JUEVES 1 DE DICIEMBRE DE 2011 6.30 P.M.
LA AGENDA CULTURAL DEL GIMNASIO MODERNO INVITA A LA LLEGADA DE LA NAVIDAD CON EL RECITAL DE POESÍA
CON LA PARTICIPACIÓN DE LOS POETAS: JUAN GUSTAVO COBO BORDA JOTAMARIO ARBELÁEZ RAMÓN COTE BARAIBAR PRESENTACIÓN A CARGO DE: FEDERICO DÍAZ-GRANADOS
BIBLIOTECA DE LOS FUNDADORES GIMNASIO MODERNO FECHA: JUEVES 1 DE DICIEMBRE HORA: 6.30 P. M. CARRERA 9 No. 74 -99 TELÉFONO: 5401888 Ext. 156 VILLANCICOS A CARGO DEL CORO DEL GIMNASIO SABIO CALDAS SE SERVIRÁ CHOCOLATE CON BUÑUELOS ENTRADA LIBRE
JOTAMARIO ARBELÁEZ (1940) Nació en Cali. Uno de los fundadores del movimiento Nadaísta en Colombia, que contó con las vanguardias europeas y el movimiento Beatnik norteamericano, como sus precursores fundamentales. Obra poética: El profeta en su casa, 1966; El libro rojo de rojas, 1970; Mi reino por este mundo, 1980; La Casa de la memoria, 1985, Premio Nacional de Poesía; El espíritu erótico, 1990; Paños menores, 1994; La casa de memoria, 1995; El cuerpo de ella, 2000. Sus memorias aparecieron en el 2002 bajo el título de Nada es para siempre. En 2008 ganó el Premio Internacional de Poesía Víctor Valera Mora, en Venezuela.
POEMA DE INVIERNO Llovió toda mi infancia. Las mujeres altas de la familia aleteaban entre los alambres descolgando la ropa. Y achicando hacia el patio el agua que oleaba a los cuartos. Aparábamos las goteras del techo colocando platones y bacinillas que vaciábamos al sifón cuando desbordaban. Andábamos descalzos remangados los pantalones, los zapatos de todos amparados en la repisa. Madre volaba con un plástico hacia la sala para cubrir la enciclopedia. Atravesaba los tejados la luz de los rayos. A la sombra del palo de agua colocaba mi abuela un cabo de vela y sus rezos no dejaban que se apagara. Se iba la luz toda la noche. Tuve la dicha de un impermeable de hule que me cosió mi padre para poder ir a la escuela sin mojar los cuadernos. Acababa zapatos con sólo ponérmelos. Un día salió el sol. Ya mi padre había muerto.
LA LECTURA EN TINIEBLAS Mi padre no me dejaba leer la Biblia ni el Manifiesto Comunista para que no gastara la poca luz que podía pagar para la casa. Me quitaba el bombillo y dormía con él bajo la almohada remordiéndole la conciencia pero al pie de la cama de mi cuarto también roncaba la nevera e instalado a los pies de mi cama con la nevera abierta leía de la medianoche al canto del gallo de la crucifixión de San Pedro cabeza abajo, del intento de lapidación de Pablo en Listra y de la pasada por la espada de Santiago en los Hechos de los Apóstoles, de las tribulaciones de Panait Istrati, las duras prisiones de Nazim Hikmet y las torturas de Julius Fucik en su reportaje al pie del patíbulo, hasta que se me helaban los huesos.
ALGUIEN BARRE LA CASA ¿Quién estará barriendo el ala norte de la casa donde vivió mi tía, esta hora de la noche en que duermen los restos de la familia, los que vamos quedando con más puesto en la mesa de los recuerdos, si los vecinos han salido de vacaciones con sus niños y gatos y servidumbre y el tío Emilio fue de pesca, esta hora de lobo que espanta las pesadillas y despierta medio litro de sed en el pozo de la garganta? No creo que sea la abuela. Desde su desdichado accidente descendiendo del autoferro que obligó al fémur de platino y a renunciar a los tamales que preparaba los domingos para toda su parentela sabemos que por nada del mundo se atrevería a tomar el palo de escoba y menos para ir a la medianoche a barrer los recuerdos de la hija más querida a quien el corazón le jugó una mala pasada mientras pintaba la puerta de su cuarto con un sapolín amarillo dejándonos sin sus cariñosas respiraciones al espejo de los ojos. ¿Será Jorge Girando? Imposible, si su esposo ha salido de cacería con los ojos llorosos desde el día de sus funerales y hasta el sol de hoy que no ha vuelto con un venado. ¿O tal vez es el viento con sus pasos de escobilla de jazz en el eternit? ¿O el comején cenándose el entablado? Pero el caso es que alguien está barriendo la habitación donde la tía Adelfa aromatizaba, escuchaba el radioperiódico, pespunteaba en su máquina de coser tarareando esos aires de la montaña a los que de vez en cuando pone mi padre la música de un silbido. Yo no creo en fantasmas y mucho menos en el fantasma de mi tía Adelfa, quien murió vestida de blanco rodeada por la corte de sus sobrinas escuchando un pasaje bíblico que mi hermano le susurraba. Deben ser los ladrones.
