Número 138 / 26 de Febrero de 2014
LUIS HERNÁNDEZ
Foto: Gabino Jove
DISFRUTANDO SU MOMENTO
GijónSport - Editorial
Se acerca ‘el momento’ Van pasando las jornadas, cada vez “Llega el momento de la verqueda menos para el último tramo de dad. Se acerca el final de la la temporada y los que quieran pelear por estar en la zona alta deben estar temporada y a partir de ahoahora más acertados que nunca. Eso ra es cuando va a decidirse lo sabe bien un vestuario rojiblanco todo” que el pasado sábado pudo darse al fin la alegría de lograr la primera vic- objetivo de la permanencia. Lo hicietoria en El Molinón en este 2014. ron además ante una grada que sigue entregada con ellos y que está disfruEl equipo sigue demostrando que tando también de la gran temporada está a un buen nivel y, aunque sufra que están haciendo los gijoneses. durante algunos momentos de sus partidos, lo cierto es que las expec- Sobre todo esto hablamos en un nútativas son realmente buenas. Pare- mero en el que hemos querido que ce además que poco a poco se van Luis Hernández sea nuestro protagoabriendo distancias respecto a otros nista de portada. A buen seguro que equipos y por el momento lo más en el futuro, cuando se hable de él, importante es estar ahí, mantenerse todos recordaremos esos saques de y seguir luchando por los primeros banda que tantos quebraderos de capuestos. Ya llegará el momento de beza traen a los rivales del Sporting. dar el empujón final para intentar ha- Él vive además su mejor momento cerse con una de las dos plazas que desde que está en el primer equipo. dan el ascenso directo. Se ha convertido ya en titular indiscuEl sábado fue por tanto un día de alegría para la parroquia rojiblanca como lo fue también para el Juanfersa Grupo Fegar el viernes. Los de Alberto Suárez lograron una victoria que en su caso les acerca un poco más al
Edita: GijónSport S.L. Contenidos: David González @DavidGonzalezzz Marcos Martín @MarcosMatin87 Marta Tejerina @MartaTeje Fotografías: Gabino Jove www.gabinojove.es Cris Valle Maquetación: El Tajalapiz S.L. Publicidad: El Tajalapiz S.L. Contacto:
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tible para José Ramón Sandoval y la grada se ha convencido también de que es una pieza fundamental en este Sporting. Luis vive su momento al tiempo que está al llegar el del equipo. Será ‘el momento’ de la verdad, el de luchar por el objetivo final.
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CONTENIDOS NÚMERO 138, 26 DE FEBRERO DE 2014
Especiales 10. Luis Hernández Esta semana el jugador del Sporting es nuestro protagonista de portada. Con él hablamos sobre el buen momento que vive. 04. Análisis Repasamos los detalles que no dejó el pasado domingo el Sporting-Alavés.
Otros temas
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26. De las Cuevas Esta semana Rodrigo Fáez habla con Miguel De las Cuevas. 22. Éibar Conocemos de cerca al próximo rival del Sporting.
Y además...
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28. Nacho Huerta Os presentamos al jugador del Juanfersa Grupo Fegar y con él hablamos sobre la temporada que está haciendo el equipo. 34. Juanfersa Grupo Fegar Analizamos la victoria de los gijoneses en el Palacio de los Deportes de Gijón.
GijónSport - Análisis
UN TRIUNFO PARA ABRIR BRECHA Ahora sí, parece que la Segunda División empieza a romperse. Siete puntos, los mismos que la semana pasada separaban la liguilla de ascenso del descenso, son los que distancian ahora al Sporting de sus perseguidores. Después de ganarle al Alavés, el equipo rojiblanco se ha metido en la escapada, que veremos si es la buena y, sobre todo, la definitiva.
No hizo el Sporting el domingo un partido brillante, pero sí resultó eficiente. El Alavés, sorprendente colista de la categoría, le puso en apuros e incluso le dio un baño en el primer cuarto de hora. Esta vez no hubo motivos para la queja de Sandoval: el Alavés llegó a El Molinón con gusto por la pelota, con ganas de tener la posesión y sin caer en los recurrentes planteamientos defensivos de los rivales del Sporting.
poco a poco fue haciéndose su hueco en el partido. Y aprovechando las limitaciones de su rival, acabó marcando tres goles (uno de ellos anulado) y estrellando un balón en el larguero. El partido pudo acabar, pues, en goleada, aunque tampoco hubiera resultado extraño que el Alavés hubiera podido llevarse algún punto de El Molinón, sobre todo si Cuéllar no llega a meter una mano prodigiosa.
