EPISTOLARÎS DIGITAL DEL
DE LA CLÍNICA GINGIVA DE MADRID.DR.J AVIER GARCÍA FERNÁNDEZ
FEBRERO MMXIV
Bienaventuranzas para un discípulo La Implantología, desde su aparición hace ahora más de dos décadas, ha supuesto un cambio importante en la forma de tratar a nuestros pacientes y, debido a la fuerte demanda, ha obligado a muchos dentistas generales a incorporar dicho tratamiento en la práctica habitual de sus consultas. Buena muestra de esta demanda es la aparición creciente de nuevos sistemas de implantes y la gran oferta de cursos, masters y congresos centrados en estas nuevas técnicas de la odontología. Han pasado ya casi veinte años desde que comencé a andar por la difícil senda de la Implantología, ocho de los cuales los dediqué como profesor a la formación postgraduada de esta disciplina en la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense. En este tiempo, he tenido muchos discípulos que, a lo largo de estos años, me han formulado la misma pregunta: “Bueno Javier, ¿qué implante debo escoger para mi consulta? “Yo siempre he rehusado contestar dando un nombre comercial, a cambio les ofrecía mis principios y consejos para evitar los sinsabores de la Implantología y que ahora plasmo en forma de estas ocho bienaventuranzas, que van especialmente dedicadas al compañero que se inicia en el campo de la Implantología: BIENAVENTURADO el que, ante tantos tipos de implantes, sabe elegir un sistema sencillo y versátil, avalado por una investigación científica seria y probada en el tiempo. Con un soporte comercial solvente y sólido en el futuro, con un equipo humano que dé apoyo en todo momento al profesional. Con un sistema de garantías de sus implantes que en todo momento, sin necesidad de formularios engorrosos, responda frente a los fracasos y ayude al profesional a resolver los casos. BIENAVENTURADO el que, ante tanta oferta de cursos y masters, sabe elegir el camino más adecuado para su formación y así llegar a conocer y dominar un sistema implantológico. BIENAVENTURADO el que sabe trabajar en equipo, estableciendo una comunicación constante entre el cirujano, prostodoncista y protésico, asumiendo corresponsablemente los posibles fallos y sus costes, tanto de la parte clínica como la del laboratorio. El que estudia, planifica y documenta los casos en comunión con su equipo desde un principio. El que se preocupa en preparar y formar a todo su equipo auxiliar, haciéndoles partícipes en el tratamiento implantológico, resaltando la importancia de su papel en el mismo. BIENAVENTURADO el que dedica todo el tiempo necesario para hablar con su paciente explicándole de forma realista cuáles son las posibilidades del tratamiento implantológico, las alternativas convencionales y elimina falsas expectativas. El que resalta la necesidad de su mantenimiento (“los implantes no son para toda la vida, se mantienen toda la vida“). El que hace ver a su paciente riesgos
como el tabaquismo, la bruxomanía, la falta de higiene y la presencia de periodontitis no tratada. El que da a su paciente todas estas consideraciones por escrito y éste las acepta y firma en un consentimiento informado. BIENAVENTURADO el que busca la sencillez del tratamiento y sabe asumir los riesgos buscando lo mejor para su paciente. El que compensa los riesgos de la utilización de la Regeneración Tisular Guiada y el uso de los biomateriales. El que en casos límites y arriesgados ajusta sus presupuestos contando con los posibles fracasos. BIENAVENTURADO el que sabe decir NO a tiempo y tiene la grandeza de remitir los casos extremos a un equipo de más experiencia que sepa afrontar mejor las posibles complicaciones. El que es consciente de que el paciente implantológico es para toda la vida. BIENAVENTURADO el que estudia y se prepara para tratar las futuras enfermedades de los implantes, no criticando nunca el fracaso implantológico de otro compañero. BIENAVENTURADO el que tenga siempre un maestroamigo y profesional de referencia al que recurrir frente a la duda y ante las complicaciones. El que forme parte de un grupo de estudio de profesionales con la misma inquietud de formación permanente y con la necesidad de compartir las experiencias, los éxitos y los fracasos. Todos estos consejos doy humildemente a mis compañeros, amigos, colegas y discípulos, para que se sientan bienaventurados (felices y afortunados con su trabajo). Ellos llegarán a dominar esta disciplina, de ellos será el reino de la Implantología. EGO DICO BOVIS
Dr. Javier García Fernández