
es entrenador de fútbol
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De dirigir equipos a dirgir un restaurante. ¿Cómo se da ese paso? Esta es una historia de amistad, que nace el año del ascenso del Málaga, que tuve la suerte de vivir como entrenador. Allí conocí a mi socio, Biagio (“Blas” para los amigos). Por aquel entonces él tenía 17 años y era hijo de un gran
hostelero de allí. Nuestra vinculación inicial fue a través del fútbol: él ha desarrollado técnicas mentales que a mí me han servido para trabajar en mis equipos. Desde entonces he conocido paralelamente su carrera gastronómica y su carrera mentalista. A mi vuelta de Kazajistán, creimos que era el momento de plantear algo juntos. Él quiso venirse a Gijón, hizo las maletas y desde Mayo estamos en marcha, con éxito. Sólo nos hemos llevado alegrías desde entonces, en forma de reconocimiento por parte de los clientes. En las paredes de la taberna se cuenta el porqué del nombre, “La Taberna Zíngara”. Viene de una historia de amor, una historia familiar muy curiosa, que Biagio cuenta siempre en sus espectáculos. Porque aparte de la buena gastronomía, los jueves organizamos noches temáticas, en las que él realiza su actuación mentalista. Es la historia de su bisabuela, una joven de buena familia que abandonó todos sus lujos, sus latifundios al enamorarse perdidamente de un zíngaro que pasó por el pueblo. Me pareció una historia peculiar para inspirar en ella un restaurante que también pretende ser peculiar.
Disfrutáis del éxito en un momento complicado para la economía en general y para la hostelería en particular. Igual que en el fútbol muchas veces te acusan de ser un iluso, o un romántico, cuando defiendes una idea que no parece rentable, aquí nos pasó lo mismo. Nos preguntaban que cómo se nos ocurría abrir ahora. Pero consideramos que el éxito es encontrar un espacio vacío y llenarlo. Y Gijón tenía ese espacio vacío, de una cocina diferente, basada en lo mediterráneo, con muy buen precio y muy bien servida, combinada con la cultura del tapeo clásico de Granada. La gente nos está premiando con su confianza. Entre los clientes, mucha gente relacionada con el deporte. Es curioso; yo creo que muchos lo hacen para desconectar del fútbol, porque aquí hemos puesto partidos y nadie está mirando para la televisión. Pero sí ha venido mucha gente vinculada al fútbol, porque uno ha hecho amigos en esto que de vez en cuando se pasan a saludar. Han estado exfutbolistas del Sporting, amigos entrenadores, personal del Sporting... Has dejado los banquillos, pero no te has apartado del fútbol. Por mucho que uno quiera desvincularse, siempre alguien le llama para algo. Yo siempre digo que el fútbol te elige; no lo eliges tú. Y el sitio también lo elige el propio fútbol. Yo ahora he dado varios cursos por España, y lo próximo será viajar a México para impartirlos allí.
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“De esta temporada lo que más me gusta del Sporting es su cuestionamiento. El inmovilismo está cambiando”
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¿Hay mono de banquillo? El mono de la fama nunca me ha llenado. Lo que sí se añora es el día a día de las cuatro líneas, de un vestuario, de entrenar, de preparar partidos. El fútbol es mi pasión, pero uno aprende que el fútbol es una parte de su vida, no la vida completa. Pero cuando lo sientes tanto, es una parte que te falta cuando no lo tienes. Lo último en los banquillos fue una experiencia en Kazajistán. ¿Mereció la pena? Totalmente. Son de esas experiencias que no cambiaría por nada. Y fíjate que fue una aventura que los dos primeros meses pasamos en el baño, porque nos contaminaban la comida en el hotel donde nos alojábamos. Encontramos muchos grados al principio; muy pocos al final. Con una barrera idiomática importante, porque allí no dominan el inglés. Los futbolistas tienen otra cultura. Pero conseguir unos resultados, ganarte el afecto de la afición, que la gente nos obligara a saludar en el estadio olímpico a los dos técnicos españoles, cuando ya se sabía que no íbamos a continuar allí, es algo emocionante. Ahora regresas y te encuentras al fútbol asturiano como está. ¿Qué análisis hace un hombre clave en la puesta en marcha de Mareo, que entrenó al Sporting B y que conoce por dentro el Oviedo? Las crisis son siempre crisis de identidad. El que tiene muy claro lo que es, resulta difícil que
entre en crisis. El Sporting, como el Oviedo, lleva décadas con una crisis de identidad. Las cosas que suceden por casualidad, pasan enseguida. Cuando la tendencia es de décadas, hay algo más. Para mí, en el caso del Sporting, es una falta de identidad. Ha renunciado a sus orígenes. Vive en la política del ‘exteriorismo’: el ministro de Asuntos Exteriores es más importante que el de Interior. Al Sporting es lo de dentro lo que puede hacerle grande, como lo fue en la época más gloriosa del club. Pero se le sigue dando la espalda. Dime lo que sí te gusta del Sporting. De esta temporada lo que más me gusta es su cuestionamiento. Por lo menos existe esa actitud, en el club y en el entorno. Ese adormecimiento, ese inmovilismo de los últimos años, parece que está cambiando. Del movimiento a veces surgen cosas. Los ingredientes para crecer los tiene dentro; sólo hay que creer en ello. Para mí, crear futbolistas es como sembrar: hay grano que cae en buen sitio, fértil, y en otra zona de la misma finca no sale; necesita unas condiciones ambientales... Tú no puedes pedir una pera en Enero. Y, como eso, a lo mejor no puedes esperar a perder para sacar a Nacho Cases. A lo mejor ese no es el momento, sino dos meses después, o dos meses antes. Si se hubiera hecho bien, ya no es sólo una cuestión deportiva, es lo que nos hubiéramos ahorrado. Son los valores que el Sporting pierde por la urgencia de un resultado que, si se paran a pensar, tampoco están consiguiendo.
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