“El ascenso directo parece, en este momento, cosa de cuatro. Lo bueno es que el Sporting es uno de ellos”
El portero, junto a los goleadores Carmona y A los rojiblancos les costó hacerse con la pelota Santi Jara, se erigieron en protagonistas del y dominar a su rival, incluso dar dos pases se- partido. No lo fueron dos de los que lo están reguidos durante buena parte del encuentro. Pero sultando durante la temporada: los goleadores
GijónSport - Análisis Stefan Scepovic y Borja Viguera. La lucha por el pichichi se quedó como estaba, con el alavesista superando en un tanto al delantero serbio del Sporting. El rojiblanco estuvo más cerca de marcar; no lo hizo, pero volvió a dejar destellos de su gran calidad. Hubo otro protagonista indeseable: el colegiado andaluz Munuera Montero. Llevó bien el partido, hasta que empezó a cometer errores. El más grave fue la inexplicable anulación del gol de Bernardo. Pero quizás el que más exasperó a la grada, por lo rocambolesco de la situación, fue el saque de esquina favorable al Sporting que no dejó botar al final de la primera parte, al dar el tiempo por cumplido. El problema no es tanto la decisión de este árbitro, sino el contras-
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te con lo sucedido en A Coruña días antes. Al final, ante los errores arbitrales, el Sporting hizo lo que debe hacer: marcar los goles necesarios para ganar. La jornada no fue todo lo propicia que cabía esperar. Niguno de los tres rivales directos del Sporting cayó. Sólo el Éibar se quedó en un empate en Murcia; el Dépor volvió a sacar petróleo de un córner en el último minuto y le ganó al Alcorcón y el Recre se aprovechó de una de sus pocas ocasiones en el Mini Estadi para ganarle al Barça B. Así que la cabeza de la tabla se comprime. El ascenso directo parece, en este momento, cosa de cuatro. Lo bueno es que el Sporting es uno de ellos.
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ay gente con mala suerte y uno de ellos podría ser el árbitro del pasado sábado en El Molinón. Munuera Montero tuvo la desgracia de que el Sporting forzase un córner en los últimos instantes de la primera parte. No lo dudó y, sin permitir que se sacase, señaló el descanso. A partir de ahí la grada se le echó encima y también algunos jugadores. Es el caso de Bernardo al que vemos precisamente en el momento en el que fue a recriminarle tal decisión. Y es que hay que tener también mala suerte para que ocurra algo así justo una semana después de que el Sporting se dejase dos puntos en Riazor con un gol de córner fuera ya del tiempo
de descuento. Hay que decir que hasta ese momento Munuera Montero no estaba haciendo un mal papel. Su mayor error vendría después y precisamente con un gol anulado a Bernardo. En ese momento el Sporting ya iba por delante (1-0) y el colegiado, no sin algo de duda, decidió que aquel tanto no subiera al marcador. Bernardo hubiera tenido entonces muchas más razones para pedir una explicación al árbitro. Suerte que esta vez las cosas salieron bien a los rojiblancos y que finalmente se pudo rematar el partido. Al final llegó la primera victoria del año en El Molinón y quizás por eso Bernardo se fue también a casa más tranquilo.
De Madrid al cielo Por Borja López Capítulo V
Importantísima victoria la del Sporting este fin de semana. Cabe decir que el Alavés ha sido hasta el momento, el mejor visitante en El Molinón, esta temporada. Puede ser que se hayan merecido empatar, pero ante la gran pegada esta temporada del Sporting, poco se puede hacer. La cosa ahora no está para perdonar punto, ya que tanto el Deportivo, como el Éibar y el Recreativo están sacando muy buenos resultados últimamente. Asi que parece que el ascenso directo va a ser cosa de cuatro, de los cuales solo pueden subir dos directamente. Si el Sporting sigue de esta manera yo creo que va a subir, ya que tanto Recreativo como el Eibar al final les vas a pesar estar ahí arriba.
falló ante el Toulouse, pero no se pueden despistar si quieren ganar la liga. Este fin de semana, mis compañeros visitaran al Saint-Etienne, uno de los equipos que mejor afición tiene en toda Francia, pero esto no los puede parar en la lucha por el título.
Por último, fue un palo muy duro el de esta semana para nosotros. Perdimos 0-1 contra el Sevilla, en un partido en el que si alguien se mereció ganar, fuimos nosotros. Al final el fútbol fue injusto con nosotros y no lo pudimos conseguir, pero todavía quedan 13 finales por delante, tiempo suficiente para conseguir nuestro objetivo, seguir otra temporada en Primera División. Tengo que destacar la gran afición que tiene el La próxima jornada va a ser muy importante Rayo, que nos estuvo animando tanto durante para el Sporting ya que tiene que ir a jugar a el partido, como después de él pese a perder. Ipurúa, campo muy complicado. Esperemos Por eso, tenemos que darlo todo esta semana, que se puedan conseguir esos tres puntos. otra vez en Vallecas, contra el Valencia. Por otra parte, el Mónaco suma y sigue. Esta Un saludo. semana un gol de Kurzawa en el descuento valió para ganar al Reims por tres a dos. El PSG no
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Luis Hern谩ndez
La redenci贸n de Isidoro Por Marcos Mart铆n / Fotos Gabino Jove
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desde fuera era la de un club muy grande que apostaba por cantera; lo consulté con los míos y decidí venir aquí”.