JUAN GUSTAVO COBO BORDA (1948) Nació en Bogotá. Poeta, ensayista y crítico literario, nacido en Bogotá en 1948. Ha desarrollado una intensa actividad editorial como director y fundador de revistas culturales (Eco y Gaceta de Colcultura), comentarista de libros (La alegría de leer, 1976; La tradición de la pobreza, 1980; La otra literatura latinoamericana, 1982; Letras de esta América, 1986), y antologista (Obra en marcha I y 11. La nueva literatura colombiana, 1974 y 1976; Álbum de poesía colombiana, 1980; Antología de la poesía hispanoamericana, 1985). Durante su permanencia en el Instituto Colombiano de Cultura (1975 - 1983), impulsó la colección Biblioteca Básica Colombiana, donde aparecieron obras de Baldomero Sanín Cano, Luis Tejada, Aurelio Arturo, Eduardo Cote Lamus y Jorge Gaitán Durán, entre otros. Luego de trabajar como subdirector de la Biblioteca Nacional, inició su carrera diplomática como agregado cultural de las embajadas de Colombia en Argentina y España. Cobo Borda ha publicado libros sobre el pintor Alejandro Obregón (1985); los escritores Germán Arciniegas (1987), José Asunción Silva (1988) y Álvaro Mutis (1989). Son conocidos sus ensayos "La narrativa colombiana después de García Márquez; visión a vuelo de pájaro" (1988), "La nueva poesía colombiana: una década 1970 1980" (1979), "Mito" (1988) -de esta revista publicó, además, una Selección de textos en 1975- y "El nadaísmo" (1988). Entre sus colecciones de poemas, publicadas en Bogotá, Caracas, Buenos Aires y México, figuran: Consejos para sobrevivir (1974), Ofrenda en el altar del bolero (1981), Todos los poetas son santos e irán al cielo (1983) y Poemas orientales y bogotanos (1992).
CONSEJOS PARA SOBREVIVIR I
POÉTICA ¿Cómo escribir ahora poesía, por qué no callarnos definitivamente y dedicarnos a cosas mucho más útiles? ¿Para qué aumentar las dudas, revivir antiguos conflictos, imprevistas ternuras; ese poco de ruido añadido a un mundo que lo sobrepasa y anula? ¿Se aclara algo con semejante ovillo? Nadie la necesita. Residuo de viejas glorias, ¿a quién acompaña, qué herida cura?
Tu recuerdo me acorrala y un animal, débil y acezante, cura sus heridas con paciencia. Me huelo buscando en mi piel huellas de la tuya y hay algo ciertamente espantoso en dormir sin ti. Repito, un poco cansado de recalcar lo obvio, que te quiero y ojalá nunca me olvides. Pero esto es, o pretender ser, un poema de amor. Borra el énfasis, diluye todo grito patético y recuerda que la mayor sabiduría consiste en desaparecer a tiempo. II Ahora, cuando mi vida se parece cada vez menos a mi vida, recorro las calles de piedra del pasado y contemplo, turbio de asco e ira, cómo todo se reduce a la muy larga torpeza de incesantes comienzos. Recuerdos enmohecidos, malas costumbres y ese desasosiego que nos acoge con rubor inevitable: la cobardía. Repugnancia por días inmundos y el seguir, con terquedad, prisioneros de nosotros mismos. Vieja y sagaz la tristeza adivina nuestro único rostro valedero. Entretanto, en el bosque nocturno, el cadáver florecía de deseo.
NUESTRA HERENCIA En verdad sólo los viejos odian con razón. Sólo ellos han hecho el duro aprendizaje de la trampa doméstica Oponen así un aire paternal a la usura de los días y logran llegar inmunes al tumultuoso desorden de la fiebre, la boca llena de flemas, escupiendo sangre y maldiciones mientras las visitas comienzan a retirarse, en voz baja, y reanudan su charla en la habitación vecina: pésames y condolencias.
¿PERDÍ MI VIDA? Mientras mis amigos, honestos a más no poder, derribaban dictaduras, organizaban revoluciones y pasaban, el cuerpo destrozado, a formar parte de la banal historia latinoamericana, yo leía malos libros. Mientras mis amigas, las más bellas, se evaporaban delante de quien, indeciso, apenas si alcanzaba a decirles la mucha falta que hacen, yo continuaba leyendo malos libros. Ahora lo comprendo: en aquellos malos libros había amores más locos, guerras más justas, todo aquello que algún día habrá de redimir tantas causas vacías.
