Oración escrita por un médico español tras superar el Coronavirus.
¡Hoy los aplausos van por ti Señor! Hoy Señor has venido a enseñarnos con tu ejemplo y tu Pasión cómo soportar y bien llevar las dificultades de la vida. Tú que moriste solo, abandonado de los tuyos y sólo te acompañó el dolor de tus tres seres queridos, Juan,María Magdalena y tu Santa Madre, ese dolor desgarrado te acompañó en el momento de tu santa expiración, quiero que sepas,
¡Hoy los aplausos van por ti Señor! Por enseñarnos que vivir de espaldas a ti y con soberbia, pensar que solo lo puedo todo, me lleva a mi empobrecimiento como persona y basta una nimiedad para derrumbar todo lo que antes era quimérica fortaleza, por eso,
¡Hoy los aplausos van por ti Señor! Por enseñarme a bien morir, incluso a hacerlo sin el consuelo y el cariño y sin la compañía de mis seres queridos, sabiendo que les evitaré el dolor de mi partida y a cambio les daré la alegría de saber que tuve el honor de que Tú mismo me acompañaras en este tránsito hacia el encuentro con el Padre, por eso,
¡Hoy los aplausos van por ti Señor! Por enseñarme a luchar ante las adversidades y aún sin aliento, saber resistir hasta el extremo, sabiendo que me acompañas al borde de mi vida y dándome un fuerte abrazo y cariñoso abrazo, me consuelas y das fuerza, por eso,
¡Hoy los aplausos van por ti Señor! Porque en el ejemplo de mis hermanos que altruista y voluntariamente han dado un paso adelante y, aún arriesgando sus vidas lo dan todo por salvar la mía, nos enseñan a ser agradecidos, humildes y serviciales, por eso,
¡Hoy los aplausos van por ti Señor! Porque he aprendido que vale más una palabra de ánimo y consuelo, una llamada de aliento , un abrazo imposible, pero no menos anhelado, de un amigo o hermano y por enseñarme que en la entrega a los demás encontraremos en la tierra el Reino de los Cielos, por eso,
¡Hoy los aplausos van por ti Señor! Todos hoy, en nuestro hospital, en nuestra vida, en los balcones y terrazas, en mi celda hospitalaria, todos, pacientes, celadores, médicos, auxiliares, cocineras, vigilantes, enfermeras, camioneros, soldados, todos juntos te hacemos un pasillo como lo hacemos con aquellos que vuelven a la vida y te aplaudimos y te damos “el alta” en nuestra vida porque nos devuelves la alegría y nos das la Vida Eterna, por eso, Señor, por eso,
¡Hoy los aplausos van por ti Señor! Aleluya. “Surréxit a mórtuis et ecce praecédit vos” Feliz Pascua de Resurrección. San Lucas Médico Dr.D.F.X.B.A. XII.IV.MMXX.
y Evangelista
Dios es un Padre que busca hacer felices a sus hijos. Cristo no nos cierra nunca los brazos de su misericordia. La Iglesia es la caricia de Dios al mundo. La Virgen es nuesra auténtica educadora en el camino de la fé. La fé, además de conocerla, hay que vivirla. Deja que Cristo te encuentre. S. JUAN PABLO II, PAPA
Tomate tiempo para rezar, es el mayor poder de la tierra. Tรณmate tiempo para amar, es el privilegio que nos da Dios. Tรณmate tiempo para hacer caridad, es la llave del Cielo. MADRE TERESA DE CALCUTA