Unos minutos antes, el árbitro vallisoletano Ausocúa Sanz le había mostrado la tarjeta roja al jugador del Sporting Enzo Ferrero tras un encontronazo con el madridista San José. El lateral entró, de manera involuntaria, en la historia negra del club gijonés; aunque la afición rojiblanca, más pendiente de disfrutar de los mejores años de su equipo, le perdió la pista.
Luis Hernández ha ido creciendo en Gijón, trabajando cada día en Mareo para, sin hacer mucho ruido, ganarse un hueco en el once del Sporting. La grada de El Molinón ha sabido reconocer su mejoría y se frota las manos cada vez que el rival manda el balón por la línea de banda cerca de su área. Los saques laterales ejecutados por Luis se han convertido en un quebradero de cabeza para los equipos que juegan contra el equipo gijonés: “No es una cuestión de fuerza, es pura técnica. Creo que es innato, se me da bien sacar de banda y no hay que darle más vueltas. Cuando era niño ya mandaba el balón al área”.
Isidoro San José fundó su propia escuela de fútbol cuando se retiró, en la que muchos niños madrileños dieron sus primeras patadas a un balón. Él se fijó en uno de ellos, en un lateral al que le recomendó probar suerte en el Real Madrid. Luis, aquel chaval de nueve años, convenció a los técnicos blancos y se quedó hasta jugar con el filial. Después de trece años, se terminó su idilio con el club al que siempre había animado su familia. Entonces, se cruzó en su camino el Sporting: “La perspectiva que tenía
Luis es feliz en Gijón. Por lo que le ha dado el fútbol y por lo que le ha dado la ciudad. “Los gijoneses son muy cercanos; vas por la calle y todo el mundo te anima para el próximo partido. Nunca había vivido eso. No sabría explicar el qué, pero la gente tiene algo que en Madrid no tiene”. Le ha sorprendido la cercanía que se encontró cuando llegó; pero se le iluminan los ojos y se le escapa una sonrisa cuando cuenta lo mejor que le ha dado Gijón. No tiene que pensar ni un segundo: “Mi hijo”.
5 de noviembre de 1979. Una pareja pasea por la orilla del Piles y empieza a escuchar gritos que provienen de un estadio que apura sus últimos meses antes de una gran remodelación para recibir al Mundial de Naranjito. Se intuye un desconocido ‘Así, así, así gana el Madrid’ que, con el paso del tiempo, se repetiría decenas de fines de semana en los campos españoles.
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“La perspectiva que tenía del Sporting antes de venir era la de un club grande que apostaba por la cantera”
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“Nació en Asturias y eso es algo que me llevaré para siempre”. Todavía no ha cumplido el año y aún no ha hablado, pero pronto será capaz de balbucear ‘Sporting’ y gritar de alegría cuando los que visten de rojo y blanco marquen un gol. Sí camina y de vez en cuando, patea un balón que le ha comprado su padre. “Es lo primero que hice”, recuerda Luis Hernández, que no puede evitar la risa cuando explica que “a mi mujer no le gustó nada”. Comparten sus vidas desde hace seis años, a pesar de que ella no es nada futbolera. Pero su familia y el fútbol son las dos pasiones de Luis Hernández. “Soy una persona tranquila y muy familiar; me gusta estar con mi mujer y mi hijo. Es mi hobby… El poco tiempo libre que me deja el fútbol lo aprovecho para disfrutar de mi hijo hasta el último minuto”. Es un padre volcado con su hijo, con la persona que le ayuda a ‘cargar las pilas’ y a levantar la moral cuando las cosas no salen todo lo bien que desea sobre el campo: “Cuando vuelves fastidiado de un partido; por ejemplo, cuando volví de La Coruña destrozado por el empate y vi a mi hijo con una sonrisa, me cambió todo el pensamiento”. Luis disfruta de su familia y del Sporting. Disfruta del momento. Forma parte de su filosofía. “Hay que saber disfrutar porque un día estás arriba y otro, abajo; y ni un día eres tan bueno ni otro, tan malo”. Es algo que aprendió en el Real Madrid. “Siempre lo digo; le estaré muy agradecido porque no sólo me formó como futbolista, también me formó como persona”. Le tocó crecer en uno de los clubes más grandes del mundo. “El Real Madrid es difícil, es un club complicado porque hay muchos intereses dentro, tanto deportivos como extradeportivos, y al canterano le pasa factura. A los chavales se les inculca que hay que ganar, ganar y ganar; pero a esas edades, el fútbol debería ir más allá y habría que enseñar otras cosas. El Sporting es un club más familiar y no debe cambiarlo”.