RAMÓN COTE BARAIBAR (1963) Nació en Cúcuta. Es graduado en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado los libros de poesía Poemas para una fosa común (1984, 1985, 2005), Informe sobre el estado de los trenes en la antigua estación de delicias (1991), El confuso trazado de las fundaciones (1992), Botella papel (1999, 2005), Colección privada (2003), Premio de Poesía Casa de América de Madrid, y No todo es tuyo, olvido, Antología de poemas. (Bogotá, 2007). Además, es autor de Diez de ultramar (1992), Antología de la joven poesía latinoamericana, del libro de cuentos Páginas de en medio (2002) y de la biografía Goya. El pincel de la sombra. (2005). En mayo de 2006 se publicó su Antología de la Poesía Colombiana del Siglo XX en España. Sus artículos sobre arte y literatura han aparecido en diversas revistas nacionales e internacionales.
EL QUE VUELVE A LO PERDIDO El que vuelve a lo perdido permanecerá de pie junto a lo intocable. El que intente crear el encantamiento caerá derrotado. El que desee de nuevo esa música que se despida para siempre. Ya las palabras no dudarán el tiempo que tarda una mosca en recorrer una lámpara, ya no habrá sitio. Por aquí pasó el tiempo y su túnica sin regreso.
EXPULSIÓN DEL PARAÍSO Masaccio Para Renato Sandoval Ni siquiera las lágrimas espesas como el mercurio ni el yunque ardiente que les quemaba muy adentro ni los kilómetros de zarzas que hicieron sangrar sus tobillos ni la prolongada llovizna que los recibió de pie en la intemperie. Nada, nada de eso, ni las semanas ni las arenas ni las sucesivas generaciones han podido borrar de nuestros cuerpos ese aroma a jazmín que un día muy lejano trajeron del Paraíso.
“LA LIBRERÍA MÁS GRANDE DEL MUNDO” Para Gustavo Adolfo Garcés A la entrada de un modesto centro comercial situado en una transitada avenida donde llega ya un tanto lejano el ruido del tráfico, se encuentra una extraña estructura de madera. Mide uno cincuenta de alto por un treinta de largo por uno veintidós de ancho, aproximadamente. Podría ser el puesto ambulante de una relojería, un sitio de apuestas clandestinas, la jaula de una pareja de tucanes, o la caja de un mago que muy pronto, bajo la descolorida carpa de un circo, la atravesará en diagonal con un par de espadas, sin dejar ningún rastro de sangre. Pero se trata de otra cosa. Si se mira detenidamente se podrá observar que sus cinco lados disponibles están ocupados por libros, uno al lado y encima uno del otro, incrustados como moluscos en la quilla de un barco, lo que hace indispensable la intervención de su propietario. El vigilante nocturno, ignorando que allí se oculta una síntesis de casi todos los siglos y casi todos los géneros, sin salir de su asombro ilumina con su linterna una y otra vez las palabras escritas en una de sus tablas y repite en voz alta, como si no se lo creyera, como si se tratara de una broma, el nombre de esta extraña estructura de madera que se encuentra a la entrada de un modesto centro comercial.
PRESENTADOR FEDERICO DÍAZ-GRANADOS (1974) Poeta, ensayista y divulgador cultural. Ha publicado los libros de poesía: Las voces del fuego (1995); La casa del viento (2000) y Hospedaje de paso (2003). Han aparecido tres antologías de su poesía: Álbum de los adioses (2006), La última noche del mundo (2007) y Las horas olvidadas (2010). Preparó las antologías de nueva poesía colombiana Oscuro es el canto de la lluvia (1997), Inventario a contraluz (2001), Doce poetas jóvenes de Colombia (1970-1981) y Antología de poesía contemporánea de México y Colombia (2011) Es coautor de El amplio jardín (Antología de poesía joven de Colombia y Uruguay, 2005) En el año 2009 le fue concedida la Beca “Álvaro Mutis” en la Casa Refugio Citlaltépetl en México. Es director de la Biblioteca de Los Fundadores del Gimnasio Moderno y de su Agenda Cultural y hace parte del comité organizador del Festival Internacional de Poesía de Bogotá.
BIBLIOTECA DE LOS FUNDADORES GIMNASIO MODERNO FECHA: JUEVES 1 DE DICIEMBRE DE 2011 HORA: 6.30 P. M. CARRERA 9 NO 74 -99 TELÉFONO: 5401888 Ext. 156 ENTRADA LIBRE
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