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“Mis saques de banda no son cuestión de fuerza, es pura técnica, creo que es innato”
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A pesar de ello, Luis Hernández guarda buen recuerdo de sus trece años en la ‘Casa Blanca’. Muchos trabajadores, compañeros y entrenadores que han marcado su personalidad fuera y dentro del campo. Recuerda a uno de ellos, Tristán, que “me decía que, si un día llegaba a futbolista, nunca me hiciese fotos disfrazado ni hablase de política en las ruedas de prensa”. Pero el que más le marcó es gijonés. Alejandro Menéndez fue uno de los que le recomendó fichar por el Sporting, y antes había sido su entrenador; aunque “más que un entrenador, era un padre. Estaba muy encima de nosotros en el campo y fuera de él, por ejemplo, con los
estudios. Es el que más me ha enseñado y el que me guio en una etapa clave para el futbolista. Tuvo mala suerte en el Real Madrid por esos intereses de los que hablábamos antes y salió mal parado”. Luis tuvo que compatibilizar la vida de un niño con la de un futbolista del Real Madrid al que, a pesar de su edad, le exigen lo máximo. En el colegio, no era uno más. “No te ven como un amigo o como un compañero, sino como el chico que juega en el Real Madrid. Si lo sabes llevar, lo puedes llevar bien. Si lo llevas mal, te puedes equivocar… Y es fácil equivocarte”. A pesar de ello, hizo amigos, algunos seguidores del Atlético de Madrid, aunque nunca hubo ‘pi-
que’: “Siempre me preguntaban por los entrenamientos y todo eran buenas palabras”. A Luis Hernández le traían más quebraderos de cabeza los exámenes que sus compañeros colchoneros. Y eso que era un buen estudiante. “Había profesores que entendían que jugaba al fútbol y me respetaban; pero había otros que no entendían por qué un niño tenía que perderse un examen por un partido o un entrenamiento”. Luis compatibilizó sus estudios con el fútbol hasta que terminó el bachillerato. Entonces, tuvo que tomar una decisión: “Entendía que me tenía que dedicar al fútbol al 100%”. De momento, la apuesta le ha salido bien; pero quiere seguir aprendiendo y estudiando. “Me gusta formarme, estudiar y leer artículos de prensa. Ahora soy futbolista, pero el día de mañana me gustaría ser algo más que un exfutbolista”. Pero para el día de mañana quedan muchos partidos de Luis Hernández con el Sporting, muchos saques de banda que acaben en goles que pueda celebrar su hijo y grandes actuaciones para que, cuando el árbitro señale el final del partido, Isidoro San José –pendiente de los partidos de los rojiblancos– pueda mandarle un mensaje a uno de sus pupilos diciéndole que le ha visto jugar en un estadio, El Molinón, donde él fue un día protagonista.
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“Me gusta formarme y estudiar. El día de mañana, quiero ser algo más que un exfutbolista”
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“Los gijoneses son muy cercanos; no sé decir el qué, pero tienen algo que no tienen los madrileños”
GijónSport - Opinión
Juan Gancedo Periodista @JuanGGancedo El Sporting regresa a Ipurúa. Nunca un estadio tan pequeño quedó marcado tan a fuego en una hinchada. Los que tuvimos la suerte (o la desgracia) de estar en Éibar aquel 23 de Mayo de 2004 jamás olvidaremos lo que allí sucedió. Ipurúa empezó a sonar en Gijón el día que Igor Lediakhov, uno de los futbolistas de mayor calidad que han vestido la camiseta rojiblanca, decidió apagar allí su estrella: jugó en el club armero en la temporada 2002/2003 e incluso arrastró a sus partidos a algún ‘loco’ sportinguista que organizaba viajes en minibuses desde Gijón para seguir viéndole en acción.
Ipurúa volverá a marcar otra vez el destino. Esta vez los dos equipos se juegan mucho Un año después el Sporting llegó a Éibar para disputar un partido clave para el ascenso. El equipo armero no se jugaba nada, pero Rodado al parecer sí. Cuando el autobús del Sporting llegó a la Plaza de Unzaga (epicentro del terremoto rojiblanco) tardó casi media hora en realizar el giro a la derecha para dirigirse al estadio, bloqueado por miles de sportinguistas que ‘reventaron’ después Ipurúa con bufandas y banderas. Y allí, por culpa de un colegiado de amarillo que tuvo que salir protegido por la policía de un estadio en el que no había aficionados locales (seguro que se lo ha contado ya a sus nietos), el Sporting de Marcelino enterró
Ipurúa marca el destino sus opciones de ascenso. Un día muy triste y un partido que marcó el destino de mucha gente: del propio Marcelino –entrenó al año siguiente pero ya no fue igual-, de Quini (que lloró como un niño a la puerta del vestuario), de Bilic, que por el ‘no ascenso’ tuvo que regresar a Zaragoza para irse después a Córdoba a jugar de carrilero… Marcó el destino de un club que aún tuvo que penar cuatro años más en el infierno por un ¿capricho? del cortador del césped del chalet de Biagini en Palma. Volvió el Sporting a Ipurúa, recién iniciado el mágico 2008 de Preciado, pero esta vez sin aficionados en las gradas indignados por los precios fijados por el ya fallecido Jaime Barriuso como plan perfecto para evitar una nueva invasión. Ese día curiosamente Bilic goleó, en el mismo estadio del que había salido llorando cuatro años antes, por primera vez desde su regreso; ese día Diego Castro le marcó de vaselina a su posterior amigo Cuéllar… aquél sí fue un gran día para el Sporting, que incluso defendió a su mágica hinchada –en directo y para toda España gracias a las cámaras de Canal Plus-- saltando al campo con unas camisetas que rezaban ‘Respeto a Nuestra Afición’. E Ipurúa volverá a marcar otra vez el destino. Esta vez los dos se juegan algo, mejor dicho mucho. Del ‘Rodado Festival’ sólo coincidirán Garitano (actual entrenador del Éibar y en 2003 jugador) y Quini… ¡siempre Quini!
GijónSport - El rival
R.C. Deportivo
E
Entrenador: Gaizka Garitano l Eibar continúa resistiendo en la zona alta Estadio: Ipurúa de la clasificación y ha dejado de ser el Capacidad: 5.250 equipo revelación de la temporada para conver- Puesto en la clasificación: 1º (46 puntos) tirse ya en un serio candidato al ascenso. Una Últimos resultados salida por tanto complicada y a un estadio que no trae buenos recuerdos a la parroquia rojiblanca. El Éibar es un equipo muy intenso que defiende con los jugadores y las líneas muy juntas. Deja pocos espacios, realizando buenas basculaciones y coberturas. Cuando tiene que atacar disfruta en su plantilla de jugadores muy dinámicos y muy habilidosos. Destacan sus ataques rápidos, con un juego a pocos toques y las llegadas de la gente sin balón a zonas de remate. Mantienen un ritmo alto de intensidad durante los 90 minutos. Será por tanto un partido muy exigente para los hombres de José Ramón Sandoval.
PORTERO Xabi Irureta: Está en el mejor momento de la temporada, realizando intervenciones de mucho mérito. Muy ágil y rápido en las acciones bajo palos. Acaba de renovar su contrato con el cuadro armero.
GijónSport - El rival técnico, atesora calidad y visión de juego para dar pases peligroso en zonas cercanas al área. Un poco débil en las disputas y defensivamente intermitente.
Dani Garcia: Mediocentro que baja a recibir de los centrales para iniciar el juego desde atrás. DEFENSA Tiene pausa con el balón y se asocia bien con Navas: Central contundente que domina el jue- sus compañeros. Mucha participación en el juego aéreo y posee un buen golpeo con ambas go. Desplaza muy bien en largo, recurso que piernas. Saca con criterio el balón jugador des- utiliza con peligro buscando los desmarques de de atrás. Se complementa bien con su compa- los delanteros. ñero en la zaga Morales: Jugador de banda, que suele actuar Albentosa: Central procedente del Cádiz. Gran por derecha. Muy rápido con y sin balón. Con corpulencia. Mide 1’93 y va muy bien de cabeza. buen regate y muy habilidoso. Facilidad para el Entra con decisión al remate lo que le convierte regate y vertical en su juego. Está haciendo un en un hombre peligroso cuando se incorpora en año notable a los rivales. las acciones a balón parado. Correcto en la salida del balón pero sufre bastante cuando tiene que salir a banda o a zonas más adelantadas. Yuri: Cedido por la Real Sociedad. Lateral izquierdo que posee un correcto golpeo de balón y una técnica muy buena. Se incorpora con peligro al ataque con asiduidad. Uno de los jugadores más destacados del equipo. MEDIO Gilvan: Jugador de banda izquierda que no está teniendo continuidad. En ocasiones ha jugado por el centro aunque su posición natural es pegado a la banda. Destaca por su velocidad y su profundidad. Golpea con potencia y precisión con su pierna zurda. Centra muy bien. A la hora de defender le cuesta recuperar la posición.
DELANTEROS Urko Vera: Delantero centro muy corpulento. Juega muy bien de espaldas aprovechando su envergadura. Gran remate de cabeza. Delantero referencia que busca bien las zonas de remate y dentro del área es muy peligroso. En zonas alejadas pierde mucho. Será peligroso en balones que pueda prolongar o faltas que pueda provocar cercanas al área. Protege bien el balón. No Diego Rivas: Veterano con mucha experien- es rápido y tampoco excesivamente intenso en cia. Se coloca como medio defensivo, recupe- la presión. ra muchos balones, y corta muchas jugadas de ataque del rival. Con la posesión del balón no Arruabarrena: Pichichi del equipo. Delantearriesga. Juega muy en corto y muy fácil. No es ro muy intenso en todas sus acciones, tanto su mejor virtud. Se le hacen los partidos muy para defender como para atacar. Deja muy bien largos y en las segundas partes ya no abarca el balón de cara y cae bien a banda creando tanto campo. problemas a la defensa rival. En el juego aéreo muestra mucha autoridad. Utiliza bien el cuerpo Jota: Cedido por el Celta. El año pasado estuvo para ganar los balones divididos. en el Castilla pero no gozó de oportunidades. Jugador zurdo que se encuentra con chispa en Mainz: El año pasado fue importante en el asestos últimos partidos. Conduce con precisión censo y acaba de volver al club tras estar la priel balón y tiene facilidad para el recorte. Muy mera parte de la temporada en Bolivia.
Gij贸nSport - Reportaje
Vuelta al escenario de la
PESADILLA Por David Gonz谩lez
GijónSport - Reportaje En 2014 se cumplirán diez años, pero el sportinguismo ni olvida ni perdona. Los líos arbitrales que tanto ruido hacen estos días se quedan en nada al lado de lo sucedido en 2004 en aquel partido en Éibar en el que se frustró definitivamente el ascenso del Sporting de Marcelino García Toral. El Sporting ha regresado varias veces a Ipurúa desde entonces, incluso ha ganado un par de partidos allí. Pero es inevitable: cada vez que el campo eibarrés, viene a la memoria aquella horrible tarde del 23 de Mayo de 2008, con el infame arbitraje de Rodado Rodríguez. Faltaban cinco jornadas para el final del campeonato y el Sporting, que había llegado a tener un colchón de once puntos sobre el cuarto clasificado, llegaba a Éibar algo más apurado, pero con serias opciones de aspirar al ascenso. Aquel encuentro fue el punto de inflexión negativo. Desde el principio, el arbitraje del balear Rodado Rodríguez resultó raro, sospechoso. Su trato despótico hacia los jugadores del Sporting ya dejaba entrever una tarde complicada. Pero nadie imaginaba que tanto. Poco tardó el árbitro en dar buena cuenta de sus malas intenciones, todavía no se sabe muy bien por qué. A medida que iba expulsando a Yago, a Cristian Díaz, a David Bauzá, al masajista Diego Lobelle, el sportinguismo iba llevándose las manos a la cabeza. Dos penaltis muy dudosos permitieron al Éibar tomar ventaja por dos veces en el marcador. Entonces llegó la heroicidad. El Sporting, con ocho, se volcó al ataque contra un Éibar con
diez futbolistas sobre el campo. El equipo armero estaba encerrado en su área y el Sporting lo intentaba desde cualquier parte. Basauri sacaba muchas, otras se iban fuera por poco. Hasta que en el minuto 90 los rojiblancos dispusieron de un córner a su favor. El balón fue al punto de penalti y, entre Rubén y el portero Roberto, que había subido a rematar, llegó el gol. El grito de los sportinguistas resonó en todo Éibar. La grada, invadida de seguidores rojiblancos, explotó en una mezcla de alegría, rabia, emoción y frustración. Mientras, Rodado Rodríguez seguía a lo suyo. Protagonizando una imagen que no se borrará de la memoria del sportinguismo, el colegiado recogió una butaca que había caído al campo y se marchó del terreno de juego, perseguido por Marcelino García Toral y entre gritos y lágrimas de los jugadores del Sporting. En un primer momento, nadie sabía si había pitado el final o si había suspendido el partido por el barullo que se había formado. Ahora sabemos que Quini o Manuel Vega-Arango sufrieron sendas crisis de ansiedad, como muchos aficionados rojiblancos que volvieron a Gijón en pleno estado de shock. Aquel ascenso se escapó. El partido de Éibar dejó demasiada huella, sobre todo en forma de sanciones. El Sporting tardaría cuatro años más en ascender, pero aquel partido, como el del Numancia en El Molinón en la misma temporada, revitalizaron al sportinguismo después de años de ni sentir ni padecer. De eso han pasado casi diez años. Ahora el equipo lucha por regresar a la élite y desea no cruzarse a nadie que le robe su sueño.
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Rodrigo Fáez habla con...
Miguel De las Cuevas
Lo mejor de trabajar para Gol Televisión son los viajes. Muchos compañeros creen que vas de turismo a conocer ciudades como Bilbao o Donosti, pero en realidad son muchas horas de trabajo, carretera y entrevistas. Y en este apartado te encuentras de todo. Jugadores distantes, otros más afables, tíos con sentido del humor o gente como Miguel De Las Cuevas.
A Miguel le conocí cuando empezaba en Punto Radio con Josep Pedrerol gracias a Pablo De Lucas. Él nos conocía a los dos y nos puso en contacto. Miguel salía por entonces de una lesión y tenía “la gran suerte” de tener a Javier Aguirre como entrenador, “alguien que me enseñó mucho del fútbol”. Recuerdo de aquellos años que Miguel era como ahora: tranquilo, agradable y trasparente. Y todo ello a pesar de compartir vestuario con gente como Agüero o Forlán. A otros, en un caso como éste, se les hubiera subido todo a la cabeza, pero Miguel recuerda que “aprendí de ellos la normalidad y a ser como siempre fui y como sigo siendo ahora”. Pero Miguel necesitaba continuidad y regularidad. Llegó la opción de irse al Sporting y ni
sé lo pensó: “Gijón me dio la oportunidad de demostrar lo que valgo y de ser feliz”. Tanto fue así que se convirtió en historia viva del Sporting marcando el gol en el Bernabéu: “aquello fue increíble. Recuerdo a Manolo (Preciado) decirme ‘la que hemos armado Miguelito’ en una tarde que no olvidaré jamás”. Aquello fue un puntazo a nivel local, pero también a nivel internacional “porque me llamaban de todos los sitios del mundo por la noche, de Colombia, de Venezuela, de Estados Unidos... Fue una locura”. Y tanto. Miguel, ahora en las filas de Osasuna, recuerda con cariño su etapa en el Sporting. Se acuerda de compañeros, de la afición y de Manolo Preciado, alguien que “te trataba como un amigo pero cuando se tenía que poner serio, era el primero en darte dos voces”. Por cosas y recuerdos como estos Miguel pasará a la historia rojiblanca como un buen chico, alguien normal y una buena persona que se fue de Gijón con profesionalidad, cortesía y mucha elegancia. Que eso no se olvide. Pronto veremos este reportaje en Gol Televisión, seguro que a todos les gustará.
Gij贸nSport - Entrevista
Nacho Huerta
El extremo que fich贸 escayolado Por Marta Tejerina / Fotos Cris Valle
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El día que Nacho Huerta firmó su contrato con el Gijón Jovellanos, una aparatosa escayola envolvía su tobillo izquierdo. Después de dos operaciones y casi un año parado, el jugador se recuperaba de una extraña lesión que le había hecho llegar a pensar que jamás volvería a jugar al balonmano. Entonces, Juan De Álvaro, animado por los directivos del Base Oviedo, con Pepe Rionda a la cabeza, apostó por el joven extremo ovetense que, según decían, tenía mucho futuro en este deporte si se recuperaba definitivamente. Era una decisión arriesgada. Fichar a un lesionado no parece, de primeras, una operación redonda... Pero en cuanto Huerta se liberó de la escayola, las posibles dudas se disiparon en poco tiempo. Su rendimiento durante la primera temporada fue notable, la segunda fue uno de los héroes del ascenso y hoy, en su tercera campaña con el Juanfersa, es uno de los hombres clave del equipo revelación de la Liga Asobal. Nacho empezó muy pronto a destacar en el balonmano. Pese a tener una constitución menuda y aparentemente frágil, la rapidez y los reflejos fueron sus armas para convertirse en el extremo letal que es hoy. “Yo era un mico, me sacaban todos más de una cabeza. En mi equipo del colegio jugaba también una niña y era mucho más grande que yo, así que imagínate…”. Sus inicios fueron en el Novo Mier del barrio de Pumarín y de allí se fue al Base Oviedo, su primer club, en el que jugó hasta juveniles y al que regresó después para competir en Primera Nacional, tras haber pasado por el Naranco y la Atlética Avilesina. “Antes de llegar al Gijón Jovellanos había jugado una temporada en División de Honor B con el Naranco, y en Primera con la Atlética y el Base”. Lo siguiente fue jugar una fase de ascenso y, una temporada después, conquistar la Asobal. “Desde que llegué al equipo todo han sido experiencias increíbles. Sin duda, la mejor, el ascenso. Nunca olvidaré aquel partido frente a Puente Genil. Subir en casa, con nuestra gente… Fue una pasada. Los días siguientes estás como en una nube y, después, empiezas a asimilarlo. Ahora juego en Asobal. Es un sueño y estoy gozándolo”.
GijónSport - Entrevista
Un sueño que llegó tras despertar de una pesadilla que duró más de un año. El tobillo de Nacho Huerta dijo de pronto basta. Una complicada lesión le apartó de las canchas y durante meses conseguir encontrar la causa del problema se convirtió en su única preocupación. “Creo que me hicieron todas las pruebas que existen y ningún médico conseguía dar con lo que era. Me operaron dos veces y la primera fue innecesaria porque no sirvió para nada. Bueno, sí, para alargar más el proceso…”. Después de una odisea de idas y venidas al hospital, cuando ya las esperanzas eran mínimas, apareció la solución. “Al fin, un médico de la seguridad social me diagnosticó lo que tenía. Un osteoma, algo así como un hematoma en el hueso. Es, en realidad, como un tumor benigno. Me lo extirparon, me pusieron hueso artificial y ahora estoy como nuevo. Para mí fue un poco milagro, la verdad”. En aquellos meses de incertidumbre, Nacho llegó a pensar que el balonmano ya era parte del pasado que jamás volvería. Tenía sólo 21 años pero en ese momento lo que más le preocupaba era volver a estar bien y recuperar su día a día. “Tenía clarísimo que el deporte se había acabado. En lo único que pensaba era en que me dieran una solución que me permitiese volver a hacer vida normal”.
La solución tardó en llegar, pero lo hizo, y Nacho no sólo recuperó su vida si no también su ilusión por jugar. El Gijón Jovellanos apostó por él y, con esfuerzo y mucho trabajo, consiguió ganarse un puesto en el equipo que ha hecho historia devolviendo a Asturias a la máxima categoría del balonmano español. “El buen estreno en la categoría está siendo una sorpresa para la gente pero en parte también para nosotros. Un equipo recién ascendido compitiendo a este nivel, haciendo buenos partidos ante prácticamente todos los rivales… La clave es que somos una piña y muy peleones. Igual en otros clubes hay gente con más nombre o más calidad, pero nosotros lo suplimos con eso. Con la ilusión, con las ganas y porque sabemos de dónde venimos”. El éxito deportivo no impide a Nacho Huerta tener los pies en el suelo. “Esto no es como el fútbol. Hay algunos futbolistas que compiten en categorías inferiores a la nuestra y que se creen estrellas… En balonmano es diferente. Para mí, todo lo que no sea tomárselo con naturalidad y humildad no tiene sentido. Estamos haciendo las cosas bien y tiene mérito, sí, pero tampoco hemos descubierto la penicilina…”.
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Hijo de un conocido político asturiano, algunos en el equipo le llaman el “sindicalista”, aunque él prefiere quedarse con el balonmano y con la docencia, profesión para la que ha estudiado. “Hice Magisterio por Educación Física y Pedagogía. Ahora estoy con el Máster de Formación del Profesorado y me gustaría trabajar como orientador en un instituto. Admiro a mi padre, me parece un gran político. Pero yo no estoy hecho de esa pasta. Quizás hace falta más carácter, no lo sé. Siempre me ha interesado la actualidad y me gusta expresar mi opinión sobre ciertos temas y situaciones que me indignan como ciudadano, porque creo que todos deberíamos estar más comprometidos de lo que estamos. Pero nunca me metería en política”.
Además de profesor, Nacho Huerta siempre quiso ser periodista. “Es algo que me llama desde muy pequeño. Y no descarto estudiar la carrera. Todavía estoy a tiempo, soy muy joven”, bromea. A sus 24 años, prefiere no pensar mucho en el futuro y disfrutar del momento que vive. “No soy muy de planificar a largo plazo. Me gusta vivir el día a día y lo que venga, vendrá”. Lo que sí tiene claro es que le gustaría quedarse en el Juanfersa Grupo Fegar por muchos años. “Yo le veo mucho futuro a este club y me gustaría formar parte de él por mucho tiempo. Aunque nunca se sabe lo que puede pasar… ¿quién me iba a decir a mí hace tres años que iba a estar hoy jugando en Asobal?”.
GijónSport - Análisis
NOCHE DE ESTRENOS
El Palacio de Deportes de La Guía es un buen escenario para iniciarse en el balonmano porque los partidos del Juanfersa siempre –o casi siempre– tienen un momento de tensión que engancha al profano en este deporte. Y el pasado viernes no fue una excepción.
mucho que Gijón no saboreaba dos puntos… ¡Hace más de tres meses! Una barbaridad para un equipo que ha sorprendido a todos (jugadores, entrenadores y aficionados) los que forman la Liga ASOBAL.
Y eso que era una noche especial; una noche diferente para los amantes del balonmano en Gijón. Porque España pudo comprobar, a través de las cámaras de Teledeporte, cómo ha crecido un club que hace tres años competía en la tercera categoría nacional y que hace cinco ni siquiera existía. Juan de Álvaro, Alejandro González, Alberto Suárez y compañía lanzaron un aviso a navegantes: Asturias ha vuelto a la élite y lo ha hecho para quedarse.
Llegó en el mejor momento. Después de una amarga racha de resultados endulzada con un empate en Guadalajara y en vísperas del tramo más importante de la temporada e, incluso, de la corta vida del Juanfersa Grupo Fegar. El triunfo contra Anaitasuna permite al equipo asturiano afrontar con un poco más de sosiego –sin prisa pero sin pausa, que dirían las madres y los profesores– los partidos contra Cangas y Bidasoa y, sobre todo, los ilusionantes cuartos de final de la Copa del Rey contra Granollers.
Si además la gente de casa, la que no necesita de la televisión para disfrutar de los Costoya, Savic, Huerta o Pellitero, puede celebrar una victoria… Miel sobre hojuelas. Porque hacía
Pero eso es otro cantar y el que en estas líneas nos ocupa, fue una delicia para el espectador. Álex Costoya cambió su rol; no marcó, pero asistió para que Ángel Paraja fuese el máximo
GijónSport - Análisis goleador del partido; David Pellitero fue letal en los contrataques; y Adam Savic borró, con sesenta minutos mágicos, sus mediocres actuaciones en las últimas dos semanas. El bosnio volvió a ser clave en un partido que llegó con 23-22 al último minuto y que terminó con un claro 26-22. Quizá tuvo algo que ver Pelayín, la nueva mascota del equipo, que les robó una cuota importante del protagonismo a los jugadores. Pero no importa, porque Pelayín ha llegado para sumar, para apoyar al equipo y para defenderle cuando las cosas se compliquen. De momento, puede guardarse su espada, que todo marcha bien.
Imágenes: Alberto Azcárate